CONMEMORACIÓN
DE LOS 100 AÑOS DE HUILA
Junio 15 de 2005
(Neiva - Huila)
Compatriotas:
Nos reunimos esta mañana en Neiva para
celebrar un acontecimiento de la vida nacional.
Habremos de reunirnos –dentro de unas horas-
en Manizales, y cuando caiga el sol, en Barranquilla,
para recordar durante todo el día a la
Patria la producción de un hecho formidable,
que tuvo lugar hace 100 años: la creación
de los departamentos del Huila, de Caldas y del
Atlántico.
Se debatía la Patria en un momento de
dificultades, había quedado extenuada
por la guerra de los Mil Días, cundía
la desazón, que se incrementaba, por la
pérdida de Panamá. Se hacían
esfuerzos para reconstruir la unidad de la Nación.
El país asistía a un Gobierno
realizador, presidido por el general Reyes, había
convocado una asamblea constituyente con competencias
legislativas, era un conocedor en detalle de
la geografía de la Patria, había
criticado inmensamente la distribución
de estados, que venía de períodos
anteriores de la vida nacional. Estaba comprometido
con la restauración del orden.
Su tarea era acompañada por quienes habían
sido contrincantes suyos en las gestas guerreras,
entre ellos Rafael Uribe Uribe y Benjamín
Herrera.
Conocedor Reyes, en detalle
de esa geografía
de la Patria, mirando a Colombia siempre en prospectiva,
emprendió la creación de estos
departamentos y nació el Huila.
Ese Huila –que como acaba de recordarlo
en sus juiciosas palabras el señor Gobernador-
quiere decir ‘Montaña luminosa’.
Ese Huila, escenario donde han nacido tantos
ilustres colombianos, servidores de la Patria
de todas las horas.
El Huila, hijo de muchas culturas. El Huila,
sitio de convergencia de muchas culturas. El
Huila, templo agustiniano.
El Huila, lugar donde
se ha mantenido aquella tradición agustiniana del valor del trabajo
comunitario, de la necesidad de la permanente
construcción de capital social.
El Huila, heredero de
ese sentimiento agustiniano, que siempre puso
por encima el afán colectivo
al individual.
El Huila, proveniente
también del gran
Cauca, del Tolima grande, de terruños
de Cundinamarca.
¡El Huila, pasado,
presente y futuro de la Patria!
Señor Gobernador, bajo sus manos se conduce
hoy el Huila por una senda de progreso, con una
gran visión de futuro. Hace poco con usted,
con la señora Alcaldesa, con los alcaldes,
con los parlamentarios, pudimos preparar el documento
CONPES, que finalmente se aprobó y que
es una guía de los compromisos de la Nación
con esta tierra, en medio de grandes dificultades,
pero con toda la determinación.
Es hoy oportuno, apreciados compatriotas, referirnos
al presente y al futuro de los departamentos.
Se han recuperado muchísimo en los últimos
años. Debo mencionar en esa senda de recuperación
actos administrativos, leyes de la República,
tareas de gobierno de varias administraciones:
la Ley 358 de 1997, la 550 del 99, la 617 de
2000, la 819 de 2003, la 715 de 2001, la 643
de 2001, la 782 de 2002, la 549 del 99 y la 863
de 2003, se han venido a convertir en un gran
complemento del paso que dio la Constitución
del 91 al descentralizar más a la Patria,
al fijar unas fórmulas de transferencia
de recursos nacionales a las regiones, que le
dan más certeza y más autonomía
a las regiones. Al crear, en el marco de la Constitución
unos textos de competencias amplias para los
departamentos y al reconocer al pueblo el derecho
de elegir directamente a los gobernadores –que
ya se había reconocido en una administración
presidencial anterior, para elegir directamente
a los alcaldes después de un debate centenario
en el cual Colombia fue y vino, hasta que finalmente
se tomaron dos decisiones trascendentales-.
Hace pocos años, solamente en el 2000,
los departamentos tenían un déficit
de 317 mil millones y parecía inviable
su continuidad administrativa y su sostenibilidad
fiscal. Y han pasado a tener un superávit
de un billón 600 mil millones, que representa
más de medio punto del Producto Interno
Bruto (PIB).
¡Qué bueno este avance de los departamentos
que les ha permitido pasar del déficit
al equilibrio y en términos generales,
al superávit!
Deseamos que todos los
departamentos puedan mostrar rápidamente superávit.
Que aquellos que están en la Ley 550 superen
los acuerdos con acreedores, se equilibren, produzcan
superávit y puedan emprender y financiar
mejores proyectos de inversión física
y de construcción de inversión
social.
El aumento de la inversión en los departamentos
ha pasado, óigase bien apreciados compatriotas,
de un billón 300 mil millones en 2002,
a 2 billones y medio en 2004. En estos cuatro
años, los departamentos han tenido un
crecimiento del 92 por ciento en sus recursos
de inversión.
Falta mucho, cualquier
avance que se hace en política social –la pavimentación
de una carretera- son esfuerzos muy grandes,
pero todos se quedan pequeños frente a
las necesidades de la comunidad colombiana. Sin
embargo, quiero destacar este proceso de recuperación
de los departamentos.
Esa democracia directa,
de haber permitido la elección de los
gobernadores por parte del pueblo, ha empezado
a producir el resultado
de que los mejores sean los conductores de los
departamentos y de que con ellos los departamentos
vayan saliendo adelante.
En 1999 la deuda departamental
era de un punto y medio del PIB, en el 2004
se ha reducido a
0.75 del PIB. Importante resurgir de los departamentos
en capacidad de inversión. Importante
avance de los departamentos hacia el equilibrio
fiscal, ya muchos en superávit. E importante
avance de los departamentos en la reducción
relativa del endeudamiento.
¿Qué sigue? El Gobierno Nacional
viene preparando, desde el inicio de la administración,
un documento de visión de largo plazo
de la Patria -que entregaremos al Congreso el
20 de julio- que propone una discusión
sobre las metas de Colombia para el 7 de agosto
de 2019, cuando se cumplirá el Segundo
Centenario, con una revisión parcial el
20 de julio de 2010, cuando estaremos cumpliendo
los 200 años del Grito de Independencia.
Capítulo especial tiene que tener allí la
visión de largo plazo de la descentralización.
Primero, los avances
en democracia directa, hay que consolidarlos
todos los días.
Para ello, este Gobierno, con la Seguridad Democrática,
se ha propuesto dar todas las garantías
a los alcaldes y gobernadores, concejales y diputados.
El sábado en un Consejo Comunitario en
Puerto Rico (Caquetá), donde tomábamos
también decisiones con la Fuerza Pública
para mejorar la protección efectiva de
los concejales, recordábamos cómo
al principio de este Gobierno casi 400 alcaldes
de la Patria estaban desterrados de sus municipios,
no podían ejercer porque los violentos,
que hipócritamente habían reclamado
la elección popular de alcaldes y gobernadores,
se habían convertido en sus sicarios.
¡Hemos avanzado compatriotas, falta mucho,
pero hoy alcaldes y gobernadores están
más tranquilos! Si hay dos alcaldes sometidos
a tal presión, que no les permiten ejercer
en sus municipios, no hay tres.
El compromiso del Gobierno
Nacional es que la Seguridad Democrática consolide estos
instrumentos de democracia directa, para una
visión de largo plazo de la Patria.
Pero no nos hemos quedado
allí. Hemos
mantenido una actitud de concertar con todos
los alcaldes y gobernadores, independientemente
del origen político de su elección,
para construir gobernabilidad, para que todos
entendamos que este es un país no de caprichos
de los elegidos, sino de instituciones regidas
por la ley, donde la ley impone al Presidente
el respeto de los fueros del gobernador, el respeto
de los fueros del alcalde, y donde unos y otros
tienen que entender las competencias que la Constitución
y el ordenamiento legal asignan a cada uno de
los niveles de Gobierno.
Compromiso fundamental
que quiero ambientar hoy, en estas tres ciudades
de la Patria, es
el de manejar con mucho cuidado las reformas
tributarias del futuro, para no afectar la participación
de departamentos y municipios en rentas nacionales.
Muchos que le reclaman
a este Gobierno una reforma estructural de
impuestos, han pedido que se rebajen,
que se disminuyan las transferencias a las regiones.
Yo provengo de las regiones, comprendo como ustedes
las angustias de las regiones, la capacidad es
urgente, la necesidad de contar con recursos,
por eso este Gobierno quiere aclimatar en la
mente de los colombianos una decisión:
no se pueden afectar las transferencias a las
regiones.
Cuando llegue el momento
de discutir el acto legislativo que habrá de reemplazar en
la vigencia temporal el que se produjo bajo la
rectoría de Juan Manuel Santos, en el
ministerio de Hacienda, es importante que las
diferentes fuerzas representadas en el Congreso,
con el Ejecutivo, gobernadores y alcaldes, se
sienten a mirar cómo deben evolucionar
esas transferencias para que el país llegue
rápidamente a una plena cobertura de salud
y a una plena cobertura de educación, ¡parámetros
fundamentales en el gran capítulo de la
inversión social!
Este Gobierno está comprometido en ello,
señor Gobernador. La revolución
de la educación es el gran camino para
construir la igualdad de oportunidades y la cohesión
social de los colombianos y por eso las transferencias
deben graduarse, no al amparo de discursos fiscales
sino de acuerdo con la necesidad de llegar a
una plena cobertura en educación y a una
plena cobertura en salud, como expresiones de
una democracia moderna y vigorosa en trance de
construir cohesión social
Reclaman los departamentos
nuevas competencias para derramar nuevos impuestos,
el tema se tendrá que
discutir con visión de futuro, pero teniendo
en cuenta elementos muy delicados. La Patria
está hoy, ante la necesidad de curar el
déficit fiscal de la Nación. Son
más sanas hoy, las finanzas de los departamentos
que las finanzas de la Nación. Lo que
le pasó a los departamentos se está superando,
lo que le pasó a la Nación en términos
de endeudamiento y de déficit, apenas
se empieza a superar. El camino a recorrer por
la Nación todavía es largo y es
difícil.
Y hay que considerar
otro elemento: el país
está expuesto, todos los días,
a competir en la Comunidad Internacional para
traer inversión. Mientras los países
centroamericanos se proponen rebajar impuestos,
para ser más atractivos en la captación
de inversión, nosotros no podemos aumentar
impuestos. Tenemos que controlar la evasión,
manejar los recursos sin corrupción, ampliar
las bases de contribuyentes –como hemos
procurado hacerlo- pero hay que tener mucho cuidado
para que Colombia no pierda competitividad en
atracción de capitales, para que Colombia
no permita que mientras otros países disminuyen
los impuestos, aquí se aumentan.
Bella discusión ésta: de cómo
fortalecer a los departamentos en el futuro,
la tenemos que dar con compromiso descentralista,
pero con realismo sobre las limitaciones y posibilidades
de la Patria.
Hemos hablado mucho de
cómo lograr que
los departamentos sean eficientes, de cómo
lograr que los departamentos tengan mejores resultados
en el uso de sus recursos. La Constitución
del 91 creó las regiones, en virtud de
esa norma, se dio el paso a la creación
de los Conpes. Rápidamente, el país
se dio cuenta que no eran las instancias requeridas
para poder unir a los departamentos en regiones
de planeación y en regiones operativas.
Mi temor al desarrollo de esa norma constitucional,
es que las regiones administrativas y de planeación
se conviertan en nuevas estructuras burocráticas.
Yo confieso, ante mis
compatriotas del Huila, que un Gobierno que
ha reformado 152 entidades
del Estado para lograr un Estado sostenible,
que pueda tener más recursos para la inversión
social, no puede estimular nuevas instancias
burocráticas. ¡El burocratismo no
crea empleo! Por cada empleo inoficioso en el
sector público, se pierde la posibilidad
de crear cuatro empleos productivos.
El gasto burocrático en el Estado afecta
la inversión física y la inversión
social, por eso, hay que ser muy cuidadoso en
esa materia, hay que definir qué queremos: ¿si
un Estado que llegue a las comunidades con inversión
social o con carreteras o un Estado que alimente
mundos politiqueros con burocracia?
Por eso, no comparto
la tesis de crear nuevas instancias con costos
burocráticos. Invito
al Congreso a que revisemos esa institución,
nosotros tratamos de hacer unas propuestas para
el referendo al que fueron convocados los colombianos
en octubre de 2003, sobre esas propuestas no
se obtuvo el consenso que se requería.
Invito nuevamente a la
discusión de cómo
avanzar hacia las regiones, sin afectar la autonomía
y la independencia de los departamentos y sin
crear nuevos y costosos entes burocráticos.
Creo, señor Gobernador, que los departamentos
tienen una gran posibilidad independientemente
de la evolución de la Constitución.
No tienen limitaciones en materia de competencias
y para ser más efectivos en la aplicación
de sus recursos, pueden proceder asociativamente.
Para eso, nada se requiere en materia constitucional,
nada se requiere en materia legal.
Invito a las gobernaciones
a estudiar asociaciones con sus vecinos para
operar, para planificar,
para ser más eficaces. El Congreso de
la República nos está ayudando
con una agenda legislativa de gran importancia
que aspiramos, ésta semana, tenga formidable
avance.
La plenaria del Senado,
tiene para su estudio, un proyecto de reforma
en régimen subsidiado
de salud para que este país rápidamente
llegue a plena cobertura para los sectores más
pobres. Y ese proyecto le entrega a los departamentos
competencias muy importantes para seleccionar
las ARS, competencias muy importantes para intervenir
y vigilar en la aplicación de los recursos
de prevención, para que los departamentos
nos ayuden a superar los flagelos de corrupción
en la salud, que este Gobierno ha venido denunciando
y que éste Gobierno ha venido combatiendo.
Porque, algunas normas
descentralistas como aquellas de la Ley 715 –que asignaron a
los municipios el manejo de los recursos de prevención
en salud- también han facilitado la corrupción
en la destinación de esos recursos. ¡Tenemos
que corregirlo!, porque nada más grave
que afectar la credibilidad de la descentralización
con factores de corrupción en las entidades
locales. Vamos a seguir trabajando en esa dirección,
señor Gobernador, señora Alcaldesa.
Estamos inmensamente
comprometidos con el Huila, celebro que estemos
avanzando en la recuperación
de la red hospitalaria del Huila.
Este Gobierno no es de
la idea de dejar morir los hospitales públicos, por eso con la
gobernación del Huila o con la de Santander
o con la de Boyacá, nos hemos propuesto
recuperar los hospitales públicos. ¡Pero
los hospitales públicos tienen que ser
entidades al servicio de la salud de los colombianos
y no entidades al servicio de privilegios politiqueros
o de organizaciones sindicalistas abusivas! Los
hospitales públicos tienen que estar al
servicio de los sectores populares de la Patria.
Seguiremos apoyando con
recursos, Gobernador, ese esfuerzo de ustedes
para tener una hospitalaria
pública, del Estado, al servicio del pueblo,
sin politiquería, sin corrupción,
austera, de acuerdo con la austeridad –que
es un principio fundamental de la idiosincrasia
opita.
Con los alcaldes, con
el Gobernador anterior, con el actual Gobernador,
con los parlamentarios,
en Consejos Comunitarios, hemos discutido la
participación del Huila en el plan 2.500
de nuevos pavimentos viales. En dos semanas estarán
adjudicadas esas licitaciones. Esperamos que
en pocos días, el Huila vea que están
en avance esos proyectos viales.
Quiero referirme desde
aquí a los agricultores.
Esta tierra ensueño de la agricultura
de Colombia.
En la visita de hace
dos semanas me preguntaban por la suerte de
la agricultura en el Tratado
de Libre Comercio (TLC). ¡El TLC es fundamentalmente
para poder acceder a mercados, no para entregar
nuestro mercado! ¡El TLC es para generar
empleo, para crear condiciones de generación
de ingresos para los colombianos!
Hay un producto muy sensible
en el Huila que es el arroz. El Gobierno, con
los agricultores
y el Congreso, están buscando que en el
Tratado queden todas las previsiones para defender
el arroz. Pero hay productos en los cuales el
Huila tiene inmensa competitividad. Cuando pienso
que el Huila tiene 70 mil hectáreas, aproximadamente,
en café, de propiedad de minifundistas
en todas estas laderas de sus dos cordilleras
y que ese café del Huila es café especial,
que aquí se avanza en la industrialización –en
pequeña escala y en pequeña empresa-
con el espíritu democrático del
café, que ese café del Huila es
café orgánico, pienso que ahí tiene
el Huila una gran posibilidad de mercados internacionales,
que la estamos viendo.
Y el Gobierno ha acompañado esa posibilidad
con dos decisiones: este es el Gobierno que ha
permitido que los buenos precios del café lleguen
a los productores de café. La cosecha
que ahora se recoge, el 92 por ciento del precio
internacional, se le traslada en precio interno
a los productores.
Y para que Colombia no
pierda más oportunidades
de comercialización del grano, estamos
impulsando las tiendas Juan Valdez. Para que
dentro de pocos años, en cualquier parte
del mundo, un consumidor de café, pueda
llegar a una tienda Juan Valdez Café de
Colombia, y encontrar allí los cafés
especiales y orgánicos de nuestras regiones
productoras como el Huila. Y el señor
Gobernador se refería a otros productos
en los cuales tenemos inmensas posibilidades.
¡Y pongámosle cariño al
turismo! Esa es la industria de la alegría.
El Huila es un atractivo para el turismo verde,
para el turismo histórico, para el turismo
antropológico, para el turismo de deportes
de riesgo, para los rallys –el último
de los cuales tuvo lugar en el Huila hace dos
semanas-.
¡Con cuanta devoción y fe acompañamos
la semana pasada el congreso de Cotelco en Neiva!
Porque dije: ‘que lo hagan en Cartagena
o en San Andrés no tiene gracia, lo importante
es hacerlo en Neiva para que los colombianos
recuperen su fe y su confianza en el Huila’.
Mis compatriotas del
Huila: ustedes no hablan de futuro, con su
trabajo honesto de todos los
días, construyen el futuro y todos los
colombianos los vamos a acompañar.
Mis compatriotas del
Huila: la cultura agustiniana, haberla destruido –al decir del profesor
López de Mesa-, esa destrucción
se constituyó en una frustración
nacional. ¡Ustedes con sus valores comunitarios
de austeridad y de honradez, son los llamados
a devolverle a Colombia esos valores que dejó sembrados
la cultura agustiniana!
Mis compatriotas del
Huila: ustedes con su ‘Aplanadora
Opita’, tienen que crear una aplanadora
ideológica para que Colombia siembre en
todas partes, con esa ‘Aplanadora Opita’,
los valores del trabajo honrado, los valores
de la austeridad, los valores del afecto a la
Patria, los valores de construcción de
espíritu comunitario.
Mis compatriotas del
Huila: cuando aspiraba a la Presidencia de
la República, le decía
a mis paisanos antioqueños que: aspiraba
querer con todo afecto a todas las regiones de
Colombia, para que cuando este Gobierno terminara,
se le recordara como un Gobierno afectuoso con
cada lugar de la geografía de la Patria.
Pero debo hacer una confesión: esa provincia,
ese terruño, de donde vengo, ha vivido
dificultades de violencia parecidas a las que
han afectado el pueblo del Huila.
Esta mañana pensaba en Neiva, anoche
nos asesinaron un policía, afortunadamente
los cuatro milicianos están capturados.
Para mí, como Presidente, un asesinato
del Huila, un secuestro del Huila, me produce
una reacción total en el espíritu
y en el alma, para reafirmar en la determinación
de luchar hasta el último momento para
devolverle la paz y la tranquilidad del Huila. ¡Seguiremos
haciéndolo con total espíritu democrático!
Entendemos la seguridad
como el camino para la paz y la reconciliación
total.
¡Con los violentos no se negocia a partir
de la debilidad del Estado! ¡No es el llamado
al diálogo en posiciones de debilidad,
la fuente creadora de la paz!
¡Es el ejercicio firme de la autoridad,
con vocación democrática, lo que
finalmente hace que surja la voluntad de paz!
Comprendo esta tierra
porque viví todas
las dificultades de la mía. Esta ciudad
de Neiva laboriosa, esta ciudad de Neiva musical,
esta ciudad de Neiva artística, esta ciudad
de Neiva hospitalaria, ha tenido un factor que
la perturba: la violencia.
¡Reitero, en este centenario, el compromiso
del alma, de luchar a todas las horas para que
el Huila recupere plenamente la paz! ¡Para
tener una Colombia sin narcotráfico, sin
guerrillas, sin paramilitares, sin corrupción! ¡Una
Colombia con cohesión social, con libertades! ¡Una
Colombia con independencia de instituciones! ¡Una
Colombia con transparencia!
¡Que viva el presente,
que viva el pasado, que viva el futuro de esta
gran tierra huilense!
Los felicito desde el alma.