XLI ASAMBLEA DE LA ANDI
Agosto 12 de 2005 (Cartagena – Bolívar)
Quiero saludarlos muy afectuosamente.
El país pone su atención cada año
en la Asamblea de la ANDI y eso no es fortuito, eso lo
ha ganado el gremio por haber trabajado siempre en función
de los superiores intereses de la Patria.
Hacer empresa privada en Colombia
ha tendido momentos de muchas dificultades. Ustedes
los han superado con
creces y le muestran al país hoy un panorama tranquilizante
sobre el futuro de crecimiento económico de la
generación de empleo. Y ese permanente discurrir
de las grandes preocupaciones nacionales, ha hecho que
la ANDI no sea simplemente el gremio de los empresarios
sino un gremio con legitimidad, con recibo, con asiento,
en el corazón de todos los colombianos.
EL TLC (Tratado de Libre Comercio)
Empiezo por estas cifras que
acabo de recibir, que quiero compartir con todos ustedes:
en el periodo de enero a
mayo (2005) las exportaciones colombianas ascendieron
a 8.091 millones de dólares. Proyectándolas
a diciembre, podemos tener un año muy cercano
a 20 mil millones de dólares de exportaciones.
Es posible que en este Gobierno
se dupliquen las exportaciones y que las no tradicionales
pasen de 6 mil a más
de 10.500 millones de dólares por año.
Miren estos crecimientos: en
el periodo enero – mayo
del 2004, las exportaciones totales crecieron un 13.8
por ciento. En el mismo periodo de 2005, un 34.8 por
ciento, a pesar de este problema de tasa de cambio.
Las tradicionales, el año pasado en ese periodo,
crecieron 10.1 por ciento. Este año 42.1 por ciento.
Las no tradicionales, el año pasado, enero y
mayo, 17.2 por ciento. Este año, 28.6 por ciento.
En mayo, las tradicionales –este año-
crecieron 33.9 por ciento y las no tradicionales 27.5
por ciento.
En los últimos 12 meses,
las exportaciones totales de Colombia han crecido un
35.8 por ciento, las tradicionales
un 40.3 por ciento, las no tradicionales un 32 por ciento.
Los Estados Unidos, es el principal
destino de las exportaciones, al participar con el
37.3 por ciento del total, exportado
en el periodo enero – mayo. Siguen los países
de la Comunidad Andina (CAN), que participan con 18.8
por ciento y la Unión Europea, con un 14.6 por
ciento.
Eso pone de presente una vez
más, el interés
nacional en el TLC.
Algunos compatriotas decían, cuando empezamos
a agitar el tema hace tres años: ‘bueno,
primero hay que negociar con Suramérica –además
lo manda la Constitución-, es un imperativo político,
son nuestros vecinos del sur’. Esa negociación
ya está hecha, hoy tenemos el acuerdo CAN – MERCOSUR.
El obstáculo está removido.
Otros compatriotas han dicho: ‘bueno, ¿para
qué vamos a poner en riesgo un TLC?, que nos extiendan
el APTDEA’. Fue bastante difícil para la
administración del Presidente (Andrés)
Pastrana conseguir que aceptaran convertir el expirado
ATPA, en el APTDEA. Y bastante difícil para esta
administración, conseguir que proclamaran y dieran
la orden de iniciación del nuevo sistema de preferencias
unilaterales en el mercado de Estados Unidos.
Yo soy muy escéptico, casi totalmente negativo –y
suelo ser optimista-, sobre la posibilidad de una extensión
unilateral del APTDEA. No la veo.
Hace pocos días, hablando con los integrantes
del Comité de Comercio de la Cámara de
Representantes de los Estados Unidos, me decían
que ellos no la veían posible.
Han negociado con Centroamérica, con países
tan pobres como Honduras, entonces con qué cara
van a decir que no van a negociar con la Comunidad Andina,
no le van exigir reciprocidades bilaterales, sino que
la van a continuar tratando con extensiones de privilegios
unilaterales.
Entonces, dice uno: en la reciprocidad
de la droga, por eso está el Plan Colombia. El esfuerzo que
estamos haciendo es que el Plan Colombia se mantenga,
con una tesis: vamos ganando pero no hemos ganado todavía,
la culebra sigue viva, el camino no lo podemos dejar
recorrido por la mitad, hay que completarlo. Y esa es
una ayuda que oscila entres 600, casi 800 millones de
dólares al año, un gran esfuerzo cada año
para mantenerla.
A mi me parece muy difícil, aspirar a tener Plan
Colombia con esa ayuda y simultáneamente, preferencias
unilaterales. Yo pido una reflexión de los compatriotas
sobre ese tema.
Me preocupa mucho el escenario
del 31 de diciembre del año entrante, con el APTDEA expirado, sin el TLC
y sin posibilidades de una extensión unilateral
del ATPDEA. Por eso, creo que hemos entrado en una etapa
de urgencia en la negociación.
Algunos dicen: ‘aplacémosla, por la época
electoral’. Esto hay que hacerlo hoy o mañana,
algún día se va a dar, cuanto antes mejor.
Ahora, los periodos electorales no son para ocultar problemas
ni para eludir debates ni para dejar de tomar decisiones.
Eso es lo que mata las democracias: cuando los periodos
electorales se utilizan para maquillar situaciones, para
eludir debates, para no presentar los temas de fondo.
Yo, le pediría a los colombianos prescindir de
que estamos entrando en una etapa electoral –que
también están entrando en Perú-.
En Estados Unidos el año entrante hay elección
de una buena parte de los congresistas y que aceleremos
el TLC.
Viene allí, como el conjunto de puntos que hoy
preocupa. Esta semana que se ha desarrollado la mesa
agrícola en los Estados Unidos, nuestros compañeros
acudieron allá guiados por un memorando que configuramos
en las últimas sesiones de trabajo donde hay preocupación,
por ejemplo, en temas de ofensiva, donde tenemos que
llegar a ese mercado: caso azúcar y derivados,
con una posibilidad tan importante como es el alcohol
carburante, que el país empieza a producir este
año un millón de litros diarios, con muy
buenas perspectivas para producirlo también a
partir de yuca –hay dos experimentos, uno en el
Cesar y otro en los Llanos Orientales-. El caso de los
textiles, el caso de las confecciones.
Productos defensivos: nosotros
hemos manifestado particular preocupación por el caso del arroz, por el caso
del maíz, por el caso de los cuartos traseros
de los pollos.
El arroz. Colombia tiene 300
mil hectáreas –más
o menos- en producción de arroz, con un problema:
todos los países andinos son autosuficientes y
excedentarios y cada uno busca colocar sus excedentes
en el mercado del vecino. Ahí tenemos una dificultad.
Esa dificultad también se superó en el
CAFTA con los países arroceros de Centroamérica
y confiamos que la podamos superar nosotros.
El maíz. El maíz estaba condenado a desaparecer
en Colombia, lo revivió la tenacidad del Presidente
(Virgilio) Barco. Este año, a pesar del problema
de la revaluación –que incide tanto en el
precio interno de estos transables-, el país completa
más de 170 mil hectáreas de maíz
tecnificado.
El experimento que hemos hecho
en la zona cafetera para mejorar el ingreso de los
campesinos cafeteros, mientras
se recupera el zoqueo del café, que ya es un experimento
que se aproxima este año a 50 mil hectáreas,
muestra producciones hasta de 7 toneladas en periodos
de 115 días. ¡Son muy buenas, son excelentes!
En Córdoba, en el sur del Cesar, producciones
en esa área tecnificada, alrededor de 6 toneladas
por hectárea. En el Valle del Cauca, más,
en lo poco que tiene de maíz el Valle del Cauca.
Nosotros estamos avanzando en
productividad con el maíz
y eso es un producto esencial en la seguridad alimentaria.
Cuando siembran maíz en el campo, hay comida para
la familia, hay comida para todos los animales que tiene
la familia ahí (gallinas, cerdos, etcétera),
hay ingresos para todo el mundo.
El maíz es un producto bien importante en la
vida de los colombianos, como en tantos pueblos. El país
consume –más o menos- tres millones de toneladas,
un gran crecimiento en ese consumo, produce alrededor
de millón 100.
Ahí hay que combinar cómo se facilita
importar de los Estados Unidos lo que nos hace falta
y mantenerle un precio razonable a la producción
nacional. La diferencia entre el consumo y la producción
nacional debe hacer entender que hay donde poner de acuerdo.
Y el tercer tema es el de los
cuartos traseros de los pollos –que también nos preocupa mucho-:
esa industria ha crecido bastante, esa industria es redentora
en la generación de empleo en muchas regiones
de Colombia, basta sobrevolar Bucaramanga y los alrededores.
Ahí hay que poner mucho cuidado porque ustedes
saben que los cuartos traseros de los pollos, en los
Estados Unidos es un producto de descarte, entonces lo
envían aquí, a unos precios que pueden
afectar seriamente nuestra producción.
Como ven, nosotros hemos venido
reduciendo mucho el tema. Prácticamente en esos productos defensivos,
estamos en estos tres. Creo que eso facilita mucho la
negociación.
Está el tema de las barreras
no arancelarias, como es el tema fitosanitario. Hemos
propuesto un grupo
permanente de trabajo, que lo cree el Tratado, para estar
examinando en ese panel de la Comunidad Andina y de los
Estados Unidos, permanentemente, el tema.
La protección a algunos productos bastante sensibles,
después de la desgravación, en un país
con terrorismo, con problemas de drogas ilícitas
como Colombia: antes de ayer definimos con el doctor
Hernando José Gómez (Jefe del Equipo Negociador
de Colombia en el TLC) para eso también proponer
un panel permanente. Que cuando se presente una dificultad
de esta naturaleza, ese panel la examine y mire qué medidas
tradicionales se deben tomar con respecto a uno o varios
productos.
Debe ser un tratado de equidad,
un tratado de confianza. A mi juicio, debe ser una
señal importante de
los Estados Unidos a América Latina y creo que
ha llegado el momento de acelerarlo, ojalá poder
tener cerrada esa negociación en el curso de las
próximas dos semanas, esa es la voluntad política
del Gobierno, le veo muchas posibilidades.
Y yo, que hago parte del sector
de colombianos que trabajamos en el campo, le veo para
el mismo campo colombiano más
posibilidades que dificultades.
Entonces, decirlo aquí, claramente: invito a
los compatriotas a que creemos una atmósfera favorable
para acelerar la negociación y cerrar rápidamente
el tratado.
Yo quiero agradecer el esfuerzo
del sector privado y del Congreso de la República,
de los gobernadores y de los alcaldes, de haber estado
trabajando permanentemente
con el Gobierno, casi es que es un equipo negociador
ampliado.
Déjenme hacer una anotación sobre esto:
por ejemplo, Europa, yo creo que tampoco nos podemos
hacer ilusiones de que nos van a dar más extensiones
en la Unión Europea. Logramos, ahora una de 10
años, con muchas dificultades y seguimos teniendo
dificultades. Nos impusieron un arancel específico
al banano impagable, afortunadamente un panel acaba de
fallar y acepta que el reclamo de los países productores –donde
está el nuestro- es justificado. Y ahora se está negociando
cuál va a ser el nuevo arancel.
Yo pienso que el país tiene que acelerar la negociación
con Europa –ellos dicen que la hacen con la Comunidad
Andina- porque no veo la posibilidad de que vencida esta
extensión nos den otro periodo de beneficios unilaterales.
TEMA TRIBUTARIO
El país tiene que continuar madurando el tema
en un debate permanente, bastante constructivo y este
año con el Congreso debemos avanzar en algunos
puntos.
Yo enmarcaría el debate en tres linderos: impuestos
que no desmotiven la inversión, impuestos que
no afecten la creación de empleo y un esquema
tributario que además de simple en todo lo que
se pide, tenga en cuenta la necesidad de que este país
mejore la equidad social.
Temas muy elementales, pero si
se convierten en linderos de esa discusión, nos ayudan mucho a que esa discusión
pierda acidez y se entienda como algo que necesita el
país.
Los voy a demorar un poquito
en este punto porque hay que mirar qué ajustes se han venido haciendo y
pensar para los próximos en dos cosas: el cuándo
y el cómo.
El Gobierno del Presidente Pastrana
introdujo una magnífica
ley, la ley 617 para imponer austeridad en departamentos
y municipios. Este Gobierno la ha aplicado con todo rigor,
apenas hace pocos días pudimos firmar con Barranquilla
(por aquí veo al ex ministro Arturo Sarabia que
ha estado bastante interesado en el tema) el acuerdo
para financiarle a Barranquilla el 70 por ciento del
costo de su sistema de transporte masivo. ¿Por
qué nos demoramos tanto? Entre otras razones,
por la exigencia de que Barranquilla cumpliera con la
ley 617.
Los departamentos y municipios
pasaron de un déficit
de 1.1 por ciento del PIB (Producto Interno Bruto) en
el 2000, a un superávit del 1.1 por ciento en
el 2004. Eso implica un gran esfuerzo.
Hay que mirar el ajuste que se
ha hecho en Colombia en su conjunto para definir el
cómo y el cuándo
de nuevos impuestos.
El endeudamiento de estas entidades
cayó de 9.6
por ciento del PIB en el 99, a 6 por ciento del PIB en
el 2004. Ese resultado, en departamentos y municipios
en corto tiempo, en el período de 4 años,
implica un esfuerzo de ajuste muy grande en estas entidades,
que no se puede desestimar para mirar los ajustes nacionales.
Este Gobierno, en materia de
impuestos los hemos aumentado, ustedes conocen lo que
ha pasado con patrimonio, el impuesto
por una vez de Seguridad Democrática, se revivió el
impuesto al patrimonio, la sobretasa de renta, con estos
resultados: el primer año, en el 2003, los ingresos
crecieron un 18 por ciento, el año pasado crecieron
un 22 por ciento y este año van creciendo casi
al 12 por ciento.
El programa MUISCA, de la Administración de Impuestos
(DIAN) ha sido un programa muy bueno. Este Gobierno no
ha nombrado una sola persona en la aduana, en la DIAN,
por recomendación política, allí se
ha aplicado rigurosamente la meritocracia.
No hemos entregado un peso de
auxilios parlamentarios para aprobar la agenda legislativa
de los diferentes
períodos. Hemos practicado una política
de representación sin clientelismo, con un gran
esfuerzo en la meritocracia.
Un gran esfuerzo de la DIAN ha
logrado que el país
haya pasado, en estos tres años, de 400 mil contribuyentes
de renta a un millón, ahí hay una gran
expansión en la base. Tenemos que llegar a dos
millones.
El IVA (Impuesto al Valor Agregado).
Cuando empezó este
Gobierno, el 37 por ciento de los bienes y servicios
estaban gravados con IVA, hicimos una ampliación
en dos etapas. Hoy, hemos llegado a un 52, 53 por ciento
gravado con IVA. Esa es una ampliación de la base
bastante importante en un período relativamente
corto.
Ustedes recuerdan que en nuestra
primera reforma tributaria logramos que el Congreso
nos aprobara un IVA del 2 por
ciento para aquellos productos que seguían exentos.
La Corte Constitucional declaró esa norma inexequible,
entonces ahora volvemos a hablar de nuevas ampliaciones
de IVA.
Hemos hecho un gran esfuerzo
en el gasto público,
yo dividiría el gasto público nacional
en dos grandes capítulos: en un capítulo,
pensiones, transferencias, seguridad y el tema de deuda
y en el otro capítulo, lo discrecional del Gobierno.
En el primero no hay sino un
elemento discrecional que es seguridad. En este primero,
ha crecido muchísimo
pensiones. Este año la Nación tiene que
girar para pagar pensiones 14 billones, aproximadamente.
El Seguro Social paga 6 billones en pensiones, recauda
dos, la Nación le tiene que girar 4. Allí hay
una presión muy grande sobre el fisco nacional,
que en buena parte se refleja en ese déficit del
Gobierno Nacional central, tan elevado.
En el gasto militar el crecimiento
ha sido mucho: 170 municipios con Policía que no la tenían,
214 corregimientos con Policía –faltan muchos-,
568 municipios con soldados de mi pueblo.
En total hoy hemos incorporado
84 mil hombres más
en la institución armada y –más o
menos- 12 mil policías cívicos y debemos
terminar el Gobierno con unos 114 mil. El sábado
se activa una Brigada que va para el departamento del
Cauca, acabamos de activar otra y está terminando
su ingreso al Putumayo.
Hay que copar con la presencia
institucional todo el territorio, esta batalla de seguridad
no se puede dejar
a medias, la decisión mía es mostrar más
ganas en ese tema hasta el último día de
Gobierno, mantener el Gobierno y las Fuerzas Militares
con un ánimo creciente, hasta el último
momento y en eso no se puede desmayar.
Sin embargo, miren lo que ha pasado: mientras el Ministerio
de Defensa ha tenido ese gran crecimiento en presencia
operativa, ha eliminado 2.700 cargos civiles. O sea que
ha crecido mucho la productividad de la parte laboral
civil del Ministerio.
Y el Ministro (saliente de Defensa)
Jorge Alberto Uribe logró pasos extraordinarios. Por ejemplo, unificó toda
la compra de medicamentos con un ahorro de más
de 30 mil millones al año, unificó la compra
de servicio de fluido eléctrico para todas las
dependencias del Ministerio, hoy para todo el Ministerio
se compra en bloque, con un ahorro de más de 17
mil millones al año.
Y le pediría guardar en la mente esto: a pesar
de ese crecimiento en defensa, el gasto de defensa como
porcentaje del PIB hoy, es igual al que teníamos
hace tres años. Eso es bien importante.
Veamos el otro capítulo: gastos de personal del
gobierno diferentes a Defensa y gastos generales. Eso
ha disminuido sustancialmente, empezando por la Presidencia
de la República que para dar ejemplo ha disminuido
gastos en un 30 por ciento.
Hemos reformado 152 empresas
del Estado. Ese es un ajuste bastante difícil. La primera, la reforma de Telecom,
que nos permitió pasar de un Telecom que perdía
400 mil millones al año, a un Telecom que el año
pasado se ganó 950 mil millones.
Este año puede causar las mismas utilidades,
pero tenemos que avanzar en el otro capítulo de
la reforma, no nos podemos quedar ahí porque si
no se nos pierde el esfuerzo hecho.
La última de esas reformas: Banco Cafetero, Inravisión,
Audiovisuales. Creíamos, al principio, que era
imposible reformar Inravisión, con la protección
para Inravisión en el texto constitucional del
91, sin embargo se ha logrado, y la nueva Inravisión
va a generar, en relación con la vieja, un ahorro
de 25, 30 mil millones de pesos al año, inicialmente,
en el largo puede ser mucho más.
No es fácil reformar 152 empresas del Estado,
ese es un ajuste severo. Por ejemplo, hemos reformado
111 hospitales. Si aquí están los compatriotas
de Bucaramanga saben las dificultades para reformar el
Ramón González Valencia y así sucesivamente.
Faltan muchos.
Apenas empezamos la reforma del
Seguro Social, desvinculamos las clínicas de la parte central del seguro. Hoy
los trabajadores de las clínicas ya no tienen
la convención colectiva exorbitante que rige la
parte central del Seguro, pero nos falta las reformas
en las propias clínicas, en la parte administrativa,
quitarle la sobrecarga en otros costos y nos falta reformar
la parte central del Seguro.
Esa reforma administrativa permite
que el superávit
de las empresas de la Nación no lo genere solamente
ECOPETROL y también produce otro efecto: que empresas
territoriales que la Nación está reformando,
tal el caso de Emcali, electrificadotas, hospitales,
que estaban en déficit, en el consolidado ayuden
con superávit.
El superávit de las empresas de la Nación
va a pasar del 2.2 por ciento al 2.9, 3 por ciento. Eso
es consecuencia de esta reforma administrativa.
Hoy todas las electrificadotas
de las cuales es socio mayoritario la Nación, están en negro,
hace tres años todas estaban en rojo. Allí ha
habido que hacer dos ajustes: un ajuste de tarifas de
servicios públicos y otro ajuste en la parte de
estructura y funcionamiento de las empresas.
Entonces llevamos el ajuste de
departamentos y municipios, el ajuste de mayores impuestos,
el ajuste de reformar
152 empresas del Estado y sumémosle a eso, el
ajuste de tarifas de servicios públicos –que
ya hice mención- y el ajuste en el precio del
combustible.
Yo estaba ilusionado que no se
iba a mover más
el precio del largo plazo. ¿Qué va a pasar
con petróleo a 65 dólares con más
ganas de llegar a 70 que de devolverse?
Entonces, ahí tenemos otra dificultad. Los economistas
le dicen a uno: ‘no se preocupe que eso no afecta’. ¡Uy!
y otra cosa es la discusión con el sector transporte,
con algunos sectores de la industria, la discusión
con los taxistas, el golpe que le da a sectores de la
clase media colombiana muy dependientes de su carrito.
Ahí tenemos otra dificultad.
Y hay otro ajuste en catastro, para los que hablan del
impuesto a la tierra es importante considerar esto: este
Gobierno ha actualizado el catastro urbano en un porcentaje
tan alto que es posible que, en lo que nos falta del
Gobierno, quede actualizado en un ciento por ciento.
Y hasta ahora hemos actualizado el catastro rural en
un 70 por ciento.
A raíz de la discusión sobre impuestos
a la tierra, hace pocos días le formulé al
Agustín Codazzi esta pregunta: ¿cuánto
valía el catastro rural en 1990 y cuánto
vale ahora? En 1990 valía 1.7 billones, ahora
vale más de 33 billones. Y eso excluye Bogotá,
que es autónoma, Antioquia, Medellín y
Cali. Solamente me refiero a lo que maneja el Agustín
Codazzi. Es un crecimiento en términos reales
entre el 250 y el 300 por ciento, depende del deflactor
que se utilice. Allí ha habido otro ajuste muy
grande en Colombia.
Y el ajuste de pensiones: aumento
de las cotizaciones pensionales, la reforma constitucional
que elimina privilegios
así haya un período de transición,
etcétera.
Yo diría que no todos los ajustes pueden hacerse
al mismo tiempo. Si ustedes me preguntaran de la expansión
del IVA, yo les diría que ese debate hay que seguirlo
dando, pero propondría lo siguiente: hay que pensar
muy cuidadosamente las circunstancias de tiempo y de
modo.
Me parece que hay que buscar
un acuerdo para introducir esa expansión del IVA cuando terminen algunos
de estos ajustes, como el tarifario en servicios públicos
y, ojalá, cuando podamos dar una garantía
de relativa estabilidad en el precio del combustible.
En segundo lugar, se debería acompañar
eso, de un acuerdo para que en el año en que se
introduzca esa ampliación de la base del IVA,
se haga un mayor esfuerzo en el incremento salarial.
Eso ayuda mucho a legitimar una medida de esta naturaleza
en la base trabajadora de la Patria.
En la discusión en Colombia, electoral, no podemos
perder de vista esto, la solución fiscal de fondo
es el crecimiento. Y leo a los economistas que escriben
en los diarios especializados y la mayoría de
ellos habla de reforma tributaria estructural, tema muy
difícil, porque hay muchas acepciones de reforma
tributaria estructural, de una cosa a la otra e ignoran
el crecimiento acelerado como la solución más
importante al problema fiscal de la Nación.
Se está hablando mucho de las exenciones, que
eliminar exenciones es la panacea. Cada vez que el Congreso
lo propone llamo a los honorables congresistas y le digo
al Ministro de Hacienda (Alberto Carrasquilla) y al director
de la DIAN (Oscar Franco): ‘traigan las exenciones’.
Y después de repasarlas uno se da cuenta que esa
es una mina sin oro.
Voy a referirme a algunas exenciones,
el Gobierno eliminó unas,
ha mantenido otras y ha creado otras. Yo creo que no
hay un foro más importante en Colombia, para hacer
una reflexión sobre ese tema, que éste.
¿Cuáles mantenemos de las heredadas?:
la del Banco de la República. Inútil eliminarla,
las utilidades del Banco de la República vienen
al Gobierno.
La de las rentas de trabajo.
No creo que estemos en un momento político y social para eliminar la
exención a los salarios. Este Gobierno redujo
del 30 al 25 por ciento la base salarial que se excluye.
Ahí se hizo un gran esfuerzo.
La otra exención importante: la de los dividendos.
Apenas fue ayer, en el año 86, cuando el país
eliminó la doble tributación.
¿Cómo vamos a gravar los dividendos, si
el impuesto corporativo se derrama sobre todas las utilidades
independientemente de las que va a recibir el accionista?
Pienso que sería un prematuro reversazo, frente
a lo que se hizo en el 86, y un desestímulo a
la inversión en Colombia y a la ampliación
del mercado de capitales que estamos buscando, especialmente,
con el último estatuto que acaba de aprobarse
en el Congreso.
Tenemos otras exenciones heredadas. Por ejemplo, a la
industria editorial, a la prensa.
Le he dicho al Ministro de Hacienda: ‘no quiero
que el Gobierno de la Seguridad Democrática intente
gravar la prensa’. Si algo legitima una política
de seguridad y la vuelve en el mediano y largo plazo –y
lo digo al oído de mi buen amigo, el senador Antonio
Navarro- una política de paz, es el concepto democrático
de la seguridad.
¡Eso es lo que crea condiciones para pasar de
una política de seguridad a la consolidación
de la paz! Por eso no se pueden dar señales contra
el concepto democrático de seguridad. Por eso
el Gobierno no es amigo de eliminar la exención
a los medios de comunicación.
¿Cuáles introdujo este Gobierno?: la deducción
al 30 por ciento. Yo veo esos formidables crecimientos
en inversión, entonces me dicen: ‘lo que
pasa es que no se necesita la deducción’.
Pero, aquellos, los más duros adversarios de la
deducción, aceptan que por lo menos la deducción
ha ayudado a que ustedes anticipen inversiones que tenían
programadas para más adelante. Y es muy bueno
que cada uno lo mire contra la situación de su
empresa.
En el comparativo de la economía internacional,
cuando otros países tienen otro tipo de estímulos,
este es muy importante.
El doctor Luis Carlos (Villegas,
presidente de la ANDI) ha dicho que para ayudar a resolver
definitivamente el
problema tributario, ustedes renuncian a reclamar que
se extienda. Está bien.
Esa deducción expira el 31 de diciembre del año
entrante, fue para tres años 2004, 2005 y 2006
y hay que dar señales anticipadas a los inversionistas,
mi propuesta al Congreso de la República es que
este año aprobemos una ley que reduzca la tarifa
de renta y que esa reducción entre a regir el
primero de enero de 2007, cuando empezará a tener
aplicación la eliminación de la deducción.
En ese momento termina la deducción, que entonces
al expirar la deducción, sea sucedida por una
reducción de la tarifa de renta.
Entonces el Gobierno introdujo
esa deducción. ¿Qué tal
que no? Un Gobierno que ha aumentado cotizaciones de
pensiones, que ha hecho los ajustes que les dije, que
revivió el patrimonio, que aumentó renta. ¿Qué tal
que no hubiera introducido este estímulo para
acelerar el crecimiento?
Otra que introdujo el Gobierno:
el IVA a los bienes de capital por dos vías.
A las altamente exportadoras no se les cobra. Se redujo
el requisito para que una
empresa sea altamente exportadora del 50 y 30 por ciento,
porcentaje del valor exportado frente al total producido.
Y la segunda modalidad: al resto
se les devuelve en tres años. Un país que tiene –yo
creo que eso es bien importante en la Agenda de Competitividad-
estímulos de esa naturaleza para que las empresas
se actualicen. Esa es otra que tiene toda su razón
de ser.
Hasta el 31 de diciembre tuvimos
una eliminación
al arancel para la importación de bienes de capital. ¿Por
qué la eliminamos? Porque la revaluación
produce un efecto –a pesar de que esta es la mina
para exportaciones-: en lo que es importación
de bienes de capital, la revaluación que se ha
presentado es mucho más benéfica que lo
que habíamos aspirado con el arancel. Esa es la
razón.
¿Qué más ha introducido este Gobierno?:
unas exenciones para los nuevos combustibles, para los
biológicos, para el alcohol carburante y para
el biodisel.
Es muy bueno en la discusión tener en cuenta
esto: esas exenciones no son al productor, el productor
pagará impuesto de renta, son al consumidor, porque
son exenciones de IVA y de impuesto global al combustible
para lograr que estos combustibles puedan competir con
los fósiles.
Y me dijeron los empresarios
vallecaucanos: ‘sin
eso, no podemos instalar las plantas’. Y ya el
país va a tener las primeras cinco plantas de
alcohol carburante. Y ya este mes sale la primera reglamentación
en el Ministerio de Minas para la producción de
biodisel, que puede ayudar mucho a ese crecimiento de
la palma africana en Colombia.
La Guajira tiene un potencial
de 4, 5 millones de kilovatios generados con brisa,
con energía eólica.
El Gobierno introdujo una exención a ver si eso
se desarrolla, hasta ahora Empresas Públicas de
Medellín ha instalado allí 20 mil kilovatios.
A los hoteles: no tenemos otra
manera. Uno pregunta: ¿cómo
ha desarrollado Cuba el turismo?: con el erario público
han construido edificios para esos hoteles, en alguna
ocasiones de manera exclusiva por el Gobierno, en otras
ocasiones asociados con los particulares y los entregan
a un operador. Nosotros no tenemos dinero para eso, la
alternativa ha sido ofrecer la exención.
Y miren –porque es bueno examinar esto frente
a Cuba-, cuando el operador llega allí, le dan
unos años de exención a los ingresos operacionales
y después le cobran el 30 por ciento por todo.
Aquí hay que empezar pagando el impuesto local
de industria y comercio, impuesto local de predial, después
pague renta, en ocasiones patrimonio, cotizaciones parafiscales
y a la seguridad social.
Además son actividades que no teníamos,
no hay costo fiscal y son exenciones definidas en el
tiempo. Por eso he dicho: dejemos que produzcan, que
se agote el período para el cual fueron establecidas,
a partir de ese momento, si la economía del país
indica que no se necesita, pues entonces que no se reviva.
Pero todas, salvo lo del impuesto global al combustible
y el IVA de esos combustibles, las demás son exenciones
definidas en el tiempo.
Como también el tema de las empresas de turismo
ecológico, lo que nos ha permitido –más
la seguridad- empezar a tener ya unos desarrollos de
turismo ecológico en el Amazonas, en el Parque
Tayrona, en otras partes, etcétera, y estimular
la creación de esas empresas.
Los cultivos de tardío rendimiento: la dificultad
de competir con los productos agropecuarios comerciales
y las posibilidades que tiene el país en palma
africana, en caucho, en madera, en todo eso, nos ha llevado
también a esa exención en tardío
rendimiento, necesaria.
Chile desarrolló la industria forestal en unos
subsidios directos por 150 millones de dólares,
nosotros no hemos tenido esa posibilidad, por eso hemos
tenido que ofrecer estas alternativas.
Esas son, básicamente, las que ha introducido
el Gobierno. Todas bastante debatidas, sobre las cuales
ha habido amplia reflexión. A mi me parecería
que cometeríamos un error muy grave si, simplemente,
hoy las anuláramos. Dejemos que cumplan sus resultados.
El impuesto a las remesas: en
Colombia teníamos
la idea de que el impuesto a las remesas estaba bien
regulado, porque se cobra siempre y cuando se haga la
remesa cuando se haga la remesa dentro de los cinco años
siguientes a la causación, si es después,
ya no se cobra.
Pues bien, en la arena internacional
hoy, esos cinco años los consideran los inversionistas. Nosotros
vamos a presentarle al Congreso ahora, un proyecto para
eliminar el impuesto de remesas, por la competitividad
del país. Vale más o menos 120 mil millones
al año, creemos que el crecimiento de recaudo
de este año nos permite compensarlo.
Ahora, todos estos estímulos son una tasa de
retorno muy elevada. Por ejemplo, lo que dice el doctor
Juan Manuel Santos… ¿cómo se llaman
las cuentas, AFC?.. Algunos copartidarios míos
dicen: ‘pero es que ese es un impuesto regresivo,
porque va para estratos 4, 5 y 6.
Yo les he dicho: miremos esa
exención, mirémosle
el alcance. Esos edificios son los que consumen materiales,
utilizan materiales que pagan IVA, alta gerencia de ingeniería
de arquitectura, servicios sofisticados de ingeniería
de arquitectura, mano de obra afiliada a la seguridad
social. Se termina un edificio de esos aquí en
Cartagena, ahí mismo el beneficio lo recoge el
alcalde con el predial, suman para la renta presuntiva
del contribuyente y también para el patrimonio.
Yo diría que hay que ver todos esos efectos, eso
es muy positivo.
Una empresa que hoy deduzca el
30 por ciento del valor de una inversión, al momentico empieza a pagarle
impuestos al Estado gracias a esa inversión, empieza
a pagarle IVA al Gobierno por esa inversión, empieza
a pagarle renta, empieza a generar empleo, empieza a
pagar cotizaciones de la seguridad social.
Cuando se analicen esas exenciones hay que mirar ese
elemento tan importante que es la tasa de retorno tan
alta para el fisco.
Entonces yo reduciría la reforma de este año
a tres puntos: la eliminación del impuesto de
remesas, la definición de la reducción
de tasa de renta para que suceda la expiración
de la deducción y una tercero, la ley que necesitamos
para que el 31 de diciembre del año entrante,
cuando se acaben los beneficios a las zonas francas y
a las zonas especiales de exportación, haya un
nuevo instrumento legal que introduzca estímulos
de acuerdo con lo que permite la OMC (Organización
Mundial de Comercio).
Creo que hay que empezar el debate
sobre el tema de las regiones, porque el acto legislativo
que introdujo
el doctor Santos (Juan Manuel) siendo ministro en la
administración Pastrana, expira en el 2007, 2008.
Eso es un tema bastante complicado y hay que darle señales
muy claras a las regiones y al fisco de los inversionistas
con suficiente antelación. E ir debatiendo el
IVA, sobre lo cual ya he hecho algunas reflexiones.
Sería los puntos sobre este tema tan escabroso,
y que hoy se discute nuevamente en la Patria. Terminaría
por donde empecé. No enmarquemos el debate en
lo siguiente: no afectar el ánimo inversionista,
no afectar la creación de empleo y considerar
el tema social.
Si nos aferramos rigurosamente
a esos tres linderos, el debate se torna menos antagónico, menos difícil.
REVOLUCIÓN EDUCATIVA
La política educativa es la primera de las Siete
Herramientas de Equidad, si ustedes me pregunta a mi: ‘¿la
política social colombiana es una política
estructural llamada a producir efectos importantes en
la distribución del ingreso o es simplemente remedial
y de corto plazo?’. Yo les diría: gracias
a que el eje fundamental de esa política es la
educación, es una política estructural.
Nosotros hemos la definido en
5 elementos: cobertura, calidad, pertinencia, capacitación técnica
y el esfuerzo de ciencia y tecnología. El doctor
Luis Carlos está preguntando por calidad, entonces,
les voy a mencionar algunas de las medidas que creo,
van a producir muy buenos resultados.
Primero: después de muchos obstáculos,
con el valor civil que la caracteriza, la Ministra (de
Educación, Cecilia María Vélez)
introdujo los concursos de méritos para los profesores.
Ya se hizo el primero y se va a hacer la segunda convocatoria.
Vincular a los profesores por méritos y no por
recomendación política, es un gran paso
para la calidad de la educación.
Segundo: el año pasado empezamos a hacerle pruebas
a todos los egresados de profesiones, el año entrante
a todos los programas universitarios les mediremos su
calidad con exámenes a los egresados. Hemos venido
por tandas, un poquito el año pasado, otro poquito
más este año y el año entrante una
cobertura total.
Tercero: hemos divido la certificación de los
programas universitarios en dos: la certificación
ordinaria, muy exigente que tiene que tener cada programa,
hoy se queja mucha universidad de aquellas que la Ministra
llama ‘las universidades de garaje’ porque
ese requisito es muy exigente. Y también hay la
certificación de todos los programas de excelencia.
Para ir juntando calidad con
pertinencia, este año
empieza a funcionar el observatorio sobre la suerte laboral
de los egresados universitarios, para que papás
y muchachos sepan cómo esta conectada cada universidad
con las tendencias del mercado laboral en Colombia. Eso
también va a ayudar muchísimo para que
la calidad de la educación se sienta, derrame
sus beneficios, como tiene que ser, a la expansión
productiva de la nación.
Allí hay otro tema bien importante para la calidad,
que es el avance de la informática. Vamos a ver
a cuántas, de las 33 mil escuelas de Colombia,
somos capaces de llegarle en este gobierno con conectividad.
Ahí se está haciendo un gran esfuerzo.
La Ministra Martha de Hart (de
Comunicaciones) prácticamente,
ya ha logrado una meta, que es que toda el área
metropolitana de Bucaramanga tenga Internet inalámbrico,
lo que le va a ayudar inmensamente a la calidad de todo
el aparato educativo.
El tema Sena. El tema Sena es
importante no solamente por cantidad –que ha pasado de capacitar un millón
100 mil muchachos al año, a capacitar cerca de
4 millones este año, la meta es superar los 4
millones el año entrante-, sino que ha mejorado
la empleabilidad.
Las mediciones de empleabilidad
que hizo el doctor Mauricio Parfait –creo que las hizo para la ANDI-, hace
pocos años, mostraban una empleabilidad del 42
por ciento de los egresados del Sena. ¿Me había
dicho doctor Darío que hoy tiene 62?
Dario Montoya. Director
del Sena: 69 por ciento.
Presidente de la República: ha pasado del 42
por ciento al 69 por ciento, todavía necesita
un poquito más de palo, pero creo que eso va mejorando.
Hoy tenemos el Sena en todos
los municipios de Colombia. Programa tan importante
para los campesinos como Jóvenes
Rurales: 107 mil el año pasado. ¿Cuántos
este año?
Director del Sena: 120 mil.
Presidente de la República: Con el Gobernador
de Bolívar –aquí presente- hemos
ido a muchos de los municipios y hay muchos bachilleres
para los que, sin poder entrar a la universidad, sin
poder trabajar, a expensas de que los llame la guerrilla,
que los llamen los mal paramilitares o el narcotráfico,
este programa es prodigioso, es muy bueno.
Si ustedes me dijeran dos retos
inmediatos de la Revolución
Educativa, los siguientes: poner a funcionar el acuerdo
Sena – universidades. Yo entro en la idea de que
los colombianos puedan estudiar y trabajar toda la vida.
Un muchacho que entre al Sena
aquí en Bolívar,
lo primero que hagan sea enseñarle un oficio productivo
y después lo vayan escalando y que, gracias al
acuerdo con las universidades, ese muchacho a medida
que vaya trabajando, pueda ir completando en las universidades
acordadas con el Sena los créditos para obtener
su grado de educación superior.
El Sena ya tiene acuerdo con
más de 64 universidades.
Eso va a estimular mucho eso que usted reclama y va a
ayudar a que haya más técnicos, ingenieros,
personas en una producción o en la otra, que en
el ramo suyo y mío.
Y, la segunda parte que necesitamos
de la Revolución
Educativa: es que todos los niños de Bienestar
Familiar –cobertura que ha crecido mucho-, les
anticipemos la educación.
Bienestar Familiar ha pasado
en este gobierno de 6 millones 900 mil usuarios a 9
millones 900 mil usuarios. Y ahora
le vamos a agregar otro millón y medio de usuarios.
Entonces que todos los niñitos menores de 5 años
de los hogares comunitarios de Bienestar y del desayuno
reforzado de Bienestar, se les pueda anticipar educación.
Diría yo que ahí hay dos grandes retos
inmediatos de la Revolución Educativa.
INFRAESTRUCTURA
El documento que se entregó el pasado domingo, ‘Colombia
Visión de Segundo Centenario’, una visión
de la Patria a 7 de agosto de 2019, es muy importante.
Cuando Santiago Montenegro –que ha liderado la
elaboración de ese documento, nuestro Director
de Planeación-, lo presentó el pasado domingo,
en mis palabras, le dije a los compatriotas que lo deberíamos
tomar como el primer borrador, porque lo que queremos
es estimular una discusión democrática.
Esperamos que esa discusión empiece en este segundo
semestre y que en el primer semestre del año entrante
el Gobierno pueda producir la segunda edición
del documento, que se llame ‘Segundo Borrador’.
Y le pediría a todos los industriales de mi Patria
que nos ayuden con un estudio muy detallado del documento,
uno de cuyos capítulos es la agenda de infraestructura,
a ver cómo lo mejoramos y tenemos bien clara esa
visión de largo plazo.
El tema del mejoramiento de las
actuales vías,
por supuesto.
La doctora Alicia Naranjo, nuestra
ex directora de INVIAS, introdujo en este Gobierno
una modalidad que yo aplaudo:
que es no estar contratando mejoramiento año tras
año, sino que contratamos, por primera vez, mantenimiento
de corredores viales con vigencias de 5 y 7 años.
Ese es un buen paso.
Las necesidades son inmensas,
nosotros ahora estamos adjudicando 3.246 kilómetros de nuevos pavimentos,
en lo que se llama el Plan 2.500. Y todos los días
me visitan alcaldes en la Presidencia, no a dar las gracias
por lo que se les va a pavimentar sino a reclamar: ‘¿y
por qué me dejó esta por fuera y por qué me
dejó esta por fuera?’ Si no pregúntele
a mi buen amigo el Gobernador de Bolívar.
Estamos haciendo ahora el Puente
Barranca, el puente de la isla de Mompós –tan importante para
la depresión Momposina-, el puente sobre el Río
Cesar –para poder salir del Banco a Tamalameque
y a la carretera troncal que va de Santa Marta a Bogotá-.
Hemos adjudicado un contrato
para 98 kilómetros
de pavimento en La Mojana. El país hablaba de
La Mojana hace muchos años, creo que esta va a
ser la primera gran obra para esa colonización
de 400 mil hectáreas de lujo, donde se puede producir
la comida del mundo. Esa obra va a ser una de las grandes
conclusiones de este Gobierno a que despegue velozmente
el campo colombiano. Sin embargo, eso es nada frente
a lo que el país necesita.
Estamos en el tema de las dobles
calzadas. Por ejemplo, si nos situamos en la frontera
con Venezuela en Arauca,
el Pacífico, vemos lo siguiente: ya hemos avanzado
con otro tramo en el pavimento Tame – Aracua. Todavía
no hemos podido resolver todos los pleitos de la concesión
Bogotá – Los Llanos, esperamos que a final
de este Gobierno eso quede resuelto y que queden bastante
avanzados los estudios para que el país avance
ahí en la doble calzada.
Estamos invirtiendo $44 mil millones
del Gobierno Nacional en la salida Bogotá al
Llano.
Esta contratada y en plena ejecución la doble
calzada Bogotá – Girardot. Ya está para
abrirse la contratación del tramo Girardot – Ibagué.
En plena ejecución el Túnel de la Línea,
se está excavando lo que se llama el túnel
básico, estamos consiguiendo ahora la financiación
para completar la obra y que no haya solución
de continuidad en el proceso. El estudio de la vía
del Valle del Cauca a Buenaventura.
Podríamos mirar esos esfuerzos que se están
haciendo, pero esa infraestructura es bastante compleja.
Con el gremio que dirige el ex Ministro Juan Martín
Caicedo, en lo que usted reclama, tenemos un acuerdo
básico que es ir mejorando todas estas vías.
Una manera de mejorarlas es dobles calzadas y en contratación
de dobles calzadas el Gobierno está avanzando
bastante.
Acabamos de cerrar ya el contrato
para la doble calzada de Bogotá a Tunja y a Sogamoso. Nos quedan unos
45 kilómetros por fuera que vamos a ver cómo
lo contratamos como obra pública.
Estamos afanando para terminar
ese pleito de Commsa y poder definitivamente hacer
la salida de Bogotá al
Río Magdalena. Uno sobrevuela esas carreteras
que salen de Bogotá y se pregunta, salvo la del
Llano, cómo funciona una ciudad de 8 millones
de habitantes, esa conurbación, con esos hilitos
de carreteras. Entonces ahí tenemos un atraso,
por ese pleito, usted lo ha dicho, el Gobierno está empeñado
en resolver todos esos pleitos, a ver cómo vamos
avanzando en eso.
En el tema portuario se han dado
pasos importantes: por fin pudimos contratar las obras
de defensa al puerto
de Barranquilla por $55 mil millones. Están en
la primera etapa que es arrumando materiales.
Se hizo una primera excavación del canal de acceso
aquí a la Bahía de Cartagena y ahora se
está en el estudio para todo lo que son las obras
del Canal del Dique, por su impacto sobre la Bahía.
Estamos terminando en Buenaventura
lo que se llama la vía alterna – interna y esa vía va
a tener un costo final de $140 mil millones. Este año
debe quedar lo básico, ya en servicio, y el año
entrante hay que hacer unas obras complementarias.
Nos comprometimos a abrir, en
el último trimestre
de este año, la licitación para profundizar
el canal de acceso a Buenaventura, para unas sociedades
portuarias que desarrollen en la Bahía de Buenaventura,
Aguadulce y otro puerto. La Nación se ha comprometido
a ser socia en la Sociedad Portuaria para que, lo que
equivaldría a regalías, lo podamos invertir
y con eso apalancar recursos de crédito para las
vías de acceso.
Y ya hemos constituido la Sociedad
Promotora de Málaga,
que inicialmente puede funcionar sin carreteras, simplemente
como un puerto de distribución.
Acabamos de hacer un ejercicio
de todo el tema de infraestructura del país con algunos de los gremios, justamente
para esta discusión y toma mucho tiempo, la situación
es muy difícil.
A mi me dice el Ministro de Hacienda
y todo su equipo: ‘¿pero
por qué hay que mandarle dinero para vías
terciarias a los municipios si eso se descentralizó?’ Todos
los alcaldes reclaman que no tiene con qué administrar
las vías terciarias.
Ustedes tienen toda la razón
en los reclamos y este Gobierno, en lo siguiente, se
tiene que poner
las pilas en esa materia.
Muchas gracias.