CLAUSURA
DEL CONGRESO DE COLFECAR
Octubre
01 de 2004 (Santa Marta – Magdalena)
Compatriotas:
Quiero saludarlos muy
afectuosamente, compatriotas transportadores. Han pasado 25 meses
de Gobierno y ha sido un
período intenso
con ustedes.
Esta mañana recordaba en Pereira que a las 4:30 de la mañana
del 8 de agosto de 2002, estábamos abordando el avión
presidencial para cumplir la palabra empeñada y llegar antes
de las 6 de la mañana a Valledupar y empezar con los soldados
y policías de la Patria, la idea de devolver la tranquilidad
a las carreteras.
No hemos logrado lo óptimo, pero hemos avanzado, hemos
avanzado por el sacrificio de nuestros soldados y policías
y hemos avanzado por la disposición al riesgo de ustedes,
transportadores de mi Patria.
Esa es una tarea que tiene
que sostenerse. Mientras la subversión,
el terrorismo en todas sus expresiones ha tenido en Colombia estrategias
de largo plazo, las políticas de seguridad han sido cortiquiticas
y furtivas. Por eso repito, Colombia necesita una política
de seguridad a largo plazo y además absolutamente firme.
Cualquier debilidad en la política de seguridad, es un espacio
que le permite al terrorismo recuperar terreno. El terrorismo es
una maleza que se reproduce con mucha fertilidad, por eso la política
de Seguridad tiene que tener toda la energía y toda la sostenibilidad
para poder finalmente derrotarla.
Vamos a continuar en esa
tarea, todos los días ajustándola.
La generación de mis compatriotas que corresponde a mi edad,
no hemos vivido un día en paz. Creo que ese no es el país
que le debemos legar a las nuevas generaciones. Nosotros queremos
que los que vienen detrás, la juventud, la adolescencia,
los niñitos y los que habrán de venir, vivan en una
Colombia que les garantice felicidad, que les garantice tranquilidad.
Al bajarme del avión esta tarde en Santa Marta, logré hablar
por teléfono con el papá de la niñita secuestrada
en Bogotá que asesinó las Farc. Una llamada para
mí muy difícil de realizar. No sé que es peor,
si la tristeza de hablar con el señor o el dolor de tener
la cobardía de no hablar con él. Qué cosa
tan dura, uno no quiere que eso siga pasando. Por eso no puede
haber aquí Estado débil, no puede haber Presidencia
débil, no puede haber política de seguridad débil.
A toda hora, anestesiados
frente a esos crímenes y rogándoles
a esos bandidos que arreglen el problema y ellos distraídos
mirando para otro lado y procediendo con esa capacidad sanguinaria.
Protestan muchos, que
los han defendido históricamente,
que protesten. General Montoya, comandantes del Ejército
y la Policía: mientras algunos protestan, que nosotros avancemos
hasta que los derrotemos del todo. En eso no hay misterio, lo mismo
que hablamos en privado es lo que hablamos en público, porque
esta Patria ha sufrido muchísimo.
Es muy difícil en la Patria que no ha tocado vivir, hacer
empresa y hacer empresa de transporte. Cuántas dificultades
les ha tocado a ustedes con la violencia, el mal estado de las
carreteras, cuántas dificultades les ha tocado también
con la competencia desleal. Mientras hubo una economía bastante
deprimida que apenas empieza a reactivarse, también en algún
momento se creo una sobreoferta de transporte por el muy anémico
comportamiento de la economía que trajo para ustedes innumerables
dificultades, pero creo que con la ayuda de Dios y de todos los
colombianos, vamos por un camino para salir adelante.
Yo había visto interés por invertir en Colombia
por épocas. En algún momento un interés grande
para invertir en petróleo, en otro momento un interés
grande para invertir en carbón, pero eran intereses dirigidos
a un sector y muy limitados en el tiempo. Descubrimos Caño
Limón, Cusiana Cupiagua, nos sentimos inundados de petróleo,
descuidamos la promoción de inversiones, el avance de la
exploración y estamos hoy en la víspera de perder
la capacidad exportadora, de perder la autosuficiencia. Y lo que
hemos visto en las últimas semanas, lo que constatamos hace
dos días en Nueva York, es un interés sin antecedentes
para invertir en Colombia y en todos los sectores. Los colombianos
que habían sacado su platica, la quieren volver a traer.
Los extranjeros me decían esta semana en la Bolsa de Nueva
York: ‘Colombia está de moda’. Por eso tenemos
que cuidar muy bien la recuperación de esta economía,
porque necesitamos tener una tasa muy acelerada de crecimiento,
es lo único que nos permite generar empleo. Voy a referirme
allí a algunos temas, que hay que proyectarlos a futuro
muy claramente, porque pueden ser obstáculos al crecimiento
y el crecimiento nos va respondiendo.
Miren, entre 1960 y 1980
la economía colombiana creció más
o menos al 45 (por ciento). Del 80 a la fecha venía creciendo
venía creciendo al 2 (por ciento), eso es nada, eso es nada
para las necesidades de empleo del país.
Cuando empezó este Gobierno, en medio de un cuadro dramático
de la economía colombiana: 54 por ciento de endeudamiento,
habíamos pasado de principios de los años 90 de un
endeudamiento del 15 a 24 (por ciento) a un endeudamiento del 54
por ciento del PIB en el 2002. De cada 100 pesos de presupuesto,
40 se gastaban en servicio de deuda.
Déficit. Había pasado del 1.5 (por ciento) de principios
de los años 90 al 4.2 (por ciento) en agosto de 2002. Lo
hemos rebajado al 2.8 (por ciento). La gente no quería invertir,
se nos había caído totalmente la inversión
privada. Afortunadamente, esa inversión quiere situarse
este año alrededor del 20. Hay sectores que están
invirtiendo en bienes de capital, con crecimientos del 25 por ciento
como el industrial.
Hoy el DANE confirmó las cifras de crecimiento del primer
semestre, con droga 4.32 (por ciento), sin droga 4.5 (por ciento).
La droga la encontramos en 160 mil hectáreas, terminamos
diciembre del año pasado más o menos con 90 mil y
aspiramos este año terminemos diciembre con no más
de 60, 65 mil y la idea es: Colombia sin una mata de droga.
Cuando empezó el Gobierno, en medio de ese difícil
panorama de la economía, fuimos muy cautelosos Congreso
y Gobierno, en las proyecciones macroeconómicas. Para el
año pasado nos propusimos crecer al 2.5 (por ciento) y crecimos
alrededor del 4 (por ciento). Para este año era entre el
2.5 y el 3 (por ciento) y con la ayuda de Dios vamos a crecer por
encima del 4 (por ciento), hay que hacer un empujoncito para crecer
al 5 (por ciento) y hay que poner al país en una senda de
crecimiento por encima del 5 (por ciento), sostenida en el tiempo.
José Leivobich, subdirector de Planeación, estima
que si logramos cumplir esa meta, podremos ver una reducción
del desempleo en no mucho tiempo a un dígito.
El desempleo ha sido otro
drama. Entre el año 1994 y el
año 2000, en 6 años el desempleo de los jefes de
hogar saltó del cuatro al 10 por ciento y el desempleo general
salto del 7.5 (por ciento) a casi el 20 por ciento. Lo hemos reducido
en tres puntos en este Gobierno, pero todavía es muy alto
y no lo reducimos sino haciendo crecer esta economía.
La pobreza. Lo que más ha generado pobreza en Colombia
es la falta de inversión privada. Simplemente comparen el
trabajador de salario mínimo de una empresa de ustedes organizada,
en donde el trabajador tiene el salario mínimo, súmeles
las prestaciones, la afiliación a la seguridad social, el
subsidio de transporte y compárenlo con un vendedor informal,
que está ahí en la acera de la oficina de la empresa,
por mal, en la empresa de ustedes ganan tres, dos y medio o tres
veces lo que gana el informal.
¿Qué le pasó a esta Patria? Esa falta de
confianza, de crecimiento de la empresa privada, hizo que el pueblo
colombiano se tuviera que volcar a vivir en la informalidad de
la miseria. Por eso he dicho en todos los foros –para contrarrestar
demagógicos y populistas discursos de política social,
que le han calentado el oído a los colombianos, que han
sido discursos muy bonitos, pero que en la práctica han
producido perversos resultados-: que en Colombia, el drama de la
pobreza no es porque hay empresa privada, sino porque no ha habido
suficiente empresa privada. Y en este momento de definiciones ideológicas
para el futuro de la Patria, es de gran importancia hacer esta
pedagogía, queridos amigos.
Hacer empresa privada
en Colombia no es fácil. Comparo
a Colombia con países que se llaman socialistas por sus
gobiernos, porque todavía se sienten en la economía
marxista, una empresa privada que hace un convenio con el Gobierno
de Cuba, le dan exenciones mientras recupera la inversión
y de ahí en adelante todo lo que paga es el 30. Empiecen
ustedes con el impuesto predial, sigan con Industria y Comercio,
súmenle seguridad social, parafiscales, después paguen
renta, sobre tarifa de renta y paguen patrimonio.
Aquí hacer empresa privada es difícil. Por ejemplo
en Chile, toda la seguridad social la paga el trabajador. El trabajador
paga la totalidad de la afiliación a las pensiones y la
totalidad de la afiliación a la salud, aquí la mayor
parte la paga el empleador.
Hay que hacer empresa
privada todos los días más
generosa con los sectores pobres, todos los días más
fraterna, todos los días más cristiana, pero no nos
puede dar pena defender la empresa privada, no nos puede dar pena
defender la tesis de que el crecimiento de la economía es
el presupuesto necesario para derrotar la pobreza, sino ¿qué repartimos?
Al discurso social, que
cree que hace política social con
demagogia, frenando el crecimiento de la empresa privada, le respondo: ¿Entonces
cómo hacemos política social, de dónde sacamos
los recursos? No nos queda ni que repartir. Es muy importante tener
esto en cuenta, amigos. Ahora, con un crecimiento acelerado de
la economía, podemos mostrar un decrecimiento más
acelerado de la pobreza.
Hace pocos días nos reuníamos con el profesor Kakwani,
quien dirige el Centro Internacional de Lucha contra la Pobreza, él
es hindú, está radicado en el Brasil, hablábamos
del IVA. Decía: no se preocupen tanto, el problema de la
pobreza no se resuelve por el origen de la tributación sino
por la manera como se aplique el gasto.
Y nos decía: lo importante es que ustedes vayan reduciendo
la pobreza, por lo menos en el mismo porcentaje en que crezca la
economía. Y cuando uno ve esa relación, llega a la
conclusión que el único camino que tenemos es un
crecimiento acelerado de la economía, para poder tener un
decrecimiento acelerado de la pobreza.
Y vemos que hemos progresado
pero también tenemos obstáculos.
Un obstáculo importante para destacar aquí, no sólo
para Colombia sino para el mundo entero, es la escasez de energéticos.
Algunas personas estiman
que en 50 años el mundo no estará consumiendo
petróleo. 50 años para semejante transformación
es un período muy corto, hay que empezar rapidito. Entonces
la política de sustitución de petróleo tiene
que una política energética integral.
Hablemos primero de petróleo. El país en el año
1992 exploró 28 pozos, 10 años después exploró 10.
Claro, nos creímos llenos de petróleo con Cusiana,
Cupiagua, con Caño Limón, creímos que eso
no se iba a acabar. Y mientras nos pasó la borrachera nos
encontramos en las vísperas de una emergencia.
El Gobierno ha tomado
una serie de medidas y la inversión
va respondiendo. El año pasado se exploraron 28 pozos y
con la ayuda de Dios exploramos entre 28 y 30, ha crecido el área
de sísmica, ya adjudicamos una concesión de 4 millones
de hectáreas aquí en el Caribe, en las aguas territoriales
de Colombia.
Algunas compañías que habían tomado la decisión
de irse la han rectificado, se quedan en Colombia y están
aumentando inversiones en Colombia. Otras que se habían
ido están regresando.
Por ejemplo, esta concesión se adjudica a un consorcio
integrado entre Petrobras, de Brasil; Ecopoetrol, de Colombia y
la Exxon Mobil. Yo confío que si seguimos con este ritmo
podemos recuperar una producción que nos garantice autosuficiencia
y capacidad exportadora, pero va a tomar tiempo y exige continuidad.
Mire, hemos pasado de
10 a 28 y 30 exploraciones por año,
pero necesitamos 57. O sea que todavía nos falta mucho.
Hay que hacer esfuerzos
grandes. Aquí el señor Drummond
nos contaba esta semana en Nueva York que va a empezar a generar
200 kilovatios con gas procesado a partir de carbón. Ahí tenemos
que hacer un gran esfuerzo y tenemos que mirar cómo producimos
diesel a partir de carbón.
El diesel, tema muy familiar
a ustedes, es un tema bien delicado porque agotamos la capacidad
de producir
diesel en Colombia y para
poder atender la demanda estamos degradando combustible de avión
a un altísimo costo.
La política energética tiene que ser integral. Ahí estamos
trabajando el gas. Creo que las extensiones de contratos van a
ayudar mucho en gas y en petróleo, para que quienes tienen
esas asociaciones y esas concesiones anticipen unas inversiones
que nos permitan potenciar y extender la producción de esos
pozos mientras llegan nuevos hallazgos.
Confío en que lo hemos venido encontrando en gas le ayuda
al país y creo que hay que seguir acelerando la gasificación
del parque automotor. Nos habíamos propuesto convertir a
gas 10 mil vehículos por año en este Gobierno y en
eso nos estamos excediendo con creces. Es una de las reflexiones
que yo quiero dejar en las mentes de ustedes.
Estudiemos con el Ministro
del Transporte (Andrés Uriel
Gallego) y de Minas (Luis Ernesto Mejía) cómo aceleramos
la gasificación de automotores en Colombia. Yo creo que
la celeridad en esa materia nos puede dar mucha tranquilidad ante
la incertidumbre de petróleo y gasolina
En el tema de carbón vamos bien. Da unas cifras bien elocuentes
el gobernador de Magdalena. Estamos pasando de exportar 32 millones
de toneladas en el año 2002 a 54 millones de toneladas este
año y se esperan crecimientos muy importantes en los años
que vienen.
Ojalá podamos darle usos alternativos al carbón
en Colombia, producir otros combustibles a partir de carbón
que es lo que el país va necesitar acelerar eso.
Es bien importante la
visión de los combustibles alternativos.
Para este Gobierno es fundamental, por eso hemos introducido una
serie de estímulos tributarios. El primero para la energía
eólica. Gracias a ese estímulo, EPM de Medellín
tiene ya unos molinos para 20 mil kilovatios en La Guajira. Es
muy poquito, La Guajira tiene capacidad de producir 4 millones
de kilovatios o 5 millones con brisa.
Los biológicos. Introdujimos un estímulo tributario
para el alcohol carburante. No perdonamos el impuesto de renta,
pero sí aliviamos la situación del consumidor para
hacer viable que el alcohol carburante entre. Por eso se eliminó el
IVA, el Impuesto del Valor Agregado.
Además se hizo la reglamentación y se permitió que
ya se tomaran decisiones muy importantes en 3 ingenios del Valle
del Cauca, 1 del Cauca y otro de Risaralda.
Con la ayuda de Dios en
el último trimestre del año
entrante tendremos la producción de un millón de
litros diarios de alcohol carburante. Eso nos tiene que dar más
seguridad en disponibilidad de combustibles, es un gran paso para
la generación de empleo y es un gran paso ecológico
y de aseguramiento del abastecimiento.
Mañana tenemos un Consejo Comunal en Villeta, donde vamos
a encontrar un terrible problema que es el de los paneleros y yo
creo que por la vía de avanzar con alcohol carburante, inicialmente
en el Valle del Cauca, en Risaralda y en el norte del Cauca, ojalá en
la Hoya del río Suárez donde hay tres o cuatro proyectos
que estamos impulsando, ojalá en Villeta en la ladera cundinamarquesa,
ojalá en Vegachí, en el norte de Antioquia, yo creo
que podemos hacerle un gran aporte a la oferta de energéticos
en el país, a la generación de mano de obra.
Tengo confianza que vamos
a ver producción
de alcohol carburante a partir de yuca en un gran proyecto en
el Cesar y en un proyecto
experimental de gran importancia en los Llanos Orientales.
Y vemos con mucha ilusión la posibilidad del biodiesel.
El país, cuando comenzó el Gobierno, tenía
170 mil hectáreas sembradas de palma africana y este año
vamos a terminar con 230 mil, pero este país puede sembrar
3 millones de hectáreas de palma. Por eso queremos acelerar
esas siembras con estímulos tributarios y darle al diesel
proveniente de biológicos como el aceite de palma, el mismo
tratamiento que al alcohol carburante.
La honorable Cámara de Representantes en su Comisión
y en Plenaria aprobó ya ese tratamiento, falta ahora el
Senado de la República, por eso a los senadores que nos
acompañan hoy los invito muy respetuosamente, a Luis Vives
y a Salomón Saade, a que nos ayuden a tramitar esto en el
Senado, porque creo que es un paso muy importante para el aseguramiento
de energéticos en el país.
Confío en que podamos lograr que el sector privado definitivamente
invierta en hidroeléctricas en Colombia. Nunca lo ha hecho,
simplemente las ha comprado, pero no las ha construido.
Y nos estamos integrando
con otros países. Hoy estamos
exportando una cantidad apreciable de energía al Ecuador,
hemos mejorando la integración con Venezuela, ahora que
se hizo la interconexión de Puerto Carreño.
Los países centroamericanos han aceptado que Colombia haga
parte del plan Panamá Puebla para avanzar en 3 obras de
infraestructura: la línea de interconexión eléctrica.
En la medida en que esa línea nos conecte con el mercado
centroamericano se crean estímulos automáticamente
para que el sector privado invierta en hidroeléctricas.
Las regiones están pitando por sus hidroeléctricas,
Santander por la de Sogamoso; Antioquia por la de Pescadero, etcétera,
hay que conseguirles primero los mercados.
Es bien importante también el gasoducto en dos fases, una
primera de La Guajira a Maracaibo. Colombia tiene unas reservas
de gas mínimas frente a las de Venezuela. Pero Venezuela
tiene el gas en el centro oriente y no tiene conexión con
el occidente. Por eso nos hemos comprometido a darle gas a Maracaibo
desde la Guajira, pero eso nos va a ayudar porque en el futuro
cuando Venezuela haga su interconexión se puede convertir
en un abastecedor de Colombia.
Y continuar ese tubo por
el Caribe colombiano a Panamá para
conectarlo con el plan Panamá Puebla. En el acta que firmamos
hace dos o tres meses con el presidente Hugo Chávez, Colombia
se comprometió a permitir que Venezuela construya un poliducto,
uno o dos tubos, de Maracaibo al Pacífico para poder exportar
su petróleo y derivados en barcos post Panamá hacia
el Asia desde un puerto colombiano.
Eso le facilita a Venezuela
esa exportación, eso le facilita
a Colombia contar con otro puerto en el Pacífico y eso se
constituye en una fuente alternativa de abastecimiento de combustibles.
Vamos a continuar con esa tarea.
El otro punto acordado
con el plan Panamá Puebla es avanzar
en la carretera. El tramo que nos falta en la carretera Panamericana.
El Ministro tiene el encargo de convenir con el Ministro de Panamá,
el sitio de encuentro de la carretera. Convenido ese sitio tenemos
que de inmediato a gestionar los recursos para hacer el trayecto
colombiano.
Quiero hablarles de la
situación
fiscal.
Si bien hemos reducido
el déficit fiscal, los requerimientos
de Colombia son muy altos, todo el mundo le pide a uno más
y más inversión. Esta mañana, reunido con
una representación muy numerosa e importante de concejales
de la Patria en Pereira, todos pedían seguridad social,
remuneración no solamente honorarios sino remuneración
de salarios, prestaciones, etcétera.
Ustedes con justa razón se quejan del mal estado de las
carreteras. Tienen toda la razón. La patria necesita por
todo lado inversiones y es difícil manejar estos requerimientos
de la patria con el déficit fiscal que nos agobia.
Si bien se ha hecho aquí un esfuerzo muy grande hay que
hacer un esfuercito adicional. Yo por eso he pedido a los colombianos
una reflexión sobre el IVA. Tenemos un 47 por ciento de
bienes y servicios que no pagan IVA.
¿Entonces cuál es el espacio que le queda a uno?
La tarifa de renta no resiste que la elevemos. Se ha hecho un gran
esfuerzo con patrimonio. Ayúdenme a esto. Algunos dicen:
no es que se les dan estímulos a los ricos para cobrarle
IVA a los pobres.
¿Ustedes saben solamente este año en cuanto ha crecido
el recaudo del impuesto de renta? Sin contar a Ecopetrol en un
30 por ciento y contándolo en un 38 por ciento.
Este Gobierno ha metido la mano al bolsillo a los ricos y han
contribuido muy generosamente al fisco colombiano.
Hay que hacer un esfuercito
en IVA. Yo recuerdo al profesor Kakwani: cobrar IVA, moderado
y razonablemente,
no empobrece a la gente,
lo que la empobrece es no hacer inversión social, lo que
la empobrece es que la economía no crezca. Es bueno preguntarse: ¿es
mejor hacer un esfuercito en IVA, tener una platica y mejorar la
inversión o simplemente acudir a unas elecciones a decir:
no dejamos crecer el IVA, pero tampoco se pudieron hacer las inversiones?
Y tenemos que hacer un
esfuerzo en pensiones. Cuando la deuda de la Nación es
del 50 o del 54 por ciento del PIB, la deuda de las pensiones
es del 170 por ciento o 180
del PIB.
Uno porque en contabilidad
pública
mantiene la deuda de pensiones por debajo y el resto por encima,
pero son igualmente
exigentes ambas.
¿Cómo les parece el susto para cualquier inversionista
donde uno le sume a la deuda explicitada la de las pensiones que
está por debajo? Ya no apareceríamos con una deuda
del 50-54 por ciento sino con una deuda del 230 o del 240 por ciento.
Por eso estamos haciendo
esfuerzos, el que no se pudo lograr en el Referendo, por eso
le estamos pidiendo
muy respetuosamente al
Congreso que le ayudemos al país, que eliminemos por reforma
constitucional los regímenes privilegiados, para poder garantizar
el pago de las pensiones de la gente mas pobre, para poder equilibrar
estas finanzas, para que podamos pagar pensiones y hacer otras
inversiones sociales.
Ese es un tema bien delicado.
A mí me preocupa mucho llegar
a diciembre sin tener aprobado en primer debate el acto legislativo
o de reforma constitucional sobre pensiones, porque durante muchos
años se le dijo al país, unos decíamos cuidado
que se van a agotar las reservas del Seguro Social y se nos contradijo.
Que no, que no se iban
a agotar. Se agotaron. Ahora necesitamos tramitar urgentemente
una adición tributaria
para pagarle a los pensionados del Seguro porque ya se agotaron
las reservas.
¿Saben cuánto tiene que trasladarle el Gobierno
al Seguro este año? Alrededor de 1,8 billones de pesos y
el año entrante alrededor de 4 billones. Entonces la situación
es difícil.
Si va bien la economía colombiana, si el país está de
moda y todo mundo quiere invertir en él, acabemos de arreglar
este tema fiscal. Eso no se arregla nunca del todo, pero pongámoslo
manejable y quiero apelar a ustedes para que como sector de opinión
tan importante nos ayuden con una especie de catéquesis,
de pedagogía sobre estos temas.
Miren, yo creo en el orden,
en la autoridad. Sin eso no hay libertades. Creo en el Gobierno
firme, pero no
en el Gobierno altanero. Creo
en el Gobierno firme, pero no en el Gobierno con sevicia. Creo
en el Gobierno firme, pero también en el Gobierno razonable.
No soy experto en transporte, la vida pública lo vuelve
a uno experto en nada. Pero le pregunto constantemente a los que
saben, sobre una u otra petición, en medio de las dificultades
del transporte, está hoy un poquito menos mal que hace dos
años. Tenemos ese lío del petróleo, con petróleo
a cincuenta dólares, a cincuenta dólares y con la
proyección colombiana de declinación de producción,
la situación es muy difícil. Y tenemos el lío
de las carreteras. Nosotros encontramos casi todas las concesiones
en pleito.
En pleito concesiones
viales en la Costa, Commsa en pleito, hoy resuelto pero esperando
un fallo del Concejo
de Estado. Tres concesiones
en Antioquia en pleito. Esas están resueltas. Falta formalizar
uno de eso arreglos. La doble calzada del Eje Cafetero en pleito.
Está resuelto el pleito, estamos esperando que termine de
aprobar el arreglo un tribunal de arbitramento. No hemos podido
hacer el arreglo total de la del llano etc.
Súmenle a eso los pleitos en ferrocarril, los pleitos en
aeropuertos, los pleitos en Telecom. Telecom tenía con nueve
asociados pleitos. Así nadie invierte en el país.
Nadie invierte en el país. Un país donde aquel que
hace un negocio con el Estado termina en un pleito, es un país
que espanta a la gente para no hacer acuerdos con el Estado.
Por eso este Gobierno
se ha dado la tarea de arreglar eso litigios, sobre tres bases:
aplicando el ordenamiento
jurídico una.
Dos, con obligaciones equitativas, con justicia equitativa, y tercero,
con transparencia de cara al país.
Eso arreglos se ha hecho
con el pleno conocimiento del país,
de cara al país. Por ejemplo a Telecom le hemos pedido:
usted no firma un arreglo sin publicar previamente el acuerdo al
que logrado llegar con su contraparte. Y así vamos a seguir.
Pero uno de los líos que teníamos con esas concesiones
viales, era el lío derivado de unas proyecciones de crecimiento
de tráfico que no se cumplieron, de unas seguridades que
dio el Estado. Con una de ellas solo había un reclamo de
170 mil millones y siga. Entonces eso nos crea también dificultades
adicionales en el presupuesto, por pagarle a las concesiones tenemos
que dejar que mantener las vías y nos crea dificultades
en los peajes. Pero si esta economía se sigue recuperando,
yo creo que ahí vamos resolviendo esos líos.
Creo en eso, en el Gobierno
de la autoridad pero en el Gobierno con razón, la autoridad tiene que ser un proceso argumental.
Tiene que ser un proceso de persuasión, la autoridad no
puede proceder ciegamente. La autoridad no proceder irracionalmente.
Creo que la respuesta que ha dado el Ministerio a los camioneros
de la Patria, son respuestas que tiene razón. Quiero desde
aquí hacerle un llamado a todos los camioneros: hombre,
que normalicen la situación de una vez. Que hagan eso por
la Patria. Este Gobierno es un Gobierno de orden, pero no es un
Gobierno de sevicia.
Al entrar a este recinto
volví a hablar con Nemesio Castillo.
Yo le había dicho esta mañana a raíz de una
llamada de él: mire, Don Nemesio, llamé al Ministro,
yo estaba en Pereira, el Ministro aquí. El Ministro y yo
encabezamos unas reuniones con usted y con todos, con todos quienes
intervienen en la cadena de transporte para mirar cómo arreglamos
definitivamente esto, qué nos falta en reglamentaciones,
cómo cambiamos otras, cómo ajustamos, cómo
creamos un marco de condiciones que garantice relaciones transparentes,
equitativas, fraternas, entre todos los que intervienen en la cadena
y de ellos con el Estado. Yo le mandé incluso una declaración
que alcanzamos a redactar, ahora volví a hablar con él,
le dije: hombre, voy a entrar a Colfecar, qué bueno dar
aquí una buena noticia. Dijo: ‘Presidente, es que
al Gobierno no le importa mucho este gremio de camioneros’. ¿Cómo
que no le importa? Le importa mucho, Don Nemesio. Inmensamente.
Yo le había dicho esta mañana empecemos las reuniones
el martes a las siete. Ahora me dijeron que nos reuniéramos
esta noche o mañana o pasado mañana. Yo le dije:
vea, mañana tengo un concejo comunitario que no va a ser
fácil en Cundinamarca, en Villeta. Nos podemos reunir el
domingo por la mañana, pero el Gobierno ha hecho un gran
esfuerzo, el Ministro, el país entero, la Fuerza Pública.
Reunámonos, pero den esta noche o mañana noticia
de que el paro está levantado. Reunámonos sin paro.
Yo me reúno con ustedes el domingo, ya sin paro, después
de que previamente hayan dado la orden de levantar el paro, y empezamos
una serie de reuniones en la Presidencia de la República,
para buscar todos los acuerdos que se requieran.
Les he hecho esa propuesta.
Quiero llamar a los camioneros a que normalicen totalmente la
situación. Que la normalicen y
el Gobierno tiene disposición de diálogo, hay por
supuesto limitaciones legales, económicas, pero ahí de
buena voluntad vamos encontrando alguna salida. En la certeza de
que el transporte está hoy menos mal que hace dos años.
Está menos mal que hace dos años. Ojalá lográramos
que el gremio diera esa orden y mientras tanto sí les quiero
pedir a ustedes, agradecerles el esfuerzo que han hecho, y pedirles
que todos los camiones estén en las carreteras.
A esos camiones les han
dado ya un poco de días de vacaciones,
saquen esos camiones a las carreteras. Aquí no saca vacaciones
el Gobierno, ni sacan vacaciones ustedes, cómo van a tener
los camiones ya en más de dos semanas de vacaciones. Y la
Fuerza Pública está dispuesta a continuar con su
tarea a ver cómo les garantiza que esos camiones puedan
transitar tranquilamente.
Saquen todos camiones
a las carreteras, uno; dos, que se levante el paro, y tres, hablamos,
empezamos
conversaciones de inmediato.
Estoy listo para empezar esas conversaciones el domingo. Es mi
invitación, la hago, espero transmitir, en la actitud, esta
idea. Es un Gobierno de orden pero no quiere ser un gobierno irracional.
Es un Gobierno de autoridad, pero no de sevicia. Es un Gobierno
de firmeza, pero no de intemperancia. Es un Gobierno de firmeza,
pero no de vanidades. Pero cómo les parece: si yo primero
me siento a conversar sin levantar el paro, desautorizo todo ese
enorme esfuerzo del Ministro, de la Fuerza Pública, de quienes
se han atrevido a sacar los camiones a las carreteras. Entonces
creo que el pedirles que levanten primero el paro y en seguida
nos sentamos, es un pedido sobre esa razón. Es un pedido
razonable que yo les quiero repetir muy respetuosamente a todos
los camioneros colombianos desde este marco del Congreso de Colfecar
y desde esta bella ciudad de Santa Marta”.
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