ANIVERSARIO DE LA EMPRESA
3M COLOMBIA
Marzo 10 de 2006 (Bogotá -
Cundinamarca)
Compatriotas:
Fue muy grato llegar
esta mañana y encontrar
aquí tantas caras alegres de profesionales y de
compatriotas muy capaces, que están realizando
una tarea con entusiasmo, con amor, en 3M. Eso reconforta
con la Patria, reencuentra el alma con la Patria, ver
todas estas posibilidades y ver que los colombianos tenemos
unos compatriotas tan capaces que pueden liderar el mundo,
ser competitivos y ganadores en todas partes.
Mónica: danos aquí una pequeña
actualización de Six Sigma. Principios rectores
de Six Sigma y lo que están haciendo ustedes para
ello.
Mónica Calderón
Cifuentes, directiva de 3M: Es una metodología para el mejoramiento continuo
de los procesos, que lleva en Colombia cuatro años,
y a través de la cual estamos tomando ventajas
de las oportunidades, mejorando los procesos que pueden
interrumpir el crecimiento de la compañía.
Hemos trabajado en 350 proyectos, y este año solamente
en lo que llevamos de enero a la fecha hemos arrancado
80 proyectos, la mayoría en el área de
ventas pero también en el área financiera,
logística, de recursos humanos. Y como lo dijo
Guillermo en su presentación, estamos trabajando
con 12 clientes para ayudarles a ellos también
a mejorar sus procesos y ayudarlos a crecer de forma
acelerada.
Presidente
de la República: Es una buena coincidencia
visitar a 3M con motivo de sus 45 años en Colombia,
a los pocos días de haberse cerrado las negociaciones
de Colombia con los Estados Unidos para el Tratado de
Comercio.
Y vengo a pedir
que cada uno de ustedes sea un difusor, un multiplicador
de ese tratado. No es un tratado ideal,
pero es un tratado bueno. Es un tratado que permite avances
para nuestras economías.
Colombia es un leal
aliado de los Estados Unidos y un noble hermano suramericano.
Hace cuatro años,
cuando empezaba este Gobierno, no teníamos el
acuerdo de la Comunidad Andina con MERCOSUR. Hoy lo tenemos.
Pienso que no va a producir muchos efectos económicos
en el corto plazo, pero sí mucha hermandad política,
y en el largo plazo efectos económicos saludables.
Hace cuatro años, cuando empezó este Gobierno,
luchábamos por el Atpdea, ese sistema de beneficio
unilateral de los Estados Unidos para que muchos de nuestros
productos entren allí. No fue fácil. Desde
aquel momento, dadas las dificultades para implementarlo,
anticipamos que sería muy difícil extenderlo.
Y por eso, para precaver y evitar que, a partir del primero
de enero de 2007, los productos colombianos tengan barreras
arancelarias que puedan dejarlos por fuera del mercado
de los Estados Unidos, buscamos negociar el TLC.
No se improvisó. Incluso tiene antecedentes.
Desde el año 35, el presidente López Pumarejo
firmó un tratado de comercio con los Estados Unidos,
que después se suspendió por la Segunda
Guerra Mundial.
Y hemos pasado en
este Gobierno, diría yo que
agotando tres etapas. Primera etapa: el Atpdea, las medidas
para su implementación, para la proclamación
en los Estados Unidos. Segunda etapa: buscando el acuerdo
para que se tomara la decisión de negociar el
TLC. No fue fácil. Y tercera etapa: negociándolo.
Solamente esa negociación demoró 22 meses.
Ahora corresponde un período de tres meses para
que los gobiernos examinen los textos acordados. Después,
el estudio por parte de los Congresos de Estados Unidos
y Colombia. Y finalmente la revisión por nuestra
Corte Constitucional.
Yo creo que es un
buen paso para Colombia. Ayer les decía a mis compatriotas del Meta, nuestros compatriotas
del Meta: en este momento hay muchos países del
mundo queriendo entrar al mercado de Estados Unidos. ¿Por
qué se va a quedar Colombia por fuera?
A los chinos, a
los asiáticos en general, a los
vietnamitas, después de aquella guerra, y hoy
ellos, con ansias, con desespero, con angustia, para
posicionarse más en el mercado de Estados Unidos.
Los centroamericanos han firmado el Cafta. ¿Por
qué nosotros nos vamos a quedar por fuera?
Le oí esta semana a un ilustre compatriota decir
que nuestros compatriotas no pueden sentir complejos,
porque son muy capaces. Cuando yo escucho las presentaciones
de ustedes, veo el éxito de 3M, veo la cantidad
de compatriotas que aquí trabajan, me digo: tiene
razón aquel lustre líder de Colombia, los
nuestros son muy capaces, brillan, pueden descollar en
el mundo entero.
Por eso hay que
tener precauciones, como las que debemos tener con
algunos productos agrícolas, pero no
tenerle miedo a dar los pasos que necesita una nación
de 42- 46 millones de habitantes (el censo nos clarificará la
cifra), para buscar los mejores y los más grandes
mercados del mundo. Exigirnos para realizar lo que tenemos
que realizar, generar empleo, oportunidades para nuestros
empresarios, para nuestros profesionales, para nuestros
trabajadores, para las nuevas generaciones de Colombia,
para que esta Patria gane un desarrollo.
Porque aquí no podemos seguir apreciando, simplemente
asistiendo a que se agota el ciclo de una generación
y se agota el de la siguiente, y el país sigue
como país en vía de desarrollo.
Tenemos que dar
el salto al desarrollo. Mi generación
vio el salto al desarrollo de España. ¿Por
qué mi generación en su ocaso, no va a
tener la oportunidad de ver el salto al desarrollo de
Colombia? ¿Por qué no vamos a dejarles
este país desarrollado a las generaciones que
habrán de venir? El único interés
que hemos tenido en el TLC es generar oportunidades para
nuestra Patria. Es dar un salto grande para que esta
Patria se desarrolle.
Hay que quitarse
complejos, prejuicios. Hay que quitarse el complejo
de que no podemos, hay que quitarse el complejo
de que toda la vida vamos ser subdesarrollados, hay que
quitarse el complejo de que toda la vida vamos a estar
condenados a la pobreza. Hay que atreverse. (Winston)
Churchill decía que lo único que no se
pierde es aquello que se arriesga.
Aquí hemos corrido un riesgo, pero un riesgo,
seguros. Y la convicción que yo tengo, después
de visitar a 3M esta mañana, de saludar a tantos
de ustedes, de escuchar las exposiciones de cada uno
de ustedes, quienes nos presentaron una línea
tras otra línea de los productos de 3M, es que
en Colombia hemos hecho una apuesta, pero una apuesta
que no implica riesgos sino pasibilidades. Una apuesta
que implica oportunidades. Y que la no existencia de
riesgos, la sola existencia de oportunidades, se infiere
de la calidad de nuestra gente.
Es hora de quitar temores frente al TLC, y de confiar
en la calidad de la gente de Colombia.
La pequeña empresa salió ganadora. El
doctor Juan Alfredo Pinto nos decía que cuando
la pequeña empresa empezó el proceso de
negociación se creyó perdedora, pero que
lo terminó sintiéndose ganadora.
La cultura. Hubo
tanto temor, tanta propaganda de televisión
contra el TLC, que porque iba a acabar las telenovelas
de Colombia. De ninguna manera. Son muy buenas. Yo quisiera
tener un tiempito ahora para verlas. Por ahí me
las cuenta mi señora. Son excelentes. No se afectan.
Se mantienen las cuotas de pantalla de la televisión
colombiana para la producción nacional, se protege
la posibilidad del Estado colombiano de ejercer competencias
para mantener esas cuotas en las nuevas tecnologías
y se abren caminos para entrar, cada vez más y
más, a mercados tan importantes como el de los
Estados Unidos.
La calidad de nuestras
actrices, su belleza, su ingenio, su talento, el profesionalismo
de nuestros actores, no
nos puede crear temores, hay que confiar en la capacidad
de nuestra ciudadanía.
La pequeña empresa, la cultura. Le preguntaba
yo al Presidente de la Andi (Luis Carlos Villegas): ¿cuántos
productos industriales se benefician del TLC? Me dijo:
todos, aproximadamente tres mil. Solamente 3M tiene en
Colombia tres mil productos. O sea que serán muchos,
muchos más.
Yo tengo optimismo
en eso, pero hay que crearle al país
compromiso y optimismo. Cuando uno sueña optimistamente
y no madruga a trabajar, le va mal. Cuando no sueña
y tampoco trabaja, le va mal del todo. Cuando no sueña
y trabaja, le va un poquito bien. Cuando sueña
y trabaja, le va muy bien. Entonces aquí es: el
sueño de un país mejor y el trabajo para
lograrlo.
El agro. Miremos
la Sabana de Bogotá. ¿Qué pasaría
donde desmonten los invernaderos de flores, que generan
100 mil empleos con afiliación a la seguridad
social? Yo creo que es una gran cosa para garantizarles
la estabilidad en el mercado de Estados Unidos, a futuro,
a los floricultores. Y de allí se derivan muchas
posibilidades. Porque para mí lo más importante
de los floricultores, es que es un sector que ha aprendido
a vivir en una línea de mejoramiento continuo.
Aplica un Six Sigma.
Y ha acumulado,
diría yo que una masa crítica
de conocimientos, de mejoramiento tecnológico,
que se puede transportar a producir por ejemplo hortalizas,
con los mismos fundamentos tecnológicos, y ahí quedaríamos
con grandes posibilidades. El TLC nos da muchas oportunidades
en fruticultura, en ganadería de carne y leche,
que somos ampliamente competitivos si eliminamos la aftosa.
En todos estos productos
habrá que tener mucho
cuidado para cumplir con las exigencias fitosanitarias
y sanitarias de los Estados Unidos, y progresar nosotros
para ir cerrando la brecha entre las instituciones que
manejan estos temas en los Estados Unidos y las nuestras.
Esto no es color
de rosa, esto es trabajando, esto es un desafío, en todo eso nos implica trabajar muchísimo.
Y aquí se sigue un gran esfuerzo educativo. ¿Quiénes
de ustedes hablan inglés? Levanten la mano. Bueno,
necesitamos que este país sea bilingüe. Pero
ser un país bilingüe no quiere decir aprender
una segunda lengua y maltratar el español. Hay
que aprender muy, muy bien nuestra lengua, porque el
TLC nos da muchas posibilidades en nuestra lengua, como
para el manejo de los Call Center, de todos esos servicios
de comunicaciones en español. Y manejar muy bien
una segunda lengua. Un reto, el bilingüismo.
Cuando pregunto
cuántos hablan inglés,
y levantan la mano casi todos, me parece muy grato, porque
al escuchar las presentaciones que hicieron sobre las
líneas de producción, escuché un
gran manejo del español, y es lo que necesitamos:
combinar un excelente manejo de nuestra lengua, con el
manejo de una segunda lengua, para que nuestra Patria
salga adelante. Allá hay un reto muy grande.
Un reto muy grande
es la agenda de infraestructura. Algunos dicen: bueno,
es que Uribe nos está proponiendo
un poco de obras, no hay con que hacerlas. Si no las
propusiéramos nos dirían: ¿y es
que este Gobierno será que no está pensando
en obras?
Claro, la situación fiscal de la Nación
es difícil, esas obras no se van a hacer en corto
tiempo, van a necesitar varios gobiernos, varios presidentes,
jalonando esas obras, pero hay que proponerlas, hay que
ponerlas en fila, hay que empezarlas.
Hace cuatro años nos decían: no hay recursos
para que el Gobierno que empieza pueda duplicar los kilómetros
de Transmilenio en Bogotá. Los hemos duplicado.
Y además, cuando nos decían que no había
recursos para los otros Transmilenios, está en
plena ejecución el de Cali, el de Pereira, el
de Medellín, el de Cartagena, el de Barraquilla,
el de Bucaramanga. Faltan muchas cosas, pero el país
está demostrando que puede.
Estamos hoy pavimentando
3.200 kilómetros en
todo el país, haciendo la doble calzada Bogotá-Girardot,
tiene que ir hasta Ibagué. Empezamos el túnel
de La Línea. Yo creo que el TLC en cuanto a infraestructura,
tiene con ella una relación de mutua implicación
muy importante. El TLC forza la infraestructura de la
competitividad, y al mismo tiempo esa infraestructura
nos permite ver exitosos en el TLC.
Y al forzar el TLC
la construcción de la infraestructura
de competitividad, nos crea unas expectativas de crecimiento,
que nos facilitan adquirir los recursos de crédito
en la comunidad financiera internacional para financiar
estas obras.
Y además hay que empezarlas para que nos crean.
Cuando empezó el Gobierno, hablé con los
japoneses, y ellos dijeron que ya no creían en
La Línea, que además lo queremos llamar
el Túnel del Segundo Centenario, para que cuando
los compatriotas crucen ese túnel, empiecen a
pensar en las responsabilidades con los tiempos que habrán
de venir para que las nuevas generaciones vivan felices.
Queremos que una
gran cantidad de obras en Colombia lleven el nombre
de Segundo Centenario. Un bellísimo
puente sobre el río Sinú, próximo
a darse al servicio en Montería, también
le propusimos a la comunidad de Montería el lunes
que lo bautizarán con el nombre de Segundo Centenario.
Porque la Patria
cumplirá dos siglos de vida
independiente el 7 de agosto de 2019. Eso es muy lejos
y también muy cerca. Para transformar este país
en un espacio de tiempo muy corto, entonces tenemos que
trabajar muy intensamente. Y que cuando las nuevas generaciones
crucen por ese Túnel de La Línea y al entrar
vean el túnel que conduce a la luz más
allá del Segundo Centenario, se comprometan más
a trabajar más intensamente por Colombia.
¿Saben qué ha pasado? Cuando había
tanto desinterés de los japoneses porque habían
perdido la ilusión para financiar el Túnel
de la Línea. El Gobierno dijo: bueno, no pidamos
más ese crédito, hagamos un esfuerzo y
empecémoslo. Y empezamos la obra. Y hoy hay más
de 2.100 metros excavados. Está en plena construcción.
Hace un mes vinieron
los japoneses. Le dije al Ministro de Obras: no les
vaya a presentar power point en la oficina,
llévelos en un helicóptero a ver la excavación
del túnel. Y de allá salieron felices y
dijeron: vamos a financiar el túnel a 40 años.
Yo confío que este año se firme el contrato
de empréstito con el Japón. Si empezamos
estas obras, las ponemos en un punto de no retorno, para
que el país sea totalmente competitivo.
Y el TLC nos va
a forzar a atender el sector agropecuario. Es que el
sector agropecuario ha sido medianamente, más
bien mal que bien, atendido en la historia de Colombia.
El TLC nos forza a hacerlo. Ayer hablando con los compatriotas
del Llano, hablábamos del arroz.
Sí, hay un riesgo en el arroz. No hay duda, Estados
Unidos produce un arroz subsidiado, muy barato. Pero
también hemos tenido unos riesgos muy grandes
por el arroz que entra de Venezuela y el arroz que entra
del Ecuador. Yo no he visto el arroz en bonanza, lo he
visto en crisis años tras año, para que
digamos ahora que entonces va a venir una crisis por
el TLC. Enfrentemos eso.
El Gobierno propuso
excluir el arroz y la avicultura a los americanos.
No pudimos, no pudimos. Pero tuvimos
19 años de desgravación para el arroz.
O sea que arroz tiene un plazo de 19 años, la
avicultura tiene un plazo de 18 años. Además
las subastas de importación de arroz, les van
a permitir a los arroceros colombianos hacerlas en asocio
con los norteamericanos, lo que les va dar un ingreso
adicional, lo mismo a los avicultores.
Entonces les decía ayer: bueno, son dos tratados.
Una cosa es el acuerdo de libre comercio con los Estados
Unidos y otra cosa es el acuerdo con los agricultores
de Colombia. Y a ambos vamos a cumplir al pie de la letra.
Por eso estamos preparando el proyecto de ley que se
llama: “Agro, ingreso seguro”, con varios ámbitos
de aplicación.
Un campo de aplicación: aquellos productos del
agro que llegaren a tener dificultades por la comercialización
en Colombia de otros productos importados, se les dé un
complemento en el ingreso a sus productores. Así vamos
garantizando que ganen los consumidores con la disminución
de aranceles.
Muy importante el
TLC: no se ha hablado del capítulo
de los consumidores, no se ha hablado del capítulo
de los insumos, no se ha hablado del capítulo
de las materias primas, no se hablado del capitulo de
los bienes de capital. Todo eso se favorece enormemente
con el TLC, empezando por los consumidores. Por eso nos
parece de gran importancia empezar a resaltar ante el
país que esto trae beneficios para los consumidores,
pero también vamos a proteger a los productores.
Y les decía a los arroceros: ustedes no solamente
van a tener una protección por las dificultades
que eventualmente llegaren a tener de arroz que entre
de los Estados Unidos, sino por las que han tenido en
virtud de nuestra Comunidad Andina con el arroz de Venezuela,
con el arroz del Ecuador. Vamos a cumplir eso rigurosamente.
Y hay que transmitirles
otro elemento de juicio muy importante a nuestros compatriotas.
Nosotros tenemos
que cuidar la producción de arroz, enormemente. ¿Por
qué? Así sea subsidiada. Porque el día
que no haya arroz barato en Venezuela, que no haya arroz
barato en Ecuador, ¿qué hacemos?
El día que Estados Unidos tome la decisión
de desmontar el subsidio del arroz y no podamos traer
arroz barato de allá, ¿qué hacemos?
Tenemos que tener nuestra propia producción. Hay
que preservarla.
O sea que aquí no hay un interés político
de coyuntura para sacar adelante la ley “Agro,
ingreso seguro”, sino una visión de seguridad
alimentaría de largo plazo.
Ahora, hay productos
con todas las posibilidades. Hace cuatro años se decía que Colombia no podía
producir alcohol carburante. Hoy estamos produciendo
un millón de litros diarios, gracias a los estímulos
tributarios que creó este Gobierno.
Creo que estamos
ante una gran posibilidad de exportar alcohol carburante.
Y eso quedó con cero arancel
desde el día cero del tratado con los Estados
Unidos. Lo mismo el biodiesel, y en general los combustibles
biológicos.
La perspectiva del
biodiesel nos permite un gran crecimiento de la palma
africana en nuestro país. Confió que
nuestra Patria rápidamente tenga las primeras
plantas de producción de biodiesel y pueda empezar
a mezclar diesel biológico, a mezclarlo al diesel
fósil, y podamos empezar a exportar biodiesel.
Ahí hay grandes, grandes perspectivas.
Qué bueno encontrarlos a ustedes optimistas,
y escuchar del señor (Guillermo) Sucarro (Presidente
de 3M en Colombia), que para una empresa como ésta,
que genera tantas oportunidades para los colombianos,
el TLC es un buen paso.
Ayúdenme a difundirlo, a que nuestros compatriotas
vean que allí tenemos una oportunidad.
Muchas gracias.