REVISIÓN
A OBRAS DEL PLAN 2.500 EN CUNDINAMARCA, AMAZONAS Y
SAN ANDRÉS
Febrero 09 de 2006 (Bogotá – Cundinamarca)
Compatriotas:
En primer lugar
quiero expresar a los periodistas de mi Patria, desde
este recinto de la Gobernación
de Cundinamarca, una felicitación muy especial
en el Día del Periodista. Bastante difícil
es hacer periodismo en una Patria que ha estado tan afectada
por la agresión terrorista.
Uno de los propósitos fundamentales de la política
de Seguridad Democrática, es rescatar la plena
seguridad para los periodistas de la Patria, para que
ellos puedan cumplir ese deber sin presiones, sin coacciones,
en total disfrute de garantías efectivas y de
la libertad.
Nos reunimos hoy
para examinar en Cundinamarca, Amazonas y San Andrés, este Plan de infraestructura tan
importante para Colombia. Si al Plan 2.500, que pavimenta
alrededor de 3.200 kilómetros, le sumamos lo que
ha podido hacer el Gobierno, en medio de tanta restricción
fiscal, en pavimentos, las dobles calzadas que están
avanzando, los avances de los Transmilenios en muchas
ciudades colombianas, vemos que es un Plan de infraestructura
sobre el cual no había mucha esperanza y que se
consolida quizá como el más ambicioso y
grande de la historia de Colombia.
Arbitrar los recursos
no ha sido fácil. Hay que
gastarlos con todo esmero, con toda delicadeza, El Gobierno
Nacional se demoró mucho tiempo para poder concretar
este Plan, por razones financieras y por falta de proyectos.
Una nación con un altísimo déficit,
con un altísimo endeudamiento y falta de proyectos
adjudicados.
Queremos hacerle
un seguimiento riguroso. El seguimiento es muy importante
en la gerencia, y ha estado ausente
en la gerencia pública, El seguimiento, con gran
participación de la comunidad, el seguimiento
con participación de los medios, es fundamental
en la gerencia pública para que estos esfuerzos
produzcan buenos resultados.
Hemos hecho ya dos
audiencias. Una en La Ceja, Antioquia, donde confluyeron
los departamentos de Tolima, Quindío,
Risaralda, Caldas, Antioquia y Chocó. Otra en
Barranquilla, donde acudieron los departamentos del Caribe
colombiano. Anteayer no pude asistir a Nariño,
porque permaneció cerrado durante toda la mañana
el aeropuerto Antonio Nariño de la ciudad de Pasto.
Vamos a realizar
hoy esta audiencia. El señor
Ministro y el Director de Invías, nos irán
contando del Plan, departamento por departamento, hacen
una enunciación del grupo de contratos, en seguida
oímos muy brevemente al constructor y después
al interventor.
Muy importante hablar
de tramos, valores, fechas y problemas. Y la doctora
Tatiana, que si la escogieron para gerenciar
este programa es porque es muy capaz, irá mirando
problemitas que se deban ajustar.
Una de las cosas
que me sorprende, y lo digo especialmente al oído de alcaldes y gobernadores, es que en
estas audiencias ya hay mucha preocupación por
las vías que no se van a hacer. Es normal. En
un país con tantas necesidades, cuando se emprende
la solución de una gran necesidad, es normal que
levanten la mano y digan: sí, eso esta muy bien,
pero lo otro, pero lo otro, pero lo otro. Es normal que
lo que se va resolviendo pase a un segundo nivel de importancia,
y se reclame por aquello que no se ha resuelto.
El Gobierno Nacional
es consciente que debe tener preparado un nuevo plan
de vías, que lo debe entregar a
la próxima administración presidencial,
cualquiera ella sea.
Que es necesario
que ese plan de vías esté listo
para que pueda suceder en su ejecución al Plan
2.500, y no ocurra lo que le ocurrió a este Gobierno,
que ha tenido tantas demoras para iniciarlo. Que ese
plan debe ser discutido con concejales, comunidad, alcaldes,
diputados, gobernadores, con el Congreso de la República,
con los gremios.
Y entonces allí debo hacer una advertencia: cualquiera
sea el próximo Gobierno, le van exigir que los
escasos recursos de la Nación se apliquen solamente
a vías de competitividad.
Entonces hay unos
enormes reclamos por vías departamentales,
que no se alcanzan a hacer en este Plan 2.500. Hay unos
enormes reclamos, porque los esfuerzos del Gobierno,
de alrededor de 135 mil millones en el presupuesto nacional,
no alcanzan para darle mantenimiento a la red terciaria
en su totalidad.
Quería invitarlos a tres reflexiones: los recursos
de la Nación van a tener que destinarse a las
vías de competitividad. No hay más camino,
sino el país no va a mejorar en productividad.
No va a mejorar en ahorro de costo, no va a mejorar en
generación de empleo, no va a mejorar en ingresos
para los trabajadores.
Segundo, los departamentos
tienen que hacer un esfuerzo mayor en las vías departamentales, en sostenerlas
y emprender nuevos pavimentos. Para eso, me permito proponer
a los distinguidos gobernadores que hoy nos acompañan,
al Gobernador de Cundinamarca, a la señora Gobernadora
de Amazonas y al señor Gobernador de San Andrés,
lo que he propuesto ya a sus colegas con quienes nos
hemos reunido en estos días.
El Gobierno Nacional
está dispuesto a tramitar
un crédito internacional grande, tan grande como
sea necesario, para los departamentos. Ese crédito
internacional, contratado con el Banco Interamericano
de Desarrollo (BID), con el Banco Mundial, con la Corporación
Andina de Fomento (CAF), a 20 años de plazo, con
la tasa de interés más favorable, que hoy
la esta obteniendo en país, con el aval del Gobierno
Nacional, para que lo inviertan los departamentos en
la pavimentación de vías departamentales.
Y a medida que lo
vayan pagando, con ese plazo de 20 años, lo que ustedes vayan pagando inmediatamente
lo reciclamos y creamos un fondo rotatorio, para que
haya un proceso continuo, a partir de ese endeudamiento,
de pavimentación de vías departamentales.
El Gobierno Nacional
no se puede quedar simplemente en la advertencia de
que el nuevo plan tiene que ser
un plan de vías de competitividad. Tiene que preocuparse
a ver cómo sacamos adelante las vías departamentales.
Y como el Gobierno Nacional no tiene, ni tendrá,
la totalidad de los recursos que se requieren, por eso
estamos abriendo el camino con este proyecto de endeudamiento,
que le he pedido al Ministro, al Instituto y a Planeación
Nacional que lo empiecen a manejar.
Y mi tercera propuesta
es esta: no nos alcanzan los recursos nacionales para
el mantenimiento de vías
terciarias. Hace pocos días, reunido con los alcaldes
de Cundinamarca, en un Consejo Comunitario en Fusagasugá,
las críticas fueron muchas por aquello que no
se alcanza a hacer. Seguramente pasado mañana
en La Mesa, Cundinamarca, también vamos a encontrar
muchas dificultades.
¿Qué estamos proponiendo? Hagamos un gran
esfuerzo asociativo. Que el Instituto Nacional de Vías,
este año, contrate la ejecución de los
recursos de vías terciarias con asociaciones de
municipios, de dos maneras: con las que existen jurídicamente,
y con las que se constituyan como uniones temporales,
para el efecto de hacer esos mantenimientos. Y que impulsemos
esa asociatividad municipal para que recursos que aporte
la nación año tras año, los departamentos
y ahorros de los propios municipios, nos mejoren las
vías terciarias.
La asociatividad
tiene que ser, a mi juicio, el nuevo nombre de la descentralización. Yo creo que para
descentralizar a Colombia, es más importante hoy
la asociatividad que la Ley de Ordenamiento Territorial,
que tantas veces ha fracasado.
El Gobierno Nacional
quiere hacer todos los aportes para impulsar la asociatividad,
y en el punto dos, que
es el crédito internacional, para que los departamentos
acometan la pavimentación de vías departamentales,
podemos privilegiar las asociaciones excelentes.
Qué bueno que Cundinamarca y los departamentos
vecinos se asociarán, tomarán parte de
ese crédito y dijeran: aquí esta nuestro
plan de vías departamental, y acometieran esa
asociación.
Qué bueno que los municipios que no tienen asociaciones
de municipios, hagan ahora unas uniones temporales, acudan
al Invías y le digan al señor Director
de Invías: los municipios de tal provincia cundinamarquesa,
unidos temporalmente y de hecho, venimos a convenir con
Invías, que nosotros mismos apliquemos los recursos
de mantenimiento de vías terciarias.
Tenemos que darle
todo el impulso a la asociatividad, y eso no necesita
ley, necesita es voluntad política
y que aprovechemos cada oportunidad.
En estos días reflexionaba yo viendo los textos
fallidos de las leyes de ordenamiento territorial, tantos
proyectos que no hemos podido sacar adelante y decía:
más importante que esto para avanzar en descentralización,
es el tema de la asociatividad.
Y les voy a hablar
algo con mucha franqueza, pero con mucha fraternidad:
en la discusión política
colombiana, a la que me ha tocado asistir a mí ya,
durante tantos años, encuentro lo siguiente: Muchos
alcaldes dicen: no nos delegan ese contrato, porque quieren
manejar eso en el Gobierno Nacional. Y muchos técnicos
del Gobierno Nacional dicen: ese contrato no se puede
delegar, porque allá no lo saben manejar o porque
se roban la plata o porque tienen una sociedad con tal
político.
Entonces hay unas
dudas y unas desconfianzas mutuas, que, por reglas
de cortesía, no se expresan abiertamente,
pero que sí se manejan por ahí soterradamente,
y que son las que finalmente producen decisiones que
explican desconfianza.
Yo creo que la asociatividad
tiene que disipar eso. Si se hace un contrato para
entregarle los recursos de
mantenimiento de vías a una asociación
de municipios o a una unión temporal de hecho
de varios municipios, cada uno es el control del otro,
y tiene que disipar todas las dudas. Creo que si eso
lo podemos hacer este año, avanzaremos muchísimo.
Dejo, pues, en la cabeza de ustedes, distinguidos gobernadores
y distinguidos alcaldes, estas ideas que el Gobierno
Nacional quiere convertir en realidad, cuanto antes.
Ministro, ¿vamos a empezar por San Andrés
o por el Amazonas?
También celebramos la presencia de la señora
Directora de IDU. El Gobierno Nacional ha tenido unos
compromisos de infraestructura muy importantes con Bogotá,
uno de los cuales es el Transmilenio. Creo que en este
Gobierno se ha duplicado el kilometraje de Transmilenio
en Bogotá, y hemos aportado para eso el 70 por
ciento.
Y lo otro es la
partida por 49 mil millones que aporta el presupuesto
nacional, para la conexión de Bogotá con
la salida al Llano. Eso es bien importante, y será bueno
mirarlo ahora.
Muchas gracias.