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VISITA A LA NUEVA SEDE DE LA FISCALÍA EN MEDELLÍN
Julio 22 de 2005 (Medellín – Antioquia)

Compatriotas:

Acudo hoy a Medellín a acompañar a un coterráneo sobresaliente: al Fiscal General, Luis Camilo Osorio Isaza, quien quiere desde esta, su tierra, darle al país una rendición de cuentas de lo que ha sido su fructífera gestión, ahora que termina su período como Fiscal General de la Nación.

En primer lugar, quiero destacar esa tarea. Las cifras, el decoro con que ha procedido al frente de la Fiscalía General. Su ecuanimidad, su transparencia, ahorran lo que yo pueda decir a los colombianos desde Medellín.

Particularmente ha sido muy grato tener la permanente compañía del doctor Luis Camilo Osorio en esta tarea de recuperar la seguridad para los colombianos.

Cuando saludo hoy a quienes con él han integrado equipo en la Fiscalía General de la Nación, a los fiscales de Antioquia, a los fiscales de tantas regiones colombianas, ya son caras amigas, porque hemos recorrido el país palmo a palmo, a toda hora en la compañía del Fiscal y de sus fiscales, y de los directores del Cuerpo Técnico de Investigación, adelantando la política de Seguridad Democrática.

Incontables los consejos de seguridad en uno y otro lugar del territorio, donde usted me ha acompañado señor fiscal, distribuido siempre en esas dos etapas. En una primera etapa para escuchar a la comunidad, y en una segunda etapa para analizar con usted, con los altos mandos, con los mandos regionales, con los fiscales, con el Ministro de Defensa, la situación de seguridad en la respectiva área geográfica de la Patria.

Hemos presenciado fenómenos muy importantes. Al principio una ciudadanía tímida y cohibida, ahora una ciudadanía extrovertida, sin temor, que en todo el territorio nacional denuncia y ya nada la frena para realizar esa denuncia.

Creo que esa sola circunstancia de devolverle confianza a la ciudadanía es un gran paso. No tengo palabras para agradecer en frente de mis coterráneos, de nuestros coterráneos, y al oído de los compatriotas todos, su tarea la frente de la Fiscalía. Su tarea de aporte a la justicia de la Patria.

Ha sido designado por la Honorable Corte, para sustituirlo, el doctor Mario Iguarán Arana, un patriota que reúne todas las virtudes para ser su digno sucesor; un hombre de las mejores condiciones; un ser humano bueno, que es lo que fundamentalmente se necesita en esta hora de la Patria. Un jurista con una formación profunda, una formación sin vacíos, y un patriota a toda prueba, que habrá de seguir esta huella tan importante que usted deja, doctor Luis Camilo.

Empezaba este gobierno y el Congreso de Colombia, por iniciativa suya, durante la administración de mi antecesor, el presidente Pastrana, había aprobado la reforma constitucional en primera vuelta, la reforma constitucional para introducir el sistema acusatorio y la oralidad.

No vacilamos en impulsar que esta reforma fuera finalmente aprobada, tuvimos todo el concurso de las mayorías del Congreso de la República. Era presidente el doctor Luis Alfredo Ramos Botero, quien aquí nos acompaña, y le entregamos al país la buena noticia de la aprobación de esa reforma constitucional.

Posteriormente, usted Fiscal, con nuestros ministros, con el ministro Sabas Pretelt, integraron un gran equipo; y con el Congreso de la República le entregaron al país la versión actualizada de los códigos, para poder aplicar el sistema acusatorio y la oralidad.

Usted acaba de dar unas cifras contundentes. Apenas están en ese período inicial de aplicación en Bogotá y en las ciudades del Eje Cafetero. En cinco meses empezará a practicarse en sistema en Medellín.

Confiamos que sea la herramienta con la cual hemos soñado para la derrota de la impunidad. Hemos querido que el principio de la oralidad lo podamos generalizar en todos los ramos que debe atender la justicia.

Esa reforma propuesta por el ministro Sabas Pretelt no alcanzó a ser aprobada en la anterior legislatura, pero tenemos fe que el país pueda tener rápidamente esa disposición, amén de otras, que ayuden a tener una justicia más cumplida, una justicia más pronta.

Quiero felicitarlo a usted, doctor Luis Camilo Osorio, fiscal general, y a cada uno de los patriotas que están en la Fiscalía General de la Nación, por esta tarea abnegada y de resultados.

Muy difícil administrar justicia, muy difícil investigar delitos. Muye riesgoso hacer cumplir la Constitución y los códigos en una Colombia azotada por el terrorismo. En cualquier parte del mundo se necesita un fiscal preparado y transparente. Aquí se necesita preparado, transparente y valeroso.

En ninguna parte del mundo la justicia ha tenido que enfrentar los riesgos que se han enfrentado en Colombia, y especialmente en Antioquia y en ciudades como Medellín. Eso es un motivo adicional, un motivo superior para nuestra admiración y nuestro respeto a todos ustedes, mis compatriotas de la Fiscalía General de la Nación.

Quiero además felicitarlos por esta sede. ¡Envidiable sede, señor Gobernador y señor Alcalde!

Nos estuvieron explicando las características de construcción; los espacios tan aireados, tan frescos; los espacios generosos, donde no hay apeñuscamiento; nada recargado. Nos explicaban los detalles técnicos de cómo va a funcionar un aire fresco, no necesariamente con el costo del aire acondicionado pleno, gracias a las más modernas técnicas de construcción.

Nos mostraban el auditorio, las unidades para atender aquellas personas que deban informar sobre un delito a cualquier hora del día o de la noche. Yo creo que es un gran paso.

Qué triste fue aquel episodio al principio del Gobierno, cuando el terrorismo produjo este daño tan grande con la explosión en el centro de Medellín. Usted lo decía: se equivocó el terrorismo unos minuticos y nos salvó la vida esa equivocación –gracias a Dios- de tantos de los compatriotas que están en la Fiscalía de Antioquia y de Medellín.

¡Qué buena esta sede! Con su sucesor, el fiscal Mario Iguarán, y con todo el empeño del Ministerio de Hacienda y del Ministerio del Interior y de Justicia, con su titular aquí presente, haremos lo posible –doctor Luis Camilo- para que rápidamente esté completa y sea un ejemplo para Colombia.

Quiero felicitarlo a usted, a los constructores, a los consultores, a los interventores, por este gran avance. Va a crear un hábitat de trabajo sumamente agradable, sumamente cómodo. ¡Qué bueno!

La seguridad en Colombia nace de la decisión de la justicia, que es decisión de autoridad, y de la voluntad política de las instituciones armadas de la Constitución.
Llevamos en este Gobierno una trayectoria de buena recuperación de la seguridad. Es ejemplar Medellín. El Primer año de gobierno 34 por ciento de la disminución de homicidios; en el segundo 42 por ciento; y este año de nuevo un 42 por ciento. A eso han contribuido enormemente, el alcalde anterior, el doctor Luis Pérez; y el alcalde actual, el doctor Sergio Fajardo Valderrama, quien además, con gran inteligencia nos ha ayudado con mucha innovación y mucho liderazgo a conducir el proceso de reinserción.

Quiero agradecer inmensamente a ellos este aporte, como también la permanente preocupación del señor Gobernador y de su equipo para que mejore el orden público del departamento.

Esta tarea contra el terrorismo la estamos ganando, pero no la hemos ganado todavía, queda un largo trecho, por eso hay que señorear en la Patria una convicción; todas las garantía democráticas y toda la fortaleza contra el terrorismo, la tolerancia es con la democracia, es con el disenso, es con el libre examen, es con la idea contraria, no con los violentos. Nosotros no podemos regresar a equívocos frente a los violentos.

En la medida en que seamos totalmente respetuosos de las garantías democráticas, tendremos siempre la autoridad moral, la razón jurídica, la razón política para emprender acciones con toda determinación contra los violentos.

En Europa por ejemplo, hoy no se acepta el delito político como delito armado, aquí todavía tenemos, esa norma anticuada, de reconocer como delito político el delito armado.

Ya no se acepta, en contraprestación a la profundización de la democracia. Se ha dicho por juristas y politólogos: si la democracia permite el ejercicio pleno de las garantías del pluralismo, ¿por qué hay que permitir con la atenuante delito político que se atente por la vía violenta contra la democracia? Allá, a la acción armada contra la democracia, ejecutada o al nivel de simple amenaza se le señala como terrorismo, aquí lo hemos venido aclimatando en el alma de los colombianos en el nivel conceptual y político, en la conciencia colectiva, pero no todavía en los códigos. Bueno que el país de ese debate.

A medida que avance la comisión del país sobre la profundización democrática, hay que acelerar también otros cambios en los códigos. En una democracia moderna, no debe haber delito político. ¿Por qué? Porque el delito armado no es delito político, sino terrorismo y en una democracia no se puede admitir como delito lo que se ha llamado en algunas oportunidades de la historia, el delito de opinión o el delito de conciencia. Democracia plena y toda la dureza contra el terrorismo.

Tenemos 14 mil desmovilizados, que pueden ser muchos más. La desmovilización, el marco jurídico que acaba de aprobarse, al cual se refirió con lujo de detalles el señor Fiscal, no son causas de procesos, sino resultados de procesos, a una justicia más eficiente, a una voluntad política con toda la determinación para derrotar el terrorismo, a un acompañamiento normativo del Congreso de la República en esa dirección, a un grado alto de heroicidad de la Fuerza Pública, va resultando que los violentos al no encontrar alternativas, buscan una salida digna en la reinserción, en la desmovilización.

Así como la reinserción, la desmovilización, son hijas de la autoridad, las negociaciones con los violentos también son hijas de la autoridad.

Los grupos que no han querido negociar van a hacerlo, solamente cuando sientan que hay una Patria dispuesta a derrotarlos militarmente y frente a la alternativa militar no les quede más acción que buscar la salida digna de la negociación. Por eso hay que persistir. Y como dice claramente la Constitución, esta es una tarea conjunta del Ejecutivo y de la Fiscalía General de la Nación, que por mandato constitucional tiene que coordinar la política de orden público.

Se que hay preocupaciones en muchas partes del país, en nuestra Antioquia, por lo que pueda pasar en algunas regiones con la desmovilización de los mal llamados paramilitares, me llaman de San Carlos en el oriente y me dicen: aquí los paramilitares estaban cuidando el Jordán. ¿Quién va a cuidar el Jordán? Me dicen, aquí los paramilitares estaban cuidando la carretera entre San Carlos y San Rafael. ¿Quién la va a cuidar? Aquí los paramilitares estaban cuidando en las cordilleras de La Ceja y El Retiro a San José. ¿Quién los va a cuidar’ Eso hay que hablarlo claramente frente al país, eso no se puede mantener en el nivel del rumor, eso fue la consecuencia de que le hubiéramos abierto en Colombia tanto espacio al terrorismo, de que nos hubiéramos preocupado más por los terroristas, por complacerlos que por la gente de bien, de que mientras los terroristas avanzaban sobre las espaldas de las instituciones que ellos ponían de rodillas, el pueblo perplejo, no sabía que camino coger, y el país nos quedó entre guerrilleros y paramilitares.

Señor Gobernador: el proceso de la recuperación de la defensa institucional de la Nación, es un proceso que tenemos que acelerar. Hemos crecido mucho la Fuerza Pública en este Gobierno, 96 mil hombres más, todavía nos falta para completar el control territorial.

Además hemos disminuido en una buena proporción lo que se llama el personal civil del Ministerio de Defensa, con eso hemos aumentado notablemente la productividad. Vamos a hacer esfuerzos adicionales en el presupuesto de la Nación, especialmente para integrar más policías, y lo estamos haciendo para tener más comunicaciones, más aviación, más transporte.

Hablaba ahora con los generales que están en Antioquia, con el coronel Vargas, comandante de la Policía y le decía lo siguiente: Vamos a encarar el desafío, los vacíos que llenó el terrorismo, los tienen que llenar las fuerzas institucionales, acudamos al Jordán a decirle a la ciudadanía: aquí esta su Ejército, aquí está su Policía para protegerlos.

Acudamos a esa vía de San Rafael, San Carlos a decir lo mismo, acudamos a esa vía de la Ceja de Jordán a hacer la misma presencia, a los caminos que comunican al retiro con Versalles y Montebello y expliquemos una cosa, hoy la Patria más que nunca para recuperar la protección institucional de sus ciudadanos, requiere la coalición, Fuerza Pública-ciudadanía.

Esa coalición se logra en la medida en que haya persistencia y construcción de confianza.

General Pico, general Urueña, general Carrillo, coronel Vargas, cada oficial, cada suboficial, cada policía, cada soldado, tiene que ir a donde los campesinos, donde los finqueros, donde los comerciantes, donde los empresarios, para que en cada empresa, en cada establecimiento de comercio, en cada casa campesina, en cada explotación agropecuaria, halla una decisión de cooperar con la Fuerza Pública, necesitamos que todos cooperen con la Fuerza Pública, para reestablecer la protección institucional de nuestros ciudadanos, no tenemos presupuesto que nos permita el crecimiento indefinido de la fuerza, requerimos más productividad, y esa productividad tiene que resultar de la alianza Fuerza Pública-ciudadanía.

La ciudadanía hoy tiene más confianza y hay que alimentarle esa confianza. Esa confianza se le alimenta con buen trato, esa confianza se le alimenta cuando la ciudadanía observa que en la Fuerza Pública a toda hora se responde al teléfono, que las puertas están abiertas para ingresar a los despachos de la Fuerza Pública a poner una denuncia, esa confianza se le alimenta cuando no haya demoras sino toda la diligencia en la reacción. Alimentar la confianza ciudadana.

La Constitución define claramente, la solidaridad en Colombia. Este Gobierno ya ha logrado incorporar tres millones de cooperantes, necesitamos mucho más y más eficacia. En nombre de ese principio constitucional de la solidaridad. El marco normativo está dado, la voluntad política existe y el convencimiento mental y en la razón es pleno, necesitamos desarrollar un complemento, ese compromiso del sentimiento, un sentimiento en el alma de todo antioqueño de estar integrado en cooperación permanente con la Fuerza Pública y con la administración de justicia.

No veo camino para derrotar el terrorismo, no veo camino para derrotar la corrupción que sumarle a los marcos jurídicos, a la voluntad política, a la acción de la justicia, del Gobierno, de la Fuerza Pública, un sentimiento en el alma de cada ciudadano de Colombia contra la corrupción y un sentimiento en el alma de cada compatriota contra el terrorismo, ese sentimiento, es la energía, es la fuerza que lleva a cada quien a revisar su propia conducta y que lleva a cada ciudadano a cooperar con las instituciones de su Constitución para que todo el mundo pueda vivir tranquilo, pueda vivir feliz.

Llevemos esto de la teoría a la práctica. Cuando vengan esas desmovilizaciones en las próximas horas, que ustedes estén adelante en esos sitios del departamento dándole tranquilidad a la ciudadanía. Es la hora del sentimiento del compromiso ciudadano e institucional para darle a Colombia la protección, la única que admite la Constitución, que es la protección de sus instituciones.

Tenemos todo el compromiso coterráneos para lograr reestablecer plenamente el imperio de las instituciones, nos falta presupuesto a pesar de todos los esfuerzos, pero nos sobra voluntad, y esa voluntad hay que convertirla en un compromiso en el sentimiento de cada ciudadano, para que cada quien como colaborador de la justicia, cada quien como colaborador de la Fuerza Pública, se convierta en una causa eficiente del reestablecimiento de la tranquilidad.

Muchas felicitaciones señor Fiscal, muchas felicitaciones por su obra en todos los campos, por su visión transformadora de la justicia, que nos establece un gran ejemplo.

Quiero agradecer a usted y a todos sus colaboradores estos tres años. Que tal que el Gobierno de la Seguridad Democrática no hubiera tenido una Fiscalía comprometida con la Seguridad Democrática.

Sin ese compromiso, habría sido imposible, como habría sido imposible avanzar en esa tarea sin el compromiso del Congreso de Colombia, al que también le expreso nuestra gratitud.

Le deseo todos los éxitos en las actividades que lo esperan Fiscal, como eximio patriota que usted es y quiero desearle también todos los éxitos al doctor Mario Iguarán Arana, nuestro apreciado viceministro de Justicia, que por decisión de la Honorable Corte Suprema de Justicia, habrá de reemplazarlo en la Fiscalía.

Eminentísimo cardenal Castrillón, muchas gracias por su presencia. Con la ayuda de Dios, para mantener firme la voluntad, con inmenso amor al pueblo colombiano, esta tarea tendrá que llegar a buen puerto.

Compatriotas de la Fiscalía, los felicito, y es, le decía Fiscal Iguarán, que se traslade el bunker aquí porque les quedó más amañador este.

Muchas gracias.

 
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