LANZAMIENTO DEL NUEVO MODELO RENAULT
Septiembre 07 de 2005 (Medellín – Antioquia)
Compatriotas:
Quiero felicitar de corazón a Sofasa por este gran
esfuerzo. Como generosamente recordaba el doctor Luis Fernando,
hace casi cuatro años tuve la oportunidad de visitar
la planta, de hablar con sus directivos, de intercambiar
ideas sobre Colombia, la visión que teníamos
del país, nuestras preocupaciones, nuestros sueños.
Y hoy, casi cuatro años después,
es muy placentero regresar a Sofasa a ser testigo de
este feliz
acontecimiento.
Ustedes le han cumplido a Colombia.
La inversión
de ustedes en Colombia nos llena de orgullo, porque es
una muestra de confianza en nuestro país, en su
gerencia, en sus trabajadores, en su ciudadanía,
en su presente y en su futuro.
Cuánto me alegra ver estas oportunidades de empleo
profesional, de empleo con tanto agregado tecnológico,
de empleo bien remunerado, de empleo con seguridad social
para mis coterráneos.
Esa cifra nos reconcilia a los
colombianos. Hace tres años y medio, aquí en
esta misma planta trabajaba un grupo superior levemente
a 800 trabajadores. Hoy el
grupo de los vinculados directamente a la empresa supera
los 1.200.
¡Qué bueno! Todos estos esfuerzos para que
se traduzcan en empleo de calidad, en empleo bien remunerado,
en empleo estable, en empleo con afiliación a la
seguridad social, en empleo que haga feliz al individuo
y feliz a la familia del trabajador, en empleo para nuestros
coterráneos, es lo que requiere esta Patria.
Venimos de unos años difíciles. No estamos
en los gloriosos pero con trabajo, con fe en Colombia,
con buena fe, con perseverancia, el país tendrá que
salir adelante.
En pocos años Colombia vio que el desempleo saltó del
7,5 a casi el 20 por ciento. Está muy alto, en el
11,6. Pero recuerdo al ministro Juan Luis Londoño
(que en paz descanse) decirme al principio del Gobierno: ‘Presidente,
prepárese que parar esta fuerza inercial del desempleo
es casi imposible, prepárese para tasas de desempleo
del 25 por ciento’.
Confío, con los bríos que advertimos esta
tarde en Sofasa, que el país rápidamente
va llegar a un desempleo del 10 por ciento, para seguir
bajándolo con más optimismo hasta que definitivamente
Colombia haya superado este flagelo tan grave y que empobrece
tanto a nuestras familias.
Reitero ante ustedes, apreciados
coterráneos, integrantes
de la familia Sofasa, y ante sus muy distinguidos directivos,
todo el empeño y la voluntad de Gobierno de crear
condiciones para que se genere empleo, empleo de buena
calidad en nuestra Patria.
Celebro estos esfuerzos y los destaco
dentro de lo que es la evolución de la industria automotriz en Colombia.
En el año en que empezó este Gobierno en
el 2002, el país estaba vendiendo entre importados
y ensamblados 65 mil vehículos. Este año
llegaremos casi a 140 mil.
Hemos más que duplicado en tres años de
Gobierno las cifras de los vehículos nuevos adquiridos
por los colombianos. Eso demuestra la pujanza de nuestro
país.
Usted generosamente, doctor Luis
Fernando, ha referido a la política de Seguridad Democrática y
a los estímulos fiscales.
Los soldados y Policía de la Patria, encabezados
esta tarde en esta reunión por el Ministro de la
Defensa, los altos comandantes del Ejército, de
la Armada, de la Fuerza Aérea, de la Policía,
han hecho un gran sacrificio.
Mientras un policía, a la orilla del Cauca o del
Magdalena, a las 12 del día, soportando un sol calcinante,
protege las carreteras de la Patria, los trabajadores de
Sofasa pueden ensamblar vehículos, encontrar empleo
y las familias colombianas pueden transitar más
tranquilamente con menos riesgos por esas carreteras y
la economía tener mayor fluidez.
Ese es un esfuerzo de nuestros
soldados, de nuestros policías
y el acompañamiento de nuestro pueblo.
Seguramente en algún momento de la vida me preguntarán
los comunicadores por escenas alegres que hayan tocado
el corazón positivamente en este ejercicio presidencial
que tan generosamente me ha permitido el pueblo colombiano.
Entre las escenas diré, trataré de escribir
el encuentro en las carreteras entre los colombianos, lo
soldados, los policías. Una familia desplazándose
en un bus, en un Renault, los niñitos agitando la
bandera de Colombia por la ventanilla, vivando y saludando
los soldados de la Patria, un país que al reencontrar
la eficacia de sus libertades empieza a reencontrarse con
el camino del progreso y de la justicia social.
Vamos a seguir en esa tarea de
Seguridad Democrática.
Esta tarde el Gobierno Nacional
ha producido un decreto para que Francisco Galán salga de la cárcel
de Itagüí a hacer gestión con la sociedad
civil, a ver cómo ayudan a construir un proceso
de paz.
El Gobierno tiene toda la firmeza
para derrotar el terrorismo, en eso no puede haber pausa
ni declive, y toda la apertura
y toda la generosidad para negociar con aquellos que hagan
rectificación y para albergarlos en el seno de la
sociedad colombiana.
Generosidad para negociar a partir
de la firmeza para ejercer la política de autoridad y su más
importante expresión: la Seguridad Democrática.
Colombia necesita, apreciados directivos
de Sofasa y queridos coterráneos, a mi juicio, muchas cosas. Permítanme
referir a unas de ellas de manera muy elemental.
La derrota del terrorismo, la derrota
de la droga, la derrota de la corrupción y la reivindicación
de los pobres.
Eso es posible con Seguridad Democrática, con un
componente vital de esa Seguridad Democrática, que
es la administración de justicia.
Eso es posible con un aporte de
todos los ciudadanos para que todos los ciudadanos, enamorados
y comprometidos con
la transparencia, se constituyan en soldados de derrota
de la corrupción.
Eso es posible con esa construcción de confianza
entre nuestra Fuerza Pública y nuestro pueblo. Eso
es posible alrededor de la Seguridad Democrática,
porque la Seguridad Democrática trae confianza,
estimula la inversión, expande el empleo, y en la
medida que no haya corrupción permite que el mejoramiento
de los ingresos del Estado se traduzca en seguridad social,
se traduzca en inversión social.
Esta Seguridad Democrática es democrática
porque es para todos los colombianos. Para aquellos más
afectos a las tesis del Gobierno y para los voceros de
la oposición.
Esta seguridad es democrática porque no es para
suprimir las libertades públicas sino para profundizarlas,
para garantizarlas. Esta seguridad es democrática
para que alrededor de la divergencia fraterna, el pueblo
colombiano se sienta todos los días más unido.
Hoy, en medio de dificultades,
hemos tenido buenas noticias. Esta noticia de Sofasa,
que destacamos con tanto entusiasmo.
Una segunda buena noticia: gracias a nuestra Revolución
Educativa que empezó el mismo día de la inauguración
del Gobierno, y a ese proceso de recuperación de
la economía que todavía no llega a los niveles
que requiere el pueblo colombiano, pero que va por un camino
aceptable, no para que nos resignemos pero por un camino
positivo, Naciones Unidas, al dar el posicionamiento de
los países en relación con el índice
del desarrollo humano, registra que Colombia en el 2003
escaló cuatro puestos.
Veníamos descendiendo, empezamos la recuperación.
El indicador más importante, el de desarrollo social,
que es el que finalmente nos consolidará en el largo
plazo la armonía social, que es la base de la paz.
Confiamos que con el avance de
la Revolución Educativa,
con la expansión de la protección social,
a pesar de todo lo que falta, cuando Naciones Unidas dé el
reporte de 2004, 2005 y 2006, Colombia suba muchísimo
más.
Y registro una segunda buena noticia.
El Estado colombiano hoy, su Gobierno, se encuentra con
esta realidad: las tasas
de interés de los bonos del Estado colombiano que
se colocan en el territorio de la Patria y en los mercados
internacionales, a corto, mediano y largo plazo, todas
se han situado por debajo del 10 por ciento anual. Cuando
empezó el Gobierno oscilaban alrededor del 17. Eso
va a traer un gran alivio a la economía colombiana.
Es una gran muestra de confianza.
El diferencial con las tasas de
interés de los
bonos de los Estados Unidos, cuando empezó el Gobierno
estaba en 600 puntos. Ahora está en 300 y a la baja
y confiamos que siga bajando muchísimo.
Un país con confianza es un país
que se va labrando el porvenir para que las nuevas generaciones
puedan vivir felices.
Hemos subido los impuestos indudablemente.
Una tasa de renta más alta, un impuesto al patrimonio, porque
la situación de endeudamiento y déficit fiscal
nos ha sido muy difícil. Pero hemos introducido
incentivos bien importantes. A ellos se refería
el doctor Luis Fernando.
Diría yo que en esta tributación de transición
que ha impuesto este Gobierno, hay dos características:
una elevación de los impuestos para los que no quieren
crecer y grandes estímulos para aquellos comprometidos
con el crecimiento, como el caso de Sofasa. Eso los está ayudando
mucho.
El Ministro de Hacienda está presentando un nuevo
proyecto al Congreso, que habrá de proponer lo siguiente,
que le convendrá mucho a la inversión extranjera:
eliminación del impuesto de remesas para que haya
más inversión extranjera en Colombia, disminución
de la tarifa de renta para aplicarla a partir del primero
de enero de 2007, porque el 31 de diciembre de 2006 terminará el
incentivo de la deducción del 30 por ciento a las
nuevas inversiones generadoras de renta y empleo, incentivo
que bien ha utilizado Sofasa, como lo ha explicado el doctor
Luis Fernando.
Y vamos a buscar que esa ley también contenga las
nuevas condiciones, a la luz de la legislación de
la Organización Mundial de Comercio, para que no
tengan que desaparecer las Zonas Francas ni las Zonas Especiales
de Exportación.
Creo que avanzando por esos caminos
construimos más
confianza. Y la confianza hay que irla midiendo en cifras.
Miren, apreciados coterráneos, prácticamente
los extranjeros habían dejado de venir a la Patria.
Este año Colombia recibe un millón de visitantes
extranjeros. Aspiramos que el año entrante reciba
dos millones.
Nos hemos empeñado en la recuperación del
turismo interno pero no para quedarnos ahí, para
que sea la plataforma a partir de la cual construyamos
una gran corriente de turismo internacional hacia Colombia.
Para eso necesitamos la paz y la confianza. Estamos empeñados
en esa tarea.
Otra expresión de confianza: la participación
del sector privado en el Producto Interno Bruto del país
se había reducido a porcentajes del 6, del 8 por
ciento. El año pasado terminó en el 12. Confiamos
que este año supere el 15 para que nos vayamos aproximando
al 20 por ciento.
Otra muestra de confianza: la inversión extranjera
directa en Colombia se había reducido a niveles
de 500-600 millones de dólares por año. Estaba
prácticamente circunscrita al renglón de
los hidrocarburos. El año pasado tuvimos 3.015 millones
de dólares de inversión extranjera directa
y confiamos este año superar los 5 mil millones,
con algo bien importante, que es una inversión ya
no concentrada en el sector de los hidrocarburos sino bien
repartida en los diferentes sectores de la producción
y de los servicios de la Patria.
Colombia es un país con muchas posibilidades, un
país con una gran capacidad de aprender. Les aseguro
que no encuentran en el mundo un ingeniero, ni un técnico,
ni un obrero, con la habilidad y con la capacidad de aprender,
con la rapidez para asimilar conocimientos, como estos
muchachos que trabajan en Sofasa.
Colombia es un país, como lo dice la palabrita
que han escogido algunos para promover esta Patria, que
le pone pasión, pasión positiva a todo. Como
usted lo decía, doctor Manuel, dirigiéndose
a los trabajadores de Sofasa: Colombia es un país
con un gran nivel de gerencia, Colombia es un país
con una gran gente.
Con la violencia, con las dificultades
que hemos sufrido, los colombianos debería vivir amargados, pero los
colombianos no conocen el resentimiento, ni la amargura.
Los colombianos conocen la tristeza pero con gran fe, después
de llorar emprenden el camino de la recuperación.
Por eso este pueblo colombiano merece que sus nuevas generaciones
puedan vivir felices.
Estamos celebrando los 400 años del Quijote. Los
400 años de aquel día cuando su autor, Don
Miguel de Cervantes, llevó a publicar la primera
edición de la obra. Y hay un bello pasaje que dice: “Todas
las borrascas que nos suceden son señales de que
presto ha de serenar el tiempo y habrán de sucedernos
bien todas las cosas, ya que el bien y el mal no pueden
ser durables”. Y ahí se sigue que “habiendo
durado tanto el mal, el bien está ya cerca”.
Este lanzamiento de ustedes, el
entusiasmo de la familia Sofasa, la fe de la inversión extranjera en Colombia,
nos hace pensar con mucha ilusión que el bien está ya
cerca para nuestro gran pueblo colombiano. Felicitaciones,
coterráneos.
Felicitaciones, Sofasa, por este gran
logro.