CONMEMORACIÓN DE LOS
90 AÑOS
DE LA CÁMARA DE COMERCIO DE BUCARAMANGA
Septiembre 29 de 2005 (Bucaramanga – Santander)
Compatriotas:
Siempre es grato venir
a esta tierra. Jamás borraré de
mi memoria aquellas primeras incursiones como candidato a
la Presidencia de la República, cuando en el Aeropuerto
de Palo Negro encontraba una gran pancarta que decía: ‘quien
pisa tierra santandereana es santandereano’, y con
afecto lo tomé a pecho y lo llevaré inserto
en mi corazón hasta el fin de mis días.
He tenido el privilegio
de visitar a menudo Santander, un día por un tema, al siguiente por un consejo comunitario,
al siguiente por la crisis hospitalaria, después por
un consultorio empresarial o para atender la tragedia de
las inundaciones o para mirar el plan de pavimentos.
Qué grato venir hoy a celebrar con ustedes los 90
años de esta fructífera labor de la Cámara
de Comercio de Bucaramanga, a imponer a esta meritoria organización,
en nombre del Gobierno Nacional, la Orden Industrial al Mérito,
y a participar con ustedes en el homenaje a estos tres distinguidos
hijos de la tierra santandereana: don Armando Puyana, el
doctor Alfonso Penagos y el doctor Carlos Ardila Lulle.
El relato minucioso
de Juan Camilo Montoya, el destacado director ejecutivo
de la Cámara, nos ha dado luces
sobre todas las realizaciones de estos primeros 90 años.
Quiero felicitar a sus
fundadores, recordarlos hoy, a aquellos que presidieron
la primera junta directiva el 20 de enero
de 1916, cuando la Cámara había sido creada
en 1915.
Quiero recordar a Antonio
Barrera, su primer presidente, a Antonio Castro, su primer
vicepresidente, a Víctor
Manuel Ogliastri, su segundo vicepresidente. A todos ellos,
a quienes la han dirigido y hecho grande a lo largo de estos
90 años, gratitud inmensa en nombre del pueblo colombiano.
Y congratulo a sus actuales directivos, a su junta directiva,
al doctor Rafael Ardila Duarte, su presidente, a Juan Camilo
Montoya, ejemplo de juventud preparada, de juventud con liderazgo,
de juventud al servicio de los intereses superiores de la
colectividad.
Hace poco más de dos semanas, en este mismo escenario,
los comerciantes, los pequeños y los medianos empresarios,
asistieron a un nuevo consultorio empresarial, realizado
con la dirección conjunta de la Cámara de Comercio
y del Ministerio de Desarrollo.
Asistí a un largo conversatorio de clausura, y allí vi
con qué objetividad y con qué rigor el doctor
Montoya Bozi hizo un recuento de aquellos puntos en los cuales
hemos avanzado y de los que están pendientes. Nos
comprometimos a regresar en dos meses para hacer una nueva
evaluación.
Qué bueno ver a la Cámara de Comercio en la
veeduría de las finanzas públicas, en la veeduría
preventiva de las grandes obras. Esa es una contribución
esencial para que la ciudadanía esté informada,
una contribución esencial para la transparencia, que
es un factor para que una democracia pueda constituirse en
una democracia generadora de confianza.
Y vengo hoy a acompañarlos en ese homenaje al liderazgo
y al carácter de don Armando Puyana, a la preparación,
a la creatividad industrial del doctor Alfonso Penagos, y
a ese impresionante liderazgo de creación de industria
del doctor Carlos Ardila Lulle.
Desde todas las regiones
de Colombia, desde mi comarca, allí al otro lado del Río Magdalena, admiramos
el empuje santandereano, el carácter santandereano,
el valor que vive el santandereano, la firmeza santandereana,
y hoy venimos a acompañarlos a ustedes a rendirle
un homenaje a la honradez, a la preparación, a la
creatividad y a la entrega al servicio de la comunidadde
estos tres sobresalientes santandereanos homenajeados por
la Cámara de Comercio.
Reitero ante ustedes,
mis compatriotas de Santander, el compromiso de trabajar
hasta el último día
de la administración por esta tierra. Con dificultades
por una nación que se endeudó mucho, con dificultades
por un fisco que alcanzó un déficit muy alto.
Mi Dios sabe cómo va haciendo las cosas: a unos les
da chequera grande y a otros muchas ganas de emprender iniciativas.
Qué tal que con todas las ganas que nos ha dado, nos
hubiera acompañado de una chequera grande.
Nos ha tocado trabajar
con muchas dificultades, pero con ganas y con energía y con la compañía
del pueblo ahí vamos remontando las dificultades.
Esta tierra siempre
ha ejercido un gran liderazgo colombiano en educación. Ha avanzado muchísimo en este
Gobierno. Hemos podido contribuir para que siga creciendo
la cobertura en educación básica. Vamos a terminar
con un 91 por ciento. Un buen avance, pero el país
se tiene que preparar para llegar al ciento por ciento de
cobertura, y el gran ejemplo lo tiene que dar Santander porque
ha sido líder en educación.
Hemos trabajado para
crecer en todo el país, y aquí especialmente,
la cobertura del Sena, su integración con las universidades,
y para ayudar a resolver problemas financieros como aquellos
que encontramos en la Universidad Industrial de Santander.
La Revolución Educativa es necesaria para que el
país mejore su productividad, para que el país
mejore su competitividad, para que los hijos de los pobres
no estén condenados a ser pobres, para que fluyan
los canales de ascenso social, que se construye en una premisa
sin la cual la democracia no halaga a las grandes mayorías
de los pueblos.
Invito a los santandereanos
a persistir por ese camino. Y da gusto ver que el área metropolitana de Bucaramanga
ya tiene un servicio universal de internet inalámbrico.
Producto de esa gran revolución de las comunicaciones
a la cual se refería el doctor Alfonso Penagos, que
viene liderando, para bien de toda la nación, una
santandereana sobresaliente, la doctora Marta Pinto de De
Hart. En presencia de sus coterráneos, quiero dar
el testimonio de mi gratitud, de mi admiración, por
lo que ha hecho, y de la ilusión por lo que hará a
favor de Colombia.
Se necesitaba ese coraje
santandereano para atreverse a reformar a Telecom. Se necesitaba
ese valor civil santandereano
para atreverse a reformar a Inravisión. Se necesita
esa transparencia santandereana para decirles a los colombianos,
con la sinceridad propia de esta tierra, que lo hecho en
Telecom no es suficiente, que hay que dar el paso de buscar
el aliado estratégico que capitalice la empresa, que
la dote con tecnología de última generación,
que le ayude a Colombia a salvaguardar ese patrimonio público,
a proveer a los compatriotas con servicios de última
tecnología y a garantizar las utilidades para que,
transferidas a Telecom en liquidación, los pensionados
de esta empresa puedan tener la garantía del pago
de sus pensiones, y también que el fisco pueda tener
la tranquilidad de que esas pensiones no se van a trasladar
al Ministerio de Hacienda.
Qué bueno, pues, que este país haya visto
en un corto período de tiempo que se ha pasado de
7 millones de teléfonos celulares a 15 millones a
principio de este año, y que podemos terminar 2005
con 22 millones de celulares, un aparatico por cada dos ciudadanos.
Y que esa revolución silenciosa, que tanto contribuirá al
empleo, la revolución de las comunicaciones, ha estado
dirigida por esta insigne ciudadana de Santander.
Las reformas son difíciles. En las sociedades democráticas
se les cuestiona, en un medio de absolutas libertades se
critica, pero cuando hay buena fe todos los obstáculos
se van vadeando y finalmente se producen los resultados para
bien de la Nación.
Vengo hoy a comprometerme
para que Santander rápidamente
llegue a la plena cobertura en el régimen subsidiado
de salud. El año pasado completamos, en lo que corrido
del Gobierno, una ampliación de 326 mil cupos en este
departamento. En Colombia encontramos 10 millones de ciudadanos
en el régimen subsidiado de salud. Hoy hay 15. Terminaremos
el año con 18 millones. Incorporáremos otros
100 mil santandereanos pobres al seguro de salud, pero no
estamos conformes.
Nos encontramos poniendo
las bases para que rápidamente
el país, en nombre de la cohesión social que
se requiere para hacer el tránsito de la Seguridad
Democrática a la paz estable, a la reconciliación
definitiva, pueda decir ante los oídos del mundo que
ha logrado plena cobertura en educación y plena cobertura
en salud para los sectores más pobres de la población.
Tenemos que llegar a
26 millones. Suponemos que de ellos, que son los más pobres de Colombia, 4 millones están
en el régimen contributivo. Entonces, después
de diciembre, cuando completaremos 18 millones, nos queda
la tarea de un salto de 4 millones para poder decir: Colombia
lo logró, como parte de las metas sociales del Milenio.
Y vengo a comprometerme
en Santander para seguir creciendo los programas de Bienestar
Familiar, en favor de los niñitos
y de los ancianos. Cuando este Gobierno empezó, Bienestar
Familiar tenía 6 millones 100 mil usuarios. Terminaremos
este año con 10 millones.
Dentro de pocos días, le diremos al país que
hemos cumplido la meta de vincular a desayunos un millón
de niñitos menores de cinco años. Dentro de
pocos días, 590 mil ancianos de la Patria. Habremos
completado esa cifra de ancianos pobres atendidos por el
Gobierno: 190 mil recibiendo un subsidio financiero y 400
mil recibiendo una comida diaria. Es un gran esfuerzo, pero
insuficiente. La Patria tiene alrededor de 700 – 800
mil ancianos pobres.
Y vengo a comprometerme
en Santander con el Programa Familias en Acción, que ya alcanza en el departamento a beneficiar
a 73 mil 800 personas. En Colombia terminaremos el año
con 500 mil familias protegidas por este subsidio para garantizar
la educación de sus hijitos y su nutrición,
pero es insuficiente. El país se tiene que preparar
para llegar a un millón de familias subsidiadas para
la nutrición y la educación de sus hijitos,
a fin de que Colombia pueda decir: estamos dando pasos importantes
para construir una sociedad justa.
Y vengo a reiterar en
esta tierra mi compromiso con sus obras de infraestructura.
Es grato decir que en el Plan 2500,
cuyos contratos están adjudicados en la totalidad,
Santander es el departamento con mayor participación.
Pero no estamos satisfechos.
Hace pocos días, en el Consejo Comunitario de El
Socorro, reclamaban la pavimentación de más
vías. Estamos ya trabajando un nuevo plan de pavimentos
para entregarlo a la próxima administración
debidamente planificado, para que pueda avanzarse en la integración
definitiva de todos los municipios de este departamento y
de los diferentes departamentos de la Patria, a través
de buenas carreteras.
Porque comprendo que
cuando hemos hecho ese gran esfuerzo, todavía quedan muchas aspiraciones sin colmar. Me
lo decían sus coterráneos en Málaga: ‘Presidente,
está bien pavimentar otros 25 kilómetros en
la carretera de Los Curos a Málaga, pero son 125.
Apenas quedará un pequeño tramos pavimentado’.
Por eso hay que trabajar
de día y de noche, con afecto
por Colombia, con total honradez, para que se vea un ritmo
más acelerado en el avance de estas obras.
Vengo a reiterar mi
compromiso con el sistema de transporte masivo de Bucaramanga
y de su área metropolitana.
Lo sentimos en el alma. Me han dicho que es temprano adelantarlo
en esta ciudad porque es una ciudad muy cómoda en
vías, pero creo que es el momento oportuno.
La ciudades, para dotar
a su pueblo de calidad de vida, no pueden permitir que
atardezca. Hay que hacerlo tempranito.
Bucaramanga está en un momento ideal para sumarle
a su muy cómoda infraestructura el sistema de transporte
masivo, que le ahorrará a los sectores populares costos,
tiempos de desplazamiento, les dará oportunidad de
gozar más con la familia, de atender más al
estudio y de dedicar más tiempo a la recreación.
Abierta ya, en la primera
etapa, la licitación inicial,
esperamos que se llegue a un acuerdo sobre las normas contractuales
con el Banco Mundial, y confiamos que allí también
va a estar la Cámara de Comercio, pendiente, ejerciendo
una veeduría que garantice total transparencia.
Y reitero mi compromiso
para que en los pliegos de condiciones, a fin de seleccionar
el operador, se garantice que este sistema
no va a desplazar el transporte local, sino que el transporte
local va a ser el principal participante en la operación
del sistema. Eso es necesario para que toda la ciudadanía
tenga confianza en el sistema.
Llamaría a la Alcaldía
de Floridablanca y a su honorable Concejo para que tomen
las decisiones pertinentes,
a fin de que no se queden por fuera.
Tuvimos dificultades
con Girón, pero se superaron.
Esta semana se firmó el acuerdo, con la concesión
de Los Comuneros, para construir el tercer carril en la vía
de Bucaramanga a Piedecuesta, lo que habrá de facilitar
mucho la construcción del sistema de transporte masivo.
Y esta semana también abrimos la primera parte de
la licitación para la concesión vial de la
Cempal, que va a tener unos aportes en comodidad urbana bien
interesantes, el primero de los cuales la doble calzada de
Bucaramanga a Lebrija.
Pero no estamos contentos.
Hay que pensar cómo vamos
a financiar definitivamente la carretera de La Gómez
al Río Magdalena, porque los recursos de esa concesión
serán suficientes para la comodidad urbana, pero insuficientes
para poder destinar algunas partidas a la vía de La
Gómez. Tenemos que buscar, con muchísimo cuidado,
cómo la vamos a financiar.
Y vengo a Bucaramanga
a reiterar mi compromiso con grandes obras. Yo, que vengo
de una tierra pionera en hidroeléctricas,
sé cuánto representa para los santandereanos
el proyecto hidroeléctrico del Río Sogamoso.
No es fácil emprenderlo con recursos del Estado, dado
el costo y dada la situación fiscal de la Nación,
pero reitero todo nuestro compromiso.
La semana pasada, cuando
celebrábamos los primeros
10 años de Isagen, instalamos un grupo encabezado
por el Ministro de Minas, para que todos los generadores
de energía busquen asociarse, a fin de poder desarrollar
dos proyectos hidroeléctricos estratégicos
para Colombia: Sogamoso en Santander y Pescadero en Antioquia.
Dedicaré energías, sin promesas, hasta el último
día de gobierno para poner las bases, a fin de que
se pueda construir este sueño de los santandereanos
que tanto le va a aportar a Colombia, en un momento en el
cual la falta de energéticos se puede constituir en
un factor de una nueva crisis mundial.
Con petróleo a 70 dólares, con países
que tienen declinación en la producción de
petróleo como Colombia, con otros países que
no producen petróleo ni combustibles alternativos,
el mundo puede ver una crisis que paralice su economía.
El mundo puede ver que muchos países que se habían
comprometido con dedicar ingentes recursos a cumplir las
metas del Milenio, tendrán que desviar esos recursos
a comprar la ganancia energética en perjuicio de la
reivindicación de los pobres.
Hay que llamar la atención sobre esto que se observa
en el devenir de la economía mundial, para que los
técnicos pongan mayor entusiasmo a proyectos hidroeléctricos,
como el proyecto de Sogamoso.
Y vengo a Santander
a renovar mi compromiso con su sector agropecuario. Veo
con mucha ilusión que este departamento
pueda ser pionero en la producción de biocombustibles,
en la producción de biodiesel a partir de palma africana.
Miro con preocupación que no hemos podido despegar
el proyecto para alcohol carburante de la Hoya del Río
Suárez. Entre este septiembre y el próximo
mes de enero, empezarán cinco fábricas a producir
alcohol carburante: una en el Cauca, otra en Risaralda y
tres en el departamento del Valle.
Seguiremos buscando
alternativas para que se instale la siguiente planta en
la Hoya del Río Suárez,
a fin de reivindicar el minifundismo panelero de Santander
y de Boyacá, a fin de producir ese carburante tan
necesario, para que nos ayude a mitigar la crisis del petróleo
y para entrar a cumplir una función ambiental requerida.
Tenemos las aspiraciones
de ustedes, más que en la
mente en el alma. Quisiéramos haberlas realizado todas,
pero las circunstancias son difíciles. Cuenten que
trabajando hombro a hombro con ustedes, ahí las iremos
resolviendo. Aspiro que cada vez que pueda visitar esta tierra
se pueda resolver un problemita.
Del aeropuerto acá me decía el Gobernador
encargado que faltan unas firmas todavía para que
en el Ministerio de Protección Social se autorice
la reestructuración de varios hospitales municipales,
a fin de hacer con ellos la misma reestructuración
que hicimos con el González Valencia.
Voy a estar pendiente
para que ese problema les quede resuelto rápidamente. Porque me he sentido muy vanidoso de
Santander y en todas partes del país he dicho que
el ejemplo de transformación del antiguo Ramón
González Valencia en el nuevo Hospital Universitario,
hay que seguirlo. Hace parte de los 111 hospitales públicos
reestructurados por este Gobierno, a partir de la idea que
la salud pública no se puede privatizar pero que tampoco
puede dejarse que el desgreño la anule.
El nuevo Hospital Universitario
es una gran creación
y en las manos de ustedes está el reto de mostrarlo
ante el mundo como el hospital público más
eficiente de Colombia y del universo democrático.
Y queremos apoyar para que se siga haciendo lo propio en
los otros hospitales públicos del departamento.
Yo no participo de la
idea de privatizarlo todo. Yo creo en un Estado con gran
participación de la comunidad,
como lo hemos hecho con tantas reuniones comunitarias en
Santander, con tanto apoyo de la Cámara de Comercio.
Creo sí que el Estado, sus hospitales, tienen que
servir no a la politiquería, no al clientelismo, no
a la corrupción, sino a los intereses superiores de
la comunidad. Eso es lo que jalona, eso es el hilo conductor
de nuestra reforma del Estado.
El doctor Juan Lozano
me ha confirmado que ya se ha agotado todo el proceso que
permitirá abrir rápidamente
a Coopcentral, un ente cooperativo tan sentido en esta tierra.
Aspiro a venir, dentro de pocos días, visitar las
instalaciones de Coopcentral, encontrarme allí con
sus funcionarios y con algunos de sus afiliados y poder mirar
tranquilos y decir: la entidad va para adelante, tengan plena
confianza en ella, porque no podemos quedar mal a la tradición
cooperativa de Santander.
Y los invito para que
ustedes jalonen el proceso de que el sector cooperativo,
como lo convinimos el pasado viernes
en Cartagena, adquiera Megabanco, que está saneado,
en muy buenas condiciones, y el Gobierno está dispuesto
a lograr ese acuerdo con el sector cooperativo, para que
allí los sectores populares, los pequeños empresarios,
los medianos empresarios, tengan una alternativa de acceso
democrático al crédito.
¡Qué bueno que pudiéramos firmar en
esta capital cooperativa de Colombia la venta al sector cooperativo
de Megabanco para tener en él un nuevo instrumento
de crédito popular!
Soy conciente de las
preocupaciones de ustedes por su pequeña
empresa. En buena parte iluminados por argumentos de pequeños
empresarios santandereanos, nos hemos visto obligados a aplicar
salvaguardias a confecciones chinas y a sus zapatos, no por
razones políticas, queremos las mejores relaciones
con China, pero sí por razones sociales y económicas.
Lo he dicho en todos
los foros, que antes que seguir asistiendo a la quiebra
de la pequeña empresa del calzado, que
antes que asistir al fantasma perturbador de que se cierren
pequeñas factorías de confecciones que alimentan
el mercado nacional, hay que imponer salvaguardias, enfrentar
el contrabando, elevar los precios aduaneros de referencia
y hacer lo que esté al alcance de los instrumentos
del Estado para salvar el empleo.
Sé que ustedes tienen preocupaciones sobre el TLC,
que no lo queremos firmar por razones ideológicas
sino por necesidades de acceso al mercado.
Cuando un país es gran productor de petróleo
o de acero, no necesita acuerdos de mercado para que le compren
el petróleo que se lo arrebatan. Pero cuando un país
tiene que competir con la agricultura, la manufactura, la
pequeña empresa, la confección, los textiles,
los zapatos, ese país tiene que lograr acuerdos de
comercio para ganar acceso a los mercados.
Tengan la seguridad
de que una primera prioridad en el TLC es proteger la industria
avícola, que tiene su epicentro
más importante en esta tierra santandereana.
Yo miro con ansias de
niño velón a Santander
desde la ventanilla de cualquier avión o de cualquier
helicóptero. Me fijo con cuidado cuando se cruza de
Moniquirá a Barbosa. Mira uno esa bella topografía
que lo va conduciendo al Socorro, después a San Gil,
el nuevo conjunto entre el río Fonce y el río
que viene de Boyacá, el que nos forma ese bellísimo
Cañón del Chicamocha. Después la Mesa
de los Santos y los valles que van formando Piedecuesta,
Florida, Bucaramanga, la abrupta cordillera más abrupta
en el norte y las sabanas fértiles e importantísimas
del Valle del Magdalena.
Miramos con mucha atención todo eso y no se nos escapan
otras aspiraciones como la carretera del Carare. Prácticamente
faltando uno o dos kilómetros ya está pavimentado
el tramo que llega hasta Vélez. Está adjudicado
en el Plan 2500 el tramo Cimitarra-Troncal del Río
Magdalena, e incluiremos en el plan que le entregaremos a
la próxima administración el tramo entre Landázuri
y Cimitarra, que es una necesidad de Santander y de la Patria.
Y tengan ustedes la
certeza que no ahorramos un minuto para derrotar el terrorismo.
Esta tierra estuvo muy golpeada por
el secuestro y el terrorismo. La queremos libre de bandidos,
como queremos a toda Colombia, una Colombia sin terrorismo,
una Colombia sin guerrilla, una Colombia sin paramilitares,
una Colombia sin drogas ilícitas, una Colombia que
honre la democracia, que honre las libertades y reivindique
a los pobres.
Déjenme decir en palabras simples, como lo enseñan
en esta comarca, la derrota del terrorismo a las buenas o
a las malas, pero es irrenunciable para que las nuevas generaciones
de colombianos puedan vivir tranquilos y felices.
Cadavez que tenemos
un revés, llamó a los
Generales de la República, a los comandantes de la
región o a los nacionales a estimularlos, a apoyarlos,
a corregir procedimientos operativos, a decirles: una Colombia,
un Santander sin asesinatos, sin secuestros, para que la
gente pueda trabajar tranquilamente. A decirles: recuerden
el himno de Santander, apliquémoslo al noble propósito
de la seguridad.
¡Santandereanos,
siempre adelante!
¡Santandereanos, ni un paso atrás!
Me lo leo para que Dios
no me deje aflojar en ese propósito.
Y repito con ustedes, con emoción profunda, con ejemplo
santandereano y con sentimiento de la Patria entera:
¡Con el coraje
por estandarte y por escudo la libertad!
¡Santandereano,
siempre adelante!
¡Santandereanos, ni un paso atrás!
Felicitaciones por esta
efemérides.