INICIO
DE LAS OBRAS DEL TÚNEL DE LA LÍNEA
Enero
12 de 2005 (Cajamarca – Tolima)
Compatriotas:
Qué grato, todavía en este despuntar del nuevo año,
qué grato para el alma poderme encontrar con un grupo de
colombianos como el que ustedes integran, mis compatriotas, en
este lugar de la Patria.
Subiendo de Cajamarca a acá, a la Línea, veía
caras felices de mis compatriotas que agitaban la bandera de Colombia.
Distinto para ellos estos nuevos tiempos a otros que vivieron.
Ahora han tenido más encuentro con la confianza, mejor posibilidad
de ingresos, más tranquilidad. Han podido mostrar una cara
feliz.
Quiero, pues, dar los agradecimientos a
todos. Pero quiero empezar expresando mi gratitud al Ejército de la Patria y a la Policía
de la Patria, porque su esfuerzo permite a los moradores de esta
carretera esperar alegremente al turista, hacer unos ingresos gracias
al paso del turista. Porque su esfuerzo permite a las familias
conocer estos paisajes tan bellos de la Patria. Al papá decirles
a los hijos: ‘mire, esa es la palma emblemática de
Colombia, la palma de cera, que se encuentra en no muchos lugares.
Unos de ellos este cañón, Anaime y allá al
otro lado, en la vertiente quindiana, especialmente hacia Salento.
Me emociona mucho entonar el Himno Nacional
aquí en Línea
con ustedes. Me emociona mucho entonar esos himnos tan bellos,
el himno del Quindío y el bunde. Me emociona muchísimo.
La Patria tiene que ser una Patria de trabajo,
tiene que ser una Patria de transparencia, tiene que ser una
Patria sin terrorismo,
tiene que ser una Patria con justicia social, tiene que ser una
Patria democrática, una Patria feliz.
A ustedes, Generales, Coroneles, Oficiales,
Suboficiales y a todos los soldados y policías de la Patria:
muchas gracias. Hoy hay millones de colombianos que sienten gratitud
con ustedes.
Un sacrificio duro. El año pasado el terrorismo mutiló a
más de 600 integrantes de la Fuerza Pública. Ustedes
con su esfuerzo nos posibilitan esta reunión hoy en la Línea.
Los colombianos los aplaudimos desde el corazón.
Quiero compartir la alegría de ver esta ilusión
ya caminando con todos ustedes. Con el Congreso de la República,
que nos ha ayudado a sortear una situación fiscal tan difícil
y que nos ha ayudado a hacer posible –Presidente del Congreso
y honorables congresistas que nos acompañan–, un contrato,
el primero de la obra, de 84 mil millones.
Quiero compartir esta alegría con
ustedes, Gobernadores y Gobernadora, porque la verdad es que
son distancias muy cortas,
pero muy largas.
Viendo esta culebrita, que es la carretera
de la Línea,
desde el helicóptero, me pregunto: ¿y cómo
logra nuestra Patria ser competitiva si la principal vía
nacional, la que conduce de la capital de la República al
puerto de mayor volumen, si la vía llamada a comunicar la
infinita Llanura Oriental con el Pacífico, es una estrecha
culebrita tratando de remontar la Cordillera?
En el carro uno va entretenido, pero cuando
en el helicóptero
se concentra a mirar esto, se pregunta: ¿y cómo hemos
exportado tanto por aquí? Esto no son carreteras, son culebritas.
Son caminitos que nuestras gentes, valerosamente, le han robado
a las abruptas vertientes. Por eso es muy grato poder ver una obra
que empiece a ejecutarse, que la explicado el Ministro (de Transporte,
Andrés Uriel Gallego) y que va a ser tan importante.
Y quiero compartir esta alegría con los trabajadores, con
los contratistas. Quiero compartir esta alegría con los
periodistas que han llegado hasta este lugar de la Patria hoy a
registrar una obra de tanta importancia que empieza a ejecutarse.
Quiero compartirla con las alcaldesas, con los alcaldes, con todos
ustedes, compatriotas.
A todos, mi gratitud, especialmente a usted
Ministro –este
Gobierno lleva 29 meses–, porque no fue fácil sacar
esta obra adelante.
El Gobierno empieza con un déficit fiscal muy alto, el
temor a esta obra porque en tres ocasiones que se había
intentado adjudicar no se había podido, y usted tuvo una
feliz idea: la feliz idea de desagregarla, de sacar primero lo
que se llama el túnel inicial de excavación, que
es el corazón del primer túnel. Y cuando se discutía
la financiación, etcétera, esa idea suya se apoyó con
esta tesis: empezando la obra seriamente, se vuelve irreversible.
Ahí mientras se va ejecutando el
primer contrato, en alguna parte aparece la plata para el segundo
y para el tercero y para
concluirlo.
La manera como usted concibió la desagregación de
esta obra facilitó ajustarla a las posibilidades presupuestales
de la Nación, a los estatutos de contratación, y
nos permite hoy mostrarla ya avanzando en la realidad. Usted le
ha explicado al país lo que significa esta obra, como parte
esencial del corredor del Llano al Pacífico.
Yo simplemente quiero agregar esto: mientras
ingenieros, técnicos
y trabajadores abren esta primera parte del túnel, el Gobierno
Nacional y el Congreso de la República estaremos buscando
la financiación para el resto. Tengan la certeza que la
encontramos, con la ayuda de Dios.
Entonces aquí hay una división de trabajo: ingenieros,
funcionarios de INVÍAS, interventores, trabajadores, hagan
bien esta obrita, que ahí nos proponemos nosotros conseguir
la plata para el resto. Pero hay que hacerla.
Ustedes no se preocupen por la plata, que
no hay mucha. Preocúpense
por la obra para hacerla rapidita y bien hecha, que en alguna parte
tiene que resultar el crédito. Ya hay ahí unas ofertas
internacionales, y miren lo importante: es más fácil
conseguir un crédito internacional de largo plazo como el
que estamos buscando, con la obra empezada, que con la obra en
el papel.
Ahora que vengan los banqueros japoneses,
Ministro, yo me vengo aquí con ellos en buseta. Yo no les voy a mostrar más
esta obra en Bogotá en un power point, sino que la mostramos
aquí, en la poderosa roca, en el power stone, para que crean,
y a ver cómo nos facilitan ese crédito.
Pedir un crédito de una obra que no empieza, de 70 años,
el banquero se apereza. Pero ya mostrándole que la obra
está en ejecución y que necesitamos la platica para
concluirla, le quitamos la pereza al banquero.
Entonces en esa tarea estamos. Es la división del trabajo:
arranquen ustedes a concluir esta primera parte y mientras tanto
vamos consiguiendo la platica y el Congreso de la República
y el Gobierno hacemos equipo para poder convertir esto en realidad.
Hay la idea de los gobernadores, de alcaldes,
del sector privado, de los congresistas, que el material rocoso
de la excavación
se utilice para unas presas, para unas pequeñas centrales
y unos acueductos.
Creo que por lo menos lo sugiero. Seguramente
los ingenieros lo tienen previsto. Muchas veces un metido ayuda.
Déjenme ser
metido. Les sugiero unos lugares de depósito, de ese material
de excavación, que facilite posteriormente el traslado a
lo que serían esas presas.
Esta es una zona muy poblada. Necesita
mucha agua. El Quindío
acaba de tener una enorme presión turística. Todos
los días tendrá más. En el Tolima se ha recuperado
enormemente el turismo y esto necesita mucha agua en ambas vertientes.
Por eso es muy importante cuidar bien ese material, que es un material
muy útil para esas presas.
¿Ustedes cuántos metros cúbicos aspiran extraer
en esta primera excavación?
Respuesta: 196 mil metros cúbicos.
Presidente de la República:¿De esos 196 mil cuántos
tendrán utilidad como roca sólida para presa?
Repuesta: Aspiramos a que sea aproximadamente el 40 por ciento.
Presidente de la República: ¡Uy! ¿75 mil metros
cúbicos?
Respuesta: Sí, Presidente.
Presidente de la República: ¿Ministro, eso alcanza
para una pequeña presa?
Andrés Uriel Gallego, ministro
de Transporte: Para una
pequeña sí, pero es que viene túnel grande
y ese sí tiene más rocas.
Presidente de la República: ¿Y no se pudiera hacer
lo siguiente: mirar a ver cómo los gobernadores pudieran
avanzar en esos proyectos, buscar unos concesionarios particulares
y que el Gobierno Nacional ayudara no solamente facilitando unos
sitios de donde puedan hacer el acarreo de esa roca con el menor
costo sino también con los créditos? Sería
mi sugerencia.
Muchas gracias.
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