ALMUERZO
OFRECIDO EN HOMENAJE A LOS REYES DE ESPAÑA
Noviembre
18 de 2004 (Cartagena de Indias – Bolívar)
Majestad:
La Monarquía que usted representa ha sido factor esencial
en el tránsito de España a la democracia, en su consolidación,
preservación y defensa. Y en la unidad de los españoles
alrededor de las reglas democráticas.
¡Tamaña tarea aquella de serenar el espíritu
de una Nación abatida por la guerra civil y luego reprimida
por la ausencia de libertades públicas! Eso no la logra por
sí la estructura monárquica; se requiere un monarca
especial, de sus condiciones humanas, de su tolerancia con la discrepancia,
de su capacidad para ser prudente sin llegar a ser indiferente.
Por eso nos honra intensamente su visita
en la compañía
de la siempre admirada Reina Sofía.
Pero su tarea trasciende las fronteras de
España; América
Latina ha sentido una cálida brisa de unidad estimulada por
su Majestad. Lo afirmo: nadie había hecho tanto por la unidad
entre España y América Latina y entre los pueblos de
América Latina, cuanto ha hecho y logrado usted, Majestad.
Su presencia, consejo, preocupación y ayuda han construido
los más sólidos lazos vinculantes entre las patrias
ibéricas y latinoamericanas.
En el ámbito de estas relaciones hemos realizado el acuerdo
de comercio entre MERCOSUR y la Comunidad Andina. Es un paso fundamental
en la unidad política suramericana y en la integración
de nuestras economías para entre todos derrotar la pobreza.
Con colaboración y comprensión, con creciente cercanía
entre nuestros pueblos, debemos avanzar en procura de los acuerdos
con América del Norte, Centroamérica, Europa y Asia.
España es un ejemplo de confianza inversionista en Colombia,
es nuestra aliada fundamental en el marco de la Unión Europea
y apoyo esencial en nuestra lucha contra el terrorismo, las drogas
ilícitas que lo alimentan, en nuestra batalla por el crecimiento
económico y la erradicación de la miseria.
Visitan ustedes Majestades el pueblo más golpeado por el
terrorismo, afectado por el desplazamiento y la pobreza, pero lleno
de energías, de espontaneidad y de decisión de salir
adelante, recuperar la seguridad, derrotar la corrupción,
reivindicar a los pobres, construir igualdad de oportunidades, animar
el debate democrático con más fraternidad y menos acidez,
proscribir la exclusión e impedir el odio.
Majestad: su afecto por España tiene superior evidencia,
su cariño por Colombia es inocultable.
Majestades: sentimos inmensa alegría por su visita; la visita
de la amistad pura, de la solidaridad, del apoyo sin medir riesgo.
El afecto de ustedes por Colombia alimenta la razón de nuestra
lucha: el amor a este gran pueblo colombiano.
Los invito a brindar por sus Majestades,
el Rey Juan Carlos, la Reina Sofía, por España, por Colombia, por la integración
iberoamericana, por nuestros pueblos.
Majestades, los necesitamos siempre ayudándonos.
Muchas gracias.
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