INAUGURACIÓN ESCUELA DE
ARTES Y OFICIOS SANTO DOMINGO
Marzo
15 de 2005 (Bogotá – Cundinamarca)
Compatriotas:
Mis palabras deberían ser muy cortas y muy simples, para
agradecer inmensamente este aporte a Colombia de la Fundación
Santo Domingo.
Nosotros hemos soñado con un modelo político sin
exclusiones y sin odios, que tiene que sustentarse en un gran
pluralismo democrático y al mismo tiempo en un sistema
económico fraterno.
Definitivamente lo opuesto a los sistemas
materialistas de la lucha de clases, que tanto daño han hecho y que tanto
daño pretendieron hacer en Colombia, es un sistema económico
fraterno.
Cuánto contribuye este esfuerzo que hoy cumple diez años
y que lo celebran con esta gran ampliación, a la construcción
de una Colombia sin exclusiones, sin odios, a la construcción
de una Colombia fraterna.
Para que los colombianos tengamos confianza
en esta patria, para que las nuevas generaciones vivan felices
en esta patria,
hemos querido adelantar una tarea de recuperación de confianza
en Colombia, a través de la Seguridad Democrática,
el esfuerzo por la transparencia, la recuperación económica
y la recuperación social.
En la recuperación social hemos propuesto a los colombianos
las siete herramientas de equidad: la Revolución Educativa,
la ampliación de la seguridad social, el impulso a la
economía solidaria, el manejo social del campo, el manejo
social de los servicios públicos, el país de propietarios
y la calidad de vida urbana. Todo conectado con ese sueño
de una economía fraterna, un modelo sin odios y sin exclusiones.
Me emociona mucho, María Isabel, ver cómo este
gran esfuerzo cabe inmensamente en estos sueños.
La Revolución Educativa la hemos desagregado en cinco
grandes temas: la cobertura, la calidad, la pertinencia, la capacitación
técnica y la investigación científica.
Aquí tenemos una gran tarea de capacitación técnica. ¿Cómo
hemos entendido la capacitación técnica? Nos hemos
figurado la educación como una pirámide, en la
cual se empieza con lo más simple y lo más amplio,
para ir ascendiendo hacia lo más especializado y hacia
lo más sofisticado.
Por ejemplo, hemos definido que los muchachos
del Sena, antes que entrar una tecnología de administración, aprendan
un oficio básico, para que eso les permita ingresar al
mercado del trabajo o seguir avanzando en la parte tecnológica
y posteriormente universitaria.
Este año el Sena debe terminar con acuerdos con más
de 40 universidades, para que el muchacho que haga uno curso
básico en el Sena, esos créditos se los tengan
en cuenta para graduarlo posteriormente como técnico.
Esos créditos a su vez les sirvan para graduarlo posteriormente
como tecnólogos. Esos créditos a su vez les sirvan
para obtener un grado de educación superior.
Le vengo a sembrar una idea: qué bueno que esos acuerdos
curriculares, este taller que es hoy orgullo de Colombia, haga
esos convenios. El Ministerio de Educación y el Sena le
ayudan para que todos los créditos que aquí se
cursen se los reciban en estas instituciones para graduarlos
posteriormente como técnicos, tecnólogos e ir ascendiendo
en la escalera del conocimiento, de gran importancia.
¿Y cómo contribuye esto al empleo? Nosotros hemos
entendido el empleo no como una variable presupuesto sino como
una variable consecuencia. Es la consecuencia de la confianza
inversionista, es la consecuencia de la seguridad, es la consecuencia
de la capacitación, es la consecuencia de la Revolución
Educativa, es la consecuencia de la competitividad del país.
Y cómo me gusta ver el esfuerzo de ustedes para el autoempleo.
Es algo que tenemos que crecer inmensamente en Colombia. Permítanme
compartir con ustedes dos observaciones sobre nuestra tierra
y sobre nuestros compatriotas: es difícil encontrar en
la estructura social de los países de igual grado de desarrollo,
tanta vocación de pequeña empresa.
Yo veo, por ejemplo, un vecino con una
gran economía
petrolera, una pequeña empresa inexistente.
El otro vecino con una gran economía de níquel,
de hierro, de otros minerales, con una pequeña empresa
inexistente. Y podríamos así sucesivamente hacer
un recorrido por muchos de nuestros vecinos. Pero aquí hay
una estructura formidable de pequeña empresa.
¿En qué se sustenta? En lo que llamo la segunda
observación: La inclinación del hombre y de la
mujer colombianos, más orientada a la iniciativa empresarial
que a la subalternidad laboral.
Este país se ha equivocado cuando cree que todo hay que
manejarlo con la subalternidad laboral. La inclinación
de nuestra ciudadanía es mucho más a la independencia
empresarial.
Esa es una condición excepcionalmente favorable para
un desarrollo equilibrado hacia un modelo fraterno de igualdad
de oportunidades. Y aquí ustedes están ayudando
en esa tarea de la iniciativa empresarial de los colombianos.
En los primeros meses de este Gobierno,
cuando estábamos
aprobando la reforma pensional inicial, la reforma laboral, la
reforma tributaria, la administrativa, Juan Luis Londoño,
que en paz descanse, entonces Ministro de Protección,
me decía: Presidente, preparémonos para ver niveles
de desempleo del 25 por ciento.
Le decía: ¿por qué, Juan Luis? Porque en
6 años hemos pasado de un desempleo del 7,5 por ciento
a uno cercano al 20. Porque en seis años hemos pasado
de un desempleo de jefes de hogar del 4 por ciento cercano al
10. Y se va a demorar mucho para parar esta inercia.
Hemos visto que pudimos parar ese crecimiento
del desempleo, que está hoy entre el 12 y el 13 por ciento. Aspiramos
a terminar este año entre el 10 y el 11,5 por ciento.
Un esfuerzo enorme de todos los colombianos. Todavía son
tasas de desempleo muy altas. Pero la tendencia es favorable
y hay que estimular esa tendencia.
Y muestra cosas buenas. Por ejemplo,
el desempleo de los jefes de hogar que rayó con el 10, ya ha vuelto a descender
al 5,8 por ciento. Todavía muy alto. Hay que llevarlo
por lo menos al 4 por ciento en los próximos años.
Muestra cosas buenas: una reducción del subempleo. Muestra
cosas buenas: en este Gobierno el sector privado ha creado un
millón cien mil empleos, pero millón 600 mil colombianos
trabajadores han ingresado al sistema de seguridad social.
Y otro elemento muy importante: el mayor
crecimiento se presenta en el autoempleo. El autoempleo el
año pasado tuvo tasas
de crecimiento del 9,2 por ciento. Tasas que nos empiezan a reconfortar
muchísimo y ustedes aquí contribuyen a eso, María
Isabel.
Y es un autoempleo en caminos de seguridad
social, en caminos de mejoramiento de los ingresos de los hogares.
Cuando veía
el video que nos has traído esta noche, lo asociaba con
las realidades y las estadísticas que empezamos a examinar.
Lo asociaba con el tema de microempresa, con el tema de capacitación
en el Sena y con el tema, por ejemplo, de tasa de participación
laboral de los colombianos.
En microempresa, el saldo de crédito para microempresa
en julio de 2002 era de 707 mil millones de pesos. Hoy es de
cerca de un billón 800 mil millones. Y lo más importante
es que se está creando por todas partes cultura de crédito
a la microempresa.
Al que quiere buscar un puesto le hemos
dicho: vuélvase
microempresario. Y al banco que le estaba dando la espalda a
la microempresa, le hemos dicho: quiera al crédito social.
Porque usted, banquero, para perdurar en Colombia con éxito
tiene que hacerse querer de la gente. Y para hacerse querer de
la gente tiene que involucrarse en el crédito social.
Y ahí ha jugado un papel muy importante la Fundación
Mario Santo Domingo. Quiero también expresar esa gratitud,
porque se ha convertido en promotora del microcrédito
en muchas partes. Cada rato la llamamos y le decimos: mire, en
tal ciudad todavía no hay instituciones que promuevan
la microempresa, ayúdennos ustedes con un apadrinamiento
para que surjan allí instituciones que promuevan la microempresa.
Y eso también ha ayudado enormemente a despertar el interés
por el Sena, hasta el punto de que en el año 2002 el Sena
capacitó un millón 100 mil colombianos. El año
pasado 2 millones 700 mil. Y aspiramos que en el 2006 esté capacitando
4 millones de colombianos por año. Este año tenemos
solamente en ambiente virtual 250 mil colombianos y con una muy
buena orientación al autoempleo, que lo necesita esta
Patria.
¿Y qué hemos visto en esa combinación Sena,
Fundación Santo Domingo, Taller de Artes y Oficios, el
conjunto de fundaciones de la Patria, el compromiso con el crédito
social? Hemos visto no solamente un crecimiento del autoempleo
sino un mejoramiento de los ingresos.
Por ejemplo, hay algunos analistas que
se quejan de que ha disminuido la tasa de participación. Y he preguntado: ¿por
qué? Y me contestan: porque el año pasado 750 mil
colombianos entraron a la edad laboral, pero no se crearon el
año pasado sino 400 mil nuevos empleos. ¿Qué pasó con
los otros 300 mil?
Pregunto: ¿cuál es la edad laboral? Doce años. ¡Por
Dios¡ Medir una tasa de participación con niñitos
de 12 años que están estudiando, es totalmente
equivocado. Lo que uno necesita no es que estén buscando
trabajo sino que estén estudiando.
Hemos podido crear para ellos un millón 100 mil cupos
escolares y aspiramos terminar este año con la posibilidad
de que en el primer semestre del año entrante lleguemos
a millón 100 mil cupos escolares, como nos habíamos
propuesto.
¿Qué facilita este crecimiento del autoempleo?
Mejora el ingreso de la persona, el cónyuge o la cónyuge
pierde la angustia, no tiene que salir a buscar empleo, ayuda
en el taller, como lo vimos acá, se va presentando un
contagio familiar, los niñitos pueden asistir al colegio
tranquilamente, no los expulsan a la calle para que sean desertores
del colegio y buscadores de empleo.
A todo eso ayuda inmensamente este esfuerzo
que ustedes están
haciendo y que, en la medida que todos le pongamos el entusiasmo
que ustedes le han puesto, nos va a ayudar a construir una patria
sin odios, sin exclusiones, una patria sustentada en un pluralismo
democrático infinito y en un sistema económico
fraterno.
Felicitaciones y muchos más éxitos.