MENSAJE
DEL PRESIDENTE AL CÍRCULO DE PERIODISTAS DE BOGOTA
Febrero
9 de 2005 (Bogotá - Cundinamarca)
Saludo a los mejores en su noche:
A quienes orientan con la palabra escrita;
a los que llevan la verdad a los oídos ansiosos del público; a los que
penetran en los hogares convertidos en imágenes y conceptos.
Felicito a todos los periodistas inscritos
para ser reconocidos por su gremio: a quienes enviaron sus trabajos
porque los saben
buenos; a los nominados, por ser los mejores entre los buenos;
a los premiados, por representar lo óptimo.
Exalto al nuevo Círculo de Periodistas de Bogotá,
en particular a su presidente, el doctor Cesar Mauricio Velásquez
y a la junta directiva. Sigan trabajando en la formación
de los periodistas, para consolidar unos medios de comunicación
valientes, justos, de amplio criterio y con capacidad analítica.
Que Colombia mantenga un periodismo que genere opinión,
que informe exhaustivamente, comprometido con las múltiples
perspectivas de la información, pero con discernimiento.
Quiero reiterar en este magno evento de los periodistas, que es
deber de todas las autoridades proteger de manera eficaz su libertad
y su vida. Esa es una prioridad del Estado colombiano.
Nuestra Patria ganó hace tiempo la batalla formal a favor
de la libertad de prensa; pero fenómenos como la criminalidad
se han constituido en obstáculo material para su ejercicio.
El asesinato, las amenazas contra los periodistas y la impunidad,
son motivos de vergüenza para nuestra democracia.
El asesinato de los periodistas es un medio
para consolidar el poder de los violentos y de la corrupción. Para la nación
y para el gobierno, la libertad de prensa tiene que ser un motivo
de orgullo democrático, un supuesto necesario para la confianza
ciudadana y un elemento esencial de unidad del pueblo.
En las circunstancias que atraviesa nuestro
país, el papel
de los medios de comunicación es esencial. De ustedes -el
cuarto poder- también depende la recuperación de
la normalidad en Colombia. El diálogo del periodista y el
político debe tener por objeto el bien público y
no aquello que deleite el debate picaresco de la pequeña
política.
Recuerden, como decía Núñez: “La imprenta
debe ser antorcha y no tea, cordial y no tósigo, debe ser
mensajera de verdad, y no de error ni calumnia, porque la herida
que se hace a la honra y al sosiego es con frecuencia la más
grave de todas”
En nombre de todos los colombianos, gracias
por su profesionalismo, por los valores que difunden, por el
entusiasmo que imprimen a
su labor, por ser ejemplo de ponderación en el manejo de
la información, por el respeto con la audiencia y la consideración
con la fuente. Gracias por investigar sobre el país, por
estimular el trabajo, y por dignificar la profesión del
periodismo.
Felicitaciones a todos. A los buenos, a
los mejores, a los óptimos.
Que sigan practicando esa profesión de inspiración
y sabiduría, cobijados por nuestra legislación libérrima;
acompañados y protegidos por la autoridad estatal y respetados
y estimados por el gran pueblo de Colombia.
Muchas gracias.
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