VIGÉSIMO
ANIVERSARIO DE LA TOMA DEL PALACIO DE JUSTICIA
Noviembre 03 de 2005 (Bogotá – Cundinamarca)
Compatriotas:
Acudo esta mañana en compañía del
Ministro del Interior y de Justicia (Sabas Pretelt de
la Vega) y del Secretario Jurídico de la Presidencia
(Mauricio González) a este recinto de la Corte
Suprema de Justicia para rendir un tributo a los magistrados
que con su inteligencia y su transparencia, le dieron
brillo a Colombia, a su justicia y que fueron inmolados
por el terrorismo, y a rendir un tributo a ustedes quienes
representan la institución de la justicia de la
Patria, sin la cual no se consolida ese fundamento de
Patria que es la Nación.
Quiero reafirmar
ante ustedes, honorables magistrados, que la lucha
del Gobierno contra el terrorismo es la
lucha por la justicia, es la lucha por las libertades.
Un país cuyo gobierno no sea capaz de enfrentar
con toda la severidad y la persistencia el terrorismo,
no crea condiciones para el imperio de la justicia.
La justicia solamente
podrá derrotar la impunidad
en la medida que haya por parte del Ejecutivo una gran
capacidad de contención y de superación
del crimen, y de esa expresión superior del crimen
que es el terrorismo.
Nuestra seguridad,
como lo hemos venido diciendo en estos 39 meses de
Gobierno, es una seguridad con un alcance
exclusivamente democrático, para todos los colombianos,
independientemente de su afecto o desafecto por las tesis
del Gobierno de turno, independientemente de que sean
líderes empresariales o líderes de los
trabajadores, independientemente de que sean campesinos
o empresarios agrícolas.
Nuestra seguridad
la hemos llevado de la mano del respeto a las libertades,
la seguridad es para proteger las libertades
y por eso no hemos permitido que en Colombia se den licencias
en materia de respeto a las libertades so pretexto de
la derrota del terrorismo. En otras partes del continente
afectaron las libertades en nombre de la seguridad, en
Colombia tenemos claro que la seguridad es para la recuperación
plena de las libertades, por eso en nombre de una seguridad
que quiere devolver plenamente las libertades, no podemos
suprimir ni suspender libertades.
La seguridad con
alcance democrático, el respeto
a las libertades, la construcción de cohesión
social, la transparencia y el respeto a la independencia
de instituciones, son los elementos configurantes de
una democracia moderna, de liderazgos no de caudillismos,
de una democracia de respeto al ordenamiento jurídico,
de una democracia incluyente pero sin odios, de una democracia
pluralista en permanente debate pero en debate solidario,
en debate siempre con perspectiva de solución,
en debate siempre con vocación de lograr acuerdos,
no en debate de posiciones dogmáticas, insuperables,
de posiciones dogmáticas que se constituyan en
polos de controversias que no permitan la construcción
de opciones para los bienes superiores de la Nación.
Hemos combinado
en esta idea de Gobierno el respeto a las libertades
individuales y la construcción
de cohesión social porque ambas categorías
que parecían excluyentes, en el mundo moderno
son totalmente convergentes. Es imposible que un ciudadano
se sienta miembro del colectivo, tenga un profundo sentido
de pertenencia por el colectivo si no percibe que sus
libertades son plenamente respetadas.
Y el colectivo no
se integra, el colectivo no respeta los otros parámetros de esta democracia moderna,
como el parámetro de la convivencia a través
de la seguridad, si no se construye cohesión social.
La cohesión social es una necesidad para el respeto
de cada individuo y el respeto de la libertad de cada
individuo es un imperativo para que cada uno aporte a
la cohesión social.
La transparencia
es otro elemento fundamental para que haya confianza
en nuestras instituciones, en nuestro
ordenamiento jurídico, y la del respeto a las
instituciones independientes, a la independencia de las
instituciones.
Colombia ha avanzado
muchísimo en eso, tiene
una gran tradición de respeto a la independencia
de sus instituciones. Hoy hay que reiterar en esta luctuosa
fecha, que se convirtió en una fecha de reflexión
de la justicia, que Colombia tiene que mantenerse en
la profundización de ese camino de respeto a la
independencia de las instituciones, la primera de las
cuales es el pueblo que en virtud de la Constitución
es el titular reconocido de la soberanía.
Pues bien, también dice la Constitución,
prolongando en el tiempo aquella figura de la Constitución
precedente, sobre la colaboración armónica
de las ramas independientes del poder público.
Colaboración con independencia equivale a colaboración
con respeto y cuando la colaboración a través
de la independencia se da con respeto, el resultado es
solamente uno: el aporte mayor al bien público.
En la medida que
respetando esa independencia las diferentes instituciones
colaboren entre sí, con respeto
a esa independencia, vamos a lograr mayores aportes a
los bienes superiores que demanda la Nación, y
por supuesto, el respeto a la independencia de la justicia.
Esperamos que se
acaben de tomar unas decisiones por la Honorable Corte
Constitucional para reanudar nuestra
tarea de reunirnos con todas las cortes y examinar los
temas de justicia, los temas de justicia en un país
de respeto a las instituciones, en un país que
ha avanzado tanto en materia de normatividad, no son
temas que haya que tratarlos con espíritu de sobresaltos,
simplemente en esos temas hay que hacer revisiones cotidianas,
tranquilos ajustes en todo momento y hay que hacerlos
buscando siempre el mayor nivel de consenso. Si de algo
resulto plenamente convencido en estos 39 meses de Gobierno,
es que en Colombia, más que pretender imponer
la propia voluntad, hay que construir mayores niveles
de consenso y eso sí que se requiere en la administración
de justicia, la tradición del país de una
justicia respetable, la tradición del país
de una justicia inmolada, la tradición del país
de una justicia independiente, los avances normativos
del país nos obligan a tener todos los días
mayor respeto a la independencia de la justicia.
Cuando reanudemos
nuestros diálogos interinstitucionales
entre el Ejecutivo y las diferentes cortes, buscaremos
crear el mayor nivel de consenso para esos ajustes que
deban introducirse nuestro sistema de justicia, para
que todos los días sea más moderno, para
que todos los días sea más eficaz, y eso
no se logra sino buscando el mejor y el mayor nivel de
consenso.
Acudo pues, con
el ministro Sabas Pretelt y con el doctor Mauricio
González, a rendir un homenaje a los
inmolados, a reafirmar con nuestra profunda, irreductible
e irrenunciable vocación democrática, la
determinación de la derrota del terrorismo, y
acudo hoy a reafirmar mi respeto por la trayectoria,
por el presente de la justicia colombiana y mi fe en
el futuro de la justicia colombiana, y a invitarlos a
que cuando sea oportuno reanudemos las reuniones entre
Gobierno y las diferentes cortes, para buscar los consensos
que se requieren sobre los ajustes en las instituciones
de justicia, en la normatividad de justicia, que no pueden
causarnos angustias, porque la justicia en un país
de la tradición de Colombia, no se puede manejar
con sobresaltos sino con la búsqueda de ajustes,
de ajustes necesarios, de ajustes de lógica a
través de la construcción del consenso.
Me siento muy honrado
como Presidente y me siento muy estimulado en toda
la afección a la Patria al
llegar esta mañana de nuevo, aquí a esta
sala a reunirme con la Corte Suprema de Justicia, con
los presidentes de otras de nuestras cortes, para hacer
este homenaje a una institución que en la trayectoria
de Colombia es cimera, la justicia de la Patria.
Muchas gracias honorables
magistrados.