PREMIO COMPARTIR AL MAESTRO
Septiembre 27 de 2005 (Bogotá – Cundinamarca)
Compatriotas:
Apreciados maestros de mi Patria: ¡Qué acto
tan emocionante éste! Ahora pensaba que, gracias a
Dios y al pueblo colombiano, he tenido el privilegio de trabajar
estos 38 meses en la Presidencia de la República,
y si hay algún acto que me haya conmovido profundamente,
es este acto.
Aquí vine con la señora Ministra (de Educación,
Cecilia María Vélez) en el año 2002,
en el año 2003, en el año 2004 y en este año
2005, por cuarta vez consecutiva asistimos a él.
Muchas gracias, doctor Pedro Gómez, muchas gracias
a usted, a la Fundación Compartir, por enseñarnos
a querer y a valorar a los maestros de nuestra Patria, por
hacernos ver lo que ellos a diario descubren para bien de
Colombia.
Muchas gracias, apreciados maestros, por ese esfuerzo de
ustedes, lleno de carencias, pero lleno de amor.
Cuando veía esa labor tan bella que nos iba presentando
en el caso de cada uno de ustedes María Lucía
(Fernández, Maestra de Ceremonias) me parecía
ver allí unas constantes: dedicación, disciplina,
transparencia, imaginación, amor.
Yo tenía aquí unas palabras sobre la Revolución
Educativa, pero las voy a omitir.
Nosotros hemos querido que para que
esta Patria construya equidad, necesita trabajar lo que
llamamos las Siete Herramientas
de Equidad: la primera de ellas la Revolución Educativa.
Sin la Revolución Educativa es imposible que cada
ciudadano se sienta partícipe del todo colectivo que
es la Nación.
Sin la Revolución Educativa es imposible que aumente
la competitividad de la Nación, su productividad,
el empleo, el ingreso, el mejoramiento en la distribución.
Sin la Revolución Educativa es imposible que se dé un
fenómeno necesario en la democracia: la movilidad
social, bastante estancada en nuestro pueblo, que la necesitamos
para que los hijos de los pobres no estén condenados
a ser pobres.
La Revolución Educativa es
fundamental en la democracia y ustedes, profesores, son
el actor principal.
Esta noche escuchamos al doctor Pedro
Gómez, en su
magnífica intervención, refiriéndose
al esfuerzo para impulsar las competencias matemáticas.
También hemos conocido algunos casos en los cuales
se impulsan las competencias científicas.
Y quiero pedirle a la ministra de
Educación, la doctora
Cecilia María Vélez, que nos explique en unas
palabras cómo es aquello de impulsar las competencias
ciudadanas.
Yo por la única reelección que quiero luchar
es por la reelección de la Ministra, porque si algo
necesita esta Patria es un esfuerzo como el que ella viene
haciendo para que la Revolución Educativa sea una
realidad.
A ella, a su equipo, quiero rendirles
un homenaje, porque además me admira cómo –dentro del orden
y la disciplina, porque es muy templada– ha logrado
construir una gran armonía con los maestros de mi
Patria.
Ministra, ven y explica aquí cómo
es ese tema de las competencias ciudadanas.
Cecilia María Vélez, ministra de Educación: Sí, a ver, vimos cómo estos maestros nos están
desarrollando las competencias comunicativas. En todos estos
proyectos de arte son importantes las competencias comunicativas.
Vimos que están desarrollando competencias matemáticas,
vimos que están desarrollando competencias científicas,
y vimos que están desarrollando competencias ciudadanas.
En nuestra propuesta,
adicional a las tres competencias que se están evaluando adicionalmente en todos los
países del mundo, que nos ponen efectivamente frente
a los estándares que debemos conseguir para desarrollarnos
en el Siglo XXI, nosotros quisimos llamar la atención
de los maestros sobre las competencias ciudadanas.
Este es un país que debe salir del conflicto, que
en esa salida del conflicto debe poner la diferencia, y por
eso es tan importante este sector educativo, que está desarrollando
competencias ciudadanas, que nos está ayudando a que
vivamos en paz, a que respetemos al otro, a que sepamos trabajar
en grupo, a que tengamos raciocinio, a que desarrollemos
el pensamiento moral.
En todas estas experiencias,
de alguna forma, estamos contribuyendo a las competencias
ciudadanas,
y en algunas específicas,
como la que nos hablaba una de las maestras, de desarrollar
esa capacidad de los niños de conocer el Estado, de
conocer la forma como se hace la democracia, pues se apuntalan
todavía más.
De manera que creo que
todas estas experiencias de los maestros nos están
ayudando a desarrollar competencias ciudadanas.
En la encuesta que publicaron
los medios el lunes resultó como
que todo el país está sintiendo mucha confianza
en sus instituciones educativas. La educación y las
instituciones educativas puntearon de primeras en la confianza
de los colombianos.
Creo que esto nos da mucha
seguridad para un posconflicto. Realmente que su sistema
educativo
esté fortalecido
nos da la garantía, Presidente, de que vamos a vivir
en paz.
Presidente de
la República: El domingo tuvimos una
bellísima experiencia: un consejo comunitario con
las comunidades indígenas de la Patria. Yo pensé mucho,
al amanecer del domingo, cómo referir unas palabritas
introductorias desde el corazón, que ayudaran en aquello
de las competencias ciudadanas.
Y les dije: miren, la gran amenaza de esta Patria no es
la diversidad sino el mal manejo de la diversidad. La diversidad
es la gran posibilidad de esta Patria.
Pero esa diversidad que se da en
un mundo donde los actores diversos se interrelacionan
más cada día, hay
que entenderla bien, porque si se le maneja bien, produce
mucho en favor de la Nación. Si se le maneja mal hace
mucho daño.
Para manejar bien esa diversidad
hay que entender que la contradicción se da todos los días, y que el
dilema no es entre que exista o no exista contradicción.
El dilema se da entre la posibilidad del buen manejo de la
contradicción o el mal manejo de la contradicción.
Si la manejamos bien, convertimos
la diversidad en ventaja. La diversidad nos ayuda a que
el país salga adelante.
Si la manejamos mal, entonces lo que hacemos es fracturar
la Nación, estancarla, empobrecerla más, estimular
más violencia, etcétera.
Y para manejar bien esa diversidad
es fundamental el respeto a la diferencia, el respeto a
la sinceridad y el respeto
a la decencia. Hay que combinar en esa interrelación
permanente, en ese manejo permanente de la contradicción,
la sinceridad y el respeto.
Necesitamos una Nación en permanente debate, en permanente
discusión, pero un debate sin antagonismo, solidario,
para que sea creativo, para que aporte. Una Nación
sin exclusiones, pero sin odios. Una Nación democrática,
en ebullición, creativa. Una Nación solidaria.
Y es necesario allí aportarle a ese debate democrático,
con toda la sinceridad pero con todo el respeto.
Combinar la sinceridad con el respeto
obliga a separar los problemas de los seres humanos, para
tratar con toda dureza
el problema en búsqueda de solución y con todo
respeto a los seres humanos.
De ahí la importancia de que en el debate se tengan
en cuenta esos dos elementos: una gran sinceridad, una total
sinceridad frente al problema en la búsqueda de las
soluciones, pero un gran respeto por las personas. Es lo
que llamaría el respeto a la sinceridad y el respeto
a la decencia.
Y ustedes dan ejemplo de eso, queridos
profesores. Cuando ustedes nos demuestran como trabajan,
con dedicación,
con esa gran disciplina, con transparencia, con imaginación,
también nos están dando prueba de que un trabajo
tan difícil para realizarlo con esa transparencia,
con esa entrega, con esa disciplina y con esa imaginación,
necesita realizarlo con amor.
Lo más importante del ejemplo que ustedes nos dan
es el amor con que realizan su tarea en favor de un propósito:
que las nuevas generaciones de colombianos puedan vivir felices
en esta Patria.
Profesores, muchas felicitaciones. Los colombianos nos sentimos
muy orgullosos y podemos estar muy esperanzados del futuro
cercano de la Patria, gracias a la labor de ustedes.
Doctor Pedro, apreciados compatriotas
de Compartir, muchas gracias, al jurado calificador, al
doctor Mauricio Rodríguez
Múnera, a la doctora Juanita Díaz Tafur, viceministra
de Educación, a la doctora Luisa y sus compañeros,
muchas gracias por esta gran tarea.
Felicitaciones, sigan enseñándonos
a amar a Colombia. Muy bien, profesores.