CERTIFICADO
ICONTEC AL LABORATORIO
CLÍNICO HEMATOLÓGICO
Octubre
15 de 2004 (Medellín - Antioquia)
Compatriotas:
Quiero felicitarlo de todo corazón, Germán Campuzano,
por este reconocimiento, que a través de la certificación
del ICONTEC se le hace al gran esfuerzo del Laboratorio Clínico
Hematológico, durante tantos años, en favor de la
salud de nuestro pueblo.
Qué bueno resaltar este caso ante todos mis compatriotas,
porque a la par que tenemos grandes expectativas para avanzar en
la cobertura y en la calidad de la salud, también hemos
vivido dificultades y crisis por la corrupción, por el despilfarro
de los recursos y por tantos otros obstáculos que se han
atravesado al proceso de masificar en Colombia una salud de calidad.
Cuando vemos que tenemos que denunciar una ARS por corrupción,
es bueno contrastarla con el certificado que se otorga esta mañana.
Cuando la Fiscalía tiene que ordenar el encarcelamiento
de algunos funcionarios por corrupción en la salud, es bueno
contrastar ese hecho con el reconocimiento del cual somos testigos
esta mañana.
Las noticias malas hacen carrera. Las noticias buenas, generalmente,
no despiertan entusiasmo. Pero la buena noticia de contar con esta
certificación para el Laboratorio Clínico Hematológico,
debería hacer carrera hoy, que se discute nuevamente el
futuro de la salud en Colombia.
Quiero referir unas palabras a este tan calificado auditorio de
la salud de mi departamento, sobre las metas y objetivos del Gobierno
en la materia.
Celebro los avances en seguridad en la ciudad de Medellín.
Recuerdo septiembre de 2002 cuando tomamos la decisión,
recién iniciado el Gobierno, a los pocos días, de
militarizar la Comuna número 13. Empezamos una batalla para
desterrar de esta ciudad la delincuencia, ha mejorado la situación
sustancialmente. Se empieza a hablar de una ciudad segura, pero
no estaremos conformes hasta que derrotemos totalmente el asesinato
y las otras formas de secuestro en esta ciudad.
La seguridad es básica en toda la Patria para recuperar
la confianza. Pero la tenemos que llevar de la mano de la recuperación
de la economía y de la justicia social.
En la justicia social estamos trabajando lo que llamamos las Siete
Herramientas de Equidad: la revolución educativa, el avance
de la promoción social, el apoyo a la economía solidaria,
el concepto social de los servicios públicos, de la economía
agropecuaria, la calidad de vida urbana, el país de propietarios.
Ha sido un trabajo en medio de inmensas dificultades porque el
país además de haber visto elevarse inmensamente
los índices de violencia, también ha sufrido la elevación
del desempleo que entre 1994 y el año 2000 pasó del
7.5 al 20 por ciento. El país ha visto el crecimiento del
desempleo de los jefes de hogar que en ese mismo período
pasó del 4 al 10 por ciento. El país ha sufrido los
rigores de un déficit que llegó a situarse en agosto
de 2002 en el 4.2 (por ciento) en el consolidado nacional, pero
en aquel que interesa a la Tesorería de la Nación,
llegó a situarse en el 6.3 (por ciento).
De un endeudamiento que en 10 años pasó del 20 por
ciento del PIB al 54 por ciento y cuyo servicio consume 40 pesos
de cada 100 pesos que apropia el Presupuesto Nacional.
Son pues muchas las dificultades, pero si logramos tener éxito
en seguridad, si logramos empujar el crecimiento de esta economía –a
lo cual apostamos a un crecimiento superior al 5 por ciento-, si
logramos reducir el desempleo, si logramos erradicar la corrupción
y logramos acompañar todo esto de la expansión en
el área social, iremos avanzando para construir una Nación
con la que soñamos de manera elemental: una nación
en permanente debate pluralista, en debate fraterno, sin antagonismos
insuperables. Una Nación sin exclusiones, pero una Nación
sin proyectos políticos de odio, con unos proyectos de liderazgo,
de dirección política, de alternativas fraternas.
La salud hace parte de lo que hemos llamado la herramienta de
equidad de ampliación de la protección social. Allí estamos
trabajando el tema de los niños, el tema de los ancianos,
a través de Bienestar Familiar. El tema de las Familias
en Acción, el tema de los Jóvenes en Acción,
el tema de los Jóvenes Rurales.
Nos habíamos comprometido a ampliar la cobertura de Bienestar
Familiar en 500 mil niñitos. El pasado 30 de septiembre
logramos 503 mil. Y nos comprometimos ese día en Pereira,
a hacer todos los esfuerzos para que este Gobierno pueda mostrar
una ampliación de un millón de niñitos. Estamos
trabajando para lograrlo el año entrante.
En Familias en Acción, el Gobierno está haciendo
un esfuerzo con 340 mil familias pobres de la Patria, que reciben
37 mil millones cada dos meses, a condición de que sus hijitos
estén estudiando. Ahí estamos conectando la protección
social, específicamente en el área de la nutrición
con otra herramienta de equidad que es la revolución educativa.
El país tiene 600 mil ancianos pobres, indigentes. 60 mil
recibían algún subsidio monetario del Estado, se
pagaba irregularmente, por épocas se pagaba, por épocas
nos se pagaba. Nosotros ya estamos en 170 mil y nos hemos propuesto
en éste, como en todos los programas sociales, pagar cumplidamente
para que el Estado gane credibilidad.
Pero no nos quedamos conformes con el salto de 60 mil a 170 mil
ancianos pobres con subsidio monetario. El esfuerzo adicional que
ya empieza en ciudades como Rionegro, Monteria, Salento, Montenegro,
algunos municipios de Risaralda, es que por tarde, en el mes de
marzo, 400 mil colombianos adicionales a los 170 mil, estén
recibiendo un subsidio alimentario del Estado. ¡400 mil ancianos
recibiendo una comida diaria! Vamos a dedicar a ello parte del
incremento de los precios de combustible. Confío que rápidamente
en Medellín y en el Valle de Aburra estemos llevando este
subsidio alimentario.
Y hemos venido trabajando para poder ampliar las oportunidades
a los colombianos en la capacitación técnica. El
SENA estaba formando un millón de colombianos al año,
este año forma 2 millones 600 mil. Hemos pasado de un SENA
que daba 5 millones de horas de instrucción al año,
a un SENA que este año entrega 10 millones de horas de instrucción.
Estamos cumpliendo la meta de que en diciembre de este año,
el SENA tiene que estar en todos los municipios de la Patria.
Acabamos de graduar en diferentes ciudades colombianas 19 mil
Jóvenes en Acción. Es un programa de seis meses que
habilita a los muchachos bachilleres de los estratos 1 y 2 que
no han accedido a la universidad, en un programa de capacitación
laboral. Y estamos en la nueva convocatoria para 25 mil, cuyo curso
empezará en las próximas cinco semanas.
Y lanzamos un programa semejante a este para el campo, lo llamamos
Jóvenes Rurales. En este momento, en diferentes comunidades
de la Patria hay 80 mil jóvenes bachilleres sin empleo y
sin acceso a la universidad que están siendo formados en
la primera convocatoria de Jóvenes Rurales.
Queremos que en al año 2006, el SENA le pueda decir a los
colombianos que está formando 4 millones por año
y que ha empezado con el ciclo básico de enseñarle
a los ciudadanos un oficio productivo y que eso pueda acumular
en sus créditos para un posterior grado en técnico,
un siguiente grado en tecnólogo, un siguiente grado en educación
profesional, etcétera, todo dentro de la idea que hay que
estudiar y trabajar toda la vida. Que hay que lograr un proceso
de aprendizaje en el cual la base sea el desarrollo de lo que se
llaman las competencias laborales para un oficio productivo. Vamos
a seguir en esa dirección.
Nos habíamos propuesto ampliar el régimen subsidiado
de salud en 3 millones de colombianos, es la meta del Plan de Desarrollo.
El año pasado lo ampliamos en un millón 100 mil,
jugó un papel muy importante una tarea de depuración,
porque teníamos 680 mil casos de multiafiliados. Los hemos
corregidos y esos cupos se han entregado a colombianos que realmente
necesitaban la atención.
Este año damos un salto muy importante, este año
damos un salto de 3 millones de colombianos en el régimen
subsidiado de salud. ¡3 millones! Entonces, si sumamos el
millón 100 mil del año pasado más los 3 millones
de este año, estamos en cuatro millones 100 mil, cuando
el compromiso era de tres millones tal como se consigno en el Plan
de Desarrollo.
En Antioquia este año tenemos un crecimiento de 324 mil,
74 mil en subsidios plenos y 250 mil en subsidios parciales. ¿Qué es
un subsidio parcial de salud?: es un aseguramiento de la maternidad,
un aseguramiento integral del niñito durante el primer año,
un aseguramiento de la ortopedia, de los traumas y un aseguramiento
de enfermedades de alto costo como cáncer, sida, enfermedades
cardiovasculares, deficiencia renal, etcétera.
¿Destinado a quién?: a grupos vulnerables que están
en la mitad. A aquellos compatriotas que no han alcanzado el régimen
subsidiado de salud en su plenitud y que no han podido acceder
al régimen contributivo. Allí, por ejemplo, estamos
focalizando taxistas, trabajadores independientes, etcétera.
Y ese subsidio parcial llegará este año a millón
y medio de colombianos.
Están definidos 200 mil subsidios parciales para Medellín,
20 mil para Bello, 30 mil para Itagüí y estamos pendientes
de un acuerdo de cofinanciación con el Gobernador y la Alcaldía
de Rionegro para extender esta modalidad también a Rionegro.
Pero tenemos que referirnos a otros aspectos estructurales de
la salud, el país ha tenido un intenso debate: ¿quién
debe manejar los seguros?, ¿quién debe manejar el
aseguramiento?
Con Juan Luis Londoño –q.e.p.d.- en la Ley 100 de
1993 consagramos la figura de las ARS, consagramos la figura de
las empresas asociativas, de las empresas comunitarias de aseguramiento.
Partíamos de la base de que se necesitaba un asegurador
independiente del prestador del servicio. Creo que en algunos aspectos
se acertó, en otros aspectos hay errores que debemos corregir.
En muchas de las ARS cundió la corrupción y la ineficiencia,
más que como aseguradoras, han procedido como intermediarias,
derrochadoras de recursos. Otras lo han hecho bien. En muchas de
las empresas comunitarias de salud cundió la politiquería,
por eso hay que reformar el régimen.
El Gobierno ha tomado varias medidas. Primero, encontramos que
el porcentaje de ingresos autorizado para la administración
de las ARS era del 15 por ciento. Lo hemos reducido al 8 (por ciento),
es una gran reducción. En el Plan de Desarrollo se definió que
todas estas entidades hacia delante tienen que ser entidades sin ánimo
de lucro. La semana pasada expedimos un nuevo decreto que agiliza
pagos, a ver si podemos sortear ese problema de atraso en los giros
de las entidades territoriales a las ARS y en los pagos de las
ARS a los hospitales. Confiamos que ese decreto introduzca mayor
diligencia a este proceso de pagos.
Y actualmente cursa un proyecto de ley en el Congreso de la República
sobre el cual tenemos el mayor entusiasmo. Los congresistas y el
Ministro (de la Protección Social, Diego Palacio) han asumido
el compromiso de radicar, entre hoy viernes y mediados de la siguiente
semana, la ponencia. Confiamos en tener aprobada para el mes de
diciembre una ley que introduzca modificaciones importantes al
sistema.
Por ejemplo, que en lugar de existir tanta ARS haya unas ARS regionales
de gran cobertura, de mayor evidencia ante el público, de
mayor visibilidad ante el público para facilitar el control
de opinión.
El proyecto de ley tiene discutir quién va a hacer la contratación
con las ARS, porque en el sistema de selección de las ARS
en muchos municipios de la Patria hemos encontrado un gravísimo
problema de corrupción.
Y también hay que trabajar con mucho cuidado el tema de
las economías de escala y el tema de las integraciones,
porque en esto tiene que haber un concurso de todas entidades pero
no puede haber posiciones dominantes. Aquí no tenemos un
problema de mercado, sino un problema de salud. Confío que
en la ley demos pasos correctos en esa dirección.
El tema de los hospitales públicos. A mi me preocupa el
debate si la plata de la salud la deben manejar los hospitales
públicos o las administradoras de régimen subsidiado.
Hoy ambos participan porque lo que se llaman recursos de oferta,
aquella porción del presupuesto que va directamente a los
hospitales públicos no se ha suprimido, pero el sistema
de ARS este año maneja 2.5 billones es el costo del régimen
subsidiado de salud en este período fiscal en todo el país.
Hasta 1993 el dinero lo manejaban exclusivamente los hospitales.
Algunos defienden la cobertura que se dio hasta ese momento, yo
discrepo porque era una cobertura en muchas regiones de Colombia
muy superficial. Los colombianos tenían tanta desconfianza
en esa cobertura que no demandaba la prestación del servicio.
Pero no nos podemos ir al extremo de defender el esquema de ARS
como ha funcionado, hay que reformarlo.
Nosotros, frente a los hospitales públicos tenemos las
siguientes ideas básicas: el país los tiene que sacar
adelante. En un país con la pobreza y las dificultades de
Colombia, no podemos dejar que desaparezca la red pública.
Segundo: hay que hacer todos los esfuerzos para que esos hospitales
sean más austeros y más eficientes. Es imposible
salvar un hospital público mientras mantenga una convención
colectiva de trabajo con 37 nóminas al año, como
lo estamos viendo en muchos hospitales públicos del país.
El sistema público en salud o en cualquier otro objeto,
de la vida comunitaria, tiene que ser un sistema austero, sostenible.
A este Gobierno no lo ha guiado el principio de la privatización
a ultranza, lo ha guiado el principio de la sostenibilidad del
Estado y del objetivo comunitario del Estado.
El Estado tiene que ser para servirle a la comunidad y tiene que
ser sostenible. Nada nos ganamos con un hospital que, en lugar
de servirle a la comunidad, derroche todos los recursos en convenciones
costosísimas. Nada ganamos con trasladarle unos recursos
a un hospital para salvarlo, sino se reestructura y al cabo de
los seis meses reaparece la dolencia en ese hospital.
Por eso para nosotros es fundamental la reestructuración
de hospitales. En medio de inmensas dificultades fiscales, nos
hemos comprometido a invertir entre este mes de octubre y marzo
del año entrante, 400 mil millones de pesos en la reestructuración
de hospitales públicos, pero en la reestructuración.
Hemos hablado con el Gobernador de Santander, con el Gobernador
de Boyacá, donde hay unos problemas de mucho fondo en los
hospitales públicos y ellos aceptan que nada ganamos en
enviar unos recursos, que los hospitales sobreaguen unos meses
y después por no reestructurarse vuelvan a sentir la crisis
todavía en unos niveles mayúsculos. Confiamos dar
pasos bien importantes en Santander, dar pasos bien importantes
en Boyacá y en todo el país en materia de reestructuración
de hospitales.
Sí, vamos a salvar los hospitales públicos, pero
no vamos a salvar los privilegios convencionales de hospitales
públicos. Porque los privilegios convencionales de hospitales
públicos se convierten en los factores que condenan a los
hospitales públicos a la desaparición. Desde Medellín,
desde esta ceremonia de entrega de la certificación de ICONTEC
al Laboratorio Clínico Hematológico, quiero llamar
a mis compatriotas a esta reflexión: salvemos los hospitales
públicos, pero no salvemos los privilegios de las convenciones
colectivas de los hospitales públicos. Los privilegios de
las convenciones colectivas de los hospitales públicos son,
en parte, la causa de la crisis de la administración de
los hospitales públicos. Y hay que eliminar la politiquería
y la corrupción en hospitales públicos. Vamos a salvarlos,
pero para salvarlos hay que llegar hasta el fondo de su problemática.
Y tenemos en frente una tarea muy delicada: la del Seguro Social.
En pensiones, todos los colombianos sabemos que ha pasado. Durante
años se dijo que se agotarían las reservas del Seguro,
no se creyó, se agotaron. Para pagar la mesada de noviembre,
hay que empezar a hacer transferencias del Gobierno Nacional al
Seguro Social. Noviembre, es el mes que marca el punto de quiebre.
En noviembre se siente el agotamiento de las reservas del Seguro.
En noviembre, si no hay un traslado del presupuesto nacional al
Seguro, el Seguro no tiene con que pagarle a sus pensionados. Ese
traslado se está tramitando en el proyecto de ley de adición
presupuestal.
Este año, el Gobierno le tiene que trasladar al Seguro
billón 700 mil millones de pesos y el año entrante
le tiene que trasladar 4 billones. Hay que pagarle a los pensionados
del Seguro, hay que pagarle a los pensionados pobres de Colombia,
pero hay que eliminar los privilegios pensionales. Por eso estamos
trabajando en el proyecto de reforma constitucional, aprobado hace
dos noches en el primero de los ocho debates por la Comisión
Primera de la Honorable Cámara. Y en la plenaria de la Cámara
y en su tránsito por el Senado de la República, yo
creo que debemos hacer algunos esfuerzos adicionales en unas fechas
para que ese proyecto produzca un mejor impacto a fin de que se
nos facilite pagar las pensiones de los pobres en Colombia.
Aquí también hay una contradicción entre
el costo de las pensiones privilegiadas y la necesidad de pagar
las pensiones de los pobres. Para poder garantizar el pago de las
pensiones de los pobres, hay que hacer un gran esfuerzo en contra
de las pensiones privilegiadas.
Y nos queda la gran área de la salud en el instituto. Lo
primero que se hizo fue separar el Instituto Nacional como empresa
promotora de salud, de sus clínicas; sus clínicas
se agruparon en empresas sociales del Estado. Eso nos va a dar
un gran alivio desde el punto de vista laboral. Alivio a medias
porque enseguida necesitamos unos recursos presupuestales muy,
muy cuantiosos para poder indemnizar a buena parte del personal.
Y tenemos que dar otro paso. El paso de reestructurar esas clínicas.
Ese es un paso muy costoso, con inmensas dificultades políticas
y administrativas, pero es necesario porque de lo contrario vamos
a seguir con unas clínicas del Seguro Social donde se da
una insatisfacción de los usuarios, de los pacientes. Unas
clínicas de los Seguros Sociales todos los días con
mayores dificultades de presupuesto, de administración y
de calidad.
Este Gobierno ha reformado 142 empresas del Estado, entre ellas
ECOPETROL, el SENA, Telecom, para empezar por estos ejemplos. El
gran reto ahora es la reforma de los hospitales públicos
y la reforma de las clínicas de los Seguros Sociales.
Tenemos que seguir adelante para el bien de la salud en Colombia.
Confió que al aprobarse la Ley que nos reforme el régimen
subsidiado de salud, en el año 2006 Colombia pueda avanzar
hacia más de 20 millones de afiliados al régimen
subsidiado, ese es un gran salto. Este Gobierno empezó con
menos de 11 millones, este año terminamos con alrededor
de 15 millones y la meta es, si se aprueba la ley, a finales del
año 2006 Colombia tenga más de 20 millones de ciudadanos
afiliados al régimen subsidiado.
Pero estamos haciendo una cosa, nada ganamos con simplemente entregar
los carnés, hay que garantizar el servicio efectivo a los
titulares de los carnés porque hay muchos colombianos que
nos decían: ‘si, a mi me dieron carné, pero
no me atienden’. Entonces estamos buscando la eficacia en
ese subsidio y en eso tiene que trabajar muchísimo la Superintendencia,
de manos de gobernaciones y de alcaldías. Hemos instado,
urgido a la Superintendencia a que haga más acuerdos con
gobernaciones y alcaldías para la supervisión de
la calidad y de la eficacia de estos sistemas de salud.
Tengo pues, mucho alborozo, de asistir a la entrega de este certificado
del ICONTEC al laboratorio. En estos 27 meses de Gobierno, todos
los días hemos tenido dificultades con la corrupción
en la salud, con los problemas de calidad, con denuncias de una
u otra naturaleza. Se convierte este momento, en un momento de
bálsamo, de oasis, en un momento grato, en un momento que
nos estimula muchísimo avanzar con toda tenacidad en esta
tarea.
William Vélez, representante a la Cámara, quien
ha estado muy atento a que el Gobierno Nacional se hiciera presente
en esta entrega del certificado de ICONTEC al Laboratorio Clínico,
queda también con la obligación de ayudarnos en el
Congreso de la República, en la compañía de
los senadores Luis Guillermo Vélez y Mario Uribe, para que
en diciembre tengamos aprobada la ley de reforma al régimen
subsidiado de salud.
Le voy a decir al Presidente Gutiérrez, William, que le
aplace un poquito la llega a Esmeraldas por acompañarlos
en este grato acto y por comprometerlo a usted y a sus compañeros
del Congreso, en la aprobación de la ley de la salud. No
la aplacemos que la necesitamos.
Quisiera oír dos o tres comentarios, preguntas de ustedes
porque veo aquí muchas caras amigas, muchas caras científicas
de la salud. Esta tierra, es una tierra vanguardista en muchos
temas, uno de ellos es la salud. Con Juan Luis Londoño,
con los coterráneos, nos inspiramos muchos en la Ley 100
y nos tienen que ayudar muchísimo en este nuevo plazo.
O sea que le ofrezco la palabra a dos o tres de ustedes. Muchas
gracias.
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