FORO: EL FUTURO DE LA INFRAESTRUCTURA EN
COLOMBIA
Agosto 17 de 2005 (Bogotá – Cundinamarca)
Compatriotas:
Quiero felicitar a la Cámara Colombiana de Infraestructura
por esta convocatoria, que la apreciamos muchísimo.
Y quiero felicitar Fedesarrollo por este gran esfuerzo, del
estudio que nos están entregando los doctores Mauricio
Cárdenas, Alejandro Gaviria y Marcela Meléndez.
Permítanme hacer unos comentarios
muy respetuosos sobre algunos de los puntos que ellos propusieron.
El tema de la participación privada, la discontinuidad. ¡De
ninguna manera! El propósito del Gobierno Nacional
es construir confianza para acrecentar la participación
privada. Al contrario, justamente para superar esa discontinuidad
nos hemos dado a la tarea de superar los litigios con todas
estas concesiones, casi todas en litigios. Con la participación
de los particulares en el área de telecomunicaciones
en litigio, allí no hay confianza para que haya continuidad
en la inversión privada.
Quiero dejar, pues, muy claramente
ante este importante foro, ante ustedes compatriotas, la
voluntad del Gobierno
Nacional de crear condiciones para robustecer la participación
privada. En eso tengo una respetuosa diferencia del estudio,
en la parte que ha presentado la Doctora Marcela.
El tema de la modificación de contratos ya firmados
y citan la doble calzada Briceño – Tunja – Boyacá.
Voy a hablar en términos políticos: asistía
yo a Boyacá, como candidato a la Presidencia y encontraba
un gran incendio popular y comunitario por las características
del contrato que se había firmado. Y ese incendio
estaba avalado por conceptos muy importantes de los ingenieros
y yo acepté, hice un compromiso público allí,
que se modificaría ese contrato hacía la doble
calzada.
Creo que la recuperación de tráfico hacía
la vía, la recuperación del turismo hacía
Boyacá, el nuevo contrato para pavimentar lo que falta
en la vía Sogamoso – Yopal, la reactivación
del tráfico por esa carretera, todo lo que empieza
a ocurrir en materia de reactivación económica
en el Casanare –que tendrá allí una de
las salidas más importantes- justifica plenamente
esa doble calzada.
Yo no creo, que por contratos de
esta naturaleza –que
además se han hecho en un proceso de concertación
con el Parlamento, en un proceso de concertación con
las comunidades, con el sector privado, en un proceso de
concertación con alcaldes, con gobernadores-, se pueda
decir que hay una tendencia dañina de variación
de condiciones, de modificación de contratos. Acabamos,
después de una tarea de tres años, de modificar
el contrato con los concesionarios para que definitivamente,
en el tramo que a ellos corresponde, agotando todo el espacio
legal y presupuestal del contrato, se haga doble calzada.
Y nos quedan faltando unos 47 kilómetros, ¿Ministro?
Andrés Uriel Gallego. Ministro de Transporte: son
los 47 kilómetros que corresponden a la variante de
Tunja…
Presidente de la República: …que lo vamos a
hacer en obra pública, en doble calzada también.
El Conpes portuario. No es para renegociar concesiones,
es para extenderlas.
A manera de ejemplo, nosotros acabamos
de adjudicar en Barraquilla una obra que era un viejo anhelo:
las obras de defensa del
Puerto, que tienen que construirse en la margen derecha del
río. El río ha venido presentando allí un
desplazamiento hacía la margen derecha, con el riesgo
de que se vaya afectando el calado en el Puerto. Acabamos
de adjudicar ese contrato que vale aproximadamente 56 mil
millones de pesos.
Ahí, veo que hay un motivo de mucha tranquilidad
en Barranquilla gracias a que se puedo avanzar en esa obra.
Esperamos que rápidamente los contratistas empiecen
acopio de material, etcétera. Pero quedan faltando
unas obras muy importantes y uno de los caminos es extender
la concesión y que en contraprestación a esa
extensión, los propios concesionarios hagan parte
de esas obras. Esa es una de las razones filosóficas
del Conpes al cual ustedes se refieren.
Entonces, les rogaría entender ese Conpes y si nosotros
nos equivocamos en el texto de ese Conpes, estamos dispuestos
a corregirlo, le pediría a Planeación Nacional
que lo hagamos, no como un Conpes para crear incertidumbre,
para darle una señal dañina a los concesionarios
de puertos de que los vamos a llamar a renegociar, sino un
Conpes que busca una extensión de esas concesiones
para poder, vía acuerdos con los concesionarios, hacer
unas obras que consideramos lo mejor es permitir que ellos
las hagan como parte de sus contraprestaciones.
Estoy de acuerdo en lo que plantea el doctor Alejandro Gaviria
cuando mezcla dos temas. Cuando mezcla un tema de fuentes
de recursos y un tema para eludir techos fiscales.
Dice, que aquellas empresas estatales
que se manejen con criterio comercial, sus inversiones
deben ser excluidas para
medir sus techos fiscales. Nosotros estamos de acuerdo con
eso, creo que con la reforma que viene ahora en Isagen, lo
vamos a lograr en Isagen como lo logró el país
en ISA. Ustedes saben que teníamos un problema gravísimo
en Isagen, Empresas Públicas de Medellín (EPM)
tenía demandada a Isagen por todo lo que es la regulación
del río Nare, aguas arriba a las represas de Isagen.
Y a su vez teníamos los reclamos del tren metropolitano.
Entonces, en el acuerdo sobre la
refinanciación de
la deuda de Medellín y Antioquia, relacionada con
el tren metropolitano, como contraprestación a Antioquia
y a la ciudad de Medellín se le pidió que desistieran
de esa reclamación de Empresa Públicas de Medellín
a Isagen y se desistió. Creo que ese es un punto muy
importante de ese acuerdo –en ese acuerdo finalmente
todo el mundo ganó-. Y eso despeja muchísimo
el camino de Isagen.
Ahora, viene la segunda parte, despejado
ese camino de Isagen, que es entrar a democratizar parte
del capital de Isagen.
Un esquema parecido al de ISA, en eso está el Ministro
de Minas y eso nos va a permitir tener, para Isagen, excluirla
de la medición para los topes fiscales de la Nación.
No lo veo posible en Ecopetrol hoy por hoy ni lo veo posible
en lo que alcanza a avizorar este Gobierno.
Nosotros, para poder hacer la reforma
de Ecopetrol –que
implicó un conflicto laboral de dos años y
medio-, le dijimos muy claramente al país que estábamos
buscando la sostenibilidad de la empresa no su privatización.
Ese es un tema político de gran importancia. El país
tiene que recordar que nunca se había renegociado
la convención de Ecopetrol, nunca se habían
desmontado los privilegios que allí se desmontaron.
En algún Gobierno anterior se denunció la convención
de Ecopetrol y eso terminó en que el Gobierno retiró la
denuncia y también retiró al entonces gerente
de Ecopetrol.
Este Gobierno, para poder llevar
a cabo eso, que consideramos bien importante en el mediano
y largo plazo, que fue haber
renegociado esa convención o haberla sustituido por
un laudo arbitral que hoy está en firme, le prometió,
claramente a los ciudadanos, que Ecopetrol no se privatizaría,
que en Ecopetrol buscaríamos la sostenibilidad.
Otros escenarios para Ecopetrol tendrán que buscarlos
en el futuro, nosotros creemos que ese fue un paso muy importante
y que el compromiso que hizo el Gobierno facilitó poder
llevar a buen término ese propósito de sustituir
la convención por un laudo que haga más manejable
la empresa y que, al menos con los nuevos trabajadores, haga
más razonable el tema de normas laborales y el tema
de normas pensionales.
Vamos a ver cuáles empresas pueden ir ganando esa
exclusión, por ejemplo en el área de educación,
estamos buscando una reforma que ya se tramita en el Congreso
para hacerlo con el Icetex.
Ustedes plantean lo del Fondo Nacional
de Regalías.
En principio no me opongo, entre otras cosas lo que hemos
venido haciendo en el Fondo Nacional de Regalías es
acumulando y eso está en TES de la Nación.
Creo que el problema más que de fuente de recursos,
es un problema de techos fiscales. Hoy, las circunstancias
no se oponen a que de fuentes distintas al Fondo de Regalías
podamos conseguir nosotros 500 mil millones al año
para fortalecer la inversión en infraestructura. Creo
que el problema es de techos fiscales.
Entonces, si podemos ir resolviendo
el problema de techos fiscales, a hacer esa destinación específica
del Fondo de Regalías, amarrada al Plan Decenal de
infraestructura o a lo que llamamos ‘Visión
de Colombia 2019, capítulo de infraestructura’,
a mi me parecería bien. Pero quiero llamar la atención
en el sentido de que, más delicado hoy, que la fuente
de recursos, es el problema del techo fiscal.
Quiero darle al doctor Alejandro tranquilidad en eso. El
Plan 2.500, los transmilenios y los distritos de riego, tienen
asegurados sus recursos fiscales para todas las vigencias,
hasta completarlos.
Esto es, no se cometió la irresponsabilidad de simplemente,
empezar estas obras para después, que los nuevos gobiernos
vean que no las pueden concluir porque quedaron desfinanciadas.
No. Esos tres proyectos que usted mencionó aquí,
tienen asegurados sus recursos fiscales, incluso para finalizarlos.
Dice usted, que sustrajimos del Plan
2.500 el mantenimiento. Es cierto y ahí tendrá que haber un gran cuidado
de parte de la Nación y de las entidades territoriales –usted
sabe que muchas de estas vías, usted participó en
el proceso de selección de las mismas, son de las
entidades territoriales, otras son de la Nación-.
Ahí tendremos que poner muchísimo cuidado para
el mantenimiento.
En las transferencias. El replanteamiento
en las transferencias: nosotros vemos que hoy hay unos
rubros que protege la ley
715, que todavía no han logrado los porcentajes de
cobertura y de calidad en la prestación del servicio,
para entrar a hacer modificaciones. Tal el caso de salud,
tal el caso de educación, tal el caso de acueductos
y alcantarillados. El problema de acueductos y alcantarillados,
apreciados compatriotas, es tan grave o más grave
que el de infraestructura.
Hace dos semanas, en el Consejo Comunitario
de Mompós,
ahí lo veíamos: en plena depresión Momposina,
encontramos un mar de agua dulce que empieza en la Ciénaga
Grande de la Magdalena, se viene a las ciénagas del
César y del Magdalena –donde está la
Ciénaga de la Zapatosa-, al frente la isla tiene toda
esa parte cenagosa de la isla de Mompós y en dirección
suroeste, tiene lo que es La Mojana. Allí lo que ve
uno es un mar de agua dulce y todos esos municipios secos. ¡Qué paradoja¡ No
hay acueducto, no hay saneamiento básico. Por las
carencias, veo imposible hoy –mirando el país
al mediano plazo-, hacer una transferencia del tema de acueductos
y alcantarillados a este tema de este otro capítulo
de infraestructura.
En el tema, por ejemplo de deporte
y cultura, los rubros de transferencia son muy escasos.
Creo que tienen todas las
regiones este año –si la memoria no me falla-
alrededor de 160, 180 mil millones de pesos –si me
equivoqué muy gravemente en esas cifras, ofrezco excusas-.
Pero mire el problema que hemos tenido:
este Gobierno tuvo que enfrentar la construcción de la infraestructura
deportiva para los Juegos Nacionales el año pasado:
Bogotá, Soacha, Fusagasuga y Girardot. Afortunadamente
cumplimos con esa infraestructura. Le tuvimos, incluso, que
hacer la piscina a Bogotá.
Ahora, el viernes pasado, inauguramos
los Juegos Bolivarianos. Todas estas sedes yo las encontré definidas por el
anterior Gobierno, me pareció bien. Alguno dijo: ‘el
país no puede hacer eso porque no tiene plata’.
Dije: es lo peor del mundo, sumarle a la pobreza del país,
la tristeza de la gente porque se cancelaron esos fondos.
La gente pobre, pero que con optimismo, sale adelante. La
gente pobre, triste, tragada de la tierra, sin espíritu
no sale adelante. ¡Si quiera los hicimos¡
Algunos de los funcionarios del Ministerio
de Hacienda, que no eran amigos de los Juegos Bolivarianos,
me acompañaron
a la inauguración el viernes y vieron el entusiasmo
de la gente y aspiro a que me acompañen a la inauguración
de los Centroamericanos el año entrante, en julio,
a Cartagena.
Pero doctor Alejandro, usted que
estuvo en el Gobierno supo, que las entidades territoriales
no tenían, con sus
recursos de deporte y de cultura, para financiar esto; que
tuvimos que buscar una renta especial, que son esos 4 puntos
del IVA, adicionales al 16 que ya se derramaba a la telefonía
móvil, para poder financiar esta infraestructura.
Afortunadamente lo hicimos, lo aprobó el Congreso
y hemos quedado bien. Quedamos bien con los Nacionales, quedamos
bien con los Bolivarianos y estamos haciendo todos los esfuerzos
para quedar bien con los Centroamericanos.
Yo le diría dos cosas sobre se tema: ese recurso
de deporte y cultura es un recurso muy escaso, insuficiente
y la prueba de la insuficiencia es el esfuerzo adicional
que ha tenido que hacer la Nación para financiar a
Coldeportes.
Entonces, hacía esta cuenta: nosotros vamos a invertir
este año 86 mil millones de pesos –mucho menos
de lo que invertía Caminos Vecinales-, de una manera
totalmente transparente a través de Fonade, de audiencias
públicas, de contratación con algunas entidades
territoriales, siempre con vigilancia comunitaria, en mantenimiento
de vías terciarias.
Supongamos que flexibilizamos, como
ustedes proponen, entonces les decimos: ustedes quedan
en libertad para desviar de los
recursos de deporte y cultura 80 mil millones de pesos para
esto de vías terciarias. Primero, con esos 80 mil
millones estamos haciendo muy poquito, y de pronto, dada
la cuantía de los recursos que se transfieren para
deporte y cultura, le hacemos un grave daño a esos
rubros.
Presenta usted una preocupación bien importante,
sobre el hecho de que la Nación está invirtiendo
en programas como el Plan 2500 y los sistemas de transporte
masivo y en proyectos que corresponderían a las entidades
territoriales.
En el Plan 2500, usted tiene razón. Muchos de esos
proyectos son de las entidades territoriales, no los iban
a hacer y no son capaces de hacerlos. Si la Nación
no se da a la tarea de sacar adelante ese plan de pavimentos,
no lo hacen las entidades territoriales.
En el plan de los sistemas de transporte
masivo hay una ley –creo que fue el doctor Juan Martín Caicedo
uno de los ponentes-, que le creó a la Nación
la obligación de financiar el 70 por ciento de los
sistemas de transporte masivo.
Entonces, allí estamos procediendo
nosotros con respaldo en esa ley. Y eso hace parte de una
propuesta que le hicimos
a los colombianos dentro de nuestro programa de equidad social,
que lo llamamos las 7 Herramientas de Equidad, que es el
tema de la Calidad de Vida Urbana.
Estoy de acuerdo con ustedes, cuando
proponen prestarle toda la atención al artículo constitucional
que obliga detenerse en los principios de solidaridad, subsidiaridad
y complementariedad cuando la Nación vaya a invertir
en las entidades territoriales y ve una preocupación
allí por el Plan 2500. Primero, quiero decirles que,
uno de los aspectos más importantes de transparencia –que
vamos a reivindicar ante los colombianos-, es que en este
Gobierno no ha habido un peso de auxilios parlamentarios.
Uno habría podido disfrazar auxilios parlamentarios,
vía tramos de carreteras en el Plan 2500.
El Plan 2500 se discutió ampliamente –incluso
me da pena decirlo, se discutió de manera mucho más
ambiciosa desde la campaña, en un programa de planeación
estratégica con el cual se fue construyendo uno a
uno de los puntos de la campaña-. Se discutió en
audiencias públicas, se discutió en los consejos
comunitarios y hay críticas, porque algunos proyectos
se consideran estratégicos y otros que no.
Algunos me han dicho: ‘está muy bien construir
los 98 kilómetros de la carretera de acceso a La Mojana,
esa es una vieja aspiración nacional, es un proyecto
estratégico porque va a recuperar 400 mil hectáreas
para el agro colombiano y va a posibilitar un gran desarrollo
piscícola allí. Pero no está bien, por
ejemplo, hacerle la conexión desde la vía que
va de Nieva a Pitalito a uno de los pueblitos del Huila o
en cualquier otro departamento. ¿Para qué hacen
eso?’. Y esa es una crítica que uno tiene que
recibir pero también hay que mirar otro aspecto: esto
se ha discutido ampliamente con las comunidades, hay un tema
que es la legitimidad democrática.
Uno de los problemas del desplazamiento
en Colombia, una de las causas del desplazamiento en Colombia,
también
es la incomodidad en que sigue viviendo la gente en muchos
de estos poblados. Creo que el desplazamiento no hay que
frenarlo solamente con seguridad, hay que frenarlo con servicios
públicos y con comodidad vial.
Uno ve mucha gente, con ganas de
salirse de esos municipios, no solamente por el tema de
violencia, que en muy buena parte
de ellos se ha venido superando, sino por el tema de que
los servicios públicos son pésimos y siguen
llegando a esos municipios, no por carreteritas decentes,
sino por unos caminos de herradura y ya no a caballo sino
en vehículos. Ir en caminos de herraduras, Alejandro,
a caballo no es problema, en vehículos sí.
Entonces esa ha sido una crítica al Plan 2.500, pero
eso lo discutimos ampliamente con la base comunitaria de
la Nación. Acepto que ahí, no todos, son estratégicos
y por eso pongo el ejemplo: uno, es el del acceso pavimentado
de una troncal a un pueblito en el Huila, póngalo
en Antioquia, en muchos departamentos del país, otro
estratégico, la vía de acceso a La Mojana.
Nosotros hemos dividido este tema
en: dificultades, planeación,
recursos, obras en ejecución y transparencia.
Dificultades que hemos encontrado:
déficit, endeudamiento,
violencia, litigios, desaceleración económica,
desconfianza. Nada podemos hacer ni en esto ni en lo social,
si este país no sigue en un saneamiento fiscal de
gran importancia. Este país, sin darse cuenta en muy
pocos años, pasó de una situación de
equilibrio a un déficit que en agosto de 2002 era
del 4.2 por ciento (del PIB). Aspiramos a que este año
cierre en el 2.5 por ciento. Continúa muy grave el
déficit del Gobierno Nacional Central, especialmente
determinado por el tema de pensiones.
La reforma administrativa, que ha
tocado 152 entidades del Estado, 111 hospitales, que empezó por Telecom, que
ahora viene por el Banco Cafetero, por Granahorrar, por Inravisión,
nos va a permitir –en alguna forma- un mejor resultado
para la Nación en su conjunto. Porque a pesar de ese
alto déficit en el Gobierno Nacional Central, gracias
a esa reforma administrativa, el superávit de las
entidades descentralizadas de la Nación mejora sustancialmente
y ya no se radica de manera exclusiva en Ecopetrol, que es
muy peligroso.
El endeudamiento: en 12 años, este país pasó de
un endeudamiento público consolidado del 12, 14 por
ciento, a un endeudamiento público del 54, 56 por
ciento. Eso se ha convertido en otro limitante inmenso.
Al principio de la década de los 90, el endeudamiento
de la Nación era del orden del 14, 16 por ciento,
el de las entidades territoriales bajísimo, el consolidado
no superaba el 12, 14 por ciento. Doce años después,
este país tenía un endeudamiento del 54, 56
por ciento. El Gobierno está avanzando a ver cómo
llegamos, rápidamente, a un endeudamiento alrededor
del 40 por ciento del PIB. Y efectivamente se ha venido reduciendo,
no solamente por obra de la revaluación, sino que
allí hay otros elementos que han sido muy incidentes.
El tema de violencia: la sobrestimación del tráfico
en esas concesiones de primeras generaciones, diría
que finalmente se dio por ese incremento de la violencia,
que nos produjo el resultado de que muchas de las carreteras
que se habían concesionado, los violentos las cerraron.
Eso hay que tenerlo en cuenta.
Los litigios: 19 litigios con inversionistas privados en
Telecom, litigios en varias de las concesiones aeroportuarias,
litigios en casi todas las concesiones viales, eso espanta
a todo el mundo, eso genera una gran desconfianza.
Creo que un aporte para la construcción
de confianza de este Gobierno, es la tarea de superar litigios
hasta donde
podamos. En Telecom ya hemos superado 16 de los 19. Se han
superado varios en concesiones viales.
Y ligo eso con el tema de la desconfianza:
la desconfianza ha sido muy general. Desconfianza de los
inversionistas para
invertir en Colombia, desconfianza de los contratistas para
apostarle a contratos en nuestra Patria. Un gran temor y
una gran desconfianza de los funcionarios públicos.
Uno le pide a un compañero del Gobierno: ‘bueno,
busquemos esta conciliación’. Y es un temor
inmenso, un temor inmenso de la Contraloría, un temor
inmenso de la Procuraduría, un temor inmenso de la
Fiscalía. Eso hay que superarlo.
¿Qué hemos hecho nosotros para lograr conciliaciones
que superen la desconfianza y el temor?: hemos enfatizado
en lo común y corriente. Que las prestaciones sean
equitativas, que se salve ese principio de la justicia conmutativa
en los contratos, que vamos totalmente ajustados al ordenamiento
jurídico y lo más importante, que antes de
perfeccionar una conciliación, se le informe amplia
y detalladamente a la opinión pública y a los
organismos de control. Así lo hemos hecho en el caso
de telecomunicaciones.
Aquí, por ejemplo, veo al doctor Luis Fernando Jaramillo,
el conoció muy de cerca todo el proceso para superar
el conflicto en la doble calzada del Eje Cafetero. Toda esa
negociación se hizo pública, se fue conduciendo
públicamente en los tres departamentos del Eje Cafetero
y se contaron todos los detalles, antes de suscribir finalmente
el acuerdo de conciliación.
El propósito del Gobierno de superar pleitos, ayuda
mucho a reconstruir confianza. Por ejemplo, apoyé del
todo a Alicia Naranjo (ex directora del Invías) cuando
quiso superar el tema con Commsa. Estuve en desacuerdo con
mi buen amigo el Ministro, y le dije: a nosotros no nos van
a recordar aquí por un pleito, nos van a recordar
si somos capaces de sacar adelante la comunicación
de Bogotá al río Magdalena o no.
Después vino un concepto adverso de la Procuraduría –que
uno respeta, así no comparta- y del Consejo de Estado.
Ahí estamos bregando ahora a entrar a la fase de liquidación,
a liquidar finalmente eso, a ver cómo podemos abrir
la licitación para hacer esta comunicación
de Bogotá al río Magdalena.
Hemos hecho un gran esfuerzo de cara
al país, con
toda la transparencia, para superar el tema de litigios hasta
donde sea posible.
Tema de planeación: yo adhiero totalmente lo que
ha dicho el doctor Alejandro, en una situación de
escasez de recursos se hace más imperativa la planeación.
El Gobierno desde un principio venía trabajando en
lo que se llama Colombia: Visión de II Centenario.
El doctor Santiago Montenegro (director de Planeación)
presentó ese documento -que lo llamamos el ‘primer
borrador’- a consideración de todos los compatriotas,
lo presentó el 7 de agosto.
Confiamos que en este semestre se
de una muy positiva y general controversia nacional sobre
ese documento, para mejorarlo.
Y aspiraríamos que, en el primer trimestre del año
entrante, le podamos entregar al país el segundo borrador.
Que sea, a partir de este, que es el punto de referencia
de la discusión, recogiendo toda esa retroalimentación
que se de en el proceso de discusión.
Creo que allí inserta, perfectamente, el esfuerzo
que han hecho los gremios con esta agenda de infraestructura,
debe ser un capítulo de ese documento. Y creo que
ese documento no se excluye con el Plan Decenal. Pienso que
el Plan Decenal debería ser una meta parcial de ese
documento y así podemos ensamblar la ‘Visión
Colombia, II Centenario’, con el Plan Decenal. Yo propondría
que ese Plan Decenal se convierta en una meta parcial de
ese documento.
¿En qué viene trabajando el Gobierno? Una
cosa bien importante para este Gobierno es la continuidad
de obras, cuando los gobiernos se ponen con vanidades a decir: ‘no
continuamos estas obras, sino que emprendemos aquellas’,
los pueblos se afectan mucho.
Yo dije: todas las obras que tenga
la Administración
Pastrana, vamos a continuarlas. Le hicimos esa variación
a lo de Briceño – Tunja –Sogamoso.
Ustedes mismos los ingenieros, se
dividen mucho. Yo pensaba que la ingeniería era una ciencia exacta y que la
especulativa es el derecho y después de oír
discutir a los ingenieros, he llegado a la conclusión
que tiene un componente subjetivo muy apreciable.
Entonces, por ejemplo, en eso de
la doble calzada Briceño – Tunja – Sogamoso, ¡hombre,
entiendan, hay discrepancias ahí, de la manera más
constructiva! Un grupo de ingenieros de un gobierno ha apreciado
que la obra debe ser de una manera, el otro ha apreciado
que la obra debe ser de otra manera. Pero el propósito
nuestro ha sido darle continuidad.
Se lo hemos dado, por ejemplo, para
entrar al tema de ferrocarril, en esas concesiones ferroviarias.
Hasta la fecha este Gobierno
ha pagado 130, 140 millones de dólares en la concesión
ferroviaria del Pacífico. La vía se ha recuperado
muchísimo, realmente nueva, entre Buenaventura y Cartago,
con el acceso a La Tebaida. El problema que tenemos hoy es
que el concesionario no tiene equipo. Ahí se está trabajando
con él a ver cómo se provee rápidamente
de equipo.
Esto es tan controversial, que me
acaba de llegar un estudio del ex ministro (de Minas y
Energía) Jorge Eduardo
Cook, con razones muy respetables, él dice que eso
es una plata perdida, que cómo gastamos esa plata
allá, que ese ferrocarril del Pacífico nunca
va a ser viable. ¿Qué hicimos nosotros?: continuidad,
dijimos vamos a respetar esta concesión que adjudicó el
Gobierno anterior, vamos a honrar ese contrato, hemos pagado
puntualmente y ya están trabajando de Cartago hacia
el sur.
En el ferrocarril del Atlántico ha mejorado inmensamente
el transporte de carbón. El país exporta este
año 56, 58 millones de toneladas de carbón.
Ahí tenemos dificultades. Ustedes conocen que ya ha
habido un primer fallo del Tribunal de Paris, ha habido dificultades
con los concesionarios, con los usuarios, hay que hacer la
segunda línea. Confío que –quiero ser
muy prudente sobre el tema- esas dificultades se puedan resolver
finalmente en un trabajo que vienen adelantando, conjuntamente,
los ministros de Minas y de Transporte.
En el tema de puertos, están las obras de Barranquilla.
Confío que eso va a ser muy importante.
En Santa Marta estamos avanzando
en lo que se llama esa vía al puerto. ¿Cómo se llama esa vía?
Ministro de Transporte: la vía
alterna al puerto.
Presidente de la República: en Cartagena, el año
pasado se hizo alguna profundización del canal de
acceso a la Bahía. El viceministro (de Transporte)
Juan Ricardo Noero, tiene a su cargo el tema del estudio
final para enfrentar el proceso de sedimentación de
la Bahía, que lo genera el canal del Dique.
¿Cuándo cree, Viceministro,
que tengamos ese estudio?
Juan Ricardo Noero. Viceministro
de Transporte: a mediados del próximo año.
Presidente de la República: a mediados del año
entrante y habrá que separar recursos fiscales para
ello, que hoy por hoy, todavía no están previstos.
En el puerto de Buenaventura este
año debe quedar
terminado, en lo básico, lo que se llama la vía
alterna - interna. ¿Es una vía de 140 mil millones
de pesos’
Ministro de Transporte: señor
Presidente, con lo ambiental 140 mil millones.
Presidente de la República: nos faltan unos recursos
para el año entrante, para unas obras complementarias
de la vía alterna – interna. Nos hemos comprometido
en el último trimestre de este año a abrir
la licitación para la profundización del canal
de acceso a Buenaventura.
Y está bien concentrarnos en los actuales puertos
pero ustedes reclaman la planeación y hay que ir coincidiendo
y ejecutando. Entonces, se demora tanto cualquier obra de
esas, que nosotros nos tenemos que concentrar en Buenaventura,
pero también pensar en Agua Dulce, en Málaga
y en Nuquí.
Entonces se ha propuesto que para
Agua Dulce –que
es un complemento necesario de Buenaventura- el Gobierno
haga parte de la Sociedad Portuaria y esas regalías
de la Sociedad Portuaria se dediquen a apalancar el financiamiento
de la vía de acceso. Ya se está creando la
Sociedad Promotora de Málaga.
Y nos acaba de entregar la Universidad
del Chocó el
estudio ambiental para la carretera de Las Animas –en
el centro del Chocó, ahí cerca de los ríos
Atrato y San Juan– a Nuquí, que sería
la tercera carretera del centro del país al Pacífico.
Vamos a avanzar en esa carretera
y eso posibilita que los particulares hagan el puerto de
Nuquí, que lo tenemos
que mirar Tribugá – Nuquí, esa área
de todo lo que se llama el golfo de Tribugá, el país
no lo puede ver como algo que se excluya con Buenaventura,
porque además se disparan unos enfrentamientos regionales
inmanejables.
Yo le digo a mis compatriotas del
Valle del Cauca y lo mismo a mis compatriotas del Chocó: hay que trabajar en
ambos, hay que seguir todo el desarrollo de Buenaventura,
del área de la vecindad y hay que avanzar en lo de
Tribugá, que lo de Tribugá lo van a hacer los
particulares. El Gobierno lo que tiene que hacer es la carretera,
que es una necesidad. Es una necesidad para comunicar el
Eje Cafetero a través de Pueblo Rico – Santa
Cecilia – Tadó – Las Animas, con el Pacífico,
para comunicar a Antioquia con el Pacífico. Y es una
necesidad para comunicar el interior del Chocó con
su Pacífico y es una necesidad ecológica para
cuidar esa selva.
Es más fácil cuidarla
hoy, con carretera, que sin carretera. La vigilancia de
la comunidad y de las
autoridades se facilita con la carretera. Tema bien importante
para Panamá
A propósito, en el tema Panamá – Puebla,
el Gobierno tomó la decisión de que el país
participara en el Plan Panamá – Puebla por consideraciones
muy importantes de infraestructura.
Ya Colombia ha sido admitida como
miembro observador del Plan Panamá – Puebla y eso nos abre tres posibilidades:
la posibilidad de la línea de interconexión
eléctrica, para hacer muchas inversiones aquí se
necesitan mercados, el crecimiento de las exportaciones de
energía en el Ecuador así lo acreditan y muchos
inversionistas han dicho que en la medida que crezcan esas
exportaciones al Ecuador y se posibiliten a lo que es el
conjunto Panamá – Puebla, eso facilita inversiones
en generación en Colombia.
El Ministro (de Minas) está confiado que el país
va a tener esa línea con Panamá en el primer
semestre del año 2008. Teníamos algunas dificultades
con el gobierno de Panamá, que se han venido superando.
Está el tema del gasoducto. Ya por lo menos hay toda
la voluntad allá, están identificados los inversionistas
colombianos y los inversionistas centroamericanos.
Y está el tema de la carretera, que tiene una gran
resistencia en la opinión pública panameña.
El llamado que nosotros hemos hecho es que los medios de
comunicación de Colombia nos ayuden invitando a sus
colegas, los directores de los medios de comunicación
de Panamá y que se reúnan entre ellos para
crear un ambiente de opinión en Panamá, favorable
a esa carretera.
Nosotros hemos tenido toda la voluntad
de revivir ese proyecto, de avanzar a la construcción de esa carretera y mi
interpretación, mi lectura, es que la oposición
no es del gobierno de Panamá sino de la opinión
pública panameña y creo que el camino puede
ser un gran esfuerzo en los medios de comunicación
nuestros, con los medios de comunicación de Panamá.
Veo bien importante, para el desarrollo
de infraestructura del país, la participación de Colombia en el
Plan Panamá – Puebla.
En lo de las carreteras, ustedes
conocen que se está haciendo
en dobles calzadas, lo que el Gobierno tiene previsto abrir
y adjudicar en lo que resta, conocen el Plan 2.500 –con
sus bondades y con sus críticas-, conocen el ensayo
que se hizo con la dirección de la doctora Alicia
para contratar por unos años, el mantenimiento de
algunos corredores viales –en unas partes vamos mejor
que en otras-, participo de la tesis de ustedes y de la Cámara,
de que hay que darle un gran énfasis en la inversión
en el mejoramiento de esos corredores viales.
Creo que por los compromisos fiscales
de año 2006,
donde el Plan 2.500 de mandará 800 mil millones de
pesos de desembolso del Gobierno Nacional, no es fácil,
recursos adicionales para los grandes corredores viales del
año entrante, adicionales a los comprometidos en la
contratación que fue a cinco años. Pero pienso,
que el país puede planearlo para el año 2007,
donde ya la exigencia en el Plan 2.500 se reduce un poquito
frente a lo que será la exigencia del año 2006.
Los transmilenios. Un país de ciudades tiene que
conservar esa condición tan importante. Yo se lo he
leído a los estudiosos del desarrollo equilibrado,
la admiración por la circunstancia de que Colombia
es un país de ciudades. Si no le damos comodidad a
estas ciudades colombianas, perdemos la posibilidad de que
el país siga siendo un país de ciudades. Nos
quedamos con una ciudad inmensa, en esta sabana cundiboyacense,
y las otras se nos irán deprimiendo.
Esa es una de las razones para haber
impulsado los transmilenios en varias ciudades colombianas.
En Cali, en plena ejecución.
En Pereira, en plena ejecución. En el Valle de Aburrá van
a empezar.
Aquí (en Bogotá) hemos avanzado muchísimo,
tanto con la administración Mockus, como con la administración
Garzón. Este Gobierno dio vigencias presupuestales
por 986 millones de dólares –muy al comienzo-
que se vienen ejecutando. Creo que los ciudadanos que viven
en Bogotá han visto la celeridad con que se ha avanzado
en estos tres años, en la construcción del
transmilenio de Bogotá.
Barranquilla va a abrir la primera
licitación. –Nos
demoramos muchísimo para el acuerdo con Barranquilla ¿por
qué?, porque la ciudad estaba incumpliendo la ley
617-.
Cartagena abrió la primera licitación que
echó para atrás. Ahora se está haciendo
una nueva convocatoria para contratar el primer tramo.
En Bucaramanga tenemos dificultades
con la administración
de Florida, vamos bien con la administración de Bucaramanga,
con la administración de Piedecuesta y con la administración
de Girón. Tenemos dificultades con Florida pero ya
se va a abrir la primera licitación en Bucaramanga.
Este ha sido un ejercicio muy importante
porque nos hemos tenidos que entender con 12, 15 alcaldes,
12, 15 concejos,
los respectivos gobernadores, las asambleas. Un proceso de
concertación muy importante donde todavía nos
faltan casos como Soacha y casos como el de Florida. Pero
creo que eso le va a ayudar mucho al país a preservar
su tendencia de país de ciudades.
En los aeropuertos. Hemos trabajado
en unos aeropuertos regionales, en los aeropuertos amazónicos, de la Orinoquía,
que son aeropuertos de doble uso: de uso comercial, de uso
militar.
Y, está la concesión de Eldorado. Nosotros
estamos bastante confiados que va a salir adelante la concesión
de Eldorado.
Uno de los grandes reclamos para
el TLC es el tema de los distritos de riego. Nos hemos
comprometido en dos, van a
salir adelante, su panorama fiscal está despejado
en ambos, el uno es Ranchería en La Guajira y el otro
es el Triángulo del Tolima.
Hemos dicho mucho a los particulares,
que el Gobierno no puede seguir haciendo distritos por
su cuenta. Hemos creado
una línea de crédito sumamente favorable para
que los particulares accedan a ella para distritos de riego,
hasta ahora no han demandado recursos de esa línea.
Y hemos ofrecido, también, el subsidio que se llama
el Incentivo de Capitalización Rural (ICR) para los
distritos. Confío que eso salga adelante.
En materia de transparencia en contratación, hemos
manejado con toda transparencia el tema de las conciliaciones.
El elemento fundamental de transparencia ha sido que la opinión
pública conozca, en detalle, las conciliaciones –antes
de que nosotros las perfeccionemos- y que las conozcan los órganos
de control.
Introdujimos el decreto 2170 que
bastante ayuda en materia de transparencia porque crea
el elemento del pre-pliego,
se publica ampliamente, evita que se confeccionen pliegos
de condiciones a la medida de algunos proponentes. Eso ha
estimulado una muy saludable discusión en todo el
país. Lo mismo que la generalización de las
audiencias públicas. La generación de las audiencias
públicas en estos procesos de contratación
ha ayudado muchísimo.
Veo en los reclamos del Congreso,
por ejemplo en el tema de Fonade, que reclama que porqué no se contrata con
las gobernaciones, con los municipios, pero no hay reclamos
de que por ejemplo, una entidad que se ha recargado tanto
en trabajo, como Fonade, esté procediendo de manera
no transparente.
Hemos hecho las audiencias públicas,
los consejos comunitarios, pero no hemos adjudicado un
peso de auxilios
parlamentarios.
Entonces, cualquier duda, los que
consideran inconveniente en el Plan 2.500 que se pavimenten
unos accesos de troncales
a los cascos urbanos de los municipios, eso es válido,
acepto esa crítica, tenemos argumentos para defender
eso, pero pueden tener la certeza de que todo eso sea discutido
públicamente y que no hay un solo caso que tenga elementos
de auxilio parlamentario.
Muchas gracias a todos.
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