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CONMEMORACIÓN DE LOS 50 AÑOS DE COMFAMA
Septiembre 15 de 2004 (Medellín – Antioquia)

Compatriotas:

Nos reunimos en este aniversario número 50 de Comfama, que nos produce tantas reflexiones. Yo me pregunto, ¿qué habría sido del país en estos 50 años sin el sistema de compensación familiar?

Visionarios sus creadores, nació del espíritu de solidaridad de esta comarca. Tenemos que rendir un homenaje a quienes tuvieron esa feliz ocurrencia, entre ellos: Cipriano Restrepo Jaramillo, Juan Guillermo Restrepo Jaramillo, Diego Tobón Arbeláez –aquí representado por doña Silvia-, José Gutiérrez Gómez –quien nos honra hoy con su presencia-.

Hemos vivido muchas conflagraciones en el orden continental y en el orden colombiano. Muchas de las naciones vecinas, debido a esas conflagraciones, fueron presas del caudillismo, de gobiernos dictatoriales, de populismos que condujeron a más caos y a más inestabilidad.

Con los problemas sociales de Colombia, con la violencia partidista que había, socavado profundamente en nuestras instituciones, seguramente la estabilidad democrática habría estado más comprometida, habría sido más difícil el sistema del subsidio familiar.

Yo me pregunto, ¿por qué otras naciones del Continente fueron presas de ese caudillismo, de esas dictaduras, de esos populismos destructivos, y Colombia con idénticos problemas sociales, Colombia con semejante crisis de partidos y de instituciones, con semejante avance de la violencia, no lo fue?

Historiadores se refieren al Frente Nacional, historiadores se refieren a que los partidos se recuperaron, historiadores se refieren al papel jugado por una institución armada sin lista, etcétera. Yo diría, que hay que empezar a considerar en el análisis histórico la fraternidad que el sistema de compensación familiar inoculó en el alma colombiana.

Hay un gran impacto histórico de esta ocurrencia antioqueña del sistema de compensación familiar, para no hablar de cada uno de sus programas que benefician hoy a 12.5 millones de colombianos. ¿Qué fuera de la Patria sin ello?

Uno mira las cifras de COMFAMA: el subsidio familiar, monetario, en educación, en recreación, en microcrédito. COMFAMA, de acuerdo con su directora, presta más de 80 millones de servicios sociales al año, como que por acá pasaran al año, dos veces los colombianos. ¿Qué fuera de la Patria sin ello?

Este subsidio familiar ha ayudado a crear un sistema en el cual prevalece la fraternidad, no el odio, y eso ha marcado la diferencia con muchos fenómenos que ocurrieron en países hermanos de América Latina.

Confianza entre empresarios y trabajadores, sentido de fraternidad en la comunidad entera.

Este sistema ha sido, en ocasiones, complemento y en ocasiones, sustituto del Estado. Tiene la característica de agilidad del sector privado y ello marca una diferencia con el burocratismo que muchas veces hace perder tanta eficiencia al sector público.

Pero, en aras de la fraternidad, de la solidaridad, el sistema de compensación –con esa agilidad propia del sector privado- lleva todos sus recursos a la atención de las necesidades sociales. Eso marcha la diferencia con la empresa privada ordinaria.

Para el Estado ha sido fundamental contar con el sistema de compensación familiar. Cuando se necesita mejorar las políticas de vivienda, hay que acudir a las cajas de compensación. Cuando se necesita ampliar más rápidamente el sistema subsidiado de salud, hay que acudir a las cajas de compensación. Cuando tenemos que darles a los colombianos alternativas para el régimen contributivo, hay que acudir a las cajas de compensación. Cuando necesitamos avanzar en microcrédito, hay que acudir a las cajas de compensación. ¡Qué herramienta tan importante para la sociedad colombiana, para la construcción de fraternidad. Y qué herramienta tan importante para el Estado!

Muchas veces se ha propuesto en el país, en aras del empleo, reducirle las contribuciones a las cajas de compensación. Se ha dicho que el Estado las mantendría, las puede mantener el primer año, el segundo año y después quién lo garantiza.

Y a penas se empiezan a deteriorar, ¿qué le pasaría a esta Colombia si se afectaran los servicios que hoy, gracias a estas cajas, reciben 12.5 millones de colombianos?

Por eso, la política nuestra es clara: exigirles más a las cajas y apoyarlas más, de la mano del apoyo, de la mano de la exigencia y lo hacemos con mucha convicción. Por supuesto que lo tenemos que exigir porque no en todas partes del país son igual de eficientes, no en todas partes del país tienen igual reconocimiento comunitario, no en todas partes del país se manejan con transparencia. Y lo que queremos es, nivelarlas por lo alto, no permitir que se deterioren.

Y además, cuando hay cajas como COMFAMA, que han prestado estos servicios, el Estado tiene que ser más exigente con ellas porque en una sociedad con tantas necesidades, al que se acredita hay que exigirle más. Si lo hace bien en salud, hay que exigirle vivienda y si lo hace bien en vivienda, hay que exigirle microcrédito productivo y microcrédito para vivienda.

Me parece que hemos asistido esta tarde a un gran foro de lo social: la intervención del Alcalde, la intervención del Gobernador, la intervención de María Inés, del doctor Nanak Kakwani, nos han puesto en primer lugar el tema social.

Déjeme decir lo siguiente: Colombia necesita llevar de la mano la seguridad y la cohesión social, la seguridad y la reactivación social.

El Alcalde hablaba de que Medellín tiene una actitud más positiva cuando se tiene claridad de que hay que derrotar simultáneamente el terrorismo y la miseria, se construye esa actitud más positiva.

Por eso, para este Gobierno la lucha contra el terrorismo y la lucha por la reactivación social se constituyen en temas de una misma política, no de políticas diferentes.

Para nosotros es tan importante la derrota del terrorismo como la construcción de cohesión, la reactivación social.

El terrorismo en todas partes trata de justificarse y cuando en nuestro medio se ha justificado, lo único que ha hecho es empobrecer más a la gente, frenar más la inversión, frenar lo único que ha hecho es aplazar las políticas sociales. Por eso, queremos hacer una pedagogía en toda Colombia, para llevar de la mano el tema de la Seguridad Democrática con el tema de la reactivación social.

Y en el alma colombiana eso se siente. Hablo con los alcaldes de mi Patria, con los gobernadores, todos me piden más soldados, más policías y más inversión social. Todo el mundo reclama la inversión social en alta voz y todo el mundo reclama seguridad, lo que pasa es que unos lo hacen en voz alta y otros lo hacen en voz baja, pero hay el mismo reclamo –aunque se exprese de diferentes maneras- y el compromiso del Gobierno es atender ambos requerimientos.

Hemos venido trabajando la construcción de confianza empresarial. La conferencia del profesor Kakwani, crecimiento a favor de reducir la pobreza, pero crecimiento. Aquí, si no hay confianza empresarial, si no crecimiento, no queda qué repartir.

Para poder derrotar la pobreza, para poder superarla, necesitamos tener un vigoroso crecimiento económico y lo que él nos ha dicho sobre esa relación entre el crecimiento y la reducción de la pobreza es un llamado de atención muy importante para que llevemos, en ese sendero, mano a mano, el crecimiento con la reducción de la pobreza. Pero hay que tener crecimiento económico, de lo contrario no hay con qué financiar de manera sostenida un programa de eliminación de la pobreza; por eso para el Gobierno es tan importante el crecimiento económico, la confianza empresarial.

Entonces, queridos coterráneos, para hablar de reducción de la pobreza, no podemos perder de vista dos elementos: la Seguridad Democrática y el crecimiento económico. Son pilares fundamentales para poder implementar una estrategia eficaz de derrota de la miseria, de construcción de cohesión social, de activación social.

SIETE HERRAMIENTAS DE EQUIDAD

- Revolución Educativa:

El Gobierno Nacional ha venido trabajando lo que llamamos las Siete Herramientas de Equidad, concertadamente con las cajas de compensación, con muchos sectores sociales, con gobernaciones y con alcaldías.

Esas Siete Herramientas de Equidad están encabezadas por la Revolución Educativa. ¿Por qué? Porque creemos que la Revolución Educativa es la que finalmente crea la igualdad de oportunidades, es la que finalmente contribuye al mejoramiento de la distribución del ingreso, es la que finalmente abre los canales de ascenso social en las comunidades democráticas.

Y nos hemos propuesto trabajar allí cinco elementos: cobertura, calidad, pertinencia, capacitación técnica y ciencia y tecnología.

Nos propusimos una meta de 1.500.000 de cupos escolares, vamos por 750.000. Lograr los otros 750.000 implica un enorme esfuerzo presupuestal, porque los 750.000 logrados se han obtenido casi con los mismos recursos, pero con un gran incremento de productividad; medido en la carga de estudiantes por profesor, que ha llegado –ya casi- en este Gobierno, a 30 en Colombia.

Es bien importante trabajar el tema de calidad, las pruebas saber y otros esfuerzos que adelanta la Ministra (de Educación, Cecilia María Vélez), con alcaldes y gobernadores, tendrán que producirle al país un mejor resultado en calidad educativa.

Nos hemos propuesto crear 400.000 cupos universitarios y empezamos por la universidad pública. A la fecha se han creado unos 130.000 y el gran aporte lo ha hecho la universidad pública que ha creado alrededor de 109.000, con los mismos recursos.

Hemos resuelto la contradicción de quienes estaban a favor o en contra de la universidad pública, defendiendo la universidad pública, pero exigiéndole. Exigiéndole resultados en coberturas, en regionalizaciones, en técnicas modernas, en educación a distancia con ayudas virtuales, etcétera. Y es grato saber que con los mismos recursos se ha presentado este crecimiento en la universidad pública.

Y hay un aspecto importante: el crecimiento de la matrícula oficial, tanto en educación básica como en universidad, venía siendo contrarrestado negativamente por un gran decrecimiento en la matrícula privada, entonces el neto no era positivo.

La buena noticia es, que a la par que se han creado 750.000 cupos, en educación básica oficial, se ha recuperado la matrícula en educación básica privada, y las universidades privadas que venían descendiendo en matrícula, tocaron fondo y empiezan a recuperarse, lo cual nos facilita avanzar hacia las metas. Metas bastante exigentes pero no suficientes.

Miren lo que nos falta: nos falta pasar de 750.000 a 1.500.000 de cupos escolares. Si lo logramos todavía será insuficiente, a pesar de lo difícil que es alcanzar esa meta. Todavía habrán quedado 500.000 niños colombianos sin acceso a la educación básica. Pero con el esfuerzo de todos, lo vamos a lograr.

De gran importancia es el avance del SENA. El SENA estaba capacitando 1.100.000 colombianos por año, este año capacita 2.600.000 y aspiramos que en el año 2006 el SENA capacite 4.000.000 de estudiantes. En el cuatrienio pasaríamos de 1.100.000 a 4.000.000 de estudiantes.

Miren, con los recursos del SENA, sin nuevos aportes del presupuesto nacional, con un SENA desburocratizado y más moderno, poniendo de presente el concepto de Estado Comunitario, que el Estado no es para las burocracias, el Estado no es para que lo apropie la politiquería, el Estado es para beneficiar a la comunidad y el caso del SENA ilustra ese concepto.

En Antioquia, como en todo el país, nos hemos propuesto que el SENA trabaje en todos los municipios. Con la ayuda de Dios, en diciembre habremos alcanzado esa meta: el SENA en todos los municipios de la Patria.

En Antioquia, en el año 2002, el SENA formó 143.000 personas, en el año 2003 a 253.000 y la meta este año es llegarle a 307.000.

Con la idea de las cuotas de aprendizaje que se introdujo en nuestra primera reforma laboral, liderada por el ministro Juan Luis Londoño –q.e.p.d.-, hemos logrado ya tener en Colombia 72.000 contratos de aprendizaje, cuando veníamos de una cifra mínima. Y eso empieza a dar oportunidades que se aprovechan bien en las ciudades, como lo está haciendo el alcalde de Medellín en sus convenios locales con el SENA.

¡Pero falta mucho! Todo esto son metas muy exigentes y sus resultados son todavía poquitos para el país. Nos toca trabajar en una nación que tiene un problema de terrorismo, que no nos permite bajar la guardia en seguridad.

Yo me bajo del avión y el Gobernador y el Alcalde me dice: ‘hay que atender tal programa de reinsertados’, que hace parte de la política de Seguridad, y al mismo tiempo, tenemos que atender los programas sociales. Y el Gobernador me pide que ayudemos más en el programa de alimentación del departamento de Antioquia, pero también me pide la policía para Altamira, la policía para Nutibara, y tiene razón.

Y eso lo tenemos que atender en una Nación que tiene un déficit muy alto y un endeudamiento muy alto y un desempleo muy alto. Una Nación con un déficit del 4.2 por ciento, que va por el 2.8 por ciento (del PIB), pero que en el nivel nacional es mucho más alto que en el promedio. Y el nivel nacional es el que importa, porque el Ministro de Hacienda (Alberto Carrasquilla) no le puede decir a los gobernadores y a los alcaldes: ‘denme sus superávit’. Eso le sirve par mostrar unas cifras globales mejores, pero para financiar las necesidades de la Nación esos superávit no le sirven o si le sirven, le sirven para conseguir créditos porque muestra una situación nacional más sana, pero usted necesita es resolver el problema es en el nivel nacional.

De cada 100 pesos del presupuesto, 37 ó 40 se llevan a pagar deuda. O sea que es una situación bastante complicada, pero la tenemos que superar.

- Protección Social:

En el tema de la Protección Social, yo quiero referirme a algunos puntos, por ejemplo: el año pasado en régimen subsidiado en salud crecimos en 1.100.000 cupos. Este año, con la ayuda de Dio, vamos a crecer en 3.000.000 de cupos, creo que es un gran salto: 1.500.000 de subsidios totales y 1.500.000 de subsidios parciales.

Antioquia este año, debe crecer en 150.953 subsidios totales de salud. Ya, a la fecha de esa meta, vamos casi por la mitad en 72.280.

Medellín tiene este año 200.000 subsidios parciales, Bello 21.000, Caldas 783, Itagüí 30.000. Son subsidios parciales pero bastante interesantes, porque ese subsidio parcial de salud incluye maternidad, la atención integral al niñito durante el primer año, atención a traumas, atención ortopédica, enfermedades de alto costo, Sida, deficiencia renal, atención a los casos de cáncer, atención a los casos de infarto, etcétera. Hay un gran avance en esa materia.

Estamos reformando la ley, ya hemos dado un buen paso. Cuando empezamos el sistema de subsidios de salud, gastaba en administración el 15 por ciento, ya hemos reducido los gastos administrativos al 8. Hemos sido mucho más exigentes en cantidad de usuarios por entidad aseguradora, y confío que al aprobar la ley vamos a dar un gran paso, porque la meta del Gobierno inicialmente era crear 3.000.000 de subsidios, ya este año la superamos.

Ahora vamos por otra más grande, con la reforma de la ley, es terminar el primer semestre del año 2006 con más de 20 millones de colombianos en el régimen subsidiado de salud. Pasar en el cuatrienio de 13 millones a más de 20 millones y lo vamos a lograr.

A mi me gusta tanto incorporar soldados para derrotar el terrorismo como incorporar cupos de salud para derrotar la pobreza y construir una sociedad con cohesión, una sociedad con fraternidad, como nos ha enseñado el sistema de subsidio familiar.

Hay un tema bien importante que inició mi antecesor en la Presidencia, el tema de Familias en Acción. Me quiero referir a él, profesor Kakwani, porque es un esquema de subsidio que produce muchos beneficios.

Es un subsidio condicionado y en dinero. Estamos subsidiando 340.000 familias en Colombia, nos cuesta 37 mil millones el programa, cada dos meses, la condición es que tengan los niñitos estudiando. Entonces, les entregamos un subsidio en dinero, eso mejora su capacidad adquisitiva, tonifica la economía por la vía de la demanda y al mismo tiempo garantiza la asistencia escolar, que es parte fundamental de la Revolución Educativa, para producir el resultado de una sociedad más equitativa y de una sociedad con igualdad de oportunidades.

Las evaluaciones recientes hechas por profesionales extraordinarios, recomendados por el Banco Mundial, comparan estos niñitos con los niñitos que no están en el programa y muestran un gran mejoramiento en asistencia escolar y en nutrición, en desarrollo integral de los niñitos. Ese es un programa de gran impacto.

Colombia tiene en el programa de Bienestar Familiar alrededor de cinco millones de niños. Este Gobierno se comprometió a expandirlo en 500.000.

El 30 de septiembre completaremos 503.000, estamos superando en tres mil la meta. Vamos por otros 500.000. También condicionado el suministro de esa asistencia alimentaria a que los niñitos vayan entrando al aparato escolar. Eso ayuda muchísimo a los niñitos, a los hogares y a la reactivación de la economía.

Yo diría que ahí hay, no crecimiento para los pobres, sino atención de los pobres para el crecimiento. Lo pondría al revés de la frase sabia del profesor Kakwani, que nos dice: ‘crecimiento para los pobres’. Aquí atendemos a los pobres, lo cual tonifica la demanda por alimentos en el país y nos ayuda a que haya más crecimiento. O sea que es, impulsar el crecimiento a partir de la política social. Tenemos mucha fe en ese programa y vamos a llegar a un millón de niñitos.

Hemos hecho un gran esfuerzo para financiar las Familias en Acción porque uno de los requisitos de esta política social es que sea sostenible y creíble. Si uno lanza el programa y no les paga, se pierde la credibilidad en el programa, entonces el esfuerzo del Gobierno ha sido: págueles cumplidamente.

Con los ancianos ¿qué hemos hecho? Atendíamos 60.000 ancianos en el país, ahora estamos atendiendo 170.000. Pero también la idea es, pagarles cumplidamente.

Y vamos a dedicar parte del incremento al precio del combustible. Tema tan difícil de manejar: ¿qué hace uno en un país que declina en producción de petróleo y que entre el precio interno y el precio internacional tiene semejante diferencia, eso es insostenible.

Lo que vamos a hacer es dedicar parte del incremento del alza del combustible a no financiar 170.000 ancianos sino 570.000. 170.000 en el programa actual y otros 400.000 en un programa de un almuerzo diario.

Ese programa no produce el efecto que se produce en los niñitos de su vinculación al aparato escolar, pero produce dos cosas: estimula el compromiso solidario de una Nación con su tercera edad, eso crea cohesión social. Y por la vía de la política social, activa muchísimo la economía.

Atender 570.000 ancianos diariamente, frente al impacto económico, equivale a que los 570.000 habitantes de Pereira, al efecto que ellos producen cada vez que se sientan a una comida. Entonces allí estamos haciendo lo mismo, una política social que nos ayuda a construir equidad y que debe producir un impacto muy importante en el crecimiento económico.

Es especialmente importante en Antioquia el tema del microcrédito. Esta región ha tenido un importante liderazgo en el país en aquello de que la gente prefiere ser empresaria que subalterna laboral, y el sector privado con las fundaciones ha hecho un gran esfuerzo y lo ha hecho el Gobierno departamental, el gobierno local y el sector financiero.

- País de Propietarios:

Una de nuestras Siete Herramientas de Equidad es el microcrédito. Más colombianos empresarios, más pequeña empresa, mejores ingresos para los sectores pobres de la Nación.

Desde el punto de visita económico le preguntado a los economistas y ellos me confirmar esto: el microcrédito tiene una gran importancia en el proceso de reactivación. ¿Por qué? Porque prácticamente no hay intervalo entre el estímulo a la oferta y el estímulo a la demanda, ambos estímulos se dan de manera simultánea.

Cuando le entregamos un crédito a un microempresario inmediatamente compra su maquinita, mejora su proceso productivo e incrementa su oferta de bienes y servicios. Simultáneamente mejora su ingreso, vuelve su familia o engancha terceros en calidad de trabajadores. Entonces, se produce también un impacto inmediato en la activación de la demanda.

Es importante anotar eso, que lo veíamos en el seminario de fin de semana con el presidente del BID, Enrique Iglesias.

Colombia en estos dos años ha duplicado el microcrédito. Eso no es fácil. Un país con estas dificultades económicas y ha duplicado el microcrédito gracias al esfuerzo de todos.

Hace dos años la cartera de microcrédito en Colombia valía 707.000 millones de pesos, hoy vale casi billón y medio de pesos. Y hemos beneficiado a más de un 1.100.000 colombianos, pero lo hemos hecho con más imaginación que plata.

Por ejemplo, creciendo ese Fondo Nacional de Garantías a lo cual han ayudado alcaldes, gobernadores, comprometiendo al sector financiero.

Yo le he dicho al sector financiero, hágase querer de los colombianos, quite cualquier factor de antipatía, préstele a los pobres, a demás eso es práctico. Aquí hay que enamorarse de la idea de prestarle a los pobres porque son buenas pagas y eso es práctico.

Los bancos que se queden simplemente prestándole a los ricos se les acaba la clientela, porque los ricos todos los días son menos. Entonces, hay que enamorarse de la idea de prestarle a los pobres.

Tantos fiascos financieros que ha tenido Colombia no se le debe a los pobres que han pagado puntualito, se los debe a la politiquería, la corrupción; pero no los pobres que son muy cumplidos para pagar.

Hay que seguir haciendo ese esfuerzo y esos son esfuerzos que demandan más imaginación y trabajo concertado entre el sector privado y el sector público y en el sector público, entre los diferentes niveles de Gobierno.

Ese crecimiento en microcrédito lo hemos hecho con muy poquita plata del Gobierno, pero con una gran contribución de todo el mundo y me ha dado mucho gusto constatar que COMFAMA ha entregado esta semana 3.000 millones de pesos de crédito de vivienda, buena parte con nuestra nueva línea de crédito.

Estas cosas son difíciles de que produzcan resultados. Esa línea de crédito la lanzamos en diciembre y apenas está empezando a desembolsar la platica. Conseguimos que el sector financiero nos entregara 570.000 millones y lo estamos colocando vía Findeter, a través de entidades como las cajas de compensación para vivienda.

Me decía María Inés que esta semana han entregado 3.000 millones y en eso les ha ayudado Findeter con un cupo de crédito de 10.000 millones. Vamos a gastarnos, bien gastados, esos 570.000 millones para prestarle a los pobres de Colombia para su vivienda.

Y eso tiene un gran significado. En la situación fiscal de Colombia basar la política de vivienda social solamente en subsidio es imposible. Va a ser más importante en el largo plazo la política de crédito, que la política de subsidio.

Lo que tiene que hacer el país es manejar bien su macroeconomía para que el país pueda tener más confianza en crédito de largo plazo y baja tasa de interés. Por eso todas estas cosas necesitan un Estado más austero, pero unos contribuyentes más generosos.

Porque a mi me visitan alcaldes, gobernadores, concejales, diputados, congresistas, grupos sociales y me piden y me piden cosas y les digo: ‘vamos a hacer esto de microcrédito, sí Presidente. Vamos a hacer esto de régimen subsidiado, sí Presidente. Vamos a hacer estas carreteras, sí Presidente. Arreglemos la deuda del Metro para poder financiar el Metrocable del Norte, hagamos el sistema de transporte masivo complementario en Itaguí, en Medellín, en Envigado, en Bello, en Pereira, Cali, Bogotá, Bucaramanga, en Cartagena y en Barranquilla. ¡Presidente, magnífico! Terminemos el túnel de Oriente, terminemos la doble calzada Bello-Hatillo, emprendemos la doble calzada de las Palmas, vamos a comprometernos con otros 400.00 ancianos. Sí Presidente. Pero ayúdenme con un poquito de IVA’ y ahí se ponen lívidos.

¿Qué hacemos con esta situación fiscal tan difícil? Nosotros, tengan la seguridad, no vamos a derrochar la platica. Hemos reformado 142 entidades del Estado, ahora tenemos que enfrentar la reforma de la red de hospitales públicos y de las clínicas del Seguro Social. Y la vamos a hacer.

Ustedes se imaginan ¿qué hubiera sido sin la reforma de Telecom? El viejo Telecom estaba perdiendo medio billón de pesos al año, esa platica se la iban a reclamar al ministro de Hacienda, del presupuesto nacional para pagar los pensionados. El nuevo Telecom, no lo privatizamos –miren lo importante-, no lo privatizamos, volvimos esa empresa sostenible y además competitiva.

El nuevo Telecom se va a ganar este año 850.000 millones, invierte 250, crea una reserva y le traslada al viejo Telecom para pagarle a los pensionados 500.000 millones. Siempre es mejor tener esa platica segura para los pensionados, que los jubilados haciendo fila en la puerta del Ministerio de Hacienda pidiéndole al Ministro que les pague la pensión. Y vamos a seguir haciendo esta reforma.

La Presidencia de la República ha ahorrado un 29 por ciento de sus gastos porque muchos programas se los hemos trasladado al SENA y al Bienestar Familiar, pero los hemos dicho: para que el Estado tenga mayor productividad ustedes manejan este programa Familias en Acción o Jóvenes en Acción, el programa de Ancianos, el de Jóvenes Rurales sin más costos, con los actuales costos. Eso mejora la productividad.

Porque para tener cobertura y avance en las políticas sociales el Estado tiene que tener muy alta productividad, si no se queda la platica en burocracia y una manera de medir la política social es medir cuánta le llega a la gente. No basta con decir: ‘estamos gastando tanto en educación’, hay que decir cuánto le llegó a la gente. No basta con decir: ‘estamos gastando tanto en salud’, hay que decir cuánto le llegó a la gente.

Quiero rendir un homenaje inmenso de corazón a COMFAMA, decirle a mis compatriotas ¿qué habría sido de este país, en estos 50 años, sin el sistema del subsidio familiar, de la compensación familiar? Decir que el sistema de compensación nos invita a una Colombia fraterna, ese es un esquema social que se contradice con el odio. Una Colombia fraterna que lleve de la mano la lucha por la seguridad, la confianza para el crecimiento económico y la reactivación social.

Una Colombia con multiplicidad de opciones políticas, siempre en debate pero debate sin antagonismos insuperables, un debate constructivo, un debate que de opciones para que el país salga adelante.

Eso surge de la fraternidad, cuando el debate no es fraterno sino antagónico. La gente se encasilla en sus posiciones, pierde la creatividad y la Nación pierde la construcción de opciones que la saquen adelante.

Para mi es muy importante la relación fraterna y la actitud fraterna porque ambas desatan procesos de creatividad, que no los desata sino que los anula el odio y el fundamentalismo y esa fraternidad nos la ha inspirado muchísimo el sistema de compensación familiar, que nació en esta tierra.

Muchas felicitaciones María Inés, Carlos Posada, empresarios y trabajadores. Y miren, las noticias de ustedes son buenas, se nos había estacando el sistema, ¿sabe cuánto ha crecido la afiliación a las cajas de compensación familiar este año? Un 18 por ciento.

Profesor Kakwani, en Colombia necesitamos relacionar el crecimiento de la empresa privada con la reducción de la pobreza. ¿Por qué? Porque un trabajador afiliado a las cajas de compensación, instalado en el sector formal, es un trabajador con gran oportunidad. El que está en el sector informal, en la calle, sin esta posibilidad y sin las otras posibilidades de la seguridad social, es simplemente un factor de agudización de la pobreza.

La afiliación a las cajas como expresión de seguridad social que combate la pobreza depende en Colombia del crecimiento de la empresa privada, todo esto es compatible y se necesita que se más compatible.

Seguridad, reactivación económica, confianza empresarial, reactivación social, una Colombia segura, una Colombia reactivada en lo social y para eso el sistema de compensación familiar es una gran esperanza.

Han concluido los primeros 50 años, pero apenas han sembrado un poquito de lo que Colombia demanda de ustedes. 50 años deben ser nada, en eso hay que pensar como los asiáticos, como sus paisanos, profesor Kakwani.

Se encontró Bertrand Russell en 1950 con un profesor asiático y le dijo Russell al profesor asiático: ‘¿qué piensa de la revolución francesa?’ Y el asiático le contestó: ‘es muy prematuro para pronunciarse’.

O sea que estos 50 años son muy buenos, pero muy prematuros para lo que el país espera de COMFAMA, felicitaciones COMFAMA.

Muchas gracias.

 
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