DESAYUNO
ANUAL DE LA FRATERNIDAD MINISTERIAL CRISTIANA
Febrero
22 de 2005 (Bogotá – Cundinamarca)
Compatriotas:
Acudo a esta reunión con inmenso
respeto, con inmenso reconocimiento por lo que ustedes hacen
por Colombia.
Colombia, para salir adelante, necesita
mucha fe, necesita profundizar los valores. Quienes tenemos responsabilidades
públicas
debemos revisarnos diariamente, debemos mantener una actitud autocrítica –que
no es fácil porque somos muy dados a ocultarnos nuestros
errores, a desconocernos-, debemos tratar de profundizar espiritualmente
para poder acertar en la orientación de los destinos de
esta Nación.
Justamente, a todo eso ayuda el contacto
con ustedes, por lo que ustedes representan, por su ética, por sus convicciones,
por su práctica, por el ejemplo cotidiano que nos dan a
todos los colombianos.
Creemos en una Nación con un modelo político pluralista,
debate de opciones pero debate amable, debate sin acidez, debate
sin antagonismo, debate donde los diferentes puntos de vista puedan
ser sintetizados, conciliados. Creemos en una Nación sin
exclusiones pero sin odios. Creemos en una Nación que todos
los días avance en la construcción del camino de
su unidad.
Quiero referirme a tres temas propuestos
por los pastores. El tema de las normas. Hace una semana pude
reunirme con algún
grupo de ustedes y el Ministerio del Interior va a revisar los
decretos que están al alcance del Gobierno Nacional.
El de personerías jurídicas me preocupa porque necesitamos
un mínimo de orden, tampoco podemos permitir que haya simulación,
que haya personerías jurídicas otorgadas a entidades
que no cumplan realmente con su tarea. Entonces, ustedes mismos
nos van a tener que ayudar. ¿Cuál fue la intención
del Decreto del año pasado? Eliminar la anarquía,
controlar una dispersión o recoger una dispersión
que se había convertido en algo incontrolable. Voy a pedirle
al Ministro del Interior (Sabas Pretelt de la Vega) que examine
ese decreto con ustedes pero no volvamos a la situación
anterior al decreto, porque nos estaba generando un estado de cosas
totalmente anárquicas.
Tenemos unos temas que podemos revisar nosotros, otros que son
de las autoridades locales, que son las que definen el ordenamiento
territorial.
Tenemos otros temas difíciles, por ejemplo: no solo ustedes,
sino los obispos de la Iglesia Católica se han quejado del
tema de las capellanías ¿Por qué? Porque las
normas de educación –la descentralización de
la educación- lo único que permite es, tener el personal
administrativo y docente que se empieza a proveer por decreto.
El camino que la Ministra de Educación (Cecilia María
Vélez) ha abierto -y les rogaría explorarlo con ella-
es que profesores, por ejemplo, que en nombre de la Iglesia de
ustedes den educación religiosa en los diferentes establecimientos,
puedan actuar allí también como capellanes. Les rogaría
que exploráramos con la Ministra de Educación ese
camino.
Los respeto mucho a ustedes, porque miro
esta carnita y estos huesitos frágiles de la condición
humana y eso me despierta mucho afecto por personas, por compatriotas
de superior
compromiso espiritual como son ustedes de quienes uno tiene que
aprender, de quienes uno se tiene que inspirar. Pero, tengo que
hablarles con mucha franqueza.
A mi me emociona mucho acudir a este desayuno,
ver su compromiso, su devoción, su compenetración espiritual, su amor
por Colombia, su solidaridad con todos los colombianos y agradezco
inmensamente su solidaridad con este ser humano que soy yo. El
cariño tiene que ir de la mano de la franqueza, por eso
les hablo con franqueza frente a estas normas, para poder tener
un diálogo constructivo, permanente que, con mucho de ustedes,
lo hemos tenido. Creo que hay que hablar con alcaldes de todo el
país por el tema de la regulación física de
los templos, ubicación y condiciones porque eso tiene bastante
relación con una norma local que es el ordenamiento territorial
en cada municipio.
La semana antepasada en nuestra reunión hablamos de la
Revolución Educativa que la estamos haciendo en Colombia –ha
avanzado bastante-.
Este año estamos completando millón 100 mil nuevos
cupos de primaria y secundaria para los niños de los hogares
pobres de Colombia. Nos propusimos millón y medio, con la
ayuda de Dios lo vamos a lograr.
Y este año vamos a avanzar en muchas comunidades mediante
contratación, ahí tienen una opción las iglesias,
que se las he sugerido y que les ruego concretarla con la Ministra –Luis
Alfonso Hoyos les ayuda con eso-. Yo lo hice en Antioquia, con
algunos de ustedes, en Urabá, en El Bagre, en Zaragoza,
recuerdo, y eso fue bueno. Fue bueno para los niños que
no tenían oportunidades escolares, fue bueno para la Iglesia
y fue bueno para el Gobierno porque se les pagaba por estudiante.
Ya empezamos a hacerlo a nivel nacional para poder avanzar hacia
nuestra meta del millón y medio de cupos.
Entonces hasta ahí dos temas, el tema de los decretos –que
incluyen regulaciones como capellanía, como ordenamiento
territorial, el tema de la participación de ustedes en educación-
y un tercer tema, el de la familia.
El sábado (pasado), en el Consejo Comunitario de Chía –donde
algunos de ustedes estuvieron-, empezamos una tarea: al iniciar
el Consejo presentamos un papá, una mamá y una defensora
de familia del Bienestar Familiar; ellos presentaron un caso magnífico
de superación de violencia intrafamiliar. Vamos a enseñar,
mostrando no lo grave sino lo exitoso. Nos hemos propuesto que
en cada Consejo Comunitario abramos, en lo posible, con un caso
exitoso de superación de violencia intrafamiliar. No llevar
allí, a pasar por la hoguera, a los que no han superado
el problema; no los vamos a exponer al público. Sino pedir,
a los que tienen casos exitosos de superación de violencia
intrafamiliar, que nos los cuenten a todos los colombianos. Aprender
a reconocer el problema a través de examinar los casos exitosos
donde individualmente se ha superado el problema.
Lo pensé mucho y por eso nos propusimos adelantar esto
en Chía. Creó que los pastores que nos acompaña
hoy aquí y que estuvieron el sábado en el Consejo
Comunitario de Chía, comparten que esa fue una bonita lección
y vamos a repetirlo sábado tras sábado, a ver cómo
vamos creando una gran conciencia en la Patria para superar la
violencia intrafamiliar.
Las normas de violencia, las normas contra
la familia. Pastor, estamos completamente de acuerdo: hay que
proteger la familia.
Hay que hacer un gran esfuerzo en Colombia para crear una conciencia
en padres de familia y estudiantes sobre la necesidad de que los
jóvenes aplacen las relaciones sexuales y eso hay que hablarlo
con claridad, hay que hablarlo sin fanatismo pero con claridad.
Si uno no habla las cosas con claridad no le entienden. Si uno
empieza a darle rodeos a las cosas, no lo entienden.
Entonces hay que decir en todas partes,
decirlo tranquilamente, sin fanatismo pero con mucha convicción: ‘muchachos
cuidado, piensen en que el arquitecto perfectamente organizado
es el creador y por algo él definió las cosas, aplacen
la sexualidad que eso tiene una relación con la familia’.
Ese gustico es para la familia. Hay que decírselos con claridad
a los muchachos, decirles bondadosamente, sin martirizarlos, pero
decirlo con claridad. Porque si, a mi me conmueve mucho lo que
el Pastor cuenta de sor Teresa de Calcuta. Es que, es tan preciosa
la vida de alguien que está en el vientre de la mamá,
como la vida de un adulto. Entonces, en esto tenemos que poner
mucho cuidado. El Gobierno está comprometido a hablar con
los congresistas para que la normatividad que se apruebe no afecte
a la familia.
Y en cuanto a aquel tema de los matrimonios
que hablaba el Pastor, de la constitución de la familia. También hay que
tener cuidado con esos proyectos de ley, de manera pedagógica,
tranquila, argumental, no fanática.
Una cosa tiene que es el respeto a la intimidad y otra es el respeto
a la sociedad. Hay que balancear ambos respetos, hay que respetar
la intimidad de cada quien; pero cada quien en su comportamiento
tiene que procurar respetar a la sociedad.
Entonces, de lo que se ha propuesto, hay
unas derivaciones muy complicadas. Por ejemplo, un niño en adopción debe
tener papá adoptante y mamá adoptante, desfigurar
eso por la ley, es maltratar a la sociedad. Yo quiero hablarles
sobre eso de manera elemental y tranquila a mis compatriotas y
llamar a esta reflexión: respetemos la intimidad pero que
en ejercicio de la intimidad todos cuidemos, para no ofender a
la sociedad y no desvirtuar la naturaleza. Vamos a ver como en
cada momento hablamos con más claridad sobre ese tema, para
hablar sin rodeos.
¡Ojalá podamos avanzar bastante en una Nación
que soñamos: en paz, transparente, sin exclusiones, democrática!
Por eso, tenemos tres propósitos: la derrota del terrorismo,
la derrota de la corrupción y la reivindicación de
los pobres.
Hemos avanzado bastante en educación. Para no abultarlos,
no fatigarlos con cifras, solamente el SENA, en el 2002 estaba
formando un millón 100 mil estudiantes, el año pasado
formó dos millones 700 mil y este año aspiramos que
crezca mucho porque la meta es que el año entrante forme
cuatro millones. Que pasemos de un millón 100 mil del 2002,
a cuatro millones del 2006.
El año pasado le llegamos a 98 mil jóvenes rurales,
muchachos campesinos, pobres, bachilleres, sin ingreso a la universidad,
sin ingreso al trabajo, expuestos a ser reclutados por guerrilla
o paramilitares o simple narcotráfico. Los tuvimos en el
programa de Jóvenes Rurales del SENA y este año la
meta mínima es llegarle a otros 100 mil, la meta mínima.
Nos propusimos que el SENA estuviera en
todos los municipios de la Patria, creo que nos falta uno o dos
municipios, por algún
problema y son 1.096 municipios.
Ya el SENA tiene hoy 250 mil muchachos
en educación virtual,
es muy importante que siga el crecimiento de esa Institución.
Pastores yo les rogaría hablar con el doctor Darío
Montoya para la participación de ustedes en el SENA porque
ahí hay una gran posibilidad de contacto con la sociedad
colombiana, Luis Alfonso les ayuda.
Con todas las limitaciones, tengo por allá dos propósitos
en el año. Un propósito: que la nueva generación
de colombianos pueda vivir feliz en este país. Y un segundo
propósito: que los colombianos nos vayamos uniendo. Y es
más importante ir dando pasitos e irnos uniendo en la acción,
creo que en la Fuerza Pública colombiana hay señales
importantes de decisiones de este Gobierno para la unidad de los
colombianos, que ahí si no voy a hablar tan clarito, pero
nos entendemos de pensamiento.
Y, en régimen subsidiado de salud. Este Gobierno encontró diez
millones de colombianos afiliados, hoy hay 15 millones. Con la
ayuda de Dios este año vamos a crear otros dos millones
de cupos y se está tramitando una ley para poner esta Patria
en condiciones de que en dos, tres años los estratos 1,
2 y 3 de nuestra población, todos, tengan seguro de salud
para poder decir: esta Nación tiene cobertura plena de salud
para los sectores pobres. ¡Ese es un objetivo inaplazable!
No lo podemos seguir proponiendo como una aspiración de
mediano plazo, tiene que ser en el corto plazo y con la ayuda de
Dios lo tenemos que lograr.
En Bienestar Familiar hemos aumentado en
dos millones los usuarios, ya hay siete millones de usuarios
de Bienestar Familiar. Y me quiero
referir ahí a dos programitas: un nuevo programa de niños
y un programa de ancianos.
En el nuevo programa de niños nos propusimos un desayuno
para niños menores de cinco años, para llegarle a
500 mil, ya le llegamos a 503 mil, pero ahora queremos –necesitamos-
llegarle a otros 500 mil. Y me he propuesto que antes del 20 de
julio, cuando debo acudir al Congreso de la República a
dar el informe, podamos decir que ya le hemos llegado a un millón
de niños.
El día que completamos 503 mil niñitos, acudí a
un barriecito de Pereira, a la Iglesia de la Santísima Trinidad
a celebrar la llegada de los 503 mil niñitos y dije: ‘aquí,
con la ayuda de Dios, vuelvo cuando hayamos llegado al millón
de niñitos’ y estamos haciendo el esfuerzo para llegar
antes del 20 de julio.
Tengo atrasos en el Bienestar Familiar, por ejemplo no hemos podido
reivindicar debidamente a las madres comunitarias. Yo quiero contarles
lo bueno y lo malo porque hemos avanzado pero esta Patria tiene
muchos problemas y nos vamos a demorar resolviendo muchos de esos
problemas.
Los ancianos. Ya hemos logrado llegarle
con un subsidio monetario –están
recibiendo una platica- a 170 mil ancianos pobres de la Patria
y este año estamos empezando otro programa –ya empezó en
Bogotá donde tenemos 3.500 (beneficiarios)- para darle una
comida diaria a 400 mil ancianos pobres de la Patria.
Confiamos que esté marchando plenamente el 20 de julio
y que el 20 de julio, en el informe al Congreso, le pueda decir
a los colombianos: ‘ya tenemos 570 mil ancianos apoyados
por el Estado -170 mil con un subsidio monetario y 400 mil con
una comida diaria-‘. Y no es suficiente, no es suficiente
porque hay alrededor de 700, 800 mil ancianos pobres en esta Patria.
Se ha recuperado la confianza inversionista
y a pesar de que seguimos con un desempleo alto –tocó casi el 20 por ciento,
está entre el 12 y el 13- ¡a bueno que en diciembre
de este año pudiéramos ver otros dos puntos de reducción
del desempleo!
Cuando asumí la Presidencia Juan Luis Londoño (q.e.p.d.)
me dijo: ‘Presidente, es imposible parar el desempleo, prepárese
porque va a llegar al 25 por ciento’, pero hemos logrado
recuperar confianza en Colombia –generación de actividad
económica- y nos a ayudado.
Hoy hay -faltando tanto, faltando tanto
de todas maneras hay que registrar cositas buenas- millón 600 mil colombianos más
afiliados al régimen contributivo de salud que hace 30 meses.
En eso a ayudado mucho el microcrédito porque cuando este
Gobierno empezó la cartera para los microempresarios era
de 707 mil millones, hoy es de billón 800 mil. Entonces,
cuando se resuelve un problema de microcrédito la familia
organiza su empresita y eso produce muchas benéficas consecuencias.
Una: se tranquiliza la familia. Dos: muchas
veces crean un empleo para un tercero. Tres: como mejoran su
nivel de ingreso, también
mejora su nivel de consumo y vía consumo y demanda le contribuyen
de manera general a la economía. Cuarto: si la microempresa
funciona bien y es del papá, él no sale a buscar
empleo y se satisface las necesidades básicas de la familia,
la mamá dice: ‘yo más bien voy a ayudar en
la microempresa, voy a atender a los niños, no me voy a
ir a buscar empleo’ y los hijos pueden estudiar.
Ustedes saben que cuando los muchachos
están desesperados
por la situación económica del papá y la mamá se
disipan mucho, abandonan la educación y empiezan a buscar
empleo desesperadamente. Entonces por eso hemos insistido mucho
en ayudar también, a través del microcredito, en
el tema del autoempleo.
Uno dice: bueno, tener la tasa de desempleo
entre 12 y 13 es mucho menos grave que tenerla entre el 17 y
el 20. Pero tenerla entre
el 12 y el 13 es enormemente alto, el camino que falta es mucho.
Ayer me decía el Gobernador de Florida que el desempleo
en Florida es del 4.5, sentí envidia de la buena. Allá tenemos
que llegar.
Luis Alfonso (Hoyos, alto consejero para
la Acción Social)
ha hecho una formidable tarea, todavía hay desplazamientos,
es cierto, pero por ejemplo entre el 2002 y el 2003 el desplazamiento
bajó 48 por ciento, entre 2003 y 2004 más o menos
un 22, 23 y confiamos que este año baje otro 20 por ciento.
Ahora, estamos en un momento de mucho reto.
Hay que completar la desmovilización de los paramilitares. Pidámosle
a Dios que nos ilumine para acertar en el texto de ese marco jurídico
que estamos discutiendo con el Congreso, que sea acertado y que
sirva para paramilitares y para guerrilla, que sea un buen balance
entre paz y justicia, que no haya impunidad y que tampoco sea un
obstáculo para la paz. Yo tengo claro el concepto político
ahora lo difícil es acertar en el texto jurídico
que estamos redactando, que estamos trabajando con los honorables
congresistas.
Muchas regiones, por ejemplo en Urabá –creo que aquí hay
pastores de Urabá-, en el Catatumbo, en muchas regiones
dicen: ‘Presidente estamos muy preocupados, ¿quién
nos va a cuidar ahora que se van los paramilitares?’ Hay
que hacer un esfuerzo para que sea la Policía y el Ejército.
La Nación no puede vivir con la expectativa de que sean
grupos ilegales los que la cuiden, entonces le vamos a ayudar todos
a la Policía y al Ejército. Ese es un costo de institucionalización
de Colombia pero hay que movilizar todo el paramilitarismo, hay
que desmantelarlo para que la Nación pueda presentarse ante
el mundo y decir: ‘nosotros hemos recuperado un gran trozo
de institucionalidad que habíamos perdido’. Lo único
para proteger a los colombianos, además de Dios, es la Fuerza
Pública institucional y democrática de la Patria.
Tenemos abiertas las puertas del diálogo con todos los
grupos. Si la guerrilla se sienta a negociar con este Gobierno,
negocia en un ratico; pero también mantenemos toda la decisión
de energía.
Ayer me preguntaba una periodista extranjera: ‘Presidente ¿entonces
que van a hacer ahora que ya no hay repliegue de las Farc? y le
dije: ¿cuándo se ha replegado? ese es un cuento periodístico. ¡Aquí no
ha habido repliegue de la guerrilla, aquí lo que ha habido
es una acción valerosa de la Fuerza Pública y lo
que jamás habrá es repliegue del pueblo colombiano!
Al pueblo colombiano hay que alimentarle la decisión que
no podemos asumir actitudes débiles ni pusilánimes
frente a los violentos.
Es muy duro, veo solamente el costo que
ustedes han pagado con sus pastores en muchas regiones de la
Patria, ¿por qué eso?, ¿por
qué tantos pueblos del mundo disfrutan el derecho de la
paz y por qué no nosotros?, Miren lo que hicieron ayer,
los ‘santitos’ esos, allá en Puerto Toledo en
el Meta: un hotel popular, se lo tomaron, se apoderaron de él,
lo llenaron de explosivos y cobardemente lo explotaron cuando estaba
una patrulla militar cuidando el pueblito. Nos mataron a los militares,
nos hirieron otros y mataron personas de la población civil.
Entonces, ¡lo que tenemos que hacer
es templar el valor y la persistencia y luchar hasta que esta
Patria no tenga terrorismo,
para que esta Patria pueda vivir tranquila!
Mi afecto, mi respeto, mi admiración por ustedes. Ustedes
han ayudado mucho a producir reflexiones en nosotros los colombianos
y ustedes, sus feligreses, han inoculado muchas virtudes que se
traducen en el comportamiento y que habrán de ayudarle mucho
a esta gran Patria.
Con el grupo de pastores con quienes me
reuní hace 15 días,
el doctor Juan Lozano (Alto Consejero Presidencial), el doctor
Luis Alfonso, seguimos con la coordinación a ver cómo
podemos resolver algunas cositas de las preocupaciones que ustedes
tienen.
Muchas gracias.
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