CONSEJO COMUNAL DE GOBIERNO # 109
Temático – Turismo
Agosto 27 de 2005 (Cartagena de Indias – Bolívar)
Compatriotas:
Nos reunimos hoy en Cartagena para
mirar cómo va
el sector turístico, un sector en el cual la Patria
tiene inmensas posibilidades, un país tan bello,
tan diverso, tan bien ubicado, con un privilegio en su
localización geográfica, sobre todo con una
ciudadanía cálida, el pueblo colombiano que
tiene esa espontaneidad a pesar de lo que ha sufrido.
Cuando uno analiza al pueblo colombiano
se pregunta: ‘bueno,
pero, nuestros compatriotas, cómo han sufrido, deberían
estar resentidos, amargados’, sin embargo todos los
días son más espontáneos, más
amables, más calidos.
Un conjunto de condiciones humanas,
de la naturaleza, que hacen de Colombia un país
privilegiado para el turismo.
Yo no la llamo la industria de
las chimeneas sin chimeneas, sino la industria de la
alegría. Todo el que está vinculado
al turismo está alegre por una u otra razón,
con una gran capacidad de generar empleo,
Cuando uno ve activado el turismo nacional ve contentos
a los que tienen las bombas de gasolina en las carreteras,
los montaderos de llantas, menos intranquilas a las agencias
de viajes, contentos a los de los restaurantes y las carreteras.
Alguna vez llegué con el señor Almirante
Barrera (Guillermo Hurtado, jefe de Operaciones Navales)
a San Jacinto —cuando ya llevábamos algunos
meses de la política de Seguridad Democrática-
y los compatriotas de San Jacinto, un pueblo con tantas
falencias, me saludaron con una enorme queridura y me dijeron
que gracias, que les habíamos recuperado el almacén.
Y les dije: ‘¿qué es eso, no les entiendo?’.
Me dijeron: ‘si, como nosotros vendíamos artesanías
aquí en la carretera y nadie había vuelto
a pasar, con la recuperación del tráfico
hemos recuperado el almacén’.
Me cuenta el General Ospina (Carlos
Alberto, comandante de las Fuerzas Militares) que cuando
estábamos en
el principio de la recuperación de la carretera
del Espinal a Neiva, se bajó allí a saludar
los soldados y entró a un toldito y se le arrimó una
señora llorando, a darle las gracias al Ejército
porque había podido recuperar sus ventas en la carretera.
Como vamos a ver hoy, hay una muy
buena recuperación
del turismo nacional, pero tenemos mucho más que
hacer. El país había visto cifras de 550
mil visitantes extranjeros al año, este año
estamos procurando que sean un millón y nos proponemos
que sean dos millones el año entrante.
Creo que los esfuerzos del fisco
nacional, que nos aprobó el
Congreso de la República, se justifican con creces,
con estos estímulos tributarios para los nuevos
hoteles, para los mejoramientos de los antiguos hoteles,
para las empresas de turismo ecológico, para hacer
complementos tan importantes para la atracción turística
como son estos centros de convenciones, etcétera.
-Nos debería acompañar el Ministro Botero
(Jorge Humberto), el tema del turismo está adscrito
a ese Ministerio (Comercio, Industria y Turismo) pero hace
dos días murió en Medellín su señora
madre, doña Nelly Angulo de Botero. Ayer acompañamos
al Ministro Botero en las exequias de doña Nelly.
Desde aquí saludamos al Ministro, a su familia,
a sus hermanos, a sus hijos, a sus sobrinos, con todo cariño
y le expresamos toda la solidaridad a todos ellos por este
momento triste por el fallecimiento de doña Nelly.
Por eso no nos acompaña el Ministro Botero-.
Permítanme distraer unos
minuticos del turismo para referirme a tres temitas de
importancia nacional.
Primero, el paso ayer con Colombia
Telecomunicaciones. Es un paso muy importante para el
país, es una muestra
de confianza en el país, una muestra de confianza
en el presente y en el futuro de Colombia.
Segundo, porque es un paso para
salvar ese patrimonio de los colombianos que es la nueva
Telecom. Con la carga
del pasivo pensional, con esa agresiva competencia de las
comunicaciones inalámbricas, de la fibra óptica,
de la banda ancha, de esas cuantiosísimas inversiones
que hay que hacer en el sector de las comunicaciones, con
esa obsolescencia tan rápida de las nuevas tecnologías,
con la necesidad de estar desarrollando tecnologías
a cada momento, con la necesidad de estar conectados en
los mercados mundiales.
Nosotros solos, así tuviéramos el dinero
no salvaríamos a Telecom. Creo que el paso que se
ha dado es muy bueno y como lo ha hecho este Gobierno,
con toda transparencia.
Por eso, ayer mismo empezó ese periodo en el cual
se publica detalladamente el preacuerdo. Se ha consultado
con los organismos de control, se les ha dado toda la información
que han pedido y eso está hoy en Internet a disposición
de todos los colombianos y a disposición de que
quienes quieran igualar o mejorar esa oferta, porque ese
es un paso muy importante para la Patria, que hay que hacerlo
con toda la transparencia.
Creo que es un buen paso para los
jubilados de Telecom en Liquidación porque se asegura el pago a sus pensiones.
Este año pueden costar las pensiones de Telecom
en Liquidación —óigase bien- 402 mil
millones de pesos. Si no hubiéramos hecho la reforma
hace más de dos años, no habría con
qué pagarlas, sería necesario ir al Ministerio
de Hacienda a pedir ese cheque para girarle a Telecom en
Liquidación con destino a los pensionados.
Se ha despejado el camino, pero
la reforma que hicimos hace dos años no es suficiente.
Si no damos este otro paso, ese patrimonio se nos desaparece.
Miren lo que ha ocurrido: en el último año,
Colombia pasó de tener 7 millones de aparatos celulares
a tener 15 millones. Simultáneamente, la telefonía
fija cayó en un 10 por ciento y este año,
Colombia puede llegar a tener 22 millones de aparatos celulares.
O sea, un aparato por cada dos
habitantes y además,
empezamos a tener un promedio por ciudadano muy alto en
número de minutos mes. Ayer me decía que
está en 135 minutos mes, el consumo de los colombianos.
Ese es un promedio que empieza a ser muy grande.
Y nosotros no podemos dejar que ese patrimonio de los
colombianos, que es Colombia Telecomunicaciones, se marchite
por no incorporarlo a las corrientes que lo modernicen.
Entonces, lo salvamos para los
pensionados, lo salvamos para la Patria y garantizamos
que Colombia Telecomunicaciones,
como patrimonio de los colombianos, con un aliado estratégico,
esté al frente, ofreciéndole a los colombianos
servicios de última generación, servicios
de la más avanzada tecnología.
A mi me entusiasma mucho pensar
que todas las escuelas públicas del país rápidamente puedan
estar conectadas. Me entusiasma mucho pensar en todos los
desarrollos que podamos hacer para el sector de la salud.
Me entusiasma mucho pensar en los nuevos desarrollos de
banda ancha, de fibra óptica.
Vemos eso, pues, con entusiasmo. Es muy importante que
los colombianos entren y miren en detalle este preacuerdo
que se ha hecho.
Además, estamos trabajando para que con el liderazgo
de sus alcaldes, todas las telefónicas del país
den los pasos estratégicos necesarios para no rezagarse.
La ETB de Bogotá, EPM de Medellín. Nosotros
tenemos un particular compromiso con Emcali porque todavía
está intervenida por el Gobierno Nacional.
Ayer, en la reunión con Carlos Slim, le decía:
bueno, nosotros necesitamos hacer una alianza estratégica
para salvar a Emcali, el Gobierno Nacional tiene un compromiso
con Emcali igualito al que tenemos con Colombia Telecomunicaciones.
Yo no le voy a que mal a los caleños ni les voy
a dejar esta empresa rezagada, hay que sacárselas
adelante.
Entonces en Emcali, con el apoyo
del alcalde, sus autoridades, le toca al Gobierno Nacional
un liderazgo muy determinante
por las circunstancias de que el Gobierno Nacional hoy
es el responsable directo de Emcali. Y confiamos que el
liderazgo, el salto, la inteligencia, de los alcaldes de
las otras ciudades —empezando por Bogotá,
Medellín- lleguen a buen puerto con sus empresas
de telecomunicaciones.
Ayer di, solamente una declaración, después
de hablar mucho rato con don Carlos Slim, el de México.
Ese preacuerdo... los viejos le decía a uno —y
lo repetían mucho en mi tierra y creo que en las
Sabanas de Bolívar también-: el negocio más
que por el negocio, es bueno o malo dependiendo de con
quién se hace, hay que ponerle todo el cuidado a
la persona con quien se hace ese negocio. Don Carlos Slim
es un hombre muy buena persona, creo que sería un
muy buen socio para los colombianos.
Estos procesos hay que hablarlos
de cara al pueblo, mostrarle al pueblo estos procesos
en sus detalles y hablar entre
nosotros, los colombianos, tranquilamente. Me parece que
esas alianzas estratégicas para salvar los patrimonios
públicos, es muy importante hacerlas con gente buena,
con gente líder en las comunicaciones, con el capital,
con el conocimiento, con el recurso administrativo, con
el mercado, pero buena gente. Con mala gente, uno termina
en pleitos, termina en demandas, termina en líos,
termina —en el país- espantado. Con buena
gente, salimos adelante.
DERECHOS HUMANOS
El señor Vicepresidente de la República
(Francisco Santos), entre las tareas que ha tenido y ha
cumplido con la mayor diligencia, cito el tema de derechos
humanos y el tema de la lucha anticorrupción.
Estamos adportas de unas certificaciones
muy importantes en los Estados Unidos, que las requerimos
en Europa, sobre
el tema de derechos humanos y por eso quiero desviarme
en este segundo punto —también del turismo-
para hacer unos comentarios.
La política de Seguridad Democrática ha
sido fundamental para la reactivación del turismo.
Vamos ganando, pero no hemos ganado. La culebra esta viva.
Esto hay que seguir y ajustar.
Pero la política de Seguridad Democrática
no depende solamente del Gobierno, de la Fuerza Pública,
sino de la ciudadanía.
Y en la ciudadanía depende de dos factores: primero
que la ciudadanía crea en esa política y
segundo, de que la acompañe.
Para que la ciudadanía crea en esa política,
la política de Seguridad Democrática tiene
ser efectiva y transparente, así no logre todos
resultados de la noche a la mañana. Y para que la
política sea efectiva y transparente, necesita del
acompañamiento ciudadano.
Mi cantaleta en estos días ha sido…, porque
me llaman del Catatumbo, me llaman de Antioquia, me llaman
del Valle del Cauca, me llaman de unas poblaciones de Nariño: ‘Presidente,
qué vamos a hacer ahora, no tenemos suficiente Policía,
no suficiente Ejército, con esta desmovilización
de paramilitares’. Y respondo con un mensajito —que
parece que estuviera grabado, pudiera responder una grabadora
por mi-: el único camino que tiene Colombia es recuperar
la seguridad institucional.
El país no puede seguir sometido a guerrillas ni
buscar defenderse a través de paramilitares. Lo único
que une a la Nación, es el camino institucional.
Pero para que ese camino institucional
funcione necesitamos la cooperación ciudadana. Esta geografía
extensa, variada, difícil, solamente con Fuerza
Pública, no podemos. Así tuviéramos
el presupuesto para tener un soldado o un policía
para cada ciudadano, es imposible. Entonces se necesita
una gran cooperación ciudadana.
Pero, todo eso depende de que la
política sea eficaz
y transparente para tener la credibilidad ciudadana y que
cada ciudadano sea un cooperante con la Fuerza Pública.
Por eso, los casos de derechos humanos, es muy importante
tratarlos permanentemente.
La verdad es que el Ejército de Colombia, su Policía
le van a poder decir al mundo: ‘superamos un problema
terrorista pero, nuestros gobiernos no suprimieron las
libertades públicas, al contrario, se profundizaron
las garantías democráticas’. ‘Superamos
un problema terrorista sin violar los derechos humanos,
al contrario, todos los días tuvimos mayor compromiso
con los derechos humanos’.
Eso permite mirar a los ciudadanos
a los ojos. Eso permite enfrentar en el extranjero, con
tranquilidad del alma,
de la conciencia, la crítica.
Cuando nos critican la ley de Justicia
y Paz, son críticas
comprensibles —estos son caminos que se están
abriendo-, uno puede enfrentar esa crítica tranquilamente
no tanto porque los textos sean los más correctos —seguramente
en esos textos hay defectos, estos temas son muy difíciles-, ¿sabe
porque se puede enfrentar esa crítica tranquilamente?:
porque todo se ha hecho de buena fe, con las cartas sobre
la mesa, nada escondido, sin malicia ni trampas. Eso es
muy importante para el diálogo con la comunidad
colombiana y para el diálogo con la comunidad internacional.
Una política de Seguridad Democrática con
toda la determinación para acabar con esos bandidos,
pero con todo el compromiso en materia de derechos humanos
y en materia de garantías democráticas, da
credibilidad, da confianza.
He dicho: la Policía y el Ejército no son
la Policía y el Ejército de Uribe ni del
gobernante de turno, sino de Constitución, para
proteger a todos los colombianos, independientemente de
que ellos les guste el Gobierno o sean opositores al Gobierno,
independientemente de que sean campesinos, ciudadanos urbanos,
que sean líderes gremiales, líderes sindicales.
Y eso une la Nación.
Entonces hablaba ayer con el General
Fiscal de la Nación
(Mario Iguarán) y le decía: Fiscal, yo me
voy a referir públicamente a estos casos, con el
mayor respeto por la independencia de la Justicia en Colombia,
pero son unos casos que tenemos que resolver rápidamente.
Entonces, le voy a pedir desde
Cartagena, hoy, a la Justicia de la Patria, a la Fiscalía,
a los jueces, a los magistrados, que nos ayuden a resolver
estos casos porque
le tenemos que dar cuenta a los colombianos y le tenemos
que dar cuenta a la comunidad internacional.
Que nos ayuden a resolver el caso
de Mapiripán
(Meta), el país necesita decisiones finales sobre
eso, suficientemente bien soportadas, que sean inobjetables.
Que nos ayuden a resolver el caso de Santo Domingo (Arauca).
Esos son dos casos muy viejos y
lo único que yo
le puedo decir a la comunidad internacional, que le puede
decir el Vicepresidente, la señora Canciller (Carolina
Barco), es que la justicia en Colombia es independiente.
Pero miran al Estado en su conjunto, como un ente de instituciones,
todas conectadas.
Entonces, con unos casos tan viejos
sin decisiones finales, queda muy difícil la interlocución
con la comunidad internacional.
El caso de Arauca (Arauca) —es no es viejo, ese
ya sucedió en este Gobierno-, hace año y
medio. Ahí hay que avanzar más rápidamente.
Si bien hay unos integrantes de la Fuerza Pública
detenidos, nos están pidiendo que se avance más
rápidamente en las etapas procesales, que se avance
más rápidamente para llegar a las decisiones
finales.
El caso de Cajamarca (Tolima),
que fue al final de la Semana Santa del año pasado. Un país feliz
con su Semana Santa, con una gran recuperación del
turismo en las carreteras y tuvimos ese hecho luctuoso
en esa carretera que sube de Cajamarca al Cañón
de Anaime. Nosotros no podemos seguir diciendo, simplemente
que eso está en investigación. Eso hay que
clarificarlo.
Lo de San José de Apartadó. Que ahí tenemos
un problema: los que acusan al Ejército dicen que
tienen los testigos y cada que la Fiscalía ha ido
a escuchar a los testigos, los testigos no aparecen y los
acusadores dicen que los van a presentar ante la comunidad
internacional y tampoco los presentan.
Miren, la decisión nuestra es: si en la Fuerza
Pública hay un error, hay que reconocerlo y hay
que someter ese error al juicio de la justicia. Pero si
el error no lo cometió la Fuerza Pública,
tampoco se le pueden hacer esas imputaciones falsas.
Entonces, los que tienen que hacer
alguna imputación
contra la Fuerza Pública, que colaboren con nuestra
justicia que es respetable. Que no hagan imputaciones contra
la Fuerza Pública y enseguida nieguen la comparecencia
de los testigos. Por favor, que le ayuden a la justicia
a que esto de San José de Apartadó se esclarezca,
porque es bien difícil en esta situación.
Quería referirme a esos casos, el interés
del Gobierno es que haya total transparencia en Derechos
Humanos y nuestro Ejército y nuestra Policía
hacen esfuerzos diarios para que mejore el tema de derechos
humanos en Colombia. Es bien importante.
Agregaría a eso lo siguiente, la decisión
nuestra ha sido: cuando haya un error de parte de Ejército
y Policía, hay que salir a reconocerlo cuanto antes.
Un error involuntario o de pronto
un hecho doloso cometido por algún integrante aisladamente, hay que reconocerlo
rapidito, no esperar que tenga que llegar el periodismo
investigativo con ganzúa, a esclarecer la verdad,
sino que nosotros salgamos y lo digamos, con incurable
buena fe.
¡Que salgamos y lo reconozcamos! Cuando lo hemos
hecho nos ha ido bien. Cuando hemos encontrado versiones
de una Fuerza, de la otra y no hemos podido salir a decir: ‘mire,
aquí ocurrió esto’, como en Guaitarilla
(Nariño) nos ha ido mal.
La decisión de nosotros, en el Gobierno, en la
Fuerza Pública, es: reconocer la verdad. Pero en
los casos en los cuales no hay posibilidad de que esa verdad
se esclarezca desde un principio, que el Gobierno no tiene
la certeza para poder decir ‘lo que ocurrió fue
esto’, necesitamos la cooperación de la justicia
para tomar unas decisiones dentro del tiempo prudencial.
Ni decisiones bruscas, imprudentes
ni aplazamiento indefinido de decisiones. Esos esquemas
le hacen mucho daño
a la Justicia colombiana y a nuestro Estado de Derecho.
ELECCIONES EN CARTAGENA
Nos reunimos hoy en Cartagena,
para examinar este tema del turismo, cuando están
programadas unas elecciones en la ciudad.
La recuperación de la confianza en el país,
a mi juicio, depende de la Seguridad Democrática,
de la transparencia, de que mantengamos un ritmo importante
de recuperación económica y social de la
Nación, si no, no construimos confianza.
La transparencia es muy importante
para construir confianza. Por ejemplo, con la Fuerza
Pública nos tenemos que
preparar para que las elecciones del año entrante
no tengan interferencia paramilitar ni guerrillera.
Cuando los procesos electorales
son interferidos por grupos al margen de la ley, esos
procesos electorales pierden
la confianza. No sé que es más grave: la
falta de transparencia en un organismo electoral o la interferencia
por parte de grupos al margen de la ley. Eso afecta mucho
la confianza democrática.
En los últimos meses llevamos más de 200
elecciones y el Gobierno ha hecho todo el esfuerzo para
cuidar a todos los candidatos, independientemente de sus
orientaciones, todos han tenido garantías. Domingo,
tras domingo, que dos elecciones municipales, que una elección
municipal, que la elección del Gobernador de San
Andrés, que una cosa, la otra, más de 200
en los últimos meses.
Y se ha hecho un enorme esfuerzo
para que el país
sienta que sus garantías democráticas son
reales, son efectivas, que no son garantías de discursos,
que no son garantías retóricas.
Ahora nos tiene que dar un ejemplo
Cartagena en este proceso electoral. Con el cariño que le tengo a esta ciudad,
el Alcalde me confirió la orden de Hijo Adoptivo
de Cartagena, yo siento un gran compromiso con todos ustedes,
pero quiero decirles esto: demos ejemplo en este proceso
electoral, con transparencia en la financiación,
transparencia en los compromisos, transparencia en la relación
con los electores.
Transparencia en la financiación. La ley de Garantías
Electorales —que acaba de aprobar el Congreso y que
está hoy sin sancionar esperando que, como es ley
estatutaria, haya la revisión de la Honorable Corte
Constitucional-, dio un espacio muy importante.
Por ejemplo, no eliminó la financiación
del sector privado en la elección presidencial,
pero la redujo al 25 por ciento. Ese es un paso bien importante.
Y la elección presidencial tiene que dar ejemplo
en materia de austeridad, en materia de transparencia,
con ese componente de financiación del sector privado.
Es muy importante la transparencia
en la financiación
en este proceso electoral de Cartagena, porque todo el
mundo va a estar a la expectativa.
Entonces, yo le contaba a José Gabriel, con entusiasmo:
se está haciendo lo de la Ciénaga de la Virgen —eso
va a empezar a reivindicar esa zona definida-, ya se abrieron
los pliegos para empezar el sistema de transporte masivo
en Cartagena (Transcaribe).
El domingo, cuando clausuramos
los Juegos Bolivarianos en Armenia —que esos eventos sí que son importantes
para el turismo, ese turismo especializado deportivo- y
para tener embajadores del Gobierno en el extranjero, decía:
cumplimos bien el compromiso de los Juegos Nacional —hicimos
todas las obras en Bogotá, Cundinamarca en Soacha,
Fusagasuga, Girardot-, hicimos todas la obras en el Eje
Cafetero, ahora vamos a hacer todas las de Cartagena, para
que los Juegos Centroamericanos de julio de 2006 sean un éxito
en Cartagena y le quede esa infraestructura deportiva a
la comunidad. Eso se está haciendo aquí.
Anoche me recibía el Gobernador (de Bolívar)
y me decía: me fue muy bien en la reunión
de la EDECADE, me confirmó lo que me había
dicho la ministra de la Cultura (María Consuelo
Araujo) y Daniel García, el director de Coldeportes
y a pesar de que arrancamos la piscina, lo que se llama
la infraestructura deportiva acuática, tarde, el
ritmo de construcción va bien y ya vamos ajustados
al programa.
Este año se están haciendo en Cartagena
más de 2 mil casitas de vivienda social. Eso es
bien importante.
Estamos ya, en todo ese proceso
para poder hacer la refinería
de Ecopetrol. Una inversión costosísima,
pero necesaria, que parecía imposible dadas las
limitaciones fiscales del Gobierno Nacional, pero con ese
gran entusiasmo internacional por invertir en Colombia,
eso se está abriendo paso.
Empezamos a pagar en la ciudad
Familias en Acción.
El Día de la Madre estuve en la mañana en
Cartagena y al medio día en Quibdó, acompañando
el primer pago a Familias en Acción.
Unas ciudades tan pobres, ya tenemos
600 municipios colombianos con Familias en Acción y en municipios de más
de 100 mil habitantes hemos hecho a penas tres excepciones,
porque Familias en Acción está para los de
menos de 100 mil habitantes. Hemos hecho tres excepciones,
una en Cartagena, otra en Quibdó y otra en Soacha.
El país va a llegar este año a 500 mil Familias
en Acción pero tiene que prepararse para llegarle
a un millón. Más que oír la gratitud
de las Familias en Acción, es el reclamo de la que
todavía no han podido entrar al programa.
En fin, falta mucho, se están haciendo esfuerzos
por Cartagena. La verdad es que se hace un esfuerzo, pero
es más lo que falta. Yo le decía al Ministro
de Minas (Luis Ernesto Mejía): en algunas partes
de la Costa Caribe ha mejorado el tema de energía
pero estuve en Mompós y todavía es un desastre.
Esta semana me decían: ‘necesitamos 90 mil
millones porque eso está en la cola de los circuitos,
con todas las dificultades.
Entonces, no estamos en el paraíso,
pero hay unas tendencias positivas y esas tendencias
hay que hablarlas
con hechos. Por eso es muy importante la transparencia
en este proceso electoral de Cartagena.
Estos procesos tienen que servir
para hacer educación
política. La verdad es que, yo le oigo a decir a
algunos compañeros: es que es muy difícil
en algunas partes del país hacer política
de opinión. La política de opinión
no es una política para los ricos, donde más
se necesita política de opinión es en los
sectores populares. Y eso necesita un magisterio, un ejemplo
de parte de los actores de la política, no se consigue
fácilmente, hay que insistir. Hay muchas maneras
de que se vinculen por convicción todos los sectores
populares a la actividad democrática.
Hay que hacer política de opinión.
Cartagena, que ha dado ejemplo en tantos momentos de
la historia de
Colombia nos tiene que dar en eso, ejemplo.
La relación con los electores tiene que ser una
relación transparente, totalmente transparente.
Una relación de persuasión, es fundamental
eso.
La relación con los financiadores no puede ser
una relación de compromisos para reciprocar con
contratos oficiales, porque entonces se pierde toda la
confianza de la ciudadanía.
Por eso, en esta víspera de elecciones en Cartagena,
yo, con todo el respeto y con todo el afecto, quiero decirle
a mis compatriotas de Cartagena: ¡qué bueno,
qué bueno que este proceso electoral sea un ejemplo
para toda Colombia! ¡Qué bueno, eso sería
magnífico!
Muchas gracias.