DISCURSO EN VISITA OFICIAL
A GUATEMALA
Enero 19 de 2006 (Ciudad de
Guatemala – Guatemala)
Compatriotas de Guatemala:
Muchas gracias señor
presidente Berger por su calida bienvenida por su reiterado
esfuerzo de amistad
con el gobierno, con el pueblo de Colombia.
Los colombianos
nos sentimos muy orgullosos de esta amistad con Guatemala,
con su gobierno, allí recibe
una profunda admiración por la historia de Guatemala,
por la manera como han convivido diferentes culturas
en una diversidad armónica y creativa.
En Colombia admiramos
profundamente como Guatemala supo sortear las dificultades
de la violencia, y en lugar
de tener que resolverlas sucediéndolas con dictaduras
se ha profundizado la democracia con un elemento singular
sin el cual no es sostenible la democracia contemporánea:
la transparencia, de la cual hace gala su gobierno que
es un ejemplo de transparencia ante la faz del mundo
democrático. Por eso admiramos profundamente este
proceso evolutivo de Guatemala, y miramos con inmenso
afecto, respeto y admiración el gobierno que usted
dirige.
Este mundo requiere
que nos integremos más, pero
con una integración ordenada, con fines concretos.
El marco de esta visita servirá para mirar aspectos
muy importantes de la integración. La integración
contra el narcotráfico que ha golpeado tanto a
Colombia y que ha querido golpear tanto a Guatemala,
factor corruptor de las democracias, aniquilante de la ética
política que ha tenido a Colombia incendiada de
ese terrorismo frente al cual estamos haciendo el mayor
esfuerzo para superarlo .
Cuando hay voluntad, como la expresada por su gobierno,
firmeza como la demostrada por su gobierno, sostenibilidad
para derrotar este flagelo, las metas van llegando, se
obtienen.
Es muy grato que
en esta lucha de Colombia contra ese flagelo que le
da fuerza al terrorismo y al narcotráfico,
podamos contar con un aliado tan importante como Guatemala,
con un gobierno ejemplo de transparencia como el suyo,
presidente Berger.
Y que bueno para nuestros hermanos de Guatemala que
el Gobierno del Presidente Berger tenga plena conciencia
sobre el alcance de este flagelo.
Anoche le decía yo a un comunicador destacado
de Guatemala que me recibió con una entrevista:
hay que poner mucho cuidado para no repetir la historia.
En Colombia no se miro con preocupación cuando
el narcotráfico empezó a irrumpir. Se decía
aquí no hay consumo, aquí no hay producción,
simplemente es un fenómeno de tráfico que
deja unos dólares.
A los años aparecieron ya cinco mil hectáreas
y se dijo eso es muy poco. Cuando el Plan Colombia empezó,
en el gobierno de mi antecesor, Colombia estaba cerca
de tener 200 mil hectáreas de droga.
Pero también había motivos consuelo, había
palabras para justificar la inacción y se decía:
en Colombia no había riesgo, no hay consumo. Hoy
tenemos más de un millón de consumidores.
Era yo un estudiante universitario y veía los
movimientos guerrilleros que surgían o se consolidaban
con idealismo. Los unos querían replicar en el
país la revolución cubana, lLos otros querían
replicar el régimen de Mao Tse Tung en China,
los otros eran fervorosos seguidores de Ho Chi Ming en
Vietnam, los otros seguían con entusiasmo la Unión
Soviética desde Lenin, Stalin y la de los año
60 y 70.
Jamás pensamos que años después
esos movimientos serían corrompidos por el narcotráfico.
En sus orígenes tienen profundas distancias entre
los ideales, así fueran equivocados esos movimientos
y el narcotráfico y posteriormente fueron absorbidos
por el narcotráfico hasta el punto de que hoy
es prácticamente imposible hacer una división.
El narcotráfico
corrompe la vida familiar, la anula y es un factor
proliferante del terrorismo.
Muchas gracias por
participar en esta tarea con nosotros en nombre de
su gran país, Presidente Berger.
Hoy acudimos a establecer
la integración física
y la integración social. Admiro inmensamente el
esfuerzo centroamericano por el Plan Panamá-Puebla,
la unión de los países centroamericanos
independientemente de los gobiernos de turno, una política
de Estado, una unión gerencial ejemplar con objetivos
estratégicos, con acciones concretas, con mediciones,
con metas parciales.
Colombia ha querido
participar con ustedes y la vocación
integracionista de Colombia, su posición geográfica,
tenerla al servicio de contribuir a una gran articulación
de Centroamérica con Suramérica, con la
visión de mesoamérica.
En los años recientes hemos integrado más
a América del sur, primero con el acuerdo de la
Comunidad Andina y MERCOSUR, después con la creación
de la unidad suramericana.
En los años recientes, las relaciones de Colombia
con Centroamérica han dejado de ser retóricas
y se han venido convirtiendo en relaciones permanentes,
prácticas con objetivos trascendentes. Por eso
agradezco al gobierno de Guatemala su consentimiento
y su entusiasmo para que Colombia finalmente hubiera
ingresado a participar del Plan Panamá-Puebla.
En las reuniones que habremos de sostener hoy con el
señor Presidente Berger examinaremos el tema para
que Colombia pase de ser un miembro observador del Plan
Panamá-Puebla a ser miembro pleno de una organización
tan importante.
Y eso tiene que
traducirse en obras que nos vayan empalmando la integración física con el resultado
social, para lo cual la integración social es
tan importante.
Vemos con mucha
preocupación que la carestía
del petróleo, su escasez, su inexistencia en muchos
pueblos, también las dificultades de oferta de
otros combustibles, energéticos en general, crean
el riesgo de que algunos países tengan tan serias
dificultades para adquirir los insumos energéticos
que se vean obligados a sacrificar los presupuestos para
las metas sociales del milenio.
Por ello participamos
con entusiasmo con México
y los países centroamericanos, para buscar alternativas
energéticas para Centroamérica. Los Estados
Unidos debe ayudarnos en este empeño, esperamos
que los países industrializados, que España,
que Francia, que Canadá nos ayuden en ese empeño,
Empeño en el cual esta también profundamente
comprometido el Banco Interamericano de Desarrollo.
Hay que anticipar
acontecimientos que pueden ser dolorosos y evitarlos.
Nada más grave para el continente
que algunos países tuvieran que decir que les
fue imposible cumplir con las metas sociales del milenio,
porque la crisis energética les consumió los
presupuestos. Esta tarea implica un gran esfuerzo de
todos.
Confiamos señor Presidente Berger y apreciados
compatriotas de Guatemala que con la articulación
de Colombia entre Suramérica y el Plan Panamá-Puebla,
Centroamérica pueda tener otras fuentes de abastecimiento
de energía, para lo cual es necesario que además
de la línea entre México y Panamá rápidamente
tengamos construida la línea de interconexión
entre Panamá y Colombia; que más temprano
que tarde, ojala en meses, desde Venezuela gran proveedor,
desde Colombia en menor escala, puedan llegar a Centroamérica
los buques con gas natural licuado.
Y ojala en un futuro,
no lejano, no utópico,
sino en un futuro cercano podamos tener el gasoducto
de Suramérica a Centroamérica cruzando
a Colombia y a Panamá para que esa integración
nos ayude a todos a disponer de mejores oportunidades
en materia energética, que son mejores oportunidades
de empleo y de calidad de vida.
Debe ser importante
también el desarrollo de
las energías alternativas. Hemos visto en Centroamérica
experimentos promisorios, ilusionantes, tenemos las condiciones
de suelo, de clima, de lluvia inmensamente propicias
para producir combustibles biológicos.
Ya hay experimentos
en nuestros países de gran
importancia para masificar la producción y consumo
de alcohol carburante, para sustituir los combustibles
fósiles, para generar alternativas de empleo,
de desarrollo agropecuario, para cumplir con la variable
ecológica.
Estamos dispuestos
a avanzar conjuntamente en esas iniciativas, a recibir
experiencias y aportar experiencias. Vemos
promisorio el futuro de nuestros pueblos en la producción
de combustibles derivados de aceites vegetales, tenemos
excelentes condiciones en Guatemala y en Colombia para
una producción masiva de palma africana, para
una oferta masiva de aceite de palma tanto, para el consumo
humano como para la producción de biodiesel. Es
de gran trascendencia que podamos avanzar integrados
en todos estos desarrollos.
Y todo esto va teniendo
un fondo, esto va teniendo una almendra que es lo social.
Todos esos desarrollos nos
tienen que ayudar a la calidad de vida, a la reivindicación
de los pobres. Todos esos desarrollos nos tienen que
ayudar a construir unas sociedades que erradiquen la
pobreza, unas sociedades donde realmente se de la equidad.
Por eso también se debe el esfuerzo que vienen
haciendo nuestros ministerios de educación para
avanzar conjuntamente hacia metas desafiantes.
Colombia se ha propuesto
en tres años tener plena
cobertura en educación básica y avanzar
con una revolución en materia de calidad, promover
desde la niñez, desde los años de preescolar
en los niñitos, el estímulo de las competencias
científicas , de las competencias laborales y
de aquellas competencias, las más importantes
de todas, las competencias ciudadanas para estimular
la convivencia, porque las nuevas generaciones tendrán
que dar en materia de convivencia lo que las generaciones
nuestras han sido incapaces de ofrecer a nuestros pueblos.
Democracia sin movilidad
social es insostenible, democracias que condenen a
los hijos de los pobres a ser pobres son
democracias que se desnaturalizan y se desconceptúan
en el corazón de los pueblos. La movilidad social
es una expresión necesaria para demostrar que
en efecto se esta eliminando la pobreza, se están
construyendo igualdades de oportunidades y se están
ofreciendo condiciones de equidad.
Y esa movilidad
social tiene muchos elementos que confluyen a generarla,
pero el más determinante es la educación.
Por eso el avance conjunto entre los ministerios para
la revolución educativa es fundamental.
Creo que América Latina no puede decirle en adelante
al mundo que no hay metas definidas para erradicar la
pobreza, que las condiciones de inequidad se perpetúan.
Estamos obligados a mostrar en corto plazo que somos
capaces de erradicar la pobreza. De ahí la importancia
de nuestra integración social para que en pocos
años digamos plena cobertura en educación
básica de alta calidad, plena cobertura en aseguramiento
de salud para los sectores pobres, mayores oportunidades
de acceso al crédito, construcción de plenas
oportunidades para el acceso a la propiedad como función
social.
Todos estos temas,
Presidente Berger, nos seducen en la agenda con usted.
porque de verdad reconocemos su
señoría, su valor civil, su hombría
de bien al frente de los destinos de Guatemala que honra
a esta gran Patria, que honra a Colombia por su amistad
y que honra al continente.
Mucho tenemos que
aprender de ustedes. En esa lucha renovada que tenemos
allá contra el terrorismo,
caracterizada por la seguridad democrática. Es
democrática porque no es para suprimir libertades,
es democrática porque no es para discriminar con
el beneficio de la seguridad entre los ciudadanos, es
democrática porque entendemos la seguridad como
uno de los valores fundamentales de la democracia necesarios
para que se den los otros valores democráticos.
Tenemos mucho que
aprender de ustedes y toda la disposición
de aportar en esta integración.
En nombre de mis
compañeros de Gobierno, de los
colombianos que me acompañan en esta delegación,
que nos sentimos infinitamente honrados por esta visita,
mil gracias a usted señor Presidente Berger, a
los distinguidos integrantes de su equipo de Gobierno,
a los representantes de las diferentes instituciones
de Guatemala por esta calidad recepción.
Niños muchas gracias,
juiciosos a estudiar, les deseo que vivan felices en
esta Guatemala y en toda nuestra
América, saludos a los papás y a las mamás,
a todos muchas gracias.