CONSEJO COMUNAL
DE GOBIERNO # 03
Temático – Agua Potable
Agosto 26
de 2006 (Barichara - Santander)
Querida comunidad:
Quiero ofrecer excusas
especiales por empezar tarde este Consejo. Generalmente
uno tiene disculpas: que estaba
cerrado el aeropuerto, que se varó el avión,
pero tengo que confesarles a ustedes que la disculpa
de hoy es diferente, es una disculpa por razones del
corazón, por brisas del alma.
Uno llega a esta
tierra santandereana y siente que le llegan al corazón
unas brisas con unos aires que tienen la capacidad
de rehacer todas las ilusiones.
Hemos llegado tarde
a este Consejo por disfrutar, guiados por el ex presidente
Belisario Betancourt, las calles
de Barichara, su templo, su comunidad y porque Dalita,
su señora, a algunos privilegiados nos ofreció un
chocolote venezolano exquisito.
Por estos placeres del alma, que son la causa de esta
tardaza hoy, ofrezco excusas a todos ustedes.
La verdad es que,
cuando uno sale un sábado en
busca de una región de la Patria, se encuentra
con el cielo y la llegada a esta tierra santandereana
siempre causa superiores emociones.
Le voy a pedir al
ex presidente Betancourt, quien ama entrañablemente esta tierra –antes de que
escuchemos al Alcalde (Guillermo Bautista Silva) y al
Gobernador (coronel (r) Hugo Heliodoro Aguilar Naranjo)-
que le cuente a los colombianos y a quienes estamos aquí presentes
y a quienes siguen estos consejos por la televisión,
algo de este Barichara tan bello, de su historia, de
su arquitectura, de esas lajas de piedra, de sus calles,
de las columnas del templo, de esas montañas que
lo circundan, que parecen esculpidas como Machupichu.
Entonces escuchemos
al Presidente Betancourt para que los colombianos que
no han tenido la oportunidad de venir
a Barichara, en algún momento vengan a visitar
este lugar de la Patria, tan bello.
Belisario
Betancourt, ex presidente de la República: No se si decirle ‘muchas gracias señor Presidente’ o
decirle ‘señor Presidente, ¡por favor,
no me haga esta!’. Y tampoco se si me está pagando
un desayuno en mi casa elaborado por Dalita o cobrándomelo.
Bueno, la cosa es
que hace por ahí 15 años,
mis hijas llegaron a Barichara y se enamoraron de Barichara
y mi primera esposa, Rosa Helena y yo, nos vinimos detrás
de las hijas, conocíamos a Barichara pero de paso
y a penas llegamos a Barichara, echamos raíces.
Después murió mi primera esposa y me caso
con Dalita y ella, como agregada cultural de la Embajada
de Venezuela durante cuatro años, pasaba por San
Gil hacia Venezuela y desviaba, en ocasiones, a Barichara
y vino a dar a Barichara y se enamoró también
de Barichara.
Nos casamos y un
día me dice: ‘quiero tener
una casa en Barichara’, yo le expresé que
no estaba en condiciones económicas de hacerlo,
entonces ella me preguntó, señor Presidente,
si podría traer algún dinerito de Venezuela,
unos bolos –que es como ellos dicen-, unos bolívares.
Y le dije: por su puesto, sí. –Es lo que
llamaría el Ministro de Hacienda (Alberto Carrasquilla)
una ‘importación de capital’-.
Y entonces, se compró una casita en Santa Bárbara,
después esa casita la vendimos y construimos,
sobre la base de planos de dos nietos míos, uno
arquitecto de la Javeriana y otra arquitecta de la universidad
de los Andes, la casa que el señor Presidente
honró, ahora, con su visita, con algunos importantes
funcionarios.
Y esa casa, señor Presidente y queridos amigos,
la hicimos fundamentalmente con los elementos arquitectónicos
de la región, sin absolutamente apoyo externo
de ninguna clase, con la piedra de las canteras de las
calles de Barichara que son grandes bloques, de 50 centímetros,
45, por 30 de ancho y uno 10, 12, 15 de espesor y con
barro, tierra pisada y agua y a veces un poquito de cagajón
para que consolide, aglutine y con las maderas excelentes
de la región y los excelentes carpinteros y ebanistas
que existen en Barichara.
De manera que hicimos
esa casa para quedarnos. Hoy por hoy –tengo que trabajar, por su puesto- entonces
cada dos semanas y nos quedamos unos cinco días.
La aspiración es que en algún momento podamos
quedarnos dos semanas e ir a Bogotá por ahí cinco
días. Es decir, cambiar por completo el ritmo
de vida, porque como el señor Presidente dijo
en nuestra casa –y corrigiendo una expresión
mía, yo digo que es la puerta del paraíso,
no, es el paraíso, no es la puerta, es el paraíso.
Entonces, si uno accede al paraíso pues sería
un tonto de irse, de evadirse del paraíso.
La fundamentación, señor
Presidente, queridos amigos, queridas amigas de Barichara
es la gente. Antes
que nada, la gente, sin la menor duda.
Como no me estoy
postulando ni para senador, diputado ni alcalde, puedo
hacer, desde los dos del alma, como
diría don Miguel de Unamuno: el elogio de la gente,
de la calidad misma de la gente. No solo por su origen,
nada menos que de los juanes, que fueron esforzados indígenas,
el gran Cacique de Guanentá, en el momento en
que los españoles ya lo acosaban, prefirió lanzarse
por una roca, de lo cual hay testimonio en el museo de
Guane.
Y los testimonios
de las gentes mismas de esta tierra, fundada a comienzos
del Siglo XVIII por un capitán
español de apellido Pradilla, apellido que se
proyectaría en la historia colombiana de los empresarios
y de los políticos, empezó a avanzar por
este planalto y se convirtió en un verdadero éxtasis
estético.
El paraíso, señor Presidente, como usted
dijo, con una calidad muy cierta de la gente, luchadora
y abnegada y al mismo tiempo con un sentido estético
que le sale de muy adentro y que esplende en las calles,
las casas de una arquitectura modesta pero sobria y muy
hermosa.
Los antiguos funcionarios
virreinales escogían
a Cartagena o a Mompós o a Popayán o a
Villa de Leyva para descansar, la alta burocracia. La
baja burocracia, Barichara, por eso las construcciones
son modestas y la arquitectura es modesta pero muy sobria.
Y aquí, esta ciudad, tiene el privilegio de ser
cuna del único ex presidente santanderano, don
Aquileo Parra. Por cierto que le recomiendo el periódico
del instituto técnico Aquileo Parra, el nombre
del periódico es –como es obvio-: ‘Aquí Leo’.
Esta gente, señor Presidente, estaba esperándolo
hacia tiempos. Usted no los ha defraudado y no los va
a defraudar. Sea bienvenido donde los ‘patiamarillo’ y
los ‘juanes’. Muchas gracias.
Presidente
de la República: Muchas gracias Presidente.
Estamos celebrando
los 100 años del nacimiento
del ex presidente Alberto Lleras Camargo y una de las
prosas sobresalientes, como todas las que escribió,
es un discurso que pronunció al conmemorarse los
100 años de haber llegado a la Presidencia de
la República, don Aquileo Parra. Voy a leerles
dos o tres parrafitos de ese discurso:
“Qué país tan pobre el de hace un
siglo, tan insignificante, tan descuidado por la mano
torpe de los pocos habitantes, con sus ciudades que eran
poco más que aldeas y sus aldeas que eran, sin
embargo, el nudo vital más importante después
de las familias campesinas, el punto de contacto y de
comercio con la escasísima civilización.
En el aislamiento,
esas tribus montañesas, bravías
y hospitalarias, fundaban, sin quererlo, villas como
esta de Barichara, en los sitios más amenos y
suaves del paisaje endemoniado. Las haciendas circunstantes
se conducían a mano fuerte por los herederos de
los soldados españoles que el paso, hacia la capital
del Reino, iban dejando regados como al capricho.
Al principio, estas
aldeas eran apenas un cruce de camino y luego, cacerios
dispersos que solo los arrieros unían
con sus mulas indómitas, en un tejido burdo y
sin aparente propósito”.
Tan bello que es
este Barichara. Compara a Lincoln y a don Aquileo.
En otro párrafo dice: “en
el bellísimo libro del poeta Carl Sandburg sobre
Lincoln, describe al gigantesco labrador del medio oeste
salvaje, en circunstancias muy similares, cuando iba
aprendiendo en el menguado tiempo que le dejaba su trabajo
de mesero en plena pedrera, los rudimentos del lenguaje
y las primeras reglas de la legislación para convertirse,
como se podía entonces, en abogado y litigante.
Como Lincoln, Aquileo
Parra debió aprender los
rudimentos de la navegación en los grandes ríos,
el sentido de las corrientes, los sitios para vadearlas,
la pericia del remero de oficio y toda la infinita ciencia
de adivinar los pensamientos de ese pueblo silencioso
de campesinos letárgicos y desconfiados que no
dejaban asomar al rostro y menos llegar a la lengua la
complejidad de sus pensamientos cautelosas.
Buena escuela fue
para Lincoln ese trabajo en contacto inmediato con
la naturaleza y con los más bravíos
ejemplares de la especie humana. A Aquileo Parra debió también
educarlo, sobre todo porque muy pronto, este ciudadano
pacífico y pacifista que creía que la paz
era la única posibilidad de alcanzar la civilización,
se vio ante la primera grande amanzana para el liberalismo,
a penas, a pocos años de haber triunfado con López
y para cuando muchos de sus copartidarios, la gloria
llegaba tardía pero merecida sobra la cabeza del
hosto”.
Y más adelante dice: “pero un siglo después
de que lo coronó el Olimpo radical, a nombre del
pueblo con la presidencia de los Estados Unidos de Colombia,
los liberales de hoy, los de siempre y no solo ellos,
sino los conservadores y en general, los demócratas,
tributan su admiración con salvedades o sin ellas,
a la gran figura patriarcal que recorrió la Nación
buscando fortuna, pero sobre todo, en la guerra y en
la paz, un destino mejor para la República y propósito
nacional para la empresa colectiva de sus compatriotas.
El viejo de la barba
florida fue, sin embargo, hombre práctico. Perseguía sus ilusiones con la
tenacidad del cazador como le ocurrió con su camino
del carare, en donde detrás de sus paisajes creció otra
vez la selva impenetrable”.
Y cuando lo introduce
dice, un dato histórico
importante, yo no conocía esta coincidencia: “la
Academia Colombiana de Historia me ha comisionado –decía
el ex Presidente Lleras Camargo- honrándome para
estar presente en esta fecha y en este sitio, en los
cuales conmemoramos el primer centenario del primero
de abril de 1876, en que tomó posesión
de la presidencia de los Estados Unidos de Colombia,
Aquileo Parra, quien nació en la villa de Barichara
en 1825. El mismo año –como él lo
anota en sus memorias- en que vinieron al mundo Rafael
Nuñez, Miguel Samper y Juan de Dios Restrepo”.
Honremos la memoria de un gran colombiano nacido en
esta tierra, ex presidente santandereano Aquileo Parra.
Nos reunimos hoy
en el tercer Consejo Comunal Temático,
para preparar en la difusión comunitaria las bases
del Plan de Desarrollo.
Hace dos semanas
en Puerto Berrío (Antioquia)
examinamos esfuerzos que debe hacer la administración
que empieza, en el río Magdalena. Hace una semana
en San Vicente del Caguán (Caquetá) dimos
inicio a los consejos comunitarios sobre el área
social. Ese día miramos allí el tema de
Acción Social que le corresponde: Familias en
Acción, cooperación internacional, desplazados,
Familias Guardabosques. En las próximas semanas
completaremos los capítulos sociales.
Y hoy, en Barichara,
vamos a examinar con ustedes las primeras ideas sobre
el tema del agua y del saneamiento
en la nueva administración.
Agradezco muchísimo la presencia de todos, especialmente
de los gobernadores y alcaldes que han venido a presentarnos
sus ideas, desde otras regiones de la Patria y que no
les fue fácil desplazarse hasta acá.
Antes de hacer dos
o tres apuntaciones sobre el agua, permítanme referirme a dos o tres temas, uno de
organización del consejo y otros temas importantes
de la semana en el país.
Organización del Consejo: seguramente el Gobernador
y el Alcalde nos van a presentar temas diversos y como
siempre se los atendemos y vamos a pedir al resto de
los compatriotas que nos acompañan que nos concentremos
hoy en el tema del agua. Estos consejos de temas especializados
nos ayudan mucho a preparar el Plan de Desarrollo.
Y, seguramente el
Ministro de Protección (Diego
Palacio) hará una mesa separada, en un saloncito
que aquí nos presten, para mirar temas como el
tema de los hospitales de Santander.
-Me dijeron que
había una delegación de
Barrancabermeja, que venían algunos del hospital
de Barranca. ¿No entraron aquí? Que los
dejen entrar, por favor, que entren todos los que quepan,
esto todavía tiene unos espacios aquí.
Déjenlos entrar a todos porque, un Gobierno democrático
no puede evadir los problemas sociales del país,
sino que tiene que crear una atmósfera de diálogo
para buscarle solución. Vamos a buscarle una solución,
para eso ha venido el Ministro Diego y se que ahora,
con el Secretario de Salud de Santander se va a juntar,
en eso-.
TEMA DE LA SALUD
El Gobierno que
terminó hizo un gran esfuerzo,
se invirtieron alrededor de 700 mil millones (de pesos)
en rescate de hospitales públicos.
En Santander el
Gobierno Nacional ha invertido 67 mil millones (de
pesos). Se convierte en el segundo departamento,
después de Boyacá en inversión nacional
en rescate de hospitales públicos, pero todavía
falta. El Gobernador está muy preocupado por lo
que es la tercera fase, el Ministro está preocupado
porque los recursos presupuestales que tiene no le alcanzan,
pero ahí le tiene una solución, no de la
magnitud que le han pedido el Gobernador y los distinguidos
parlamentarios, pero una solución para empezar
a resolver este problema del hospital de Barranca.
Pienso que lo avanzado
en Santander es muy útil.
Muestra unos hospitales que estaban al borde del cierre,
reestructurados, con sostenibilidad, se han mantenido
como hospitales públicos. Una de las personas
que más me llamaba hace cuatro años es
el ex ministro Virgilio Vargas Ramírez por el
tema del Hospital González Valencia de Bucaramanga
y creo que los pasos que se dieron son muy afortunados
y hoy es un hospital modelo.
“SALVAR LO PÚBLICO”
El criterio nuestro
es: salvar lo público.
Hace pocos días en el Perú, en la posesión
del presidente Alan García, me decían unos
congresistas peruanos que ellos admiran lo que ha hecho
Colombia en los últimos tiempos. ¿Por qué?
Porque se diferencia de los extremos que se estaban sucediendo
en América Latina.
¿Qué extremos estaban sucediéndose?
El extremo que quería desmantelar todo el Estado
y el extremo que quería mantenerlo todo estatal,
burocrático e ineficiente. Ambos se encontraban
en un sitio común: convergían a la ruina.
Cuando se desmantela
es Estado y todo se deja a merced de las fuerzas del
mercado, se llega a la ruina de lo
social. Y cuando no se reforma el Estado y todo se deja
a merced de los poderes burocráticos y clientelistas,
eso conduce a la ruina de lo estatal y por ende a la
ruina de lo social.
Me decían en esa conversación los interlocutores
peruanos, que ellos admiran, por ejemplo, lo que ha hecho
Colombia con Telecom y con tantas empresas. Las ha reestructurado
a fondo, ha salvado el valor del patrimonio público,
se mantienen como patrimonio público y al mismo
tiempo, se ha abierto espacio al sector privado.
Si ustedes hacen
estas cuentas, las cuentas sobre Telecom, encontrarán lo siguiente: hoy el Estado no tiene
sino el 50 por ciento menos una acción, eso vale
y va a valer mucha plata. Hace cuatro años tenía
el ciento por ciento y eso no valía, tenía
valor negativo. O sea que, para la Nación, para
el patrimonio estatal, para el servicio de telecomunicaciones,
es mucho mejor lo de hoy, vale más el patrimonio
estatal, es promisorio ese valor. Hay unos socios y unos
recursos con los cuales hacer las inversiones que requiere
Colombia, por ejemplo, en banda ancha, en Internet, etcétera.
Pienso que la vía colombiana de reformar estas
empresas del Estado es buena y vamos a persistir, pues
en los hospitales. Vamos a ver, Gobernador, cuando nos
encontramos en Puerto Berrío hace dos semanas,
usted volvió a llevar el clamor del hospital de
Barranca y recuerdo allá, entre los que intervinieron
a Iván Díaz Mateus y a Oscar Reyes (congresistas).
Vamos a ver hasta donde podemos atenderlo, vamos a seguir
con el mismo criterio del Estado sostenible.
No podemos tener
un Estado cuyos costos lo hagan inviable. No podemos
tener un Estado que, en lugar de servirle
a la comunidad, le sirva a las burocracias. Necesitamos
un Estado al servicio de la comunidad, con ese criterio
se han reformado hospitales de Santander en todo el país
y vamos a ver cómo entramos ahora en la reforma
del hospital de Barranca.
Quiero recordar
lo siguiente: los recursos de la Nación
siguen siendo muy limitados, vamos a seguir haciendo
aportes, con el visto bueno del Congreso, para reestructurar
hospitales en el país.
Pero quiero recordar
a los alcaldes y a los gobernadores que, justamente
aquí en el Socorro, en nuestro
Consejo Comunitario, definimos una línea de crédito
subsidiada para reestructuración de hospitales.
Esa línea está empezando a operar en FINDETER.
Son unos créditos a 15 años de plazo y
con una tasa al DTF, la diferencia la paga el presupuesto
nacional.
El Congreso nos
aprobó para este año 15
mil millones (de pesos) para subsidiar esa tasa de interés.
Vamos a colocar más o menos 250 mil millones,
la mitad para reestructuración de hospitales y
la mitad para el tema de acueductos y alcantarillados.
Una tasa subsidiada por el presupuesto nacional.
Algunos municipios
y algunas gobernaciones me han dicho: ‘no
podemos acceder a esos recursos porque estamos en ley
550’. Miguel Peñaloza (asesor para las Regiones)
me da, esta semana, la idea de hacerlo a través
de terceras entidades públicas. Busquemos, a ver
cómo lo podemos lograr.
Uno de los casos
importantes que hoy debemos conocer es lo que con estos
recursos ha hecho el Gobernador del
Atlántico (Carlos Rodado Noriega). Yo creo que
nos contará más tarde el caso del Atlántico,
que ilustra cómo, esos recursos apoyan mucho en
la parte de de acueductos y alcantarillados.
Entonces, vamos a abrir la sala paralela, Gobernador,
con el Ministro Diego, el secretario de Salud del departamento
y el alcalde de Barranca, sobre el tema del Hospital
de Barranca.
TEMA SEGURO SOCIAL
Nos comprometimos
con el país a continuar la
reforma administrativa y nos toca hacerlo en el Seguro.
Quiero decirles
lo siguiente y desde Barichara a todos los compatriotas:
necesitamos entidades públicas
de aseguramiento en salud, en pensiones y en riesgos
profesionales. No podemos dejarlo todo en manos de los
privados, pero las entidades públicas tienen que
ser eficientes.
Uno de los mayores
reclamos que escucho en el país
es por el Seguro Social. Nada ganamos con sostener el
capricho de lo público, si lo público no
le sirve a su razón de ser, que es el interés
comunitario.
Dimos unos pasos,
creo que hay algún mal entendido
en sectores de opinión nacional. Hemos avanzado
en la reforma del Seguro, lo que pasa es falta el segundo
paso.
Miren: los primeros
pasos los dimos. ¿Qué pasos
hemos dado?: separamos las clínicas de la entidad
central. Sin eso, no podríamos abocar hoy la segunda
etapa de la reforma.
Y eso ha producido
un gran resultado, ¿por qué?
Si no hubiéramos hecho esa separación,
el subsidio de la Nación este año a las
clínicas del Seguro Social debería valer
un billón (de pesos). Nos va a valer más
o menos 400, 450 mil millones, o sea que hemos reducido
a la mitad ese subsidio, gracias a esa reforma: haber
separado las clínicas de la parte central del
Instituto de los Seguros Sociales.
Porque me cuentan
los amigos de los medios de comunicación
que “hay preocupación, que fracasó la
reforma del Seguro porque todavía hay que seguir
subsidiando”. No. No ha fracasado, fue un paso
necesario, pero como lo dijimos en su momento: insuficiente.
La prueba de que
no ha fracasado es que, lo que nos estaría costando hoy un billón, nos cuesta
400, 450 mil millones. Y sin haber hecho esa separación
de las clínicas, en relación con la parte
central de Seguro, sería imposible hacer la segunda
reforma que nos proponemos.
¿Qué nos proponemos?: primero, tener entidad
pública de aseguramiento en salud, pensiones y
riesgos profesionales, eficiente, sostenible, con buenos
resultados para la comunidad.
¿Qué caminos
tenemos que recorrer?: el actual Seguro Social lo vamos
a liquidar, equitativamente,
como se ha procedido con las diferentes entidades del
Estado.
Pensionados, próximos a pensionarse, trabajadores,
todo el mundo, debe estar tranquilo que se procederá con
equidad.
En el Gobierno anterior
nosotros reformamos 280 entidades del Estado. Inicialmente
había mucho temor y eso
resultó bien. Que tal que no lo hubiéramos
hecho, miren como se han empezado a recuperar esos patrimonios
de la comunidad, esos patrimonios públicos.
Surgen muchas dudas.
Primer duda: ‘¿no
va a haber servicio público?’ La disipo.
Fundamental: tiene que haber servicio público.
‘¿Qué entidad reemplazará al
Seguro Social?’ Lo está definiendo el Ministro
de Protección con su equipo.
Nos han dicho: ‘los pensionados’. Desde
Barichara quiero decirle a los pensionados de Colombia:
tranquilos, créanle a los hechos. Nos tocó a
nosotros, en la administración que terminó el
7 de agosto, sufría el agotamiento de las reservas
del Seguro Social, que durante muchos años se
había anticipado y no le quedamos mal a los pensionados.
El Congreso nos
aprobó cuantiosísimos
recursos presupuestales para transferirlos del presupuesto
nacional al seguro social. Este año valen 5 billones
(de pesos) esas transferencias. ¿Ustedes se imaginan
qué serían 5 billones en carreteras? ¿Ustedes
se imaginan qué serían 5 billones en vivienda?
Este año, si mucho, nos gastamos 200 mil millones,
250 mil millones en vivienda social y le tenemos que
transferir al Seguro Social 5 billones.
Y cuando empezó el Gobierno, al segundo año,
tuvimos que transferir unos 700 (mil millones de pesos),
después 3 billones 900 mil. Después, 4.5
(billones). Este año 5, 5.5 billones. Una transferencia
creciente pero hemos quedado bien.
Yo le he dicho a
muchos compatriotas: si, hemos sacrificado muchas otras
inversiones pero le hemos cumplido a los
pensionados. Eso nos da autoridad moral para decirle
a los pensionados: tengan confianza, sus derechos están
totalmente a salvo y no es cuestión de un discurso,
sino de la credibilidad que deben generar unos hechos.
Como llevamos cumpliéndoles, rigurosamente, al
pie de la letra las obligaciones, desde hace 3 ó 4
años, cuando se agotaron las reservas. Eso es
lo segundo que quiero disipar.
Y la reforma la
vamos a hacer bien hecha y quedará una
entidad pública, el Ministro tiene muy buenas
ideas, novedosas, sobre cómo poner a funcionar
la nueva entidad pública.
LAS CLÍNICAS
Por ejemplo, las
de la Costa Caribe. Sí, es cierto,
cerramos unas en Barranquilla. Pero en Barranquilla,
con el liderazgo del Gobernador y del Ministro, se hizo
una gran transformación de la red pública
hospitalaria. Ese hospital universitario de Barranquilla
hoy es motivo de orgullo nacional, como lo es el Ramón
González Valencia, de Bucaramanga.
Y entonces, allí el Seguro Social ¿cómo
va a prestar sus servicios a la nueva entidad pública?:
contratando con la red pública, con la red privada.
La clínica
de Riohacha: hemos contratado su manejo con el hospital
de Maicao que tiene un manejo excelencia.
Las clínicas de Santa Marta y Cartagena: hoy
las estamos manejando a través de Caprecom y la
de Cartagena la vamos a entregar a una comunidad religiosa
para que la administre en asocio con los trabajadores.
Un modelo social de administración de clínicas
del Estado, de Clínicas del Seguro Social.
La de Santa Marta:
estamos buscando el esquema para encontrar una entidad
social que la administre en asocio
con los trabajadores. Y así sucesivamente seguiremos
buscando la reforma de las clínicas del Seguro
social.
Meta: un Seguro
Social eficiente en lo central y eficiente en las clínicas. Un Seguro Social eficiente en
pensiones, en aseguramiento, en riesgos profesionales
y eficiente en las clínicas.
Lo público se justifica en la medida que le sirva
bien a la comunidad. Lo público, para tener altísimos
costos de nóminas, poderes sindicales y burocráticos,
hace mucho daño. Lo público hay que ponerlo
es, al servicio de la comunidad.
Yo asumo esos compromisos
ante los colombianos desde aquí, de esta tierra
del honor y de la palabra, que es Santander.
Tengamos confianza que con la ayuda de Dios, esta reforma
nos sale bien.
Y quiero referirme
a tres hechos económicos de
la semana, de gran trascendencia, que indican confianza
en la economía colombiana.
LICITACIÓN
DE ELDORADO
Después de mucha discusión, de meses de
discusión, salió muy bien la licitación
de adjudicación de la concesión del aeropuerto
Eldorado. Allí, colombianos y suizos van a invertir
650 millones de dólares para transformar ese aeropuerto.
Esa es una gran inversión.
Y se hizo con toda
transparencia. La condujeron el Ministro (de Transporte,
Andrés Uriel Gallego), con el
apoyo del Vicepresidente (Francisco Santos), el Director
de Aeronáutica (Fernando Sanclemente). Y como
lo ha hecho este Gobierno, en toda su contratación,
se adjudicó en audiencia pública.
¡Y qué bueno haberla televisado! Así debería
ser todo, para que en lugar de que salga un rumor por
allí, un chisme por allí, todo lo que se
tenga que decir se diga de cara al país.
En una audiencia
generosa en el tiempo, de 13 horas, todos lo que tenían objeciones fueron allá y
las dijeron y eso se aclaró de cara al país
y se le adjudicó al que cumplió los requisitos
técnicos y jurídicos y ganó en la
fórmula matemática. Ahí no hay capricho.
Quedó más contento el que recibió la
adjudicación que aquellos que no la recibieron,
pero todos quedaron tranquilos por la transparencia del
proceso.
650 millones de
dólares de inversión allí,
es muy importante.
REFINERÍA
DE CARTAGENA
Hace cuatro años el país me fustigaba
que había que hacer la Refinería de Cartagena.
No teníamos dinero. Y ayer, Glencor, una compañía
suiza, ganó la licitación para ser la socia
de ECOPETROL en esa refinería. Eso va a costar
800 millones de dólares. Sumemos 650 y 800. Queda
despejado el camino de la Refinería de Cartagena.
Esta semana me reuní con el Sindicato de ECOPETROL,
en un diálogo amable. Les dije: muchachos, el
problema es que voy a tener que mandarles decir lo que
les digo a través de un amigo mío, me voy
a buscar por ejemplo al Presidente Lula o al Presidente
Chavez para que les de los mismos argumentos míos,
a ver si a ellos les oyen mejor.
Y les expliqué cómo, nosotros no teníamos
el dinero para hacer la Refinería. Me dijeron: ‘Presidente
saque plata del FAEP’, les dije: mire, el FAEP
tiene 1.300 millones de dólares, es prudente guardar
esa plata que esta destinada para las vacas flacas, la
maneja el Banco de la República con toda transparencia.
Me decían: ‘lo que pasa es que rinde poquito’.
Sí, pero eso ayuda a que haya confianza en el
país porque esas reservas ayudan a que a Colombia
le den tasas de interés bajas –que las estamos
consiguiendo- y periodos largos en los créditos.
Me dijeron: ‘que endeude ECOPETROL’. Yo
les dije: nosotros no podemos pensar solo en la Refinería
sino también en los nuevos ensanches y va a haber
que hacerlo con deuda pero también el capital.
Esto es para conseguir
el capital a lo cual se sumará la
deuda. Pretender hacerlo todo endeudamiento, es poner
el patrimonio público a correr muy peligrosos
riesgos.
Me dijeron: ‘que los departamentos que tienen
regalías la capitalicen’. Les dije: con
ellos no es fácil. Ahí estoy bregando a
aprobar una ley de la República para que guarden
para la época de las vacas flacas, un 20 por ciento
de las regalías y creen un fondo de desarrollo
regional, cada departamento que tenga regalías.
Les hice esta reflexión, amistosa y me voy a
seguir reuniendo con ellos, ojalá cada mes, porque
vamos a resolver unos problemas sociales allí de
temporales. La idea mía es que, todo temporal
que haya en ECOPETROL o en cualquier empresa del Estado,
cuyo trabajo corresponda a un oficio de naturaleza permanente,
lo vinculemos como trabajador permanente, para poder
tener autoridad moral y exigirle al sector privado que
haga lo propio.
Hay unos problemas que los vamos a resolver en ECOPETROL,
no quepa la menor duda.
Y vamos a seguir
reuniéndonos con ellos, en un
diálogo franco, un diálogo fraterno pero
franco y además reconozco que tienen unas divergencias
frente a la manera como pienso que se deben administrar
estos patrimonios público, pero reconozco que
es un sindicato que ha madurado mucho y que le contribuye
bien al país. Vamos a seguir esa discusión.
Le decía: miren, piensen esto, la Refinería
de Cartagena, como va, va a valer para chatarra. Como
la vamos a recuperar, va a ser de nuevo un patrimonio
muy valioso. Para el Estado es mucho mejor ser dueño
del 40 por ciento de esa Refinería, pero una refinería
valiosa, que ser dueño del ciento por ciento de
una refinería en vía de ser chatarra. Esa
es una reflexión.
CAPITALIZACIÓN
DE ECOPETROL
Discutimos la capitalización
de ECOPETROL, les dije: nosotros no vamos a vender.
Como esta es la
tierra que más siente el tema
petrolero y siente a ECOPETROL, debo decirlo aquí:
lo que vamos a hacer es crecer a ECOPETROL en un 20 por
ciento. Aquí está ECOPETROL.
La Nación mantendrá esta propiedad. Si
fuéramos a vender, la Nación tendría
que rebajar. Aquí la Nación no rebaja porque
no va a vender, la Nación se mantiene aquí.
Entonces vamos a agregarle un 20 por ciento, por aumento
de capital. Allí es donde entrarán los
que participen en esa subasta, en ese concurso.
¿Qué efecto
produce?: produce el efecto de que ese aumento de capital
lo hacen terceros, en un
20 por ciento.
¿En qué nos
vamos a gastar el dinero?: el dinero no se va a gastar
en gastos del Estado, se
va a gastar todo, en inversiones de ECOPETROL.
ECOPETROL logra
invertir este año 1.200, 1.300
millones de dólares, el año entrante otro
tanto, pero necesita duplicar esas inversiones por año.
Si ECOPETROL no
acelera inversiones, no aumenta las reservas y por
más que mejoremos la refinería,
si no es dueño de reservas, pierde valor.
Entonces dos seguridades: primero, no es vender sino
capitalizar.
Segundo, ese dinero
no entra al gasto público
sino que va a las inversiones de ECOPETROL.
Efectos: creo que
va a valer mucho más el patrimonio
público, representado en el 80 por ciento de una
ECOPETROL capitalizada y renovada, que el patrimonio
público representado en el ciento por ciento de
una ECOPETROL que se seque en reservas. Quiero dejarles
esa reflexión porque sé que ese tema va
a tener una amplia discusión en el Congreso de
la República. Y mientras más rápido
emprendamos el proceso de capitalización de ECOPETROL,
cuánto mejor para salvar su valor.
Incluso, uno de
los pasos que se propone dar ECOPETROL en los próximos días,
es emprender proyectos de biocombustibles.
Una compañía de energéticos que
quiera tener futuro, no se puede quedar en los combustibles
fósiles, tiene que emigrar, tiene que agregarle
a su portafolio de inversiones lo que sea el desarrollo
de biocombustibles. Para allá también va
a ECOPETROL.
Me decían: ‘bueno –en la discusión-
está bien, aceptamos que puede llegar a valer
más como patrimonio público el 80 por ciento
de una ECOPETROL renovada que el ciento por ciento de
una ECOPETROL que se seque de reservas. ¿Y las
utilidades para la Nación?’ Yo creo que
ese 80 por ciento, en una ECOPETROL más promisoria,
le debe dar más utilidades a la Nación,
que lo que daría de mantener el ciento por ciento
con las mismas tendencias de la empresa. Tengo confianza
en que esa reforma es muy positiva para el país.
TEMA AGUA Y ALCANTARILLADO
Tema que nos congrega:
el país está gastando,
más o menos, 900 mil millones (de pesos) al año
en saneamiento básico. Eso es lo que entrega el
presupuesto nacional, en transferencias, a las regiones,
pero tenemos muy serias dificultades.
Hoy por ejemplo
celebramos aquí en Barichara
un nuevo acueducto regional, con aportes de los municipios,
aportes del Gobernador, aportes extras del Gobierno Nacional –aprobados
por los parlamentarios y dirigidos por la viceministra
del Agua, Leyla Rojas- y todo esto es insuficiente.
En el año 2002, en materia de acueductos y alcantarillados,
además de las transferencias, la Nación
aportó 64 mil millones (de pesos). 51 mil (millones
de pesos) en el 2003. 136 mil (millones de pesos) en
el 2004. 119 mil (millones de pesos) en el 2005. Este
año estamos en 236 mil (millones de pesos) y hay
proyectados 339 mil (millones de pesos) para el año
entrante.
¿Qué le quiero pedir a los Parlamentarios?,
una reflexión: que el ciento por ciento del billón
de pesos de audiencia pública, lo dediquemos a
agua potable y saneamiento básico.
Por donde quiera
que uno mira en el país, los
problemas en esa materia son infinitos.
Hablo con Honorio
Galvis, alcalde de Bucaramanga y me dice: ‘Bucaramanga está muy bien pero para
hoy, no tiene acueducto al futuro y ahí tiene
que entrar la Nación a hacer unos aportes en recursos
no reembolsables, otros en crédito subsidiado,
de pronto en un aval en un crédito internacional,
el municipio hace grandes esfuerzos’.
Una ciudad que uno
la supone muy bien servida, ¡qué diremos
de las que no están bien servidas!
Hace pocos días en las zonas cafeteras me decían: ‘Presidente,
pero aquí casi todos los municipios tienen agua
potable y alcantarillado ¿para qué nos
va a hacer gastar la plata de audiencia pública
en eso?’ Les dije: cuidado, por ejemplo el Quindío,
que recibe gran cantidad de turistas, tiene hoy una gran
limitación de agua. Y donde mejor estamos en agua
y alcantarillado, no tenemos planta de limpieza de aguas
residuales.
Entonces ¿cuál es la propuesta? Si, que
tal municipio ya tiene el acueducto y el alcantarillado,
constrúyanle la planta de limpieza de aguas residuales.
Vamos a hacer ese
trabajo, con mucha prudencia con el Congreso de la
República, a ver cómo el
Congreso acepta que llevemos el ciento por ciento de
los recursos de audiencias al tema de agua potable.
Veo Cúcuta –aquí está su
Gobernador (Luis Miguel Morelli Navia) y algunos de los
alcaldes del área metropolitana-, a futuro necesita
la represa múltiple del SÍNERA, proyecto
binacional, eso va a necesitar unos aportes muy grandes.
Ahora, hay experiencias
formidables. ¿Por qué están
aquí los gobernadores de La Guajira y del Cesar
y la gerente de la nueva empresa de acueducto del Magdalena?:
porque ya se ha dado un paso muy bueno en regalías.
Estos tres departamentos
son afortunados en regalías
de carbón, ¿qué aceptaron?: aceptaron
pignorar esas regalías a futuro, hacerse a un
crédito internacional gestionado y avalado por
el Gobierno Nacional e invertir la totalidad de esos
recursos en agua potable. -Quiero que más adelante
escuchemos a cada uno de los Gobernadores sobre esas
experiencias-. Eso empieza a corregir el problema de
las regalías, empieza a sembrarlas en las inversiones
que requiere el país.
Aquí está el Gobernador del Atlántico,
nos va contar un caso magnifico. Él no tiene regalías,
pero un gran esfuerzo del presupuesto departamental,
de municipios y unos aportes del presupuesto nacional
y está dotando de agua potable a los municipios
costaneros del Atlántico.
Allí entra a jugar otro aspecto muy importante:
el crédito subsidiado del Gobierno, porque el
crédito subsidiado del Gobierno se convierte en
un gran camino para avanzar en agua potable. Es un crédito
que le cuesta a los Alcaldes y a los Gobernadores, a
la DTF –que creo que está en las condiciones
históricas más bajas- y tiene 15 años
de plazo. El diferencial de tasa de interés lo
paga el Gobierno Nacional.
Y hay otro elemento
que está empezando a utilizar
el Gobernador del Atlántico: el Congreso en el
2002 nos aprobó una norma tributaria que dice “que
las empresas de servicios públicos que hagan inversiones
regionales tiene un descuento de los impuestos que le
tiene que trasladar a la Nación”. El Gobernador
ha comprometido la Triple A de Barranquilla para que,
con cargo a esos estímulos tributarios de la Nación,
le ayude a hacer unas inversiones en el Atlántico.
Ese es un caso bien, bien importante.
Entonces le pido
al Ministro de Transporte que, con las autoridades
competentes, hagan una mesa aparte sobre
el tema vial y para mirar todo lo de contratistas, cómo
va el Plan 2.500 en Santander, los temas que siguen sobre
la materia. Y al Ministro Diego el tema de hospitales.
Gobernador, no le
traemos la solución ideal,
pero un poquito, ahí vamos haciendo esfuerzos
entre todos. Además lo felicito: motivo de la
varada de esta mañana es que no dejó venir
el helicóptero en vuelo directo sino que nos hizo
un sobre vuelo sobre el parque de Los Comuneros, muy
bello. Yo me sentí allá en un Machupichu,
pero en la calidez de mi Patria, una belleza eso.
Y le dije una cosa,
que de pronto la tenemos los hombres ilusos, qué tal
que uno no tuviera ilusiones Presidente Betancourt.
Le dije: este tipo de obras son muy criticadas
cuando se proponen, pero cuando la comunidad empieza
a disfrutarlas, la comunidad las agradece.
Yo, como he sentido
crítica en Santander sobre
esa materia, tengo que ser sincero, a riesgo de estar
equivocado y lo digo con patriotismo, a mí me
parece que eso le va a salir muy bien. Porque en el momento
que esté terminado ese parque, que tengan el teleférico
para bajar de ese parque al Chicamocha y para subir a
la Mesa de los Santos, eso preparen hoteles y camping,
que eso no va a haber dónde albergar los turistas,
que les llegan bastantes y me separan unos cupitos a
mí, haber si soy capaz de venir a hacer turismo
allá.
Entonces armemos
esas dos mesas aparte, lo escuchamos Gobernador y Alcalde,
sé que ustedes se ahorran
el derecho de hablar de temas diferentes, recuerden:
hoy es agua potable, saneamiento básico y en seguida
nos concentramos definitivamente en el tema.
Le ofrecemos la palabra al Gobernador. Muchas gracias