REUNIÓN
DE SUBOFICIALES EN BOGOTÁ
Febrero 22 de 2006 (Bogotá – Cundinamarca)
Compatriotas:
Me agrada mucho regresar a este encuentro de los Sargentos
Mayores de la Patria, y de sus equivalentes en las
diferentes fuerzas.
Acabamos de estar posesionando
al nuevo Comandante del Ejército, el señor general Mario
Montoya. Allí resaltamos ante el país
sus méritos y también expresamos al país
nuestra gratitud a ese soldado de la Patria, que es
el señor general Reynaldo Castellanos.
Pude refirme allí a aspectos muy importantes
de la política de Seguridad Democrática,
como son: la necesidad de que haya voluntad política
de parte del gobierno civil para apoyar, para acompañar,
para asumir responsabilidades, de tal manera que la
Fuerza Pública sienta que el gobierno civil
no la abandona, que el gobierno civil no es timorato,
que el gobierno civil no elude responsabilidades.
Pero también exprese cómo, esa voluntad
política depende del apoyo que el pueblo de
a esa política de Seguridad. Si no hay apoyo
popular a esa política de Seguridad, es imposible
encontrar el sustento para que el gobierno civil transmita
la voluntad política que tiene que transmitirse,
para poder adelantar una tarea de recuperación
de la seguridad, como es la que se adelanta en Colombia.
Expresé también que esa Seguridad Democrática
requiere agresividad, vivir a la iniciativa. Que esa
agresividad hay que conseguirla, inculcando en todos
los soldados y policías de la Patria la idea
de tomar iniciativa permanentemente.
Dije cómo es necesario que esa política
tenga credibilidad y que la credibilidad depende de
que haya eficacia y transparencia. Y la transparencia
es la adhesión a los derechos humanos, y esa
adhesión a los derechos humanos tiene que darse
en el combate a los criminales, en las relaciones con
la sociedad civil y al interior de la Fuerza.
Expresé cómo queda totalmente difícil
defender que respetamos los derechos humanos en el
combate a los criminales y frente a la sociedad civil,
cuando nos acusan de violar los derechos humanos al
interior de la Fuerza.
Expresé cómo nosotros en Colombia hemos
librados dos batallas: una batalla de opinión
y una batalla militar. De opinión, porque aquí no
se creía en los gobiernos comprometidos con
la seguridad. Aquí se hacía pensar que
la civilidad era debilidad. Aquí para ser demócrata
había que fungir de ser enemigo de la Fuerza
Pública, había que establecer relaciones
casi que de complicidad con los delincuentes, había
que renegar de la política de seguridad. Esa
batalla de opinión la hemos venido ganando,
hasta el punto que los colombianos entienden hoy que
la seguridad es uno de los valores democráticos,
el mayor de todos los valores democráticos,
sin el cual no se da el resto.
Pero también expresé que la victoria
militar que aún no hemos conseguido, pero que
vamos ganando, va a depender de la victoria de opinión,
que por eso no podemos maltratar la opinión,
que por eso hay que cuidar la confianza ciudadana,
que nosotros con maltratos al interior de la Fuerza
despilfarramos esa confianza ciudadana, finalmente
esos maltratos nos llevan a maltratar la confianza
ciudadana.
Que no nos podemos confiar
en la confianza, que la confianza ciudadana hay que
alimentarla todos los días,
fertilizarla, cultivarla, consolidarla, agrandarla.
Quien cree que la ganó y no la preserva, la
pierde. Eso es bien importante, porque la victoria
militar necesita el heroísmo de ustedes, necesita
helicópteros, necesita equipos, necesita inteligencia,
necesita vehículos de transporte terrestre,
lanchas, pero fundamentalmente la victoria militar
necesita respaldo de opinión.
Si no hay respaldo de opinión no hay manera
de conseguir lanchas, ni helicópteros, ni equipos.
Si no hay respaldo de opinión se deslegitima
la lucha, por más apoyada que esté en
la logística, en la infraestructura.
Y ese respaldo de opinión
depende de que haya eficacia y transparencia.
Y la transparencia es el respeto a los derechos humanos
en nuestras relaciones para enfrentar a los criminales,
en el trato que les demos a los campesinos, a los ciudadanos
urbanos, a todo el mundo. Y la transparencia, por supuesto,
se da al interior de la Fuerza.
Para formar los soldados de
la victoria que requiere Colombia no hay que maltratarlos,
hay que formarlos
con toda la disciplina, hay que formarlos con toda
la exigencia, para que ellos desarrollen una capacidad
física superior, una solidez espiritual superior,
hay que formarlos en la convicción de que no
pueden vivir apegados a dominicales, a festivos a feriados,
a vacaciones. Esos términos hay que eludirlos,
hay que excluirlos en la vida militar, que es una vida
de abnegación.
Pero la severidad en la formación de nuestros
soldados hay que acompañarla de cariño
y de buen trato. Si los formamos con mal trato, ellos
van a ser agresivos, no con alegría sino con
amargura. Y quien esa agresivo con amargura pierde
todas las batallas. Quien es agresivo con alegría
y con espontaneidad gana todas las batallas.
Entonces, para tener un Ejército victorioso,
hay que formarlo con mucha severidad, pero la severidad
exige que se acompañe del buen trato.
También expresé que cuando los soldados
se sienten maltratados, se sienten también autorizados
para maltratar. Y a partir de ahí se dispara
una cadena de maltratos. El soldado se siente maltratado,
se resiente y después se siente autorizado para
maltratar.
Y si algo legitima a esta Fuerza
Pública que
ustedes integran –apreciados sargentos mayores-
es la voluntad de derrotar totalmente el terrorismo,
pero de observar rigurosamente los derechos humanos.
Esta política (de Seguridad Democrática)
entonces necesita voluntad política del Presidente
para apoyar las Fuerzas, para asumir las responsabilidades
políticas; esta política necesita agresividad
de ustedes, eficacia, total transparencia; y esta política
necesita acompañamiento integral, que es lo
que me pedía el señor general (Carlos
Alberto) Ospina.
La idea que jalona, que se
convierte en el vértice
del acompañamiento integral, es la idea de que
hay que combinar la política de Seguridad con
la política Social. Que de la mano van la política
de Seguridad, el crecimiento de la inversión
y la política Social.
Hay un error histórico en Colombia, de pensar
que la política de seguridad se excluye con
la política social. Hay otro error, de pensar
que se puede hacer política social sin política
de seguridad. No caigamos en ninguno de los dos errores.
Ni en el error de pensar que la política de
seguridad puede ir aislada de la política de
inversión social, ni en el otro error, aquel
que nos llevaría a pensar que se puede hacer
política social sin política de seguridad.
Lo que yo quiero dejar hoy
en la mente de ustedes es la necesidad de que ambas
políticas tienen
que ir de la mano.
Este país no ha salido de la bancarrota, pero
va saliendo. Hace cuatro años por el déficit
y el endeudamiento estaba en la bancarrota. Un déficit
del 4,2 (por ciento) ahora lo tenemos del 1,2 (por
ciento). Un endeudamiento del 56 (por ciento) del PIB,
ahora está alrededor del 43 (por ciento).
Entraban 500 millones de dólares al año
de inversión, el año pasado entraron
más de 5 mil (millones de dólares). Teníamos
el desempleo casi en el 20 por ciento, ahora está en
el 10,4 (por ciento), a pesar de todo lo que falta.
Se nos habían frenado las obras públicas,
ahora no solamente estamos haciendo el Transmilenio
de Bogotá, sino el de Cali, el de Pereira, el
de Medellín, el de Bucaramanga, el de Cartagena,
el de Barranquilla.
Estamos en plena ejecución del túnel
de La Línea, estamos pavimentando en este momento
en Colombia 3.200 kilómetros de carretera. En
los diferentes departamentos donde ustedes actúan,
habrán visto que hay una gran movilización
de obras públicas contratadas, muchas de las
cuales ya están empezando.
El país no está en la gloria, pero va
por buen camino, y eso se debe a la política
de seguridad.
Nada de eso sería posible si ustedes no hubieran
adelantado con heroísmo esta política
de seguridad.
¿Por qué? Porque era un país
no solamente en bancarrota, sino en estampida. En los últimos
años Colombia había expulsado al extranjero
cuatro millones de ciudadanos, además del desplazamiento
interno, que puede alcanzar tres millones de personas.
Y la confianza de los colombianos se ha recuperado
en el país, fundamentalmente por la política
de Seguridad Democrática.
Pues bien, ahí vemos cómo han crecido
esos sectores de inversión, gracias a la Seguridad.
Y eso nos ha permitido hacer política social.
La relación que yo establezco es esta: la Seguridad
Democrática crea confianza para la inversión,
y la inversión trae recursos para la política
Social. Y entonces, un ciudadano pobre que recibe un
subsidio de salud dice: “me lo pudieron dar porque
el país está creciendo, y está creciendo
porque hay política de Seguridad. Sigamos apoyando
la política de Seguridad”.
Entonces, la política de seguridad genera recursos
para la política Social, y a su vez la política
social genera respaldo a la política de seguridad.
Son variables mutuamente dependientes.
Ahora, si hay política de Seguridad, pero el
ciudadano no siente beneficios dice: “para qué esta
política de Seguridad”. Y si el ciudadano
no le da respaldo, reniega de ella, la desvaloriza,
dice “¿para qué? esa política
no es sostenible.
Elijen otros gobiernos, le
niega los presupuestos a la seguridad, volvemos a
la patria boba, de simplemente
pretender de dialogar con esos bandidos sin darles
madera, entonces, la primera idea que yo quisiera dejarles
es, cómo van de la mano estas dos políticas.
¿Qué estamos haciendo en política
social? En materia de educación, este Gobierno
logra crear millón y medio de cupos escolares,
logramos que la cobertura básica pase a niveles
superiores al 91 por ciento, y ponemos a Colombia en
el camino de que en tres años, pueda decir que
tiene plena cobertura en educación básica,
que eso deje de ser un cuento y pase a ser una realidad.
Esta mañana con el Valle del Cauca, asíamos
un recuento de todo lo que se viene haciendo allí en
esta materia. Llegaba un hombre y decía: vea
el crecimiento del Sena Le dije, ¿por qué?
Hemos pasado del presupuesto del Sena de 500 mil millones
por año a más de un billón, hemos
pasado de un Sena que formaba un millón de colombianos
a un Sena que está formando casi cuatro millones,
este año debe formar cuatro millones, Ustedes
en casi todas las regiones deben haber sentido el beneficio
del Sena, presente en todos los municipios y con un
programa muy importante que se llama Jóvenes
Rurales.
Pero miren, ¿por qué hay más
recursos para el Sena? Porque hay más empleo, ¿por
qué hay más empleo? Porque ha crecido
la economía ¿por qué ha crecido
la economía? Porque hay política de seguridad.
Y ahora viene un gran crecimiento
en el Sena, en el área
de capacitación técnica, de titulación
técnica y tecnológica, y un paso revolucionario,
que el muchacho que se gradué como técnico
o tecnólogo en el Sena, pueda ir a una universidad,
completar los estudios y acceder allí al grado
de educación superior. Y todo eso tiene que
ir creando en los colombianos la idea de que el país
va mejorando y que por eso hay que apoyar la Seguridad
Democrática.
Nos estamos aproximando a crear
400 mil cupos universitarios, en eso nos falta mucho.
Hay tres o cuatro acciones
revolucionarias, una es el Icetex. Cuando empezó este
Gobierno la cartera del Icetex de crédito educativo
era de 500 mil millones, ahora está en más
de 800 mil y con la reforma que nos aprobó el
Congreso en el pasado mes de diciembre, el país
en tres años puede llegar, puede pasar de 800
mil millones de créditos en el Icetex, a tres
millones. Eso es un gran salto.
La otra acción revolucionaria en materia de
educación universitaria, es la posibilidad de
que los muchachos que se gradúen en el Sena
como técnicos o tecnólogos, lleguen a
una universidad, les validen lo cursado en el Sena,
cursen las materias que hagan falta y accedan al título
de educación superior.
La otra acción revolucionaria, es la instalación
de unos centros educativos regionales, Ceres. Esta
mañana veía a algunos que están
operando en el Valle del Cauca, en Córdoba;
el primero que abrimos fue en Aracataca, este Gobierno
termina con 80 centros educativos de educación
universitaria en todo el país, regionales, fuera
del crecimiento en las universidades públicas
y privadas.
Otra acción revolucionaria es la educación
a distancia, en ambiente virtual. Solamente en el Sena
este año vamos a tener cerca de 400 mil muchachos
en ambiente virtual.
Todo eso nos ha demandado honradez,
si no estuviéramos
combatiendo la corrupción diariamente no habrían
alcanzado los recursos, eso se ha podido hacer porque
ha habido honradez, y porque ustedes con la Seguridad
Democrática, han generado recursos.
Por ejemplo, en el caso de
la salud. Cuando este Gobierno empezó, había 10 millones y medio de
colombianos pobres en el régimen subsidiado,
hoy hay 18 millones 600 mil, y el país va camino
a tener en tres años, plena cobertura.
Los colombianos que integran
las familias más
pobres, de estratos 1,2 y 3, suman 26, 28 millones
de ciudadanos, de ellos hay cuatro ó cinco millones
que están afiliados al régimen contributivo,
porque el resto necesita régimen subsidiado.
Ya tienen régimen subsidiado 18 millones 600
mil, entonces hay que llegar a 22, 24 millones, y eso
nos obliga a seguir avanzando, yo creo que el país
queda en condiciones para llegar en tres años
a la plena cobertura en régimen subsidiado de
salud, eso es bien importante, es ir logrando metas
sociales que estaban simplemente en el discurso, en
la teoría, que no estaban en la praxis de la
vida cotidiana.
Hemos salvado muchos hospitales
públicos. Si
algunos de ustedes han estado en Boyacá se habrán
dado cuenta que salvamos la red hospitalaria de Boyacá,
el hospital de Chiquinquirá, en Santander hemos
salvado la red hospitalaria, empezando por el Hospital
González Valencia, que era una catástrofe,
lo salvamos, exigiendo una profunda reestructuración,
recortándole costos, pero con el gran compromiso
de que sea un hospital al servicio de la comunidad.
Hemos dicho ni politiquería ni excesos sindicales.
Hospitales públicos sí, pero bien administrados,
seriamente administrados, sin dilapidar recursos, con
los recursos bien aplicados. Lo importante de todo
esto es que el país se apresta para tener en
tres años plena cobertura de régimen
subsidiado y las circunstancia de que ya lo tenemos
en seis departamentos es un anticipo de que lo vamos
a lograr, Colombia lo va a lograr, la tenemos, esa
plena cobertura, en Arauca y Casanare, en La Guajira
y el Cesar, en Antioquia y en Huila.
Colombia en la apertura perdió un millón
de hectáreas de agricultura, en este Gobierno
hemos recuperado 509 mil. Ustedes habrán visto
el gran crecimiento de la palma africana, ahí tiene
el país una gran posibilidad para producir biodiesel,
esta es la hora en el mundo de los combustibles biológicos,
lo expertos coinciden en decir que no hay petróleo
para más de 40 años ni posibilidades
de usarlo, inclusive algunos dicen que para 25 años,
hay que desarrollar fuentes alternativas, una el biodiesel
a partir de palma, cuando el Gobierno empezó había
175 mil hectáreas de palma, ahora hay 300 mil,
ese incremento se ha dado por la Seguridad Democrática
de ustedes, pero estamos lejos de lo que necesitamos,
el país puede sembrar seis millones de palma,
si sembrara todo el Vichada, queda el Meta, el Casanare,
Arauca, sin tocar las selvas, solamente convirtiendo
sabanas en palma africana, el Magdalena Medio, muchas
partes del Cesar, Sur de Córdoba, Urábá,
Costa Caribe.
Hemos crecido mucho el cacao,
todo esto con incentivos muy importantes tributarios,
incentivos en dinero a
la población campesina, con más créditos
a menos tasa de interés, falta mucho pero son
crecimientos bien importantes.
Creo que hemos salvado la caficultura,
ustedes ven que ha habido un mejor precio, un gran
esfuerzo por
el café orgánico, por los cafés
especiales, y por ejemplo departamento como Huila,
Nariño, donde se producen esos cafés
especiales la gente se siente hoy mejor remunerada.
Hemos tenido dificultades con
el algodón pero
lo hemos subsidiado, hemos subsidiado en alguna forma
el arroz también, hemos garantizado un precio
de sustentación al maíz.
Hemos creado condiciones para
que el país empiece
a producir alcohol, hoy ustedes van a una estación
de gasolina en Bogotá y ya esa gasolina tiene
un diez por ciento de alcohol. Se ha logrado en este
Gobierno con los incentivos tributarios, con la inversión
que ustedes han hecho posible gracias a la seguridad.
El país hoy ya está produciendo un millón
de litros diarios de alcohol y eso va a producir benéficos
efectos en el medio ambiente. Un país que ve
declinar la producción de petróleo en
el alcohol carburante tiene una gran alternativa, como
también tiene la alternativa en el biodiesel.
Y nos aprestamos a impulsar nuevas plantas de alcohol
carburante, hasta el momento hay cinco, una en el Cauca,
tres en el Valle del Cauca y una en Risaralda. Nos
aprestamos a impulsar nuevas, una en la Olla del Río
Suárez, entre Boyacá y Santander, ojalá otra
en el noreste de Antioquia.
Pero hay que producir alcohol
carburante también
de yuca. Ya hay un experimento para producirlo en el
Llano, otro experimento para producirlo en el Cesar.
Para generar empleo rural yo les diría a ustedes
es fundamental pensar en los combustibles biológicos.
Le ha llegado en el mundo la hora a los combustibles
biológicos y eso necesita sembrar caña,
sembrar yuca, sembrar palma africana y eso solamente
se hace posible con la política de Seguridad
Democrática.
Eso genera mucho empleo. Ya hay pueblos en el Meta
que gracias a la palma africana tienen pleno empleo,
empleo estable y empleo con seguridad social.
Tenemos otros programas de
gran importancia, como es el Programa Familias en
Acción. Hoy hay 520
mil familias pobres en Colombia que están recibiendo
un subsidio, una platica cada dos meses. Llega a la
mamá de la casa que la invierte en la educación
y en la nutrición de sus hijitos. La idea es
terminar este año con 650 mil Familias en Acción
y que el país llegue rápidamente a un
millón.
Por ejemplo en sitios como
Cartagena del Chairá,
San Vicente de Caguán, en todos esos sitios
tenemos el Programa Familias en Acción y eso
va bien, lo tenemos en 700 municipios de la Patria.
Hay que llegar a los 1.098 municipios de Colombia.
En vivienda hemos hecho unas
reformas, eliminamos el Inurbe, que era muy corrupto,
le entregamos el manejo
de los subsidios a las Cajas de Compensación,
hemos aumentado el crédito de vivienda. El Gobierno
que presido resuelve unos 370 mil casos de vivienda
social, insuficiente, pero en marzo vamos a presentar
al Congreso un proyecto de ley para que el presupuesto
anual para vivienda social no sea de 150 mil millones
sino de 350 mil. Y para trabajar muchísimo a
través de la acción de bancos de materiales
que es la que nos ha servido para recuperar Providencia
con la ayuda de instructores militares y de la Armada,
con la ayuda del Sena y con la ayuda de Fonade que
ha administrado ahí un banco de materiales.
Ayer me decía el Presidente Mundial del Deutsche
Bank, el Banco Alemán que vino a visitarnos,
que a Colombia le faltaba mucha infraestructura. Le
dije que era verdad. Es verdad. Y casi todo está por
hacer, pero vamos por buen camino. Ustedes ven que
hemos duplicado los kilómetros de Transmilenio
en Bogotá. Que hacía el sur de Bogotá,
en esa estación del Apogeo o Bosa a Soacha vamos
para adelante con esa línea.
Este gobierno no solamente
ha duplicado el Transmilenio en Bogotá, sino que se está haciendo
(ya yo me referí al Transmilenio de las diferentes
ciudades donde se está haciendo) y otras obras
de infraestructura de gran importancia, en plena construcción
la doble calzada de Bogotá – Girardot.
Contratado el paso a Girardot, contratado.. ¿cómo
se llama ese sitio adelante, siempre se me olvida,
del puente de Girardot hacia el Espinal, es antes del
llegar al Espinal un sitiecito donde vamos a abrir
la variante para subir hasta arriba a Chicoral?
La idea es la doble calzada
hasta Ibagué, hasta
Ibagué, el túnel de La Línea en
plena construcción, y la idea es la doble calzada
Buga – Buenaventura.
El país tiene hoy en proceso la construcción
de 3.200 kilómetros de pavimentos en toda la
Nación, eso es lo que llamamos el acompañamiento
integral. Hemos querido con todas las regiones de la
Patria, donde sienten la presencia nuestros soldados,
también vayan llegando esos programas. Que no
cambien la situación de la noche a la mañana,
que necesitan más cobertura pero que van avanzando.
Y yo creo que si ustedes sienten
la compañía
de esos programas, ustedes tienen más confianza
en su política de seguridad, y una familia en
acción que uno le diga; vea usted está recibiendo
esa platica para la educación de sus hijos porque
el Estado ya no está tan quebrado y ha podido
pagar, y el Estado se ha mejorado porque hay política
de seguridad, esa familia tiene que entrar a apoyarlos
a ustedes en la política de seguridad.
Yo quisiera dejar aquí y más bien dedicar
unos minutos que nos restan, apreciados sargentos mayores
quienes tienen rangos equivalentes en las diferentes
fuerzas, a escuchar las preguntas y las inquietudes
que ustedes tengan a bien proponerme al final de esta
mañana, entonces les ofrezco la palabra.
Muchas gracias.