CONGRESO NACIONAL AGRARIO
Noviembre 02 de 2005 (Bogotá – Cundinamarca)
Compatriotas:
Después de escuchar las palabras del doctor Rafael
Mejía López, presidente de la SAC (Sociedad
de Agricultores de Colombia) creo pertinente hacer de
esta intervención la apertura a un diálogo
con ustedes, sobre algunas aseveraciones que acabamos
de escuchar y que exigen el más cuidadoso examen
del Gobierno.
Un Gobierno comprometido
con la agricultura, como lo demuestra el esfuerzo en
la recuperación de la
seguridad, a pesar de todo lo que falta.
Un Gobierno comprometido
con la agricultura, como lo demuestra la recuperación en más de 400
mil hectáreas, del millón que se habían
perdido, a pesar de todo lo que falta.
Un Gobierno comprometido
con la agricultura, como lo demuestra el crecimiento
del Producto (Interno Bruto)
agrícola, a pesar de todo lo que falta, y a pesar
de que ha coincidido este esfuerzo con una época
tan difícil en materia de tasa de cambio, y con
una época tan difícil en materia de combate
a los cultivos ilícitos y en materia de combate
al narcotráfico, un Gobierno comprometido con
la agricultura, como lo demuestra el crecimiento de la
cartera agropecuaria. En estos 39 meses en el sólo
FINAGRO (Fondo para el Financiamiento del Sector Agropecuario)
se ha multiplicado casi por dos, a pesar de todo lo que
falta.
Un Gobierno comprometido
con la agricultura, como lo demuestra la circunstancia
de que tenemos la tasa de
interés más baja en los últimos
50 años, a pesar de todo lo que falta.
Un Gobierno comprometido
con la agricultura, como lo demuestra la circunstancia
de los enormes esfuerzos para
crear los patrimonios autónomos que permitieran
el acceso al crédito a tantos compatriotas del
sector agropecuario que habían perdido el acceso
al crédito, justamente por políticas anteriores.
Un Gobierno comprometido
con la agricultura, como lo demuestran los estímulos tributarios selectivos,
que ha propuesto al Congreso de la República y
que el Congreso de la República ha aprobado, como
el caso de los estímulos para el etanol, de los
estímulos para los biocombustibles en general,
para el biocombustible específico del biodiesel.
Estímulos selectivos, como los incentivos, la
exención a los cultivos de tardío rendimiento,
a pesar de todo lo que falta.
Un Gobierno comprometido
con la agricultura, como lo demuestran los esfuerzos
presupuestales para poder compensarles
a los agricultores, en alguna forma, las dificultades
de precios por efectos de la revaluación, esfuerzos
compensatorios a pesar de todo lo que falta.
Un Gobierno comprometido
con la agricultura, como lo demuestra el esfuerzo por
el lado de la demanda para
aumentar el consumo en Colombia, a través del
gran crecimiento de los usuarios del Bienestar Familiar.
Bienestar Familiar
-y ello tiene no sólo relación
con los niños, sino relación con la agricultura,
con la producción de alimentos en Colombia- ha
pasado en este Gobierno de 6 millones 100 mil usuarios,
a casi 10 millones de usuarios.
En estas semanas
estamos completando una meta adicional. Inicialmente
nos propusimos llegarles a 500 mil niñitos
menores de cinco años con un desayuno reforzado,
le estamos llegando a millón seis mil, con un
gran impacto en la demanda de alimentos.
Un Gobierno comprometido
con la agricultura, como lo demuestran otros esfuerzos.
En los próximos días
Colombia no solamente tendrá 190 mil ancianos
recibiendo un subsidio financiero, a pesar de todo lo
que falta, sino que tendrá 400 mil ancianos recibiendo
una comida al día, totalmente pagada por el Gobierno.
Un Gobierno comprometido
con la agricultura, como se ha demostrado acudiendo
a través de los ministros,
los directores, los diferentes funcionarios y el propio
Presidente de la República, a enfrentar problemas
de comercialización que se presentaron tan graves
el año pasado, y que afortunadamente empezamos
a superar este año, para no citar sino el ejemplo
del arroz, del algodón y del maíz.
Un Gobierno comprometido
con la agricultura, como lo demuestra el gran esfuerzo
en materia de infraestructura,
que hoy no es de discurso sino de realidades, cuando
están en plena construcción obras que se
habían convertido en frustraciones históricas,
como el distrito de riego de Ranchería y el distrito
de riego del sur del Tolima, que suman entre los dos,
a valores de hoy, más de 700 mil millones de pesos,
y que ya no son propuestas de campaña sino realidades
en plena ejecución.
Un Gobierno comprometido
con la agricultura en materia de infraestructura, a
pesar de todo lo que falta, iniciando
en más de 400 municipios agropecuarios de Colombia
un plan sin antecedentes en pavimento de vías,
con vías que se habían reclamado históricamente,
tan importantes como la conclusión de la que va
de Sogamoso a Casanare, como la pavimentación
de Puerto Gaitán a Puerto López, como 100
kilómetros para empezar la colonización
de La Mojana, de lo cual hablara tanto Álvaro
Gómez Hurtado, cuyo asesinato cumple hoy 10 años.
Un Gobierno comprometido
con la agricultura, como lo demuestra la preocupación por el café,
producto que en este Gobierno logró que se le
trasladara a menester a una ley de la República,
impulsada por el Gobierno y aprobada por el Congreso,
al productor, el mayor porcentaje histórico del
precio interno.
Un Gobierno comprometido
con la caficultura, como lo demuestran los dos primeros
años, donde hubo que
hacer un enorme esfuerzo, en medio de un alto endeudamiento,
de un país quebrado, de un altísimo déficit
fiscal, para subsidiar a los cafeteros.
Un Gobierno comprometido
con el café, a pesar
de todo lo que falta, para impulsar el café orgánico,
para impulsar los cafés especiales, para abrir
un nuevo esquema de comercialización, que le de
al mundo directamente el producto colombiano y no deje
perder la marca, a través de las tiendas Juan
Valdez.
Un Gobierno comprometido,
que ha logrado en beneficio de la agricultura que en
las zonas cafeteras se intercale
los zoqueos de café, con la siembra de más
de 140 mil hectáreas de maíz y de más
de 10 mil hectáreas de fríjol.
Un Gobierno comprometido
con la agricultura, pendiente día a día de cómo se resuelve el
problema del banano en la Unión Europea, cuando
hemos tenido que acudir dos veces a enfrentar las decisiones
de un altísimo y prohibitivo arancel que nos impuso
la Unión Europea.
Un Gobierno comprometido
con la agricultura, que ha logrado en compañía de los otros gobiernos
de la región apelar esas decisiones de la Unión
Europea y lograr que en dos oportunidades dos paneles
sucesivos fallaran a favor de nuestra aspiración.
Un Gobierno comprometido
con la agricultura, haciendo enormes esfuerzos presupuestales
para poder financiar
la comercialización del arroz, como ustedes lo
conocen y lo han vivido en un mundo con tantas dificultades
en ese producto, en una Comunidad Andina donde todos –además
de ser autosuficientes- son excedentarios y cada uno
quiere resolver el problema colocando los excedentes
en el mercado del vecino.
Un Gobierno comprometido
con la agricultura, como lo demuestra nuestra lucha
contra los cultivos ilícitos.
Este año, apreciados compatriotas del sector agropecuario,
las fumigaciones han aumentado en un 25 por ciento, y
ya llevamos casi 26 mil hectáreas erradicadas
manualmente, de una meta que nos propusimos para erradicar
30 mil hectáreas, a pesar de todo lo que falta.
Un Gobierno comprometido
con la agricultura, como lo demuestra nuestra decisión de haber prohibido
la puesta en marcha de un ingenio panelero en el norte
del Cauca, que habría acabado con los pequeños
productores de panela. Crisis que no se ha superado,
que el Gobierno todos los días reconoce y busca
un esfuerzo y otro allá, a ver cómo lo
supera.
Un Gobierno comprometido
con la agricultura, buscándole
alternativas a la caña de azúcar, que empiezan
a concretarse.
Hace 39 meses, en
este Congreso, los agricultores de Colombia me dijeron
que no había manera de instalar
las destilerías de alcoholes, que nadie las iría
a instalar justamente porque las circunstancias tributarias
no lo permitían.
En la primera reforma
tributaria de este Gobierno se obtuvieron las exenciones,
y el viernes pasado el país
asistió jubiloso a la inauguración de la
primera planta, y allí comprometimos a un respetable
grupo industrial para que pudiéramos avanzar hacia
la construcción de plantas en zonas que no tienen
ese músculo empresarial, como son por ejemplo
la hoya del río Suárez, entre Boyacá y
Santander.
Un Gobierno comprometido
con la agricultura, que no solamente sacó adelante la exención de
impuestos para sembrar madera y productos de tardío
rendimiento, sino que ha puesto a funcionar un fondo
de capital de riesgo de FINAGRO en los departamentos
del Cesar y Magdalena, que ya este año completa
más de 4 mil hectáreas sembradas en bosque
comercial, después que el país llevaba
20 años estancado en la materia, y que está haciendo
grandes esfuerzos para que el Congreso (de la República)
apruebe el Estatuto Forestal y le demos un nuevo impulso
a esta actividad.
Un Gobierno comprometido
con la agricultura, a pesar de todo, de todo lo que
falta para sacar adelante todo,
todo lo que se requiere en el campo, se preocupa al escuchar
del Presidente de la SAC decir que estamos en un momento
incierto de política.
Apreciado doctor
Rafael, yo quiero examinar con ustedes claramente por
qué la preocupación de que
la política es incierta, cuando hay incertidumbre
es como cuando no hay puerto, cuando hay incertidumbre
es como cuando no se sabe para donde se va y aquí sabemos
para donde se va, aquí sabemos que vamos por la
derrota definitiva del terrorismo así nos demoremos;
aquí sabemos que vamos por la derrota definitiva
del narcotráfico así nos demoremos; aquí sabemos
que vamos por la derrota definitiva de la corrupción;
aquí sabemos que vamos por la reivindicación
de los pobres. Cuando este Gobierno empezó, me
decía Juan Luis Londoño: “Presidente,
prepárese que el desempleo que pasó que
en 6 años del 7,5 al 20 por ciento va a llegar
al 25”.
Pues bien, en medio
del escepticismo de los analistas ha venido reduciéndose y cuando un mes se reduce
al 12, nos dice, eso es cíclico, esperen que en
el otro mes esté en el 15.
Y cuando en el otro
mes se reduce al 11,8, dicen se salvo el Gobierno,
esperen que en el otro mes estará en
el 20. Y así ha venido bajando sucesivamente hasta
situarse en el 11,2.
¡Qué difícil!, y llamo la atención
de los estudiosos de la economía, tener que reducir
un déficit fiscal que nos entregaron en el 4,2,
enfrentar un endeudamiento que nos entregaron en el 54
por ciento del PIB, un servicio de deuda que representaba
más del 40 por ciento del presupuesto y simultáneamente
crear condiciones para parar un proceso inercial y acelerado
de crecimiento del desempleo, y para poder poner la economía
a crecer para recuperar la inversión.
Cuando este Gobierno
empezó la inversión
privada estaba en el 6, 8 por ciento del PIB, el año
pasado terminó en el 12 y vamos para el 15, a
pesar de todo lo que falta.
Cuando este Gobierno
empezó, la Inversión
Extranjera Directa estaba en 500 millones de dólares,
el año pasado superó los 3.015 a pesar
de todo lo que falta, y este año puede ser superior
a los cinco mil millones de dólares, sin incluir
en las cuentas las permutas de acciones y con el elemento
ventajoso adicional de que esa inversión se está sintiendo
en todos los sectores de la economía.
Un Gobierno preocupado
por la agricultura, como lo demuestra nuestro tratamiento
a la negociación con MERCOSUR,
que el país no se había atrevido a hacerla
y que era una necesidad política de la región,
donde los sectores de la producción salieron ilesos
y con posibilidades sino en el corto plazo, si en el
mediano y largo plazo.
Un Gobierno preocupado
por la agricultura que conciente de que no habrá nueva extensión del sistema
de beneficios unilaterales en el mercado de Estados Unidos,
a partir del 31 de diciembre del año entrante,
obtuvo la posibilidad de adelantar esa negociación,
la viene adelantando con la mayor devoción por
los grandes intereses de la Patria, y que no puede permitir
que se le diga que está próximo a firmar
un contrato de adhesión, porque si algo no vamos
a permitir que nos den lecciones de ello, doctor Rafael,
es de nuestra verticalidad para defender los superiores
intereses de Colombia.
En la negociación del TLC falta un camino largo,
apreciados agricultores, que hay que recorrerlo en breve
tiempo, pero como lo saben los azucareros, como lo saben
los señores de Fenavi, que aquí tienen
su gremio, como lo saben los señores del arroz
y los señores del maíz, el Gobierno ha
estado empeñado en defender los superiores intereses
de la Patria.
Y frente a esa barrera
de los Estados Unidos, la no arancelaria, la fitosanitaria,
saben ustedes el gran
esfuerzo que hemos venido haciendo, el gran esfuerzo
que hemos venido haciendo para poder crear un panel permanente
que resuelva los problemas de índole fitosanitaria.
A pesar de todo
lo que falta, un Gobierno preocupado por la agricultura
que no solo ha enfrentado el narcotráfico,
que no solo ha enfrentado los cultivos ilícitos,
sino con el ministro de entonces doctor Fernando Londoño
Hoyos, propuso al Congreso una ley para hacer más
expedida la extinción de dominio y arrebatarle
las tierras agrícolas al narcotráfico,
y que ya le ha entregado 43 mil hectáreas a comunidades
campesinas y que espera que en las próximas semanas
a medida que se adelanten y aceleren los procesos de
la Fiscalía y de los jueces de la República,
podamos continuar ese camino para que el campo colombiano
quede de gentes honradas, de gentes trabajadoras, de
gentes totalmente ajenas al terrorismo y al narcotráfico.
Un Gobierno preocupado por la agricultura a pesar de
todo lo que falta es un Gobierno que se angustia cuando
el presidente de la SAC dice que estamos en medio de
la incertidumbre.
Quiero preguntar ¿cuáles son los factores
de incertidumbre para entrar a corregirlos?, y aquí abriría
el diálogo con ustedes empezando con esa pregunta.
Doctor Rafael, usted
que hizo la afirmación yo
le ruego que nos cuente cuáles son los factores
de incertidumbre.
Rafael Mejía, presidente de la SAC: Presidente,
evidentemente tenemos en el sector agropecuario factores
de incertidumbre. Si empezamos a hablar no más
la recomposición del crecimiento del sector agropecuario
del año 2004 al 2005, si nosotros recordamos rápidamente
en el año 2004 el sector creció un 3,1
por ciento, en el primer semestre de este año
el 3,6. Sin embargo analicemos con cuidado: el ciclo
corto, es decir cultivos como algodón, maíz,
arroz, en el año 2004 creció cerca de un
6,7; los de ciclo largo alrededor del 2,4 y el pecuario
3,6. Eso se reversó, este año en ciclo
corto la producción y el crecimiento se cayó en
un 2 por ciento, los que son ciclo largo y pecuario ha
mejorado.
Presidente
de la República: Hombre, doctor Rafael, ¿amerita
eso decir que la política es incierta?
Presidente
de la SAC: Cuando hablamos de política
no estamos hablando, Presidente, solamente de política
agropecuaria porque esa se está construyendo entre
el Gobierno, representada por el Ministerio de Agricultura,
por Planeación Nacional y por el sector privado
y sus gremios. Esa política agrícola se
está construyendo.
Cuando hablamos
de política y hablamos de política
general, acabamos de salir de los pronunciamientos de
la Corte, faltan otros, esperamos...
Presidente
de la República: No, no, perdón
eso es otra cosa, aquí estamos hablando de política
agropecuaria. En el diálogo del Presidente de
la República con los gremios que ha sido muy intenso
en este Gobierno, jamás hemos involucrado esos
temas, esos temas dejémoselos a las autoridades
competentes, aquí vinimos fue a responder por
el sector agropecuario.
Presidente
de la SAC: Evidentemente Presidente, la política
incierta del sector agropecuario, nunca podrá separarse
de los efectos que rodean un país como es su política,
lo que es su Gobierno, su Ejecutivo, su Legislativo y
su poder Judicial, lo mismo que el entorno mundial. Al
hablar de que hay una política incierta estamos
haciendo referencia no solo a la política agropecuaria
sino a la política en general y a hablamos de
la política incierta no solo colombiana sino la
de Estados Unidos que también es y somos conscientes,
que están afectando el Tratado de Libre Comercio.
Nosotros públicamente, dentro del mayor respeto
hemos alabado, aplaudido, los aciertos del Gobierno y
los hemos apoyado, pero también en conversaciones
hemos buscado soluciones cuando creemos que hay formas
y maneras de corregir y eso es lo que se ha venido construyendo.
¿Qué vamos en buen camino? Sí,
vamos en buen camino, que como usted dice, Presidente,
nos falta mucho. Evidentemente nos falta mucho, pero
yo no puedo encerrarme aquí como en una caja y
desconocer las realidades.
Presidente
de la República: Yo lo que sí quiero
saber es qué podemos hacer para que los agricultores
de Colombia tengan certeza de que el propósito
de este Gobierno y el clima que ha venido generando en
el país, es para recuperar plenamente el sector
agropecuario. Yo si quisiera saber eso para que estas
declaraciones no queden en el aire.
Yo también vengo del campo, donde las cosas las
hablamos clarito, al pan, pan y al vino, vino. A mí no
me gusta vivir en la tertulia de cóctel.
Muchas gracias.