SUBASTA
FINANCIERA DEL ORIENTE ANTIOQUEÑO
Noviembre
10 de 2004 (Rionegro – Antioquia)
Compatriotas:
Queremos agradecer inmensamente este esfuerzo
de la Cámara
de Comercio.
¿Dónde insertamos este programa? Para construir confianza
nos hemos propuesto trabajar en Colombia tres ejes: la Seguridad
Democrática para todos, la transparencia y la recuperación
de la economía y el tejido social. Este es un programa que
toca los dos segundos ejes: recuperación de la economía
y tejido social.
Para recuperar la cohesión social de la Nación estamos
trabajando lo que llamamos las Siete Herramientas de Equidad: la
revolución educativa, el impulso a la economía solidaria,
el aumento a la protección social, el manejo social del campo,
de los servicios públicos, el país de propietarios
y la calidad de vida urbana.
Todo eso tiene que ir confluyendo de la mano
de la seguridad y de la reactivación económica a la generación
de empleo estable, bien remunerado, empleo de calidad, empleo con
seguridad
social.
Esta acción hace parte de la construcción del país
de propietarios, el acceso de los colombianos al sistema financiero.
Nosotros nos hemos dado a la tarea, en este Gobierno, de crecer ese
acceso. Una tarea más de esfuerzo y coordinación que
de dinero.
La cifra es importante: cuando empezó el Gobierno, los microempresarios
de la Patria tenían créditos por 707 mil millones (de
pesos). A 30 de septiembre de este año, billón 602
mil millones (de pesos). O sea que es un crecimiento considerable
de 126 por ciento y una cartera buena. El microempresario paga. Por
ejemplo, la Caja Agraria no la quebraron los microempresarios, la
quebraron defraudadores de cuello blanco. Los sectores pobres de
la Patria son buenos pagadores.
Por eso le he venido diciendo a los bancos
colombianos que nos tenemos que enamorar de la idea de prestarle
a los pobres y además
es lo práctico: si se van a quedar solamente esperando prestarle
a los riquitos, son muy poquitos. Aquí el gran mercado, para
hablar en términos de mercado, está en las clases medias
y populares y es, donde tiene esta sociedad, la gran posibilidad
de salir adelante, de incorporar a la corriente dinámica de
la economía a todas las masas excluidas.
Se han beneficiado de este programa en este Gobierno,
a 30 de septiembre, un millón 330 mil microempresarios de
la Patria. En esta tarea han estado trabajando con nosotros sector
financiero, fundaciones,
Fondo de Garantías, gobernaciones, departamentos y cámaras
de comercio.
Quiero agradecer enormemente a la Cámara
de Comercio de Oriente haberse incorporado a esta tarea.
¿Qué etapas hemos recorrido? En una primera, con el
liderazgo del viceministro Zarruk (Carlos Alberto, de Desarrollo
Empresarial), recorrimos casi todas las capitales de Colombia en
unos seminarios mirando obstáculos empresariales que debe
remover el Estado. Allí aparecieron obstáculos con
la DIAN, obstáculos de trámites, obstáculos
con el INVIMA, etcétera y obstáculos financieros. En
la remoción de todos esos obstáculos venimos trabajando.
No es fácil. Por eso una palabra clave en esto es perseverancia.
Esto necesita efecto sirirí, hay que estar al pie de esto
a toda hora sino no funciona. O sea que esto tiene que ser con perseverancia.
Si hacemos unos discursos aquí y olvidamos el tema, no funciona.
Esto hay que estar encima a toda hora. ¿Cómo dice el
adagio?: “tanto va el agua al cántaro que al final lo
rompe”. Ese es el único camino: perseverancia.
Eso es el primer recorrido por el país. Ya nos dimos a la
tarea de especializar la tarea, empezar a buscar remover obstáculos
de financiamiento y hemos tenido varias experiencias. Quiero destacar
las experiencias con la Cámara de Comercio de Medellín
y esta con la Cámara de Comercio de Oriente. ¿Por qué?:
porque empezaron buscando el contacto por internet. Creemos que eso
es fundamental, eso nos va a simplificar mucho la vida, que eso va
a masificar las posibilidades de acceso de los colombianos a posibilidades
financieras.
Aquí ya nos mostraban una cifra de empresas que participaron
en esta feria por internet. Cuando hicimos la primera evaluación
con la Cámara de Comercio de Medellín vimos en qué casos
se había tenido éxito y en cuáles no y se quedó de
adelantar la segunda etapa, ya un contacto más personalizado.
Inicialmente se hace internet y en una segunda un contacto más
especializado, más especializado a ver si se puede acceder
finalmente al crédito.
Esa segunda etapa hay que dedicarla especialmente
a los casos que no tuvieron éxito, que es lo que pediría: que sigamos
ahora aquí en el Oriente, impulsando nuevos casos pero con
mucho cuidado para ayudar a los casos que no han tenido éxito.
Ahí nos toca trabajar.
Bueno, pero quiero escuchar sus inquietudes,
así que les
ofrezco la palabra. Muchas gracias.
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