CONVENCIÓN
DE MISIÓN CARISMÁTICA INTERNACIONAL
Enero
28 de 2005 (Bogotá – Cundinamarca)
Compatriotas:
Hace varios años he tenido el privilegio de reunirme con
alguna frecuencia con ustedes. He tenido la bendición de
ser beneficiario de la oración del pastor César Castellanos,
de Claudia Rodríguez y de todos ustedes. He tenido el privilegio
de escuchar su consejo.
Estoy muy feliz de que siga esta consolidación de ustedes,
porque la Misión Carismática es fuente de ética,
es fuente de moral, es fuente de convivencia, es fuente de fraternidad.
Cuando observo el comportamiento de ustedes
en la vida colectiva y en la vida individual, me inclino reverente
porque los admiro.
Ustedes predican la ética en estas reuniones y la practican
en el ejercicio cotidiano. Ustedes hablan de moral en estas reuniones
y la ejercen en las actuaciones de su vida.
Ustedes hablan de amor en estas reuniones
y en cada nueva hora le dispensan amor al prójimo. Ustedes son una garantía
para Colombia y para los pueblos del mundo. ¡Yo doy gracias
a Dios porque los colombianos los tengamos a ustedes!
¿Saben por qué firme con tanta tranquilidad el decreto
nombrando a Claudia Rodríguez embajadora en el Brasil? Porque
ella representa la ética de ustedes. Porque ella lleva los
valores morales de ustedes. Porque ella ejerce la disciplina de
trabajo de ustedes. Porque ella cumple sus tareas con el rigor
y la disciplina con que ustedes cumplen sus deberes.
Colombia en el año 2010 celebrará los 200 años
del Grito de Independencia, el 20 de julio. Y en el año
2019 los 200 años de la Batalla de Boyacá.
Colombia se tiene que preparar con una
visión de segundo
centenario, para que seamos una Nación en paz, tolerante
con la diversidad, con justicia social, para que seamos una Nación
con un modelo político sin exclusiones y sin odios, una
Nación con un modelo económico fraterno y ustedes
van a jugar un papel muy importante en continuar el bello trabajo
de construir esa Nación que a todos nos corresponde.
Cuando escuchaba ahora relatos de violencia
de nuestra Embajadora, pasaban por mi mente todos los sufrimientos
de esta Patria por
la violencia. ¿Saben a qué los invito? A que construyamos
una Nación donde las nuevas generaciones puedan vivir felices.
Una Nación que sea motivo de nuestro orgullo y del mundo
entero.
Les agradezco inmensamente todo lo que
hacen por Colombia, pero vengo a dar un agradecimiento muy especial:
el agradecimiento por
dar confianza para que estos compatriotas del mundo, de tantas
naciones hermanas, nos visiten. Y año tras año aumenta
la audiencia internacional. Muchas gracias.
Muchas gracias a los hermanos de México, de Holanda, de
Nueva Zelanda, de Nicaragua, de Perú, de Filipinas, de Portugal,
de Puerto Rico, de Rusia, del Reino Unido, de Singapur, de África
del Sur, de Corea del Sur, de España, de Suiza, de Taiwán,
de Uruguay, de los Estados Unidos, de Uzbekistán, muchas
gracias a todos, muchas gracias a los hermanos de Venezuela.
Muchas gracias a quienes han venido de
Argentina, de Australia, de Austria, de Bélgica, de Bolivia, de Brasil, de Canadá,
de Chile, de China, de Costa Rica, de República Dominicana,
de Ecuador, del Salvador, de Finlandia, de Francia, de Alemania,
Guatemala, Guayana, Honduras, de la India, de Italia, de Kazajistán,
de Kenia, de Corea, de Malí, de Irlanda. Muchas gracias
a todos.
Pastores César y Claudia: esta mañana madrugué a
montar en una bicicleta de spinning y veía, puse al frente
un televisorcito. Había una noticia internacional. Que había
sido capturado un policía de Colombia porque facilitaba
negocios de narcotráfico. Me dio mucha tristeza, pero pensé que
ustedes estaban reunidos aquí. Dije mientras la televisión
internacional destaca esta realidad, que la vamos a superar, la
estamos superando. La Misión Carismática está destacando
lo que Colombia es: ¡Gente buena, alegre, cristiana, fraterna!
Muchas gracias por mostrar esta Colombia.
Sigan orando porque Dios los escuche a ustedes. Pídanle a Dios que no los deje
perder la tolerancia y en aquellos momentos en los cuales estamos
empeñados en pensar que tenemos la razón.
Pídanle a Dios que jamás permita que la soberbia
se imponga sobre nosotros y nos oculte los verdaderos intereses
del pueblo. Pídanle a Dios que sintamos amor por el prójimo
aun en los momentos de dificultad, de contradicción, que
pueden generar amargura.
Quiero decirles algo final: Muchas gracias porque tenemos muchos
motivos para sentirnos muy, muy orgullosos de ustedes.
A los colombianos que asisten a esta reunión, que sigan
produciendo motivos para que tengamos más razones, para
sentirnos orgullosos de ellos, y a los integrantes de la comunidad
internacional, muchas gracias. Nosotros vamos a hacer que Colombia
mejore para que el año entrante vuelvan con la misma alegría
y vuelvan con más y más delegados en cada delegación.
A cada uno de los delegados internacionales,
al salir de esta reunión, les ruego sentirse embajador
de Colombia en su pueblo para promover a Colombia, para ayudar
a Colombia.
Mándennos todos los días una oración desde
cualquiera de estos países, mándenla desde el Reino
Unido o desde Francia, o desde Venezuela, o desde Chile, que mi
Dios les recoge esa oración en el camino y la derrama en
el bienestar que necesitamos construir en Colombia.
A todos muchas, gracias.
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