Compatriotas:
Me alegra mucho venir a esta
gran ciudad de Manizales a entregar a La Patria la
condecoración Manuel
Murillo Toro, en estos 85 años que celebra,
como ha sido su tradición, empujando, avanzando,
prosperando para bien de Colombia, para bien de Caldas,
de Manizales, para bien de la democracia.
Al entregarla, ponerla en las
manos de joven presidente, el doctor Nicolás Restrepo Escobar, quiero exaltar
la nueva generación de conductores, para bien
de la prensa libre de La Patria, en la cual él
brilla.
Buen sucesor de quienes con
visión fundaron
este periódico. El doctor Ocampo, el doctor
Restrepo Restrepo, de quienes lo hicieron grande y
quienes lo han legado a la posteridad de nuestra democracia.
A todos ellos brindo un homenaje
emocionado. A quienes laboran día a día para entregar La Patria
a miles de hogares manizalitas, para que llegue a todos
los pueblos de Caldas, para que sea una trinchera de
lucha democrática, también rindo un emocionado
homenaje.
La Patria ha oficiado como
notario de la historia y como actor de la historia.
Pensando los sucesos de
la vida colombiana y caldense de estos 85 años,
entraríamos en una enumeración interminable,
y saber que en todo La Patria ha sido actor de primera
línea y el único notario que los ha registrado,
para la memoria histórica y para las generaciones
que suceden unas a las otras.
La Patria hace parte de ese
elemento esencial que distingue hoy al Estado de
Derecho. Los teóricos
de las normas jurídicas definían al Estado
de Derecho como el Estado de la Constitución
escrita: hoy no lo identifica. Como el Estado de la
separación del poder en ramas: hoy cualquier
modelo quiere presentar esa característica.
Como el Estado de las normas heterónomas o externas
al gobernante: hoy cualquier Estado practica esa realidad
o da dicha apariencia. Y finalmente como el Estado
de amplia participación de opinión: eso
sí es lo que define y caracteriza de manera
singular al Estado de Derecho: la participación
de opinión. Afectada en Colombia, no por fenómenos
imputables a la acción del Estado, sino a la
falta de haber derrotado a tiempo la acción
del terrorismo.
La Patria ha brillado estos
85 años por defender
el Estado de Opinión, por defender el Estado
de libertades. Como acabamos de escucharlo, en las
palabras del doctor Nicolás Restrepo, ha sufrido
la coacción del terrorismo. Ha sufrido en carne
propia la violencia del terrorismo.
Sigue viva en la mente de los
colombianos la tragedia del asesinato de Hernando
Sierra, y yo siento como
gobernante vergüenza de que eso esté todavía
en la impunidad. Pero seguimos en la lucha, para que
este sea un Estado transparente, un Estado de Opinión.
Al rendir hoy este homenaje
a La Patria, a las generaciones que lo sustentaron,
lo hicieron grande, y a las que
lo mantienen y lo prospectan para el futuro, quiero
reiterar en Manizales toda nuestra devoción
por recuperarle a esta Nación la Seguridad Democrática.
Quiero decirles a ustedes,
mis coterráneos,
a quienes tanta gratitud debo por el apoyo que le han
dado de manera entusiasta y con determinación
a las propuestas de mi carrera política, que
no desmayaremos un momento en el proceso de tener una
Patria sin terrorismo guerrillero, una Patria sin terrorismo
paramilitar, una Patria sin narcotráfico, una
Patria sin corrupción.
Ahora cuando en el aeropuerto
de Manizales, con el Gobernador, el Alcalde y los
Altos Mandos repasábamos
la situación de orden público, concluíamos
que hemos avanzado, pero que falta mucho.
Sí, se han desmovilizado unos paramilitares,
siguen actuando otros. Nuestra decisión es que
no se les denomine más ‘paramilitares’.
En la etimología del paramilitarismo, hay que
registrar que aquí fueron ganando esa denominación,
porque decían que irrumpían al margen
de la ley para combatir la insurgencia guerrillera.
Pero en el rescate de la institucionalidad,
no se puede permitir que una acción criminal combata
a otra acción criminal. En el rescate de la
institucionalidad, el único camino es el de
combatir en nombre de la institucionalidad y con los
instrumentos institucionales, todas las expresiones
de la ilegalidad, todas las expresiones del terrorismo.
Esas bandas que aún persisten en Caldas, hay
que derrotarlas totalmente. Como tenemos que derrotar
lo que persiste de guerrilla en algunas regiones del
departamento, y como tenemos que derrotar rápidamente
lo que queda de cultivos ilícitos.
Nosotros necesitamos todos
los días afianzar
más en la conciencia de los colombianos la necesidad
de conducir la Seguridad Democrática como un
imperativo, como un medio de vida tranquila que garantice
la consolidación cotidiana de la Nación.
He escuchado con atención las preocupaciones
presentadas en su intervención, atinentes a
la región, por parte del presidente de La Patria,
del doctor Nicolás Restrepo. Permítanme
referir algunas de ellas.
La Autopista del Café. Varias circunstancias,
que no es del caso recordar, la paralizaron durante
años. Cuando empezó nuestro Gobierno,
casi todas las concesiones viales de Colombia estaban
en pleito. Paralizadas. Tomamos tres largos años
superando esa parálisis, buscando acuerdos,
transacciones, para que esas vías tomaran nuevamente
el rumbo.
Esta tarde aquí no nos acompaña un gran
hijo de esta tierra, el ministro consejero de la Presidencia,
Oscar Iván Zuluaga, porque justamente está,
nombre del Gobierno Nacional, finiquitando la transacción
con Commsa, la concesión que se adjudicó hace
más de diez años, que se sumió en
un pleito y que pretendía construir una gran
carretera de Bogotá al Río Magdalena.
Todavía no hemos podido decirle al país
que está totalmente finiquitada esa transacción.
Pero creo que hemos avanzado.
Ya por lo menos hay frentes de obras en todas las
concesiones que estaban
en pleito. Sé que quedan problemas. Sé que
a raíz de unos compromisos de funcionarios de
Gobierno con la Alcaldía de Santa Rosa de Cabal,
se tuvieron muchísimas dificultades para definir
la entrega al concesionario de un tramo de esta doble
calzada. Confío que ese problema se esté resolviendo
definitivamente.
En esos tres años de negociaciones, el Gobierno
Nacional aceptó entregar a la concesión
el peaje de La Manuela, aquí abajo de Manizales,
y el peaje de Corozal, adelante de La Tebaida, para
reforzar los ingresos de la concesión. Eso ha
ayudado muchísimo a que avance la obra.
Ya se terminaron los diseños para el paso de
Boquerón, ya tiene permiso ambiental. Confiamos
que en el mes de enero, a finales del mes de enero,
los concesionarios nos cumplan, y ya la ciudadanía
empiece a ver la ejecución de obra, porque acepto
que es hoy el gran cuello de botella.
Tengo fe, tengo fe, que ya
no sean muchos los años
que se requieran para poder hacer el recorrido Manizales – Pereira – Armenia – Cali – Santander
de Quilichao, con doble calzada.
Tengo fe que además se pueda llegar al Valle
del Cauca por la doble calzada Cerrito – La Victoria,
hoy en plena construcción.
Sé que se requieren muchísimas vías
de competitividad.
Hemos contratado, por un valor
de 130 mil millones (de pesos), el tramo de vía entre Las Ánimas
y Nuquí, que falta para salir por esta sección
del país al Pacífico, al Golfo de Tribugá.
Con eso alcanzamos a construir
la banca, las obras básicas de infraestructura, pero no es suficiente
para poder entregar ese tramo de aproximadamente 60
kilómetros, pavimentado.
Fue muy difícil, no tanto el diseño,
sino la licencia ambiental, porque tiene que romper
la Serranía del Baudó. Es corta la distancia
entre Las Ánimas, en el centro del Chocó,
en ese eje que forman el Atrato y el San Juan y el
Pacífico. Pero la selva, los recursos naturales
que allí se protegen, la presencia del terrorismo,
nos dificultaron mucho emprender esa obra. Hoy está en
plena licitación.
Cada vez que en esta gran tierra
hablo de Tribugá,
de esa salida al Pacífico, que es una gran aspiración
de Caldas, Risaralda, para la competitividad de la
región, viene un reclamo en Cali, y me dicen:
Buenaventura.
Desde aquí quiero decirles a todos los compatriotas
que Buenaventura es hoy primera prioridad. Se están
haciendo grandes esfuerzos.
Primero, encontramos una concesión adjudicada
de ferrocarril, hemos invertido 148 millones de dólares,
se ha recuperado bastante la banca, pero el concesionario
no ha cumplido con el servicio. Pleito heredado, estamos
buscando cómo lo superamos.
Segundo, ya hemos abierto la
licitación para
construir, con aportes muy cuantiosos del Presupuesto
Nacional, unos kilómetros, bastantes por cierto,
de doble calzada.
Y con la concesión de la malla vial vallecaucana,
que administra la Nación, y con la concesión
de la carretera Panorama, que administra la Gobernación
del Valle del Cauca, extendiendo ambas, vamos a ir
avanzando en esa doble calzada de Buga a Buenaventura.
Y esto lo podemos mirar en
un corredor más
amplio: el corredor de Bogotá al Eje Cafetero
y al Pacífico, que empieza a tener hoy avances
muy importantes, como quiera que está en plena
construcción la doble calzada de Girardot a
Bogotá.
Está ese contrato también extendido
hasta un sitio cercano al Espinal, y está en
plena licitación el tramo que falta hasta Ibagué.
Hemos construido ya algunos
de los viaductos de La Línea, y está en plena construcción
el Túnel de La Línea. Son vías
de competitividad de gran importancia.
Por supuesto, cuando yo les
digo a mis compatriotas de Caldas que se está haciendo un gran esfuerzo
con el Plan 2.500, que solamente se les delegó la
construcción a dos gobernaciones: a la Gobernación
de Caldas y a la Gobernación del Cesar, me dicen: ‘sí,
es un gran avance, pero falta mucho’.
Claro que falta mucho. En un
país con tantas
necesidades, uno cree que emprender un proyecto de
pavimentación de tres mil kilómetros
es un gran proyecto. Pero a la hora de la verdad es
un pequeño proyecto, dado el represamiento de
necesidades del país.
Reitero ante ustedes que si
hace cuatro años
emprendimos la tarea de sacar adelante la CHEC (Central
Hidroeléctrica de Caldas), que dejó de
ser problema, hoy hay la voluntad política de
lograr un acuerdo para que, en una de las opciones
que se ha venido examinando, que la empresa compre
las acciones de la Nación, y esos dineros los
entregue la Nación al departamento para avanzar
en la pavimentación de vías de Caldas.
Además, estamos contratando un empréstito
de mil millones de dólares, a 25 años
de plazo, con una tasa de interés baja, del
4 – 6 por ciento, para que lo tomen los departamentos,
para continuar la pavimentación de sus vías.
Creo que las condiciones de
plazo y de tasa de interés,
permiten que cada departamento tome una porción.
El señor Gobernador de Caldas ya ha elevado
su solicitud, y confiamos que esto se pueda concretar
para que el Plan 2.500 en el departamento, en plena
ejecución, sea sucedido sin interrupción
por otro plan de pavimentos.
Comprendo la angustia de ustedes,
de saber que su salida lógica al río Magdalena es una
carretera del Siglo XIX, y las dificultades del déficit
fiscal, la restricciones de Planeación, de Hacienda,
el temor de los funcionarios, las disputas entre una
y otra institución del Estado, todo lo demoran.
No ha sido fácil emprender tareas en Colombia,
con un déficit que hace cuatro años estaba
en el 4,2 por ciento, y con un endeudamiento que hace
cuatro años estaba en el 50 por ciento del PIB
(Producto Interno Bruto). Pero sé que es prioritario
poder hacer los estudios definitivos y emprender las
tareas de mejoramiento de la carretera que va por Letras
a Fresno, a Mariquita.
Todos los días lo reclama el Gobernador, lo
reclaman sus congresistas, y es muy justo el reclamo
que ha hecho el doctor Nicolás Restrepo.
Hace un año, hace 14 meses, visité a
Manizales después de una tragedia invernal.
Estaba la ciudad llena de desgarres. Con los parlamentarios,
con el Gobernador, con el Alcalde, con la Corporación
Autónoma, hicimos un acuerdo: la Nación
pudo aportar unos recursos y da gusto registrar cómo
se invirtieron de bien aquí, porque aquí hay
transparencia, aquí hay buenos gobiernos locales.
Se sellaron muchos desgarres,
se conjuraron muchas erosiones, se mejoró la estabilidad de la ciudad.
Sin embargo, al llegar hoy, contento por el recuerdo
de esas obras que se pudieron financiar, nacionalmente
las realizaron aquí, con diligencia y con transparencia,
he recibido la mala noticia de un nuevo desgarre en
la falla de Romeral.
Cuando creíamos superado el tema, cuando venía
a Manizales hace pocos días a un consejo comunitario
sobre educación, me mostraban los funcionarios
del Ministerio de Obras el gran diseño para
la doble calzada, allí junto a la falla de Romeral,
en lo que de la carretera coincide con esa falla en
La Estampilla y La Estampillita.
Hicieron una carretera allí, o por lo menos
unos metros de carretera, que asimilan muy bien los
riesgos del terreno. Sin embrago, hoy he sido notificado
que la naturaleza produjo un nuevo desgarre, peligroso
y amenazante, unos metros más arriba.
Vamos a buscar con los parlamentarios,
con el Ministro Consejero de la Presidencia (Oscar
Iván Zuluaga),
con el Gobernador, con el Alcalde, cómo el Ministerio
de Obras, el Fondo de Regalías y el Fondo de
Prevención de Desastres pueden acopiar unos
recursos para enfrentar esa falla.
Me iré esta noche de Manizales con angustia
para poder sacar adelante una solución a este
problema, que sé que causa preocupaciones en
la ciudad.
Estamos haciendo sistemas de
transporte masivo en muchas ciudades colombianas.
Bogotá hace cuatro
años tenía 32 kilómetros, hoy
tiene más de 80. La obra en plena construcción
en Cali, ya el servicio operando en Pereira, en plena
construcción en Medellín, en plena construcción
en Cartagena, en Barranquilla y en Bucaramanga.
Estamos estudiando para el
Plan de Desarrollo una partida muy importante, todavía no financiada,
para que ciudades como Manizales puedan emprender,
con una financiación del 70 por ciento a cargo
del Gobierno Nacional, su sistema de transporte masivo.
Para la calidad de vida de
la ciudad me parece fundamental el sistema de transporte
masivo. Las ciudades deberían
hacerlo cuando están en las condiciones de Manizales,
y no esperar que el tamaño y el tráfico
las sature para emprender esas iniciativas.
Señor Gobernador y señor Alcalde, haremos
todos los esfuerzos para que este Gobierno que presido
por lo menos pueda dejar asegurada la financiación
del 70 por ciento del sistema de transporte masivo
para la ciudad de Manizales.
Otra obra de competitividad, otra obra de calidad
de vida, es el aeropuerto de Palestina.
Se eludía el tema cuando se le planteaba a
los gobernantes de la Nación. Cuando yo les
dije a Hacienda y a Planeación que había
que hacer esfuerzos para apoyar a Caldas para construir
el aeropuerto de Palestina, me dijeron: ‘Presidente,
pero cómo, eso no se puede hacer, no se necesita’.
Y les dije: ‘porque ustedes no van sino de vez
en cuando, otra cosa es estar sufriendo allá a
toda hora los cierres de La Nubia’.
‘Presidente, pero es que ahí está Pereira
y se puede hacer Cartago’.
Y les dije: ‘pues, en lugar de poner, de estimular
fricciones regionales, lo que hay que crear es armonía
regional, crezcan a Cartago, ayudémosle a Cartago,
pero también ayudemos a que se haga Palestina’.
Siquiera se empezó, sin tener la plata junta.
Si nos hubieran condenado a esperar tener la plata
junta para empezar a mover tierra, nunca se haría.
La historia del país
muestra que cuando los gobiernos dicen: no puedo
empezar porque no tengo la
plata junta, esa es una disculpa para no empezar las
obras.
Cuando oigo este justo reclamo
del doctor Nicolás,
digo: bueno, sí, falta mucha plata, pero se
está haciendo la obra.
Doctor Nicolás, siquiera que empezó sin
haber juntado toda la plata, porque todavía
hasta nos estarían diciendo en Planeación
y Hacienda que plata no hay. Hoy por lo menos uno,
al sufrir La Nubia, mira allá y ve ese moviendo
de tierra en Palestina que trae una esperanza.
Vamos a buscar que se vaya
ajustando la platica que falta, a fin de que no haya
solución de continuidad
en la ejecución de las obras.
No es fácil, en medio del déficit,
del endeudamiento. Todo, pues, exige mucho esfuerzo,
pero
tenemos toda la voluntad para que Manizales, el departamento,
puedan tener un buen aeropuerto en Palestina.
Claro que ustedes, que se parecen
mucho a unos coterráneos
más cerca que yo tengo allí ligeramente
al norte, cuando apenas se está construyendo
el aeropuerto, ya me dicen que hay que financiar la
extensión a tres mil metros. Por lo menos garanticemos
la financiación para que tengamos operando la
primera etapa.
Son muchas las obras, muchas
las necesidades. Por eso, apreciado doctor Emilio,
las transferencias tienen
que estimular la descentralización, pero no
pueden arruinar a la Nación.
¿Porque entonces qué hacen los presidentes
con una Nación arruinada, cuando tienen que
responder es todo el país a ingentes necesidades
de la comunidad?
Y aquí entro a celebrar esta Agenda Legislativa.
Creo que lo aprobado en el Congreso de la República
es muy bueno para el país. En transferencias,
no obstante que faltan cuatro debates porque es reforma
constitucional, se ha hecho un gran esfuerzo de estímulo
a la descentralización y con el buen cuidado
de no arruinar a la Nación.
Nada ganamos con regresar a
la fórmula del
91, si somos incapaces de cumplirla. Para qué les
dice el Presidente de la República a los gobernadores
y los alcaldes: sí, ahí les van a llegar
diez pesos, si a la hora de la verdad no les puede
llegar sino cinco.
Es mejor tener una fórmula seria, cumplible,
que una vana ilusión.
Ya el país vivió la crisis del 99 y
del 2000. Que entre una de sus causas tuvo lo que había
definido la Constitución del 91 en materia de
transferencias. No volvamos allá. Las regiones
que sacrificaron mucho, les disminuyeron las transferencias
en esos años, en muchas partes les incumplieron
a los profesores, les incumplieron a los médicos.
En los últimos años eso no ha ocurrido.
Miren, lo aprobado por la Cámara hace pocos
días, por ejemplo para el año 2008, equivaldría
a esto: hoy se dice, hoy la norma escrita dice que
se incrementarán las transferencias en el 2008
en inflación más dos y medio. Lo aprobado
por la Cámara obligaría a incrementarlas
en inflación más cuatro. Más un
punto adicional para educación, sería
inflación más cinco. Y si la economía
llegare a crecer al seis por ciento en el 2008, como
aspiramos que crezca este año al seis por ciento,
esos dos puntos por encima del crecimiento del cuatro,
implicarían que las transferencias sean: inflación
más cuatro. Más un punto de educación:
inflación más cinco. Más otros
dos puntos por crecimiento económico: inflación
más siete.
Esa es una fórmula bastante estimulante de
la descentralización. Si nos equivocamos, nos
ganamos un aplauso en las regiones, pero al otro día
nos suben las tasas de interés diez puntos.
Recuerdo, como Gobernador de
Antioquia, que teníamos
que pagar unas tasas de interés del 16, del
27 por ciento. Era la DTF de la época, y a eso
había que sumarle ocho puntos. Hoy, con unas
tasas de interés al seis y medio, y una DTF
de 4 – 5 puntos, la situación de financiación
de las regiones es diferente. Yo creo que vamos por
buen camino.
Voy a explicarles, de la manera
más afectuosa,
a mis compatriotas la razón de esta fórmula
de descentralización, para lograr que el Congreso
de manera tranquila pueda aprobarla en los cuatro debates
que faltan.
Claro que nos angustia saber
que un departamento como Caldas no tiene regalías. Claro que nos angustia
saber que un departamento como Caldas, tiene una altísima
dependencia de la utilidad industrial de su fábrica
de licores. Pensando bien va el Gobernador, y la comunidad
debe acompañarlo, que a eso de la dependencia
de los licores hay que darle un giro audaz y revolucionario,
porque no parece sostenible a futuro.
Claro que somos conscientes
que tenemos que buscar una ley que les dé a los departamentos mejores
recursos a través de la explotación de
los juegos, que se constituyen en una fuente dinámica
de rentas fiscales. Queda mucho camino por recorrer,
pero creo que lo que se está aprobando en transferencias
es un juicioso paso.
Y el Congreso de la República acaba de aprobar
una reforma tributaria muy importante. Es más
importante que espectacular.
Primero, permitió definir pleitos. Los ortodoxos
decían: hay que universalizar el IVA, y los
colombianos cerraron filas y dijeron: no, a la canasta
familiar no.
A mí me gusta mucho que se hubiera definido
ese pleito. Que se le hubiera puesto el cascabel al
gato y que finalmente la opinión y el Congreso
hubieran dicho no, no le extiendan el IVA a la canasta
familiar.
Y se definió otro pleito: los ortodoxos proponían
unas fórmulas para gravar más las rentas
laborales. La Nación y el Congreso cerraron
filas y dijeron: no. Qué bueno haber definido
ese pleito.
¿Y cuál es el capítulo más
importante de la Reforma Tributaria? El del estímulo
a la inversión.
Apreciados compatriotas de
Caldas: ustedes que tienen una laboriosidad excepcional,
lo comprenderán
mejor que en cualquier otra región de la Patria.
Desde la administración Lleras Camargo, cuando
era ministro de Hacienda Hernando Agudelo Villa, no
se aprobaba en Colombia un marco tributario tan estimulante
para la inversión, como el que acaba de aprobarse.
Por ejemplo, cada nueva inversión tiene una
deducción del 40 por ciento. Doctor Nicolás:
si los periódicos pagaran impuestos, la gran
inversión que acaba de hacer en esta sede el
periódico La Patria, podría tener una
deducción del 40 por ciento. Eso va a ser muy
importante para estimular inversiones en Colombia.
Si, por ejemplo, una empresa
que hace una inversión
tiene derecho a una deducción de 30 pesos, y
resulta que sus ingresos gravables del año no
son sino de 20 pesos, los 10 no los pierde, los puede
llevar a futuro, a deducirlos en el número de
años que se requieran.
Y un gran estímulo adicional: si la empresa
que hace esas inversiones se beneficia de esas deducciones,
reparte utilidades, no afecta a los inversionistas,
no afecta a los accionistas. Antes sí.
Y para las empresas nuevas
introdujimos por primera vez el estímulo: nace una empresa con un aporte
de 100 pesos, puede deducir 40. Y no lo tiene que deducir
en su totalidad el primer año. Puede tomarse
el número de años que se requiera para
hacer esa deducción.
En lugar de haber rebajado
más la tarifa de
renta, que algo se rebajó, preferimos estimular
con incentivos la inversión.
Un país que requiere tanta inversión
y tanto empleo, en lugar de bajarle a todo el mundo
la tarifa de renta, debe ofrecerles estímulos
a aquellos que estén comprometidos con el crecimiento
de la economía y con el crecimiento del empleo.
Es lo que acaba de hacerse en la reforma tributaria.
Esta tarde lanzaba en Medellín la Banca de
Oportunidades, que confío que la podamos lanzar
rápidamente en Manizales, y teníamos
la oportunidad de mirar qué va a pasar con el
cuatro por mil.
A todos los contribuyentes
se les va a permitir deducir un punto, en su declaración de renta, de lo
que paguen por cuatro por mil en el año: un
25 por ciento.
Y a todos los colombianos se les permite que en sus
cuentas de ahorro o en cuentas en el sector cooperativo,
con movimientos mensuales que no superen siete millones,
hasta ese tope no paguen cuatro por mil.
Creo que allí hay un estímulo bien orientado
socialmente, además para ir formalizando la
economía, y para que los sectores medios y populares
ingresen al sistema formal de la corriente económica.
Estoy con mucha fe en que la
economía colombiana
pueda crecer más velozmente con este tipo de
estímulos. Que, a pesar de lo que falta, hay
razones para tener confianza.
Hace cuatro años, los colombianos compraban
60 mil vehículos automotores, este año
compran 200 mil. Hace cuatro años, en el país
se vendían 60 mil motos, este año se
venden 400 mil.
Pero a mí no me preocupa tanto lo de los carros
y lo de las motos, me preocupa lo de los alimentos.
Porque cuando no crece el consumo de alimentos, los
críticos con razón dicen: para qué registran
las cifras de crecimiento de venta de vehículos,
si el pueblo colombiano está más pobre,
ven que no crece el consumo de alimentos.
Ya está creciendo, lleva varios trimestres
creciendo entre el cinco y el siete por ciento. Y eso
no significa que los sectores pudientes estén
echándole más yucas al sancocho, sino
que los sectores populares han empezado a tener mejores
ingresos y mejores posibilidades de dieta alimenticia.
Hay que confiarle a la inversión, y Caldas
es pionero de ello. Nosotros teníamos hace cuatro
años una inversión privada que apenas
representaba el seis y medio por ciento del PIB. Hoy
representa el 19 por ciento. Estamos velozmente alcanzando
países que nos llevaban distancias siderales.
Este año llegan a Colombia 6 mil millones de
dólares de inversión extranjera directa,
la misma suma que llegó al Japón en 2003.
A Argentina, que siempre nos cuadruplicaba en inversión
extranjera directa, le llegan este año mil millones
de dólares menos que a Colombia. Y si dividimos
la inversión extranjera directa entre el número
de habitantes, nosotros tenemos la mayor inversión
extranjera directa este año, por habitante per
cápita, en el continente latinoamericano. Yo
creo que hay síntomas buenos de la salud nacional.
En buena hora el Congreso ha
aprobado estas normas, como la capitalización de Ecopetrol. Nuestra
reforma administrativa de 300 entidades, empezando
por Telecom, nos indica que es mejor que el Estado
sea socio de unas empresas prósperas, que dueño
total de una ruina.
Hace cuatro años, la Nación colombiana
era dueña del ciento por ciento de Telecom condenada
a la ruina. Hoy es dueña del 50 por ciento menos
una acción de una Telecom próspera, que
les paga puntualmente a los pensionados, a los trabajadores,
que tiene en caja 650 millones de dólares, para
hacer las grandes inversiones que el país necesita
en banda ancha, en internet, en conectividad de escuelas,
de hospitales, etcétera.
La capitalización de Ecopetrol, que acaba de
aprobar el Congreso, es esperanzadora para la Nación.
Aspiro que los colombianos que tengan unos pesitos,
los guarden debajo de la almohada y se dispongan para
invertirlos el año entrante cuando salgan las
acciones del 20 por ciento de Ecopetrol. Eso va a ser
muy, muy importante.
Eso nos va a permitir que muchos
colombianos sean socios con la totalidad de sus connacionales
en Ecopetrol,
y que Ecopetrol pueda reunir los recursos para hacer
las grandes inversiones que el país requiere
en búsqueda de hidrocarburos.
Mejor una Ecopetrol próspera, transparente,
democratizada, explotando hidrocarburos y buscando
hidrocarburos, que una Ecopetrol simplemente manejada
por la politiquería, los mimos sindicales, sin
poder agregarle a las reservas de petróleo.
Y el Congreso ha aprobado una
gran ley de vivienda social. Qué bueno poder comunicarle eso al país.
El año entrante esa ley ya será de 410
mil millones de presupuesto para la vivienda social,
y aquí, en esta ciudad de Manizales donde ha
habido necesidad de hacer tanta reubicación
por terrenos inestables, sí se aprecia lo que
significa un presupuesto en materia de vivienda social.
Y para el objetivo de que en
el año 2010 la
totalidad de los colombianos tengan cobertura en salud,
la reforma introducida a la Ley 100 es una reforma
también muy esperanzadora.
Ha sido una buena agenda legislativa,
hay que expresarle la gratitud al Congreso y darle
confianza a la República.
Ahora, quedan faltando muchos
temas. En estas últimas
semanas mientras colegislábamos con el Congreso
sobre estas normas y otras muchas, había que
estar hablando con el Congreso de los Estados Unidos
para que nos extendieran el ATPDEA.
Y desde la segunda semana de
enero, con el liderazgo del doctor Hernando José Gómez, tendremos
que estar trabajando con el Congreso de Estados Unidos
y con nuestro Congreso para la aprobación del
Tratado de Comercio.
Y para la aprobación de los que siguen, del
ya suscrito con Chile, y del que tendremos que suscribir
con Europa, para que esta Nación se inserte
a la economía mundial.
Tenemos que hacer una gran
pedagogía para que
los colombianos nos aprueben esos tratados de comercio,
los necesitamos.
Hace 15 días, cuando firmábamos con
el Gobierno de Chile, veíamos esta diferencia:
Chile tiene más de 50 tratados, nosotros tenemos
unos pocos; Chile tiene 16 millones de habitantes y
los tratados que les permiten acceder a mercados externos,
suman países con 3.500 millones de consumidores.
Cuando a Chile se le afecta un mercado, sus ciudadanos
no se desvelan porque tienen otros 49.
Aquí ocurre lo contrario. Con 42 millones de
habitantes, necesitamos ampliar muchísimo las
posibilidades para que toda la creatividad de nuestros
compatriotas pueda llegar a todos los mercados del
mundo.
Esta tarea, liderada por Hernando
José con
los Estados Unidos, que falta perfeccionarla en los
Congresos y en la Corte Constitucional, debe servir
de faro para que Colombia se inserte sin temor a la
economía mundial.
Faltan muchos temas en la justicia,
pero trabajando, con toda dedicación, en las próximas
legislaturas se le entregarán repuestas a la
Nación.
Vamos a ver cómo atendemos estos requerimientos
de Caldas, doctor Nicolás. Hacen parte de nuestros
principales empeños.
Por lo pronto, permítanme saludar a todos los
funcionarios de La Patria, a su Consejo de familia,
a los periodistas, a los columnistas habituales, a
los esporádicos, a sus lectores, y decir que
en esta gran ciudad se erige una tea de la democracia,
que es La Patria.
Muchas felicitaciones. Nuestro
testimonio de admiración
a las generaciones de mayores que hicieron posible
este sueño, y nuestros votos por la prosperidad,
por los días y los años que habrán
de venir, siempre, siempre, calurosos, venturosos para
la democracia, para esta gran tierra caldense y para
Colombia.
A todos, muchas felicitaciones, enhorabuena
por La Patria.