CLAUSURA
DE LA ASAMBLEA DE LA ASOCIACIÓN REGIONAL
DE EMPRESAS DE PETRÓLEO Y GAS
Julio 05 de 2006 (Cartagena
de Indias – Bolívar)
Compatriotas:
Quiero saludarlos muy respetuosamente
a todos. Hemos vivido unos años en Colombia de muchos desafíos,
de muchas acciones, de mucha afluencia del interés
inversionista, y todavía nos mantenemos a la
expectativa de los mejores resultados.
En primer lugar, quiero felicitar
al Ministerio de Minas, en cabeza de su titular,
el doctor Luis Ernesto
Mejía Castro, y a todo el equipo, por el gran
ejemplo que dan al entregarle a los colombianos la
buena noticia de que el Ministerio ha recibido en todos
sus procesos la certificación ISO 9000.
Es una prueba de que la administración pública
puede ser totalmente transparente y eficiente. Procuraremos
que todos los ministerios sigan ese camino, que en
buena hora nos muestra el Ministerio de Minas. Muchas
felicitaciones.
Estos años han transcurrido en medio de una
creciente alza en el precio del petróleo y del
temor fundado de los colombianos de perder primero
las posibilidades de exportar, y después la
autosuficiencia.
Parecería ésta ser la época más
larga, sin que se asome un final, de altos precios
de petróleo. En algo que fue tan oscilante,
todo lo que aparece ahora es una tendencia muy firme
por arriba. Buena y mala. Mucho dinero para los productores,
muchas dificultades para los gobiernos y muchas dificultades
para los consumidores.
En estos años, el pueblo colombiano ha hecho
un enorme esfuerzo en materia de precios, para ir asimilando
mes a mes lo que ocurre en el mercado internacional
de petróleo.
Un enorme esfuerzo que tiene
muchas razones de ser. El temor de que Colombia no
pueda encontrar hallazgos
grandes, que le permitan aumentar sustancialmente su
producción. Los impuestos que están vinculados
a la gasolina, a los combustibles fósiles en
Colombia. Lo ha explicado el Ministro mes a mes, una
a una de las razones, para este esfuerzo tan grande
que ha hecho el pueblo colombiano.
Hemos reformado normas e instituciones.
Hace cuatro años, cuando nos encontrábamos en el
período de transición con el Gobierno
que presidía el señor hoy ex presidente
Andrés Pastrana Arango, incidimos en el Congreso
de la República para que se aprobara la ley
de reforma de las regalías.
Tan pronto asumió el
ministro Luis Ernesto como titular de la cartera,
y el doctor Isaac Yanovich
como presidente de Ecopetrol, propusieron otra serie
de reformas, dos de ellas de gran trascendencia.
Una para tener más flexibilidad en cuanto a
requisitos de asociación para los inversionistas
en Colombia. Se tomó la decisión de que
los inversionistas puedan actuar en Colombia asociados
o no asociados con Ecopetrol.
Y otra decisión bien importante, fue la de
la creación de la Agencia Nacional de Hidrocarburos,
que si bien, con el profesionalismo con que Colombia
históricamente había administrado el
tema en Ecopetrol no parecía una necesidad para
el caso colombiano, de todas maneras, dadas las percepciones
universales que demandan tener una entidad reguladora,
asignadora, administradora de los contratos por parte
del Estado, diferente a la operadora, si bien desde
ese punto de vista se daba una importante señal
a la comunidad internacional.
Una serie de medidas específicas en el caso
de los hidrocarburos, y otra serie de medidas generales
de la Nación, han contribuido a estimular notablemente
la sísmica, la exploración y el interés
por mayor producción en Colombia.
Y por supuesto, debo mencionar
los esfuerzos que el país ha hecho en materia de seguridad, esfuerzos
que todos los días tratamos de mejorar y que
aspiramos nos conduzcan a la paz definitiva. Este es
un gran compromiso con la comunidad nacional y con
la comunidad internacional.
Nuestra política económica ha estado
y estará orientada por una palabra: confianza.
Vengo a decir a ustedes, muy
respetables empresarios vinculados y representantes
de las diferentes empresas
de petróleo y gas, que la política económica
de Colombia seguirá siendo una política
jalonada especialmente, específicamente, por
la palabra confianza.
Estamos preparando la agenda
legislativa que habremos de presentar al Congreso
de la República el
20 de julio. Y esa agenda está orientada por
la palabra confianza.
Un país con 41 millones y medio de ciudadanos,
con un alto desempleo, con una alta pobreza, requieren
en el largo plazo cimentar la confianza de la inversión,
para que esa inversión pueda cumplir la tarea
social de generar empleo, de producir los bienes y
servicios requeridos, de contribuir al fisco, a fin
de crear una sociedad equitativa, una sociedad sin
pobreza, una sociedad como lo demandan las democracias
modernas.
Nos encontramos preparando
la reforma tributaria, la reforma a las regalías,
la reforma al sector financiero, la reforma a las
transferencias, para hablar
solamente de algunas de ellas, para mencionarlas.
Y confiamos que podamos acertar
con el Congreso de la República para aprobar
un conjunto normativo, que siga consolidando la confianza
de la comunidad
nacional e internacional para invertir en nuestra Patria.
Han ocurrido otros sucesos
importantes, por ejemplo la mayor integración con Venezuela, y la que
buscamos ahora, mayor integración con Centroamérica.
El próximo sábado nos encontraremos
el presidente Torrijos y yo con el señor presidente
Chávez en Maracaibo, para presenciar allí la
iniciación de trabajos de construcción
del gasoducto entre esa ciudad venezolana y La Guajira
colombiana.
Una agenda práctica de obras concretas, que
consideramos bien interesante, porque a pesar de esa
enorme diferencia entre las reservas probadas de gas
en Venezuela y las probadas en Colombia, bien saben
ustedes que Venezuela aún necesita gas en la
parte occidental del país, que lo tomaría
de Colombia, y en el futuro lo retribuiría,
vendiéndole gas a Colombia.
Y la presencia del presidente
Torrijos con nosotros es para examinar que cruzando
el territorio colombiano,
ese gasoducto llegue a Panamá y lo integremos
con el Plan Panamá – Puebla, que consideramos
es uno de los planes más ambiciosos y más
importantes del continente.
El proceso de integración
con nuestros vecinos suramericanos, centroamericanos
y del Caribe, es una
necesidad por la cual tenemos que seguir trabajando.
El país en estos años emprendió la
tarea de los combustibles biológicos. Creamos
el marco tributario, que se consideraba imprescindible,
para que empezara la construcción de combustibles
biológicos en Colombia. Además el Ministerio
creó la normatividad técnica, las fórmulas
de precios, y ya el país se encuentra produciendo
un millón, un millón 50 mil litros de
alcohol carburante al día.
Esperamos que en el cuatrienio que empieza se dupliquen
los esfuerzos y los resultados. Invitamos al sector
privado para instalar varias plantas en Colombia.
Confiamos que este año entren a producir por
los menos dos en los Llanos Orientales a partir de
yuca, una en el departamento del Cesar con fuente palma
africana para biodiesel. La otra en el mismo departamento
ya está produciendo alcohol, otrora lo producía
con fuente en caña de azúcar y ahora
empieza a producirlo con fuente en yuca. Y en este
Caribe colombiano tenemos la confianza en el cuatrienio
que empieza de poder instalar mínimo cuatro
plantas de alcohol carburante: una en el departamento
del Atlántico, una segunda en el departamento
de Bolívar, y las otras en Sucre y Córdoba.
Están dadas las condiciones para la inversión
del sector privado. El tema está definido favorablemente
en el TLC con los Estados Unidos, como quiera que desde
la hora cero de vigencia del TLC, Colombia está autorizada
para exportar combustibles biológicos a ese
país con desgravación arancelaria total.
Y allí donde no allá el suficiente empresarismo
en estos departamentos, el Estado va a ayudar con iniciales
recursos de capital de riesgo, para poder sacar estas
plantas adelante. Capital de riesgo, transitoriamente
aportado por el Estado, mientras los proyectos salen
adelante. Y en todas partes una ayuda muy importante,
que es la ayuda crediticia, con componentes de crédito
no reembolsables a los cultivadores de estos productos,
a través del incentivo que se conoce en Colombia
con el nombre de Incentivo a la Capitalización
Rural, para sacar adelante estos proyectos.
Vemos con mucho entusiasmo
el crecimiento en Colombia de la inversión para buscar petróleo
y gas, vemos con mucho entusiasmo las posibilidades
colombianas en materia de combustibles biológicos,
y vemos con mucho entusiasmo lo que viene sucediendo
en el país en materia de carbón.
Mi presencia esta tarde aquí es una presencia
para saludarlos a ustedes, para reiterar ante ustedes
el compromiso de Colombia de estabilidad en las reglas
de juego, el compromiso de Colombia de mover siempre
la agenda legislativa en función de la palabra
confianza.
Hemos tenido un gran Ministro
de Minas y Energía,
un gran Presidente de Ecopetrol, hemos tenido un manejo
muy acertado en la Agencia Nacional de Hidrocarburos,
hemos tenido una institucionalidad muy buena, como
lo demuestra esta acreditación con el certificado
ISO 9000.
Poco tendría yo que agregar a lo que ustedes
han podido hablar durante tantas horas con el señor
Ministro, con el Presidente de Ecopetrol, con los funcionarios
del Gobierno. Simplemente quería que ustedes
sepan, reiterarles el propósito colombiano de
generar y generar confianza, para que en este país
haya más inversión, más empleo,
para que en este país haya más producción,
más justicia social.
Ojalá podamos tener en los meses, en los años
que vienen, los hallazgos con que soñamos. Las
solicitudes para asignaciones de campo en la Agencia
Nacional de Hidrocarburos, han crecido muchísimo,
los contratos firmados cada año también,
y los pozos explorados.
Cuando empezaba el Gobierno
hace cuatro años,
Colombia estaba explorando 10 pozos por año,
el año pasado exploró 37. ¿A cuántos
vamos a llegar este año, Ministro? ¿Y
pensando en los dos años que vienen? ¿Y
cómo ha sido nuestra evolución en sísmica?
Porque se estaban haciendo unos pocos kilómetros.
Creo que el año pasado ya hubo sísmica
en 10.500 kilómetros.
Y tenemos que seguir creciendo,
apreciados empresarios. El mundo tiene incertidumbres
y preocupaciones por
el petróleo. No hemos terminado de hacer un
ajuste de la gasolina en Colombia, cuando se presenta
un nuevo salto en la cotización internacional
del petróleo.
La semana pasada yo me debatía entre la responsabilidad
y el dolor. La responsabilidad de tener que aceptarle
al Ministro de Minas un incremento muy alto de los
precios de combustibles al público, y el dolor
de hacerlo. Y cuando todavía no hemos asimilado
esos nuevos pasos, ahora, a raíz de las noticias
de Corea del Norte, hablan de una nueva alza en el
petróleo a 75 dólares. Es una situación
bastante, bastante difícil.
Quisiera aprovechar estos minutos
para atender cualquier pregunta, cualquier inquietud,
cualquier comentario
de ustedes. Y si me permitieran para preguntarles: ¿qué prospectos
de inversión tienen en Colombia? Porque a mí todos
los días me lo preguntan los ciudadanos, y esta
es la oportunidad de preguntárselos yo a ustedes.
Les ofrezco la palabra para lo uno y para lo otro.
Muchas gracias.