INSTALACIÓN
DE LA COMISIÓN A CARGO DE LOS ACTOS CONMEMORATIVOS DEL IV
CENTENARIO DE LA OBRA “EL INGENIOSO HIDALGO DON QUIJOTE DE
LA MANCHA” ESCRITA POR MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA
Marzo
02 de 2005 (Bogotá – Cundinamarca)
Compatriotas:
Quiero agradecer inmensamente a la Ministra
de la Cultura (María
Consuelo Araújo) que hayamos puesto en marcha esta conmemoración
que necesita la lengua, la historia y que necesita la Patria.
Agradecer inmensamente al presidente Belisario
Betancur, que después
de haber presidió exitosamente el año pasado la Comisión
para la celebración del Centenario de Neruda, ahora emprenda
esta tarea.
Quiero agradecer a todos a quienes habrán de acompañarlo,
pero Presidente no se le olvide que tenemos que aprovechar su buen
crédito para abusar de el. Nos toca empezar ahora con la
celebración de los 150 años del presidente Suárez
y el estímulo a los colombianos para explorar esa obra maravillosa
que son los sueños de Luciano Pulgar.
Muchas gracias Embajador (de España en Colombia) por toda
su cooperación, por toda su ayuda.
La Ministra de Educación (Cecilia María Vélez),
en el propósito de mejorar la calidad de la educación
colombiana, de conectar ese mejoramiento con el oportuno incentivo
a las competencias laborales, con el mejoramiento de la productividad,
de la competitividad y del ingreso de los colombianos, ha presentado
gran preocupación por la necesidad de mejorar las pruebas
a los estudiantes y a los profesores en materia de manejo y comprensión
de lenguaje.
Por eso también encontramos de gran importancia estas dos
celebraciones este año; la de nuestra obra cumbre de la
literatura española y la de los sueños de Luciano
Pulgar.
“El sepulcro de Don Quijote”, Miguel de Unamuno. “No
se comprende aquí ya ni la locura, hasta el loco creen y
dicen que lo será porque por tenerle su cuenta y razón.
Lo de la razón de la sin razón es ya un hecho para
estos miserables, si nuestro señor Don Quijote resucitara
y volviese a esta su España, andarían buscándole
una segunda intención a sus nobles desvaríos. Si
uno denuncia un abuso, persigue la injusticia, fustiga la ramplonería,
se preguntan los esclavos: ¿Qué irá buscando
en eso? ¿A que aspira?
Unas veces creen y dicen que lo hace para
que le tapen la boca con oro, otra que es por ruines sentimientos
y bajas pasiones de
vengativo o envidioso, otras que lo hacen no más sino por
meter ruido y que de él se hable por vanagloria, otras que
lo hacen por divertirse y pasar el tiempo, por deporte, lástima
grande que a tan pocos les dé por deporte semejante.
¡Poneos en marcha! ¿A dónde vais? La estrella
os lo dirá: ¡al sepulcro! ¿Qué vamos
a hacer en el camino, mientras marchamos? ¿Qué? ¡Luchar!
Luchar, y ¿cómo?
¿Cómo? ¿Tropezáis con uno que miente?,
gritadle a la cara: ¡mentira!, y ¡adelante! ¿Tropezáis
con uno que roba?, gritarle: ¡ladrón!, y ¡adelante! ¿Tropezáis
con uno que dice tonterías, a quien oye toda una muchedumbre
con la boca abierta? Gritadles, ¡estúpidos!, y adelante
siempre.
Es que con eso -me dice uno a quien tú conoces y que ansía
ser cruzado-, es que con eso se borra la mentira, ni el ladrocinio,
ni la tontería del mundo. ¿Quién ha dicho
que no? La más miserable de todas las miserias, la más
repugnante y apestosa argucia de la cobardía es esa de
decir que nada se adelanta con denunciar a un ladrón porque
otros seguirán robando, que nada se logra con llamarle
en su cara majadero al majadero, porque no por eso la majadería
disminuirá en el mundo.
Sí hay que repetirlo una y mil veces: con que una vez,
una sola vez, acabases del todo y para siempre con un solo embustero,
habríase acabado el embuste de una vez para siempre”
“Manual para ser niño” Gabriel García
Márquez. “Por todas partes me encuentro con profesionales
escaldados por los libros que les obligaron a leer en el colegio
con el mismo placer con que se tomaban el aceite de ricino.
Para las sinopsis, por desgracia, no tuvieron
problemas, porque en los periódicos encontraron anuncios como éste: "Cambio
sinopsis de El Quijote por sinopsis de La Odisea".
Así es: en Colombia hay un mercado tan próspero
y un tráfico tan intenso de resúmenes fotostáticos,
que los escritores haríamos mejor negocio no escribiendo
los libros originales sino escribiendo de una vez las sinopsis
para bachilleres.
Es este método de enseñanza -y no tanto la televisión
y los malos libros-, lo que está acabando con el hábito
de lectura. Estoy de acuerdo en que un buen curso de literatura
sólo puede ser una guía para lectores, pero es imposible
que los niños lean una novela, escriban la sinopsis y preparen
una exposición reflexiva para el martes siguiente.
Sería ideal que un niño dedicara parte de su fin
de semana a leer un libro hasta donde pueda y hasta donde le guste
-que es la única condición para leer un libro-, pero
es criminal, para él mismo y para el libro, que lo lea a
la fuerza en sus horas de juego y con la angustia de las otras
tareas”.
Milán Kundera: “Aunque Cervantes no buscaba la gloria
de un fundador, El Quijote es el punto de partida de un arte nuevo”.
Octavio Paz, dice acertadamente que el
humor es un gran invento de la época moderna vinculado
al nacimiento de la novela y en particular a Cervantes.
Álvaro Mútis. “El primer ejemplar de El Quijote
que me dieron a leer, estaba expurgado, había que leerlo
por obligación y escribir no se cuantas planas sobre cada
capítulo, fue un suplicio espantoso, lo tuve que hacer y
no encontré ningún placer, ni pude ver la maravilla
que tenía adelante.
En una ocasión cuando me quedé en la hacienda de
mi abuelo, que después fue de mi madre durante unas larguísimas
vacaciones, me encontré un Quijote y empecé a leerlo
y pensé: este, es el libro más divertido y más
extraordinario que ha habido.
Y me ocurrió algo que me pasa cada vez que lo leo: Me reconozco
a mi mismo esa mitad de Quijote y de Sancho que tenemos adentro,
está ahí, presentado con una profundidad, con una
gracia, con una intensidad que hacen de la lectura una maravilla”.
Para Álvaro Mutis el Quijote es: “Entre todas esas
obras maestras que ensanchan nuestra capacidad de percepción
y nos proporcionan un conocimiento más intenso del mundo,
la que ha acompañado con mayor fidelidad en su ejemplar
itinerario.
Miguel de Cervantes –palabras del propio Mutis- ha sido
un compañero inseparable, un interlocutor, siempre pronto
a responderle con su voz sabia y resignada, repleta de consoladora
fraternidad”.
Borges: “Yo no bebo, no fumo, no escucho la radio, no me
drogo como poco. Yo diría que mis únicos vicios son
El Quijote, La Divina Comedia y no incurrir en la lectura de Enrique
Larreta ni de Benavente”.
A Carlos C, Pedro Nel Ospina y Marco Fidel
Suárez les unió su
membresía a la gran fraternidad mundial de admiradores de
Cervantes, estudiosos de su obra y discípulos de sus enseñanzas.
Con ocasión de los 300 años del Manco de Lepanto,
el presidente Marco Fidel Suárez dijo: “Los letrados
la estudian, los eruditos la escudriñan y comentan, las
lenguas la adoptan. El teatro le abre sus puertas, las bellas artes
la ilustran, los filósofos rastrean su significado, todos
saborean sus donaires y todos admiran sus pinturas y enseñanzas.
Caricatura perfecta de la literatura caballeresca.
Sus dos personajes principales, Don Quijote y Sancho Panza, encarnan
al idealista
y soñador que olvida las necesidades de la vida material
para correr en pos de inaccesible quimeras y el positivista y práctico,
aunque bastante fatalista.
Es el mayor homenaje que nunca se ha hecho
al ser humano, a su derecho a soñar y a su libertad para hablar”.
El poeta Quintana sostenía en el siglo 19 que sobre Cervantes
y El Quijote se había dicho ya cuanto podía decirse.
Ortega sostenía lo contrario. Una de las más admirables
creaciones del espíritu humano.
El Quijote, en uno de sus párrafos: “La libertad
Sancho, es uno de los más preciosos dones que a la tierra
dieron los cielos. Con ella no pueden igualarse los tesoros que
encierra la tierra, ni el mar encubre. Por la libertad, así como
por la honra, se puede y debe aventurar la vida, y por el contrario
el cautiverio es el mayor mal”.
En un bellísimo prefacio a esta edición, que gracias
al presidente Betancur y a la Fundación Santillana, está circulando
ampliamente en Colombia, el maestro Vargas Llosa, conecta este
párrafo de El Quijote con este comentario del maestro Vargas
Llosa: “Detrás de la frase y del personaje de ficción
que la pronuncia, asoma la silueta el propio Miguel de Cervantes
que sabía muy bien de lo que hablaba. Los cinco años
que pasó cautivo de los moros en Argel y las tres veces
que estuvo en la cárcel en España por deudas y acusaciones
de malos manejos cuando era inspector de contribuciones en Andalucía
para la Armada, debían de haber aguzado en él, como
en pocos, un apetito de libertad y un horror a la falta de ella,
que impregna la autenticidad y fuerza aquella frase y da un particular
sesgo libertario a la historia del Ingenioso Hidalgo”.
Este comentario lo trae el maestro Vargas
Llosa en un capítulo
que llama, que titula en este prólogo, “Una novela
de hombres libres” y continúa Vargas Llosa: “¿qué idea
de la libertad se hace Don Quijote? La misma que a partir del siglo
18 se harán en Europa los llamados liberales, la libertad
es la soberanía de un individuo para decidir su vida, sin
presiones ni condicionamientos, en exclusiva función de
su inteligencia y voluntad, es decir, lo que varios siglos más
tarde un Isaias Berling definiría como libertad negativa,
la de estar libre de interferencias y coacciones para pensar, expresarse
y actuar.
Lo que anida en el corazón de esta idea de la libertad,
es una desconfianza profunda de la autoridad, de los desafueros
que puede cometer el poder, todo poder”.
La deschavetada de este oído, me ha dado algún tiempo
para leer este libro que me hizo llegar el presidente Betancur
y tengo unas subrayas de algunas anotaciones, que me han hecho
pensar muchísimo sobre la aplicación de El Quijote
en nuestros días, no solo en ese tema de la libertad sino
en este otro: en el capital social, en la solidaridad.
En alguna forma El Quijote, inspiró autores en la materia,
pero muchos de esos autores lo aprovecharon y lo citaron para referirse
al origen de la propiedad privada, a la familia y al Estado como
los orígenes de la moderna esclavitud y proponer un proyecto
filosófico y político de hoy. Esa no fue la intención
de El Quijote. Por aquí, en el prólogo de Vargas
Llosa encontramos: “Es verdad que una antiquísima época
como recuerda El Quijote, a los pasmados cabreros en su discurso
sobre la edad de oro, en que la virtud y la bondad imperaban en
el mundo y que en esa paradisíaca edad, anterior a la propiedad
privada, los que en ella vivían ignoraban estas dos palabras
de tuyo y mío y eran todas las cosas comunes, pero luego
la historia cambio y llegaron nuestros detestables siglos en los
que a fin de que hubiera seguridad y justicia, se instituyó la
orden de los caballeros andantes para defender las doncellas, amparar
las viudas y socorrer a los huérfanos y a los menesterosos”
La libertad es individual y requiere un
nivel mínimo de
prosperidad para ser real, interpreta Vargas Llosa de la obra de
El Quijote. Porque quien es pobre y depende de la dadiva o la caridad
para sobrevivir, nunca es totalmente libre.
El Quijote no cree que la justicia, el orden social, el progreso,
sean funciones de la autoridad.
Hay un tema de interpretación de Vargas Llosa bien importante
para examinar este año, porque al lado de la obra literaria,
en el sentido de la obra literaria hay también más
que una concepción de la vida otra concepción de
la autoridad y del ser social.
El Quijote no cree que la justicia, el
orden social, el progreso, sean funciones de la autoridad sino
obra del que hacer de individuos
que como sus modelos, los caballeros andantes y él mismo,
se hallan echado sobre los hombros la tarea de hacer menos injusto
y más libre y próspero el mundo en el que viven.
Algunos de mis ilustres antecesores de
la Presidencia de la República,
decía que este problema no es tanto de estructuras como
de hombres.
El Quijote, había negado cualquier participación
de la autoridad y proponía solamente la responsabilidad
en los hombros de los individuos para construir la equidad.
No tiene el menor reparo en enfrentarse
a la autoridad y desafiar las leyes, cuando estas chocan con
su propia concepción
de la justicia y de la libertad. Y nos va explicando Vargas Llosa
porque en su primera salida, se enfrenta al rico, Juan de Haldudo,
un vecino de quintanar que está azotando a uno de sus mozos
porque le pierde sus ovejas, algo a lo que, según las bárbaras
costumbres de la época, tenía perfecto derecho. Pero
este derecho es intolerable para el manchego que rescata al mozo
reparando así lo que cree un abuso. Apenas parte, Juan Haldudo,
pese a sus promesas en contrario, vuelva a azotar a Andrés
hasta dejarlo moribundo.
Como en este, la novela está llena de episodios de la visión
individualista y libérrima de la justicia, lleva al temerario
Hidalgo a descarta los poderes y las leyes y los usos establecidos
en nombre de lo que para él es un imperativo moral superior.
Cuando leía este comentario de Vargas Llosa, me pareció ver
en la obra de Cervantes un influjo en la evolución del Derecho.
Primero, se creo la figura de la inaplicabilidad de los decretos
y después nuestra constituyente de 1991 amplió esa
figura y autoriza la inaplicabilidad de cualquier norma, cuando
esa norma se interprete contraria al ordenamiento superior.
Por supuesto, no dijo Cervantes cual era
el ordenamiento superior, pero si dio a los individuos ese margen
de discrecionalidad para
definir los imperativos inviolables, como la Constitución
del 91 dio a sus intérpretes en nombre de la justicia ese
margen de autoridad para definir las normas inaplicables.
Vamos pues a dedicarnos con devoción este año
a mirar esta obra cumbre. A recordarle a esta Patria, en las
bellas
palabras del presidente Betancur, como Colombia ha sido tierra
de El Quijote.
Creo que hoy no nos citó otro de los cuentos que usted
sabe citar presidente Betancur, el del maestro Pedro Gómez,
nos lo queda debiendo.
Otra prueba importantísima de ese acerbo de El Quijote
colombiano, de cómo ha vivido El Quijote en nuestra tierra.
Vamos a aprovechar este año, para hacer una reflexión
sobre el lenguaje, para corregir los abusos y para pulir, ya que
en El Quijote de Hidelbrando está la palabra aquella de
pulirla, vamos a pulir este año nuestro lenguaje y nos va
a ayudar la Ministra de la Cultura para que cumplamos un objetivo
del Ministerio de Educación: mejorar para bien de la Patria
el manejo del lenguaje, la comprensión del lenguaje, que
los tecnicismos no sigan estrechando el lenguaje, hay que ampliarlo,
mejorarlo, ninguna mejor oportunidad que la de 2005, El Quijote
y los sueños de Luciano Pulgar de Marco Fidel Suárez.
Muchas gracias.
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