CENA
OFRECIDA POR LOS REYES DE ESPAÑA
EN HONOR
AL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, ÁLVARO URIBE
VÉLEZ
Julio 11 de 2005 (Madrid – España)
Majestades:
España descubrió para el mundo el paisaje
americano. Ese acontecimiento, uno de los más
trascendentales de la historia, hizo decir a Alejo Carpentier
que “existe en la historia universal un hombre
anterior y un hombre posterior al descubrimiento de América.
El pueblo que habita nuestro Continente, es el resultado
de una simbiosis monumental de razas, con una importancia
extraordinaria por su riqueza y su posibilidad de aportaciones
culturales”.
En América, España echó las bases
para la creación de una gran civilización:
la del hombre nuevo, dispuesto a vivir la democracia
y la libertad. De España llegaron a América
los ecos del Quijote, quien dijo que “la libertad,
es uno de los más preciosos dones que a los hombres
dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros
que encierra la tierra ni el mar encubre”.
La monarquía que usted representa, ha sido factor
esencial en el tránsito de España a la
democracia, a su consolidación, preservación
y defensa.
España, alrededor de las reglas democráticas
y de un sistema de independencia de instituciones, fundó su
seguridad y construyó un régimen de libertades
públicas, de transparencia, de cohesión
social. El imperativo de los pueblos latinoamericanos,
es seguir la huella para arribar pronto a esa meta institucional
que garantiza todo el desarrollo, la felicidad y la paz.
Majestad, con su asenso al trono,
los españoles,
después de haber vivido la Guerra Civil, de una
larga ausencia de libertades públicas, sintieron
que, como había dicho el Quijote: “todas
las borrascas sucedidas habían sido señales
de que presto habría de serenar el tiempo y de
que el bien estaba cerca”.
Para llegar a la cúspide del escenario democrático
mundial, España requirió de un monarca
de sus condiciones humanas, de su tolerancia con la discrepancia,
de su capacidad para ser prudente sin llegar a ser indiferente.
Usted, Majestad, ha actuado como
líder y garante
de la amistad entre España y América Latina
y de la dignidad de su continente. Con su contribución
hemos dado pasos fundamentales para la integración
con lo cultura, para la integración de nuestras
economías, para la integración en el propósito
de profundizar las democracias y derrotar la pobreza.
Con su colaboración y comprensión, con
la creciente cercanías de nuestros pueblos, avanzamos
en procura de los acuerdos de la Comunidad Andina, MERCOSUR,
Centro América, los Estados Unidos, para ir llegando –los
primeros- como Comunidad latinoamericana a acuerdos permanente
con Europa y proyectarnos al Asia.
España es ejemplo de la apuesta inversionista
en Colombia, es nuestra aliada fundamental en el marco
de la Unión Europea, apoyo esencial de nuestra
lucha contra el terrorismo y las drogas ilícitas
que lo alimentan. Nuestra aliada fundamental en la batalla
por el crecimiento económico y la erradicación
de la miseria.
Hoy, hemos tenido la oportunidad
de intercambiar muchas opiniones con la comunidad inversionista
en Madrid. Hemos
reiterado la voluntad de continuar avanzando para resolver
las disputas legales que en algún momento crearon
tanta incertidumbre para un continuado ritmo de crecimiento
de esas inversiones. Ya se han superado muchos obstáculos
y, con persistencia, con respeto a las instituciones,
de cara al pueblo, con publicidad de todos nuestros convenios,
en cada momento y en los próximos, iremos dando
buenas noticias de superación de estas controversias
para que haya más confianza inversionista de España
en Colombia.
Hace pocas semanas se suscribieron
los acuerdos de protección
de inversiones entre nuestros dos países y de
desmonte de la doble tributación. Los primeros
de esta naturaleza que suscribe Colombia con nuestra
madre Patria, que habrán de servir de punto de
referencia para replicarlos con otras economías.
Majestades, el pueblo colombiano
es el más golpeado
en el mundo, quizás, por el terrorismo, pero es
un pueblo –que como dijo alguno de nuestros pensadores-
es heroico en el peligro, inquebrantable en la adversidad
y tenaz en la esperanza.
Colombia ha sido afectada por
el desplazamiento y la pobreza, pero su energía y decisión, está toda
concentrada en salir adelante, recuperar la seguridad,
derrotar la corrupción, reivindicar a los pobres,
construir igualdad de oportunidades, animar el debate
democrático con más fraternidad y menos
acidez, proscribir la exclusión e impedir el odio.
Nada puede turbar las amistades que son ciertas, su
afecto y solidaridad incondicional para con el pueblo
de Colombia, tienen superior evidencia.
España, el referente de la hermandad
de nuestras naciones, las identidades culturales de nuestra
lengua
castellana que se viste de gala en estos 400 años
del Quijote, cuando habremos de recibirle en esa tierra
colombiana para hacer la nueva reunión de nuestra
lengua.
Mil gracias Majestades, ustedes
han conducido con sabiduría
y con prudencia todo este proceso de integración
de nuestras dos naciones, ese proceso de buenas relaciones
entre los estados, de un gobierno mantenido en el siguiente.
Usted Majestad, ha sido el gran
impulsor de esa nueva alianza que empezó con reuniones esporádicas
y ahora se concreta con una acción cotidiana para
superar la pobreza y que, en la instalación de
la Secretaría Permanente, tantas ilusiones nos
crea la Alianza Iberoamericana.
Los invito a brindar por sus
Majestades, por España,
por Colombia, por la integración Iberoamericana,
por nuestros pueblos.
Muchas gracias.
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