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CONMEMORACIÓN DE LOS 118 AÑOS
DE LA SOCIEDAD COLOMBIANA DE INGENIEROS
Mayo 31 de 2005 (Bogotá – Cundinamarca)

Compatriotas:

Nos reunimos hoy en este auditorio Julio Garavito, de la Sociedad Colombiana de Ingenieros, para conmemorar un aniversario más de su importante existencia.

Le ha tocado hacer Patria, en una topografía agreste, en una geografía diversa, con una constante de escasez de recursos fiscales. La ha hecho la ingeniería colombiana con ética, con eficacia, con una profunda base científica.

Muchas felicitaciones a la Sociedad, a todos los que han tenido que ver con ella en su recorrido histórico. Muchas felicitaciones a sus actuales directivos y a todos los ingenieros de la Patria.

Hemos condecorado hoy, de manera póstuma, a dos ex presidentes de la República, que hacen parte de la lujosa nómina de ex presidentes ingenieros: a Laureano Gómez y al General Gustavo Rojas Pinilla.

Ese ingeniero que fue Laureano Gómez, que tanto le contribuyó al país en el desarrollo de los ferrocarriles, del petróleo, de los oleoductos.

Ahora que pensamos en la construcción del Oleoducto del Noroccidente de la hermana República de Venezuela a nuestro Pacífico, viene a nosotros la memoria de ese gran impulsor de los oleoductos que fue el ex presidente Laureano Gómez. ¡Cuánto le contribuyó a Colombia en los ferrocarriles!

Ahora que hemos venido avanzando tanto en la Concesión del Atlántico como en la Concesión del Pacífico y que el país reclama más esfuerzos en favor de los ferrocarriles, presente está la memoria del ex presidente Laureano Gómez.

Este Gobierno ha hecho un inmenso esfuerzo para poder avanzar en la Concesión del Pacífico. Prácticamente el ferrocarril ya llegó a Cartago.

Hemos invertido, a lo largo de esta administración, 130 millones de dólares en el trayecto Buenaventura – Cartago, con el ingreso a La Tebaida, cerca de Armenia. Confiamos que rápidamente esté en La Felisa y ojalá podamos concretar la llevada hasta Bolombolo.

Estamos, sí, a la espera, de que la respuesta del concesionario sea incorporar mayor capacidad de carga, porque hoy hay una desproporción entre el esfuerzo de los recursos del Gobierno Nacional para recuperar esa línea del ferrocarril, y la poca carga que aún transporta.

Confiamos en que algunos impasses que se han presentado con el Ferrocarril del Atlántico, se puedan superar. El Gobierno está, de manera prudente pero diligente, siguiendo el curso de esos acontecimientos, para que el país rápidamente pueda tener, en definitiva, buenas noticias.

Sin embargo, el aumento en toneladas de carbón transportadas en los últimos años, es significativo.

¡Cuánto ha contribuido ese ferrocarril a que Colombia en estos casi tres años haya pasado de exportar 27 millones de toneladas de carbón a exportar 53 millones el año pasado, con una perspectiva mucho mayor este año!

Y hemos condecorado de manera póstuma al ex presidente, ingeniero, general Gustavo Rojas Pinilla.

Amplios sectores del país no comprendieron a tiempo la importancia del aeropuerto Eldorado. Incluso al momento de la inauguración, se le inauguró como una obra más del capricho que de la necesidad. Pocos años después, nos quedó corto. Fue visionario el ex presidente Rojas Pinilla con la construcción de Eldorado.

Hoy estamos en las vísperas de adjudicar la concesión para un proceso muy ambicioso de ampliación del aeropuerto Eldorado, que con la Vía al Llano –que deberá tener dos desarrollos: la superación total de los contenciosos con el concesionario y con la doble calzada que el país tendrá que acometer–, deberemos ir pensando ya en que Bogotá, además del crecimiento de Eldorado, de su Plan de Desarrollo, tenga definitivamente uno de sus alternos en el Llano.

Y con la doble calzada Bogotá – Girardot, hoy en plena ejecución, que hace parte de una de las vías Caracas – Pacífico, los Llanos Orientales – Cali – Buenaventura, Bogotá – Buenaventura, a la cual se le suma la doble calzada Girardot – Ibagué, que deberá quedar contratada y ojalá iniciada en esta administración, los viaductos para subir de Cajamarca a la línea, de los cuales se han ejecutado cuatro en excelentes condiciones.

Y el Túnel de la Línea, hoy en plena ejecución, nos pareció que la manera más práctica de emprender el camino de La Línea era no discutir más, sino iniciar la construcción del túnel básico. Nos pareció, apreciados ingenieros de mi Patria, que la manera más práctica de contratar los recursos internacionales, era no seguir presentando un proyecto fracasado en varios intentos de adjudicación, sino mostrarle a la comunidad financiera internacional un proyecto en plena ejecución.

Hace pocas semanas le dije al gobierno japonés: ‘Les pedimos de nuevo el dinero para La Línea, pero no para empezarla, el proyecto está en plena ejecución –su Embajador lo vio hace dos semanas-, allí se ve trabajar diariamente en la excavación del túnel básico, les pedimos el crédito es para poderlo llevar a feliz término, para completarle todas las obras adicionales que requiere’.

¡Y por supuesto, no nos podemos quedar en La Línea, hay que llegar a Buenaventura! Uno de los grandes retos es la gran vía del Valle del Cauca a Buenaventura. Estamos construyendo, con un gran esfuerzo financiero, la variante alterna interna de Buenaventura. Confiamos tenerla terminada en sus tramos básicos este año y las obras complementarias hacerlas el año entrante. ¡Pero no nos podemos quedar en Buenaventura! Tenemos que empezar ya las obras complementarias del Puerto.

Hace poco, se adjudicó –creo que está en el proceso de formalización– un conjunto de obras bien importantes para protección del Puerto de Barranquilla. Un sueño de Barranquilla que empieza a convertirse en realidad.

Y hay que abrir ahora, rápidamente, la licitación para la profundización de Buenaventura. El Ministro (de Transporte, Andrés Uriel Gallego) se comprometió a que en este segundo semestre abríamos esa licitación para empezar obras el año entrante. ¡Pero no nos podemos quedar en Buenaventura! Hay que construir la carrera que tiene una trocha que hicieron los suecos a Málaga.

Cuando uno observa, apreciados ingenieros, la Bahía Málaga, su amplitud, su extensión, su profundidad, los muelles naturales y una circunstancia bien importante que hay que contársela al país: la Bahía Málaga no tiene ríos sedimentarios, a la Bahía Málaga desembocan unas quebradas inofensivas que no generan ningún riesgo de sedimentarla. Ahí encontramos una gran alternativa para la Patria. Por eso nos tenemos que proponer próximamente dotar a la Bahía Málaga de la gran carretera que la conduzca, desde la carretera que va de Loboguerrero a Buenaventura.

Y hay que decirle al país, muy claramente, que eso no puede pelear, no puede competir con un puerto en el Pacífico Chocoano, que también lo necesita la Patria. Yo le decía a los compatriotas vallecaucanos, el pasado fin de semana: tenemos todo el compromiso con Buenaventura, todo el compromiso con Málaga, pero ese compromiso no puede competir con el Chocó, necesitamos habilitar al sector privado construya un gran puerto allí.

Por eso este Gobierno está terminando los estudios para poder construir esa carretera entre Las Ánimas y Nuquí, que es la comunicación con el Pacífico. Sería la tercera del interior del país al Pacífico. Está la de Tumaco, está la de Buenaventura y ésta sería la tercera.

Es una comunicación necesaria para el Chocó. De Quibdó una avionetica demora unos pocos minutos para llegar al Pacífico. Pero no hay carretera. Hay una trocha en la selva. No es posible esa comunicación. Nosotros confiamos responderles al Chocó y al país con ese viejo anhelo de la carretera Las Ánimas – Nuquí para que tengamos allí una tercera vía al Pacífico.

Y por supuesto, estamos avanzando en la pavimentación de la carretera que va a de Risaralda al Atrato. Todo eso va a posibilitar ese nuevo Puerto.

Pues bien, en todo esto hay que pensar en continuar la obra del General Rojas Pinilla en Eldorado con la concesión a 20 años, con el aeropuerto alterno para Eldorado en los Llanos Orientales y con el aeropuerto alterno en el área de Girardot.

Hemos condecorado hoy a un grupo extraordinario de ingenieros de la Patria: al ministro Guillermo Alberto González Mosquera; al ex gobernador de Córdoba, Jesús María López Gómez; a Alfonso Penagos Mantilla, a Jairo Sierra Múnera, a Víctor Suárez Vásquez (quien falleció hace pocos días), a Horacio Pérez Correa, a Hernando Cajiao Navarro, a Guillermo Ángel Reyes, a Martha Lucía Jara.

Hemos asistido a esta gran ceremonia de la Sociedad Colombiana de Ingenieros, la cual ha entregado el premio Lorenzo Codazzi al ingeniero Julián Villarruel Toro, director general de Ingeominas. El premio Teodoro Sánchez al ingeniero Mauricio Sánchez Silva. El premio Fundadores Sociedad Colombiana Ingenieros, al ingeniero Anibal López Trujillo. El premio Guillermo González Zuleta al ingeniero Gregorio Rentería. El premio Lino de Pombo a Nicolás Álvarez Mesa, estudiante de la Escuela de Ingeniería de Antioquia. Y la beca Emilio Robledo Correa a Juliana Patiño.

Muchas felicitaciones también a estos dos estudiantes que honran tanto a las nuevas generaciones de colombianos. Y al Ministerio.

Muchas felicitaciones, apreciados ingenieros de mi Patria, por su esfuerzo, por sus merecimientos, por lo que han hecho por Colombia, por su ética, por su vocación de servir a su profesión y de servir a la Patria”.

 
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