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RENDICIÓN DE CUENTAS DEL SENADO DE LA REPÚBLICA
Julio 18 de 2005 (Bogotá - Cundinamarca)

Compatriotas:

Acudo esta noche al Gimnasio Moderno para acompañar al Presidente del Senado, en este acto democrático de rendición de cuentas al país, de lo que ha sido la legislatura por él presidida.

Acudo para transmitir el sentimiento de gratitud del Gobierno Nacional a los esfuerzos adelantados por el Congreso, a sus mesas directivas y a quien nos convoca esta noche, el honorable senador Luis Humberto Gómez Gallo.

A esta rendición de cuentas, a este balance que acaba de presentarle al país, debemos agregar algo muy importante, que es de su esencia: su permanente preocupación por su tierra tolimense. No ha habido momento de estos tres años del Gobierno que he presidido, en el cual el senador Gómez Gallo no hubiera estado presente, luchando por las expectativas y las necesidades de su tierra.

Un día por el túnel de La Línea. Otro día por cultivos tan importantes del Tolima como el arroz, el algodón, el sorgo, el maíz, el café. Otro día, para que se abra la licitación que habrá de construir la doble calzada de Girardot a Ibagué, como complemento de la que ya estamos construyendo entre Bogotá y Girardot. Otro día, para que se concluyan los estudios que permitan la construcción del distrito de riego del Triángulo del Tolima. O para que se perfeccionen con el gobierno de España, los acuerdos de cooperación para financiar ese distrito.

El senador Gómez Gallo es un diligente defensor de los intereses de la Patria entera y de los intereses de su terruño tolimense.

Quiero mencionar leyes muy importantes, omitiendo muchas apreciados compatriotas. El Congreso de Colombia aprobó la ley que autoriza al Gobierno a firmar pactos de estabilidad normativa con los inversionistas. Esta es una ley para el empleo. El mundo socialista que antes detestaba la inversión privada, hoy la seduce.

Colombia, que había perdido un buen ritmo de inversión extranjera directa, empieza a recuperarla.

Como lo diré el 20 de julio –en el informe al Congreso-, ya en 2004, el país superó los 3 mil millones de dólares de inversión extranjera directa, suma que se había perdido desde 1996.

Y de acuerdo con los estimativos de Proexport, este año podemos superar los 4 mil millones de dólares de inversión extranjera directa.

A eso se le suma el entusiasmo de los inversionistas de todos los tamaños en nuestra Patria. Esa ley aumenta la confianza.

En el momento en que firmemos los primeros pactos, Colombia va a ver un ambiente todavía muy superior, mucho más positivo, de afluencia de inversión para generar empleo.

Y quiero destacar la norma que aprueba el nuevo estatuto de capitales. Esa norma trae unas instituciones modernas que nos faltaban, para que sean requisitos de aquellas empresas que quieran estar inscritas en el Registro Público de Valores.

Normas tan importantes como las que protegen, en los órganos de gobierno empresarial, los intereses de los pequeños accionistas. Esto genera más confianza al acudir al mercado de capitales. Y en cuanto mayor sea la confianza, mayor el éxito de las empresas del Registro Público para acudir al mercado de capitales, mayores serán los recursos de intermediación financiera que quedarán libres, para que ellos atiendan las necesidades de crédito de la pequeña y de la mediana empresa, que no tienen las mismas posibilidades de acudir directamente, por recursos, al mercado de capitales.

Y después de varias legislaturas, con el entusiasta apoyo del ministro del Interior y de Justicia, doctor Sabas Pretelt, el Congreso aprobó la Ley Antitrámites. Simplifica mucho la vida de las personas naturales y la vida de las empresas en Colombia. Es un gran paso para que el país elimine obstáculos.

Muchos señalan cómo países como Canadá, con dos o tres pasos, permiten la creación de una empresa y cómo aquí se necesitaban 80. Con los avances que hemos tenido, ya son mucho menos. El país se va volviendo, va llegando a la altura de aquellos países que han logrado la mayor competitividad en materia de simplificación de trámites.

Podríamos seguir haciendo un gran repaso de este esfuerzo del Congreso.

Hace pocos días, cuando alguien del sector de analistas internacionales sobre el desempeño de nuestras economías me decía que a la reforma pensional le faltaba más, yo le contestaba: ‘no se olvide que esta reforma pensional no la ha firmado un decreto de la dictadura del general Pinochet, esta reforma pensional se ha discutido en un Congreso democrático, en un Congreso pluralista, respetando también períodos de transición, para no violar expectativas próximas de derechos’.
El Congreso, con enorme responsabilidad, ha garantizado –como muy bien lo decía el Presidente del Senado- que el país pueda darle una señal clarísima a las nuevas generaciones: de que van a trabajar no sólo para pagar la pensión de los mayores, sino para poder construir la pensión propia.

Una señal clarísima a los pensionados: que vamos a ir resolviendo este altísimo déficit, para asegurar el pago de sus pensiones.

No es fácil, en una Nación con la pobreza de la nuestra, aprobar una reforma tan seria que exige sacrificios y que desmonta privilegios, como esta reforma constitucional que acaba de aprobar el Congreso de Colombia.

En la legislatura que viene hay gran cantidad de normas importantes para seguir tramitando.

Y por supuesto, que buen aporte le ha hecho el Congreso –después de larga discusión- a la política de Seguridad Democrática, a ese eslabón necesario de la política de Seguridad Democrática que es la desmovilización, que es la reinserción.

Nosotros hemos dicho que, en aras de la Seguridad Democrática, tenemos que tener toda la firmeza para derrotar, en el ejercicio de la autoridad, a quienes insistan en la violencia y toda la generosidad para albergarlos en la desmovilización y en la reinserción.

Hoy la Patria tiene, en lo que va corrido de este Gobierno, una suma acumulada superior a 14 mil reinsertados, que crece semana tras semana, de las diferentes guerrillas y de los grupos paramilitares.

Esta norma, la primera en su género que se produce en Colombia, una de las primeras del mundo –porque el mundo como Colombia, han conocido instrumentos normativos para la paz y la reconciliación, pero no instrumentos normativos para la paz y la reconciliación, que introducen el elemento de la justicia, el elemento de la reparación y que reconocen el derecho de la ciudadanía a la verdad-.

Esta norma es un buen balance entre justicia y paz. Esta norma, es una norma que nos va a ayudar mucho para ir consiguiendo esa seguridad definitiva que requerimos los colombianos.

Una norma muy controvertida. Controversia normal, lo que llamaría la atención sería haberla aprobado sin controversia. Controversia normal en un país que ha tenido que sufrir tanta violencia, en un país que ha derramado tanta sangre.

Pero a medida que la norma se le explica a los compatriotas, que la ley se explica en la comunidad internacional, va ganando mayor legitimidad, va ganando mayor apoyo.

Confío, señor Presidente del Senado y honorables senadores, que esta ley de Paz y de Justicia, a medida que los colombianos sientan su efecto en la desmovilización de integrantes de paramilitares y de guerrillas, en la medida en que los colombianos sientan su efecto en un proceso que cada día avanza de encuentro con la seguridad, con la tranquilidad, con la paz; esta norma va a irse anidando más profundamente en la aceptación popular.

Quiero agradecer al Congreso una circunstancia que hay que destacar: la aprobación de todas estas normas, se ha dado sin auxilios parlamentarios.

Hay que decírselo al país, porque cuando se aprobaban auxilios eso era noticia, noticia negativa para el Congreso. Ahora que no hay un peso de auxilios parlamentarios, hay que contarle al país que este Congreso –como un gran aporte a la transformación de las costumbres políticas- ha venido aprobando una agenda legislativa de gran importancia sin que medie un peso de auxilios parlamentarios.

Realizamos audiencias para darle complementos a las regiones, en las que participaron alcaldes, gobernadores, ciudadanos, grupos sociales, el Congreso de la República, de cara al país. ¡Democracia participativa, directa, para definir partidas presupuestales, no el negocio escondido y bilateral entre el congresista y el Ejecutivo que tipificaba la práctica negativa de los auxilios!

Y es importante también, entender que esta agenda legislativa se ha aprobado cuando el país avanza en una reforma administrativa profundamente desburocratizante, cuando el país ha incorporado la carrera administrativa para otros 120 mil cargos del Estado, cuando el país ha celebrado el primer concurso de méritos para seleccionar profesores.

¡Hay participación política, pero no hay clientelismo! Hemos venido haciendo el tránsito del clientelismo a la meritocracia y eso le adiciona mérito a la agenda legislativa que se ha aprobado.

De gran importancia es resaltar la reforma constitucional aprobada en primera vuelta, para congelar el tamaño de la Honorable Cámara de Representantes, ahora que estamos en la víspera de un nuevo censo.

Propuse como candidato a la Presidencia un sistema unicameral. El Congreso de la República en las discusiones de la ley del referendo, desechó esa idea pero aceptó la reducción del Congreso que -por motivos que todos conocemos-, no tuvo los votos suficientes cuando propusimos ese referendo al pueblo.

Creo que el paso que se está dando es un paso de equilibrio, un paso que nos lleva al llanito del acuerdo, un paso razonable, un paso responsable: congelar el número de integrantes de la Cámara para que, cualquiera sea el resultado del censo poblacional, los colombianos tengan tranquilidad sobre el tamaño de su segunda Cámara –problema que no tiene el honorable Senado puesto que el número de senadores no depende de la población, depende de una norma constitucional que fija una cuantía inamovible-.

Todos estos son pasos muy importantes. Y esta inauguración del canal de televisión, de esta plataforma tecnológica –que nos ha explicado el presidente del Senado-, de mi parte, como representante del Ejecutivo, merece felicitaciones.

Primero, ¡qué bueno, que hubieran intervenido en ello empresas tan serias como EPM (Empresas Públicas de Medellín) y otras del Estado, de igual reconocimiento público! Eso avala lo que usted acaba de decir señor Presidente del Senado, una tarea que ustedes realizaron con austeridad, con total transparencia, hicieron rendir los pesos del presupuesto. Lo felicito por ese logro.

Y en esta época, de la revolución de las comunicaciones, no se puede negar la necesidad del avance de la democracia participativa. La Constitución de 1991 dio luces clarísimas sobre eso.

No creo que sea el momento de poner a rivalizar la democracia participativa con la representativa. El equilibrio lo fijó la Constitución del 91, donde están las instituciones de representación y los mecanismos de participación popular directo. Ese equilibrio se necesita.

El país necesita los referentes de organización política que permiten que funcione la democracia representativa y ese ejercicio permanente de apelación al pueblo que es la expresión más genuina de democracia participativa.

Con este canal, con esta plataforma tecnológica, con estos pasos que se dan para que cada ley sea más visible al pueblo en su proceso de construcción legislativa.

Con este canal, con esta plataforma tecnológica, con estos pasos que se dan para que cada ley sea más visible al pueblo en su proceso de construcción legislativa, para que la actividad de cada congresista se publique más ante el pueblo y se facilite el control popular sobre el ejercicio del Congreso y de cada uno de los integrantes, se está aportando muchísimo al avance de la democracia participativa en nuestra Patria.

En cuanto mayor sea el ejercicio popular participativo, mayor es la transparencia y finalmente mayor es la credibilidad de los colombianos en las instituciones.

Tenemos todavía muchas dificultades en nuestros hábitos políticos, pero la tarea que el Congreso ha mostrado hoy al país, es un buen augurio de que con los avances logrados vamos finalmente a darle una respuesta a los colombianos, positiva al reclamo de total transformación de las costumbres de la política.

Lo felicito señor Presidente del Senado. Los felicito honorables senadores y representantes. ¡Que estos nuevos pasos sean por el bien de Colombia!

A todos muchas gracias.

 
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