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INAUGURACIÓN PRIMERA PLANTA DE ALCOHOL CARBURANTE
Octubre 28 de 2005 (Miranda – Cauca)

Compatriotas:

Queremos hacer llegar desde esta promisoria obra nuestro saludo de solidaridad a todos los compatriotas de San Andrés y Providencia. Las mentes, los corazones de todos los colombianos estamos conectados con ellos, y unidos en los esfuerzos que tenemos que hacer para superar esta amenaza, y conectados todos rogando a Dios que proteja a los compatriotas del bello archipiélago.

Acudo con una gran esperanza de colombiano a esta inauguración, acudo con un gran orgullo de colombiano a felicitar a este equipo de la Organización Ardila Lülle por este gran logro, a usted doctor Carlos, la verdad es que usted nos ha dado tantos ejemplos, el ejemplo del visionario, el ejemplo del ejecutor, el ejemplo del emprendedor en las horas difíciles y en las horas menos difíciles, el ejemplo del Patriota en todos los momentos de la vida nacional.

Con razón los colombianos nos sentimos muy orgullosos de tener un compatriota de sus calidades, un generador de empleo, con cristianismo no retórico sino práctico, un ejercicio permanente de solidaridad con sus compatriotas, con todos sus compatriotas, con las regiones de Colombia, con los trabajadores de esta Organización.

Nos unimos todos al gobernador del Cauca, el doctor Juan José Chaux que en buena hora ha dispuesto entregarle hoy la máxima condecoración de esa tierra, leyenda, presente y futuro de la Patria que es el Cauca, la Medalla José Hilario López.

Esta inauguración tiene un inmenso significado, los problemas energéticos -apreciados compatriotas- se pueden constituir en un gran obstáculo al avance de la economía mundial. Cuando miramos países como los centroamericanos encontramos allí incógnitas bastante delicadas. Esas naciones, como la nuestra, están comprometidas a cumplir las Metas Sociales del Milenio. En efecto, para la credibilidad de pueblos como el colombiano, necesitamos acreditar ante la comunidad internacional tres elementos: la eficacia y la transparencia de la Seguridad Democrática, el cumplimiento de las Metas Sociales del Milenio, y la transparencia.

Nuestros hermanos centroamericanos, para citar solamente ese ejemplo, pueden sacrificar la financiación de las Metas Sociales del Milenio por tener que absorber la crisis del suministro de energéticos.

La situación de nuestra Patria si bien es diferente, también presenta aspectos delicados. Hemos venido asistiendo a un proceso por fortuna más lento de descenso en la producción de petróleo, no obstante que se ha incrementado mucho la inversión todavía no hemos hecho los hallazgos que requiere el país para revertir la tendencia. Por fortuna, se han podido agregar reservas de gas, crece mucho la explotación y la exportación de carbón, y es promisorio el tema de los combustibles alternativos.

En La Guajira, gracias a exenciones tributarias que nos aprobó el Congreso de la República, ya tenemos los primeros ensayos de generación de energía eólica. Allá hay un potencial para generar alrededor de cuatro millones de kilovatios.

Y asistimos hoy con patriotismo, con esperanza en esta gran Nación, con afecto por el Cauca y por el Valle del Cauca, y con admiración al doctor Carlos Ardila y a su equipo, a esta inauguración, la primera planta de alcohol carburante de Colombia, lo que parecía un sueño.

Durante muchos años el país acarició esta idea, mis dos antecesores inmediatos en la Presidencia de la República procuraron sacarlo adelante, y fue finalmente en el año 2001 cuando el Congreso aprobó la iniciativa del entonces senador Amilkar Acosta, para poder exigir unos porcentajes de mezcla de alcohol carburante de combustibles oxigenantes a los combustibles fósiles.

Me reunía yo con los industriales vallecaucanos y me decían que el esquema tributario no permitiría los desarrollos industriales para convertir, para poder cumplir con esos porcentajes. En la reforma tributaria de 2002 el Congreso de la República, al que quiero rendir un homenaje por haber acertado en esa decisión, nos aprobó dos decisiones: una eliminarle al alcohol carburante el IVA y una segunda, eliminarle al alcohol carburante el impuesto global al combustible.

Gracias a esas dos decisiones, al esfuerzo del señor Ministro de Minas (Luis Ernesto Mejía) quien lideró ese tema, esos específicos aspectos de la tributación, al esfuerzo del Ministro de Minas para sacar las normas referentes a la reglamentación técnica, consultarlas con la Organización Mundial de Comercio y definir en un proceso concertado el modelo de precios con productores y distribuidores se fue haciendo posible esta idea. Pero se necesitaba el espíritu empresarial y apareció la siempre voluntad de hierro para generar empresa en bien de Colombia del doctor Carlos Ardila.

Confío que en enero hayamos completado el periplo inicial, apreciados compatriotas, de poner en funcionamiento las cinco primeras plantas. Hoy se instala la primera y en enero deberá estar la número cinco de esta primera etapa, en este promisorio despegue de los combustibles biológicos en nuestra Nación. Y que en ese momento se le pueda suministrar al país un millón 50 mil litros diarios de alcohol carburante.

Esto tiene además otros significados de gran importancia, el mercado mundial de azúcar ha estado bastante saturado, todo el mundo quiere colocarle los excedentes de azúcar al vecino, y el problema es tan grave que nos van sorprendiendo con decisiones como las de países suramericanos, en las cuales ha prevalecido la presión política por la crisis del azúcar que el cumplimiento de los tratados internacionales de comercio.

Se ha convertido el tema del azúcar en uno de los temas más difíciles en la negociación de los tratados de comercio, en la cotidiana administración del comercio internacional. Sin embargo, en los últimos meses hemos asistido, hemos conocido decisiones de países de disminuir su producción de azúcar.

El presidente Fidel Castro hace poco me decía que el cierre de las centrales azucareras en Cuba obedece a varios criterios, uno de ellos para tener en cuenta aquí, que la gente por haber obtenido un superior nivel de educación, ya no quiere trabajar de cortero en la zafra de la caña. Es muy importante tener en cuenta ese elemento porque en los últimos meses aquí hemos tenido dificultades en el tema de las cooperativas que agrupan a los corteros, por fortuna con comprensión, por fortuna con solidaridad empresarial se han hecho unos ajustes en los factores de remuneración, pero esta industria no se puede quedar allí.

A media que los pueblos avanzan en educación también la gente va abandonando los oficios y como en Cuba, nuestra Revolución Educativa habrá de conducirnos dentro de poco a que nos digan que ya no hay personas con voluntad de ser corteros de caña y entonces habrá que buscar como mecanizar más actividades de esta industria.

Me decía el presidente (Fidel) Castro, que por otras razones que no quiero repetir, también han tomado la decisión en etapas de llegar la eliminación de la producción azucarera.

República Dominicana ha disminuido bastante, otras islas del Caribe y ojalá se fuera descongestionando el mercado de azúcar.

Yo creo que la solución más importante, es la solución de los combustibles biológicos del alcohol carburante.

Esta primera etapa nos abre un campo muy importante, pero solamente va a desviar de la producción de azúcar a la de alcohol unas 40 mil hectáreas de un total en cifras aproximadas de 200 mil hectáreas tecnificadas, que se suman en estos dos departamentos, dedicadas a la producción de azúcar.

Yo diría que esto no trae ni un alivio al tema del precio del azúcar, ni un alivio al tema del precio del combustible, pero si garantiza otros usos a la caña diferentes al producto del azúcar y por ende se garantiza que Colombia sigue ese sendero de productividad. Los cañaduzales nuestros, entre este norte del Cauca, atravesando el Valle del Cauca y llegando a Risaralda, tienen las mayores productividades de caña del mundo.

Pues bien, el campo del alcohol carburante nos parece como una gran posibilidad para conservarle al país un sendero de avance en esta bien importante industria.

Con petróleo a 60, 70 dólares, con una disminución de la producción nacional de petróleo, con el aumento del margen en la refinería, con la saturación en la capacidad instalada en la refinería, no obstante el esfuerzo que Colombia está haciendo en este momento para poner al día la refinería de Barranca, la tarea en que estamos empeñados de seleccionar el socio para repotenciar y modernizar la refinería de Cartagena, no obstante el gran incremento de la inversión en hidrocarburos en Colombia, la situación de precios es bastante difícil.

No podemos soñar que la incorporación del alcohol carburante nos va a traer alivio en precio, apreciados compatriotas, nos trae alivios frente a la preocupación de que no aparezcan nuevos y grandes hallazgos de petróleo que esperamos podamos encontrar. Nos trae alivios para poder cumplir la variable ecológica y es una visión, yo diría, que de mediano y largo plazo.

Los más amigos del petróleo aceptan que en 40, 50 años, por diversas razones el mundo no tendrá o no podrá utilizar petróleo. Cuarenta años en principio es un periodo muy largo, pero finalmente para la sustitución de un producto vital como el petróleo, es un periodo muy corto. De ahí que Colombia con estos proyectos empieza ese proceso y hay que agilizarlo en toda la Patria, pero no podemos soñar que nos va a traer un alivio en precios de combustibles.

El Ministro de Minas, tendrá que expresarme a todos los colombianos y al transporte en particular, nuestra preocupación por el diesel. Hoy gracias a la recuperación de la economía, estamos teniendo una demanda por diesel muy superior a nuestra capacidad de refinación. Estamos importando diesel y va a crecer esa importación.

Y los subsidios que tiene que pagar ECOPETROL que equivale a la diferencia entre el valor de la importación del diesel y la venta en el país, pueden superar el año entrante los 400 millones de dólares. Eso amenaza producirle un efecto muy dañino a las finanzas de la Nación y en especial a las de ECOPETROL. Por eso voy a llamar a la comprensión de mis compatriotas, porque el Ministro de Minas tendrá que reunirse con todos los gremios y explicar por qué los ajustes que se tenían previstos en el precio del diesel, tendrán que ser mayores y tendrán que acelerarse.

Pero este ingenio, nos llama la atención sobre otro tema: la producción de biodiesel en nuestra patria.

El Congreso de la República, en semejante sensata decisión le aprobó al Gobierno dos normas que quiero citar: una norma para darle al biodiesel la misma exención que al alcohol carburante, la exención de IVA y la exención del impuesto global al combustible. Y una segunda norma para darle una exención muy importante a los cultivos de tardío rendimiento entre los cuales están la palma africana, llamada a ser en el medio colombiano la gran fuente inicial de biodiesel.

El Ministro ya ha terminado de promulgar la normatividad técnica y me ha pedido que haga este anuncio, porque no podemos venir a atender esta invitación del doctor Ardila Lulle, sin hablar en perspectiva de la Patria. Yo le decía: si, muy bueno Ministro ir a la inauguración de esa gran planta de alcohol carburante pero ahí no nos podemos quedar, tenemos que anunciar el siguiente paso que es el biodiesel.

El señor Ministro de Minas y el señor Ministro de Agricultura, me han pedido que haga este anuncio: esta mañana se ha llegado a un acuerdo sobre lo que faltaba para que empiece la industria de biodiesel en Colombia, el tema de precios. Los dos ministros han aceptado que el precio del biodiesel, equivalga al costo de importa diesel a Colombia, y para tener un piso, que ese piso se gradué en función de referentes sobre el valor de la exportación de aceite de palma en nuestro país.

Confío que con la decisión de estímulo tributario del Congreso, con la decisión en materia técnica sobre biodiesel y con la decisión en materia de precios sobre biodiesel, hoy podamos decir que la inauguración de la primera destilería de alcohol carburante de la organización Ardila Lulle, es el preámbulo no solo para que en poco tiempo Colombia cuente con las otras plantas de alcohol carburante, sino con la primera planta de biodiesel. Y si que necesitamos ese biodiesel, no solamente por el problema del petróleo, por el problema de los costos internacionales, por el problema de la incapacidad de la falta de capacidad de refinación en el país, sino por la necesidad de generar empleo.

Cuando este Gobierno empezó apreciados compatriotas, Colombia tenía 175 mil hectáreas de palma africana, terminamos este año con cerca de 300 mil, pero el país tiene 3 millones de hectáreas para sembrar palma africana con casi cero costos en materia de infraestructura, sin tener que recoger piedras, sin tener que tumbar bosque, en sabanas que hoy están bastante improductivas y si hiciéramos un esfuerzo adicional en infraestructura, no sería el potencial de tres millones sino de seis millones de hectáreas.

Entonces, que los palmicultores, que los empresarios llamados a instalar las plantas de biodiesel con la decisión del Congreso, con las decisiones del Ministerio de Minas y con el ejemplo del doctor Carlos Ardila, rápidamente le digan a todos nuestros compatriotas que se han instalado las primeras plantas.

Cuánto ayuda a generar empleo si esta Patria nuestra rápidamente pasa de 300 mil hectáreas de palma africana a 600 mil como una meta parcial con la visión de llegar con poca infraestructura, a tres millones y con la visión mayor de agregar infraestructura para completar seis millones de hectáreas de palma africana.

Y este ejemplo del doctor Ardila Lülle tiene que resonar hoy en el llano y en el Cesar donde empiezan sendos proyectos de destilación de alcohol a partir de yuca. ¡Qué bueno! Cuánto va a contribuir eso a la generación de empleo en esos dos departamentos.

Y este ejemplo tiene que producir su eco hoy en la hoya del río Suárez. Abusé esta mañana del doctor Carlos Ardila. Me demoré muy poquito felicitándolo y entré a pedirle favores. Eso le pasa por tener malas compañías como el Presidente de la República, doctor Carlos.

Le dije: “Nosotros no podemos tener dicha completa si inauguramos hoy esta planta y no le damos una esperanza cierta a los compatriotas de Boyacá y Santander que en minifundios tienen 50 mil hectáreas de caña en la hoya del río Suárez, cerquitica de los mercados de Bogotá y de Bucaramanga. Unas tierras buenas, con un régimen de lluvias excelentes, bien repartidas todo el año, donde los cultivos no necesitan inversiones en riego.

Una gente muy trabajadora, dedicadas esas 50 mil hectáreas a producir panela en esta crisis de los precios de la panela. ¿Qué están esperando? Poder instalar las plantas de alcohol carburante. Le quiero dar a mis compatriotas de Santander y Boyacá la buena noticia.

El doctor Carlos Ardila que nació en Santander, que tanto le ha servido a Colombia y a esa tierra, no contento con estos esfuerzos en el Cauca y en el Valle del Cauca, va a ponerse con su grupo al frente de sacar adelante el proyecto de la destilería de alcohol carburante en la hoya del río Suárez para reivindicar esas 50 mil hectáreas entre los departamentos de Santander y de Boyacá.

Hace mucho tiempo conozco al doctor Carlos Ardila. Aspiraba yo al Senado de la República y allá iba con la ponchera, aspiraba a la Gobernación de Antioquia y allá iba con la ponchera, aspiraba a la Presidencia de la República y allá iba a pedirle todo el apoyo. Y siempre, nunca lo he conocido en el alboroto de una inauguración sino pensando en un nuevo proyecto y hoy no podría ser la excepción. Más aún, para que esto quede en serio, me dijo que ya designó al doctor Héctor Fernando García ¿A dónde está el doctor García? Levante la mano. Póngase de pie para que lo enfoque la televisión. Ya lo designó el doctor Carlos Ardila para que usted lidere el proyecto de la planta en la hoya del río Suárez.

Allá hay tres o cuatro proyectos embrionarios que no han podido cerrar. Yo sé que con la paciencia de ustedes y su profesionalismo empresarial, ustedes van a mirar si se puede, a partir de alguno de esos, con la llegada de la Organización Ardila Lülle, o si hay que emprender uno nuevo. Y cuenten con toda la colaboración del Ministerio de Minas, del Ministerio de Agricultura, de Bancóldex, de Finagro y de Findeter para sacar eso adelante.

Doctor Héctor Fernando, sacar eso adelante, es otra obra de gran patriotismo como todas las que ha adelantado el doctor Carlos Ardila. La verdad es que yo no sé cuántas llamadas voy a hacer ahora a Santander y a Boyacá para decirles que ahí va usted, enviado por el doctor Carlos Ardila, para resolvernos ese problemita que lo necesitamos. Póngale pues todas las ganas.

Cómo vemos, la normatividad ha tenido mucho que ver en este proyecto. La Ley del doctor Amilkar, la Ley de Incentivos Tributarios en este Gobierno, las normas del Ministerio. El país siempre tiene que pensar hacia delante. Quiero dar a los inversionistas de mi patria toda la tranquilidad sobre el esfuerzo que el Congreso, los dirigentes políticos, esta administración que está en su etapa final realizan para concebir las reformas que faltan en nuestro marco tributario de tal manera que afiancen más la confianza.

Hemos mejorado mucho pero hay que preparar para entregar a consideración de la próxima administración, un proyecto que genere confianza, garantice equidad, simplifique procedimientos tributarios y que nos ayude especialmente sobre la base de la racionalidad y la simplificación, la ampliación de la base, a ir resolviendo el problema del déficit fiscal del Gobierno Nacional central.

¿Por qué lo digo? Porque muchos empresarios me dicen: “Presidente, el estímulo aprobado por este Gobierno y el Congreso, tras la deducción del 30 por ciento a las nuevas inversiones generadoras de renta, tuvo vigencia en el año 2004, tiene en el 2005 y la tendrá en el 2006. ¿Pero qué sigue?...

Entonces quiero anunciarles, a los empresarios, que estamos haciendo todos los esfuerzos para que la norma que se apruebe para suceder ese estímulo tributario que tanto ha ayudado en la inversión, sea una norma que garantice confianza inversionista, que en uno de sus elementos principales rebaje sustancialmente la tarifa de renta que se le cobra a las empresas para que eso haga que el país sea más competitivo en el ambiente tributario internacional.

Tengan fe que con un permanente diálogo de la dirección política de su país, de su Congreso, del Gobierno, del sector empresarial y de los sectores trabajadores, llegamos a ese punto y a él tenemos que llegar porque nuestra Patria tiene que reducir definitivamente el desempleo, superar la pobreza y garantizar empleo digno, estable, solidario, bien remunerado, empleo cristiano en la práctica.

El último mes del cual tenemos registro, mostró un desempleo del 11,3. Venimos de un nivel de desempleo que se acercó en el año 2000 al 20 por ciento. El desempleo de jefes de hogar pasó en Colombia en pocos años del 4 al 10 por ciento. Ese es el más grave. Pierde el empleo el jefe de hogar, la cónyuge tiene que salir desesperadamente, abandonar los niñitos, a buscar empleo. La pérdida de empleo en los jefes de hogar es causa determinante de deserción escolar y eso hay que reversar la tendencia. Ya está entre el 5,3 y el 5,8 pero tiene que bajar muchísimo.

El Gobierno confía que el ritmo de inversión que trae la Patria, nos va a mostrar en el mes de diciembre, una cifra de desempleo de alrededor del 10 por ciento. No creemos que en el 2006 podamos tener todavía en promedio, un 10 por ciento pero si continúa el ritmo de confianza e inversión, en el 2007, en el promedio mes a mes, el desempleo en nuestra Patria, puede estar en el 10 o por debajo. Que todavía será insuficiente, pero que marcará una buena tendencia para derrotar este flagelo.

Y confiamos que con el crecimiento de la confianza de la inversión y con la revolución educativa, vamos a derrotar en Colombia el subempleo que se mantiene en niveles tan altos.

La inversión en Colombia llegó a caerse, la inversión privada como porcentaje del PIB al 6%, 8%, terminamos el año pasado en el 12%, este año lo podemos terminar en el 15%, pero tenemos que avanzar hacia el 25%.

La inversión extranjera directa en Colombia llegó a caerse a niveles de US$500 millones. El año pasado se situó en US$3.015 millones, Naciones Unidas tiene un registro superior. Confiamos que este año, sin incluir en la cuenta permuta de acciones la inversión extranjera directa se sitúe por encima de US$5.000 millones, con un elemento muy importante: ya no está concentrada solamente en el sector de hidrocarburos sino que está llegando a muchos sectores.

Tenemos el problema de precios de combustible, al cual me refería, pero nos está ayudando la tendencia a la baja de la inflación y la tendencia en materia de tasas de interés.

Yo diría que la gran empresa organizada de Colombia, con una DTF en 641, no recordaba un periodo tan halagüeño para invertir en materia de tasas de interés. Hay que acentuar estos caminos, el de la reducción de la inflación, el de la reducción de las tasas de interés, el de la reducción del déficit, el camino del marco de confianza en el esquema de tributación para que nuestra Patria salga adelante. Con su ejemplo doctor Ardila Lulle, salimos adelante.

Esta mañana vinimos del aeropuerto Alfonso Bonilla acá al ingenio en un bus, no por desafiar, sino porque no podíamos quitarle los helicópteros al Ejército para utilizarlos nosotros. Yo dije, ‘déjenle los helicópteros al Ejército que los necesita para darle madera a esos bandidos, nosotros nos vamos en un busesito’. No lo hicimos por desafiar, pero yo siempre miré a la cara de quienes veníamos en ese bus y no venían tan asustados, venían más tranquilos. Esta tarea es dura pero con perseverancia y con el sacrificio de nuestra fuerza pública la vamos a ganar. Esta Patria necesita la derrota del terrorismo, esta Patria necesita la derrota de la droga, esta Patria necesita la derrota de la corrupción y esta Patria necesita la reivindicación de los pobres.

Que bueno que en lugar de tener unas bandas de las FARC instaladas en la cordillera caucana y asaltando estos planes, tengamos hoy este ingenio. Todavía hay muchos riesgos, pero con voluntad firme del pueblo colombiano, con el sacrificio de la fuerza pública y con voluntad política inquebrantable del gobierno, lo superamos.

Señores generales Pérez del Ejército y Pérez de la Fuerza Aérea, señores coroneles de la Policía, hoy los trabajadores caucanos y vallecaucanos están agradecidos con el doctor Ardila Lulle y con los soldados y policías de la patria. Continúen en este empeño, que esas bandas de la cordillera que han venido a secuestrar aquí, sepan que se tiene que ir. Sigan ustedes persiguiendo de la mano de la Constitución al terrorismo. Hay que acabarlo. El día que hagan un alto en el camino y quieran negociar, en cinco minutos negociarán. Pero mientras persistan en la violencia que no les quede más camino que el de anticipar una derrota total que le depare la fuerza pública de nuestra Patria acompañada por la ciudadanía, en todo momento acompañada por el pueblo de Colombia. Sigamos en esa tarea.

Hemos tenido un diálogo amplio con el señor Alcalde de Cali en las últimas horas para ayudar a que la ciudad supere crisis, a que la ciudad se ponga en un camino moral, que le recupere plenamente el optimismo. Tenemos confianza en las decisiones que nos ha anticipado el alcalde, y con su anuencia, el Gobierno Nacional ha tomado la decisión de intervenir a Emsirva.

Ya en la mañana de hoy la señora Superintendente de Sociedades, Superintendente de Servicios Públicos, después de consultarlo con el alcalde, quien nos ha dado su visto bueno, y quiero reconocérselo porque es un paso para que avancemos en el saneamiento de las empresas de la ciudad y le retornemos el merecido anhelo de optimismo a los ciudadanos de Cali, la señora Superintendente de Servicios anuncia la intervención de la empresa Emsirva que ha designado como gerente interventor a un gran profesional vallecaucano, al doctor Álvaro Ortega.

Tenemos las mejores referencias del doctor Álvaro Ortega y confiamos que, bien acompañado apoyado por el Alcalde, apoyado por la ciudadanía, con el propósito de derrotar la politiquería y la corrupción que es hija de la politiquería, vamos también a sacar esa empresa adelante.

Gracias doctor Ardila, mándenos al doctor Héctor Fernando García para la olla del Río Suárez, para que Dios nos permita ir con usted a esa inauguración allá.

A todos los felicito.

 
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