INAUGURACIÓN DE
LA CORPORACIÓN UNIVERSITARIA LASALLISTA
Octubre 20 de 2005 (Caldas – Antioquia)
Compatriotas:
¡Qué visita tan emocionante a este Caldas
siempre acogedor y verde, siempre cívico, para
asistir al acto solemne de entrega a la comunidad de
este nuevo esfuerzo Lasallista!
Todo lo que hacen
los Hermanos de La Salle resulta bien y han tenido
un período de prueba de siglos y
siempre han contribuido de manera enormemente positiva
a las comunidades de 82 países donde actúan.
¡Qué decir de lo que han hecho por Colombia,
por Antioquia, por la ciudad de Medellín!
Ese colegio San
José, que fue un punto de referencia
del crecimiento de la ciudad, un punto obligado, al cual
durante muchas décadas tuvimos que mirar los habitantes
de Medellín, es el símbolo del compromiso
de la Comunidad Lasallista con Antioquia y allí nació esta
universidad.
Esta universidad
que ahora tiene este campus tan bello, aquí en Caldas y que ha tenido la contribución
del sector privado, de Locería Colombiana. ¡Qué bueno
este esfuerzo!
Quiero, reverendo
hermano Ramón Gómez
Zapata y señor rector, doctor Cesar Augusto Fernández
Posada, felicitarlos de corazón por esta gran
tarea. Esta es una realidad esperanzadora para toda esta
muchachada de Caldas, del vecindario, del área
metropolitana y del suroeste del departamento.
Siento envidia de la buena, de ustedes, muchachas y
muchachos, con este campus. Quisiera, para disfrutar
este campus, volver a ser estudiante universitario, por
lo pronto me lo van a tener que prestar siquiera para
un Consejo Comunitario.
Y todo ordenado,
esta alameda, nos explicaba el señor
Rector cómo la concibieron, allá en la
parte de abajo la Santa Cruz, después esta biblioteca
que toma la forma de libro y en el camino, una capilla.
Todo, todo ordenado, con el orden Lasallita.
Y me gusta muchísimo presenciar este florecimiento,
este reverdecimiento de la educación colombiana.
Apreciados estudiantes, para que ustedes vivan felices
en esta Colombia, se necesita que ustedes tengan confianza
en su Patria.
Hace algunos años acostumbraba preguntarle a
los jóvenes con quienes departía, en los
auditorios universitarios, si en alguna ocasión
habían pensado irse de Colombia sin tiquete de
regreso y levantaban la mano masivamente. Hoy los encuentro
más alegres y más confiados.
Y ahora, cuando
saludé a muchos de ustedes, sólo
encontré sonrisas propias de su juventud, transmisión
de energía, esperanza, fe en su universidad, en
el futuro que ella habrá de depararles. Fe que
tienen que tener en su tierra, en nuestra tierra antioqueña
y en nuestra gran Patria colombiana.
El esfuerzo de mi
generación tiene que ser para
que las nuevas generaciones de colombianos puedan vivir
felices en esta Patria y la felicidad hay que antecederla
de la confianza. Y para conseguir esa confianza estamos
en la tarea de la Seguridad Democrática, que es
democrática porque es seguridad para todos los
colombianos, es democrática como lo demostramos
la semana pasada –la ofensiva del terrorismo no
nos llevó a suprimir las movilizaciones de protesta
que habían organizado con esmero, meses atrás,
algunos sectores sociales y políticos-, le dimos
una nueva muestra al mundo de nuestro compromiso democrático
con la seguridad.
¡Firmeza para combatir el terrorismo –no
obstante que mantiene todavía capacidad de hacernos
daño- y total respeto con las garantías
democráticas!
No incurrimos en
la trampa que nos quiso tender el terrorismo. Pretendían que con su ofensiva, la reacción
del Gobierno fuera suprimir las movilizaciones. Las movilizaciones
se realizaron rodeadas de garantías, lo único
que exigimos a los indígenas, por ejemplo, fue
que al realizar su movilización no bloquearan
las carreteras, que ejercieran su derecho a la protesta,
su derecho a expresar sus sentimientos o interpretación
de la historia, sus reclamos ante la sociedad y el Estado,
sin perturbar el derecho de otros ciudadanos.
Por eso, esta Seguridad
la denominamos Democrática,
y procuramos que todos los días sea más
eficaz y más congruente con su calificativo de
democrática.
Y tiene, desde la
manera como la apreciamos –y
yo la aprecio en un porcentaje más alto como padre
de familia- un destino que es la Patria en que habrán
de vivir las nuevas generaciones de colombianos.
Pero, con ello no
basta, requerimos la reactivación
de la economía, la transparencia y la reactivación
de la vida social de la Nación y todo está perfectamente
relacionado.
Si no hay una voluntad
indeclinable para recuperar la seguridad, no aparece
la inversión, ¡se
nos había fugado!, el país había
visto que la inversión privada descendía
a niveles del 8 por ciento como porcentaje sobre el PIB,
terminamos el año pasado en el 12 por ciento,
ojalá este año en el 15 por ciento. La
extranjera había descendido a 500 millones de
dólares por año, el año pasado ya
superó los 3 mil, confiamos que este –sin
contabilizar permutas de acciones- se ponga por encima
de 5 mil y diversificada.
¡Necesitamos inversión! En el mundo se
borraron las fronteras ideológicas alrededor de
la inversión, todo el mundo la reclama. A mi me
sorprende que aquellos que fueron radicales socialistas
o que todavía quieren denominarse socialistas,
son los más afanados hoy en crear en sus países
condiciones para que acuda la inversión.
Jóvenes, quiero dejar en ustedes unas reflexiones:
la primera sobre la Seguridad Democrática, ¿por
qué Democrática?, la relación de
esa propuesta con el futuro de ustedes en Colombia. La
segunda, sobre la necesidad de la inversión, sin
inversión finalmente no queda que repartir. La
tercera, sobre la transparencia, si no derrotamos la
corrupción definitivamente, si no la erradicamos
del Estado, si no la erradicamos de la vida privada de
Colombia, no habrá recursos que alcancen para
las inversiones que requiere el país y no habrá seguridad
que sea capaz de generar confianza.
La seguridad sin
transparencia queda muy corta en sus resultados, finalmente
no genera confianza y la inversión
sin transparencia siempre es insuficiente, se pierde
por los conductos por los cuales nunca se debe ir.
Y todo esto hay
que llevarlo de la mano de la cohesión
social, porque la Seguridad Democrática es el
principio de la recuperación de la inversión,
pero si no hay cohesión social finalmente la gente
se cansará con la seguridad y no podremos hacer
el transito de la seguridad a la paz.
Voy a ver cuantas de estas elementales reflexiones alcanzo
a referirles porque ya veo que nos estaba faltando el
aguacerito de Caldas.
En el tema de la
transparencia hay total confianza en la generación de ustedes que es la de relevo.
Soy un convencido que la generación de ustedes
es más auténtica y la autenticidad es expresión
de total transparencia.
La generación de ustedes es más frentera
y eso de encarar las cosas mirando a la frente de los
interlocutores, es señal de transparencia.
La autenticidad
y la capacidad de confrontarlo todo, que son características de la generación
de ustedes, se constituyen en un augurio de transparencia
para la Patria colombiana. Comprométanse en eso,
a ser los constructores de la transparencia que requiere
la vida pública y privada de nuestra Patria colombiana.
Y en el tema de
la cohesión social –que
les repito-, ese es el gran eslabón para hacer
el tránsito de la Seguridad Democrática
a la convivencia permanente, a la paz estable en nuestra
Patria, la revolución educativa juega un papel
trascendental.
Nosotros hemos propuesto
a los colombianos cuatro retos: la derrota del terrorismo,
la derrota del narcotráfico,
la derrota de la corrupción y la reivindicación
de los pobres.
Y en política social hemos propuesto lo que llamamos
las 7 Herramientas de Equidad, la primera de las cuales
es la Revolución Educativa.
¿Por qué una Revolución Educativa?
Porque la Revolución Educativa es lo único
que garantiza varias cosas: la primera, que el país
aumente en productividad, que el país sea más
competitivo, que por ende haya más empleo y de
mejor calidad, que se incremente el ingreso de los colombianos
y que ese ingreso se reparta de manera más equitativa.
¿Por qué la Revolución Educativa
es el eje de nuestra política social?, por una
segunda razón: porque la Revolución Educativa
es el único instrumento en nuestros días
que permite que los hijos de los pobres no estén
condenados a ser pobres, porque la Revolución
Educativa es la única que consagra en la práctica
la igualdad de oportunidades, porque la Revolución
Educativa es la que abre los caminos del ascenso social,
que cuando están cerrados en una sociedad, es
porque esa democracia es deficiente, es porque esa democracia
está discapacitada, es porque esa democracia está anémica.
Yo no concibo un
proceso democrático sin apertura
de los canales de movilidad social para lo cual se necesita
una Revolución Educativa permanente.
Y esa Revolución Educativa la hemos dividido
en varios temas: el de la cobertura, el de la calidad,
el de la capacitación técnica, el de la
pertinencia y el tema de ciencia y tecnología.
Hace dos semanas,
con la señora Ministra de Educación
(Cecilia María Vélez) asistimos al encuentro
de 600 rectores de escuelas públicas de la Patria,
de educación básica, se reunieron para
intercambiar experiencias sobre un programa que estamos
impulsando que se denomina “El estímulo
a las competencias científicas”, el estímulo
para que los profesores de primaria y secundaria con
los niñitos investiguen. ¡Magníficas
experiencias! Algunos de esos programas investigando
sobre lenguas de comunidades indígenas, el otro
investigando sobre como dar seguridad alimentaria a través
del desarrollo de la piscicultura, el otro investigando
sorbe alcohol carburante a partir de la caña de
azúcar, el otro investigando sobre biodiesel a
partir de la palma africana.
Yo diría que para el desarrollo científico
del país, no tenemos que empezar por donde no
hemos podido empezar, que es por la apropiación
de altas sumas en el presupuesto para investigación.
Ojalá las tuviéramos, en eso seguimos retrasados,
pero estamos empezando por donde hay que empezar.
En ausencia de altas
sumas presupuestales, estamos empezando por la promoción del despertar científico
en los niños y jóvenes de Colombia.
Los invito a que
cada uno de ustedes vea su profesión
como una oportunidad de hacer ciencia. Los países
que han logrado el mayor desarrollo de ciencia, no empezaron
con altas partidas presupuestales para financiar esos
proyectos, empezaron por donde nosotros queremos trabajar
ahora: promoviendo el espíritu investigativo en
los niñitos y en los jóvenes.
Hemos avanzado en
cobertura. Colombia tiene ante la comunidad internacional,
dos retos: un reto es el de
la Seguridad Democrática y ayer fue un día
de plácemes porque el Ministro de Relaciones Exteriores
de Holanda vino a visitarnos, el Estado Holandés
durante mucho tiempo tuvo muchas dudas del proyecto de
Seguridad en Colombia y ayer vino a decirnos que el Gobierno
holandés estaba totalmente comprometido con la
política de seguridad en Colombia, que nos quería
dar apoyo sin límites y que quería ser
uno de nuestros voceros para que la Unión Europea
apoye permanentemente esta política.
La política de Seguridad Democrática
que tenemos que avanzar, a pesar de reveses y de dificultades,
es necesaria para el buen nombre de nuestra Patria en
la comunidad internacional.
Y hay otra necesidad,
una necesidad para que la generación
de ustedes, cuando esté en el extranjero no se
sienta discriminada por el pasaporte colombiano: la necesidad
de cumplir las metas sociales del Milenio.
¡Tengo fe
que las vamos a cumplir y antes de tiempo!
La cobertura educativa
apunta hacia allá. Ya
hemos logrado, en este Gobierno, llegar al 91 por ciento
en cobertura de educación básica pero requerimos
el ciento por ciento. Hay que trabajar aceleradamente
para poderle decir al mundo que Colombia ha cumplido
esa meta. ¡Lo vamos a lograr!
Y ahí no nos vamos a quedar porque a eso le tenemos
que sumar los esfuerzos por tener educación de
la mejor calidad, los esfuerzos por la cobertura universitaria,
los esfuerzos por la cobertura técnica, los esfuerzos
por la pertinencia, que es el ajuste dentro de los programas
universitarios y las necesidades de la vida social y
económica.
Tenemos toda la
disposición de cumplir esas metas
del Milenio. Por ejemplo en salud, tenemos avances en
unas regiones más que en otras y allí nos
van a medir y nos están midiendo, indicadores
como el de mortalidad infantil o la mortalidad de las
mamás al momento de dar a luz una criatura. Colombia
ha avanzado mucho en unas regiones, en otras no.
En el Congreso de
la República –y aquí está con
nosotros el honorable representante Oscar Darío
Pérez-, se tramita una Ley para darle más
impulso a la salud. Vamos a empezar con la cobertura
plena en algunos departamentos de Colombia en los cuales
los gobernadores, como en el caso de Antioquia, han ofrecido
una cofinanciación que facilita que el Gobierno
Nacional, con sus recursos, logre gracias a esa cofinanciación
departamental, anticipar la cobertura plena.
La política social no puede ser más de
discursos, tiene que ser de resultados como lo pedía
usted, Hermano Ramón. Y confiamos que dentro de
poco, Colombia pueda decir que además de la plena
cobertura en educación básica, ha logrado
plena cobertura en salud para los estratos 1, 2 y 3.
Empezamos en este
Gobierno con 10 millones de afiliados al régimen subsidiado, debemos terminar este año
con algo más de 18 millones, pero requerimos llegar
en breve, a 22 millones. Porque los estratos 1, 2 y 3
representan 26 millones de colombianos, al llegar nosotros
con régimen subsidiado a 22 millones logramos
plena cobertura porque los 4 de la diferencia están
en el régimen contributivo de salud.
¡Hay que cumplir las metas sociales del Milenio!
Es necesario, para que este país se sienta de
verdad como un país solidario en su democracia
y para que las nuevas generaciones no sean discriminadas
en la comunidad internacional.
Y hay que avanzar
en esta revolución educativa,
el aporte de la Universidad Lasallista es un gran aporte
a la cobertura universitaria.
Nos habíamos propuesto 400 mil cupos, estamos
terminando este año con unos 270 mil. Vamos a
ver, con los esfuerzos del año entrante antes
del 7 de agosto, hasta dónde nos aproximamos a
esos 400 mil cupos. Confío que con los esfuerzos
en técnicas y en tecnológicas estemos muy
cerca y el aporte de ustedes es fundamental.
Nos falta mucho, pero quiero registrar algunos avances,
que nos confirma el rector.
Veníamos de capa caída en materia de matrículas
universitarias, en lugar de crecer la matrícula,
decrecía. Hemos visto ya, una reversión
de la tendencia, tanto en la universidad pública
como en la privada, ha venido aumentando de nuevo la
matrícula.
Y la deserción, que es uno de los grandes problemas
porque nada ganamos con que empiecen 100 muchachos y
terminen 10. El fenómeno de deserción,
que es uno de los graves problemas, también empieza
a dar muestras de querer reducirse.
Confío que con la oferta de la Universidad Lasallista –que
agradezco en nombre de todos los colombianos- de reducirle
la matrícula y darle más plazo a los estudiantes
de los estratos 1 y 2, que empezará a hacerse
efectiva desde el mes de enero, vamos por un mejor camino.
Me confirmaba el
rector, que la universidad ha venido trabajando con
el Icetex. En este Gobierno hemos duplicado
el número de estudiantes atendidos por Icetex,
a los créditos les hemos reducido la tasa de interés
y les hemos duplicado el plazo. Voy a llamar, dentro
de unos minutos a la directora de Icetex, una distinguida
coterránea nuestra, la doctora Martha Lucia Villegas
Botero, porque me dice el rector que en algunos casos,
han tenido problemas con trabas burocráticas que
debemos remover.
Pero creo muchísimo en otro esfuerzo, que es
en el esfuerzo de construir credibilidad en las técnicas
y tecnológicas.
Esta universidad
tiene unos programas técnicos
ofrecidos, aprobados, y todavía no ha podido abrirlos
porque los estudiantes no se matriculan en programas
técnicos.
Los invito a que
empecemos a mirra con mejores ojos, los programas técnicos y tecnológicos.
¿Qué estamos haciendo en el Sena, que
ha registrado un enorme crecimiento en este Gobierno?
Estamos realizando acuerdos con las universidades para
que un muchacho que se gradué en el Sena, en una
técnica o en una tecnología, después
en la universidad con la cual el Sena tenga acuerdo,
pueda completar sus créditos y graduarse en educación
superior.
Yo invitaría al Rector y al Hermano Ramón
a que consideren dos posibilidades: una posibilidad,
ofrecer la técnica y la tecnológica pero
integrada con el grado de educación superior.
Que el muchacho sepa que los créditos que tuvo
que aprobar para graduarse de técnico o de tecnólogo,
se los valen para que con la adición de materias,
pueda acceder al título de educación superior.
Y una segunda invitación, a que hagan acuerdos
con el Sena para que aquellos muchachos que estudien
técnicas y tecnologías en el Sena, vengan
acá a completar materias y acceder al grado de
educación superior.
Pienso que por esa
vía, podemos aumentar mucho
la cobertura, dándole a los estudiantes la posibilidad
de estudiar y de trabajar al mismo tiempo, que hoy es
una necesidad y que la necesitamos todos los colombianos.
Si ustedes me preguntaran por un principio rector de
nuestra Revolución Educativa, les diría:
el afán de crear condiciones para que los colombianos
estudiemos y trabajemos toda la vida.
Quien egresa de
una universidad y se queda siete años
sin refrescar los estudios universitarios, se vuelve
un mero empírico, hay que estar acudiendo a la
universidad durante toda la vida. Por eso hay que buscar
que empecemos en las técnicas, en las tecnológicas,
lleguemos a la educación superior, continuemos
con los programas de posgrado, los doctorados y los cursos
de refrescamiento. Integración de la universidad
hacia la parte de abajo y hacia la parte superior de
la pirámide.
En materia de calidad,
estamos trabajando con el liderazgo de la señora Ministra en muchos programas. Ayer,
en la Presidencia de la República, asistimos a
la segunda premiación de las pruebas ECAES, que
miden a los egresados de los programas universitarios.
Este Gobierno las empezó, ya hemos realizado dos
y confiamos que la próxima, que en breve la convocaremos,
ya alcance a cubrir todos los programas universitarios
y que más tarde vamos llegando a los programas
técnicos y tecnológicos.
Ayer por ejemplo,
entre los egresados ECAES, estuvo una niña de EAFIT, que nos puso muy orgullosos
a los antioqueños.
-Veo que están haciendo un gran esfuerzo por
mejorar la calidad, las universidades privadas y públicas-.
No nos quedamos
solamente en la exigencia de la acreditación
de programas obligatorios a las universidades, estamos
también invitándolas a hacer la acreditación
voluntaria de los programas de excelencia.
Me decía el señor Rector, que la Universidad
Lasallista ya se apresta a solicitar la acreditación
de dos programas de excelencia. Esos son caminos para
tener en Colombia una educación de la más
alta calidad.
Y en el mes de noviembre
le informaremos al país
los primeros resultados del observatorio laboral de los
egresados universitarios. Este Gobierno instaló ese
mecanismo para poder medir la suerte de los egresados
de las universidades, para medir su empleabilidad, para
que la economía sepa, cual es su relación
con la universidad, para que la universidad sepa si está bien
o mal conectada con la economía, para que ustedes
estudiantes, sus papás, cuando se apresten a escoger
una universidad, también puedan saber si esa universidad
está ofreciendo programas que tengan buena empleabilidad,
en la vida social y en la vida económica de la
Nación.
Confío en que el primer informe del observatorio
laboral universitario, va a dar buenas pautas, buenas
guías.
Yo me emociono muchísimo al ver que hay esfuerzos
como este de la universidad Lasallista, contribuyendo
a la Revolución Educativa de nuestra Patria.
¡Echen para adelante, no desfallezcan!, ojalá en
un futuro estos edificios apenas sean el centro, no de
una comunidad universitaria de 900 personas, sino de
40, 50 mil. El crecimiento de la cobertura de telecomunicaciones
en Colombia, facilita ya, que muchos programas de extensión
universitaria que parte de los programas de pregrado,
que en mayor parte de los programas de posgrado, se adelanten
con universidad a distancia a través de internet.
Esta mañana cuando nos aprestábamos a
aterrizar en este Caldas siempre cálido y siempre
verde, me parecía ver en este edificio, una sede
con subsedes a través del internet en todos los
municipios del suroeste de Antioquia. ¡Qué bueno
que así fuera! y hay con quien, porque hay buen
rector, buenos directivos, buenos profesores y detrás
una historia de cinco siglos, de una gran comunidad,
la comunidad de San Juan Bautista de la Salle.
Quiero unirme a
la oración que con devoción,
ustedes de manera frecuente elevan al cielo, para pedirle
a San Juan Bautista de la Salle, el patrono de esta Universidad,
que interceda ante Dios y la Virgen María para
que Colombia pueda darle felicidad a la nueva generación
de compatriotas, que ustedes integran muchachos.
A ustedes las mayores felicitaciones por tener esta
universidad.
Muchas gracias.