IMPOSICIÓN DE LA CONDECORACIÓN
ORDEN DE SAN CARLOS EN EL GRADO DE CABALLERO, AL PADRE
JOAN CAÑELLAS I BARCELO
Agosto 17 de 2005 (Bogotá – Cundinamarca)
Compatriotas:
El Servicio Solidario y Misionero
de los padres capuchinos de Cataluña y Baleares, es la materialización
de uno de los mandatos más admirables del cristianismo: “amar
al prójimo como a nosotros mismos por amor a Dios”.
En reconocimiento a su trascendental
tarea de caridad y solidaridad con los pobres de Colombia,
el Gobierno Nacional
otorga a usted, reverendo Padre Joan, la Orden de San Carlos
en el Grado de Caballero. Es un acto que nos enaltece como
colombianos, porque permite manifestar nuestro respeto
y admiración a la inmensa obra misionera y a su
director.
Usted, reverendo Padre, es un nacional
colombiano en el mejor sentido de la palabra: ama a los
pobres y olvidados
de nuestra nación, conoce sus regiones más
apartadas y en ellas, acompañado del Servicio Solidario,
se ha entregado a la educación y a la salud de los
más vulnerables.
Usted, es solidario con la Colombia
Profunda, esa que con su esfuerzo, unido al de otros
millones de colombianos
de buena voluntad, está saliendo de la postración,
del abandono y de la humillación que produce la
miseria.
Algunos colombianos, alegando la
defensa de la sociedad, han derramado sangre, destruido
escuelas, martirizado campesinos,
dividido familias y empobrecido más a los pobres.
Intentando destruir al Estado legítimo, han oprimido
a la sociedad. Usted, y la Misión, en cambio, sí que
están alzados contra la miseria, contra el abandono,
contra la ignorancia. Usted y la obra, son un ejemplo de
lucha por la trasformación de la sociedad, por la
equidad y por la paz.
Colombia agradece al Servicio Solidario
y Misionero, las tareas adelantadas en San Andrés: capacitación
a madres cabeza de familia en diversos oficios, entrega
de mercados mensuales a hogares de adultos mayores, creación
del programa de estudios universitarios para jóvenes
de San Andrés y Providencia, que hoy cuenta con
tres residencias estudiantiles en Bogotá, donde
además de ayudar con la matrícula y manutención,
brindan formación moral.
La Fundación ha expandido su acción a centros
nutricionales, dos en Alcalá (Valle del Cauca),
uno en construcción en Florencia y el que está en
proceso en Cartago. Pero su obra, no se limita a Colombia. ¿Cómo
no exaltar el hospital para enfermos de VIH, que funciona
en Costa Rica, gracias a su labor; o el trabajo en África?
La obra de la Misión no utiliza palabrería
vana, sino acción y realidades. La palabra social
es, para la Misión solidaridad, trabajo filantrópico
que adiestra a los alumnos para ejercer el oficio que los
realizará en la vida. Para la Misión, la
palabra paz es el rescate de la soberanía con hechos;
es impartir una educación que no trasplante conocimientos
inútiles, sino que los cree desde abajo para que
las comunidades puedan vivir mejor.
El Servicio Solidario y Misionero
de los padres Capuchinos de Cataluña y Baleares, y su director general, el
padre Joan Cañellas I Barceló, testimonian
la fecunda producción de bienestar colectivo que
pueden aportar los particulares cuando hay transparencia
y desprendimiento. La actividad del sector público,
la actividad altruista del sector privado español
es complemento necesario y alternativa indispensable a
los esfuerzos gubernamentales.
Muchas gracias por todo lo que
hace en bien de Colombia. Que la Providencia nos permita
que los colombianos lo sigamos
teniendo a usted que tantos beneficios ha traído
para esta Patria.
Siento mucho orgullo al imponerle en nombre de todos los
compatriotas la orden de San Carlos.
Muchas gracias.
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