INSTALACIÓN
DE LA XIII CONVENCIÓN INTERNACIONAL DE SEGUROS
Mayo 06 de 2004 (Cartagena de Indias, Bolivar)
Compatriotas:
Representan ustedes un conjunto de colombianos que le ha tocado
laborar en una de las áreas más difíciles:
representar la industria aseguradora en una Nación golpeada
por el terrorismo implica una tarea descomunal. Por eso creo que
si hay una actividad que en el giro ordinario de sus negocios puede
sentir un alivio de los resultados de la política de Seguridad
Democrática es la actividad aseguradora.
Silvia Luz Rincón y William Fadul, ambos de manera generosa
se han referido a esa política. Quiero en palabras sencillas
decirles que hemos avanzado pero falta mucho.
Hoy hay un número muy grande de soldados y policías
de la Patria arriesgando sus vidas en diferentes sitios. A ellos
los animan tres circunstancias: primero, el amor a su Patria; segundo,
que sienten el fervor del pueblo y la decisión popular de
derrotar el terrorismo y tercero, que sienten que no hay vacilación
en el Gobierno, que el Gobierno lo tiene todo resuelto, la decisión
firme, con toda la voluntad, para luchar hasta que esta Patria
haya derrotado totalmente el terrorismo.
Algunos inversionistas internacionales me preguntaban hace pocos
días: ‘¿y cuándo se va a resolver definitivamente
esta situación de violencia e inseguridad en Colombia?’ Les
dije: no es fácil, es que este Gobierno encontró 17
mil guerrilleros de las FARC aproximadamente más 10 ó 12
mil milicianos de la misma organización, más 4.500
del ELN, más 15 mil autodefensas. No conozco en las últimas
décadas una Nación democrática que haya tenido
que enfrentar semejante desafío, resultados plenos no se
pueden ofrecer milagrosamente, de la noche a la mañana imposible
cosecharlos. Pero si persistimos con toda la entereza, con toda
la determinación, con todo el amor a la Patria, los vamos
a conseguir.
Les decía: no esperen que hayamos logrado plenamente los
resultados para invertir, inviertan ya, exíjanle a Colombia
decisión para resolver el problema y que esa sea la condición
para que ustedes inviertan, sin tener que poner a Colombia a esperar
que se obtenga plenamente el resultado para que llegue la inversión
de ustedes.
Yo creo que la determinación del pueblo, la no vacilación
en el Gobierno el compromiso de las Fuerzas Armadas de la Nación,
son garantía para que sectores, que se necesitan en la economía,
inviertan con plena confianza en Colombia.
Seguiremos haciendo esfuerzos para mostrar todos los días
crecientes reducciones en los indicadores relativos a los delitos
de impacto social más sensibles.
Mis ilustres antecesores en uso de la palabra, la Presidente
de la Junta el Presidente Ejecutivo, se han referido a algunos
temas que considero de suma importancia.
EL TEMA PENSIONAL
Nosotros inicialmente con las luces del ministro (de Hacienda)
Roberto Junguito y después con el equipo que él integró y
que lo estableció como sucesor en el Ministerio de Hacienda,
hemos podido avanzar en el incremento de los ingresos del Estado,
en la reducción de los gastos de funcionamiento –que
si no fuera por ello no habríamos podido avanzar en la financiación
de la Seguridad Democrática-. Más lentamente hemos
avanzado y creo que en los próximos meses vamos a mostrar
mejores resultados en la expansión de la base gravable del
número de contribuyentes, tal como lo reclamara la Presidente
de la Junta.
Y hemos avanzado muchísimo en la reforma de la administración
pública, para hacer un Estado sostenible, un Estado que
no sea obstructor de la iniciativa privada, un Estado que sea eficiente
en la aplicación de los recursos, un Estado que no malbarate
recursos, un Estado comunitario.
Hemos reformado 37 entidades del Estado pero falta bastante. La
reforma ha pasado profundamente por Ecopetrol, donde ya hay un
laudo arbitral, el primero que se consigue en la historia de la
compañía, con inmenso riesgo, gran valor civil de
sus directivos y de la porción mayoritaria de sus trabajadores,
laudo arbitral que desmonta el régimen privilegiado para
los nuevos trabajadores y que a los nuevos trabajadores les impone
las condiciones laborales ordinarias.
Reforma administrativa que ha pasado por Telecom, empresa que
estaba generando 500 mil millones (de pesos) de perdida, factura
que le iba a trasladar al Presupuesto Nacional y que al ser reformada
se sustituye por una empresa estatal donde Colombia preserva un
instrumento público para enfrentar dificultades de mercado
y para garantizar el acceso a los sectores más pobres y
remotos y para entrar a regular mercados y tarifas. Empresa que
debe generar 500 mil millones de pesos de utilidad, que hace una
industria estatal de telecomunicaciones sostenible y que garantiza
los ingresos para poder pagar a los jubilados de la vieja Telecom.
Reforma administrativa que ha pasado por el SENA, donde nos hemos
propuesto hacer el tránsito de un millón de colombianos
que formaba el SENA en el año 2002 a 4 millones de colombianos
que deberá formar en el año 2006. Por supuesto con
metas parciales tan importantes como las que obtuvimos el año
pasado, donde ya llegamos a casi 2 millones 200 mil colombianos
formados en la entidad, mejorando en 10 puntos la empleabilidad,
que sigue siendo baja en la institución.
Pero eso implicaba buscar cómo crecer esa cobertura sin
que tuviera que darse un crecimiento proporcional del presupuesto.
Hacer cosas en el Estado con una chequera gruesa es fácil.
Lo difícil, la gracia es buscar como se hacen cosas en el
Estado cuando la chequera es delgadita y eso implica reformar profundamente
la administración, partir de unos conceptos que digan claramente
qué se entiende por tarea del Estado, cómo se debe
dividir su presupuesto y aplicarlo contra todos los riesgos y dificultades.
La idea en el SENA ha sido disminuir gastos de funcionamiento,
eliminar burocracias clientelitas y politiqueras, avanzar en la
prestación de servicios y avanzar en los programas de formación,
trasladar los presupuestos del Estado burocrático al Estado
social eficiente.
Esa reforma de la administración queremos llevarla a todo
el Estado, profundizarla, para que contribuya a tener un Estado
de mejores resultados sociales, para que contribuya a tener un
Estado sostenible y para que nos ayude a reducir el déficit.
En agosto del 2002, el déficit consolidado se encontraba
en el 4.2 (por ciento), el ministro Junguito tomó unas decisiones
heroicas para frenar el gasto público y para aumentar el
presupuesto en seguridad, que la resumo en dos: por un lado, un
congelamiento enorme de gastos y por el otro lado, un impuesto
de conmoción que los sectores dueños de los patrimonios
lo pagaron con generosidad y con patriotismo.
Ese diciembre el déficit se redujo al 3.6 (por ciento),
un año más tarde en diciembre del año pasado
ya estaba en el 2.8 (por ciento) y estamos haciendo el esfuerzo
haber como lo llevamos este año al 2.5 (por ciento).
Muchos colombianos me dicen: ‘Presidente, no le tenga miedo
al déficit’, quien más quisiera tener recursos
para inversión que quien tiene la mayor responsabilidad
del Gobierno. Pero financiar un déficit con un endeudamiento
que tocó el 54 por ciento del PIB, cuyo servicio de amortización
de cuotas de capital y de pago de intereses llegó a representar
más del 40 por ciento del presupuesto, es algo muy difícil.
El problema dejó de ser un problema de indicador de déficit
y paso a ser un problema de dificultades de financiamiento. Por
eso hemos tenido que sacrificar una mayor disponibilidad de recursos
del Estado, unas más abultadas partidas presupuéstales,
para hacer manejable el déficit, su financiamiento, temas
fundamentales para la confianza del sector privado.
Esta economía ha crecido cuando simultáneamente
hemos rebajado los cultivos de droga de 170 mil hectáreas
a 86 mil que teníamos en diciembre. En lo corrido del año
hemos fumigado 60 mil, todavía no sabemos cuantas se han
reemplazado. Y esta economía ha crecido a pesar de que simultáneamente
hemos tenido que reducir el déficit del 4.2 (por ciento)
al 2.8 (por ciento). Demuestra el vigor del sector privado colombiano,
porqué hay que tener fe, porque hemos crecido en condiciones
no fáciles.
Pero vengo a invitarlos a que crezcamos velozmente, a que confiemos
en Colombia.
Subsisten problemas delicados como el de pensiones, tema bastante
explosivo y difícil. Con William Fadul y con ustedes, trabajamos
durante varios años en el Congreso de la República,
hasta producir la Ley 100, un gran paso. ¿Qué habría
sido del país en estos 11 años, si los recursos de
los fondos privados de pensiones en medio de semejante tendencia
de desahorro?
Yo, desde mi posición de observador de la economía,
poco habilitado con conceptos científicos, pero bastante
preocupado por razones de sentido común, me he preguntado: ¿sin
ese montoncito de ahorro de los Fondos de Pensiones, qué le
habría pasado al país con el desahorro en el sector
público y con la falta de inversión del sector privado?
Ahí ha tenido el país una tabla de salvación
en los últimos 11 años. ¡Qué buen paso!
Después de iniciado el Gobierno, con la dirección
del ministro Juan Luis Londoño –q.e.p.d.-, hicimos
la segunda reforma pensional, buena, pero también insuficiente.
Intentamos la tercera con el referendo, sobre la cual teníamos
mucha confianza, no se dio, pero hay que insistir.
El problema pensional es de todo el mundo. Unos países
lo tienen más resuelto que otros. Alguna vez le escuche
decir algo sabio al ex ministro (de Hacienda) Rudolf Hommes, dijo: ‘esto
no se puede resolver todo con una norma, hay que mantener un proceso
gradual’, Colombia tiene que mantener ese proceso gradual,
lo grave es interrumpir el proceso reformista en pensiones.
A mi no me angustia que las reformas sean insuficientes, lo que
me angustia es, que una reforma no sea continuada por la siguiente.
Ahora el Acuerdo Político, da luz para poder llevar a la
Constitución –y el Gobierno se prepara a presentar
el proyecto- una norma para eliminar los regímenes privilegiados,
por supuesto con un periodo de transición y para poner un
tope a las pensiones y eso será de gran alivio.
Pero, nos quedan dos problemas sumamente graves por resolver:
uno en el futuro inmediato, las necesidades de financiamiento del
Presupuesto Nacional al Seguro Social. Agotadas las reservas no
hay más camino para garantizar el pago a los pensionados
del Seguro Social que unas transferencias del Presupuesto Nacional
y hay que financiarla.
Yo quiero pedir la comprensión del país político,
para que se entienda que no basta con la eliminación con
periodo de transición de los regímenes privilegiados
con norma constitucional, que hay que buscar los recursos para
poder proveer al Seguro Social la financiación.
Y el otro problema, es el problema del desequilibrio en el régimen
de prima media, porque hay una ilusión que engaña.
Se dice: todo colombiano que entra al sistema de prima media cotiza
y ayuda a pagar la cuota con los pensionados. Pero eso engaña,
porque por el halago de unos ingresos inmediatos, perdemos la visión
en el déficit que se causa en el mediano y largo plazo.
En las actuales condiciones, todo colombiano que entra al sistema
de prima media tiene que recibir un subsidio del Estado, de más
del 36 por ciento. Entonces es un sistema insostenible.
Por eso, quiero invitar a mis compatriotas desde este auditorio
a pensar en lo siguiente: hay que garantizar cómo vamos
a pagar las pensiones de los colombianos pobres. Está bien
que reformemos la Constitución para prohibir los regímenes
especiales, es un buen paso, pero insuficiente. Focalicémonos
a dos urgentes necesidades: ¿cómo vamos a financiar
el faltante del Seguro Social en los años que vienen? y ¿cómo
vamos a reformar, esencialmente, el régimen de prima media
para que no siga causando déficit?
Y quiero invitar a los analistas a pensar en lo siguiente: el
alivio que en el corto plazo nos da la afiliación de un
colombiano al régimen de prima media, por la cotización
que paga, es muy inferior al costo del subsidio que el régimen
de prima media le tiene que pagar por las actuales condiciones
del régimen de prima media. Confío, que por tarde
para el 20 de julio, tengamos un esquema integral, claridad para
eliminar los regímenes privilegiados, claridad para financiar
al Seguro Social y claridad para avanzar hacia un mayor equilibrio
en el régimen de prima media.
Han presentado ustedes la preocupación por un proyecto
de decreto de regulación de la industria aseguradora. Mañana
los acompañará la Viceministra de Hacienda –aquí está la
Superintendente delegada, Lucía Viñat- y confío
que se llegue a un acuerdo sobre lo razonable. Infiero de las palabras
que he escuchado que a ustedes los preocupa también el desbordamiento
en ciertos sectores de la industria, que en razón de ese
desbordamiento encuentran plenamente justificado, que el Gobierno
entre con unas regulaciones, que frenen ese desbordamiento, pero
temen que algunas de las regulaciones propuestas son exageradas
apenas están aclarando en los textos, no tienen antecedentes
de ejercicios prácticos.
El Ministro de Hacienda, Junguito, me dejó un equipo muy
joven, este equipo yo lo llamo el kinder de Junguito, muy estudiosos
todos y por supuesto innovadores, tienen unas teorías frescas
que las quieren aplicar ya, pero ¡ay doctor William!, con
su experiencia y yo le aporto un poquito de paciencia, convencemos
a sus aseguradores y al kinder de Junguito de unos decretos más
razonables. Confío que encuentren un punto de equilibrio.
REFORMA A LA LEY 80
La reforma a la Ley 80 es una necesidad urgente. Para mi cobra
más urgencia por la sentencia del Consejo de Estado a semana
anterior.
Eliminó la obligación que habíamos introducido
en el decreto 2170 de la audiencia pública en la contratación
oficial. Con el Vicepresidente (de la República, Francisco
Santos), iniciado el Gobierno, preparamos lo que finalmente fue
el Decreto 2170, que exige en toda licitación pública
una etapa de prepliego, que se publique para que la opinión
ciudadana la pueda discutir. Audiencia pública en el proceso
de adjudicación de los contratos, veeduría comunitaria.
El Consejo de Estado dijo que no teníamos autorización
legal para introducir por decreto la audiencia pública.
Ahora que estamos adjudicando la concesión para la doble
calzada Bogotá – Girardot, le he encontrado plenamente
la validez a la audiencia pública. ¿Cuánto
se ha discutido en esa adjudicación gracias a la audiencia?
Cuánto mejor es conocer todos los problemas en una audiencia
pública antes de adjudicar la licitación y perfeccionar
el contrato, que acudió a la vieja vía, de pronto
se le da al país una noticia, se le adjudicó a fulano,
todo el mundo tranquilito, calladito y a los dos o tres años
empiezan los litigios los problemas y las parálisis de obra?
He instruido al Gobierno que por directiva presidencial debe haber
audiencia pública en todos los contratos, pero necesitamos,
para generalizarla y mantenerla como política permanente
aprobar la reforma a la Ley 80. Vamos a hacer todo el esfuerzo
haber como se agiliza.
LEY ANTITRÁMITES
Y hay otro tema de gran importancia que es el proyecto de ley
antitrámites. Hoy el Gobierno Nacional entregó los
premios a la Gerencia Pública, uno de esos premios los ganó Planeación
del municipio de Medellín, porque redujo a un día
el conjunto de trámites que tiene que realizar una empresa
para constituirse en esta ciudad, nos ha puesto un punto bastante
importante.
El Ministro (del Interior y Justicia) Sabas Pretelt, está al
frente del trámite de esta ley, a ver cómo le entregamos
al país una buena norma que le simplifique la vida a los
colombianos, especialmente a los inversionistas responsables del
empleo.
Desde que empezó este Gobierno, con el doctor Fadul hemos
estado en la discusión de lo que sería la participación
estatal con fondos de largo plazo de la banca multilateral, en
el aseguramiento contra el terrorismo. El ya se refirió,
no ha sido fácil, recuerdo que el Ministro Junguito me dijo: ‘ese
esquema tiene toda la lógica, el problema es que tenemos
que buscar como financiar’, pero hemos encontrado buena receptividad
en el Banco Mundial, vamos a lograr haber cómo lo logramos.
La Viceministra me entregó hoy un resumen sobre el tema,
yo le haré el recorderis y mañana tendrán
la oportunidad de hablar con ella, a ver cómo seguimos avanzado
en este tema.
De todas maneras, reducción de homicidios, de actos terroristas,
de tomas de poblaciones, de secuestros y de robo a vehículos
que el año pasado tuvo una disminución importante
y lo revisaba en Cali el viernes pasado, en el conjunto del país
este año lleva otra reducción del 35 por ciento.
Son dos reducciones consecutivas. Ayuda la política de Seguridad
Democrática, una de cuyas piezas es la reforma que se hizo
a las normas penales sobre el delito de recepción, que antes
tenía una sanción excarcelable, eliminamos esa excarcelación.
Y en los consejos de seguridad periódicos en todas las ciudades
estamos haciendo énfasis en la necesidad de derrotar el
robo de vehículos.
Creo que eso les tiene que aliviar la industria aseguradora y
si a eso le complementamos en el momento en que sea posible el
fondo cofinanciado por el Estado, con apoyo de la banca multilateral
para el aseguramiento del terrorismo, la situación tiene
que ser mejor.
Quería hacer estos comentarios a la intervención
de la doctora Silvia Luz, del doctor William Fadul y ofrecer la
palabra a ustedes.
Muchas gracias.
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