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INTERVENCIÓN ANTE EL FORUM: “NUEVA ECONOMÍA”
Julio 11 de 2005 (Madrid – España)

Señoras y señores:

Es grato y comprometedor regresar a este Foro tan importante de Nueva Economía, que había tenido la generosidad de albergarme ya hace algunos meses. Agradezco inmensamente la invitación y la generosa presentación que ha hecho don Joseph Borrel, presidente del Parlamento Europeo.

Esta visita, que apenas completa 24 horas en Madrid, ha sido bastante intensa y constructiva. Al desmontar del avión ayer, fuimos invitados inmediatamente a conocer el nuevo aeropuerto de Madrid.

Quiero felicitarlos por esa colosal obra, contarles que en Colombia hemos venido abriendo espacios a nuevas compañía de aviación de España, Air Madrid, Air Plus Comet, para que nos ayuden a movilizar turismo hacia nuestro país. El turismo interno lo hemos mejorado inmensamente gracias a la recuperación de la seguridad.

Además, entre nuestros incentivos tributarios está la exención a los nuevos hoteles, la exención tributaria a la remodelación de los viejos hoteles, la exención a las empresas de turismo ecológico.

Ya hemos avanzado en acuerdo con el sector privado y tenemos hoy un bello hotel pequeño, de una empresa privada en Leticia –en todo el corazón amazónico-, una empresa de turismo ecológico, instalando allí facilidades para que los turistas, los ciudadanos a través del disfrute del turismo ecológico, nos ayuden a cuidar nuestra riqueza amazónica.

Y recientemente en la Sierra Nevada de Santa Marta, el conjunto montañoso más importante junto al mar Caribe, hemos incorporado otra empresa de turismo ecológico en el Parque Tayrona.

El 15 de julio estará en internet el pre-pliego para abrir la licitación para la concesión del Aeropuerto el Dorado.

Decía Joseph Borrel, refiriéndose a los parámetros que vengo agitando en América Latina para clasificar nuestras democracias y superar las clasificaciones obsoletas que han dejado de ser razonables, porque comprometida América Latina con al regla democrática, hay que buscar los parámetros de calificación de esas democracias y uno de los parámetros que he propuesto es el de la transparencia.

Justo para avanzar en materia de transparencia, en el proceso de contratación pública hemos incorporado lo que se llama la etapa del pre-pliego: antes de abrir una licitación hay una etapa de consulta a la comunidad, con lo que serán los pliegos de la licitación para garantizar total imparcialidad.

Los invito a participar en esa licitación tan importante, que habrá de duplicar la capacidad del Aeropuerto el Dorado, hoy con una capacidad de 8 millones de pasajeros por año que confiamos, que con las obras que habrán de ser emprendidas por el concesionario, rápidamente tenga capacidad de 17 millones.

Después nos trasladamos a la feria de los departamentos de nuestro Eje Cafetero, acá en Madrid –promovida por ese entusiasmo inagotable de nuestra embajadora Noemí Sanín-.

Quiero agradecer a todos los madrileños la hospitalidad a nuestras gentes, con 45 mil colombianos que viven en esta ciudad.

Al Estado español, a su Gobierno, los pasos que ha dado en materia de legalización de inmigrantes, que tanto favorece a los colombianos.

Muchos de estos compatriotas tuvieron que salir de Colombia expulsados por la violencia. Esa violencia expulsó cuatro millones de ciudadanos al extranjero, produjo un desplazamiento interno de dos millones.

Queremos que eso cese totalmente, que los que salgan del país salgan libremente para buscar un enriquecimiento académico, una oportunidad económica para abrir más su mente de cara al mundo, pero que no salgan expulsados.

Y, los encontramos con infinita a alegría, felices por sus posibilidades en España y felices por las noticias de mejoramiento paulatino de Colombia, que empiezan a recibir de sus familiares.

La verdad es que para examinar a Colombia, hay que ver muchos aspectos: un pueblo que ha sufrido tanto y es un pueblo sin odio, es un pueblo sin resentimientos, es un pueblo alegre y espontáneo –como lo advertimos ayer de cara a tantos ciudadanos aquí en la feria de Madrid-.

Esta mañana a primera hora tuve oportunidad de reunirme con un grupo de empresarios en la Cámara de Comercio. Vamos bien, pero falta mucho.

Uno de ellos me dijo: ‘represento 50 empresas españolas pequeñas, todas están contentas, creciendo en Colombia, con muchas ilusiones en el país’.

Examinamos allí también, cómo vamos con los contenciosos, los contenciosos que hemos podido superar, aquellos que todavía no hemos podido superar. En una democracia de instituciones independientes, superar contenciosos no es fácil. Encontramos dos dificultades: primero, un inmenso temor de los funcionarios públicos a las conciliaciones, porque interpretaban que toda conciliación con un inversionista se convertía en causa de apertura de un proceso penal. Y segundo, una suspicacia a esas conciliaciones por amplios sectores de opinión.

En el campo de las telecomunicaciones encontramos 19 contenciosos, hemos superado 16, uno de los tres que faltan es Alcatel. Hoy, al ver a sus representantes legales los invité a avanzar en la superación de ese contencioso.

Para construir confianza, superar el temor de los funcionarios, la suspicacia de opinión, cada vez que acordamos sobre un contencioso, antes de perfeccionar el acuerdo se publica ampliamente. Eso nos ha ayudado bastante.

Continuaremos en la tarea de superar estos contenciosos para que la inversión tenga más confianza en Colombia.

Un país, hace tres años con 19 contenciosos en telecomunicaciones, las concesiones ferroviarias, viales y aeroportuarias en disputas legales, es un país que va cerrando las puertas a la inversión. Nuestro propósito, con toda transparencia, con ajuste al ordenamiento jurídico, con un claro compromiso sobre la justicia conmutativa contractual, es avanzar más en la superación de esos contenciosos.

Después tuve la oportunidad de participar en el Foro de la Confederación de Organizaciones Empresariales de España –me habían antecedido algunos de los Ministros-.

Examinamos allí cómo va evolucionando favorablemente la situación fiscal de Colombia, la situación de endeudamiento, qué hemos hecho en materia de ingresos, qué pensamos que debe hacerse en el futuro cuando vayan esperando los beneficios tributarios incorporados –tener una tarifa más baja que haga la economía colombiana más competitiva-.

Examinamos allí, qué venimos haciendo en materia de egresos, cómo hemos corregido tendencias de altísimos gastos discrecionales del Estado, cómo hemos avanzado en el saneamiento pensional, cómo nuestro Congreso acaba de aprobar una reforma constitucional para eliminar privilegios en pensiones –que nos ahorra 19 puntos del PIB (Producto Interno Bruto)-. Cómo en este Gobierno hemos eliminado privilegios pensionales en todas las empresas del Estado que hemos reformado, cómo introdujimos una ley que hace más razonable el estatuto general de pensiones, cómo por esa vía en su conjunto hemos ahorrado 60 puntos del PIB.

Examinamos qué ha pasado en materia de reforma del Estado. Nosotros no estamos en la ola privatizadora de América Latina de los 90’s, ni la en la ola estatizadora que por épocas ha imperado en América Latina y ha espantado la inversión privada.

Nosotros queremos un Estado que le abra todos los espacios a la inversión privada como función social y un Estado que cumpla su tarea de regulación de la justicia social. Un Estado no burocrático, no dilapidador. Un Estado sostenible.

Por eso hemos reformado 152 empresas del Estado. Empezando por la telefónica que perdía 170 millones de dólares al año, el año pasado obtuvo ganancias del orden de 400, pero no nos vamos a quedar ahí, ahora estamos buscando en nuestras telefónicas estatales un siguiente paso: el de las alianzas estratégicas con operadores internacionales, que hagan los aportes de capital de tecnología y de administración, para que Colombia salve esos patrimonios, para que podamos proveer a los usuarios con los servicios de mejor calidad.

Falta mucho en esa reforma del Estado, estamos apenas enfrentando todo el tema de las instituciones de la salud pública.

Faltó decir en ese Foro, cómo las finanzas de las regiones –que en algunos países del mundo contribuyen gravemente al déficit-, en Colombia vienen mejorando.

La administración presidencial anterior introdujo una ley, que habíamos inspirado en la gobernación de Antioquia, para racionalizar los gastos de las regiones. Este Gobierno la ha aplicado con toda la disciplina fiscal y puedo decirles hoy, para tranquilidad de la comunidad financiera internacional, que hemos pasado, del año 2000 a la fecha, de una situación de alto déficit en las regiones y municipios, a una situación de superávit cercano a un punto del PIB.

Miramos también qué venimos haciendo en materia de construcción de equidad social: trabajando la educación como el eje principal para construir equidad social. Justamente, para garantizar a través de un eje como la educación, que la política Social –en el mediano y largo plazo- produzca efectos estructurales en el mejoramiento del ingreso, en mayor equidad distributiva.

Mencioné el caso de la cooperación entre el sector público y el sector financiero –con un gran aporte de los bancos españoles- para poder avanzar en la construcción de un País de Propietarios, en la masificación del crédito a la mediana, a la pequeña empresa, a la microempresa.

Mencioné cómo venimos trabajando en materia de servicios públicos para superar los antagonismos entre empresas prestadoras y comunidades de usuarios. Destaqué el caso de dos empresas españolas en la Costa Caribe, que entendieron nuestro mensaje.

Hemos pasado de unas empresas que querían irse, de unos usuarios que estaban totalmente incendiamos, a una situación de mucha cooperación, de armonía. Armonía en crecimiento. De entender, que en países de tanta pobreza se requieren mecanismos novedosos de participación de la empresa privada.

Ese proceso nos ha llevado a que los usuarios, antes, en ese antagonismo que parecía insuperable con la empresa, tengan hoy 37 microempresas de distribución estimuladas por las propias empresas.

Conté cómo en una empresa, como la de servicios públicos de Cali, en un conglomerado cercano a 2.5 millones de habitantes, hemos pasado de la quiebra de la empresa, a una gran recuperación. Esos 2.5 millones de ciudadanos están aportando un 2 por ciento de la tarifa a la construcción de un fondo de capitalismo social, que será el gran apalancador financiero de la empresa y de su expansión.

Cuando abren la llave del agua, sienten que no solamente son usuarios del servicio, sino coparticipes en la provisión del servicio.

Me preguntaba Su Majestad –a quien tanta gratitud debo por su solidaridad con Colombia en todos los momentos-: ‘¿qué porcentaje del territorio sigue en poder de los violentos?’. Le dije: Su Majestad, quedan muchos terroristas pero hoy no tienen posesión sobre un solo milímetro del territorio, no alcanzan a dormir dos noches en el mismo sitio. El testimonio lo dan 12.800 reinsertados de guerrillas y de grupos paramilitares que han abandonado esos grupos a lo largo de este Gobierno.

Al entrar a este recinto, tuve una demora porque encontré dos manifestaciones: una con una pancarta muy grande y totalmente anémica de presencia; la otra cálida, vigora de presencia.

En la primer decía: “en Colombia democracia genocida”. En la segunda: “felicidad con Colombia, entusiasmo con el futuro del país y con su presente”.

Si, pensaba yo, viendo la pancarta de democracia genocida: no saben qué ha pasado en Colombia, no han vivido a Colombia, la han conocido a través de los propagandistas del terrorismo, a través de la debilidad de viejos poderes que viven nostálgicos porque el país ha cambiado, porque vieron el mal ejemplo de preocuparse más por los terroristas que por el bienestar del pueblo.

Nosotros hemos cambiado esa relación, nuestro diálogo permanente es con los trabajadores, con los empresarios, con las comunidades pobres, con los colombianos que viven sometidos a la Constitución, en medio de sus falencias y dificultades.

Cuando leía esa pancarta de “democracia genocida”, pensaba en lo que ha hecho este Gobierno. Antes, era muy difícil para un candidato proveniente de partidos alternativos, realmente opositor, sobrevivir en una campaña por las más altas posiciones del Estado.

Gracias a nuestra seguridad que es democrática, no solamente sobrevivieron sino que ganaron alcaldías y gobernaciones de la mayor jerarquía. Fueron rodeados de todas las garantías como candidatos, están rodeados de todas las garantías en el ejercicio de sus atribuciones y con ellos, construimos, con respeto a la diversidad, esa unión de Patria que se requiere al respetar el fuero constitucional de cada instancia de autoridad.

Cuando leía esa pancarta de “democracia genocida”, pensaba en los colombianos que acudieron al referendo de 2003, cuando tuvieron más oportunidades opositores y abstencionistas, que el mismo Gobierno que lo propuso.

Cuando leía esa pancarta de “democracia genocida”, recordaba que Colombia tuvo años de 29 mil asesinatos, todavía hay muchos. En el primer semestre (de 2005) se dieron ocho mil, falta mucho trabajo, pero el país va mejorando sustancialmente.

Cuando veía esa pancarta de “democracia genocida”, recordaba que Colombia tuvo años de 3.050 secuestros. ¡3.050! Todavía van muchos. En el primer semestre (de 2005) hubo 340, 140 (de ellos) extorsivos. En la ciudad de Bogotá, este año, no se ha presentado un solo secuestro extorsivo.

Cuando veía esa pancarta de “democracia genocida”, recordaba que cuando mi Gobierno empezó, 400 de los 1.096 alcaldes de Colombia, no podían ejercer por presión del terrorismo. Hoy, salvo uno o dos, todos ejercen en sus localidades.

Cuando veía esa pancarta de “democracia genocida”, recordaba que Colombia, en algún año, llegaron a asesinar 168 dirigentes sindicales. Este año todavía han asesino cinco personas vinculadas a las organizaciones sindicales. Quisiéramos poder decirle al mundo que “cero”. Para allá vamos.

Cuando veía esa pancarta de “democracia genocida”, venía a memoria que no hace mucho tiempo, en Colombia asesinaban 11 periodistas por año. Todavía este año nos han asesinado dos. Pero ellos han visto, a lo largo de este Gobierno, toda la decisión de protegerlos.

Cuando veía esa pancarta de “democracia genocida”, recordaba los intelectuales que me han combatido, que paradójicamente vivían en el exilio, cuando yo apenas recorría las calles y los campos de Colombia en busca del apoyo de mis conciudadanos y que ahora en el ejercicio de esta Presidencia han regresado a Colombia. ¡Qué paradoja, se han sentido seguros en el Gobierno de aquel a quien han combatido, cuando antes tuvieron que abandonar el país!

Pero está bien, esas pancartas hay que respetarlas, hay que tener tolerancia, con las ideas contrarias, pero firmeza para defender la conveniencia nacional.

No le vamos a hacer juego a las trampas políticas del terrorismo, que siempre ha inventado la manera de desacreditar los intentos de Seguridad Democrática en Colombia.

Ahora, con la ayuda de Dios y el apoyo del pueblo, esto tiene que pasar de un intento a una proyección de largo plazo, para que la nueva generación de colombianos no viva lo que le ha tocado vivir a mi generación: ni un solo día de paz. Para que la nueva generación de colombianos viva en paz permanente, ejerza el derecho a la felicidad.

Y ahí cerca de esa pancarta, encontraba otro grupo, sin pancartas pero eso sí, vigoroso en presencia humana, feliz con lo que viene pasando en la Patria. –A pesar de que venía triste porque al terminar la comida con su majestad, fui informado que ayer el terrorismo, la Farc –que ha tenido tanto arúspice intelectual en Europa- asesinó el presidente del Concejo de Campo Alegre, en el Huila y a una hijita suya, cuando la familia departía en un almuerzo informal-.

Pero ahí vamos, queridos amigos.

CONVERSATORIO

Don José Luis me ha informado que hay un cúmulo de preguntas de ustedes. Yo por eso quisiera tener la oportunidad de responderlas todas. Con el mayor gusto atendámoslas, creo que es mejor hacerlo que continuar un monólogo.

Moderador: Las primeras preguntas guardan relación, precisamente, con los propósitos de su viaje. ¿Cómo están, Señor Presidente, sus relaciones con el Gobierno de España después de que se frustró la venta de los tanques de guerra con los que se proponía combatir a la guerrilla?

¿Qué apoyos específicos está recibiendo o va a solicitar al Gobierno de Rodríguez Zapatero para combatir a los grupos armados ilegales?

Álvaro Uribe Vélez. Presidente de la República: Uno tiene que respetar las decisiones de las naciones.

Claro que era importante adquirir esos tanques, comprendí las razones políticas del Gobierno Español, las dificultades con algún sector del Parlamento y en lugar de entrar en una controversia, nosotros facilitamos que se superara el tema.

Cuando hay decisión de derrotar el terrorismo, lo logramos con tanques o sin tanques. Las relaciones son muy buenas, Colombia vive inmensamente agradecida con los diferentes gobiernos de España, -particularmente me tocó un largo tramo con el presidente Aznar, con su Gobierno por el cual guardamos toda la gratitud y tenemos toda la gratitud por el espíritu de cooperación y la manera como avanza la cooperación con el presidente (José Luis) Rodríguez Zapatero-.

LEY DE JUSTICIA Y PAZ

Moderador: Recientemente, el Congreso de Colombia aprobó el marco jurídico para que los paramilitares depongan las armas y se reincorporen a la vida civil. Es una ley muy criticada por las Naciones Unidas y por grupos de derechos humanos, entre ellos Amnistía Internacional –que ha dirigido algunas preguntas que yo trataré de resumir-. ¿Qué responde, señor Presidente, a los críticos que aseguran que se olvida a las víctimas y que se está abriendo paso a la impunidad y a que narcotraficantes legalicen sus fortunas y obtengan beneficios judiciales?

¿Por qué se desechó el compromiso de Verdad, Justicia y Reparación, apoyado por la Unión Europea y otros organismos internacionales? ¿Cree que con la ley de Justicia y Paz aprobada por el Congreso se va a erradicar por completo el paramilitarismo en Colombia?

Presidente de la República:-Déjeme que como es bien compleja estoy poniendo aquí unas palabritas claves para recordarlo-.

Primero, el polo principal de nuestra política es la autoridad. A procesos de paz no se llega con leyes de paz, a procesos de paz no se llega con actitudes débiles de los gobiernos. Los procesos de paz surgen del ejercicio de autoridad.

En Colombia, en este Gobierno, se han desmovilizado casi 13 mil personas: un 55 por ciento de los paramilitares, un 45 por ciento de la guerrilla. 13 mil personas, que en las próximas semanas pueden ser muchas más. ¡Eso no tiene antecedentes!

Cuando se desmovilizó el M – 19, eran 300, 380 personas alzadas en armas, sumándole los apoyos, eran 700. Cuando se desmovilizó el Epl, eran 2 mil. En este Gobierno se han desmovilizado 13 mil y serán muchos más.

¿Por qué se han desmovilizado?: porque han sentido el ejercicio firme de un Gobierno empeñado en buscar el rescate de la ley, el rescate del orden.

Nuestra decisión ha sido: mientras persistan en el terrorismo, toda la determinación para derrotarlos militarmente. En el momento en el que abandonen el terrorismo, toda la generosidad para albergarlos.

El primer error que quiero corregir en esta pregunta, es que la ley no es para los paramilitares, es universal. Es para paramilitares y para guerrilleros. Es para los 13 mil que se han desmovilizado y para los que se desmovilicen en adelante. Beneficia por igual delitos cometidos por unos y otros, antes de la sanción de la ley.

Si la comparamos internacionalmente, encontramos que es una ley en un proceso de paz, la más severa en la comunidad internacional.

¿Por qué no se mira el proceso de paz en Rwanda?, ¿por qué no se comparan otros procesos de paz con la ley colombiana? Y si la comparamos con lo que ha ocurrido en Colombia, vemos que es la primera vez que en un proceso de paz de Colombia, la ley que se busca para ese proceso de paz –además de preocuparse por la reconciliación-, por primera vez se preocupa por la justicia y por la reparación. Eso es bien importante.

Impunidad. Primero, en esta ley no hay amnistía ni hay indulto para delitos atroces. –Eso es bien importante-.

Segundo, hay sentencias entre 5 y 8 años para esos delitos. Si, reducidas: costos de procesos de paz.

Tercero, ¿qué pasa con el tema de Verdad, Justicia y Reparación?

Verdad: Cuando la persona se desmovilice, debe dar una declaración ante los fiscales sobre toda su actividad delincuencial. Si, posteriormente aparece la imputación de un delito que no se le conocía en el momento de haberse desmovilizado, cometido con anterioridad a la desmovilización, para no perder los beneficios, tiene que cooperar activamente para que la justicia esclarezca el responsable, tiene que ayudar con la verdad.

Si lo ocultó intencionalmente, pierde los beneficios. Si ese delito fue cometido después de que entró en vigencia la ley pierde totalmente los beneficios.

Justicia: La ley es una ley de paz, un buen equilibrio entre paz y justicia. Pero en ese equilibrio, en nombre de la paz, no se puede llegar a la impunidad. Tampoco, en nombre de la justicia se puede llegar al sometimiento.

Hay que mirar la ley no como una ley de sometimiento, si no como una ley de paz.

Reparación: Por primera vez en Colombia una legislación de paz incorpora el elemento justicia y también el elemento reparación. Todos los bienes ilegales, adquiridos por quienes se desmovilicen tienen que ser entregados al Estado para un fondo de reparación a las víctimas.

Además, no es esto el único instrumento legal. Uno de mis predecesores introdujo una ley –que aprobó el Congreso de la época- sobre extinción de dominio, de riqueza ilícita.

Una de las primeras normas de mi Gobierno, fue simplificar esos procedimientos. Hemos avanzado sustancialmente en la confiscación de la riqueza ilícita. Esa ley está produciendo buenos resultados y apenas está empezando a producirlos. Confiamos que va a ser bien importante.

Erradicación de paramilitares: nosotros encontramos una Patria con 50 mil terroristas, entre guerrilleros y paramilitares. Los que más cantidad de terroristas asignan a la agrupación ETA, le asignan 400. Allá encontramos 50 mil. Hemos reducido bastante.

Es obligación, para ser elegible para los beneficios de la ley, comprometerse a desmontar la organización terrorista bajo su control. Es obligación no interferir la lucha democrática, la acción política. Quien incumpla eso, pierde los beneficios.

Quiero hacer una reflexión a los que critican la ley, porque hay críticas de toda naturaleza: ¿qué se piensa de los otros procesos de paz del mundo?, ¿qué se piensa de los anteriores procesos de paz de Colombia? ¿y qué se piensa de las pretensiones de la Farc y del Eln?

El Eln, movimiento al cual le hemos abierto todas las puertas –inclusive dije la semana pasada a los medios de comunicación de España, algo que lo he repetido a lo largo del Gobierno-: nosotros estamos dispuestos a buscar fondos en el Presupuesto Nacional y en la Comunidad Internacional para financiar un proceso de paz del Eln, para financiar el sostenimiento de los individuos que lo componen, en un proceso de diálogo.

En la exigencia, como requisito para el diálogo, de un cese de hostilidades, sin la exigencia inmediata de la desmovilización, sin la exigencia inmediata del desarme. Que haya cese de hostilidades, pero que no haya exigencia inmediata de desarme, de desmovilización. Esos son puertos de llegada. Y que, en ese cese de hostilidades el gobierno busque la financiación de los integrantes de ese grupo.

Una de las aspiraciones que públicamente ha expresado el Eln, es que haya amnistía e indulto por todo delito, cuando la Constitución colombiana –y acabamos de cumplirlo en la nueva ley- prohíbe la administra y el indulto para los delitos atroces.

A los críticos de esta ley les quiero hacer un llamado: ¿qué piensan de la aspiración del Eln?, ¿qué van a decir cuando el Eln y sus dirigentes quieran desmovilizarse, digan “ni un día de cárcel”, “amnistía e indulto por todos los delitos”?, pidan que se cambie la Constitución para que todos, aún los responsables de delitos atroces puedan ir al Congreso.

En esta ley que acabamos de aprobar, respetamos la Constitución. No sólo se niega la amnistía y el indulto para los delitos atroces, sino que se cumple con un mandato de la Constitución.

La Constitución de Colombia dice: “una de las causas de inhabilidad para ser elegido congresista es haber cometido delito distinto al delito político”. Esta ley respeta esa cláusula constitucional.

Se desmoviliza un paramilitar o un guerrillero, si cometió solamente sedición, puede ser elegido congresista. Si además de sedición estuvo incurso en delitos de narcotráfico o en delitos de lesa humanidad, así tenga el beneficio de reducción de sentencia de la ley, no puede ser elegido congresista.

La ley que acabamos de aprobar respeta esas inhabilidades constitucionales.

La Farc dice que ellos no respetan, no reconocen al Estado colombiano, que no reconocen delitos que les impute el Estado colombiano. ¿Qué va a pasar el día que ‘don ‘Manuel Marulanda’, don ‘Jorge Briceño’, don ‘Alfonso Cano’, don ‘Raúl Reyes’, la dirigencia terrorista de la Farc se desmovilice, alegue esa tesis?

Para eso debe estar preparado el mundo crítico. Porque yo encuentro que muchos juzgan esta ley como muy benigna con los paramilitares, pero albergan la esperanza de otra mucho más complaciente con los jefes guerrilleros.

Y una de las características de esta ley es la imparcialidad. El mismo tratamiento a unos y a otros. ¿Por qué? Porque hoy no podemos distinguir el delito del guerrillero al delito del paramilitar. Porque el viejo concepto, según el cual el guerrillero era delincuente político y el paramilitar delincuente ordinario, está superado. ¿Por qué está superado?: por la regla democrática.

En un país con éste avance, con esta profundización de la democracia pluralista, nada justifica el delito político armado. ¡Más aún en una democracia plenamente garantista, no debería haber delito político! Y esa discusión la estamos proponiendo en Colombia.

Ustedes aquí en Europa no aceptan delito político armado, muchas legislaciones europeas lo señalan como terrorista. ¿Por qué?: porque consideran que como hay todas las oportunidades de lucha democrática, la defensa de las ideas con apoyo en las armas, en el uso o en amenaza de uso de armas, es terrorismo.

Un país como Colombia, con su profundización democrática, con su respeto a las libertades públicas, merece la misma ecuación: a plenas garantías democráticas, equivale la prohibición del ejercicio político armado.

Y las otras opciones de delito político: el delito de conciencia, el delito de opinión, no pueden tipificarse como delitos en democracias profundas.

Estos individuos son todos terroristas. Mi pregunta es: ¿hay manera de diferenciar el delito de uno frente el delito de otro?

Y al tiempo que se decía que los guerrilleros cometían delitos políticos, se sostenía que los paramilitares cometían delitos ordinarios. El interés del Gobierno ha sido hacerlos equivalentes porque, no creo que, porque el guerrillero dice que “está contra el orden establecido” y el paramilitar diga que “se defiende o lo defiende”, se pueda derivar de allí un tratamiento diferente al delito del uno o al delito del otro. Ambos violan el ordenamiento jurídico, lo interfieren.

Nosotros confiamos que esta ley sea un paso importante. Además, tiene un factor de credibilidad: es que el proceso no se ha iniciado con esta ley, esta ley llega cuando ya tenemos 13 mil desmovilizados. Ese hecho anterior, debe darle credibilidad a la ley.

Y es muy importante empezar una reflexión sobre las aspiraciones del Eln y la Farc y que no vayamos a caer en el error, al cual quieren inducir algunos críticos. Mientras descalifican esta ley, señalándola de benigna con los paramilitares, añoran leyes que todo le perdonen al terrorismo guerrillero.

Moderador: Señor Presidente, le agradecería brevedad, va usted muy mal de tiempo en su agenda de visita de Estado.

Presidente de la República: No se preocupe que para estos temas no podemos estar mal de tiempo.

Moderador: Le agradezco mucho.

  • ESTABILIDAD JURÍDICA

Señor Presidente, después del dictamen desfavorable del Procurador General de la República, ¿espera Usted un fallo favorable de la Corte Constitucional para su reelección presidencial? ¿Ha pensado usted en un Plan B o en un sucesor?

Y en ese tema también, Don Ramón Pérez Maura, de ABC dice: “¿por qué reformar la Constitución en su beneficio para poder ser reelegido Presidente en lugar de hacerlo sólo en beneficio de futuros presidentes?”

Presidente de la República: La Constitución, en un país con las dificultades de Colombia no hay manera material de reformarla en beneficio del Presidente. Quién mayor gasto tiene ante la opinión, es quien ejerce la actividad presidencial, sobretodo cuando la ejerce frente a cualquier riesgo.

Lo más importante es que, Colombia no caiga en la trampa nostálgica de viejos poderes para regresar a la época del apaciguamiento que creció el terrorismo.
-Y aquí si le voy a ahorrar tiempo, bien pueda pase a la siguiente pregunta-.

Moderador: El señor ‘Chaumell’ y otros muchos se están refiriendo en sus preguntas sobre la seguridad jurídica, que parece que aunque Usted lo está intentando continuamente en su mandato, no se ha conseguido y que todavía por falta de una seguridad jurídica suficiente hay empresas españolas que no han podido ver satisfechas sus aspiraciones.

-No voy a citar algunas de las que están aquí porque me pondría en un aprieto al Presidente esa compañía, pero usted sabe a quienes me refiero-

Presidente de la República: Los conozco, los saludé, saben que este Gobierno tiene toda la decisión de superar contenciosos, que lo hemos logrado en la gran mayoría de los casos, que tenemos algunos pendientes, es un país de instituciones.

Por ejemplo, una conciliación que hizo el Gobierno, que aprobó un tribunal en primera instancia, fue derogada por un segundo tribunal en la última instancia. Acabamos de recibir una sentencia de la Corte Constitucional, que le prohíbe al Gobierno conciliar sobre lo que son las facultades exorbitantes del Estado en la contratación administrativa, lo obliga a ejercerlas. Entonces, lo que iba a ser una conciliación para ponerle punto final a un contrato, tiene que ser ahora una liquidación unilateral del Gobierno, sometida por supuesto a los recursos jurídicos de las partes interesadas.

Además de esa política, que va dando muy buenos resultados, de superar disputas legales y que confío que podamos superar las que quedan con España, hemos dados varios pasos en este Gobierno.

El primero, dos acuerdos suscritos con España –que nos servirán para replicarlos con otras naciones-: uno, desmonta la doble tributación para que colombianos e inversionistas acá o españoles e inversionistas allá, por esas inversiones no paguen impuestos sino en un país.

Y el segundo, el tratado de protección de inversiones. Hace dos semanas, el mismo Congreso de la República que nos aprobó la ley de Verdad, Justicia, Reparación y Paz, nos aprobó cuatro leyes económicas fundamentales:

1) La Reforma Constitucional para eliminar privilegios de pensiones. El mundo financiero ha creído en ella. Colombia, en los últimos meses ha colocado en los mercados financieros internacionales, 875 millones de dólares en bonos –denominados en su equivalente en pesos colombianos-. Esa es una gran muestra de credibilidad en Colombia y en estas reformas.

2) La ley del Estatuto de Capitales, que introduce las instituciones más modernas a las empresas que quieran estar en el registro público de valores. Da toda la confianza a los pequeños inversionistas, facilita esa confianza que se requiere para que estas empresas sean exitosas en el mercado de capitales y libera recursos de la intermediación financiera para la pequeña y para la mediana empresa.

3) La ley que simplifica trámites en la actividad empresarial y a las personas naturales.

4) -Me decía el presidente (Enrique) Iglesias del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que está gratamente sorprendido de que Colombia la haya aprobado-. La ley que faculta al Gobierno Nacional a firmar pactos de estabilidad normativa con los inversionistas.

Las sancionamos el viernes de la semana pasada, está en publicación y confiamos que dentro de poco, el mundo empiece a conocer que Colombia ha suscrito los primeros pactos de estabilidad normativa con los inversionistas.

Moderador: España es un importante inversor en Colombia en sectores como el bancario y el de las telecomunicaciones por no hablar de otros, ¿qué mensaje trae usted a los empresarios sobre las garantías para que mantengan sus inversiones o las aumenten en Colombia, algo que decir sobre lo que ya ha dicho?

Presidente de la República: A manera de resumen de titulares:

Una garantía: el avance de la Seguridad Democrática y la decisión del pueblo de hacer de la Seguridad Democrática una proyección de largo plazo. De evitar que trampas politiqueras echen para atrás la seguridad democrática para volverle a conceder ventajas al terrorismo.

Una segunda garantía: el avance en el saneamiento fiscal de la Nación.

Y una tercera garantía: la ley que se acaba de aprobar para firmar pactos de estabilidad con inversionistas.

Además de muchos atractivos, ya está en plena vigencia el acuerdo Comunidad Andina – MERCOSUR. Hace tres años parecía un imposible. Diría que es bien importante, en lo inmediato, desde el punto de vista político, porque al hacer ese acuerdo Comunidad Andina – MERCOSUR se disipan, se superan obstáculos políticos que se oponían a que realizáramos acuerdos, por ejemplo, con los Estados Unidos.

Ese acuerdo con los Estados Unidos, confiamos, poderlo suscribir en las próximas semanas. A raíz de la aprobación en el Senado de Estados Unidos del acuerdo con Centroamérica y de la evolución favorable que se está dando en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos para aprobar ese acuerdo con Centroamérica, nosotros estamos más confiados en que podamos firmar el acuerdo con los Estados Unidos.

Y la reacción del pueblo colombiano ha sido una reacción sensata. Ha habido mucho debate. El ministro de Comercio (Jorge Humberto Botero) –quien dirige en nombre del Gobierno esas negociaciones- ha promovido el más amplio debate público en Colombia sobre el tema, y por ese camino hemos venido sintetizando contradicciones, haciendo una pedagogía altamente conveniente. Para vencer resistencias, superar tergiversaciones.

Y confiamos que con Europa, ahora que nos han dado 10 años de extensión de beneficios unilaterales, también podamos llegar a un acuerdo permanente de comercio entre la Comunidad Andina y la Unión Europea.

Todos esos son atractivos y garantías para invertir en Colombia.

  • POLÍTICA MIGRATORIA

Moderador: Última pregunta, señor Presidente. ¿Cómo piensa usted que se puede aprovechar los esfuerzos tan importantes de los trabajadores inmigrantes, por ejemplo en España? ¿Y para cuándo, le preguntan, una política migratoria?

Presidente de la República: Un país que expulsó cuatro millones de ciudadanos al extranjero, tiene que adoptar una política migratoria que empieza por lo más elemental: rescatar la seguridad para que la gente no siga siendo expulsada. Colombia vio frenar, durante muchos años, sus tasas de inversión.

Ese terrorismo que en algún momento hablaba de la reivindicación social de los colombianos, profundizó la postración.

Dos millones de desplazados, internamente, agravaron el fenómeno. Nuestra política migratoria tiene que empezar con el rescate de la seguridad.

Confiamos que ese es el primer elemento para no seguir expulsando ciudadanos y confiamos que en la medida que avancemos exitosamente en la lucha contra el terrorismo y contra la droga, las talanqueras internacionales para albergar colombianos, las exigencias de visas, se vayan revisando.

A mejores resultados de Colombia, más razón para pedir que esos obstáculos se vayan revisando.

En España tenemos que agradecer decisiones migratorias muy importantes tomadas recientemente, que han permitido la legalización de muchos colombianos que han llegado acá.

En los Estados Unidos estamos empezando a aplicar, en algunas partes, la matrícula consular. Una identificación de nuestros propios Consulados que abre algunas puertas a los colombianos que allí están y que nos va ayudando a que su vida sea menos difícil cuando se encuentran en otro país.

No es fácil una política migratoria para un país que en poco tiempo expulsó cuatro millones de ciudadanos, para un país que ha sido afectado severamente por el terrorismo y por la droga. Pero en la medida que sigamos avanzando positivamente, las cosas tienen que tornarse favorables.

  • LEY DE JUSTICIA Y PAZ

Me habían anunciado una pregunta de Amnistía Internacional.

Moderador: no, la resumí en dos o tres.

Presidente de la República: ¿era esa? Creí que iba a ser más dura la de Amnistía Internacional. Yo le daría a algún vocero de Amnistía el derecho a que repregunte, porque las sentí muy blandita.

Asistente al Foro, miembro de Amnistía Internacional: Señor Presidente muchas gracias. Y si, el resumen fue un poco resumen. Eran dos preguntas, una sobre ley de Justicia y Paz y usted ha respondido, nosotros no estamos de acuerdo, creemos que fomenta la impunidad. Y la segunda era que no podía hacer el director del Foro, es sobre, si usted va a cumplir las recomendaciones de Naciones Unidas sobre Derechos Humanos y para cuando el Plan de acción sobre derechos humanos en su país.

Presidente de la República: Yo le quiero hacer una pregunta: yo le respondí porque en nuestra ley no hay impunidad. Dígame usted, las razones por las cuáles usted considera que si hay impunidad.

Asistente al Foro, miembro de Amnistía Internacional: Bueno, en primer lugar porque desde el proceso de alto al fuego, al menos se han podido documentar 2.200 personas asesinadas por paramilitares. Eso como primera cuestión.

La segunda, quiero decirle que los crímenes de guerra, los crímenes contra la humanidad y la tortura son imprescriptibles, por lo tanto no pueden amnistiarse, los comentan los guerrilleros o los paramilitares.

Presidente de la República: Sobre la segunda parte, le ruego corregir la información. En la ley no hay términos de prescripción para delitos de lesa humanidad, siguen siendo imprescriptibles.

Segundo, no hay amnistías ni hay indultos para delitos de lesa humanidad. Y le ruego a usted y a todos los integrantes de la institución de Amnistía Internacional, hacer el ejercicio intelectual y preparase a responder al otro sector, a la guerrilla, al Eln y a la Farc, que demandan que haya total amnistía, total indulto, cualquiera sea la gravedad de sus crímenes.

(aplausos)

No, no ni aplausos ni rechiflas.

Si yo les hablo duro a esos señores de Amnistía Internacional, creo en contra de mi país un reclamo diplomático, pero tampoco puedo dejar de discutir con ellos y es muy buena esa discusión con tantos y tan importantes testigos.

¿Cuál fue el primer punto de su pregunta?

Asistente al Foro, miembro de Amnistía Internacional: Era el segundo punto Presidente.

Presidente de la República: Muy bien, me habla de las recomendaciones –le voy a pedir a la Canciller (Carolina Barco) que nos haga enseguida un resumen de las recomendaciones de Naciones Unidas y el otro es sobre las violaciones al cese de hostilidades.

1) Hagan el balance completo. En Colombia las masacres se han reducido en un 87 por ciento. -Ya les dije las cifras de reducción de homicidios, les dije las cifras de reducción de secuestros-.

2) Es bueno que la comunidad internacional sepa que esas negociaciones venían de atrás, a través de la Iglesia Católica, este Gobierno aceptó mantenerlas con los mismos con quienes estaban negociando anteriormente, bajo la condición de aceptar el cese de hostilidades.

3) No todos los sectores, mal llamados paramilitares, aceptaron el ceso de hostilidades.

4) El Gobierno ha procedido con toda la drasticidad militar, frente a quienes han persistido en sus acciones violentas.

5) Aquellos que aceptaron el cese de hostilidades y lo han violado, han sido objeto de la mal resuelta persecución de las instituciones de justicia y de las Fuerzas Armadas de Colombia.

Resultados: en Colombia se hablaba de los paramilitares, pero se les dejaba crecer. Este Gobierno ha dado de baja a 1.300 paramilitares y más de 8 mil han sido llevados a la cárcel.

Usted sabe que en Colombia las cifras no pueden mentir, porque ustedes mismos las conocen plenamente al interior del país. Esos resultados le responden a usted, si este Gobierno ha sido severo o no ha sido severo con esas agrupaciones.

Yo le pediría a la señora Canciller que me ayude sobre un resumen de las recomendaciones de la Oficina del Comisionado de Naciones Unidas en Bogotá.

Carolina Barco. Ministra de Relaciones Exteriores (Canciller): Gracias señor Presidente.

Con respecto a las recomendaciones es muy importante tener en cuenta que las recomendaciones no son recomendaciones puntuales, son procesos que se están pidiendo y Colombia está respondiendo a estos procesos. Cada año se ha visto los avances, así lo reconoció la Alta Comisionada cuando estuvo en Colombia, se han establecido unos espacios para trabajar y hacerle el seguimiento con los Embajadores que se encuentran en Colombia, así como con la sociedad civil, dirigido por el Vicepresidente (de la República, Francisco Santos Calderón).

Podemos entrar en cada una de las recomendaciones, pero no creo que este sea el Foro, Presidente. Con mucho gusto nos podemos reunir ahora…

Presidente de la República: …Canciller, dime una que se haya cumplido y otra que no hayamos cumplido, para examinarlas ambas.

Carolina Barco: Presidente, por ejemplo se solicitó que se avanzara en un estudio independiente, acerca de la formación de Derechos Humanos para nuestras Fuerzas Armadas. Ahí, el Ministerio de Defensa propuso que se hiciera con una institución independiente y se viene trabajando con la Cruz Roja.

El Alto Comisionado propuso que se hiciera con otras instituciones, entonces se está buscando el mecanismo para cumplir, pero no es que esté ni cerrado el diálogo ni que no se esté avanzando.

Presidente de la República: No creo que haya país en el mundo que haya realizado un mayor esfuerzo de sensibilización en materia de derechos humanos para sus Fuerzas Armadas, que en Colombia.

Todos los días hay más reconocimiento de opinión a las Fuerzas Armadas. Si esa fuera una democracia genocida, las Fuerzas Armadas de Colombia no tendrían un respaldo del 90 por ciento de la opinión, que hoy tiene.

El Ejército de Colombia es conciente que hay que proteger a los colombianos por igual, sean voceros de la oposición o amigos del Gobierno. Que es un Ejército que tiene que estar situado por encima del Presidente, al servicio exclusivo de la Constitución. Que el Presidente es uno de esos soldados para cumplir la Constitución. Y que el gran motivo de orgullo del Ejército colombiano será, poderle decir al mundo que derrotó al terrorismo al tiempo que recuperó el imperio de los derechos humanos.

Ustedes tienen una equivocación, ustedes creen que el Ejército colombiano es un Ejército ‘matón’, como lo hubo en otros lugares del Continente. Ese es un Ejército respetuoso de los derechos humanos. Y no ha temblado la mano ni en el Ejército ni en la justicia, para sancionar a aquellos individuos que con actos individuales no imputables a la Institución, han hecho daño en materia de derechos humanos.

Todos los días hay más reconocimiento del Ejército, menos quejas a la Fuerza Pública por derechos humanos.

¿Alguna otra Canciller, que tu recuerdes?

Carolina Barco: Presidente, están todas las recomendaciones a los grupos ilegales, ninguna en las cuales se ha…

Presidente de la República:… ¿esas son las que no se han cumplido?, ¿lo que le han recomendado los grupos terroristas?

Carolina Barco: Si señor.

Y por el otro lado, hay unas que tiene que ver con proceso. Nos piden, por ejemplo, que se avance en la prestación de la educación gratuita a todo el universo de nuestros estudiantes. Ahí hay unos problemas que tienen que ver con el presupuesto.

O se pide que haya oficinas de Defensoría del Pueblo en todo el país. Se está llevando a esos sitios prioritarios, porque también encontramos un problema de presupuesto.

Entonces muchas de las recomendaciones tienen que ver con proceso, con procedimientos y además tienen unos efectos presupuéstales que también hay que tener en cuenta.

Presidente de la República: Y le voy a hacer una anotación.

Si usted mira las cifras de la Revolución Educativa en Colombia, en lugar que no se ha cumplido esa recomendación, debería decir: ‘cómo se avanza en el cumplimiento’.

El Instituto estatal de capacitación técnica (Sena), en el año 2002 capacitó a un millón 100 mil ciudadanos, este año capacita a 3 millones 600 mil.

Si usted mira las cifras de atención de desplazados, verá que el presupuesto se ha multiplicado por ocho. Ahí hay enormes esfuerzos.

Entre el programa de reinserción, el programa de reinserción, el programa de atención de desplazados y el programa de 33 mil Familias Guardabosques –que son familias que anteriormente estaban en los cultivos de droga, que ahora están cuidando nuestras selvas para que no las destruyan, para que no siembren droga-, el presupuesto colombiano se gasta este año 240 millones de dólares.

Y a mi me extraña oírle eso a muchas ONG’s internacionales, porque cuando me visita la Alta Comisionada de Naciones Unidas, me dice: ‘ustedes van bien, lo que pasa es que les hemos puesto los estándares más altos’.

Y saben que, aquello que no hemos podido cumplir totalmente es porque tenemos limitaciones presupuestales o porque es un país de instituciones independientes.

Ahora, hay una cosa importante: ustedes discuten conmigo, controvierten conmigo siquiera, pero yo les pongo siempre las cartas sobre la mesa, ¡jamás le he mandado una carta a un Gobierno diciendo que no los reciban a ustedes, que son terroristas!

Yo creo que un Presidente que es un combatiente de la democracia, como soy yo, debería producir en ustedes una segunda reflexión antes que enviar esas cartas. Porque ustedes en Colombia, tienen un Presidente con quien controvertir, pero un Presidente y un Gobierno que les respeta y les da todas las garantías en Colombia –como no se las dieron en muchas dictaduras latinoamericanas-. En esta democracia colombiana las han tenido y las seguirán teniendo.

Me gusta mucho que nos hubiéramos podido mirar a la cara, para que podamos controvertir con toda la solidaridad y me gustaría que visitaran Colombia, que escuchen a todo el mundo. No escuchen solamente unas pocas voces interesadas, escuchen el universo de la población, para que se de cuenta de la realidad de lo que pasa allí.

Tenemos mucho problema por superar, pero vamos con toda la buena fe en el camino de superar.

Moderador: Muchas gracias Presidente. Y propongo un brindis por una Colombia que se encamine en paz hacia el progreso y al bienestar que el país y los colombianos merecen y que ello ayude en la amistad de España y la ayuda y el apoyo de la ayuda a Europa, por Usted.

Presidente de la República: Y por todos ustedes, por el bienestar de nuestras dos naciones.

¡Confíen en Colombia, inviertan en Colombia, allá hay un pueblo con calidez, con capacidad gerencial, en proceso de preparación masiva, un pueblo democrático, un pueblo que va a ser feliz, con ayudad de ustedes!

¡Por España, por Colombia, por nuestras democracias!

 
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