PALABRAS DEL PRESIDENTE URIBE
EN EL CONGRESO NACIONAL CAFETERO
Noviembre 30 de 2005 (Bogotá-Cundinamarca)
Quiero dar a todos ustedes un saludo
muy afectuoso. Es grato, comprometedor con la Patria,
es un ejercicio de responsabilidad social con la nación,
acudir a examinar cómo va nuestro país
cafetero, cuáles son las responsabilidades cumplidas,
las responsabilidades incumplidas y los retos. Quiero
agradecer inmensamente las generosas palabras del Señor
Presidente del Congreso y adicionalmente expresarle que
recibimos de la manera más positiva las preocupaciones
y sugerencias.
Quisiera enmarcar un examen de la evolución
cafetera alrededor de estos temas: la crisis de precios,
la revaluación, las dificultades que se derivaron
de la crisis de precios, como fue esa gran amenaza para
disminuir la producción, esa gran amenaza para
que la gente se desanimara y no continuara en los programas
de renovación cafetera, esa pauperización
de los ingresos de nuestros compatriotas cafeteros, todo
lo cual coincidió con un riesgo inmenso porque
en algún momento el deterioro del patrimonio del
Fondo Nacional del Café para muchos colombianos
se convertía en un fantasma que ponía en
riesgo la permanencia de la institucionalidad.
Afortunadamente a pesar de problemas
tan graves como la revaluación, este cuadro clínico
se ha venido superando. Probablemente ha ayudado el precio
internacional, no se puede negar que hay una contribución
exógena, como lo denominan los economistas. Pero
hay unos esfuerzos internos muy valiosos. Por fin al
final del gobierno anterior y durante éste gobierno
se entendió que los gobiernos que siempre habían
encontrado en los recursos cafeteros una tabla de salvación
en coyunturas muy difíciles de la vida colombiana,
tenían que hacer esfuerzos fiscales para ayudar
al gremio cafetero.
Yo creo que ese es un esfuerzo importante
y ese esfuerzo se dio en un momento en el cual era importante
hacerlo, no porque el gobierno tuviera abundancia de
recursos, no habría sido gracia, sino justamente
en medio de una crisis fiscal muy honda que todavía
no hemos podido superar. Distribuir dinero cuando los
gobiernos nadan en la abundancia, no es gracia. Hacer
inversión social, apoyar sectores productivos
cuando los gobiernos tienen esta tragedia fiscal, es
bien importante.
Hace pocos días me decía
uno de los distinguidos Presidentes suramericanos, no
sabe que hacer con un superávit del 10% en el
presupuesto, y yo le decía: “mándenos
un poquito que en Colombia se lo ayudamos a administrar”.
Es bien diferente trabajar en la abundancia que trabajar
en la escasez crítica, pero ha habido otra cosa
muy importante, la agregación de valor.
Yo no creo que convenga para el futuro
cafetero el análisis simplista de decir que la
recuperación solamente se debe al factor exógeno
del precio internacional, desconociendo esfuerzos fiscales
que se hicieron en momento oportuno y grandes esfuerzos
en el gremio que se traducen hoy en un componente muy
importante de agregación de valor, tan importante
que las cifras indican que esa agregación de valor
compensa las pérdidas por revaluación.
Si no se hubiera dado esa agregación de valor,
los estragos de la revaluación serían muchísimo
más severos. Y todo esto, como decía uno
de mis antecesores de la Presidencia de la República,
es un tema más imputable o reclamable a los individuos
que a las meras estructuras. Esto se ha logrado gracias
a los integrantes de la institucionalidad cafetera, el
doctor Gabriel Silva, al Comité Nacional, a los
comités departamentales, a cada uno de mis compatriotas
que integran la institucionalidad cafetera. Y se ha dado
gracias a la comprensión del ex ministro Juan
Manuel Santos, del ex ministro Roberto Junguito y de
quienes han seguido acompañando desde el manejo
económico del Gobierno, al gremio cafetero.
Para ser totalmente objetivo en las
cifras voy a remitirme a algunas, que ponen de presente
lo que acabo de expresar en un elemental concepto que
tiene como fuente al Fondo Nacional y a la Federación.
No son las cifras del Presidente ni del Ministerio alguno
sino de las propias cifras de la Federación. En
esta crisis, que por fortuna, parecería que estamos
superando, Colombia no sólamente sostuvo la producción
sino que la incrementó levemente.
Cuando uno compara a Colombia con otros
países y de la región, encuentra que en
los otros hubo un declive muy severo de producción.
Por ejemplo, a pesar de la crisis Colombia mantuvo su
nivel de exportaciones, y en Perú cayó,
en Costa Rica cayó, en Guatemala cayó y
en Honduras cayó, México cayó y
en El Salvador cayó, es un punto bien importante.
Todos tuvieron la misma crisis, pero ¿por
qué aquí logramos mantener ese nivel de
producción y de exportaciones? Por la institucionalidad,
por los esfuerzos del Gobierno, porque esos esfuerzos
permitieron adelantar un programa muy agresivo de renovación.
Renovar en la crisis es muy difícil, era la ley
de Don Pepe Sierra, pero muy poquita gente la aplica, él
decía: “hay que sembrar caña cuando
la panela esta barata”, pero la gente es muy temerosa
a hacerlo.
Y nosotros encontramos un país
cafetero que había perdido la fe, que no creía,
decirle a la gente, renueve con ese precio caído,
renueve perdiendo plata, ese es un mensaje muy complicado
de que los ciudadanos lo asimilen.
Yo aplaudo ahí a la institucionalidad
por su tarea persuasiva, al pueblo cafetero por su fe
y a mis compañeros del Gobierno porque ese tema
no se los tuve que pelear, otros si se los he tenido
que pelear. En otros parezco yo, frente al equipo económico,
la oposición, pero en éste tema yo les
quiero dar públicamente la gratitud, empezando
por quien inició el programa, el ministro Roberto
Junguito.
Ahora, aclaro, cuando uno mira estas
exportaciones en cifras si eso es precio, si valor agregado.
Ahí hay ya un porcentaje importante de valor agregado,
pero ¿Qué habría pasado si se nos
cae esa producción?
El doctor Gabriel Silva me mostraba
una cifra bien importante, que es bueno que la comparta
con ustedes y nos la explique, lo que había pasado
en la productividad sin los esfuerzos de renovación
y lo que ha pasado gracias a los esfuerzos de renovación.
Los recursos de AGC son bien importantes, que bueno, todavía hay suficientes.
Cuando yo oigo al Presidente del Congreso digo, qué vamos a hablar nosotros
de 500 mil millones de recursos AGC, si eso para el presupuesto nacional es
mucho, pero para los problemas de la caficultora es poquito. Pero en el momento
fiscal que hemos vivido yo creo que esa es una cifra importante, eso nos logró,
en ese momento tan delicado, estabilizar el ingreso de los productores. Que
tal que en esos años tan difíciles no hubieran acudido esos a
aliviarle un poquito la vida, a hacerle menos dura la pena a los productores.
En el tema del valor agregado a mi
me sorprende gratamente verlo en dinero y en sacos de
cafés especiales, por ejemplo en especiales hemos
pasado de 2002, de 209 mil a 629 mil, en industrializados
de 230 mil a 343 mil. Ahí vamos avanzando, eso
todavía tiene un peso específico bajito
frente al volumen total de producción y de exportaciones,
pero si logramos mantener estos ritmos de avance, yo
creo que todos los días el peso específico
va a ser mayor. Inclusive me sorprendió lo siguiente,
hace poco que estuvimos en Brasil, allá en Salvador
Bahía los técnicos de la Organización
Mundial del Café (OIC) hace tres años subestimaban
los esfuerzos que los países se proponían
hacer para los cafés especiales. Hoy ya están
asombrados con el crecimiento de los cafés especiales
y con la receptividad, y con ese mercado tan grande que
se muestra ansioso frente al café orgánico,
frente a estos tipos de café en lo cual hemos
encontrado un filón bien importante que hay que
desarrollar.
Entonces, cuando hablemos de que hay
un precio que ha contribuido a salir de la crisis, sumémosle
a eso, y un gran esfuerzo en valor agregado, y un gran
esfuerzo en institucionalidad y un gran esfuerzo en aportes
del Presupuesto Nacional.
Y este tema del valor agregado nos
ha llevado mucho a que mejore el reconocimiento de marcas.
Hace poco pudimos ganar lo de Juan
Valdez, ¡qué bueno! En ese Consejo Comunitario
dos días antes al resultado en Nueva Cork, cuando
les pedimos a los compatriotas que todos se convirtieran
en unos grandes electores de Juan Valdez por Internet,
se observaba ese entusiasmo de la gente por el tema.
Y lo que me sorprende gratamente es
que no solamente se ha posicionado más el nombre
de Juan Valdez - aparece reverdecido, fortalecido- sino
de nuestras marcas que tienen valor agregado. El sector
privado colombiano. Eso es bien, bien importante. Ha
habido un fenómeno de arrastre.
El doctor Gabriel (Silva Luján,
gerente de la Federación Nacional de Cafeteros)
me ha entregado aquí un cuadrito de la evolución
de los cafés especiales por departamento. Veo
una evolución favorable en Antioquia, en Caldas,
en Cauca, en Cundinamarca, en Huila inmensa, Huila pasar
de siete mil sacos a 68 mil el año pasado, y en
el período enero – octubre de este año
65 mil, pero inmensa en Huila.
Yo diría que es el caso a destacar.
Nariño, está el doctor Santiago Montenegro
(director de Planeación Nacional). Su tierra ha
pasado de 11 mil a 67 mil el año pasado, y en
el período enero – octubre de este año
49 mil. No puede dejar caer esa tendencia, doctor Santiago.
En Norte de Santander, que es pionero
en eso, no se presenta un mayor crecimiento, está estable.
Risaralda ha crecido bien. En la Sierra
Nevada se ha mantenido más o menos estable. Uno
ve una gran posibilidad de crecimiento en la Sierra Nevada,
sobre todo con unas circunstancias de orden público,
que a pesar que tienen dificultades todavía allí,
esa dificultades han venido cediendo algo y creando un
marco de posibilidades para hacer estos esfuerzos productivos.
Yo tengo inmensa confianza en las Tiendas
Juan Valdez. Yo diría -hemos sostenido una tesis
desde el principio del Gobierno- nosotros necesitamos
un nuevo producto cafetero, y necesitamos un nuevo canal
de mercadeo.
El producto es este crecimiento de
los cafés especiales, de los cafés orgánicos,
lo que les llegue, lo que reúna el requisito de
esa ansiedad de los consumidores. Y el canal, nuestras
tiendas, que le lleguemos directamente a la gente.
En la historia cafetera siempre preocupa
que mientras se estaban consolidando los grandes distribuidores
de alimentos del mundo, nosotros nos quedamos por ahí tranquilos
en las embajadas vendiendo café verde.
Yo me preguntaba: ¿y por qué no
entramos nosotros a participar en esa consolidación
de los grandes distribuidores de alimentos en el mundo?
Parecía que al no haber entrado se nos hubiera esfumado todas las posibilidades.
Sin embargo, después aparece lo otro: estas Tiendas, para llegarle directamente
a la gente, ahí no nos podemos quedar atrás.
Ya nos dejó el tren una vez.
Nos dejó el tren cuando se consolidaron los grandes
distribuidores de alimentos en el mundo. Ahora que estamos
en este nuevo canal de mercadeo, que son las Tiendas,
que no nos deje el tren.
Por eso yo tengo que insistir y acosar,
me da pena hablar con el doctor Gabriel Silva, que yo
creo que cuando ya lo voy a saludar yo se me sale un
letrero de por aquí que le dice: “doctor
Gabriel, ¿cuántas Tiendas en el extranjero?,
doctor Gabriel ¿ya empezó a ofrecer las
acciones, ya convocó a los cafeteros a la capitalización?”.
Lo mantengo enloquecido por eso.
Si nosotros no entramos velozmente
en eso veo otro problema. Los agencistas de esas Tiendas
en el mundo, con su estrategia de publicidad pueden llevar
al mundo a esto que sería calamitoso para nosotros:
pueden llevar al mundo a que el café no se reconozca
como Café Juan Valdez, Café de Colombia,
Café Expreso de Nariño, Café de
la Sierra Nevada, Café Toledo en Norte de Santander,
Café Medellín, Manizales Excelsior, sino
Café Starbucks. Es muy grave, y a eso nos tenemos
que anticipar.
Entonces uno ve una tendencia, por
ejemplo, a que a los señores de Starbucks más
que interesarles promover el café de una parte
u otra, lo que quieren es que el mundo se asocie, se
alinee con la marca Starbucks. Ese es un riesgo que tenemos
que evitar, y la manera de evitarlo es con la acelerada
incursión en el tema de las Tiendas, que además
se convierte en la gran herramienta para hacer publicidad
vendiendo.
Y si un país que tiene cuatro
millones de ciudadanos en el extranjero, trabajadores
y laboriosos y disciplinados, todos con ganas de ser
concesionarios de las Tiendas, no puede desaprovechar
esa gran posibilidad.
Yo creo que lo que se ha hecho es bueno,
pero hay que meterle el acelerador, a ver si rápidamente
podemos ver a los colombianos que ya les ofrecieron las
acciones, a los cafeteros capitalizando, y que esa gran
empresa, esa holding que van a tener empiece a entregar
concesiones.
Entre otras cosas, me va a tener que
ayudar doctor Gabriel, porque usted no sabe yo por ahí por
donde se me acerca la gente. ¡Uy, y los paisanos
míos! Todo el que habla con el mismo sonsonete
mío se me acerca a decirme, se me acerca a decirme: “Presidente ¿y
cuándo es que vamos a tener la concesión
de las Tiendas? Tengo la familia lista para abrir una
Tienda, queremos ser concesionarios”.
No dejemos pasar el cuartico de hora
en eso, que eso es muy importante, y anticipémonos,
anticipémonos. Qué tal que la nueva generación
de colombianos viera desdibujado en el panorama internacional
nuestra marca de café, y que lo que predominara
fueran los Starbucks y compañía.
La verdad es que en medio de muchas
dificultades hemos avanzado en muchos temas. Por ejemplo,
Carlos Gustavo Cano, siendo ministro de Agricultura,
empezó con ilusión quijotesca con ustedes,
con el doctor Gabriel Silva, el tema de sembrarle maíz
y fríjol a la zoca. Le hemos hecho un seguimiento
a eso con devoción. A mí me sorprende estas
cifras: en el 2002 logramos 5.200 hectáreas de
maíz, este año 52.829.
Poderle decir a los colombianos, que
no por cuento del Gobierno, sino por cuentas de la Federación
se sembraron este año en los solares de zoqueo
cafetero 52.829 hectáreas de maíz, esa
es una gran noticia, pero una gran noticia.
El ministro (de Agricultura, Andrés
Felipe) Arias y yo el año pasado tuviéramos
mucho miedo de que este año no pudiéramos
avanzar de las 38 mil del año pasado, inclusive
que se cayeran, porque el año pasado tuvimos unos
problemas en la comercialización del maíz,
en su absorción. Y como es un producto que su
precio interno está tan determinado por la revaluación,
entonces estábamos bastante de carriel caído,
pero estas cifra es muy importante.
Y a esto ha concurrido la institucionalidad,
el crédito oportuno y los esfuerzos para que haya
comercialización ágil, a pesar de las dificultades.
Tengo que reconocerle al ministro Arias
que este año hemos superado dos problemas de comercialización
que se expresaron el año pasado, el uno en maíz
y el otro en arroz, como lo examináremos esta
tarde en el Congreso Nacional Arrocero.
Mire, yo comparo las productividades
de maíz en la Zona Cafetera con las del Valle
del Cauca, con las de Cereté (Córdoba)
y con las de Aguachica (Cesar), y la Zona Cafetera está en
el promedio alto. Y tiene casos más altos que
los de estas otras tres zonas de comparación,
inclusive que las del Valle del Cauca. El Valle del Cauca
no tiene hoy más de 10 mil hectáreas de
maíz tecnificado.
Y encuentra uno que el Valle del Cauca
ha tenido la mayor productividad, pero hay casos ya en
la zona cafetera donde se igualan, eso es un éxito,
hay que seguir en eso, ahora les hago una referencia
sobre el TLC.
Y en el fríjol, miren empezamos
con cinco mil hectáreas, van 19.522. Eso es un
gran crecimiento y uno nota a los productores cafeteros
que ha hecho eso contentos.
También me parece bien importante
el avance en el control de la broca. Se ha pasado de
un 4.1 por ciento de infestación anual, a un 1.7
(por ciento), ahí han hecho otro gran esfuerzo.
Yo creo que se ha hecho otros grandes
esfuerzos con el Pran, con el Programa de Alivio Cafetero;
con Credicafé.
Y en lo social, lo que pactamos aquí hace
dos años ha avanzado bien. Estas son las cifras
de la Federación. Este año la inversión
es de 196 mil millones de pesos. Aspiramos beneficiar
en los próximos meses otros 47.355 colombianos
en el convenio con ustedes en el régimen subsidiado
de salud. Hemos avanzado en las obras para la paz, en
la cooperación internacional, en la seguridad
alimentaria, en el mejoramiento de vivienda.
Pienso que hay se ha aprovechado la
institucionalidad de los Comités con el programa
de las siete Herramientas de Equidad del Gobierno Nacional.
Falta mucho pero hay avances importantes.
Huila. Ya logramos que el Huila tenga
plena cobertura en salud, estratos 1, 2 y 3. Ese es un
gran avance. El departamento, si la memoria no me falla,
con 70 mil hectáreas de café ¿Me
falló el computador mío o ustedes se crecieron
en 20 mil? Se crecieron en 20 mil porque cuando yo era
candidato presidencial allá le preguntaba y me
decía que 70 mil. Ahora voy a tener que cambiar
el referente: a 90 mil.
Casanare. Tiene apenas un poquito de
café en la cordillera, plena cobertura del régimen
subsidiado de salud. Arauca, un poquito de café en
la cordillera, plena cobertura en el régimen subsidiado
de salud. Cesar, plena cobertura en régimen subsidiado
de salud. Antioquia, plena cobertura en régimen
subsidiado de salud. Y eso en Antioquia se consolidó el
pasado sábado en un municipio en el corazón
cafetero: en Concordia. Yo creo que eso va a ayudar mucho.
El Congreso de la República
nos está tramitando una Ley, falta Cámara. ¡Dios
quiera que se apruebe rápidamente, para introducir
transparencia absoluta en el manejo de esos recursos
de salud y para poder llegarle en dos años con
cobertura universal a todos los estratos 1, 2 y 3 de
la Patria. Lo de estos cinco departamentos, proyectarlo
a toda la Patria. Este Gobierno empezó con 10
millones y medio de colombianos afiliados al régimen
subsidiado en salud y terminamos este año con
18 millones. Estratos 1, 2 y 3 son 26 millones de colombianos,
suponemos que hay cuatro millones en el régimen
contributivo, 22 a eso le restamos 18, tiene que hacer
el país un esfuerzo en los próximos dos
años de afiliar al régimen subsidiado,
cuatro millones de colombianos, estratos 1, 2 y 3.
Pero ahí no nos podemos quedar.
Hay que hacer un gran esfuerzo para la eficacia y la
calidad en la prestación de servicio y eso también
es insuficiente porque hay que hacer un gran esfuerzo
adicional para que el plan de beneficios del régimen
subsidiado se equipare con el plan de beneficios del
régimen contributivo.
Quisiera destacar cómo hemos
avanzado en Familias en Acción. Ese programa lo
introdujo la administración del presidente Pastrana
y el entonces director de Planeación, el doctor
Mauricio Cárdenas. Este gobierno lo encontró montado,
a punto de arrancar y lo implementamos con todo el entusiasmo.
Ese es un gran programa. Terminamos este año con
500 mil Familias en Acción. Eso cuesta entre 800
y millón de pesos por familia año. Es un
subsidio para la educación de los hijos. Es un
subsidio para la nutrición de los hijos.
Ahora estamos convocando en las grandes
ciudades a los desplazados para entrar a ese programa
y tengo una preocupación: Solamente se ha presentado
en las grandes ciudades, un 40 por ciento de las personas
que estaban censadas como desplazadas. Voy a transmitirle
esa preocupación, una vez terminemos el recorrido
por todo el país a la Corte Constitucional.
El año entrante tendremos un
esfuerzo presupuestal adicional para que sean 650 mil
Familias en Acción y hemos repasado todos los
departamentos cafeteros y el programa tiene una gran
presencia en los departamentos cafeteros como lo veíamos
hace dos semanas en el Huila, pero hay que llegar a un
millón de Familias en Acción.
O sea que ese proceso de crecimiento
tiene que seguir. Veo también una gran presencia
de Bienestar Familiar y del Sena en la zona cafetera.
Bienestar Familiar en este gobierno ha pasado de 6 millones
100 mil usuarios a casi 10 millones. Nosotros nos habíamos
comprometido en varios programas nuevos y cito dos: el
tema de los desayunos a los niñitos menores de
5 años y el tema de la atención de ancianos
indigentes.
La semana pasada regresé a Pereira
porque hace un año allá logramos la meta
propuesta de tener 500 mil niñitos menores de
cinco años en el programa de desayunos. Logramos
esa meta pero por eso es muy importante uno no quedarse
en las cuatro paredes de una oficina porque a uno le
muestran en un power point, uy 500 mil menores de cinco
años con este desayuno y uno dice: ¡Qué maravilla!
Otra cosa es cuando yo fui allá donde está la
iglesita de la Santísima Trinidad en Pereira,
que a celebrar la llegada de los 500 mil y salí fue
triste porque ese día aparecieron todos los que
no habían podido llegar a ese desayuno. Eso es
lo importante de no quedarse en la oficina con el power
point sino estar a toda hora con el ‘power people’ en
la calle, de cara al pueblo, que ha sido la idea de este
gobierno y que creo, no puedo renunciar a ella, queridos
amigos cafeteros.
Entonces, ese día dijimos con
o sin plata, con la contabilidad de don Pepe Sierra,
para esto la única regla contable es: tiene que
haber. Vamos a doblar esta meta. Vamos a llegar a un
millón. Ya llegamos a millón 6.074, que
lo registramos en Pereira la semana pasada. Hay una cosa
muy importante, en las políticas sociales anteriores,
yo recuerdo como congresista, se trataba de destruir
la zona cafetera porque se le veía como la zona
socialmente reivindicada, rica. Este gobierno ha corregido
eso en un todo y por todo. A partir de reconocer la pauperización
de zona cafetera.
Entonces, en todas estas políticas,
hemos corregido, y la zona cafetera tiene una participación
muy, muy importante como en el tema de ancianos. Colombia
le daba un subsidio a 60 mil ancianos y en este momento
lo tenemos para 200 mil. Pero empezamos un programa que
se llama Juan Luis Londoño de la Cuesta, en honor
al Ministro que tenía tanta inteligencia, tanta
preparación, tanta sensibilidad social y ese programa
está llegando con un almuerzo a 400 mil ancianos.
Eso suma 600 mil pero cifras preliminares aproximadas
hablan de 860 mil ancianos indigentes, o sea que es un
esfuerzo todavía insuficiente. La verdad es que
uno tiene que contar los esfuerzos que ha hecho el fisco
con tanta dificultades pero reconocer, y le reconozco
al Presidente del Congreso todo lo que falta, todo lo
que falta. El Congreso no puede decir es que se ha hecho
esto: el Gobierno tiene que decir: se ha hecho esto pero
aceptamos que es insuficiente.
Estas cifras sociales, me gustan mucho
que provengan de la Federación porque aquí hace
dos años hicimos un compromiso con ustedes para
trabajar los Comités con parte de la platica del
Gobierno en el tema de las siete herramientas de Equidad.
Que bueno poderle decir a los colombianos que ese nubarrón
que había, que se podía perder la institucionalidad
con la pérdida de su patrimonio, se ha superado.
Hoy vemos, vemos una cosa bien importante.
Nuestra ley tributaria de diciembre de 2002, definió una
mínima contribución cafetera, a partir
del principio elemental que hay que trasladarle al cafetero
la mayor parte del precio, a propósito, hoy se
le está trasladando el 92 por ciento.
¡Qué paradoja tan positiva¡ A
pesar de tener la contribución en el nivel histórico
mínimo, se ha recuperado el patrimonio del Fondo.
Yo creo que eso hay que destacarlo ante el país
y aplaudir al Fondo, a la Federación que es su
administradora, a sus funcionarios y los comités
por este gran logro.
Yo quisiera referirme al tema de infraestructura.
El atraso es grande y hay que hacer un gran esfuerzo.
Les voy a contar cositas buenas y malas, para tratar
de ser, dentro de lo optimista que soy, lo menos subjetivo
posible.
Buenas. Hay unas grandes vías,
que interesan a la región cafetera, en marcha.
Por ejemplo, el Túnel de la Línea. Y en
el Conpes de hace dos días se definieron unos
recursos muy importantes para los accesos en ambas caras
de la cordillera.
Y eso hace parte de una visión
de mucha más cobertura territorial, que es Caracas–Pacífico,
que es Arauca–Bogotá–Pacífico,
que es Yopal–Sogamoso–Pacífico, que
en Villavicencio–Bogotá–Pacífico,
que es Bogotá–Pacífico, donde está contratada,
en plena ejecución la doble calzada Bogotá–Girardot.
Está contratado el tramo de
acceso a Girardot. El tramo entre el paso en el acceso
a Girardot y el tramo ahí al entrar al Tolima,
adelantico de Flandes, en Buenos Aires, eso está contratado.
¿Qué nos falta? Contratar
desde ese punto a Ibagué, que está en pleno
proceso. Y estamos trabajando a ver cómo tenemos
la doble calzada de Buga a Buenaventura, que la necesita
el país, toda esa ampliación de la infraestructura
portuaria de Buenaventura.
La Autopista del Café. Nosotros
encontramos las concesiones en mucho pleito. Pero no
solamente las viales, concesiones ferroviarias en pleito,
aeroportuarias en pleito, los asociados en Telecom en
pleito.
Hemos venido buscando superar todos
esos pleitos con transparencia, con equidad. La base
de la transparencia es que el país conozca oportunamente
y de manera masiva cuáles son las transacciones
y cómo son las transacciones que hace el Gobierno
Nacional, para que haya confianza en la honestidad, que
es lo más importante.
Logramos superar ese pleito de la Autopista
del Café. Y a eso le agregamos dos peajes nacionales
para alimentar de recursos la concesión: ese peaje
La Manuela, abajo de Manizales, y ese peaje Corozal,
adelante de La Tebaida. Hoy está marchando a mejor
ritmo la Autopista del Café.
Hace dos semanas se definió un
aporte adicional de 18 mil millones para hacer la doble
calzada ahí en lo que corresponde a la carrilera
de Dosquebradas. Y ya está en pleno diseño
la solución para Boquerón. Yo confío
que esa solución llegue.
Los municipios cafeteros se benefician
bastante de lo que es nuestro Plan 2.500. Es una pavimentación
de 3.200 kilómetros. Salvo dos delegaciones que
se le hicieron, una en cabeza del departamento de Caldas
y otra en cabeza del departamento del Cesar, y un atraso
que tuvimos en Tolima–Valle del Cauca, todos los
otros contratos están legalizados, contratos de
ejecución de obra y contratos de interventoría,
y empezando obra. Ya, por ejemplo, unas que faltaban
de ahí de La Española–Barragán,
el corazón cafetero, eso está en plena
marcha. Etcétera. Yo confío que eso ayude
muchísimo.
Aquí hay un convenio que firmaron
ayer Invías, la Federación y entidades
territoriales. Un convenio de 40 mil millones para mejoramiento
de vías terciarias. La Federación aporta
10 mil, la regiones 10 mil e Invías–Gobierno
Nacional 20 mil. Es importante pero insuficiente.
Y aquí vienen las malas. Miren:
cualquiera sea la próxima administración
presidencial, el país le va a exigir que los nuevos
proyectos de pavimentación tengan, reúnan
todos los requisitos de la variable competitividad.
En el Plan 3.200 que nosotros estamos
adelantando, hay mucho acceso a municipio. Yo he asistido
a mucho foro y me dicen: Presidente, eso no contribuye
a la competitividad. Me dicen unos economistas muy prestantes
de Bogotá. Entonces les digo: vayan díganle
eso a los alcaldes y a los habitantes de tal municipio
del Huila o de tal municipio de Caldas, que su acceso
no contribuye a la competitividad.
Yo he defendido esos accesos a partir
de otra visión. Este país no puede ser
el país macrocefálico sobre el cual nos
previno Álvaro Gómez. Este país
tiene que ser un país de ciudades, un país
de armonía en el crecimiento, un país que
ojalá se pareciera a Boyacá, donde uno
ve una gran manera de intercalarse. Ciudades pequeñas
y medianas con unas intensivas explotaciones rurales,
bien parecido a Europa.
El desplazamiento no se produce únicamente
por violencia. La gente se desplaza por servicios públicos,
por incomodidad en las carreteras, por falta de oportunidades
de educación en las regiones. Entonces nosotros
teniendo en cuenta eso, pusimos al presupuesto nacional
a hacer este esfuerzo en este plan vial.
¿Qué temo? Este Gobierno
se propone entregarle a la próxima administración
presidencial, cualquiera ella sea, dos proyectos: un
proyecto de nuevos pavimentos y un proyecto de acueductos
y alcantarillados.
Los escasos recursos de la Nación
van a exigir que se apliquen a obras de infraestructura,
de conectividad, y vinculadas a los mercados de exportación.
Vinculados a la inserción del país en la
economía global.
Eso nos va a obligar a renunciar a
mucha carretera que piden los municipios. Los gobernadores,
se los vengo diciendo, van a tener que hacer un mayor
esfuerzo en pavimentación de vías secundarias
y en sostenimiento de esas vías y en vías
terciarias.
La Nación en el presupuesto
de 2006 se va a gastar 115 mil millones en vías
terciarias. El año que está terminando
nos gastamos 85 mil. Insuficiente este año, insuficiente
el entrante. Pero es muy difícil para la Nación
aumentar eso. Y es totalmente insuficiente.
Yo creo que tienen que hacer un esfuerzo
mayor los departamentos. Están en una situación
mucho más sana. Empezó con la Ley 617 del
doctor Juan Camilo Restrepo, este Gobierno la ha aplicado
con rigurosa disciplina. Por supuesto el mejoramiento
de la economía ha incidido en mejores ingresos
de departamentos y municipios y este Gobierno les cedió otros
recursos. Como el IVA de los licores extranjeros, se
los cedió a esas entidades, y les creó otra
sobretasa a los combustibles.
Ellos están en una situación
más sana y pueden hacer esos esfuercitos. Pero
se necesita una gran concertación y que ellos
escuchen la bulla de los sectores que demandan estas
carreteras y estos mantenimientos. El Gobierno Nacional,
solo, no alcanza.
Ahora, yo creo que ahí hay que
hacer otros esfuerzos. El problema no puede ser sólo
de recursos si no hay estructuras de mantenimiento. Los
bancos locales de maquinaria o los bancos regionales
son una necesidad.
Yo le pediría a la Federación,
a los Comités, que nos ayuden, con alcaldes y
gobernadores, para esos bancos. Esos bancos tienen una
ventaja: abaratan mantenimiento, pueden contratar con
los aportes del Gobierno Nacional.
Tienen una inmensa ventaja: están
cerquitica de la comunidad. Entonces son los más
indicados para decirles a los vecinos: ayudenme. Usted
me ayuda con esta obra, usted me ayuda con tantos bultos
de cemento, usted me ayuda con tantas volquetas de balastro,
las volquetas de este banco de maquinaria van a ir a
tal cantera, usted me ayuda pagando las boletas para
salir de esa cantera.
Eso no lo hace el Gobierno Nacional,
no lo puede hacer. Eso no lo puede hacer Invías.
Eso no lo hace un contratista del Gobierno Nacional.
Eso sí lo hace un banco local de maquinaria, donde
en la zona cafetera esté involucrado el comité departamental
y el comité municipal. Yo les rogaría que
trabajemos en eso.
Dos aportes del Gobierno Nacional,
doctor Gabriel, si ustedes prenden esos ejercicios. Primer
aporte: buscamos, a pesar de los obstáculos jurídicos
que hemos tenido y que los vimos ahora en Caldas, hacer
unas contrataciones directas para mantenimiento de vías.
Segundo aporte: unos créditos de Findeter a municipios
que los requieran para su aporte a esos bancos locales
de maquinaria.
Yo veo mucha dificultad en pretender
arreglar todas las vías terciarias, como las arreglaba
en el pasado la Federación, cuando tenía
el dinero que hoy no tenemos. Caminos Vecinales este
Gobierno lo canceló, gastaba mucha plata, pero
se veía poco resultado. Y los 85 mil –115
mil millones del Gobierno Nacional son insuficientes.
El Gobierno Nacional tiene que mantener
abiertas las puertas del AGC (Apoyo Gubernamental Cafetero).
Tengan certeza en eso.
El TLC. A ver, hacíamos un repaso
en el café. Para nuestro café verde, cualquiera
sea su marca, su denominación, su calidad, no
va a haber problema, como nunca lo ha habido. Para nuestros
cafés industriales, industrializados, con valor
agregado, tampoco.
Tenemos dos problemas aún por
resolver en la negociación. Un problema es para
aquellos cafés industrializados que lleven azúcar
o leche. Eso todavía no lo hemos resuelto.
Y otro problema es para comercializar
en Colombia orígenes distintos a los países
signatarios del acuerdo, que nos traiga cafés
extraterrestres a Colombia. Estamos en esa batalla para
impedirlo. Entonces quería contarles de manera
suscita pero muy franca en qué vamos en eso.
Producto bien sensible para ustedes
como es el maíz por este crecimiento 59 mil hectáreas
en los solares de zoqueo. ¿Cómo lo estamos
manejando nosotros?
Sobre la base de reconocer que el país
consume aproximadamente tres millones y medio de toneladas,
produce millón, millón 200, tiene que importar
el resto. Entonces hay que facilitar esas importaciones
sobre la base de un mecanismo –lo que llaman los
técnicos- de desempeño que es una obligación
de absorción de la cosecha nacional. Estamos buscando
como combinamos eso.
Yo tengo fe que con el fríjol
el país no tenga amenazas. Tenemos problemas con
el arroz. Lo vamos a mirar esta tarde en el Congreso
Nacional Arrocero, problemas de los cuales el Gobierno
es consciente y esta buscando como salimos con una norma
de equidad en eso.
El problema del arroz no es solamente
la amenaza del TLC. El problema del arroz es la misma
Comunidad Andina de donde somos autosuficientes y excedentarios,
cada unos procura resolver sus problemas de excedente
enviándolos al mercado del vecino. Entonces a
toda hora es una dificultad con nuestros vecinos por
los excedentes de arroz.
Yo quiero decirle esta tarde a los
compatriotas arroceros que el Gobierno es consciente
que tiene que proteger el arroz, pero que no podemos
sembrar por ahora una hectárea más de arroz.
El tema de la panela, tan importante
en la zona cafetera, como que ha sido un amortiguador
histórico cuando no hay empleo estacional de café.
Ese producto lleva una crisis de 50 años, bien
difícil. Este Gobierno tomó varias decisiones,
la primera fue prohibir ese ingenio que ya tenía
licencia en el norte del Cauca. Hay que seguir haciendo
un gran esfuerzo para evitar los derretideros de panela,
ese es un esfuerzo casi policivo.
Estamos con el Sena instalando unos
trapiches que produzcan un modelo demostrativo de alta
tecnología de vapor donde todavía no los
hay. Me sorprende, por ejemplo, que en el sur del Huila
todavía no hay estos trapiches. Estamos buscando
la panela bien empacada, la panela pulverizada, etc.,
a ver si encontramos nuevos nichos de consumo. Yo creo
muchísimo más en todo eso que en que crezca
la industria del alcohol carburante.
Las exenciones tributarias de este
Gobierno hicieron posible que se instalarán esas
plantas. Ya esta produciendo Ingenio El Cauca más
o menos 250 mil litros diarios. En enero debemos tener
cinco ingenios destilando alcohol carburante, más
o menos millón, millón 70 mil litros al
día, pero eso hay que crecerlo mucho más.
Hay que convertir esas 50 mil hectáreas
de caña panelera de la Hoya del Río Suárez
en fuente para una destilería de alcohol carburante.
Estamos trabajando ahí con varios proyectos todavía
insipientes. Tenemos mucha confianza que el Doctor Ardila
Lulle que tuvo todo ese éxito en el Cauca y se
anticipo nos ayude en la Hoya del Río Suárez.
La panela debería tener en el
TLC un rubro, un ítem, arancelario distinto al
azúcar. Ayer hubo en la Organización Mundial
de Comercio, en la Organización Mundial de Alimentos,
una decisión en ese sentido y a ver cómo
nos dan una cuota específica para panela. Ese
es un tema que va de la mano del café, que ha
sido bien crítico y que ha contribuido al empobrecimiento
de los ingresos en la zona cafetera.
Entonces tenemos lo del café,
lo del maíz, lo del arroz, lo de la panela.
La avicultura. Quiero repetirles también
la decisión del Gobierno Nacional de proteger
la avicultura. La avicultura ha tenido años de
crecimiento del 3,5, años de crecimiento del 5,5
años de crecimiento del siete. Eso es importantísimo.
Una ve a Fusagasuga unas laderas cafeteras
y un círculo alrededor del pueblo todo en galpones
avícolas. El área metropolitana de Bucaramanga,
donde terminan los barrios empiezan los galpones avícolas.
Hay que cuidar muchísimo eso. Nos preocupa el
tema de los hábitos de consumo de los norteamericanos.
A ellos les gusta mucho la pechuga, pero son indiferentes –casi
desprecían- las alas y los muslos. Somos conscientes
de eso.
Yo no creo en un tratado ideal pero
el Gobierno esta haciendo toda la fuerza para que tengamos
un tratado equitativo.
Muchos colombianos me dicen: ¿para
qué va a negociar con los Estados Unidos, hay
que negociar con Suramérica? Ya lo hicimos. Les
doy la noticia que anoche el Senado de la República
terminó el proceso de aprobación del tratado
CAN-Mercosur. No estaba en el horizonte de la política
de comercio internacional hace cuatro años. Yo
creo que tiene un gran impacto político inmediato,
no así económico. Lo económico es
más mediato.
Otros compatriotas me dicen: bueno
y la renovación del Atpdea. No la vemos posible.
Puede ser que el año entrante con el 2007 haya
una renovación del Atpdea, y que digan: Uribe
mintió.
De buena fe les quiero decir hoy, mis
conversaciones con el gobierno norteamericano, con 50
congresistas de los Estados Unidos, con países
que han tenido esos beneficios, me indican que no va
haber prorroga de esos beneficios.
Ellos han negociado con países
más pobres que Colombia. Ellos dicen: con Colombia
que tenemos el Plan Colombia, que es una ayuda aproximadamente
de 600 millones dólares al año, cómo
vamos mantener estas prorrogas unilaterales.
Le pregunte al Presidente de República
Dominicana: ¿Usted por qué negocio el Cafta,
que es el TLC de allá, con los Estados Unidos,
si usted tiene la Iniciativa del Caribe? Me dijo: porque
la iniciativa del Caribe vence en el 2008 y nos anticiparon
que no la renuevan. Entonces si ellos que tienen esas
preferencias unilaterales hasta el 2008 están
negociando Cafta, más cuidado tenemos que tener
nosotros.
Ya negociaron Cafta, más cuidado
tenemos que tener nosotros, cuando las preferencias nuestras
se acaben el 31 de diciembre del año entrante.
Muchos colombianos dicen: bueno, pero
es que no hemos aprovechado sino un porcentaje bajo de
las preferencias unilaterales. ¿Se han puesto
a indagar por qué? Porque para copar esos espacios
de mercado hay que hacer las inversiones. Y la gente
dice no yo no hago las inversiones, cómo voy a
hacer una inversión tan cuantiosa para exportar
dos o tres años allá, sino tengo certeza
de que va a pasar de ahí en adelante. Entonces
ahí hay un círculo vicioso, nos quejamos
de que no aprovechamos bien Atpdea y al mismo tiempo
el Atpdea por su precariedad, por su incertidumbre no
estimula las inversiones para poderlo aprovechar debidamente.
Para que haya inversiones a la gente
no se le puede decir: miren ustedes tienen tres años
de acceso al mercado norteamericano por una gracia de
los Estados Unidos, por una liberalidad en los Estados
Unidos que nos prorrogó el Atpdea. A la gente
hay que decirle: si ustedes tienen un convenio bilateral
pactado a término indefinido y hay una serie de
productos que todavía no tienen el espacio allá en
el Atpdea.
Entonces yo quiero reconocer que tenemos
problemas, hemos superado muchos. Hace 15 días
teníamos el problema de la cultura. Yo diría
que lo de la cultura se ha superado bastante. El parte
que le dio anoche la Ministra de la Cultura (María
Consuelo Araújo) a la Comisión Asesora
de Relaciones Exteriores es muy buena. Tenemos problemas
en unos productos agropecuarios y tenemos problemas en
propiedad intelectual. Tratado equitativo es una necesidad,
en eso estamos, ideal es imposible.
Yo quería pedirles a ustedes
que nos ayudarán, he querido ser lo más
franco dentro de la simplicidad, que nos ayuden a aclimatar
este acuerdo en el pueblo colombiano. El Gobierno esta
haciendo todo el esfuerzo para que sea equitativo, pero
necesitamos un gran acompañamiento sobre ese tema
en la opinión pública. Esa es una decisión
trascendental para el país. Y las decisiones trascendentales
en los estados de opinión no son posibles, sino
tienen acompañamiento de opinión.
Ahora lo que si esta estudiando es
que ese tratado le sirve al conjunto de la economía
colombiana y a cada sector, y ahí viene otro tema.
Anoche para que el Senado de la República
nos aprobará CAN- MERCOSUR dimos una garantía
real de absorción de la cosecha de trigo.
¿Cómo fue la fiducia
que usted creo, Ministro, par absorber la producción
de 23 mil hectáreas trigueras que quedan en Colombia
entre Nariño y Boyacá?
ANDRÉS FELIPE ARIAS, MINISTRO
DE AGRICULTURA: Presidente, tiene dos componentes. El
primero es un mandato de todos los molinos a trigonal
para la compra de la cosecha, independientemente de su
tamaño, al precio equitativo que es desde paridad
de importación, y eso está respaldado en
un contrato fiduciario que constituye un patrimonio autónomo
con casi 1.300 millones de pesos para honrar aquellos
mandatos que algún molino no quiera honrar. Eso
dejo tranquila a la plenaria del Senado y envió una
señal muy importante ahora para negociar el tratado,
por lo de la desviación del comercio.
PRESIDENTE URIBE: Porque se había
propuesto una reserva. Un tratado internacional de esta
naturaleza, ratificado con reservas, eso se convierte
en una fusilación, eso lo desbarata. Entonces
nos tenemos que preparar muy bien para el proceso de
ratificación del TLC si lo podemos firmar, y para
el examen de la Corte Constitucional.
El Gobierno ha invitado al Congreso
a que lo acompañe en todo el proceso de negociación.
El Congreso ha estado presente. Hemos querido hacer eso
para crear unas circunstancias de hecho, unos hechos
que se anticipen al proceso de discusión de la
ratificación. Esto es muy bueno que lo sepa el
país y si hay validadores, los más eficientes
de todos ante la opinión pública, son ustedes
los dirigentes cafeteros.
El Congreso ha estado permanentemente
al tanto, acompañando al Gobierno en este proceso
de negociación, conoce al detalle qué hemos
superado y las dificultades que subsisten.
Y a semejanza de lo que se hizo en
trigo. El trigo se había abierto desde principios
de los años 90. Yo creo que lo que se negocia
ahora es bueno, porque hay una garantía de compra
a precio equitativo para la producción nacional,
el resto que entre barato para que los colombianos accedan
al pan en mejores precios. Yo pienso que, con toda la
sinceridad hay que decir, que nosotros tenemos que crear
una institución legal para proteger productos
del sector agropecuario incluso, de origen diferentes
al agropecuario que llegaren a tener dificultades por
el tratado.
El país este año se gasta,
más o menos, 480 mil millones en subsidios agropecuarios.
El tratado, que puede ser muy bondadoso, nos va a exigir
los costos fiscales. Un costo fiscal derivado del desmonte
arancelario, son menos ingresos para el fisco y otro
derivado de la protección que hay que darle a
unos sectores.
A mí me lo decía el Presidente
Lagos, en Chile hubo la misma discusión y el beneficio
fiscal gracias al crecimiento de la economía ha
sido tan grande, es el Presidente que me hablaba del
10% de superávit. La reunión de la semana
pasada la cifra hubiera sido más grande. El Presidente
Lagos me decía, mire, es que el tratado lo hizo
en Chile un gobierno socialista, y el Presidente Lagos
me decía mire, esa misma discusión se dio
en Chile, y ha crecido tanto la inversión y ha
crecido tanto la economía, que se nos ha saneado
la situación fiscal totalmente y hemos tenido
recursos con qué subsidiar a los sectores afectados.
El Gobierno asume el compromiso de
tomar la iniciativa y apoyar un trámite de ley
que obliga a Colombia a hacer eso, a proteger a sectores
que corran riesgos. Yo lo quería anunciar públicamente,
esta mañana aquí, ante mis compatriotas
cafeteros y repetirlo esta tarde ante mis compatriotas
arroceros. Estamos dispuestos a que eso no quede simplemente
al vaivén de las circunstancias políticas,
al vaivén de las expresiones de voluntad del gobierno
de turno, sino que sea una política de estado.
Concertarla con todos los sectores de la producción
y con todos los sectores que convergen al Honorable Congreso
de la República. Quería asumir ese compromiso
con ustedes.
Ayúdenos a aclimatar en la opinión
pública este tratado sobre la base de que no va
a ser ideal pero debe ser equitativo, que es una necesidad
del país para acceder al mercado norteamericano
después del 1 de enero de 2007. Estamos dispuestos
a que se haga un gran esfuerzo fiscal para poder compensar
sectores que llegaren a tener dificultades.
Un Gobierno que en eso no ha fallado.
Esta mañana le decía a una emisora regional,
mire, crean en eso. Este Gobierno se comprometió hace
dos años a devolverle a la gente dos puntos del
IVA cuando compren los bienes y servicios grabados por
IVA con dinero plástico, y eso la gente decía,
a no, no, nosotros no creemos en eso. Lo hemos cumplido
rigurosamente.
Para todas estas políticas el
fisco colombiano tiene que ser serio. Lo de trigo lo
cumplimos rigurosamente, los subsidios, por ejemplo en
precio mínimo que se le ha venido dando a algunos
sectores, lo hemos cumplido rigurosamente. Entonces hay
que creer en esto, y lo hacemos entre todos y lo hacemos
equitativamente.
Ayer por ejemplo yo le decía
a sus coterráneos, doctor Rodolfo Campo Soto,
les decía pero en lo que si no debemos gastar
más subsidios es algodón en el norte del
Cesar y en el sur de La Guajira. Eso es botar la platica
cada año y no agrega valor. Gastémonos
la misma plata pero el año entrante inclusive,
y le toca a este gobierno ejecutarlo porque ya tiene
ya tiene que estar toda la definición fiscal en
julio para que siembren algodón; digámosle,
no, no siembre algodón sino donde tengan riego.
El subsidio del gobierno en el norte del Cesar y sur
de La Guajira en áreas distintas a las que tienen
riego, nos lo vamos a gastar en obras de infraestructura
o subsidiémosle madera o palma africana o distritos
de riego.
Y así cómo hemos cumplido,
que nos crean también en esos cambios.
¿Qué es lo que dice aquí?
Colombia es Café. El café es democracia,
justicia social.
A todos ustedes un saludo muy afectuoso
apreciados compatriotas cafeteros.