REINSERCIÓN
DE 22 GUERRILLEROS DE LAS FARC
Julio 31 de
2005 (Cali – Valle del Cauca)
Durante el acto de reinserción de 22
guerrilleros de las Farc, 20 hombres y dos
mujeres, el presidente Álvaro Uribe
pronunció las siguientes palabras.
Compatriotas:
Ya cuando cae el sol
de este domingo, el último
de julio, acudimos a Cali con mucho entusiasmo
para recibir con la generosidad propia… perdón,
traigan al señor alcalde de Cali, Apolinar
Salcedo, para acá. Alcalde, bienvenido.
Decía yo que cuando cae el sol este último
domingo de julio, acudimos a Cali con devoción
por la Patria, a decirles a ustedes muchachos,
que son bienvenidos a este reencuentro con
Colombia.
Que tengan la garantía de que la Patria
los tratará con toda generosidad. Que
los colombianos celebramos, con alborozo, cada
vez que alguien integrante de los grupos violentos
toma la voluntad, la decisión de reintegrarse.
Que estamos haciendo
un esfuerzo sin antecedentes para ayudar
a un número muy grande de
colombianos que se ha reinsertado, que está llegando
a 17 mil y que esperamos que crezca y crezca,
a fin de que se reencuentren con un camino
de reconciliación, de familia, de estudio,
de trabajo, de felicidad y de tranquilidad
para vivir en la Patria.
Quiero saludarlos con
todo afecto. Nuestra Patria requiere dos
decisiones: mantenerse
en la decisión firme de derrotar el
terrorismo. Aquellos que persistan en la violencia,
enfrentarlos con toda la severidad del Estado
de Leyes. Y una segunda: proceder con toda
generosidad frente a la reinserción.
Generosidad del presupuesto público,
a pesar de la escasez. Generosidad para formarlos
a ustedes, para darles asistencia técnica,
para que tengan capacitación técnica,
estudio, para ayudar a que se reinserten a
que se encuentran con la vida laboral de la
Nación.
Vengo a extenderles
la mano de compatriota. A decirles que se
sientan tranquilos, que empiecen
a dormir tranquilos, sin sobresaltos, a buscar
la comunicación con sus familias, que
con la ayuda de Dios aquí tienen todas
las garantías.
Hace tres años cuando empezábamos
este ejercicio presidencial, lanzábamos
el Programa de Reinserción que se ha
venido abriendo paso de manera muy positiva.
Hace unas 4 semanas a unos compañeros
de ustedes reinsertados en el Caquetá,
les dije “muchachos, por qué se
demoraron tanto”. Dijeron “Presidente:
porque allá nos decían que si
nos desmovilizábamos, el Ejército
y la Policía nos sacaban información
y después nos mataban”. “Muchacho,
y cómo los han tratado”, “Presidente,
muy bien”.
Nosotros queremos tratarlos
muy bien a ustedes porque necesitamos que
ustedes vivan felices
y en paz con el resto de sus compatriotas y
porque necesitamos que el testimonio de ustedes,
el camino de ustedes, sirva de espejo para
que aquellos que persisten todavía en
el camino equivocado de los grupos terroristas,
rectifiquen.
Que la voz de cada
uno de ustedes a partir de hoy, sea una voz
de construcción
de paz en Colombia. Que ustedes cambien el
llamado al ataque terrorista por el llamado
a la desmovilización.
Que ustedes cambien
el fusil por los materiales de estudio, que
ustedes cambien la desorientación
del terrorismo por el propósito certero
del estudio, del reencuentro con sus familias
y con sus compatriotas y del trabajo.
Que cada uno de ustedes
desde hoy sea un vocero en favor de la reinserción, les haga
saber a sus antiguos compañeros que
en Colombia no hay espacio para la violencia,
le pida a sus antiguos compañeros que
todos sigan el ejemplo de ustedes.
Invito en este último domingo de julio,
a mis compatriotas a que hagamos dos grandes
esfuerzos: el sostenido esfuerzo por la política
de seguridad democrática, que hoy tiene
el nuevo reto de copar unos espacios que han
venido dejando desmovilizados y el gran esfuerzo
de proceder con generosidad frente a los reinsertados.
Confiamos que el Programa
de Reinserción
vaya superando obstáculos; que los estudios
de ustedes los vaya llevando a poder trabajar,
a tener emprendimientos productivos, ya tenemos
definidos una serie de programas para reincorporarlos
a la vida laboral.
Quiero agradecer muy
especialmente a las autoridades militares
y policiales de la República,
por este gran esfuerzo para recuperar la cordillera
Caucana, que estaba en poder del terrorismo.
Un esfuerzo militar y policivo, integral. También
un esfuerzo humanitario.
La Fuerza Pública de la Patria ha captado
bien la necesidad de Colombia. Toda la firmeza,
la determinación y la agresividad para
derrotar a los terroristas y toda la generosidad
para recibirlos en el momento que tomen la
decisión rectificatoria de la reinserción.
Eso es bien importante.
Lo que acaba de decirnos
el General Correa (Mario, comandante de la
Tercera División
del Ejército), de cómo los oficiales
de la operación entraron en contacto
con ustedes, muestra algo que se ha instruido
a la Fuerza Pública: nuestro objetivo
no es arrasar a los muchachos que están
en el camino equivocado del terrorismo sino
reconstruir la garantía de paz para
todos los colombianos.
Por eso, nuestra voluntad
de acogerlos con toda la generosidad en estos
programas de reinserción.
Me gusta mucho encontrarme con ustedes que
estaban en la Farc, porque nuestra política,
tanto la de autoridad como la de reinserción
es igual para todos. Igual para las autodefensas
ilegales, igual para el Eln e igual para las
Farc.
En el propósito de que un país
reestablezca el imperio de sus instituciones,
no puede haber tratamientos diferenciales de
las instituciones a grupos terroristas ni tampoco
puede haber grados diferentes de generosidad
a la hora de la reinserción. En contra
de todos la misma política de autoridad.
En favor de todos la misma política
generosa de reinserción.
Qué bueno que esta decisión
de ustedes, produjera en quienes eran sus compañeros
en las Farc, una reflexión, una revisión
interna, que se pregunten ellos qué bueno
han hecho por Colombia. Si sí se justifica
seguir en esa tarea terrorista. Estuvieron
con un dominio de 25 años en esa cordillera
caucana. ¿Qué hicieron por el
empleo? Nada. Destruirlo. ¿Qué hicieron
por la infraestructura? Nada. Destruirla. ¿Qué hicieron
por la educación? Nada. Impedirla. ¿Qué hicieron
por la pobreza? Nada. Aumentarla.
Tanto años de derramamiento de sangre
y todo lo que han conseguido es maltratar más
al pueblo colombiano. Cuando el general Mario
Correa (Comandante de la Tercera División
del Ejército) me cuenta, sobre los fusilamientos
que han hecho las Farc a muchos de sus integrantes,
he llegado a la conclusión que las Farc
no es solamente terrorista con el pueblo colombiano,
sino que es terrorista con sus propios integrantes.
Qué tristeza que lo único que
ustedes hayan logrado allá sea aumentar
los problemas del pueblo colombiano, perturbar
la tranquilidad de sus propias familias, enriquecer
a los cabecillas de las Farc y exponerse a
la humillación, al maltrato, al fusilamiento
por parte de las cabecillas de las Farc.
Ahora cuando saludaba
de manos con entusiasmo de colombiano a todos
ustedes, a alguno le
pregunté la edad. Un muchachito de ustedes
me dijo, ’18 años’. ‘¿Cuánto
llevas en las Farc?’ ‘8’.
El otro me dijo 20 años. ¿Cuánto
llevas en las Farc?’ ‘6’.
Eso es una locura. Es una locura.
Vengo a reiterar el
compromiso de que este Programa de Reinserción, al cual ustedes
ya se les acepta el ingreso, sea muy útil
para la paz de Colombia.
Nada es fácil, con las desmovilizaciones
recientes podemos estar anunciando ¿cuánto
Doctor Luis Carlos (Restrepo, Alto Comisionado
para la Paz) ¿Cuántas Doctor
Juan David (Ángel, director del Programa)?
16.500 el próximo lunes, o sea que no
estoy yo muy desfasado yo cuando digo que estamos
llegando a 17 mil. ¿Para el viernes
deben ser 17 mil? Eso es muy grande.
Entonces es un programa
inmenso donde hay obstáculos, un día del presupuesto,
al otro día de un albergue. Pero en
fin. De buena fe, ahí estamos buscando
cómo superar estos obstáculos.
Nos vamos a proponer a contratar operadores,
como los hogares campesinos, organizaciones
de la iglesia, ONG’s especializadas en
esto para que el programa fluya de manera todavía
mejor.
Déjenme en este día de encuentro
con ustedes invitarlos a que entren a esta
reinserción con fe y con amor. La vida
necesita muchos compromisos. La vida necesita
un compromiso de disciplina, hay que estudiar
y trabajar todos los días. La vida necesita
un compromiso de autocrítica. Los seres
humanos somos muy reacios, muy negados a autocriticarnos.
Hay que hacer el esfuerzo. La vida necesita
un compromiso de estudio y de trabajo. Pero
la vida necesita tres compromisos fundamentales:
proceder honradamente, proceder con amor por
lo que se está haciendo y proceder con
humildad. El más difícil es proceder
con humildad.
Los seres humanos por
naturaleza somos todo lo contrario a aquello
que la humildad exige.
Para proceder con humildad en tantos momentos
de la vida, hay que hacer un esfuerzo enorme
sobre sí mismo, pero es necesario.
Asuman esta tarea de
la reinserción
con amor, con amor por Colombia, con amor por
sus familias, con amor por la paz. Con amor
para luchar para que sus compañeros
que siguen en el camino equivocado de las Farc
se reintegren. Con amor para salir adelante.
Asuman esta tarea de
reinserción con
una gran fe en Colombia, con una gran fe en
Colombia y en el futuro de ustedes mismos.
Vamos a hacer lo mejor que está a nuestro
alcance para que salgan adelante.
Recuerden, mucha disciplina,
transparencia en el comportamiento, amor
y, en las veces
que sea necesario, aquello tan difícil
que es la humildad.
Los saludo pues con afecto
de compatriotas.