ENTREGA
DEL PREMIO “ESTRELLA DE LA ESPERANZA” AL
CIREC
Octubre 18 de 2005 (Bogotá – Cundinamarca)
Compatriotas:
Ustedes le hacen
un inmenso honor a la Casa de Nariño,
al Estado, al Gobierno colombiano, al trasladarse acá esta
tarde, a este Salón Gobelinos, para entregar estos
premios.
Quiero de todo corazón expresar infinita gratitud
en nombre de todos los colombianos a la tarea del CIREC
(Centro Integral de Rehabilitación).
Una tarea ejemplar,
realizada con generosidad sin límites,
con patriotismo sin límites, con valor sin límites
y constante y durante tanto tiempo.
No fue algo que
empezó para morir rápidamente,
no fue entusiasmo pasajero, ha sido una tarea perdurable,
profunda y fructífera en la vida colombiana, desde
1976.
A usted, doctora
Janeth Perry de Sarabia, a usted padre Joaquín Castro, a la Junta Directiva, al Director
Ejecutivo, al sector privado que los acompaña,
a todos, nuestra gratitud. Es inmensa la tarea que cumplen
por Colombia. No hay palabras para ponderar esa tarea.
Quiero felicitar
a cada uno de quienes han resultado galardonados: a
Ramón Ignacio Carbó Lacouture,
quien he conocido durante largo rato en el ejercicio
de la vida política. Después del accidente
ha sido un ejemplo de valor, de superación, abanderado
de la lucha contra la corrupción. Le ha dado a
Colombia una energía en materia de transparencia.
Yo vivo con unas
obsesiones por nuestra Patria, y les confieso algunas
hoy: una de ellas, la Seguridad Democrática,
aquí vemos el efecto de no tenerla.
Otra de ellas, que
Colombia pueda cumplir las Metas del Milenio, para
que esta Nación sea una Nación
verdaderamente en el camino de la solidaridad.
Otra obsesión, que derrotemos la corrupción.
No hay confianza
para invertir, no hay confianza para generar empleo,
si no derrotamos la corrupción.
No hay recursos
para reivindicar a los sectores pobres, si no derrotamos
la corrupción. Y Ramón
Ignacio Carbó Lacouture ha sido un adalid en la
lucha contra la corrupción.
Quiero felicitar
a Diana González que, con tanto
mérito, cómo ha avanzado en sus estudios
técnicos. Cómo trabaja en una empresa,
mamá de un niño, y ese espíritu
de considerarse privilegiada en medio de tantas dificultades
que ha sabido superar.
Y quiero felicitar
a Carlos Alberto Mejía y a
Carlos Mario Bonilla, jóvenes empresarios dedicados
a contribuir de manera eficaz con la protección
del medio ambiente, que le han hecho a Colombia el aporte
de crear una empresa con oportunidades laborales para
la población con discapacidad.
Y quiero felicitar
a la Corporación Discapacidad
por Colombia, por su lema: “Por una Colombia sensible
y accesible”. Corporación dedicada a resaltar
los valores y derechos de la población discapacitada.
Y quiero felicitar
a Framildis, Fraternidad de Militares Discapacitados,
creada por Walter Betancur, soldado profesional,
quien a causa de una mina antipersona perdió su
pierna derecha.
A Gabriel Cardona,
oficial del Ejército, experto
en explosivos y fundador del Grupo Marte, conformado
para proteger a la población civil de estos artefactos,
quien se encontraba en la base militar de Arauca celebrando
la Navidad, cuando fueron atacados por el grupo terrorista
de las Farc, con cilindros de gas que le causaron la
pérdida de su pierna.
Hoy es un ejemplo
del liderazgo en las delegaciones de sus compañeros
a competencias nacionales e internacionales.
Y quiero felicitar
a Pamela Molina. Escritora desde los cinco años, con pérdida de audición,
en sus manos siente tener la capacidad para construir
un mundo diferente, enfocando su trabajo a la divulgación
de la cultura de su país.
No hay palabras para ponderar lo que ha hecho el CIREC.
Esta reunión con la que ustedes honran a la Casa
de Nariño y al equipo de funcionarios que aquí trabajamos,
nos estimula para seguir en la tarea de devolverle a
la Patria la seguridad.
Hay días que las circunstancias son muy duras,
como ese atentado de la semana pasada contra el senador
Germán Vargas Lleras.
Se sufre muchísimo por lo que a él
le pudo pasar.
Se sufre muchísimo
por las heridas a los escoltas.
Se sufre muchísimo
por un soldado de la Patria que pierde un ojo.
Se sufre muchísimo por toda la población
circundante del área donde se dio el atentado,
que se afecta muchas veces en su salud, en sus enseres,
en su madeja de trabajo, en su fuente de trabajo.
Se sufre muchísimo cuando se encuentran unos
artefactos explosivos aquí a pocas cuadras, que
querían repetir el atentado del 7 de agosto de
2002, y la explosión de uno de ellos por la Policía
en el momento de entrar al sitio causó unos daños
en el vecindario.
Se sufre muchísimo cuando se da cuenta de que
se estaba planeando un atentado contra el Alcalde de
Bogotá, que nos concita toda la solidaridad, toda
la responsabilidad, para protegerlo en debida forma,
para evitarle estos atentados a la democracia, estas
tragedias a la democracia.
Quiero repetir en
presencia de ustedes, que se han dedicado de manera
tan bella a reivindicar estas discapacidades,
todo el compromiso para que derrotemos el terrorismo,
con espíritu democrático, profundizando
las libertades públicas.
Miren: la semana
pasada, creo yo, que los terroristas estaban jugando
a que con sus actos terroristas no solamente
se afectara la recuperación de la confianza en
Colombia, sino que el Gobierno, en una decisión
de desespero, suprimiera las manifestaciones públicas
de protesta.
No caímos en esa trampa. Hicimos una distinción
clara entre lo que es el ejercicio y la garantía
de las libertades públicas –que las garantizamos
en sus expresiones de la semana pasada plenamente–,
y lo que es el deber del Gobierno de combatir sin ambigüedad,
sin vacilación, sin debilidad, el terrorismo.
Eso que pasó la semana pasada, cuando los terroristas
entre otras cosas buscaban que el Gobierno suprimiera
las marchas de protesta, eso que pasó la semana
pasada muestra claramente porqué nuestra política
se llama de Seguridad Democrática. Porque aquí hay
toda la decisión de combatir el terrorismo y simultáneamente
de profundizar la democracia.
Cuando veo este
esfuerzo tan grande de ustedes, reafirmo la conclusión de que no podemos permitir que el
terrorismo afecte el proceso de recuperación de
confianza en Colombia.
Está creciendo mucho la inversión, se
está recuperando el empleo, la afiliación
a la seguridad social, se están recuperando los
ingresos de Bienestar Familiar, de las cajas de compensación,
del Sena. Y todo eso puede ayudarle muchísimo
a nuestra Patria a cumplir las metas sociales del Milenio.
Por eso vamos viendo
esa relación entre la Seguridad
Democrática, la expansión de la economía,
el cumplimiento de las metas sociales, y en toda esa
relación hay unos eslabones muy importantes.
Ustedes hoy a este
acto han vinculado algunos de esos eslabones. Los niños que han sufrido el terrorismo,
y a quienes tenemos que quitarles definitivamente esa
plaga de encima, esa amarga pesadilla. Los soldados de
la Patria que, por garantizarnos el bienestar a sus compatriotas,
han sufrido el terrorismo en su propia fisonomía,
y otros colombianos que dan muestras valerosas de capacidad
de superación.
Y en ese camino
entre la Seguridad Democrática,
la reactivación de la economía, el cumplimiento
con las metas sociales del Milenio, hay otros eslabones,
eslabones de gran importancia, uno de ellos es el CIREC.
No tengo palabras
para resaltar ante todos los compatriotas la obra de
ustedes. Es ejemplar. Muchas gracias por lo
que están haciendo por Colombia. Sigan haciéndolo,
que ese trabajo de ustedes nos ponen un punto muy en
alto para que todos trabajemos, guiados por dos palabras
por este país, por tres palabras. Guiados por
la palabra disciplina, guiados por la palabra transparencia
y guiados por la palabra amor, como ustedes lo han hecho
desde 1976, como lo tenemos que hacer todos, siguiendo
el ejemplo de CIREC, para que las nuevas generaciones
de colombianos puedan vivir felices en esta Patria.
Muchas, muchas gracias
por darnos este ejemplo. Muchas gracias por hacer esta
entrega del premio “Estrellas
de Esperanza” aquí en la Casa de Nariño,
y muchas gracias por lo que han hecho y van a seguir
haciendo por Colombia. Nos ponen ustedes un punto muy
alto.
Muchas gracias.