CONMEMORACIÓN DE LOS
60 AÑOS DE ALPINA
Septiembre 14 de 2005 (Bogotá – Cundinamarca)
Compatriotas:
Esta mañana nos reunimos con mucha ilusión
en esta Patria de contrastes: ayer falleció un colombiano
ejemplar en la manera de concebir, amar la Patria y trabajar
siempre en función de sus superiores intereses: el
ex Presidente Julio César Turbay Ayala, a quien el
país entero rinde un sentido homenaje, cuyas exequias
tendrán lugar dentro de pocas horas en la Catedral
Primada.
Y esta hora nos reunimos
aquí, en Sopó, para
celebrar este magnífico acontecimiento de fe en Colombia,
que nos ilusiona tanto para poder superar problemas de subdesarrollo,
problemas de alto desempleo, que nos ilusiona tanto por ver
que el país, sus empresas, van en una senda sólida
de productividad, de competitividad, en una senda sólida
que nos ayudará a tener una Nación con equidad,
más consolidada alrededor de la armonía.
Quiero felicitar a Alpina
por este esfuerzo. Como muy bien lo ha dicho el doctor
Julián Jaramillo, un esfuerzo
de mejoramiento continuo a lo largo de 60 años. Quiero
felicitar a sus fundadores, a Walter Goggel y a Max Bazinger,
a sus familias, por 60 años de confianza en Colombia,
60 años de crecimiento permanente en lo que Alpina,
a través de sus voceros, ha llamado esta “revolución
de los alimentos”.
Qué bueno, pues, este nuevo paso que da la compañía
y los que se avizoran. Nos entusiasma saber que en el último
año las ventas de Alpina, medidas en unidades, han
crecido en un 18 por ciento. Nos entusiasma saber que cuando
parecía congelada la expansión de esta industria
láctea, en los últimos tres años se
presentan muy importantes crecimientos, apoyados en las perspectivas
de exportación y de un gran resurgimiento del consumo
interno. Nos entusiasma saber que hoy Alpina, como tantas
empresas colombianas, ha redoblado su confianza en la Patria
para invertir más, para crear más empleo, para
contribuir mas eficazmente al desarrollo económico
y social de Colombia.
Quiero reiterar antes
ustedes, apreciados compatriotas, ante ustedes, trabajadores,
funcionarios de la familia Alpina,
toda nuestra devoción para que Colombia recupere plenamente
la confianza, nuestra devoción para derrotar el terrorismo.
Definitivamente cuando
escucho en privado a los funcionarios de Alpina, llego
a la conclusión de que Colombia ha
sido un país con muy buena teoría económica
permanentemente, pero que hoy la más eficaz teoría
económica es la aplicación de la Seguridad
Democrática.
Quién lo creyera, señor coronel Vásquez.
La historia sabrá por qué ubica en instituciones
responsabilidades tan importantes. La mayor responsabilidad,
así parezca paradojal hoy, para generar empleo en
Colombia, no es de los economistas, no es de los sociólogos
aplicados al tema del empleo: es de las fuerzas institucionales
de la Patria para recuperar plenamente la seguridad, que
es confianza, expansión de inversión, generación
de empleo y causación de recursos para la inversión
social.
Cuando escuchaba esta
mañana, al llegar a Alpina,
esas expresiones de confianza en Colombia de sus funcionarios,
del doctor Jaramillo Escoba, se me clava la obligación
de expresar a la Fuerza Pública de la Patria, a nuestra
Policía, a nuestro Ejército, toda, toda nuestra
gratitud y reiterar la confianza de que con su sacrificio
Colombia rápidamente será un país sin
drogas ilícitas, un país sin terrorismo, un
país sin corrupción.
Hace tres años las ventas de Alpina estaban bien
paralizadas porque sus vehículos prácticamente
carecían de libre movilidad por las carreteras de
Colombia. No ha sido en vano el esfuerzo de nuestra Policía
y de nuestro Ejército. Aquí lo confirma Alpina,
cómo se ha recuperado, por ese sacrificio de ustedes,
señor coronel Vásquez, la libre locomoción
en el territorio de la Patria, que ayuda no solamente a que
los colombianos recuperen su libertad, sino al mayor dinamismo
de la economía.
Y me gusta mucho, al
hablar con el doctor Julián,
oír de él que a la circunstancia de trabajo
por la seguridad, se ha sumado también la concepción
en el manejo económico, especialmente en el tributario.
Porque si bien en este Gobierno hemos debido aumentar los
tributos por las circunstancias fiscales del país,
por el déficit, por la necesidad de financiar la Seguridad
Democrática y simultáneamente empezar la ampliación
de la inversión social, también hemos introducido
incentivos bien importantes.
Diría yo que, a guisa de resumen, de lo que ha sido
la política tributaria de este Gobierno, podríamos
afirmar: “Elevación de impuestos para quienes
no quieren crecer, incentivos eficientes para quienes quieren
crecer”.
Alpina, por ejemplo,
tenía programada la inversión
de estos 30 millones de dólares, pero a un paso más
lento, más dosificada en el tiempo, y la ha anticipado
por dos razones: por la confianza en la seguridad y por los
incentivos tributarios.
Qué bueno, porque cuando reviso las cifras de la
Dian encuentro que esa deducción de impuestos, esa
deducción de renta gravable que se definió en
la Reforma Tributaria aprobada por el Congreso en diciembre
de 2003, según la cual toda nueva inversión
generadora de renta es deducible en un 30%, le costó al
Gobierno este año alrededor de 850 – 900 mil
millones.
Pero qué utilidad la que ha generado para la Patria
en su conjunto. A pesar de esa deducción, el buen
comportamiento de la economía, la expansión
de la base tributaria, un manejo sin politiquería
en la Dian, el programa de ampliación de contribuyentes,
nos ha llevado a que después de haberle reconocido
a los contribuyentes deducciones que implicaron recaudos
que no se obtuvieron del orden de 850 mil millones, de todas
maneras el recaudo consolidado está creciendo al 14,5
por ciento. Esto prueba que las inversiones son sensibles
a los estímulos tributarios.
Cuando uno lee la literatura,
especialmente producida por el Banco Mundial, encuentra
a los economistas, científicos
de la tributación, muy divididos alrededor del tema.
Unos dicen que sí es importante este conjunto de incentivos
para que fluya la inversión y otros lo niegan. La
práctica colombiana está demostrando que esto
es muy importante.
Y quiero hacer una anotación: su tasa de retorno
para el Estado es muy alta. Mire: esto que se pudo hacer
en 10 años, se hizo en dos años. Sí,
el Estado le ha contribuido con una deducción tributaria. ¿Y
cuánto va a ser el retorno en empleo y cuánto
va a ser el retorno en aportes a la seguridad social, cuánto
va a ser el retorno en impuesto de renta, gracias a estas
nuevas inversiones que el Estado recaudará en los
próximos años?
Pero usted lo ha dicho,
doctor Julián: Alpina está en
su plena juventud y Colombia demanda hoy más y más
inversión. Nos tiene que ayudar. Tenemos unas metas
bien exigentes.
Cuando empezaba este
Gobierno, la empresa privada colombiana estaba participando
con su inversión más o
menos en un 8% del PIB. El año pasado terminamos en
con el 12. Y confiamos llegar rápidamente al 15.
Este país necesita que en no en muchos años
la empresa privada participe con el 25 por ciento de su inversión
en el total del PIB.
Hemos avanzado pero
apenas estamos despegando. El camino que queda por delante
es un camino arduo y hay que acelerarlo
para bien de este país, para derrotar el desempleo
y superar la pobreza.
Usted ha anunciado inversiones
adicionales por 60 millones de dólares. Déle la buena noticia al país
de que las va a hacer rapidito.
Hace poco el Congreso
de la República nos aprobó la
Ley de Estabilidad Normativa, que da mucha confianza. Ya
la reglamentamos. Exigía un documento Conpes y un
decreto reglamentario. El documento Conpes está aprobado,
el decreto reglamentario expedido.
Pero, como le expresaba
esta mañana a usted y al
viceministro Eduardo Muñoz, una ley de esta naturaleza
no gana credibilidad si no en el momento en que se aplique.
Vengo a lanzarle un
reto, doctor Julián y doctor
Eduardo, Viceministro. Que el pacto entre el Gobierno y Alpina
sea el primero. Que ponga en práctica la Ley de Estabilidad
Normativa para poder acelerar esos 60 millones de dólares
de inversión que tiene programada la compañía.
Estamos a 14 de septiembre.
Díganme cuándo
los espero para firmar el pacto. Cuando usted me mostraba
esas bodegas, yo ya no pensaba en esas bodegas si no en las
nuevas inversiones. Póngale una fecha. Treinta días.
Alicia, apunta: 14 de septiembre. 7:30 de la mañana
en la Presidencia y entonces el padrino es el doctor Mauricio
Rodríguez Múnera. Usted los puede reunir en
estos días en Portafolio, a ver en qué van.
Entonces nos encontramos con el doctor Rodríguez Múnera,
con la Junta de Alpina, con el doctor Julián, con
el ministro Botero, con el viceministro Eduardo, Dios mediante,
el 14 de octubre, a las 7:30 de la mañana en la Presidencia
para firmar el Pacto de Estabilidad.
Veo a estos niños
muy, muy felices. Pero con estos esfuerzos va a ser posible
que las nuevas generaciones de
colombianos puedan vivir plenamente felices en este suelo
amado de la Patria.
Muchas gracias a Alpina y
que sigan para adelante.