VISITA
DEL PRESIDENTE DE ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA
GEORGE BUSH
Noviembre
22 de 2004 (Cartagena de Indias – Bolívar)
Señor Presidente, Señora Laura Bush, Lina María,
integrantes de las delegaciones norteamericana y colombiana, amigos
de los medios de comunicación, compatriotas:
Bienvenidos a la histórica Cartagena de Indias, expresión
de esta Colombia llena de posibilidades, con muchos problemas por
resolver y con una ciudadanía alegre y afectuosa, que no ha
podido ser amargada por el terrorismo y la pobreza que éste
ha engendrado.
Gracias Presidente Bush y su señora esposa, por honrarnos
con su visita. Valoramos profundamente el apoyo de su Gobierno y
del pueblo norteamericano.
Mientras el pueblo colombiano lucha por la democracia, el terrorismo
ha asesinado a luchadores democráticos.
Mientras el pueblo colombiano lucha por el crecimiento, el empleo
y la justicia social, el terrorismo frenó la economía,
agudizó la pobreza y produjo el desplazamiento interno y la
estampida hacia el exterior.
Mientras el Ejército colombiano destruye las minas antipersonales
y da al mundo el ejemplo de enfrentar el desafío terrorista
con acatamiento a los derechos humanos, el terrorismo ha afectado
con minas antipersonales a 600 colombianos en el último año,
especialmente miembros de la Fuerza Pública.
Mientras el pueblo colombiano es amante de la convivencia, respeta
el principio ético de no hacer daño al prójimo,
el terrorismo solamente procede con destrucción.
La droga que financia al terrorismo ha sacrificado a dos generaciones
de colombianos, con miles de jóvenes asesinados o encarcelados
y sus familias entristecidas.
La droga que financia el terrorismo amenaza con destruir la selva
amazónica. Ya lo intentó con la eliminación
de un millón 700 mil hectáreas de bosque tropical en
Colombia.
El apoyo norteamericano dejó atrás el discurso y se
convirtió en apoyo efectivo. Confiamos que los Estados Unidos
y el Presidente Bush continúen con la ayuda hasta que Colombia
esté libre de la plaga del terrorismo y de la droga. La tarea
no la podemos dejar a mitad de camino, vamos a ganar pero aún
no hemos ganado. Hemos avanzado pero la culebra todavía está viva.
Presidente Bush: nuestro triunfo contra el terrorismo, será el
triunfo del pueblo, de la democracia, de la supremacía de
la ley. Nuestro triunfo será la garantía de la felicidad
de los niños y las generaciones que habrán de venir.
Nuestro triunfo evitará el contagio a los países hermanos
y vecinos. Nuestro triunfo será motivo de orgullo para los
pueblos norteamericano y colombiano, martirizados por la droga.
La negociación del tratado de comercio es un paso en el proceso
de unidad de las Américas. Estamos seguros que será un
acuerdo con equidad, con oportunidades para el sector agropecuario,
la pequeña empresa, actividades que debemos fortalecer para
dar verdaderas alternativas de reivindicación a los pobres
y para animar la creatividad del empresarismo social, sustento del
capitalismo democrático.
En el respeto a la propiedad intelectual deben conjugarse los derechos
de los investigadores para que la ciencia avance y el derecho del
pueblo para tener acceso universal a las nuevas medicinas y al bienestar.
Valoramos esta visita Presidente Bush, cuando apenas se analiza
su victoria y se dispone a su segundo cuatrienio. Es una nueva muestra
de su amistad por Colombia y una clara indicación de un renovado
interés por América Latina.
América Latina necesita cohesión social, gobernabilidad
democrática y confianza para la integración.
El papel de los Estados Unidos en los bancos multilaterales, en
el Fondo Monetario Internacional, sus señales a los mercados,
serán definitivos para que este Continente construya justicia
social.
El papel de los Estados Unidos en la batalla contra el terrorismo
y en el respeto al debate tolerante de las ideas contrarias, es definitivo
para la gobernabilidad en este Continente.
La equidad que debemos garantizar en el acuerdo de comercio, será una
luz para que surja la confianza necesaria a fin de que toda América
se integre.
En este mismo lugar estuvo su padre, el Presidente George Bush,
acompañando al Presidente Virgilio Barco en una cumbre contra
la droga.
Esta histórica ciudad, sagrada por su pasado de dignidad
y lucha, promisoria del futuro, afectada por la naturaleza como otros
lugares colombianos, está agradecida por la generosa ayuda
de los Estados Unidos.
Esta bella ciudad, engalanada con su visita, quiere que usted le
lleve al pueblo norteamericano la invitación de visitarla
masivamente. En función de este fin, con su ayuda, se ha hecho
un gran esfuerzo, traducido en mayor seguridad.
Los recibimos Presidente Bush con gratitud y amistad, en medio de
nuestras emocionadas reflexiones sobre Abraham Lincoln y Simón
Bolívar, paradigmas ambos del compromiso con el pueblo y del
concepto de la autoridad y el orden para proteger la ley.
En Gettysburg el Presidente Lincoln pronunció la sentencia
democrática que dispone que “el Gobierno del pueblo,
por el pueblo y para el pueblo jamás debe perecer de la faz
de la tierra”. El mensaje a la Convención de Ocaña,
del Libertador Bolívar, es para nosotros la proposición
de la fuerza del Estado como garantía del débil, del
Gobierno respetuoso de la ley como garantía del pueblo y de
la fuerza de las instituciones como garantía de virtud y de
permanencia de la Nación.
Muchas gracias Presidente Bush por esta vista que nos enaltece.
Muchas gracias señora Bush.
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