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ENTREGA DE LOS PREMIOS PORTAFOLIO
Noviembre 30 de 2004 (Bogotá – Cundinamarca)

Compatriotas:

Acudo por tercer año a la entrega de los premios Portafolio, que estimulan a quienes hacen grandes esfuerzos en el sector privado.

Vivimos un momento económico de expectativas, alimentadas por realidades. Hay mejor crecimiento, la inflación continúa cayendo y hemos vuelto por la senda de creación de empleo.

Hemos sufrido este año un fenómeno de revaluación, que bastante preocupa al Gobierno. Varios sectores exportadores han visto disminuir sus ingresos. Los cafeteros no han cosechado la totalidad del aumento del precio externo. Otros ingresos agropecuarios también han disminuido, y el Gobierno ha tenido que pagar mayores componentes de precio, a algunos productos como el algodón.

Si bien se ha reducido el valor de importación de bienes productivos, en una coyuntura de gran crecimiento de la capacidad instalada, los empresarios, más que medir alguna variación en la inversión inicial, calculan el horizonte de precios de sus productos.

El alivio de la revaluación sobre la deuda pública externa se da en el balance, pero en la caja sólo se siente, si el Gobierno tiene capacidad en pesos para comprar dólares destinados a cancelar obligaciones. Esto no es frecuente, porque generalmente ocurre que la situación fiscal obliga a obtener nuevos créditos en dólares para pagar los vencimientos también en dólares.

El crecimiento sostenido es lo que finalmente alivia el problema fiscal y suaviza el endeudamiento. Necesitamos volver a la tasa de cambio estable pero en verdad competitiva. El Banco Central ha puesto en ejecución medidas de control de efectivo y procedimientos agresivos de intervención. En compañía del Gobierno, ha comprado buena cantidad de moneda extranjera. La persistencia del problema, impone aguzar la imaginación y buscar nuevas alternativas. A esto, estamos seguros, habrá de contribuir el nuevo Gerente del Banco, José Darío Uribe, quien con su talento, preparación, rigor y juventud genera tanta confianza y esperanza.

Crecimiento, inflación y empleo

La realidad ha demostrado que se pueden hacer compatibles las tendencias de reducción de inflación, aceleración del crecimiento y construcción de empleo. En ello han tenido incidencia la confianza, la tasa de interés, el estímulo a la oferta y la mayor integración con la economía mundial.

Se ha avanzado en el propósito de tener una tasa de interés estable y baja. La voluntad política del Gobierno de reducir el déficit y de enfrentar los problemas estructurales como el de pensiones, ha contribuido a que podamos disponer de una oferta monetaria más amplia.

La confianza en general, la seguridad, el crédito, los estímulos tributarios y la vocación de llevar nuestros productos a más y más mercados, han dado como resultado una mayor oferta de bienes y servicios.

Una inflación a la baja es premisa esencial para contar con créditos de más largo plazo y más baja tasa de interés que, a su vez, fortalezcan más la economía.

La seguridad ha ampliado la oferta de alimentos que evita presiones inflacionarias.

Con las cámaras de comercio, sector financiero, fondos de garantías, departamentos y municipios, implementamos una acción perseverante para derrumbar barreras de acceso al crédito de las pymes y microempresarios. En varias ciudades se llevan a cabo las ferias de crédito, que han permitido a muchos ciudadanos recuperar la condición de sujetos de crédito o acceder por primera vez a estos recursos. Con el sector financiero, Findeter, las cajas de compensación y algunas cooperativas, impulsamos una nueva línea de financiación a la vivienda de interés social. El Estado Comunitario cumple una función promotora y facilitadora, a través de las diferentes entidades oficiales.

Son de destacar el incremento del crédito agropecuario que, entre 2002 y 2004, ha sido del 57% por parte del Banco Agrario y Finagro; los desembolsos de Bancoldex a las pequeñas y medianas empresas, entre enero y octubre de 2002 fueron de 156.462 millones, y en el mismo lapso de 2004 llegaron a 523.689 millones; y, el incremento de cartera a los microempresarios, que en julio de 2002 ascendía a $707.000 millones y en septiembre de 2004 se situó en un billón 602.000 millones. Este crecimiento del 126%, es bastante elevado frente al aumento de la cartera ordinaria que ha sido del 19.8%, y ha representado desembolsos por 2 billones 992.000 millones a favor de 1.330.000 microempresarios en el mismo período. Bancoldex acaba de lanzar una línea de crédito por 1.5 billones para la modernización de las pequeñas y medianas empresas, con plazo de 12 años, tasa de interés asequible y apoyo del fondo de garantías. Es un anticipo a la agenda interna. El sector financiero ha asumido el explícito compromiso de intermediarla.

La gran empresa está en una coyuntura afortunada de acceso al crédito, debido a la buena salud del sector financiero y a las tasas de interés. Estamos comprometidos con sacar adelante el proyecto de ley que facilite acudir al mercado de capitales.

Los estímulos tributarios que hemos introducido no son rebaja general e injustificada de impuestos. Son estímulos para apoyar la inversión, el crecimiento y el empleo. No son regalos a los empresarios, sino factores que los comprometen a asumir mayores responsabilidades con el empleo. Los estímulos tributarios son una alternativa para promover la inversión, en un Estado con limitaciones para los subsidios directos y con dificultades fiscales para realizar una significativa ofensiva de inversión pública. Algunos son incentivos sin costo fiscal porque las actividades estimuladas no han existido y otros implican un costo fiscal inicial que, al inducir más vigoroso crecimiento, rápidamente generan altos retornos fiscales, representados en nuevos y mayores impuestos.

La dinámica tributaria ha sido favorable. El recaudo creció 18% en 2003 mientras que a fin de octubre había crecido en 21.1%. Además del mayor dinamismo económico, factores como la ampliación de la base del impuesto de renta y la devolución por pago en dinero plástico, contribuyen a explicar este crecimiento. En agosto de 2002 había 395 mil declarantes de renta, a octubre de 2004 se había ampliado la base a 682.000. Esperamos llegar a 738.000 mil a fin de este año y a 2.000.000 en 2006. De otro lado, 12.300.000 consumidores se han beneficiado con la devolución de $60.400 millones de pesos.

Pero el esfuerzo debe continuar, es necesario que ampliemos la base del IVA sin afectar la canasta familiar. Debemos reconocer que el IVA, como lo estamos proponiendo, no crea pobreza; lo que genera pobreza es el uso inadecuado de los recursos públicos, las inversiones en proyectos de bajo rendimiento social y el excesivo gasto burocrático.

Lo mejor que le puede ocurrir a la economía, es que el Estado promueva el crecimiento y el sector privado lo jalone.

La reforma laboral ha aportado al aumento de la oferta. Basta lanzar una mirada al sector comercio. No obstante que muchos establecimientos extendieron las horas extras sin crear nuevos empleos, el crecimiento en construcciones de nuevos entes de comercio es asombroso, como lo acreditan los 500.000 metros cuadrados de construcciones comerciales que se iniciaron en el primer semestre de 2004. En la decisión de emprenderlos las normas laborales tienen peso específico.

Requerimos llegar a un crecimiento de la economía superior al 5% y de manera estable. Las cifras de inversión nos generan entusiasmo. Además de lo ya dicho sobre microempresa, pymes y establecimientos de comercio, hay otros números que debemos resaltar: los afiliados a ACOPI han aumentado sus inversiones en 17%, los afiliados a la ANDI en cerca de 30%, los afiliados a ACOPLÁSTICOS 26%. La agricultura se ha expandido en 330.000 hectáreas y las importaciones de bienes de capital entre enero y agosto crecieron 23%.

Crecimiento de corto y largo plazo

Las tendencias de inversión que registramos son buenos augurios para el crecimiento de largo plazo.

Este requiere además, mercados para nuestros productos, fuentes de abastecimiento, seguridad en la disponibilidad de energía, avance en la escalera tecnológica, la revolución educativa permanente, el esfuerzo investigador y la infraestructura de competitividad.

Dentro de la Comunidad Andina, Colombia ha firmado el acuerdo de comercio con MERCOSUR, de consecuencias positivas inmediatas en lo político y mediatas en lo económico. Confiamos que salga bien el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos. Esperamos próximamente la aprobación definitiva del Sistema General de Preferencias de la Unión Europea por 10 años, período durante el cual debemos llegar al acuerdo definitivo. Insistimos en el acuerdo Andino con Centro América. Carece de lógica que estos países hayan negociado con los Estados Unidos, nosotros lo hacemos ahora, y todavía no exista el acuerdo entre la Comunidad Andina y Centro América.

La integración tiene que ser un proceso equitativo y dinámico. Necesitamos concretar el inicio de negociaciones con Canadá. Con la Comunidad Andina y también con MERCOSUR buscaremos la inserción en los mercados asiáticos.

Aún no se ha revertido la declinación en la producción de petróleo, pero ha aumentado la disponibilidad de otros energéticos. Ya tenemos un principio de energía eólica, contamos con un inmenso crecimiento en carbón y nuevas reservas de gas.

El futuro gasífero se despeja con la integración con Venezuela y la participación en el Plan Panamá Puebla. Este facilita la interconexión eléctrica que deberá estar en operación en el año 2008, y se convertirá en un paso de atracción definitiva a los inversionistas en la generación hidroeléctrica.

El año entrante se iniciará la producción de alcohol carburante. Ya se encuentran en instalación 5 destilerías y confiamos que también despeguen otros proyectos en el Cesar, Antioquia, Meta y la Hoya del Río Suárez, entre Boyacá y Santander. Nos encontramos en la creación del marco legal que facilite la producción de biodiesel, sustentada en las enormes posibilidades de nuestra Patria para extender el área de palma africana.

Para que el País avance en la escalera tecnológica, la economía tiene que ir conectada con la Revolución Educativa.

El crecimiento del SENA, fruto de la reforma administrativa, le permite estar hoy en todos los municipios de la Patria, haber pasado de 1.100.000 estudiantes en 2002 a 2.600.000 este año, con una proyección de 4.000.000 para 2006, y haber incrementado la oferta de 5 a 10 millones de horas de formación en estos 2 años. Aferrados a la idea de un país cuyos ciudadanos estudien y trabajen toda la vida, el estudiante del SENA debe empezar por aprender oficios básicos, y en un proceso acumulativo de teoría y práctica llegar a ser técnico, posteriormente tecnólogo. El Ministerio de Educación, ha reglamentado la posibilidad de que los créditos de los tecnólogos sean recibidos por las universidades para que el estudiante acceda al título superior.

La Revolución Educativa, al estimular las competencias laborales básicas, va tras el propósito de que todos los bachilleres se gradúen con un inicio de conocimiento de oficios productivos.

Las pruebas de ingreso al magisterio, de desempeño de maestros, de egresados universitarios, son acciones encaminadas a la calidad de la educación.

Aspiramos a una mejor financiación de la investigación. En la última reunión del CONPES se aprobó un crédito con el Banco Mundial para incrementar el apoyo a los proyectos agropecuarios innovadores. El Fondo Emprender ya supera los 29.000 millones. Esperamos que los esfuerzos conjuntos de la academia, el sector público y el privado, recuperen nuevamente una inversión en investigación del 0.6% del PIB.

Cuando miramos la oferta exportable a 20 años, no cabe duda del papel que deberá cumplir el sector agropecuario. Sin embargo, sus posibilidades dependerán de su capacidad de moverse dentro de la escalera tecnológica y de agregar valor.

La biodiversidad colombiana es un activo fundamental para el crecimiento de largo plazo. Por eso nos hemos propuesto protegerla en el TLC con los Estados Unidos.

Crecimiento hacia afuera y hacia adentro

La integración a la economía mundial, tiene que ir acompañada de un gran énfasis del crecimiento hacia adentro. Por razones de equidad, de construcción de comunidad fraterna y de capacidad de consumo.

La pobreza colombiana es una tragedia y al proponernos superarla se presenta una gran oportunidad. La oportunidad de integrar debidamente al 55% de nuestros compatriotas a las corrientes de la economía, a la producción y al consumo. Por ello, el fomento a las exportaciones es necesariamente compatible con el estímulo a la construcción, sólo para citar un ejemplo.
El microcrédito, que hace parte de la estrategia de País de Propietarios, a cuyas principales cifras ya me referí, impacta simultáneamente la oferta y la demanda, apoya las exportaciones y el consumo interno, activa la economía en el corto plazo y anima el espíritu empresarial, presupuesto indispensable para el crecimiento de largo plazo.

Cuando un microempresario recibe un crédito, después de haber sido capacitado y de estar acompañado por un buen tutor, destina el recurso a ampliar, mejorar o estabilizar su oferta, y de inmediato asegura sus ingresos y los de terceros trabajadores, con lo cual se perfecciona una relación sin intervalo entre la oferta y la demanda.

En el largo plazo lo único que garantiza la sociedad sin exclusiones, fraterna, sin odios, con capacidad adquisitiva, es la Revolución Educativa, que empieza a mostrar buenos resultados en retención de niños y jóvenes en edad escolar, a fin de impedir su ingreso prematuro al mercado laboral. Para apoyarla tenemos el programa Familias en Acción, que llega a 340.000 familias con un costo de 37.000 millones cada dos meses, y que garantiza la alimentación y la asistencia escolar para cerca de 900.000 niños. También avanzamos con Jóvenes en Acción y con Jóvenes Rurales. Este último, recientemente lanzado, ya cuenta con 80.000 matriculados en diferentes localidades del País. Estos programas están dirigidos a bachilleres pobres que no han ingresado a la universidad, ni han desarrollado las competencias laborales.

El Plan de Desarrollo propuso el ingreso de 3.000.000 de colombianos al Régimen Subsidiado de Salud. Entre subsidios parciales y totales, en lo corrido del Gobierno, hemos afiliado a 4.900.000 colombianos. Está en trámite una reforma legal a este sistema, que al sumarse a los cambios ya introducidos, como la disminución del 15% al 8% de los costos en administración, deberá permitirnos avanzar en el cumplimiento de la meta de una afiliación universal de los colombianos de los estratos 1, 2 y 3.

Nuestra Patria necesita 3 tareas y una voluntad férrea para ejecutarlas: la derrota del terrorismo, la derrota de la corrupción y la reivindicación de los pobres. Esta es premisa insoslayable para el crecimiento sostenido en el largo plazo, que además necesita todos los elementos de la denominada agenda interna de competitividad.

La agenda interna debe ser un enlace entre planes cuatrienales de desarrollo. El Departamento Nacional de Planeación está trabajando en los borradores de una Visión de Colombia a 20 años, cuyo texto final deberá ser objeto de una gran concertación con todos los compatriotas. Capítulo especial deberá dedicarse a la infraestructura y a la participación del capital privado en su construcción, financiación y operación.

Para acrecentar la confianza de los inversionistas, debemos continuar en la tarea de resolver con transparencia los contenciosos en que han derivado concesiones viales, asociaciones en telecomunicaciones y otras formas de vinculación del sector privado.

Para acrecentar la confianza de los inversionistas debemos continuar en la tarea de resolver el déficit pensional, causa eficiente del déficit fiscal, y en la de encontrar nuevas reservas de petróleo. Por fortuna la inversión exploratoria está de regreso a nuestra Patria.

Para acrecentar la confianza de los inversionistas debemos continuar en la reforma del Estado, para dejar atrás el modelo clientelista y derrochón y darle forma y eficacia al Estado Comunitario, al servicio de la equidad, con creciente participación de la ciudadanía en la toma de decisiones, en su ejecución y vigilancia.

Hemos reformado 143 entidades oficiales, de las cuales hemos eliminado 38. Pero apenas estamos empezando la reforma a fondo de los hospitales públicos. Somos opuestos al Estado burocrático e ineficiente y a las avalanchas privatizadoras. Creemos en un modelo comunitario, sostenible, eficiente que estimule la equidad y la inversión.

Hemos pasado de 54 días a 8 para crear empresas. Estamos pendientes de la aprobación final en el Congreso al proyecto de reducción de trámites.

Si ustedes me preguntaran cuál considero yo el primer problema de la vida nacional, les respondería: la falta de confianza en las instituciones públicas. Para edificarla nos hemos dado a la tarea de gobernar de cara a la ciudadanía y en permanente y activo diálogo con ella. El funcionario tiene dos opciones: encerrarse en las oficinas públicas para deleitarse con informes en power point o vivir con la ciudadanía, en permanente interrelación, para informarse a través del poder de la gente y reconocer las dificultades y faltantes.

El contacto popular permanente apremia al funcionario, lo somete al acoso surgido de las angustias de la gente, le aviva la sensibilidad y le agranda el amor por Colombia.

Esta convocatoria de Portafolio nos da la oportunidad de encontrarnos con los colombianos destacados esta noche, cuyos desvelos y triunfos nos llenan de más fe en esta gran tierra, que entre todos debemos hacerla fraterna, más democrática, sin exclusiones y sin odios, para que las nuevas generaciones discurran en plena felicidad.

Mil gracias.

 
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