CONMEMORACIÓN
DE LA NOCHE DE LOS MEJORES
MINISTERIO DE EDUCACIÓN
Noviembre 1 de
2006 (Bogotá - Cundinamarca)
Compatriotas:
Como nos da de esperanza la educación, como nos
llena de felicidad, de ánimo en Colombia.
Hace tres semanas, con la Ministra
(de Educación,
Cecilia María Vélez), su equipo, los ex
ministros de Educación de Colombia, fuerzas vivas
muy importantes del sector, participábamos en
un acto emocionante, la evaluación del Plan de
10 años de Educación y la promoción
del nuevo.
Después acudía en compañía
de la Ministra a este mismo auditorio, a acompañar
a Compartir en la premiación de los mejores maestros
de educación básica y secundaria de este
año. Nos mostraron esa noche excelentes proyectos
pedagógicos, en investigación, en competencias
laborales, en estímulo grupal a la ética,
dentro del gran estímulo a las competencias ciudadanas.
Esta mañana, fue una mañana muy triste
por la noticia del asesinato de 16 policías de
la Patria, en Tierradentro, Córdoba, en las estribaciones
de Paramillo. Y en medio de la congoja que nos causa
ese hecho, tenemos que registrar la felicidad esta noche,
por esta premiación a los mejores, que nos llena
de esperanza.
Mientras en algunos sitios de
la Patria el crimen persiste y todavía no hemos podido doblegarlo en su totalidad,
en toda la Patria la educación construye prosperidad,
superación de pobreza, pone los cimientos de una
Nación solidaria para ser equitativa.
Quiero felicitarlos muy de corazón a todos ustedes
esta noche, a la Ministra, a su equipo. Un trabajo serio
en educación por parte de todos aquellos que tienen
el deber de ejecutarlo, es la verdadera garantía
de una mejor Nación.
Qué bueno haber asistido esta noche, a la entrega
de la orden de acreditación institucional de alta
calidad Francisco José de Caldas, a la entrega
de la orden a la educación y la fe pública
Luis López de Mesa. Qué bueno haber asistido
esta noche a la entrega del reconocimiento al mejor ECAES,
en este caso a la mejor ECAES y qué importante
que sea una compatriota santandereana, del nivel tecnológico,
cuyas palabras guardan armonía con sus calificaciones,
con sus esfuerzos.
Al escucharla esta noche y verle
la expresión
de su cara, nos parecía verla allá en el
salón de clase, construyendo Patria con su esfuerzo
y con sus logros. Ministra, tráetela para el Gobierno,
que esos colombianos sobresalientes los requerimos. Pero
no, no lo aplaces, no la deberías dejar regresar
a Santander, amárrala aquí, que de esas
especies sobresalientes que da la tierra, nos tenemos
que aprovechar para bien de la tierra.
Qué bueno haber asistido esta noche a la nueva
premiación de los ICFES de la Patria, haber escuchado
a este bachiller santandereano, con tanta organización
mental, con tanta disciplina que se propone ahora ingresar
a la universidad a estudiar matemáticas puras.
Qué emocionante poder registrar que ya son muchos
los centros de investigación universitaria, exitosos,
que están trabajando con rigor y con ganas, están
trabajando con el rigor de los científicos y con
el entusiasmo de la felicidad colombiana. En otros países
del mundo hay mucho rigor, pero no hay ese entusiasmo
que se deriva de la felicidad de los colombianos.
Qué bueno ver esta armonía
que se va construyendo entre el ICETEX y las universidades,
para poder lograr,
y que el ICETEX sea una de las concausas, las metas muy
exigentes que nos hemos propuesto en cobertura y en calidad
universitaria.
Ustedes, distinguidos compatriotas,
representantes de la educación, líderes de la educación,
que han sido distinguidos esta noche por sus merecimientos,
se constituyen en gran esperanza para que esta Nación
sea una Nación que pueda cumplir todas las metas
de superación de pobreza, de construcción
de equidad, de prosperidad, de rectitud, de armonía.
Hace cuatro años la pobreza estaba en el 60 por
ciento, el año pasado en el 51, nuestra meta es
que el 20 de julio de 2010, en la víspera de la
terminación de este Gobierno, la hayamos reducido
al 35 por ciento. Planeación Nacional dice que
en el mejor de los escenarios podremos llevarla al 39,
pero tenemos que recorrer con energía, con energía
joven, el kilómetro adicional para reducirla al
35, a fin de que el 7 de agosto de 2019, cuando los gobiernos
de entonces, los compatriotas todos, evalúen la
Visión Colombia 2019, esa pobreza no esté por
encima del 15.
Y no basta con ello, los coeficientes
de distribución
de ingreso tienen que empezar a mejorar en Colombia.
Ya hay un asomo positivo, el primero en muchos años,
donde el coeficiente Gini quisiera marcar una tendencia
de mejoramiento.
Nos hemos propuesto crear todas
las condiciones, el estado de ánimo, el marco macroeconómico,
el esfuerzo en seguridad para que esta Nación
logre un crecimiento sostenido del 6 por ciento como
mínimo, no fácil, somos escasos en petróleo
-esa es una gran vulnerabilidad-, no tenemos las posibilidades
mineras de algunos de los vecinos del sur, que les han
permitido lucrarse del gran avance de la economía
china.
A diferencia del Brasil, no poseemos
la riqueza en soya ni en ganado vacuno para poderle
vender 9 mil millones
de dólares al año a China, pero empezamos
a tener una bonanza de confianza. Ayer, temprano, Colombia
salió al mercado internacional a completar la
financiación del año 2007, en quince minutos
el país colocó bonos por 500 millones de
dólares, nos ofrecieron 3 mil, nos prestaron ese
dinero a 31 años de plazo, con una tasa de interés
del 7.14, una gran muestra de confianza en Colombia.
El país ha tenido bonanzas particulares, específicas,
creo que empieza a ver las primeras luces de una bonanza
de confianza, tuvimos bonanzas de café, bonanzas
por los descubrimientos de los pozos petroleros de Caño
Limón, de Cupiagua, de Cusiana, bonanzas por las
inversiones en televisión privada al abrir la
televisión a canales privados, bonanzas por inversiones
en telefonía celular. Ahora, la bonanza no es
específica, hay un principio de bonanza general
de confianza en Colombia.
Pero yo diría –y lo tenemos que resaltar
ante el mundo- que el elemento más importante
para confiar en Colombia es el esfuerzo que se está haciendo
en capital humano, este gran esfuerzo educativo, que
no da frutos visibles rápidamente, se demora para
exteriorizarlos, pero una vez aparecen, son copiosos,
sólidos y producen profundos efectos estructurales.
Todo lo que nos hemos propuesto
requiere un gran esfuerzo en capital humano, un gran
esfuerzo en capital físico,
un gran esfuerzo en comercio internacional, un gran esfuerzo
macroeconómico, pero el eje alrededor del cual
deben girar todos sus esfuerzos, es el punto fundamental
de la construcción del capital humano: la revolución
educativa.
Ministra (de Educación, Cecilia María
Vélez): el mundo tiene que conocerla. Ya son muchos
años de su esfuerzo, del esfuerzo de sus compañeros,
veo que en el país hay mucha confianza en lo que
se está haciendo en educación y el mundo
tiene que conocerlo. Cualquier región del mundo,
por desarrollada que sea, tendría que sentirse
muy orgullosa de poder tener una noche como la que estamos
teniendo esta noche en Colombia.
Yo me lleno de confianza, que
con ustedes, con los esfuerzos que hacen, vamos a lograr
esas metas de la revolución
educativa como eje alrededor del cual tiene que girar
la conquista colombiana del porvenir, tiene que girar
la consecución de las Metas del Segundo Centenario.
Creamos un millón 419 mil cupos en educación
básica, ahora tendremos que crear cerca de millón
y medio, en este cuatrienio, para lograr plena cobertura.
Tendremos que hacer un esfuerzo adicional en más
profesores, más aulas.
Estamos muy atrasados en educación preescolar,
tenemos 2 millones 300 mil niñitos –menores
de cinco años- en los programas de nutrición
de Bienestar Familiar. Debemos mostrar resultados para
avanzar gradualmente con ellos, con metas parciales en
este Gobierno, para escolarizarlos con pénsum
especial.
Dicen los científicos de la educación,
que a más temprana inserción escolar, mejor
construcción de sociedad.
Estamos haciendo grandes esfuerzos con el presupuesto
de Bienestar Familiar para lograrlo. Estamos haciendo
grandes esfuerzos con el SENA.
Cuando entregábamos esta noche el premio ECAES
a nuestra compatriota santandereana, veía yo allí la
gran legitimación de las tecnologías y
de las técnicas de nuestra Patria. Hace cuatro
años, el SENA tenía 32 mil técnicos
y tecnólogos en formación, hoy tiene 130
mil, y en el cuatrienio esperamos llegar a 250 mil, pero
con todos esos programas certificados, es el reto que
le hemos impuesto al SENA, para que al estar esos programas
certificados se cumpla algo que ha dicho la Ministra:
la posibilidad de la educación por fases, por
etapas.
Yo la veo como la posibilidad
de que los colombianos estudiemos y trabajemos toda
la vida. Que aquel joven
que termine una técnica, una tecnología
en el SENA, en programas acreditados, pueda ir a una
universidad, completar los créditos y acceder
al grado de educación superior, y después
continuar el master, el doctorado, los cursos de extensión.
Tenemos que crear en la sociedad colombiana la idea,
la actitud, de que todos nos propongamos estudiar y trabajar
toda la vida.
Mao Tse Tung decía, en el tratamiento correcto
de las contradicciones en el seno del pueblo, que el
día que se renuncie a estudiar, se empieza a morir.
Y le hemos propuesto retos muy
grandes al SENA, de la mano del Ministerio de Educación. Aspiramos que
un día –no lo lograremos en este Gobierno,
pero el país lo logrará- todos nuestros
bachilleres, como requisito de grado, deban haber participado
con intensidad horaria suficiente, en programas de promoción
de las competencias laborales, deban graduarse como bachilleres
con conocimientos, con introducción a los conocimientos
de un oficio.
Lo hemos venido haciendo para
bachilleres graduados en el programa Jóvenes en Acción y en el
programa Jóvenes Rurales. Tenemos que hacerlo
como requisito de grado de bachilleres.
Por eso aspiramos que en este
Gobierno, con la dirección
del Ministerio, el SENA contrate con 500 establecimientos
de bachillerato, para instalar en sus aulas, en sus construcciones,
aulas tecnológicas, impartir allí esa formación
que estimule las competencias laborales.
Acariciemos ese sueño, el día que todos
nuestros bachilleres se gradúen con ese estímulo
a las competencias laborales, el país habrá dado
un gran salto hacia delante.
Sabemos las restricciones que
tenemos en materia de pobreza, por eso estamos empeñados en crecer Familias
en Acción. Hace cuatro años eran 300 mil,
hoy 600 mil, llegaremos a millón y medio, familias
subsidiadas con la condición de que demuestren
que sus hijitos están estudiando. Tenemos mucha
esperanza, en el efecto positivo de ese programa sobre
la sociedad colombiana.
Hemos logrado, como me lo ha
dicho el Viceministro de Educación Superior (Javier Botero Álvarez),
alcanzar el promedio de cobertura universitaria de América
Latina, pero no estamos conformes. La meta para el 2010
es haber alcanzado una cobertura del 35 por ciento. Tenemos
que cumplir una tarea muy exigente, para llegar a esa
meta.
Aplaudo el esfuerzo que están haciendo por igual
nuestras universidades públicas, nuestras universidades
privadas.
Aplaudo el esfuerzo del ICETEX.
Un sueño: el
ICETEX trabajando con las universidades, con todas. Los
muchachos ingresando en busca de los créditos
a través del internet, con el aval de las universidades.
Hace cuatro años esa cartera estaba en 500 mil
millones, hace pocos meses en 800 mil, para el 2010 -con
la ayuda de Dios- deberá estar mínimo en
dos billones. Un gran salto. Todo es insuficiente para
las necesidades del país, pero con entusiasmo,
de salto en salto, lo vamos a lograr.
Qué bueno registrar que, a pesar de todo lo que
falta –como lo decía el rector de la Universidad
de Los Andes (Carlos Angulo)- ya hay saltos muy importantes
en nuestras universidades. Por ejemplo, en los porcentajes
de profesores con Maestría y con Doctorado. Todos
los días lo vemos, y si bien todavía estamos
en niveles bajos, la manera como se ha empinado la curva
es muy ilusionante.
Confío que todos los esfuerzos de calidad, las
pruebas –a las cuales no me voy a referir, pero
que son muchas y pertinentes- nos van a ir mostrando
día a día un avance de la calidad educacional
de Colombia.
Confío que el año entrante empecemos a
tener mejores resultados en las pruebas internacionales,
y confío que nuestra persistencia en el observatorio
de egresados universitarios, les den mejores e inequívoca
señales a padres de familia y a estudiantes, y
sea un gran camino para mejorar la pertinencia.
La verdad, es que el esfuerzo
educativo sostenido es el único que puedo producir resultados sólidos,
así se demoren.
Hemos tenido muchas dificultades
en la financiación
de los presupuestos de ciencia. Hace cuatro años
habíamos reducido al 0,22 del PIB, el consolidado
del año pasado mostró el 0,7.
Hace pocos días hubo una discusión porque
algunos creyeron –equivocadamente- que en el sector
privado estábamos contabilizando las simples inversiones
como inversiones en ciencia y tecnología, nosotros
no podemos contabilizar para este efecto sino aquello
que realmente agregue valor innovativo y si tuviera razón
la crítica, entonces no habríamos llegado
al 0,71 sino mucho más, porque el año pasado
la inversión privada en Colombia creció por
encima del 20 y este año va creciendo al 32, solamente
contabilizamos para efecto del crecimiento de la investigación,
lo que agregue valor en innovación. Ojalá logremos
metas más ambiciosas en un campo tan requerido
por el país.
Los felicito a todos. Qué bueno para Colombia
contar con ustedes y felicito a la Ministra y a su equipo,
la vida pública es una tarea permanente de esfuerzos
para cosechar pequeños resultados, pero la permanencia
en los esfuerzos, con devoción patriótica,
va logrando que la suma de pequeños resultados,
en algunos momentos, hagan sentir que el país
está mejorando.
Muchas, muchas felicitaciones.
No olviden, tenemos unos compromisos muy grandes para
el 20 de julio de 2010,
cuando se celebren los primeros 200 años del grito
de independencia.
A todos muchas felicitaciones y muchas gracias. |