HOMENAJE A MIEMBROS DEL CONGRESO
DE LA REPÚBLICA
Abril 27 de 2005 (Medellín
- Antioquia)
Compatriotas:
Acudo esta noche a la tierra de los
afectos con un gran sentimiento de admiración por mis coterráneos, por su pujanza,
por su perseverancia, por su capacidad para superar obstáculos,
por su fe en Colombia, por su adhesión a los mejores
valores. Admiración por mis coterráneos, representados
esta noche en dos que exaltamos, para cumplir el deber de destacar
a los buenos y no de dar protagonismo a los que hacen daño.
Me honra mucho, como hijo de esta comarca,
con el inmenso honor de dirigir los destinos de Colombia,
acompañar
a este selecto grupo de coterráneos en el homenaje que
se rinde a Manuel Ramiro Velásquez y a Carlos Alberto
Zuluaga Díaz.
Manuel Ramiro, nacido en Carolina,
en la Carolina del Príncipe,
administrador de empresas de EAFIT, con postgrado en administración
de empresas en la UNAM de México, representante a la
Cámara en tres períodos, concejal de Gómez
Plata, concejal de Carolina del Príncipe, trabajador
de todas las horas en el Congreso de Colombia por la ley de
defensa y seguridad, por el tratado de límites marítimos
con Honduras, con proyectos para brindar justicia social en
servicios de enfermedades de alto costo.
Gerente de la Cooperativa de Hospitales
de Antioquia, Secretario General del Concejo de Medellín, de la Dirección
Progresista, del Directorio Conservador, de la Contraloría,
líder del progresismo en compañía de Jota
Emilio Valderrama.
Ha sido presidente de la Comisión de Ética de
la Cámara, vicepresidente de la Unión de Partidos
Latinoamericanos, hoy para bien de Colombia presidente de Asuntos
Internacionales del Senado de la República.
Fundador del Centro del Pensamiento del Siglo XXI, permanentemente
ha liderado debates de gran importancia para la vida nacional.
En una tarea política fecunda, ininterrumpida, perseverante,
al lado de Carlos Alberto Zuluaga Díaz, primer vicepresidente
de la Cámara de Representantes, un combatiente de la
democracia de todas las horas, de aquellos que no se rajan.
Ingeniero industrial de la Universidad
Autónoma Latinoamericana,
especializado en Gobierno Público en la Universidad
de Medellín, concejal de la ciudad, preocupado permanentemente
por llevar la vocería de sectores populares, de aquellos
sectores populares que han sido condecorados con el afecto
del colectivo.
Lo vemos trabajando un día por la institucionalización
de los silleteros, al otro día por el Plan de Desarrollo
Alternativo para el Medio Ambiente, al siguiente por una política
para la juventud de los centros de educación y de iniciación
en la formación deportiva en la ciudad.
Creador del programa de Formación de Líderes
Comunitarios, propuso la exención de impuestos a las
sedes de acción comunal y a los hogares comunitarios,
participó en la creación del programa de Red
de Centros Comunales y Solidarios.
Presidente de la Cámara Junior de Medellín,
secretario general del Concejo de Medellín, secretario
de servicios administrativos, tesorero de rentas municipales,
auditor de empresas públicas, secretario general de
la Contraloría de Medellín.
En el Congreso de la República se ha distinguido por
la defensa de las empresas oficiales prestadoras de servicios
públicos como Empresas Públicas de Medellín,
ISA e ISAGÉN y por la lucha en procura del fortalecimiento
en la prestación del servicio público de electricidad,
y en una tarea bien importante para Antioquia: la lucha para
disminuir la brecha entre las tarifas del Valle de Aburrá y
de los sitios donde presta servicios Empresas Públicas
de Medellín, disminuir la brecha con los sitios del
departamento donde presta servicios EADE.
Ha sido un gestor para que los gobiernos
asuman crecientes compromisos frente a la masificación
del deporte como alternativa para la paz y la convivencia
ciudadana.
Ha trabajado a toda hora por el mejoramiento
de la calidad de la educación y por la defensa de la educación
para los sectores populares.
Ha sido también, como Manuel Ramiro, un insomne vigía
sobre la transparencia de los recursos públicos.
Dos carreras políticas jóvenes pero dos carreras
políticas intensas. Y no es fácil encontrar en
el contexto nacional, en el contexto iberoamericano, unas carreras
políticas tan intensas, libres de toda sospecha.
Si algo los caracteriza es la transparencia.
No hay un solo colombiano que pueda levantar el dedo acusador
para señalar
alguna violación a la ética en estas dos carreras
públicas que premiamos esta noche y que representan
bien los mejores valores de honradez y de trabajo de esta comarca
montañera que a todos nos enorgullece.
Para que la tarea pública sea grata hay que ejercerla
con mucho amor, con total amor en los momentos difíciles
y en los momentos de buenas noticias. Y esta tarea pública
es grata, la generosidad de los colombianos la hace inmensamente
grata.
He tenido la oportunidad hoy de reunirme
esta noche con ustedes, de estrechar la mano de algunos de
ustedes. Cada vez que llego
a mi tierra y estrecho la mano de mis coterráneos, siento
allí un vigoroso impulso para trabajar con creciente
amor por Colombia.
He tenido la oportunidad de acudir
esta noche a este homenaje a dos personeros de los valores
antioqueños. Y tuve
la oportunidad en la mañana de acudir al Cuarto Congreso
Internacional de Microcrédito, que se realiza en Cartagena,
con la presencia de la Reina Doña Sofía de España,
y de mirar allí qué está haciendo Colombia
en política social.
Miramos la Revolución Educativa, donde siempre nos
han acompañado Manuel Ramiro y Carlos Alberto, un día
haciendo debates para que el Gobierno implemente rápidamente
los exámenes a los egresados en procura de la calidad.
Otro día defendiendo nuestra tesis de que los maestros
no pueden ser nombrados por señalamiento politiquero
sino que tienen que llegar a las plazas oficiales mediante
concurso, como empezamos ya a implementarlo, con uno recientemente
celebrado que convocó a 170 mil maestros de la Patria
para ocupar 50 mil plazas educativas.
Esa Revolución Educativa, que es la mejor manera de
avanzar hacia la igualdad de oportunidades, la única
igualdad posible en las sociedades democráticas, en
el universo entero, ha tenido en ellos dos magníficos
soportes.
Y mirábamos el tema de la construcción de un
País de Propietarios, donde hemos avanzando mucho. Colombia
en este período ya ha entregado recursos de microcrédito
a un millón 700 mil ciudadanos. La cartera de microcrédito
en julio de 2002 se encontraba en 700 mil millones. Hoy supera
los 2 billones 200 mil millones.
Y ese programa apoyado por gobernaciones,
alcaldías,
por fundaciones del sector privado, ejemplares, como las que
hay en Antioquia, para el sector financiero.
Ese programa, que a todos nos convoca, ha tenido en Manuel
Ramiro y en Carlos Alberto dos grandes soportes en el Congreso
de Colombia y en estas tareas de contacto permanente con la
opinión pública.
Y qué decir de su lucha por el cooperativismo. Aquí en
estas primeras sillas veo a líderes muy importantes
del cooperativismo colombiano. Y en ese liderazgo ha sido descollante
el papel de Manuel Ramiro y de Carlos Alberto.
En la construcción de una economía solidaria,
una economía solidaria tan eficiente como el sector
privado, pero cuya motivación fundamental es la satisfacción
del interés general. Una economía solidaria sin
los trámites, sin los obstáculos del sector público,
pero cuya finalidad es el mismo interés colectivo del
sector público.
En fin, por donde quiera que recorra las siete herramientas
de equidad con las cuales queremos construir una Patria con
justicia social, con cohesión social, encuentro el apoyo
de ellos dos y de todos sus compañeros de lucha democrática
en esta fecunda tierra de Antioquia.
Y encuentro en ellos firmeza y carácter. Esta tarde,
con la Secretaria de Estado de los Estados Unidos, Condolezza
Rice, revisábamos el Plan Colombia, nuestra lucha contra
el terrorismo, la determinación del pueblo, de la dirigencia
de la Patria, de superar definitivamente estos 40 años
del túnel de terrorismo.
Y cuando repaso esa tarea, tengo que
agradecer infinitamente a quienes desafiando todos los riesgos,
protegidos solamente
por la Providencia, como Manuel Ramiro y Carlos Alberto, en
todos los instantes de este Gobierno han defendido nuestra
indeclinable lucha para que las nuevas generaciones de colombianos
puedan vivir felices y no se repita en ellas lo que ha ocurrido
a mi generación, que no ha podido ver un día
completo de paz.
Muchas gracias, porque ese tema es
bien difícil y riesgoso
en una Patria, en una Patria que nos había formado mal,
en una Patria que nos había enseñado equivocadamente
que la comprensión del delincuente era una necesidad
hasta que se superaran las dificultades sociales, cuando la
realidad ha demostrado que la acción del delincuente
agudiza las dificultades sociales, porque espanta el capital,
impulsa el desplazamiento, aumenta el desempleo y su resultado
final es más pobreza y más miseria.
Muchas gracias, porque nos habían formado mal, nos
habían malenseñado que la civilidad era sinónimo
de debilidad y en ustedes hemos encontrado unas voces erguidas,
unas personalidades firmes, defendiendo el derecho de los colombianos
a que se recupere el respeto a la ley, el respeto al orden,
a la ley y al orden, que son los presupuestos fundamentales
para el ejercicio de las libertades, y ustedes a toda hora
han estado en esa tarea.
Y cuando se trata de defender la dignidad
nacional, la soberanía
de la Patria, la transparencia, aparece la voz de ustedes,
la presencia de ustedes, su severidad en el juicio, su capacidad
del debate implacable, para defender esos derechos de la Nación
entera.
Qué bueno, pues, que Colombia cuente en su dirigencia
política con líderes como ustedes, a quienes
además aprecia inmensamente nuestro pueblo, como lo
acredita esta masiva concurrencia que se congrega esta noche
aquí, en este salón, ya memorable de la antioqueñidad.
Pero vamos para adelante. Todo tiene
dificultades, pero las dificultades hay que vencerlas con
la ilusión que da
la tenacidad. Ahora tenemos dificultades en el Cauca. Había
16 municipios encabezados por Toribío sin Policía,
40 años dominados por las Farc, unas comunidades indígenas
que habían perdido el ejercicio de la libertad y que
estaban sometidas ya no a las layes de la naturaleza, que ellos
invocan y respetan, sino no a las leyes del terrorismo.
La Fuerza Pública ha llegado
al Cauca con la misma fortaleza con que ha llegado a otros
sitios del territorio
de la Patria a desalojar el terrorismo, a devolver el ejercicio
de la libertad, de la posibilidad del trabajo honrado a los
ciudadanos que habitan esas regiones.
Mientras departimos a esta hora en
este lugar de Medellín,
centenares de soldados de la Patria, en el gran Macizo Colombiano,
están enfrentando el terrorismo, al lado de sus policías,
para liberar esa zona, como tenemos que liberar a la Patria
entera.
Claro que hay reveses, hay dificultades,
pero, como dijera El Libertador: “Dios da el triunfo a la perseverancia,
hay que hacer de cada dificultad una trinchera de lucha y sacar
de allí una nueva victoria para el bien de nuestros
compatriotas”.
Y lo que más aplausos generan en mí para
estos compatriotas, es que ellos no se arredran con las dificultades.
Se crecen frente a ellas.
Es fácil cuando hay una dificultad, darle triunfo político
a una temeridad del terrorismo e ignorar el avance de la Fuerza
Pública. Pero Manuel Ramiro y Carlos Alberto han estado
siempre firmes al lado de la institución legítima
y democrática de la Patria, que es nuestra Fuerza Pública.
Por eso esa nutrida presencia esta
noche del Ejército,
de la Fuerza Aérea, de la Policía, para acompañarlos,
en nombre de las instituciones que ustedes han honrado con
su carrera política, en este merecido homenaje que les
rinde el pueblo de Antioquia.
Y vamos para adelante a construir un
país más
justo y más competitivo. Repasaba, mientras me trasladaba
esta noche al hotel con el Gobernador, las obras de Antioquia,
están superados pleitos, como el pleito de la Nación
con Empresas Públicas, el pleito de la Nación
con el Metro. Por fortuna lo hemos arreglado para que tenga
tranquilidad Antioquia.
Avanzan otras obras de gran importancia,
se superó el
contencioso para la doble calzada de la autopista Medellín-Bogotá y
ya se está trabajando en unos kilómetros más
allá del hipódromo.
Se superó el contencioso para construir la doble calzada
Bello-Hatillo que tiene que ir hasta Barbosa y esperamos que
cada día haya creciente ritmo de trabajo.
Se superó el contencioso para construir las vías
rápidas entre Medellín, entre el Valle de Aburra
y el Oriente del departamento, lo que sumado al túnel
Fernando Gómez Martínez, que empezamos cuando
era ministro de Estado, Juan Gómez, quien nos acompaña
esta noche, director de INVÍAS, el ex gobernador asesinado
Guillermo Gaviria, y que con la ayuda de Dios vamos a inaugurar
este año.
Entonces tendremos una civilización de tres pisos.
Con el primer piso en Santafé de Antioquia en ese bello
occidente, el segundo piso en este Valle de Aburrá en
esta área metropolitana y el tercer piso en la meseta
y en los valles del oriente. Y eso nos ayudará mucho
a la calidad de vida y a la competitividad.
Pero no estamos conformes con resolver
el problema del Metro. Hay que darle más y más posibilidades de transporte
colectivo a nuestra población. Por eso yo me comprometí rápidamente
en los primeros cuatro meses de Gobierno a entregarle 980 millones
de dólares a Bogotá para avanzar en su transporte
masivo, en el Transmilenio. 240 millones de dólares
a Cali para empezar como hemos empezado las obras de Transmilenio
que allí se llama el Mio.
Las partidas presupuestales necesarias
a Pereira, donde ya avanzamos en la obra de sistema de transporte
masivo. Estamos
ad portas de adjudicar la primera licitación de Cartagena,
resolviendo problemas de Barranquilla para abrir la licitación,
y lo mismo en Santa Marta. Y dije: pero también hay
que complementar el Metro de Medellín con obras de Transmilenio
en Medellín, con obras de Transmilenio en Itagüí,
con obras de Transmilenio en Envigado y con obras de Transmilenio
en Bello.
Todos los procesos avanzan bien y esperamos
que las demoras de Bello se superen y confiamos que con el
aporte de los alcaldes
de Medellín, Itagüí, Envigado, y con la
perseverancia de la Alcaldesa de Bello, podamos entregar estas
nuevas rutas de transporte masivo a un pueblo que sabe cómo
se le mejora la calidad de vida con el transporte masivo.
Y no faltó quien preguntara: Presidente, pero después
de arreglar la deuda del Metro, ¿cómo se le ocurre
a usted financiar el 70 por ciento de nuevas obras de transporte
masivo en el Valle de Aburrá? Y contesté: no
me pongan a enumerar cuánto ha servido Antioquia a Colombia
porque no terminaríamos.
Permítanme que en este cuatrienio devolvamos algo a
ese infatigable esfuerzo colombiano de mis paisanos. Pero rematé con
un apunte personal: he venido a vivir a Bogotá, que
me ha acogido con toda generosidad, pero provengo de allá de
la montaña. Y cuando termine esta responsabilidad pública
tengo que regresar a residir a la montaña con un equipaje
que me permita mirar a mis paisanos a los ojos, saludarlos
fraternamente, encontrar de ellos un saludo recíproco
de alegría.
Y tengo que llegar con varias realizaciones:
la primera, haber servido honesta y dedicadamente a Colombia.
La segunda, haber
querido a todas las regiones colombianas. Y la tercera, no
haber quedado mal a las expectativas de mis coterráneos.
En ese equipaje necesito llevar unas rutas de transporte masivo,
para que estimulen permanentemente mi afecto y mi amistad con
todos mis coterráneos, y por eso las vamos a hacer.
Gobernador, ya se van a adjudicar los
contratos para la participación
de Antioquia en el plan de pavimentos de los 3.246 kilómetros.
Y usted sabe que se han venido realizando otras obras con aportes
de la Nación, en las cuales nos ayuda el Gobierno departamental.
Qué bueno que todas esas carreteritas las podamos mejorar
unas, pavimentar otras, recuperarles el pavimento a las demás,
porque este país no se puede seguir concentrando en
grandes ciudades. Este país le tiene que dar posibilidades
de calidad de vida a los habitantes de todos los municipios.
Este país tiene que desconcentrar las tendencias de
desarrollo.
El desplazamiento no es originado solamente
en la violencia, el desplazamiento se origina muchas veces
por falta de calidad
de vida y por falta de oportunidades en los municipios. Esta
es una razón para que el plan de pavimentos de este
Gobierno quiera premiar a tantos municipios abandonados, aislados
de la Patria.
Y hay que trabajar en esa política social, por la cual
me reclaman todos los días Manuel Ramiro y Carlos Alberto.
Esa política social que ya nos ha permitido pasar de
10 millones de afiliados a 15 millones de afiliados el régimen
subsidiado de salud, pero nos falta llevar a la afiliación
entre régimen contributivo y régimen subsidiado
13 millones de colombianos.
Estamos estudiando una propuesta de
cofinanciación
de Gobernador, a ver si rápidamente podemos encontrar
recursos nacionales para que Antioquia llegue a la plena cobertura
en el régimen subsidiado de salud para los estratos
pobres de la población.
Hay que acelerar ilusiones, hay que
convertir estos sueños
en realidades, hay que trabajar para que, a pesar del endeudamiento
y del déficit, rápidamente Colombia le pueda
decir al mundo: estamos derrotando el terrorismo, pero también
logramos plena cobertura en servicios de salud para los sectores
pobres.
Estamos derrotando el terrorismo pero
también logramos
plena cobertura en educación básica, una revolución
en el SENA, que pasó en un cuatrienio de un millón
de estudiantes atendidos por año a cuatro millones,
y que ha logrado la presencia en todos los municipios.
Estamos enfrentando el terrorismo y
la droga, pero también
estamos luchando por la creación de 400 mil cupos universitarios.
Estamos enfrentando el terrorismo y la droga, pero también
estamos luchando para financiar permanentemente 400 mil Familias
en Acción, de las cuales 43 mil están en Antioquia,
a fin de que puedan garantizar la alimentación y la
asistencia escolar de sus hijos.
Estamos en una lucha sin cuartel contra
el terrorismo, pero también estamos financiando la seguridad alimentaria,
que ya ha llegado a un millón de campesinos. Estamos
derrotando el terrorismo, pero también hemos aumentado
en dos millones 700 mil los usuarios de Bienestar Familiar.
Y aspiro, al acudir el 20 de julio
al Congreso de Colombia, poder decir que hemos completado
la meta de tener un millón
de niños menores de cinco años atendidos por
Bienestar Familiar con restaurantes escolares y de tener con
subsidios estatales 570 mil ancianos pobres de la Patria: 170
mil recibiendo subsidios financieros y 400 mil recibiendo por
lo menos una comida al día para empezar.
Tenemos que llevar la lucha contra
el terrorismo, la lucha contra la droga, la lucha contra
la corrupción, de la
mano de la lucha por el crecimiento de la economía,
por la generación de empleo, de la lucha por el microcrédito,
por el País de Propietarios, de la lucha por la justicia
social, para ir haciendo una compilación de valores
que conducen a lo que Manuel Ramiro y Carlos Alberto llaman
la dignidad nacional.
Y quiero destacar y agradecer el gran
apoyo que hemos tenido de los gobiernos de Antioquia y de
Medellín para nuestro
programa de reinserción.
Pongan cuidado a esta cuenta de tienda,
mis queridos coterráneos:
Cuando el M-19 se desmovilizó fueron reinsertados 280
guerrilleros, cuando el Epl se desmovilizó fueron reinsertados
600 guerrilleros. Sumen. Cuando la Corriente de Renovación
Socialista se reinsertó, fueron desmovilizados 280 guerrilleros.
En este Gobierno se han desmovilizado 12 mil integrantes de
grupos terroristas: 6 mil de las autodefensas ilegales y 6
mil de las guerrillas. Y a todos los estamos tratando con generosidad
y patriotismo.
Nuestra política se divide en dos: toda la firmeza
en la acción militar mientras insistan en la violencia,
y toda la generosidad patriótica desde el momento en
el cual hacen el alto en el camino y toman la decisión
de la reinserción.
Hay que sumarle a la política social tres capítulos:
el tratamiento a los desplazados. Hemos pasado de un presupuesto
de 25 mil millones por año a un presupuesto de 180 mil
millones para atender desplazados.
Y hay que sumar las Familias Guardabosques,
que nos implican este año una atención cercana a los 160 mil millones
para 33 mil familias campesinas que estaban en la droga y que
ahora se encuentran cuidando la recuperación del bosque
y asegurando que esas regiones se mantengan libres de droga.
Y hay que sumar 200 mil millones que
nos cuesta este año
la política de reinserción. Mal contados son
240 millones de dólares en tres frentes de inversión
social.
Claro que entiendo a los críticos. Me dicen todos los
días que falta inversión social. Y es mejor ir
haciendo inversión social a pesar de que haya crítica,
porque hay que entender también la crítica. Todo
lo que hagamos en inversión social es insuficiente para
lo que necesita este país.
Pero esa competencia es buena. A ver
quién avanza más:
si los críticos con sus críticas o nosotros estimulados
por ellos para poder conseguir mejores logros de inversión
social.
Manuel Ramiro permanentemente me habla
de María Auxiliadora
y de las creencias religiosas. Lo mismo en las ocasiones que
he conversado con Marta Lucía, su señora. Y un
día me puse a pensar: hay que seguir el ejemplo de éstos,
no les da vergüenza persignarse en público.
Entonces les voy a hablar a ustedes
de otra experiencia, aquí entusiasmado
por el ejemplo de Manuel Ramiro.
Me fui el viernes por la noche a Roma,
porque no había
podido estar en las exequias de su Santidad Juan Pablo II,
para asistir al inicio del pontificado de su Santidad Benedicto
XVI, en representación de la Patria, y pude regresar
el lunes a las 4 de la tarde al Consejo de Ministros.
Me gustó mucho Benedicto XVI. Una expresión
bondadosa, alegre, amable, espontánea. Preocupación
por Colombia, expresada de manera sencilla y fraterna. Un discurso
al grano, sin adjetivos, sin adornos, lleno de valores.
Por allá en un pasaje, refiriéndose a la telita
que le ponen a los pastores, a los palios de la Iglesia, dice
que eso lo pone a meditar en el Pastor, pero que no podemos
pensar que el Pastor, Nuestro Señor, es el único
que nos protege a todos. Que es necesario que todos nos propongamos
allevarnos los unos con los otros. Una bellísima, una
bellísima apología de la solidaridad, de la fraternidad.
Y más adelante dice, hace una gran invitación
al sacrificio, a la perseverancia. Y dice cómo el Creador,
entre sus enseñanzas, nos dejó que aquello que
ha salvado a la humanidad es el sacrificio del Crucificado,
no la acción afrentosa de los sacrificadores. Qué bueno
esa reflexión.
Y refiriéndose a Su Santidad Juan Pablo II, dice el
Pontífice nuevo que siempre invitaba, como invita Manuel
Ramiro, no es que lo esté proponiendo todavía
de Papa, a encontrarse con Cristo. Y que Su Santidad Juan Pablo
II decía: mire, en el encuentro con Cristo, Él
ayuda a quitar la corrupción, la arbitrariedad y el
quebrantamiento del derecho, pero ayuda a encontrar la dignidad,
ayuda a encontrar la justicia social y ayuda a encontrar la
libertad.
Era muy propio de Juan Pablo II, que
luchó bellamente
por la destrucción del comunismo. Un factor fundamental
en la derrota del comunismo sin disparar un solo disparo. Pero
no estimuló las dictaduras del otro lado, las combatió a
todas. Su propuesta política fue una sola: la democracia.
Y siempre acompañó esa propuesta contra el comunismo,
en procura de la democracia, de una lucha permanente por la
justicia social. Una bella tarea. Creo que ahí hay otra
lección de dignidad, para lo cual ustedes, Manuel Ramiro
y Carlos Alberto, nos han convocado esta noche.
A ustedes mis felicitaciones, mi testimonio
de su lucha por Colombia. Una pequeña voz de estímulo para que
sigan en esa tarea de servir a Colombia y a esta gran tierra
de Antioquia. Y a ustedes mis coterráneos presentes
esta noche aquí, un saludo lleno de afecto y el compromiso
de estar siempre presente en todo lo que demande esta bella
y grata tierra de nuestras montañas.
Muchas gracias.