FORO “REACTIVACIÓN
DE LA INDUSTRIA TURÍSTICA
DE LOS BARCOS DE CRUCEROS”
Mayo 04 de 2006 (Cartagena de
Indias – Bolívar)
Compatriotas:
Nos reunimos esta
noche aquí en frente de la
Bahía, con la amable brisa de Cartagena, para
examinar algunos aspectos de la industria del turismo,
en lo que ha sido el gobierno que he tenido el honor
de presidir.
En primer lugar,
agradezco al señor capitán
(de corbeta, Alfonso) Salas (gerente general de la Sociedad
Portuaria de Cartagena), la generosa narración
de los esfuerzos hechos por el Gobierno. Yo mismo no
habría sido capaz de hacerla tan completa. Muchas
gracias, Capitán.
Agradezco la presencia
de todos ustedes esta noche, de mis buenos amigos los
guías de turismo, de
su vocero.
Cuando el pasado
primero de mayo examinábamos
qué ha pasado, qué ha ocurrido en el empleo
de la patria, y esto nos va conduciendo al turismo, encontrábamos
lo siguiente: en un período muy breve Colombia
llegó a tener un desempleo cercano al 20 por ciento.
Iniciado el Gobierno
me dijo el ministro Juan Luis Londoño,
que en paz descanse: Presidente, no espere reducciones
rápidas del desempleo. Es tal la fuerza con que
viene creciendo, que llegará al 25 por ciento
antes de estabilizarse y de empezar a reducirse.
Además notábamos otro agravante: el crecimiento
acelerado del desempleo de jefes de hogar. El más
pernicioso. Porque cuando pierde el empelo el jefe de
hogar se corre mucho riesgo para la unidad de la familia.
Los hijos universitarios abandonan la universidad. Cuando
hay cónyuge que está atendiendo los niñitos,
desesperadamente tiene que abandonar su atención
y buscar incursionar en el mercado del trabajo. Adolescentes,
por el desespero de la pérdida del empleo del
jefe de hogar, también son desertores del aparato
escolar.
Ese desempleo de
jefes de hogar brincó en Colombia
rápidamente del 4 al 10 por ciento.
El desempleo general
lo hemos reducido, no es para cantar victoria, menos
en una ciudad con tanta pobreza como
Cartagena. Como que acabamos de percibirla de nuevo en
una reunión que acaba de terminar en el Centro
de Convenciones con nuestros sectores populares y universitarios.
Pero hemos reducido
el desempleo al 11,3. Falta mucho, pero una cosa es
hablar de desempleo del 20 por ciento,
y otra de desempleo del 11,3. Y además se ha presentado
ya una importante reducción del desempleo de jefes
de hogar.
La cifra de marzo
indica esto: en marzo de 2002 Colombia tenía 16 millones 654 mil trabajadores. Este año
18 millones 505 mil. Se han creado durante el Gobierno
1 millón 951 mil empleos.
Vayamos pensando
en el turismo. Aquí hay que
entrar a mirar el tema de calidad de empleo. El subempleo
se ha reducido del 34 al 29, llegó a estar en
el 38. El 29 es muy alto, no es para cantar victoria,
no es para bañarnos en agua de rosas. Pero hemos
empezado a inducir una tendencia de reducción
del subempleo.
El subempleo se
mide en tres factores. El numero de ciudadanos que
contesta no estar trabajando tiempo completo.
Hoy de todos los ciudadanos que hace cuatro años
decían no estar trabajando tiempo completo, hay
2 millones que aceptan haber pasado de tiempo parcial
a tiempo completo.
Una segunda medición del subempleo, ciudadanos
que contestan que están desempeñando un
oficio distinto al aprendido, una tarea profesional diferente
a la estudiada. Allí no tenemos mayores avances
para mostrar. Por eso hay que seguir haciendo esfuerzos
en el crecimiento de la economía y en la revolución
educativa, para que, combinado el crecimiento de la economía
como generador de oportunidades y la revolución
educativa a través del elemento de la pertinencia,
que lleve al aparato educativo de la patria a ofrecer
lo que realmente necesita la sociedad, los ciudadanos
puedan trabajar en el desempeño de lo aprendido.
Y aparece un tercer
factor de medición de subempleo:
el porcentaje de ciudadanos trabajadores que contesta
que no están contentos con el salario. En todas
las sociedades es alto, pero miremos qué ha pasado
en Colombia. En los cuatro años de este Gobierno,
hemos aumentado el salario mínimo por encima de
inflación, en los cuatro años de este Gobierno.
La inflación acumulada en estos cuatro años
es del 23,83 y el salario mínimo incrementado,
el incremento es del 31,02.
Hay casi 8 puntos
de ganancia del salario mínimo
sobre inflación. Creo que no es fácil encontrar
algo igual en la historia reciente de Colombia. No es
que los colombianos tengan un buen salario mínimo,
pero hemos avanzado mucho en este cuatrienio.
Y además de verificar qué ha sucedido
con esos tres factores que constituyen, que conforman
el subempleo, es importante además verificar lo
que ocurre con otras indicaciones de calidad de empleo.
Al régimen contributivo de salud se han incrementado
2 millones y medio de beneficiarios, resultado directo
del incremento del empleo. Las cajas de compensación
familiar tiene hoy más de 700 mil afiliados adicionales
a hace cuatro años. No hablo de estudiantes en
formación, sino de trabajadores afiliados como
cotizantes a las empresas del Sena: se han aumentado
en un 30 por ciento.
Cuando miramos el
sistema general de pensiones y el sistema general de
riesgos profesionales, hoy hay más
de 1 millón de nuevos trabajadores afiliados.
Yo creo que es un
buen camino, no una victoria, pero un camino que se
va abriendo y que tiene relación
con la pobreza. ¿Quién va a negar la pobreza
de esta ciudad, que tenemos que enfrentar? La pobreza
de la patria. Pero la pobreza llegó en Colombia
muy rápidamente al 60 por ciento. Allá tocando
ese techo la encontró el Gobierno. Estaba en el
49 en septiembre del año pasado.
Paramos ese ascenso
vertiginoso y empieza a regresar. Colombia tiene que
proponerse que en el año 2019
la pobreza no sea superior al 20. Ojalá en el
próximo cuatrienio se sitúe máximo
en el 35. Una reducción de 14 puntos en un cuatrienio
sería algo muy bueno para Colombia.
Pues bien, a perfilar
esta tendencia que es positiva contribuye la confianza
generada en la economía
de la patria. En mi concepto, Colombia ha tenido unas
bonanzas específicas y empieza a tener una bonanza
de confianza.
Cuando Estados Unidos
pagó la indemnización
por la separación de Panamá, el gobierno
del general Pedro Nel Ospina presidió un período
de bonanza en inversión, con esos 25 millones
de dólares.
Nuestra economía tuvo que apresurar un proceso
de sustitución de importaciones porque mucho de
lo que exportábamos perdió mercados en
las guerras mundiales y no había de dónde
abastecernos en mucho de lo que comprábamos. Hubo
una bonanza por sustitución de importaciones.
Los gobiernos del
general Rojas Pinilla, de los doctores Alfonso Lopez
y Belisario Betancur, tuvieron bonanzas
de café.
Caño Limón,
Cuisiana, Cupiagua, bonanzas petroleras.
El país se abrió a la telefonía
celular para el sector privado y hubo una bonanza para
invertir en celulares, otra para invertir en canales
privados de televisión.
Pero el volumen
de inversión extranjera, el volumen
de turistas que empieza a crecer, provenientes del extranjero,
la disminución de las tasas internacionales de
interés, la mayor oferta de crédito a Colombia,
la circunstancia de que el país ha colocado bonos
en pesos en el mercado de Nueva York, que el país
ha recuperado el mercado financiero de Tokio, son todas
expresiones de que hay confianza en Colombia. Confianza
que tenemos que cuidar.
Hoy tuvimos una
nueva expresión de confianza
en Colombia. El señor Richard Fain, de Royal Caribbean,
por primera vez visitó a Colombia y a Cartagena.
Y vino a decirnos que Royal Caribbean había tomado
la decisión de reanudar sus cruceros a Cartagena,
sin esperar que el Departamento de Estado de los Estados
Unidos elimine la alarma de viajeros, qué bueno
eso.
Le pregunté: Mr. Fain, ¿lo puedo decir
en público? Me dijo: dígalo, que yo lo
corroboro. Y lo corroboró a un grupo muy importante
de comunicadores que lo entrevistó al mediodía.
Nos dijo: es tanta
la confianza en Colombia, que vamos a venir inicialmente
con 38, 39 cruceros, 66 mil pasajeros
a Cartagena, sin que los Estados Unidos haya levantado
la alarma. Y apenas empiecen a tener éxito esos
cruceros, agregó, se propone acompañar
al Gobierno de Colombia en las gestiones ante el Departamento
de Estado para que el Departamento de Estado reconozca
los hechos positivos y elimine la alarma.
Hace cuatro años Colombia recibía medio
millón de visitantes internacionales, más
o menos. El año pasado aspirábamos a un
millón, nos quedamos cortos, llegaron 937 mil
visitantes internacionales.
La meta Colombia
Visión 2019, 7 de agosto, segundo
centenario, es que para ese entonces la patria esté recibiendo
ocho millones de visitantes extranjeros al año.
Una gran meta, nos obliga a trabajar muchísimo.
Nuestra líder turística,
Cartagena, tiene que hacer los mayores esfuerzos.
Hoy se están construyendo en el país
48 hoteles. Tenemos ya operadores de ecoturismo en
el parque
de Amacayacu, en el Amazonas, en la isla de Gorgona,
en el parque de los Nevados y en el parque Tayrona, ya
hay operadores de ecoturismo.
El Congreso nos
aprobó la exención tributaria
a las empresas de ecoturismo, y Colombia ha conformado
uno de los marcos tributarios más importantes
para hoteles.
Un hotel nuevo que
se construya en nuestra patria, tiene 30 años en exención de impuestos. Un hotel
viejo que se remodele, los ingresos proporcionales o
que correspondan en proporción a la inversión
realizada en remodelación, son ingresos que no
contabilizan para ingresos, exentos de impuestos.
Todo esto es útil, pero nada es útil si
no hay Seguridad Democrática.
Si hay algún sector que siente el beneficio de
la Seguridad Democrática es el turismo. Por eso
tenemos que persistir. Hay reveses, ustedes no saben
lo triste que fue hace una semana, asistiendo yo a un
foro de Fedesarrollo, cuando llegó la noticia
del asesinato de la hermana del señor ex presidente
César Gaviria. La desazón que recorrió mi
ser.
Al otro día, cuando me dirigía a Pereira,
me preguntaba si tenía energías para encarar
la responsabilidad frente a esta tragedia. La tristeza
de reunirme con el señor ex Presidente y su familia,
la única hermana asesinada, pensar que en algún
momento yo voy a ser ex Presidente, que mi familia vive
en Medellín y que tanta huella del terrorismo
genera vulnerabilidades.
Visitar a toda una
sociedad enlutada, afligida, en la sala de velación, y visitar la familia, que también
asistí al funeral de su ser querido, el policía
asesinado con la doctora Liliana Gaviria. Son reveses
de esta política de seguridad.
Pero Unamuno decía que el fuego que derrite la
manteca, templa el acero. El Libertador expresaba bellamente
que cada dificultad debe ser convertida en una nueva
trinchera, y de allí tenemos que obtener una nueva
victoria.
Por eso, en momentos de tristeza, desde el alma yo invito
a los colombianos a persistir en materia de seguridad.
En esta tierra nació el ex presidente Rafael
Núñez, primero fue gobernador, presidente
del Estado de Bolívar, en nombre del orden, de
la autoridad y de la paz, y después de la Nación
entera.
El examen cuidadoso
de la cultura caribe de la patria, muestra que subyacente
a esa alegría y a esa espontaneidad,
en este Caribe lo que hay es una personalidad colectiva
de rechazo del desorden y de rechazo de la violencia.
Cada año, cuando se aproxima la fecha del Carnaval
de Barranquilla, o las festividades del 11 de noviembre
en Cartagena, recuerdo que en sus orígenes se
enmarcan expresiones de rechazo a la violencia.
El general Vengoechea,
quien concibió la Batalla
de Flores de Barranquilla, la imaginó cuando el
país acababa de concluir el sangriento episodio
de la Guerra de los Mil Días, se había
perdido a Panamá, y no cualquier cosa, habíamos
perdido la cabeza, y dijo el general Bengoechea: los
caribeños vamos a exigir que las únicas
batallas que de ahora en adelante se den en Colombia,
sean las batallas de flores.
Una historia, un recorrido, una personalidad colectiva
de rechazo a la violencia aquí en el Caribe, y
además la percepción de una realidad: el
turismo jalonador del empleo, el turismo causante de
recursos para la inversión social, no se da si
no se supera la violencia.
Muchos rechazan
este Gobierno con el cuento de que Uribe es guerrero,
que es guerrerista, y que no hay inversión
social. Esa distorsión, a mi juicio, es equivocada.
Colombia necesita una política de autoridad para
derrotar el terrorismo y tiene que llevar de la mano
una política de inversión social. No son
excluyentes, van de la mano.
La política de Seguridad Democrática crea
confianza para invertir en nuestra patria. Expandir la
economía, generar empleo, propone o permite que
se den los ingresos para poder hacer inversión
social. Van de la mano la política de seguridad
y la política de inversión social.
Claro, Colombia
necesita más inversión
social, y también más seguridad. Nosotros
no podemos estar tranquilos ni por lo uno ni por lo otro.
En este Caribe ha
mermado mucho el terrorismo, pero hay focos de inseguridad
urbana muy preocupantes, frente
a los cuales la Policía, la fuerza pública,
la Fiscalía, las autoridades competentes debemos
ser más eficaces.
Muy buenas estas
instalaciones portuarias, así lo
reconoció hoy Richard Fain. Bella Cartagena. Nos
dijo: puede ser el destino más atractivo del Caribe
para los tres millones y medio de turistas que por el
Caribe moviliza Royal Caribbean al año.
Eso se vuelve nada
si no hay seguridad. Por eso mi invitación
a persistir en el tema de seguridad. Lo otro se va construyendo.
Y relacionar seguridad,
turismo, inversión social,
fortaleza de la economía.
El foro que acabamos
de terminar nos hace pensar en cómo tener caminos más simples y más
eficaces para la eliminación de la pobreza en
Cartagena.
En este Gobierno
hemos creado más de ocho millones
de cupos en el régimen subsidiado de salud. Hemos
pasado de diez millones y medio a 18 millones 600 mil.
En Cartagena 111 mil, pero la cobertura en la ciudad
es muy baja.
El país debe llegar en los próximos años
a plena cobertura en régimen subsidiado de salud,
ojalá rápidamente llegáramos en
Cartagena.
Esta tarde el Gobernador,
el Alcalde, el Ministro encargado de Protección, en frente de los congresistas,
conmigo, hemos asumido la responsabilidad de financiar
otros 200 mil carnés de salud para Cartagena en
las próximas semanas.
Hay que cumplir
e invitar a las universidades a que constituyan un
pool de vigilancia, para que se garantice
total transparencia en la contratación de los
recursos y se certifique, y lo vamos a lograr.
Y hay que continuar
el proceso hasta reabrir plenamente el Hospital Universitario
y sacar adelante los otros
hospitales. El tema de la salud en Cartagena sigue siendo
dramático. No obstante todos los avances de este
Gobierno en muchas regiones del país, fuera de
la ampliación en cobertura, todavía no
tenemos otros resultados en Cartagena. Allí enfrentamos
un gran desafío para salir adelante.
El día de la madre del año pasado, estamos
para celebrar uno nuevo, el Gobierno inauguró la
decisión de llevar por primera vez el programa
Familias en Acción a grandes ciudades.
Esta mañana vine a Cartagena, me reuní aquí con
familias pobres de El Pozón y empezamos los pagos.
Ese programa iniciado por mi antecesor, este año
completará 650 mil familias pobres que reciben
un subsidio periódico para la nutrición
y la educación de sus hijos. Hay que masificarlo
en Cartagena.
Si ustedes me preguntaran
dos acciones sociales, amén
de muchas, terminada la vía perimetral en su primera
fase, hay que proponernos convertir todos esos tugurios
en viviendas dignas.
Amén de muchas, si ustedes me preguntaran por
dos prioridades para eliminar la pobreza en Cartagena,
yo diría: continuar la Seguridad Democrática
para que siga la recuperación del turismo y otras
actividades de la economía, por un lado, y por
el otro avanzar a la plena cobertura en régimen
de salud y a la masificación de Familias en Acción.
Pienso que el discurso
para eliminar aquí la
pobreza tenemos que simplificarlo y traducirlo en hechos
y avances en estos capítulos.
Veo pues, apreciados
compatriotas que nos reunimos esta noche, una relación clarísima entre la
Seguridad Democrática, la confianza en la ciudad
y en el país, la reactivación del turismo,
la generación de empleo y la posibilidad de complementar
eso con acciones de inversión social que lleguen
a redimir a la ciudad de esta pobreza tan grande.
Es muy difícil
hablar de la ciudad integralmente, porque tiene tanta
belleza y al mismo tiempo tanta pobreza,
que uno tiene que mostrar las dos caras.
Mi invitación es a que hagamos todos los esfuerzos
para mostrar en Cartagena progresos serios, importantes,
en materia de eliminación de la pobreza.
No sé, capitán, si hay alguna persona
que quisiera hacer un comentario, una pregunta, formular
un tema, con el mayor gusto lo escucharíamos.
Muchas gracias.