INAUGURACIÓN
DE LA PLANTA DE FAGRAVE
Noviembre
12 de 2004 (Barranquilla – Atlântico)
Compatriotas:
Quiero en primer lugar dar mis excusas a
todos ustedes porque un acto en el estadio de la ciudad, donde
formalizamos una ampliación
de cobertura de salud en Barranquilla de 200 mil y avanzamos muchísimo
en subsidios de vivienda social nos tomó bastante más
tiempo del previsto en esa reunión con la comunidad.
¡Qué bueno presenciar esta inauguración!, este
esfuerzo, esta muestra de confianza en Colombia. Esta talentosa idea
de integración que pone a una industria tan importante en
las mejores condiciones para competir exitosamente en el concierto
de la integración económica.
Quiero destacar ese elemento tan importante
de Colombia: el talento empresarial, la pujanza empresarial, la
destreza de nuestros trabajadores,
la capacidad de nuestros trabajadores de asimilar nuevas tecnologías,
de aprender nuevos oficios.
Una empresa como esta nos llena de ilusión en el presente
y en el futuro de Colombia. Los felicito de todo corazón.
El Gobierno seguirá haciendo todos los esfuerzos para construir
confianza en Colombia. Esfuerzos en seguridad, esfuerzos en transparencia,
esfuerzos en la reactivación económica, esfuerzos en
la reactivación social.
Nosotros queremos decirle al empresariado
colombiano, a los trabajadores, a los empresarios internacionales,
que en Colombia hay un designio
común de la Fuerza Pública, el pueblo y el Gobierno
para derrotar el terrorismo a fin de que Colombia pueda darle curso
a todas las inversiones que se requieren para que los trabajadores
de nuestra Patria encuentren pleno empleo en Colombia. Empleo bien
remunerado, empleo estable, empleo con acceso a la seguridad social.
Para que los empresarios nacionales e internacionales puedan tener
toda la confianza para crecer sus inversiones en Colombia.
Seguiremos trabajando para que el país mejore todos los días
la estabilidad macroeconómica. Si bien hemos tenido una configuración
de cifras macroeconómicas difíciles, estamos avanzando
por un camino no muy rápido en resultados, pero por un camino
sólido de mejoramiento.
Encontramos un déficit del 4.2 (por ciento), el año
pasado terminamos con el 2.8 (por ciento) y este año debemos
terminar con un poco menos. Confiamos seguir reduciendo ese déficit,
especialmente en lo que concierne a la Nación.
Tenemos un endeudamiento que había pasado del 24 al 54 por
ciento del PIB en el curso de 10 años, terminamos este año
con un endeudamiento del 50 (por ciento), todavía muy alto,
pero frenamos esa veloz tendencia, peligrosa tendencia, de crecimiento.
Estábamos comprometiendo el 40 por ciento del presupuesto
nacional al servicio y a la amortización de deuda, en el nuevo
presupuesto reducimos al 34 por ciento.
El desempleo había pasado en Colombia entre 1994 y el año
2000 en cabezas de hogar del 4 al 10 por ciento y el desempleo abierto
había pasado del 7.5 y 8 a casi el 20 por ciento.
En el último trimestre, el desempleo en el país se
situó en el 12.8 (por ciento), en septiembre se situó en
el 12.5 (por ciento).
En este Gobierno, la empresa privada colombiana
ha creado más
de millón 100 mil empleos. Un millón 300 mil colombianos
han regresado al Régimen Contributivo de Salud.
¿Por qué es superior esa cifra que la creación
de empleo? Porque los nuevos empleos han accedido al Régimen
Contributivo de Salud y muchos colombianos, que a pesar de estar
trabajando, habían dejado de contribuir por razones de ingreso
al pago de la salud han reactivado sus cuentas.
Hemos registrado una nueva recuperación en las afiliaciones
y en las cuentas activas al sistema pensional, lo mismo al Sistema
de Riesgos Profesionales y las Cajas de Compensación Familiar
que son un gran indicador muestran este año un crecimiento
del 16 por ciento en materia de afiliación.
Hemos ya producido un decreto que va a simplificar
el pago de los empresarios, de las cotizaciones de seguridad social
y también
va a evitar la evasión.
Los empresarios colombianos tienen hoy que
hacer cuatro pagos: hacen un pago al Régimen Contributivo de Salud, un segundo pago
a pensiones, un tercer pago a riesgos profesionales y un cuarto pago
que involucra Cajas de Compensación, SENA y Bienestar Familiar.
Eso crea tramitología y al mismo tiempo permite evasión.
Entonces el decreto obliga a que por tarde el primero de febrero
haya una sola declaración de pago y haya un solo pago. Eso
simplifica la vida del empresario y nos facilita el control de la
evasión.
Cuando este Gobierno empezó, para crear una empresa en Colombia
se necesitaban 67 trámites, estamos en 40, pero no nos sentimos
contentos. Hay que rebajar eso. Hay países como Canadá con
tres trámites. El proyecto de Ley Antitrámite que cursa
en el Congreso de la República, y en el cual tenemos inmensas
positivas expectativas, tiene el objetivo de reducir sustancialmente
esa cantidad de trámites para facilitar la creación
de empleo y de empresas en Colombia.
Es bien importante reconocer los problemas
que aún tenemos.
Tenemos un problema en pensiones que incide mucho en el déficit
fiscal. Pero confió que el Congreso de la República,
ahora que le toca al Senado, antes del 16 de diciembre tenga aprobada
la nueva reforma constitucional de pensiones que le quedaría
faltando el segundo período entre marzo y junio. Ya fue inicialmente
aprobada por la Cámara de Representantes.
Eso nos permite avanzar en la eliminación de regímenes
privilegiados, garantizar el pago a los pensionados pobres de Colombia
y poder hacer inversiones sociales en adición al pago de pensiones.
Y, por supuesto que hemos tenido una gran
preocupación por
la declinación en la producción de petróleo,
pero la tendencia empieza a revertirse.
En el año 1992, Colombia exploró 28 pozos. Diez años
después, en el 2002, exploró 10 pozos. En el 2003 ya
exploramos 28. Este año debemos explorar 30. Hasta la fecha
hemos firmado 31 contratos para nuevas exploraciones, lo que nos
va a permitir que en el año 2005 y en el año 2006,
especialmente, tengamos un crecimiento mucho mayor de exploraciones.
El objetivo del Gobierno es crear las condiciones
para poder garantizar un mínimo de 60 exploraciones al año.
Aquí no más, casi en frente de Barranquilla, en el
Mar Caribe, hemos adjudicado un área de exploración
de cuatro millones de hectáreas en el mar a un consorcio integrado
entre ECOPETROL de Colombia, Petrobras de Brasil y Exxon Mobil.
Hemos firmado con el gobierno de Venezuela
la construcción
de un gasoducto entre nuestra Guajira y la península de Paraguaná,
que inicialmente estimula los productores colombianos de hidrocarburo
para surtir el occidente de Venezuela de gas, y después nos
da a nosotros una nueva alternativa de alimentación de gas.
Estamos trabajando con energías alternativas. Hemos impulsado
la energía eólica. Ya tenemos la primera planta en
La Guajira. Y el año entrante, el país tendrá la
producción del primer millón de litros de diarios de
alcohol carburante.
Y avanza en el Congreso de la República un proyecto ley para
darle también un tratamiento de exención en el impuesto
global al combustible y en el IVA al biodiesel.
La declinación de petróleos nos preocupa, pero se
ha revertido la tendencia de invertir en Colombia. Ecopetrol en estos
días está firmando contratos de gran importancia con
Exxon y con otras compañías, para recuperación
de campos que venían declinando de manera muy preocupante
en nuestro país.
Con la recuperación de la inversión y con las energías
alternativas podemos decirle al sector privado que vamos a superar
este problema de preocupación en materia de petróleo.
Ha crecido enormemente la exportación de carbón. En
estos dos años hemos pasado de 32 millones a 52 millones de
toneladas de exportación de carbón desde Colombia.
Confiamos, pues, en que mirando las fuentes
energéticas del
país como un todo integral, el país se esté preparando
debidamente para darle seguridad a la inversión de que aquí no
vamos a tener restricciones de esta naturaleza.
El sector privado, también, puede tener la certeza de la
estabilidad en las reglas de juego. Colombia ha sido tradicionalmente
respetuosa de esa estabilidad. Estamos concertando con el Congreso
de la República, un proyecto que nos permita firmar pactos
de estabilidad con los inversionistas privados.
Y estoy seguro que lo que venimos haciendo
en comercio internacional como la suscripción del acuerdo entre CAN y MERCOSUR, ahora
el avance hacia el TLC con los Estados Unidos, la entrada en vigencia
de nuevos ítem de desgravación en el G – 3 con
México, la necesidad de un acuerdo con la Unión Europea,
de un acuerdo con Centroamérica, de un acuerdo con el Caribe,
y la necesidad de llegar desde la plataforma de CAN o desde la plataforma
de MERCOSUR a acuerdo con Asia, son todos pasos muy importantes para
abrir mercados, para integrar nuestra economía y para darle
seriedad a nuestras reglas de juego en materia de tratamiento a los
inversionistas privados.
Un país que incursiona de esta manera en la comunidad internacional,
es un país que tiene que ser muy cuidadoso en la estabilidad
de reglas de juego con los inversionistas particulares.
Creo que esa es, distinguidos empresarios,
la mejor garantía
de estabilidad.
Por supuesto que hemos tenido que derramarle
más impuestos
a los colombianos. En este Gobierno hemos aumentado la presión
tributaria en casi dos del PIB. Pero lo hemos hecho con una concepción:
balancear muy bien la necesidad de avanzar al equilibrio fiscal,
la necesidad de construir equidad, la necesidad de construir confianza
y también la necesidad de promover el crecimiento, de promover
las inversiones y de promover el empleo.
Un elemento que hemos tenido en cuenta es
encarecer la tributación
para quienes no crezcan y dar incentivos al crecimiento. Yo no participo
que sea conveniente la idea de la reducción general de impuestos.
Ella no asegura el aumento de la inversión. Pero si participo
de la idea que hemos estimulado en este Gobierno, de orientar estímulos
a fin de poder provocar mayores tendencias de inversiones.
El doctor Campillo se refería a algunas de las decisiones
tomadas por el Gobierno: primero, estamos devolviendo el IVA a la
adquisición de bienes de capital. Segundo, cuando las empresas
son altamente exportadoras simplemente no se le cobra el IVA a la
importación de sus bienes de capital.
Tercero, por iniciativa de José Roberto Arango (Alto Consejero
Presidencial) tomamos la decisión de reducir el porcentaje
que se le exige a una empresa para calificar como altamente exportadora.
Antes tenía que exportar un mínimo de 50 por ciento
de su producción. Ahora con que exporte el 30 por ciento se
le califica como altamente exportadora.
El Congreso de la República, el año pasado, nos aprobó por
cuatro años un estímulo de gran importancia, una deducción
del 30 por ciento a las nuevas inversiones generadoras de renta.
Ese conjunto más el sacrificio de la Fuerza Pública,
de nuestros soldados y policías, para darle seguridad a esta
país y fundamentalmente la capacidad de los trabajadores y
los empresarios de Colombia, todo ha venido aumentando confianza
en el país.
Prácticamente se había estancado la inversión
privada en Colombia. El año pasado creció un 16. Este
año va a crecer por encima del 20. El último reporte
del Departamento Nacional de Estadística nos habla de un crecimiento
de la importación de bienes de capital en el período
enero – agosto del 23 por ciento. Las informaciones de la ANDI
indican que hay un crecimiento de adquisición de bienes de
capital en el sector industrial, excluyendo transporte cercano al
30 por ciento.
Tenemos optimismo que apenas todas estas
inversiones que se están
instalando empiecen aportarle a la producción y al empleo,
Colombia puede crecer más velozmente.
Cuando empezó este Gobierno, mis compañeros en el
Ministerio de Hacienda y en Planeación Nacional le propusieron
al Congreso, unas cifras, en ese momento la llamábamos realistas
y prudentes de crecimiento, un crecimiento del dos y medio. Para
el año 2003 obtuvimos casi el cuatro.
Si no tuviéramos en cuenta el factor droga, que gracias a
Dios se ha venido disminuyendo y que infortunadamente se contabiliza
dentro de las finanzas colombianas para mirar indicadores macroeconómicos,
la economía había crecido el año pasado por
encima del cuatro. Y confiamos que este año el crecimiento
sea por encima del cuatro. El Gobierno esta haciendo esfuerzos y
estamos poniéndole toda la fe a que se acerque al cinco por
ciento.
Esta Patria hay que ponerla en un horizonte
de crecimiento a la economía por encima del cinco por ciento,
para que esta Patria pueda darles todas las oportunidades a los
trabajadores, a los empresarios
y a las nuevas generaciones.
Tenemos pues mucha fe. Quiero doctor Campillo,
ponerlos a ustedes como un ejemplo. Esta alianza estratégica es motivo de resaltar
desprendimiento, visión. Hay que escoger entre el pequeño
egoísmo o la gran visión. Y ustedes acertadamente escogieron
la gran visión.
Le están dando un ejemplo de asociatividad a Colombia. En
el período de sustitución de importaciones en su fase
inicial, la asociatividad que tuvo especial epicentro en mi tierra,
la suya en Antioquia, fue un factor muy importante para que el país
aceleradamente organizara a sus empresarios y sus capitales, a fin
de producir lo que necesitaba sustituirse que se venía importando
Ahora en esta etapa de la integración con la economía
mundial, necesitamos que regrese esa visión estratégica
de la asociatividad y ustedes aquí están dando un gran
ejemplo.
Confió que puedan promover al sector agropecuario en la Patria.
Cuando el Gobierno empezó teníamos 175 ó 185
mil hectáreas de palma africana. El Senado de la República
esta culminando la aprobación de una ley para que los cultivos
de tardío rendimiento tengan un estímulo tributario
en Colombia. Este año terminamos con 230 mil hectáreas
de palma africana, pero tenemos la posibilidad de seis millones de
hectáreas de palma africana.
Hay que perderle el miedo a sembrar. Hay
que sembrar velozmente. Este país tiene las tierras, tiene el medio ambiente, tiene
a la gente. Aquí no podemos seguir con timideces.
Un país con estas condiciones apenas con 180 ó 230
mil hectáreas de palma africana es una vergüenza, es
un desperdicio. O sea que queremos crecer velozmente.
La semana pasada sentí mucha envidia porque me dijo el Presidente
Lula que ellos están promoviendo millones de hectáreas
de higuerilla, que allá lo llaman de otra manera. Ojalá,
doctor Campillo, nosotros podamos, con el liderazgo de ustedes, promover
estas alternativas en Colombia.
Y para todos esos proyectos que promuevan
tenemos varios aportes del Gobierno Nacional. La nueva línea de crédito que
va a completar dos años y que va muy bien para adquirir maquinaria
agrícola, es una línea de crédito de FINAGRO,
ocho años con tasa fija de interés del nueve por ciento
al año. Eso va bien.
Hemos extendido esa línea de crédito también
a la instalación de distritos de riego. El país se
tiene que preparar con distritos de riego y ojalá con riego
por goteo.
Y queremos ayudar con el incentivo de capitalización rural.
En el proceso de integración entre los empresarios y los campesinos
en sectores como el de las oleaginosas, orientando preferencialmente
ese incentivo de capitalización rural a esos proyectos que
integran buenos empresarios con las comunidades campesinas.
El Gobierno quiere apoyarlos para que ustedes lideren este dinamismo
que se requiere en el sector agropecuario de la Patria.
Los felicito de todo corazón. Que esta empresa tenga todos
los éxitos que necesita Colombia y que los distinguidos empresarios
internacionales que nos visitan, tomen la decisión de vincularse
a Colombia para que nos ayuden a multiplicar esta empresa por muchas
y a llegar a millones de hectáreas de oleaginosas sembradas
en este país, para generar empleo y para sacar esta Patria
adelante.
Muchas gracias, doctor Espinosa. Muchas gracias,
doctor Campillo. Alcalde, lo felicito, Barranquilla se da el lujo
de tener esta gran
empresa y a usted también lo felicito, Gobernador, que el
Atlántico sea sede de esta gran empresa.
Bendigan a Monseñor Tamayo para que
se reproduzca como se multiplicaron los panes.
Y con el Coronel Gómez y con usted, General Rocha, reiteramos
nuestro compromiso de todos los soldados y policías de la
Patria. Yo soy un soldado. Yo soy un policía. El factor de
distracción es que visto de civil porque como no estuve en
el Ejército formalmente, sino que he estado de corazón
toda la vida, me da pena vestir el camuflado. Pero yo soy un soldado
de sentimiento, soy un policía de sentimiento, encarnado en
una mentalidad democrática para construir una Colombia fraterna.
Con los policías y los soldados tienen ustedes, empresarios
y trabajadores, la garantía de que vamos a luchar hasta el último
momento para derrotar el terrorismo a fin de que estas empresas prosperen
en Colombia.
Siento una gran emoción porque aquí a unas pocas cuadras,
en la campaña presidencial de 2002, poco antes de elecciones,
una artefacto terrorista asesinó a varios de mis compañeros
de campaña e hirió a muchos de ellos. Ellos están
ahora desde el cielo viendo con satisfacción que Colombia
empieza a tener en un lugar del vecindario, una esperanza tan importante
como la de esta empresa.
Para adelante, compatriotas.
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