CENTENARIO
DE LA SOCIEDAD COLOMBIANA DE INGENIEROS
Noviembre
30 de 2004 (Bogotá – Cundinamarca)
Compatriotas:
Acudo con inmenso respeto, en nombre del
Gobierno Nacional, a destacar la labor de la Sociedad Colombiana
de Ingenieros en estos 100 años.
Fundada cuando recién empezaba un Gobierno de orden, el Gobierno
de Núñez, que entendió que las libertades públicas
sólo serían salvaguardadas en un país de orden,
de acatamiento a la ley, de respeto a la Constitución. Un
Gobierno que creó las bases de Banco Central, de manejo de
la moneda, que tanto ayudaron posteriormente al desarrollo de la
infraestructura colombiana.
En este año, cuando se cumple este aniversario tan importante
de la Sociedad Colombiana de Ingenieros, también se cumple
otro centenario, el centenario del Gobierno del general Rafael Reyes,
caracterizado por su aplicación a la infraestructura, por
su visión de largo plazo, por su capacidad de conducir al
país en la construcción de obras que lo fueron acercando
al mundo.
Y justamente en ese momento es definida la
Sociedad Colombiana de Ingenieros como órgano consultor del Gobierno. Vengo a reiterar
toda mi admiración a la ingeniería colombiana, a su
recorrido, toda mi fe en que podamos superar dificultades del presente
y tener un mejor futuro en el ritmo de actualización de la
infraestructura de la Patria.
Nosotros necesitamos un crecimiento de económico elevado
y de largo plazo. Para sostener esa tendencia de crecimiento económico
el país tiene que mejorar su competitividad y para mejorarla
es fundamental el avance en infraestructura. Por eso reitero el compromiso
adquirido en la reunión de la Cámara de Infraestructura,
la semana pasada en Cartagena, de la mayor disposición del
Gobierno para avanzar en concertación con la ingeniería
colombiana. Ese tiene que ser un propósito de todo el Gobierno.
Tiene que ser un propósito de los directores de los establecimientos,
del Ministro (de Transporte, Andrés Uriel Gallego). Tiene
que ser un propósito mío.
Y esa concertación no puede ser meramente declarativa. Esa
concertación tiene que ser en decisiones, en ejecutorias,
para que haya credibilidad. La concertación necesita obras,
resultados, y no buenas razones. Creo que si no nos ponemos en la
actitud de profundizar esa concertación, será muy difícil
enfrentar los desafíos del presente y del futuro en materia
de infraestructura, que son los desafíos de un buen capitulo
de lo que se llama la ‘Agenda Interna de Competitividad’.
Sea, pues, este el primer compromiso: que
mis compañeros
de Gobierno y yo avancemos en este proceso de concertación
con la ingeniería colombiana. Que rápidamente en ese
proceso le podamos entregar al país un primer borrador de
lo que habrá de ser la agenda de infraestructura, ojalá en
una visión de Colombia a 20 años.
Que elaborado ese primer borrador por concertación entre
el gremio y el Gobierno, se discuta ampliamente con la ciudadanía
colombiana, para adoptarlo tan pronto como termine ese debate con
la opinión pública, tan pronto como la opinión
pública a través de su intervención pueda enriquecer
ese primer documento.
Nadie ignora las dificultades fiscales de
endeudamiento que ha debido enfrentar el Gobierno y que han limitado
el ritmo de infraestructura.
Pero eso no puede ser una disculpa. Con más imaginación,
con más devoción, con más gerencia, podemos
avanzar más.
Quisiera hacer una enumeración, vía
titulares, de los temas en los cuales el Gobierno viene trabajando
y dar la posibilidad
en unos minutos finales de algunas inquietudes de ustedes.
Primero está el tema de resolver litigios. Un país
que tiene sus concesiones viales en pleitos, sus asociados de telecomunicaciones
en pleitos, concesiones ferroviarias en pleitos, concesiones de aeropuertos
en pleitos, es un país que tiene cerradas las puertas para
la inversión del sector privado en infraestructura.
Por eso, como lo expresé la semana pasada en frente de la
Cámara de Infraestructura, uno de nuestros primeros objetivos
es superar pleitos. Lo hemos venido haciendo en Telecom con los asociados.
Lo hemos logrado ya en algunas concesiones viales y la instrucción
que tienen mis compañeros del Gobierno es avanzar en esta
materia.
Hemos dado tres elementos para esas conciliaciones.
Primer elemento, un ajuste riguroso al ordenamiento jurídico. Segundo elemento,
equidad en las contraprestaciones. Y tercer elemento, transparencia.
Una transparencia fundada en la información oportuna a la
opinión pública. He expresado que antes de firmar un
acuerdo de conciliación, el texto de ese preacuerdo debe publicarse
ampliamente para que lo conozca la opinión pública.
Así lo hemos hecho. Ahora recuerdo los casos de las conciliaciones
ya perfeccionadas con algunos de los asociados de Telecom.
Confiamos que en el tema de infraestructura
vial podamos seguir resolviendo litigios en concesiones. Creo que
hemos avanzado. Esperamos,
con profundo respeto, la decisión que tome el Consejo de Estado
sobre COMMSA. Me parece que fue una decisión honesta, dinámica,
atrevida, de la entonces directora de INVÍAS, que apoyo, haber
hecho esa conciliación en el caso de COMMSA.
El país dentro de 20 años no
va a preguntar por el pleito, va a preguntar si se hizo o no la
obra. Hay que hacerla con
toda honestidad, pero hay que hacerla. Nosotros a las nuevas generaciones
no les podemos dejar los pleitos, sino las obras en marcha.
Hemos venido resolviendo otros problemas
contenciosos. Creo que acaba de concluirse finalmente la solución para la doble calzada
del Eje Cafetero. Tres o cuatro concesiones en litigio en Antioquia,
están prácticamente superados los problemas. Ha habido
avances parciales en otra, como en la de la Vía al Llano,
y el interés es resolver todo lo que podamos resolver por
la vía de la conciliación, teniendo en cuenta los tres
elementos a los cuales me referí.
La seguridad en esto juega un papel muy importante.
Porque ustedes saben lo que pasó con las proyecciones de tráfico,
dado el agravamiento de la crisis de seguridad en el país
y el decaimiento del ritmo de la economía. Por eso creemos
que ha sido fundamental el esfuerzo en seguridad para empezar a revitalizar
la economía y a recuperar los promedios de tráfico
en las carreteras colombianas. Sin eso no es posible continuar con
la acción de las concesiones.
El Gobierno Nacional, en medio de sus dificultades,
ha estado ya apropiando recursos al presupuesto, para poder pagar
a la ingeniería
colombiana garantías que se han venido acumulando. Y el INCO
debe trabajar, de acuerdo con lo que se le ha instruido, en buscar
como en algunos casos compensa garantías con extensiones de
concesiones.
A pesar de que hemos dedicado gran esfuerzo
y todavía falta,
a resolver problemas de concesiones, hemos avanzado en otras. Me
parece que ahí, poco a poco, hemos venido despejando el camino
de la doble calzada de Briceño a Tunja y a Sogamoso. Los aportes
que debe adicionar el presupuesto nacional tendremos que considerarlos
en una primera partida para el presupuesto de 2006.
Creo que es muy bueno para el país haber adjudicado la doble
calzada Bogotá-Girardot. Tuve la oportunidad el sábado
pasado de realizar un Consejo Comunal en Soacha y con todas las dificultades
que tiene Soacha, allí hay entusiasmo por esa doble calzada,
por el sistema de puentes que debe ayudar en Soacha. Y en medio de
las dificultades que hubo en el proceso de adjudicación, hay
que recuperar un elemento: reivindicarla. El Gobierno, haciendo todo
el esfuerzo por la transparencia, adjudicó esa licitación
en una audiencia pública, de cara al país, transmitida
durante horas, en vivo, por la televisión nacional.
Hemos adjudicado otras dobles calzadas de
gran importancia, especialmente en el Valle del Cauca. Eramos tener
suerte con otra tutela que contra
esa se interpuso, que es la de Cerrito – La Victoria, y confiamos
que la de Bogotá – Girardot pueda complementarse con
el tramito de ingreso a Girardot y pueda llevarse hasta Ibagué.
En el tramo Bogotá – Buenaventura es muy importante
la doble calzada Bogotá – Girardot – Ibagué,
el túnel de la línea. Soy partidario de que el país
gane confianza a través de que vea que se van cumpliendo metas
parciales.
Cuando empezó el Gobierno, con el Ministro se tomó la
decisión: bueno, si no hay unas condiciones fiscales para
adjudicar la totalidad del Túnel de la Línea, adjudiquemos
un primer contrato: el de excavación. Y eso nos pone el Túnel
de la Línea en el tránsito de la retórica a
la ejecución y pone al Túnel de la Línea en
un proceso de construcción irreversible.
Me gusta mucho saber que ya se ha empezado
a excavar. La semana pasada en Cartagena me abordaron los ingenieros
y me invitaron a
presenciar la primera explosión. Será la única
que me gusta de las que ocurren en Colombia.
Y confiamos llegar a una solución para el tramo del Valle
del Cauca a Buenaventura. Confiamos llegar a una solución.
Tramo donde se ha recuperado ya la línea férrea. La
línea férrea se ha recuperado bastante, totalmente,
Buenaventura – La Uribe – La Tebaida por un lado, a Cartago
por otro. El Gobierno Nacional, me corregían la semana pasada
en Cartagena, ha invertido en esa concesión en estos dos años
130 millones de dólares. Y debemos llegar en agosto del año
entrante… ¿Cuál es el tramo que sigue, Ministro,
al sur de Cartago? ¿Si llegaremos en agosto del año
entrante?
Ahí teníamos un problema muy grave con toda la invasión
de la vía, en el área del Litoral y la variante Cartago.
Ahí hay toda la voluntad. Tenemos problemas. Hemos registrado
avances, pero también tenesmo problemas con la concesión
férrea del Caribe. Y allí el Gobierno Nacional ha tropezado
con falta de disponibilidad. Uno encuentra también unos concesionarios
con mucha disponibilidad para superar dificultades y otros que no.
Un caso que nos preocupa mucho es el de la concesión del Caribe.
Quiero no ahondar más en ella para ser prudente.
Volviendo a lo de Buenaventura, el Gobierno
Nacional está trabajando
también en esa vía interna, alterna al puerto, para
concluirla. Me han dicho que con esos recursos se concluye. Entre
la adición presupuestal de este año y la partida presupuestal
del año entrante, se suman 16, 17 mil millones.
Creo que fue importante la Ley de Puertos. ¿Por qué?
Porque antes de esa Ley de Puertos, no teníamos seguridad
de que los recursos de los puertos se invirtieran en el mejoramiento
de los puertos y de sus áreas de influencia. Ahora es una
obligación para el Gobierno.
Hemos tenido una dificultad, porque hemos
aplicado los primeros recursos para poder abrir la licitación a fin de contribuir,
de construir las obras, en frente de Barranquilla a manera de espolones,
para evitar que el río siga abandonando el puerto y recargándose
sobre la margen derecha.
Mauricio, ¿cuándo abren finalmente la licitación? ¿Está abierta
el 15 de diciembre? Es mañana.
Y hemos tenido un reclamo de Buenaventura.
Les he dicho: miren, el dinero que se está invirtiendo el la vía interna
alterna, es un dinero que no se lo estamos imputando a la producción
del puerto de Buenaventura. Es del presupuesto nacional, sin contabilizarlo
en ese origen de Buenaventura. Le vamos a reservar, en el documento
CONPES, a cada puerto, a contabilizar la totalidad de sus ingresos.
Y el Gobierno los irá aplicando a medida que los proyectos
maduren y a medida que los techos fiscales lo permitan.
Nos hemos comprometido que a finales del
año entrante, abrimos
la licitación para revisar el dragado de Buenaventura y empezar
a ejecutarlo muy al inicio de 2006. Porque he visto alguna preocupación
en la ingeniería colombiana sobre ese tema. Confío
que en los próximos días esté listo el documento
Conpes, para poder acordar la extensión de las concesiones
portuarias y cuáles serían las contraprestaciones.
En materia de carreteras, además de esas dobles calzadas
y además del Túnel de la Línea, además
de las concesiones que se han venido sorteando sus disputas legales,
la instrucción primera que se dio en el Gobierno fue continuar
con las carreteras en pavimentación que traía la administración
anterior. Darle continuidad a eso. Y eso nos permitió, por
ejemplo, tener hoy casi prácticamente terminada ala vía
Pitalito-Mocoa. A muy pocos kilómetros para ser terminada.
Ya creo que son dos o tres kilómetros de la vía del
Huila a Florencia. ¿Cómo se llama la localidad del
Huila? Suaza – Florencia.
Y hemos avanzado muchísimo, a pesar de la inclemencia del
tiempo, en la vía de Granada a San José del Guaviare.
Para citar algunas vías que muestran el espíritu de
continuidad, que tiene que haberlo. Gobiernos de cuatro años,
por vanidades, cambiando prioridades en materias viales, lo que hacen
es causarle daño al país. Entonces el Gobierno sin
ninguna vanidad dijo: hay que continuar los proyectos viales que
vienen de la anterior administración. Cito esos tres.
Creemos que hay que avanzar tanto en las
grandes vías de
competitividad como en la integración del país. Para
que esta economía crezca, hay que pensar en su integración
con la economía internacional y en el modelo de no excluir
población.
Con un 55 por ciento de la población excluida de las corrientes
de la economía, no hay manera de darle un crecimiento sostenido
a la economía. Esa integración del país para
evitar también la tendencia de macrocefalia, esa integración
del país para evitar también el desplazamiento, esa
integración del país para que buena parte de nuestros
municipios vea una esperanza, que frene su marchitamiento, es el
tema subyacente al programa de los 2.500 kilómetros.
Algunos colombianos lo han criticado. Yo
respeto. Pero otra cosa es ir a las regiones y ver las necesidades
de los municipios de contar
con vías buenas. Estamos haciendo un esfuerzo pequeño
para las necesidades del país.
A mí me seduce mucho lo que ocurrió en Inglaterra
y en España antes de las grandes autopistas. Pavimentaron
sin grandes especificaciones la red vial para desembotellar los sitios
de producción agropecuaria y cuánto ayudó en
esos modelos de desarrollo. Nosotros hemos descuidado inmensamente
esa parte de nuestra Colombia.
En ese proceso ha habido mucha discusión, pues eso se ha
discutido con la opinión pública, en casi un centenar
de consejos comunitarios, en el Plan de Desarrollo, con el Congreso
de la República, con alcaldes, gobernadores, con ingenieros.
Y no es fácil. No es fácil.
Diría que hoy el problema no es por las vías que se
van a hacer, sino por las que no alcanzamos hacer. Lo importante
es que eso nos salga transparente y que empecemos a ejecutarlas rápidamente.
Hubo alguna preocupación, porque se aplazó la apertura
de licitación, solamente por 15 días, a pedido de la
CAF, de la Corporación Andina de Fomento.
Y en 15 días, Mauricio (Ramírez, director de INVIAS)
empezará a vender pliegos. Le pedimos esta semana que licitara
también las del Caquetá, porque se habían excluido
algunas para contratarlas con el Ejército, pero el Ejército
lo tenemos bastante ocupado con FONADE. La directora de FONADE (Elvira
Forero) es otra gran ejecutora, está haciendo obras en todo
el país, obras de gran importancia, admiro muchísimo
lo que está haciendo en el Arauca, en ese tramo de Tame – Arauca,
con el Ejército. Lo que está haciendo en San Andrés.
Lo que está haciendo en San Andrés es un principio
de cariño de infraestructura muy importante de la Colombia
continental, con esa parte de nuestra Colombia Caribe tan importante.
Y no creo que debamos distraer los esfuerzos
que estamos haciendo en Arauca con el Ejército. Por eso hay que licitar vías
como las otras de Arauca y como las del Caquetá, que están
incluidas en ese Plan 2.500, y poner al Ejército a cuidar
la ingeniería, una vez empiece la ejecución.
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