SALUDO A DESMOVILIZADOS
DEL ELN
Junio
09 de 2005 (Rionegro – Antioquia)
Compatriotas:
Quiero saludarlos a todos
con mucho afecto. Esta desmovilización no es un triunfo del Gobierno,
no es un triunfo de la Fuerza Pública. Es
un triunfo de ustedes, es un triunfo de sus familias.
Esta desmovilización es un triunfo para
la tranquilidad de sus familias. Es un triunfo
de ustedes personalmente.
Esta desmovilización
los reencuentra a ustedes con la tranquilidad,
los reencuentra a
ustedes con la posibilidad de una vida feliz, de
una vida amable, de una vida tranquila. Este es
un pedacito de triunfo de Colombia.
Los felicito de todo corazón. Quiero decirles
que esto el Gobierno no lo toma como un triunfo
del Gobierno, ni de la Fuerza Pública. Lo
toma como un triunfo de ustedes, de sus familias
y como una gran posibilidad de paz.
Silenciosamente, a partir
de la Seguridad Democrática,
del ejercicio firme, transparente de autoridad,
hemos hecho un proceso de paz sin antecedentes.
Hoy, alrededor de 12.100
colombianos se han reinsertado en este Gobierno.
La mitad de los grupos guerrilleros,
la mitad, más o menos, de los mal llamados
paramilitares.
Eso no tiene antecedentes.
Cuando se desmovilizó el
M-19 eran alrededor de 280 hombres, 300 hombres
en armas. El resto
eran apoyos.
Fajardo: ¿cuándo se desmovilizó el
EPL cuántos hombres en armas había?
Eran 2 mil. ¿En armas todos? Dos mil hombres
en armas.
¿Y cuando se desmovilizó la Corriente
de Renovación Socialista del Eln? Como 400.
Alonso: cuando uno suma todo lo anterior, encuentra
que esta cifra es muy superior: 12.100 desmovilizados
hoy. Un proceso de paz muy bello.
Ahora, quiero hacer un llamamiento al ELN, para
que sigan este ejemplo de Edward, de este grupo.
Al ELN quiero ofrecerle todas las posibilidades
de paz.
Estuvimos muy cerca de iniciar ese proceso de
paz. Quiero repetir: si el ELN acepta un cese de
hostilidades, el Gobierno acepta no adelantar operaciones
militares contra el ELN, mientras se respete ese
cese de hostilidades.
Que llamen a quien quieran
de la comunidad internacional, de la comunidad
nacional, para que garantice la
seriedad de ese proceso, para que garantice ese
cese de hostilidades del ELN, para que garantice
ese cese de operaciones militares del Ejército,
de la Fuerza Pública de la Patria.
El ELN no se tiene que
desmovilizar, no se tiene que desarmar, lo que
se requiere es un cese de
hostilidades. La desmovilización o el desarme
son puntos de llegada.
Quiero aquí, en esta reunión
con Edward, con este grupo de compatriotas que
se han
desmovilizado, lanzar este llamado al ELN. Porque
el Gobierno no es un gobierno victorioso, es un
Gobierno comprometido con la paz a partir de la
seguridad.
Esta seguridad es democrática
porque es para todos los colombianos. El gran
triunfo que
esperamos es el triunfo del pueblo colombiano cuando
se consiga la paz definitiva.
Ese es el llamado que hago
al ELN. Tenemos toda la disposición de adelantar ese proceso
de paz. Que los colombianos que aún continúan
en armas, se desmovilicen en su totalidad. Que
pueden tener la seguridad de todas las garantías
de parte del Gobierno, en nombre de la Constitución.
Agradezco a las Fuerzas
Militares, a la Policía
de la Patria, estos esfuerzos.
Señor general Montoya, señor general
González, señor general Urueña:
por conducto de ustedes, nuestra gratitud a todos
los soldados y policías de la Patria por
este esfuerzo. Con abnegación y con el
trabajo de ustedes vamos a conseguir la paz de
Colombia.
Quiero agradecer al Alcalde
de Medellín,
a su equipo, al Gobernador de Antioquia, a su equipo,
este proceso de cooperación con el Gobierno
Nacional. Cuando se trabaja con esa coordinación,
con esa armonía, las cosas resultan bien
para la Patria.
Sá que con el esfuerzo
de todos vamos a seguir avanzando en estos procesos.
Muchachos, quería saludarlos afectuosamente,
y a partir de aquí tener con ustedes, con
los comandantes del Ejército de la Patria,
con el Secretario de Gobierno de Medellín,
el doctor Alonso, con el doctor Gustavo Villegas,
con el doctor Jaime Fajardo, con Juan David Ángel,
un conversatorio, a ver cómo orientamos
bien este proceso, para que la experiencia de ustedes
sea una experiencia que nos conduzca a la felicidad.
Sea un aporte para el bien
de Colombia, un gran aporte para la tranquilidad
de sus familias y un
avance más con el proceso de que todos los
jóvenes colombianos, que continúan
en el camino equivocado de la violencia, sigan
el un buen ejemplo que ustedes han dado.
Los saludo con todo cariño
y le ofrezco la palabra al señor general
Montoya.