ENTREGA DE LA ORDEN DE SAN CARLOS EN EL GRADO
DE GRAN COLLAR A RICARDO LAGOS, PRESIDENTE DE CHILE
Septiembre 02 de 2005 (Bogotá – Cundinamarca)
Señor presidente Lagos
Nos sentimos los colombianos muy honrados
con su visita, por lo que representan las históricas
relaciones de nuestros pueblos, su Gobierno y su persona.
Bolívar y O’Higgins cumplieron la tarea complementaria
de liberar a nuestras patrias y no tuvieron territorios de
colusión porque cada uno entendió que el otro
cumplía bien su deber.
Los colombianos hemos admirado profundamente
la cultura política
de Chile, su tradición democrática.
Quienes nos aproximábamos a las Escuelas de Derecho,
Jurisprudencia y Ciencias Políticas antes de la Dictadura,
siempre escuchábamos de nuestros profesores proponer
el ejemplo chileno como el gran ejemplo de cultura política
, institucional y democrática de la región.
Lo hemos visto después que dejaron atrás la
Dictadura. De nuevo ha brillado Chile por su recuperación
democrática. De nuevo ha brillado Chile por su institucionalidad.
Las relaciones entre nuestros dos pueblos
son profundas, solidarias, dinámicas. Usted repetía esta mañana
las cifras del crecimiento de nuestro comercio, la mutua
confianza
inversionista de chilenos que invierten en Colombia, de colombianos
que invierten en Chile.
Confiamos que al suscribir en los próximos días
el acuerdo que desmonte la doble tributación, estos
inversionistas van a aumentar sus inversiones allá y
acá.
Y confiamos que al profundizar el Acuerdo
Complementario de Comercio con temas como compras oficiales,
servicios, combustibles
biológicos, con el capítulo de protección
a inversiones que se sumará a la reciente ley expedida
por Colombia que faculta al Ejecutivo para suscribir pactos
de estabilidad con los inversionistas, todo ello contribuya
a profundizar nuestras relaciones.
Usted, presidente Lagos, ha sido un
vocero de Colombia en muchos foros. El Gobierno que presido
tiene que agradecer en
nombre de todos los colombianos cómo su autoridad moral,
el reconocimiento que el mundo democrático le confiere
a usted por sus valores éticos, ha coadyuvado para legitimar
ante la faz del mundo nuestra política de Seguridad
Democrática.
En tantas críticas de Europa,
su voz ha sido de gran importancia para que entiendan los
flagelos de Colombia y los
compromisos de este Gobierno.
Lo mismo en los Estados Unidos, que
en la región.
Esta mañana usted, por pura generosidad, asumía
nuevamente el compromiso de llevar la vocería de Colombia
ante el Parlamento Europeo, de convencer a los europeos cómo
hay que ayudar más en el proceso de Colombia para superar
el terrorismo.
Y asumía también de manera generosa el compromiso
de ser nuestro más autorizado vocero para presentar
en la Cumbre de los Países del Pacífico la solicitud
para que esta Nación, con algo más de 1.300 kilómetros
de costas sobre el Pacífico, sea aceptada en la próxima
conferencia como integrante de los Países de la Cuenca
del Pacífico.
Presidente Lagos: la única manera que tenemos para
reciprocar su confianza es con nuestro compromiso democrático.
Nuestra Seguridad es Democrática para distinguirla
de fenómenos históricos que recorrieron el continente,
que maltrataron países como el suyo en nombre de la
doctrina de la seguridad nacional y que utilizaron la política
de seguridad para cercenar las libertades públicas,
afectar el pluralismo, perseguir al disidente.
La nuestra, nuestra seguridad, es democrática porque
es para todo lo contrario: para profundizar la democracia,
para fortalecer el pluralismo, para que bajo el cielo de Colombia
florezcan todas las flores de la ideología, del pensamiento
político y social con una sola condición: respetar
la democracia, respetar el derecho del prójimo.
Ese es nuestro compromiso. Síganos defendiendo, síganos
apoyando, que Colombia no le va a quedar mal en ese compromiso.
Déjenme expresar, al imponer a usted la Orden de San
Carlos, que ya mi país le había impuesto la Orden
de Boyacá, toda la admiración por su recorrido
político.
Tuve oportunidad de conocerlo en Santiago cuando era Ministro
de Obras, y con Felipe González le expresaban al mundo
socialista con criterio pragmático cómo tenía
que aprovechar la inversión privada para reivindicar
a los sectores más pobres.
Su recorrido político ha sido un recorrido de un gran
balance entre la doctrina y la práctica, de un gran
balance entre la capacidad de postular y de teorizar y la capacidad
de ejecutar.
Ha sido un recorrido político consistente. Su pensamiento
se ha expresado de la misma manera, cualquiera sea el auditorio
que lo escuche. Y ha sido congruente. Su espíritu democrático
se ha expresado lo mismo. Cuando ha tenido que hacer sentir
su voz en la oposición, en la tarea política
o en el ejercicio del Ejecutivo.
Bienvenido, presidente Lagos. Bienvenidos
todos los representantes de las diferentes instituciones
del Estado Chileno que nos
visitan en Colombia. En esta Nación profesamos por Chile
afecto, admiración.
El año pasado celebramos con
ustedes ese centenario del nacimiento de Neruda.
El ex presidente Belisario Betancur presidió en Colombia
nuestro Comité, con la señora Ministra de la
Cultura. Los colombianos en las escuelas, en las tertulias
culturales, en todas partes, leyeron a Neruda, lo recitaron,
lo interpretaron.
Cómo se tiene aquí tanta devoción por
esos valores de su Patria. Aquí, en todas las edades,
repetimos con afecto los versos de Neruda, aquellos de Gabriela
Mistral. Y las Escuelas de Derecho nos enseñaron, con
inmenso cuidado, los aportes chilenos al Derecho Civil y al
Derecho Administrativo.
Con la señora Ministra de Educación, ha habido
un gran desarrollo con Chile para integrarnos en el portal
educativo, que permite a través de internet compartir
y alimentarnos mutuamente las experiencias que vamos ganando
en la Revolución Educativa.
Queríamos que Chile fuera el invitado de honor a la
Feria del libro versión 2006. Ustedes han definido que
sea en la versión 2007. Será inmensamente grato
para el pueblo colombiano que el actor principal en esa Feria
del Libro sea la hermana Patria austral, la hermana Patria
de la cultura de nuestra región.
Con usted, con su manera de ver el mundo y su democracia,
tenemos coincidencias alrededor de los atributos de que debe
hacer gala una democracia moderna, incluyente, solidaria.
El respeto por la seguridad con alcance
democrático,
seguridad para todos los ciudadanos, el compromiso con esa
seguridad, el respeto a las libertades públicas, el
trabajo por la cohesión social como factor para legitimar
las políticas de seguridad para que nuestros pueblos
se sientan unidos como naciones para poder garantizar la convivencia,
la transparencia y el respeto a esa formación fundamental
del Estado, a partir de instituciones de colaboración
armónica, pero del respeto de cada una de ellas por
la independencia de las otras.
Pero en usted, señor Presidente, además, hay
toda la identidad del combatiente político. No en vano
ha sido un actor fundamental de su Patria, en todos los momentos,
con las mismas ideas, a diario refrescadas por su sensibilidad
dialéctica.
Hace pocos días, cuando elegíamos al Secretario
de la Organización de Estados Americanos, aprendimos
mucho de usted, de su garra, de su afecto por los votos, de
su coraje de combatiente de la democracia.
Déjeme confesarle, presidente Lagos, que le dije a
la señora Canciller: he aprendido mucho del presidente
Lagos, voy a ver si soy capaz de aplicarlo en el caso del Banco
Interamericano de Desarrollo.
Por Chile, por Colombia, por usted,
por doña Luisa,
por esta muy distinguida representación del Estado democrático
de nuestra hermana Patria astral, permítame, presidente
Lagos y distinguidos chilenos y colombianos que nos acompañan
este mediodía, invitarlos a levantar esta copa en un
brindis por nuestros pueblos.
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