Compatriotas:
Es muy grato llegar hoy de
nuevo al altar de la Patria, a realizar aquí en
Corrales este nuevo Consejo Comunitario.
Quiero destacar las dos obras
que se inauguraron esta mañana, antes del Consejo Comunitario: la restauración
de la Casa Museo, donde en 1872 muriera el General
Juan José Reyes Patria, héroe de la Batalla
de Gámeza, primero compañero de Bolívar,
después ex compañero de Mosquera, quizás
el último en morir de los grandes héroes
de la Independencia.
Cuando el general Bolívar lo saludó,
después del triunfo de la Batalla de Gámeza,
le dijo que él no debería portar en adelante
el apellido Reyes, porque era monárquico, que
portara el apellido Patria, y por eso para la posteridad
que se le conoce con el nombre del General Juan José Reyes
Patria.
Rendimos un homenaje a Boyacá, por otra contribución
a la Nación: la obra libertadora del General
Juan José Reyes Patria.
Ha quedado bellamente restaurado
el museo, la Casa Museo, agradecemos al Gobierno
del Japón, a
su embajador, tanta generosidad con Colombia. Han sido
fundamentales con su presupuesto en la financiación
de esta restauración, como en tantos sitio de
la Patria, como en tantas escuelas.
Muchas gracias señor
Embajador, toda nuestra gratitud y nuestro aplauso
a ustedes.
El Ministerio de Cultura ha
dotado de libros esa Casa Museo Biblioteca, sé que hace falta los computadores,
el señor Alcalde me ha anticipado que van a
solicitar los computadores, que ya hay manera de hacer
aquí la conexión porque está Compartel,
y le voy a pedir a Helena Bermúdez, de la Secretaria
Privada de la Presidencia, que los tramitemos, nos
parece de la mayor importancia.
A propósito de ello, el país va avanzar
mucho en conectividad en estos cuatro años,
va a asistir a una revolución silenciosa: conectividad
de escuelas, conectividad de bibliotecas, conectividad
de hospitales, conectividad de oficinas públicas,
conectividad de regiones remotas. ¿Por qué?
porque hay la tecnología, tenemos el presupuesto
y tenemos con quien hacerlo. ¿Con quién
lo vamos a hacer? con Compartel, con la confianza del
sector privado en Colombia y con la nueva Telecom,
gracias a su reforma.
La reforma de la vieja Telecom,
la creación
de la nueva Telecom ha traído muchos beneficios
para el país. No había con que pagarle
a los pensionados, iban a morirse ellos de inanición
y a quebrar Telecom a la Nación. Ni lo uno ni
lo otro.
La reestructuración de Telecom nos permitió ponernos
al día con los pensionados, garantizarles el
pago de pensiones, estar al día con los trabajadores
y al mismo tiempo tener, como se tiene hoy en caja,
un presupuesto de 650 millones de dólares, para
la gran revolución de las comunicaciones en
Colombia, de la banda ancha, del Internet, que hoy
son necesidades sociales sin las cuales es difícil
garantizar calidad de vida, avances en la salud, en
la agricultura, sin las cuales es difícil lograr
los mayores niveles de productividad y competitividad.
Confiamos, pues, dotar de computadores
la Casa Museo “General
Juan José Reyes Patria”.
Después se inauguró el puente que construyó INVIAS
(Instituto Nacional de Vías) aquí. Agradezco
a los parlamentarios de Boyacá su tarea gestora,
para que sacáramos ese puente adelante. Al doctor
Ciro Montañez, hijo de Corrales, quien vive
en Washington hace muchos años, pero allá ejerce
la medicina y en Corrales y en Boyacá ejerce
el patriotismo.
Allá atiende pacientes, recoge dinero y viene
a Boyacá periódicamente a oficiar con
su buen patriotismo, eso es lo que necesitamos apreciado
médico Ciro Montañez.
Y quiero además de agradecer a los parlamentarios,
agradecer al Gobernador, por su gran tarea de gobierno
que ha mejorado muchísimo los indicadores de
Boyacá.
Hoy, el Ministro de la Protección Social, gracias
a la cofinanciación de la Gobernación
y de municipios de Boyacá, y a un gran esfuerzo
de la Nación, entregará un buen número
de ambulancias debidamente dotadas para diferentes
municipios de Boyacá.
¿Ministro cuántas va a entregar? 13, ¿a
dónde están?
Diego Palacio, ministro
de la Protección Social: Están listas en Tunja, Presidente. Las llaves
están acá para que se las lleven de una
vez los alcaldes.
Presidente de la República: ¿O
sea que hoy se puede regresar en ellas?
Ministro de la Protección Social: Presidente,
como le digo, están listas las llaves y la ambulancia
parqueada en Tunja para que se las lleven.
Presidente de la República: Bien, 13 nuevas
ambulancias para Boyacá.
A las 7 de la noche de anoche
fue aprobado en la Cámara
de los Estados Unidos el acto ley de ese país,
para prorrogarnos por un tiempo el acceso al mercado
norteamericano para nuestros productos. Y a las 2 y
30 de la mañana fue aprobado por el Senado de
los Estado Unidos.
Desde esta tierra boyacense,
en nombre de todos mis compatriotas, hago llegar
el agradecimiento al Gobierno
y al Congreso de los Estados Unidos, por la extensión
de la ley de beneficios unilaterales, que le permite
a nuestros productos de exportación, continuar
entrando a ese país.
Nos han dado con esa extensión
un tiempo, para que el Congreso nuestro y el Congreso
de los Estados
Unidos, aprueben el Tratado de Libre Comercio, ya firmado
entre ambos gobiernos.
Ese paso dado anoche en el Congreso de los Estados
Unidos es una buena noticia para los trabajadores colombianos,
para los inversionistas colombianos, nos da tranquilidad.
Quiero agradecer la tarea cumplida
por el Gobierno, encabezado en esta oportunidad por
la señora
Embajadora (de Colombia en los Estados Unidos) Carolina
Barco. Una tarea diligente, de permanente gestión.
Y quiero destacar el hecho de que nosotros abogamos
no solamente por Colombia sino por todos los países
andinos.
En cada oportunidad que hablamos
con el Gobierno de Estados Unidos, con cada uno de
sus congresistas, pedimos
que se extendiera este sistema de preferencias, no
solo a Colombia sino también a nuestros hermanos
andinos Perú, Ecuador y Bolivia.
Obras son amores y no buenas
razones. Allí con
un discurso prudente hemos realizado una gestión
de expresión de nuestra solidaridad andina,
de expresión de solidaridad con todos los países
hermanos.
¿Qué sigue? El ministro del Interior,
enlace natural del Gobierno con el Congreso, y el ministro
de Comercio, definirán con las directivas de
nuestro Congreso, el momento de citación del
Congreso en las primeras semanas del año 2007,
para abocar el estudio y la aprobación -que
esperamos- del Tratado de Comercio con los Estados
Unidos.
La extensión de las preferencias es por seis
meses, se empiezan a correr el 31 de diciembre, lo
que seguramente nos obligará a citar por lo
menos a las comisiones segundas de Senado y Cámara,
a sesiones extras, para conocer del estudio del Tratado,
porque el tiempo de extensión es corto y eso
obliga al Congreso nuestro y al Congreso de los Estados
Unidos, a tomar decisiones en tiempo breve, sobre la
aprobación del Tratado de Comercio firmado entre
los dos países.
Esta semana se avanzó en
el Congreso de Colombia y entramos en la semana definitiva.
Fueron aprobados varios proyectos,
quiero referirme en primer lugar a las transferencias
a las regiones.
Porque ha habido una oposición que desorienta
a la opinión.
Se ha aprobado las transferencias en los primeros
cuatro debates, faltan otros cuatro debates, es reforma
constitucional.
¿Cuál es el punto de equilibrio que
subyace a las transferencias?, estimular la descentralización
sin arruinar a la Nación. Nada logramos con
regresar a la Constitución del 91, si la Nación
no es capaz de pagar esas sumas, como no fue capaz
en los años 99 y 2000. Se gana un aplauso el
día de la aprobación y después
viene una frustración el día del incumplimiento.
Ya el país vivió como en los años
99, 2000 vino esa crisis, que incumplió con
las transferencias y se redujeron sustancialmente,
llegaron los atrasos en los pagos a los médicos
y a los profesores, lo que no se ha vuelto a presentar
en nuestro Gobierno.
Nada ganamos con arruinar a
la Nación. Cuando
hay crisis de la Nación a todo el mundo le va
mal: le suben los intereses a la Nación, pero
no solamente a ella, también a los departamentos
y los municipios. Les cierran dieron el endeudamiento
a la Nación y también a los departamentos
y a los municipios.
Yo fui Gobernador de Antioquia.
Las tasas de interés
que había que pagar en esa época, en
un principio, eran del 27 (por ciento) después
del 16 (por ciento), y a eso había que sumarle
ocho puntos de intermediación.
Distinto es hoy, los departamentos,
los municipios, gracias a que ha mejorado la situación económica
de la Nación, están consiguiendo crédito
a tasas de interés del seis y medio (por ciento),
mas 4, más 3 y más 5 (puntos). Eso es
una ganancia.
El Congreso talentosamente
lo ha entendido. Si llegáramos
a una aprobación de transferencias desequilibrada,
al otro día se suben las tasas de interés
10 puntos, y empieza la Nación a sufrir, y empiecen
de nuevo los municipios y los departamentos a penar.
El esquema actual de transferencias,
el que estamos aprobando, es mejor que el acto legislativo
del 2001.
Además es seguro y es serio y es cumplible.
Nada gano yo en decirle al alcalde de Corrales, que
le voy a mandar 10 pesos, si después no soy
capaz de enviarle sino 5.
Así como en las promesas del Gobierno hay que
tener responsabilidad, también hay que tener
responsabilidad en los actos legislativos. Nada ganaríamos
si para obtener un aplauso de los gobernadores y de
los alcaldes, les dijéramos hoy: sí van
a tener transferencias inmediatas de 20 billones, y
al otro año no somos capaces de pagarle.
¡Que frustración,
que descuadre, que incumplimiento!
Lo que estamos aprobando en serio, equilibrado y cumplible
y mejor de lo que esperaban.
Por ejemplo: para el año 2008, la norma vigente
dice que las transferencias se elevarían en
inflación más dos y medio. Lo aprobado
por la Cámara esta semana, dice inflación
más cuatro. Y nuestra coalición presentó una
propuesta de un punto adicional para dedicarlo exclusivamente
a educación. Ahí ya llevamos en la práctica
inflación más 5. Yo les ruego a los alcaldes
y a los gobernadores mirar esto.
¿Qué buscamos?, plenas coberturas en
educación, plenas coberturas en salud, y un
gran avance en saneamiento básico como se necesita
aquí, y lo veremos hoy, cuando uno de los principales
puntos de este consejo comunitario, es el saneamiento
del río Chicamocha. Río de la mayor utilidad,
ese pequeño riachuelo que uno ve desplazarse
por las vegas de Tunja, que pasa por el lado de Paipa.
Ese pequeño riachuelo que corre en Boyacá primero,
del occidente al oriente. Por Sogamoso, por aquí va
girando hacia el norte, ya más caudaloso, y
en Santander en el Cañón del Chicamocha
se le encuentra se le encuentra con toda la fuerza,
después de haber roto ese cañón,
sirviendo al turismo universal.
Pues bien, esas aguas que tarde
que temprano van a alimentar la central hidroeléctrica del Sogamoso,
porque en la parte final cuando se junta con el río
Suárez, forman el río Sogamoso, esas
aguas las tenemos que limpiar aquí en Boyacá,
para bien del turismo y del medio ambiente, y esa es
una de las aspiraciones del Gobierno y una de las aspiraciones
del proyecto de transferencias.
Oiga, me decían: “no va alcanzar para
la salud”, pues alcanza, vamos a lograr plena
cobertura en salud, y además esta semana -con
la muy acuciosa dirección del doctor Plinio
Olano, vicepresidente del Senado- el Congreso de la
República aprobó la nueva ley de salud,
a la cual me voy a referir más adelante, que
en concordancia con el estatuto constitucional de transferencias,
garantiza plena cobertura en salud.
“Que no alcanza para los profesores, que no
alcanza para mejorar el per cápita educativo”,
pues sí alcanza, y para que no cupiera la menor
duda, en la reunión con parlamentarios de nuestras
bancadas en los últimos días, el Gobierno
aceptó que todos ellos presentaran una proposición,
que de conjunto presentaron en la Cámara, y
que le agregó a lo aprobado un punto más
para la educación.
Vamos a explicar esto en todos
los municipios de Colombia, en todas las escuelas
y en todos los hospitales. Porque
hay un avance que le exigirá un esfuerzo a la
Nación, pero que no la pone en el riesgo del
incumplimiento, ni en el riesgo de quebrarla.
Y en el 2009 el aumento también será de
inflación más 4 (por ciento) y más
1 para educación, inflación más
5. Y en el 2010, inflación más tres y
medio y más el punto agregado a educación,
inflación más cuatro y medio.
Y del 2011 al 2016, inflación más 3
y el punto adicional a educación, inflación
más 4.
El Congreso se la ha jugado
a fondo, el Gobierno se ha restiado, por eso entre
esta fecha y el mes de marzo,
vamos a hacer una gran pedagogía para que el
pueblo colombiano nos acompañe, a fin de que
el Congreso entre marzo y mayo le de aprobación
en segundo debate, a la fórmula ya aprobada
en primer debate.
En el año 2016 se aplicará una fórmula
más audaz, se incrementarán las transferencias
en el promedio de incremento de los ingresos corrientes
de la Nación en los últimos cuatro años.
¿Porqué allá y no ahora?, porque
ahora la fórmula tiene que ser segura para los
departamentos y los municipios, mientras se estabiliza
el fisco nacional; y porque la Nación se echó sobre
las espaldas, la carga pensional del Seguro Social.
El año entrante le tenemos que transferir al
Seguro Social, para que cumpla con las pensiones, más
de cinco billones del presupuesto.
Hay que darle el espacio de
unos años a la
Nación, para que pueda cumplir con esa carga.
Por eso no ahora sino en el año 2016, se regresa
a la fórmula del promedio de crecimiento de
los ingresos corrientes de la Nación.
Me preguntaban los alcaldes, “¿Presidente
pero es que nos van a quitar? Dice el proyecto que
si la economía nacional llegare a crecer a menos
del 2, se le recorta a los municipios, se le recorta
a los departamentos”. Eso se eliminó.
Quiero decirlo hoy al oído al Gobernador de
Boyacá y de los alcaldes de Boyacá.
Y me preguntan: “¿y si a la economía
nacional le va bien qué pasa?”, la formula
descrita se incrementa. Si la economía nacional
llegare a crecer por encima del 4 -y este año
Dios mediante va a crecer de manera cercana al 6- si
llegare a crecer por encima del 4, lo que crezca por
encima del cuatro se refleja totalmente en transferencias.
Esto es, si en el 2008 la economía nacional
llegare a crecer al 6, crecen dos puntos por encima
del cuatro. ¿Cómo se reflejan esos dos
puntos en su totalidad en transferencias?, de la siguiente
manera: la fórmula aprobada en Cámara
dice 2008, transferencias crecen inflación más
4, más un punto adicional para educación,
más dos puntos porque la economía creció,
dos puntos por encima del cuatro. Allí habría
un crecimiento de inflación más 7. Creo
que no lo esperaban gobernadores, que no lo esperaban
alcaldes.
Y me han dicho, “Presidente ¿y qué le
pasa a los 870 municipios colombianos que tienen menos
de 25 mil habitantes? Nueve puntos de la bolsa general
de propósito, va para esos 870 municipios. Para
hacer equilibrio con la gran mayoría de los
municipios colombianos, que tienen menos de 25 mil
habitantes.
Y me preguntan, “¿qué pasa Presidente
con los municipios y departamentos, que en el censo
aparecieron con menor población de la proyectada?”,
nada. Dice el acto constitucional en curso, que a ninguna
entidad territorial se le reducirá el monto
de transferencias, quedan asegurados.
Y enseguida me dicen: “¿y qué va
a pasar si un departamento o un municipio, cumple las
metas totales de educación y salud?”,
la misma norma constitucional dispone flexibilidad.
En el momento en el que los departamentos y los municipios
cumplan con las metas de educación y de salud,
en ese momento, en ese momento la Constitución
autoriza para que reorienten las transferencias hacia
otros propósitos.
Y dicen, “es que el Presidente quiere que el
que gaste sea el Gobierno y no las regiones”.
Hagamos esta cuenta: ¿qué reciben las
regiones?, primero, este año los ingresos propios
de departamentos y municipios, suben al 21 por ciento
del total que recauda el Estado colombiano, y las transferencias
representan más o menos el 33 por ciento de
lo que recauda la Nación en ingresos corrientes.
Sumado a eso, ahí llevamos que las entidades
territoriales ejecutan más del 50 por ciento
de los ingresos del Estado colombiano. A eso sumemos
otros aportes de la Nación permanentes para
las regiones, como ETESA (Empresa Territorial para
la Salud).
Los porcentajes descritos, enunciados, incluyen la
sobretasa a la gasolina, que es permanente.
Pero, pero no incluyen otros
esfuerzos que hace la Nación.
La Nación le gira a las universidades departamentales
y a la Universidad Nacional, un billón 700 mil
millones al año, y eso no está contabilizado.
Y además no está contabilizado lo que
se gira para la salud del Fosyga (Fondo de Solidaridad
y Garantía), y no está contabilizado
lo que se gira para vías terciarias, y no está contabilizado
lo que se gira para vivienda.
Si todo eso se contabiliza,
el país verá el
importante nivel de descentralización que se
tiene.
Y me dicen, dice la oposición: es que eso lo
ejecuta Uribe. No señores, la salud y la educación
la manejan los municipios certificados o los departamentos.
Hay reglas que están en la ley y en la Constitución,
que todo el mundo tiene que cumplir en un Estado de
leyes.
Los proyectos de vivienda los
presentan gobernadores y alcaldes, la Nación
aporta el dinero pero se ejecuta en los territorios.
Teníamos un problema con vías terciarias,
porque el dinero que va a crecer mucho, estaba en 100
mil millones y pasa a 300 mil, lo ejecutaba la Nación
desde INVÍAS. Para que no quede dudas sobre
nuestro propósito descentralista, este año
y el entrante, y en los siguientes de este Gobierno,
la Nación aporta el dinero pero lo ejecutan
los comités de cafeteros, las gobernaciones
en asocio de las alcaldías y grupos de alcaldías.
La Nación simplemente hará convenios
interadministrativos con ellos, como se están
haciendo este año.
Que la Nación tiene interventorías,
es sano que las tenga, eso no se puede evitar.
Y me dicen: ¿y los proyectos de agua potable?,
los presentan los municipios y los departamentos, la
Nación los cofinancia, los ejecutan los municipios
y los departamentos, ¿y quién hace una
interventoría?, la Nación. Vemos toda
esta ejecución local, aportes nacionales a ejecución
local.
Se va a ejecutar una gran obra
ya ejecutada, la reestructuración
de la red hospitalaria de Boyacá, ¿quien
hace un gran aporte en dinero?, el Gobierno Nacional,
90 mil millones, ¿quién ejecuta?, la
Gobernación de Boyacá.
Yo agradezco a los parlamentarios
que rechazaron las presiones, rechazaron la distorsión, enfrentaron
con realismo y con responsabilidad el futuro económico
de la Nación, y se atrevieron ahora en primer
debate, a aprobar un acto legislativo de transferencias
responsable.
Hace dos días llamé al gobernador de
Santander y le dije: esta mañana se vendió a
ECOGAS (Empresa Colombiana de Gas), por tres billones
200 mil millones (de pesos). A Santander le toca el
10 por ciento, 320 mil millones, una lotería.
¿Saben cuánto valía ECOGAS?,
hace algún tiempo tenía valor negativo,
había que pagar para que se la llevaran, ahora
valió tres billones 200 mil millones en un acto
transparente, ¿por qué?, porque hay confianza
en Colombia.
Lo mismo ocurrió con el Banco Cafetero. Ya
no recuerdo, fue tan fabulosa la suma, que ya no recuerdo
por cuanto se vendió, creo que por dos billones
200 mil millones.
Hace dos años intentamos venderlo y nadie volteó a
mirarlo. Dije yo de manera coloquial, la gente piensa
que es un encarte, hay que encimar para que lo reciban.
Ahora lo vendimos por dos billones 200 mil millones,
gracias a que hay confianza en la Nación.
Y le decía yo al Gobernador de Santander -que
es un gran ejecutor, a quien aprecio, valoro- Gobernador, ¿tu
quedas contento con los 320 mil millones que de la
venta de ECOGAS le corresponden a Santander? y me decía
mucho. Decía, esto se logró por la confianza
en Colombia, ayúdame a que los parlamentarios
santandereanos voten el proyecto de transferencias.
Porque si nos equivocamos,
si en aras del aplauso inmediato, del aplaudir hoy
para llorar mañana,
se aprobara una irresponsabilidad en transferencias,
los hechos de confianza en la Nación, recuperada
Paz del Río, promisoria, recuperado ECOGAS,
Banco Cafetero, recuperada Electrificadora de Boyacá,
recuperada red hospitalaria de Boyacá, con una
decisión irresponsable en materia de transferencias,
ese camino se perdería.
No costó poco recuperar la Electrificadora
de Boyacá, era parlamentario el doctor Rueda
Maldonado, y eran parlamentarios muchos de los que
hoy son. Y saben que eso nos tocó, Ministro,
alrededor de medio billón al presupuesto nacional.
Hace cuatro años el pueblo boyacense estaba
angustiado, asfixiado. Me decían: “Presidente,
todo el mundo nos incumple con la doble calzada, Presidente
están arruinados los hospitales, Presidente
está arruinada Paz del Río, los pensionados,
los trabajadores, Presidente se va a parar Electrificadora
de Boyacá, nos vamos a quedar a oscuras”.
Gracias a que hemos venido
recuperando la Nación,
todo esto se ha podido sortear exitosamente.
Por eso agradezco el buen juicio
de los parlamentarios, no se dejaron presionar, ni
tampoco halagar por la
vana ilusión de regresar a una fórmula
impagable.
¡Y vamos a hacer esta pedagogía en toda
la Nación, a explicarles a todos los compatriotas!
Me propongo recorrer la Nación entera, con
afecto, con patriotismo, con energía, para explicarles
a todos los compatriotas, la bondad de estas transferencias,
porque por ahí amenazan con un referendo en
contra.
Todos los días se inventan
referendos contra el Gobierno.
Pero cuando a mi me anuncian
un referendo a las once de la noche, en contra del
Gobierno, digo: Dios mío,
ayúdame a dormir unas horas y dame energía
desde las cinco de la mañana para salir a enfrentar
ese referendo, apelando a la persuasión, a la
buena razón de mis compatriotas.
Y al otro día me anuncian un referendo contra
la política de Seguridad Democrática.
Al otro día me dicen que hay un ex presidente
liderando un referendo en busca de una zona de despeje
para la guerrilla, y que eso lo disfrazan diciendo
que es el acuerdo humanitario, cuando en el fondo quieren
una zona de despeje para la guerrilla.
Y me llaman a las doce de la
noche y me dicen: el ex presidente anunció un
referendo contra el Gobierno, que le van a exigir
una zona de despeje para
la guerrilla.
Y digo yo, ¿qué vamos a hacer Dios mío?,
María Auxiliadora dame energía para emprender
desde las cinco de la mañana la conversación
con mis compatriotas, enfrentar esas nuevas tentativas
de zona de despeje; ayúdame a hablar con los
boyacenses que supieron qué era la guerrilla,
que empezamos a desterrar de ese departamento cuando
instalamos el Batallón de Alta Montaña;
que los boyacenses sí entienden qué es
vivir con gobiernos débiles y la guerrilla encima.
Que los boyacenses sí saben que es mucho mejor
tener el Batallón de Alta Montaña ahí cerca
de la Sierra Nevada del Cocuy, para devolverle paz
a Boyacá, que tener una zona de despeje para
consentir a los violentos.
¡Por eso aquí en Boyacá entienden
que el referendo no debe ser por zonas de despeje,
sino por más batallones de alta montaña,
para que Colombia no tenga que sufrir, la guerrilla,
los paramilitares, el narcotráfico y la corrupción!
Por eso vamos a hace pedagogía,
apreciados compatriotas, sobre todos estos temas.
Y cómo agradezco al Congreso la aprobación
de la Ley de Salud, que buena.
Por su conducto doctores, Plinio
y Jorge Hernán,
por su conducto doctor Gustavo, por su conducto Juan,
por su conducto doctor Leguizamón, por conducto
de los parlamentarios aquí presentes. Doctor
Juan Carlos Granados, por conducto del doctor Gilberto
Gómez Maldonado, nuestra gratitud al Congreso
por la sabiduría de aprobar esta Ley de Salud,
y gracias al Ministro.
Nos falta la conciliación esta semana, veámosla
en conjunto con las transferencias, sumada una y otra,
nos van a permitir la plena cobertura.
Prepárese Gobernador, para que rápidamente
-usted que es diligente y realizador- logre el acuerdo
con el Ministro, apoyado en los parlamentarios y les
entreguemos carnés de salud con buena calidad,
a los compatriotas de Boyacá que todavía
no lo tienen.
Mire lo que dispone esa Ley
en aras de la justicia social: se le aumenta medio
punto a la cotización
de salud del régimen contributivo, pero no a
cargo de los trabajadores, lo van a pagar en su totalidad
los empresarios. ¿Y a dónde va ese medio
punto?, a cofinanciar la extensión del régimen
subsidiado de salud para todos los compatriotas de
los estratos uno, dos y tres.
Y dispone esa Ley, que las
administradoras de régimen
subsidiado deben contratar servicios en un 60 por ciento
con la red hospitalaria pública.
¡Qué importante
garantizarle a los hospitales del Estado ese ingreso!
Se necesita que sean bien administrados y transparentes.
Bien administrados con transparencia y con ese ingreso,
tienen un futuro despejado.
¿Y qué dispone esa Ley?, atiende un
viejo reclamo de los médicos, de los odontólogos,
de los colombianos de profesiones afines, dice que
no puede haber integración vertical en más
de un 30 por ciento. Esto es, una EPS (Entidad Promotora
de Salud) no puede contratar con clínicas de
su propiedad, sino máximo un 30 por ciento del
valor total de su contratación.
Eso ayuda muchísimo a que haya más democracia
en la salud, y a través de más democracia
en la salud, más calidad en la salud.
Y para que la orientación de la salud no sea
caprichosa, sino regulada por normas técnicas
y científicas, esa ley dispone que habrá una
comisión reguladora de la salud;
Y para que se institucionalice
la defensa de los usuarios en las regiones, esa Ley
dispone la creación
de la defensa de los usuarios de salud.
En medio de dificultades vamos
por buen camino, avanzando con la Seguridad Democrática y avanzando también
con las normas sociales, para que este país
sea un país seguro, un país sin guerrilla,
sin paramilitares, sin narcotráfico, sin corrupción,
y un país justo, con plena cobertura en salud,
educación, un país avanzando en saneamiento
básico, un país con Banca de Oportunidades,
un país que supere pobreza, un país que
construya equidad.
Por eso no nos podemos arredrar
porque haya problemas en el proceso con los paramilitares,
o porque la justicia
tenga que actuar contra algunos del estamento de la
política.
¡Vamos para adelante
con transparencia!
Ahora el país está más confiado,
hace cuatro años la justicia, el periodismo,
en muchas regiones de Colombia, la política,
estaban interferidos por guerrillas o por paramilitares.
La decisión firme del Gobierno de desmontar
todas estas organizaciones, ha devuelto a los colombianos
confianza en la justicia, le ha quitado interferencia
a las instituciones.
Hace dos días, en la Escuela General Santander
de Bogotá, en la Escuela José María
Córdova de Bogotá, en la Escuela Marco
Fidel Suárez de Cali, y en la Academia Naval
Almirante Padilla de Cartagena, expliqué el
por qué de las decisiones tomadas en los últimos
días por el Gobierno Nacional, en relación
con las personas que estaban en el sitio de reclusión
de La Ceja, que fueron trasladados.
Dije: “El Gobierno adelanta con total buena
fe este proceso de paz, es hijo de la autoridad, lo
hemos defendido en el extranjero y en Colombia, pero
lo que no podemos permitir es que haya delitos que
puedan dar lugar a imputaciones en contra de los beneficiarios
del proceso de paz”.
Hemos pedido a la Fiscalía
que asigne responsabilidades, que investigue y que
clarifique.
Me dicen: Presidente, es que
se ha creado mucha tensión.
Es cierto, pero el Gobierno prefiere que haya tensión
a que haya apaciguamiento. Eso de vivir en un país
con las aguas tranquilas, mansurronas en la apariencia
y con corrientes mortales en la profundidad no se puede.
Eso de echarle barniz a la madera, incurar el comején
que la corroe por debajo, eso no puede seguir. Nosotros
hemos enfrentado esto, para que haya claridad en el
proceso.
Me dicen: Presidente pero es
que eso le va a traer mucha intranquilidad al Gobierno.
No importa, que la
traiga pero que haya claridad. Es preferible que los
gobiernos tengan que gobernar con menos tranquilidad,
tengan que aplicarse con más dedicación,
tengan que enfrentar mayores dificultades, eso es preferible
simplemente a la actitud de apaciguar, apaciguar y
apaciguar, mientras terminan los periodos de Gobierno.
Los problemas hay que resolverlos de fondo.
Informado el Gobierno de las
anomalías presuntas
que se han venido dado en el proceso de paz, tenía
dos caminos: el uno apaciguar, no denunciar, no tomar
decisiones, esperar a ver si había o no una
fuga de la cárcel de La Ceja, guardar apariencias
apaciguadoras. El otro camino, el que tomamos, decisiones
duras y que generan controversia, pero que finalmente
deben decirle al pueblo colombiano que aquí empieza
a haber autoridad firme para que se apliquen transparentemente
las leyes de la Nación, como nuestra ley de
Justicia y Paz.
¿Qué sigue en el proceso?, que quienes
están en él, cumplan con los mandatos
de la Ley de Justicia y Paz, que la Fiscalía
la aplique.
Una ley de paz pero también de justicia, una
ley que exige justicia y reparación. No como
en el pasado, que solamente se les perdonaba, muchos
de aquellos que ahora critican desde el Congreso de
la República, son producto de una ley que perdonó pero
no hizo justicia.
La nueva perdona pero hace
justicia, exige reparación,
no es de impunidad.
De acuerdo con la ley de ahora,
los desmovilizados tienen que pasar por la justicia,
en la anterior no;
en la anterior pasaron de ser pirómanos que
incendiaron el Palacio de Justicia con los dineros
del narcotráfico, a aspirar a la Presidencia
de la República, al Congreso, y a ser los catones
y los críticos morales de la Nación.
¡Asesinaron a José Raquel Mercado, el
país lloró y los asesinos pasaron al
Congreso!
¡Asesinaron a Gloria Lara, el país lloró y
los asesinos no solamente se les perdonó, sino
que no hubo justicia!
¡Hoy hay justicia, una
ley que trae beneficios pero hay justicia, y justamente
para evitar que haya
impunidad, son las decisiones que hemos tomado!
Hoy, el Alto Comisionado para
la Reinserción
(Frank Pearl) está en Apartadó. Le pedí que
se reuniera con los 40 mil reinsertados, que les explique
la voluntad del Gobierno de cumplirle, que no reincidan
en el delito, porque aquí en adelante no va
a haber más paramilitares.
El reinsertado que cumpla,
el Gobierno le cumple, el reinsertado que incumpla,
el Gobierno lo persigue
como a cualquier criminal, con toda la determinación.
Que no se sueñen con “Águilas
Negras”, que no se sueñen con nuevas bandas
emergentes, que a todos, como a la guerrilla y al narcotráfico,
hay que derrotarlos con las armas nobles de las instituciones
policivas y militares de Colombia.
Hubo paramilitares en el pasado,
ese problema todavía
se está resolviendo. ¿De dónde
surge el nombre de paramilitares?, del propósito.
Esas organizaciones al margen de la ley, se crearon
con el propósito de combatir a las guerrillas, ¿por
qué?, por la debilidad del Estado, porque crecían
las guerrillas y el narcotráfico, ciudadanos
indefensos en muchas regiones tuvieron que aceptar
la protección del paramilitarismo, una vergüenza
para la democracia.
Finalmente terminaron en los
mismos delitos atroces, y terminaron en la misma
corrupción y en la
misma financiación espuria del narcotráfico,
paramilitares y guerrilleros.
¿Por qué no paramilitares en adelante?,
porque con los batallones de alta montaña, las
nuevas brigadas, la Policía, la determinación
política del Gobierno, lo que queremos es proteger
todos los rincones de Colombia.
Que los colombianos del Catatumbo,
de Urabá,
del Perijá, de la Sierra Nevada, de San Lucas,
del sur del país, de los Farallones de Cali,
que todos puedan dormir tranquilos, protegidos por
las armas de la República.
Donde se desmovilizan los paramilitares
me preguntan: ¿Presidente
quién nos va a cuidar?, las armas de la República.
Hay que aprender de la vida,
nadie puede dormir tranquilo en una región donde se espera un ataque guerrillero,
y nadie puede dormir tranquilo en una región
donde no hay presencia de la autoridad legítima
del Estado, y hay que socorrerse de paramilitares para
la defensa ciudadana.
Lo único que permite conciliar el sueño,
en la conciencia y en el sueño físico,
es la protección a cargo de la institución
legítima de la Nación.
Que hay reveses, que nos equivocamos
en un operativo militar, que nos asesinan 17 policías en Tierradentro,
que nos asesinan los soldados en Ocaña, si los
hay, esta tarea es difícil, tiene contratiempos
y dificultades, pero persistiendo en ella lo vamos
a lograr.
¡Firmeza compatriotas!
Es la hora de decirles a los
colombianos que razonemos sobre la diferencia entre
firmeza y apaciguamiento.
El apaciguamiento no ha servido en la historia. Cuando
se apacigua a la guerrilla, los guerrilleros actúan
con más sevicia; cuando se apacigua a los paramilitares,
ellos actúan con más atrocidad.
El apaciguamiento no sirve
sino para mostrar la cobardía
de los gobiernos, para darle mal ejemplo al pueblo,
y para crecer los ímpetus terroristas de los
criminales.
Finalmente, lo único que resuelve los desafíos
de los criminales, es la firmeza del Estado, la energía
de la fuerza pública que al decir del Libertador,
es la fuente de virtud de la Nación y lo que
contagia amor a la Patria en todos los ciudadanos.
¡Nada de apaciguamientos!
Que haya tranquilidad en el Gobierno para enfrentar
los problemas, para que haya tranquilidad en el futuro
de la Patria.
Yo prefiero vivir años
intranquilos de Presidente, enfrentando todos los
problemas, desafiando todas las
expresiones del crimen, para en el futuro, si Dios
me lo permite, como ex presidente, poder mirar a mis
compatriotas a los ojos, con la conciencia tranquila
de no haber sido negligentes frente a una sola de las
expresiones del crimen.
Si hiciéramos lo contrario, si el Gobierno
en beneficio de su propia tranquilidad no tocara los
problemas de fondo, el apaciguamiento, eso lo que haría
sería extenderle más los años
de pena y de suplicio al pueblo colombiano.
¡Que no haya apaciguamiento!
¡Firmeza para enfrentar
todas las dificultades!
Para que se depure la política, el Congreso,
el Ejecutivo, la Fuerza Pública, la Justicia,
para que haya en el futuro la tranquilidad que habrán
de gozar las nuevas generaciones de colombianos, con
una Patria sin guerrilla, con una Patria sin paramilitares,
con una Patria sin paramilitares, con una Patria sin
corrupción, con una Patria de trabajo honrado,
con una Patria sin narcotráfico.
Lo que pasa es que se equivocaron,
mis críticos
creyeron que yo iba a llegar al Gobierno -como decían
Uribe paramilitar, que era la manera como querían
evitar que el pueblo me eligiera, porque temían
a nuestra política de seguridad, porque saben
que con nuestro Gobierno a la guerrilla no le queda
sino negociar o esperar el debilitamiento total a cargo
de la fuerza pública, para desorientar, para
elegir a los apaciguadores y contemporizadores de la
guerrilla- buscaban desacreditarme diciendo, Uribe
paramilitar. Se equivocaron.
Para ellos no había sido extraño que
yo en el Gobierno me hubiera aliado con los paramilitares
para enfrentar la guerrilla, era lo que esperaban,
ignoraban nuestras convicciones cristinas y democráticas,
ignoraban nuestro compromiso con el rescate de la institucionalidad
de la Patria.
Seguramente si nos hubiéramos unido con el
paramilitarismo, iríamos más adelante
en la lucha contra el ELN y las Farc.
Nuestro camino ha sido el más duro, pero el único
que garantiza reconciliación y transparencia.
Nuestro camino ha sido el de la apelación exclusiva
a la Fuerza Pública, el de la voluntad de desmontar
por igual al paramilitarismo y a la guerrilla, el camino
de la recuperación institucional de la Nación.
Ese es el camino que nos toca.
En el pasado, en alguna oportunidad,
unieron una institución
con grupos de bandidos para derrotar otros bandidos.
Nosotros no lo hemos hecho ni lo haremos. En el pasado
se decía: bueno, por ahora hay que acabar con
unos y después con otros, no, la decisión
de nosotros ha sido acabarlos a todos por parejo, para
que la Nación recupere el pleno vigor de sus
instituciones.
Y que no hay dudas, las familias de los paramilitares
no necesitan el apoyo de los que descalificaban este
proceso de paz.
Lo veo ahora, los que ayer
decían que el proceso
de paz de Uribe con los paramilitares era un proceso
de compinches; los que ayer decían que este
proceso de paz era un proceso para legitimar el paramilitarismo
y legalizar el narcotráfico, ahora que los hechos
han mostrado ante el país la seriedad de este
proceso, esos mismos críticos de la víspera
ahora aparecen como los salvadores del proceso, y ahora
servilmente se ofrecen como los defensores de las familias
de los paramilitares.
No necesitamos esas defensorías de oficio,
nosotros tenemos una Seguridad Democrática,
una seguridad para defender por igual a las familias
de los ciudadanos inocentes, y defender por igual a
las familias de los colombianos que por una circunstancia
están hoy en una cárcel.
Nosotros tenemos un sentir
cristiano y democrático
de la vida. Para nosotros no hay familias buenas que
se deban proteger y familias malas que no se deban
proteger.
Para nosotros hay que proteger
a todas las familias colombianas. Por eso le he dicho
al señor General
Castro, al director del DAS, que emprendan cuanto antes
la instalación del elementos institucionales
de protección a las familias de aquellos que
están en la cárcel de Itagüí.
Es que para nosotros no hay
crímenes malos
y crímenes buenos, todos son horrendos.
Cuando fui a Medellín la semana anterior, antes
de tomar la decisión del traslado carcelario,
se me dijo: Presidente, no se preocupe que estos seis
asesinatos tienen como víctimas a personas que
estaban con la mafia. ¿Dije cómo así? ¿Entonces
aquí por la calidad de las víctimas va
a seguir la impunidad? Eso no puede ser. La vida hay
que defenderla en favor de cualquier ciudadano, inocente
o señalado.
Nosotros si queremos aplicar
en Colombia una consistencia cristiana y democrática
frente al derecho a la vida, tenemos que proteger
por igual la vida del
inocente, que la vida de aquel sobre cuya conducta
hay sospechas.
Nosotros si queremos recuperar
el imperio monopólico
de la justicia del Estado, y eliminar cualquier asomo
de justicia privada, no podemos permitir la impunidad
en el asesinato del inocente, y tampoco podemos permitir
la impunidad en el asesinato del condenado o del acusado.
Eso es un fenómeno de contracultura, se deriva
de la debilidad de los gobiernos. Los colombianos durante
tantos lustros, asistieron al espectáculo de
la debilidad de gobiernos que no enfrentaban el crimen,
entonces los colombianos por esa debilidad se dejaron
llevar de un fenómeno de contracultura que ha
conducido, antes que repudiar los crímenes,
a tratar de justificarlos.
En los últimos 35 años, en muchas ocasiones
en Medellín y en toda Colombia, hemos escuchado
cuando se asesina alguien, que en la tertulia de la
comunidad antes que repudiar el crimen se pregunta
por qué lo mataron.
Y entonces si alguien dice:
lo mataron porque era mafiosos o el otro dice lo
mataron porque era auxiliar
de la guerrilla, o el otro dice lo mataron porque era
auxiliar del paramilitarismo, o el otro dice, lo mataron
porque estaba en una discoteca bailando con la mujer
de un narcotraficante, ya en esas explicaciones se
encuentran justificación al asesinato, y en
lugar de ser repudiado, ese asesinato se justifica.
¡Eso es lo que no puede
seguir sucediendo en Colombia!
En aras de la justicia, de
la credibilidad de los colombianos en nuestras instituciones,
ningún
asesinato debería quedar impune. Por eso las
decisiones que ha tenido que tomar el Presidente de
la República, no se evitaron por la circunstancia
de que al Presidente se le dijo que las víctimas
de esos asesinatos estaban probablemente en negocios
con la mafia. Aquí tiene que haber un respeto
total a la vida, un respeto total a la justicia, apreciados
compatriotas.
Pero entonces regresemos a
los temas que hoy nos convocan. Vamos a escuchar
al gobernador de Boyacá, al
alcalde de Corrales, vamos a mirar el Conpes de Fúquene,
haremos una reunión del Ministro (de Transporte),
sus funcionarios, para mirar el tema de infraestructura
vial en Boyacá.
Miraremos el plan de saneamiento
del río Chicamocha,
los proyectos de biocombustible que avanzan más
rápidamente en otras regiones que acá,
los temas del Ministerio de Minas, y los temas de Viceministerio
de Turismo.
Ofrezco la palabra, al gobernador
de Boyacá,
Jorge Eduardo Londoño Ulloa y a todos ustedes
compatriotas, muchas gracias”.